RADIO CRISTIANDAD: EL GRAN MONARCA.
El caballito de batalla de muchos
resistentes “restauracionistas” es el presuntamente profetizado “Gran
Monarca”, cuya aparición sugieren muchos videntes y revelaciones
privadas; para analizar este tema y ahorrarnos una búsqueda que puede
parecer ardua e interminable, acudimos a un artículo publicado hace
menos de un año en el sitio “AMOR DE LA VERDAD”:
Allí se menciona, entre otras cosas, un libro titulado “Le Grand Monarque à venir et les temps de paix sous son Règne”, que traducido más o menos libremente, sería en español “El Gran Monarca futuro y los tiempos de paz bajo su reinado”.
El libro se referencia como traducido del
alemán por un profesor de la Universidad de Praga, de nombre François
Spirago. Pero, como puede verse aquí y aquí,
el supuesto traductor es en realidad el autor, y la versión francesa
estuvo a cargo de Pierret Beutter y François Xavier Sinniger.
También se traen, en el artículo referido
en primer lugar, referencias acordes del sitio hispanismo.org, y de
otro post del propio blog de Moimunan.
Luego de repasar todo el artículo, que es
bastante extenso y completo, se nos ocurrió relacionarlo con la última
publicación del Padre Gabriel Grosso aparecida en nuestro blog:
En uno de los párrafos derivados de las transcripciones del Padre Manuel Lacunza, dice el Padre Grosso:
“Por lo tanto
tenemos en el Apocalipsis las luces que nos deben orientar en estos
dificilísimos tiempos, y nos advierte: huyamos de todo Monseñor o sacerdote válidamente ordenado que hable como dragón”.
Finalmente, en una tarea que nos
propusimos de relacionar comentarios, profecías, noticias y exégesis,
cayó en nuestras manos un artículo del diario Clarín del día de ayer
(Domingo 12 de abril), donde se confirma la primicia “desprimiciada” de
Malcelo González: La Neofraternidad queda reconocida, por ahora sólo en
la Argentina, “… como persona jurídica…” e incorporada “… al Registro de Instituto de Vida Consagrada, que componen las congregaciones y órdenes católicas.”:
O sea que Fellay y compañía pasan a
formar parte de la iglesia conciliar criolla. De ahí a la aprobación a
nivel mundial —por parte de la concubina— de todos los tradicionalistas
que se dejen reconocer por ella, incluida la Resistencia Fláccida, hay
un intervalo que sólo Dios Nuestro Señor conoce.
De pronto se nos dio por pensar… ¿un Gran
Monarca luego del gran Castigo y antes del Anticristo? ¿Un Papa Santo
que restaurará la Iglesia luego del gran Castigo y antes del Anticristo?
¿Hay que huir “… de todo Monseñor o sacerdote válidamente ordenado que hable como dragón.”? A ver, ordenemos esto:
Como sabemos que es un gran contrasentido
hablar de una restauración y triunfo de la Iglesia (y del Corazón
Inmaculado de María, congruentemente) antes de la notoria derrota de los
santos (Apocalipsis XIII, 7), nos pusimos a reexaminar todo lo hasta
aquí visto y resumido, a la luz de los últimos acontecimientos y de
otros (pretéritos y futuros) no tan remotos:
1) Los
conflictos que se siguen suscitando en el mundo se puede decir que
representan las guerras y rumores de guerra anunciadas por Nuestro Señor
(Mateo XXIV, 6).
2) Uno
de los peores de estos sucesos, es el avance del Estado Islámico en el
Cercano Oriente y sus amenazas contra diversos países de donde,
notoriamente, recluta numerosos voluntarios, lo que implica que conserva
muchos partidarios fronteras adentro de esas naciones.
3)
Francia, la presunta cuna del Gran Emperador, es una de las naciones
donde el Estado Islámico ha movilizado mayor cantidad de esbirros; esto
porque es el país europeo en el cual, merced a una extraordinaria
tolerancia, más ha crecido la población musulmana autóctona.
4) El
Anticristo no se presentará como enemigo de la Humanidad, sino como un
hombre que traerá la paz a una Tierra atribulada y conmovida, actuando,
en principio, como lo haría… el Gran Monarca.
5) El
Anticristo será de raza hebrea (probablemente de la tribu de Dan, al
decir de muchos exégetas), al igual que… el Gran Emperador, que, según
la pastora francesa Mariana Galtier —ver el artículo de “AMOR DE LA
VERDAD”— “Será de la sangre de la Antigua Raza”.
Es muy probable que
esta expresión haya sido tomada por los galos como una referencia a las
familias monárquicas de la historia francesa, pero la “vidente” no habla
de pueblos ni de clases nobles, sino de una RAZA, y la antigüedad de
ésta muy bien puede referir a la alcurnia hebrea del Gran Monarca. Esto,
desde luego, si se toma como seria y posible esta “profecía”, una de
tantas que no han recibido ningún tipo de reconocimiento por parte del
Magisterio, entre las que trae Moimunan.
6) El falso profeta tampoco parecerá tal cosa, sino que, como prefiguró el Padre Lacunza, “Hablará
con dulzura, con halagos, con promesas, con artificio, con astucias,
con apariencias de bien, abusando de la confianza y simplicidad de las
pobres ovejas para entregarlas a los lobos, para hacerlas rendirse a la
primera bestia, para obligarlas a que la adoren, la obedezcan, la
admiren, y entren a participar o a ser iniciadas en su misterio de
iniquidad.”
Nos permitimos, con
todo el respeto que nos merece el gran exégeta chileno, sugerir la
modificación de un solo vocablo de este párrafo: No parece congruente
con el contexto decir que el falso profeta “obligará” a sus ovejas; más
bien se podría decir que las “conducirá seducidas”, a adorar, obedecer y
admirar a la primera bestia, y a ser iniciadas en el misterio de
iniquidad.
7)
Varios de esos obispos y sacerdotes de los que habla el Padre Grosso
como de los que hay que huir debido a lo que profieren sus bocas, forman
parte de la Resistencia Fláccida, que para una gran cantidad de
tradicionalistas, aparece como la última reserva de la verdadera
Iglesia.
De todo esto podemos imaginar el siguiente escenario:
a) De
pronto, el Estado Islámico desata el gran Castigo: una Tercera Guerra
Mundial —ver el artículo de “AMOR DE LA VERDAD”… y el Comentario Eleison
Nº 402—, pero ésta extendida realmente a toda la Tierra, ensañándose
especialmente en Francia, que habiendo sido hija primogénita de la
Iglesia, será también la primogénita entre las atacadas por el Estado
Islámico.
b)
Ante el terror que se desata en el mundo, y la muy probable muerte del
ocupante del Trono de Pedro (uno de los objetivos principales del Estado
Islámico, según sus propias manifestaciones), los sacerdotes y obispos
válidamente ordenados que queden con vida… en las filas de la
Resistencia Fláccida (referencia expresa del Padre Grosso), se agrupan
vaya uno a saber cómo, buscando el modo de convencer a la Humanidad de
que se viene la Restauración… y eligen Papa a ¿Monseñor Williamson?
¿Monseñor Faure? ¿Otro actual monseñorible que por entonces ya haya
recibido el birrete púrpura? Da lo mismo: estaremos frente al “Papa
Santo”, que orientará a las gentes hacia el único que puede enfrentar al
terror yihadista: el Gran Emperador francés.
c) Luego
de derrotar al Estado Islámico y de establecer la paz desde las Galias,
el Gran Monarca será ungido por el “Papa Santo” como el Restaurador de
la fe, el nuevo Clodoveo, a quien hay que seguir y venerar.
d)
Señores: Ahí tenemos al Falso Profeta y al Anticristo entronizados
furtivamente como el sacro poder universal. Lo que sigue, está en la
Biblia, especialmente en el último Libro inspirado de San Juan.
¿Parece algo fantasioso y retorcido seguir la secuencia de los acontecimientos y suponer el drama recién desplegado?
No lo creemos así; si se repasan en el
post de “AMOR DE LA VERDAD” las profecías particulares no reconocidas
por la Iglesia, y aquellas que, aun aprobadas, se interpretan un tanto
precariamente en ese artículo, descubrimos con algo de asombro (no
demasiado) que muchas de las cosas que se dicen del Gran Emperador… son
atribuibles al Hombre de Perdición, al menos en su primera etapa de
benevolencia y aparente santidad.
Es interesante, a ese respecto, que San
Pablo, en la Segunda Epístola a los Tesalonicenses II, 3, al resumir la
secuencia del final de los tiempos, dice: “Nadie os engañe en manera
alguna, porque primero debe venir la apostasía y hacerse manifiesto el
hombre de iniquidad, el hijo de perdición.” La expresión “hacerse manifiesto”, no indica necesariamente la aparición del Anticristo, sino su manifestación;
esto es congruente con el surgimiento de un Emperador mundial con
apariencia de santidad y vida venerable, que de pronto, en algún punto
del curso de su reinado, descarta esa conducta aparente y se manifiesta como la fiera suprema de la Historia.
En cuanto a cuestionarse si ya ha
advenido la gran apostasía… bueno, no hay que mirar mucho alrededor para
sacar una conclusión más que evidente.
Por otro lado, si se analizan bien las
conductas de los monseñores y sacerdotes válidamente ordenados que
parecen resistir con ciertas maneras dragoneantes, no podemos decir que
lo concluido sea descabellado; o por lo menos que a algo muy parecido a
esa especie de engaño, final y universal, conducen, sin duda, las
actividades y actitudes de esos clérigos.
Después de todo, ¿quién mejor para
seducir a las gentes que un príncipe de vida aparentemente ascética? Y
¿quién mejor para engañar a los creyentes, y aún a los incrédulos, que
un hombre de iglesia revestido de santidad y tradición? Este es el gran
secreto del engaño que arrastrará a toda la Humanidad en pos del Otro,
excluidos los elegidos a quienes Nuestro Señor preservará por su gran
Misericordia.
La conclusión, reiteramos, se impone con
una seguridad de recia figura: El gran fraude favorecido por los
tradicionalistas restauracionistas y acuerdistas, conduce a la siguiente
ecuación:
Papa “Santo” | → | Falso Profeta |
Gran Monarca | → | Anticristo |