EL DIARIO RIVAROL ACUSA: BERGOGLIO AGENTE DEL MUNDIALISMO
BERGOGLIO AGENTE ACTIVO DEL MUNDIALISMO
Editorial
Si algunos ingenuos tenían todavía algunas 
dudas acerca de la personalidad y los objetivos reales del sucesor de 
Josef Ratzinger, la “visita triunfal” (según Le Parisien) de  Jorge 
Mario Bergoglio a los Estados Unidos, tendría que arrojarles una luz 
meridiana. Obama y  los izquierdistas de Estados Unidos, aplaudieron con
 vivas el discurso en pro de la inmigración de Francisco.Hay
 que reconocer que el hombre de blanco se ha esforzado en adoptar las 
 consignas de las organizaciones mundialistas. En su largo discurso en 
Nueva York antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y en su 
discurso ante el Congreso de Washington,  recibido con grandes aplausos y
 de pie  (aquí estamos lejos de las enseñanzas de Cristo acerca de que 
 sus verdaderos discípulos, los que le sirven con rectitud y verdad, 
 serán odiados y perseguidos por el mundo) Bergoglio,  adoptando  los 
clichés masónicos y mundialistas, ha hecho un llamamiento  a estar 
“unidos en todo el mundo para construir un orden económico mundial” , y 
ha expresado su profunda preocupación por el cambio climático y la 
contaminación (que ya es el undécimo mandamiento: “No contaminarás la tierra y contra el calentamiento global lucharás)
 ”  lo cual es una prioridad de la iglesia conciliar.). 
Francisco 
demandó que se hagan  “acuerdos fundamentales” para el clima  en la 
próxima conferencia en París, centrándose sobre todo en la  prioridad de
 salvaguardar la “casa común”, como escribió en su “encíclica” “Laudato Si ‘”
 (Alabado seas Tú “). Francisco, cuarto ocupante de la Sede de Pedro que
 ha ido  a la ONU después de  Pablo VI, Juan Pablo II (dos veces) y 
Benedicto XVI, dijo que “existe una verdadera ley  del medioambiente” 
(¡sic!). Para que se entienda mejor, “la crisis ecológica puede poner en
 peligro la existencia misma de la humanidad.”En todas las religiones, 
el medio ambiente es un derecho fundamental”, señaló en esta Cámara 
Masónica.
En su discurso ante el Congreso, dijo que 
espera que los Estados Unidos vuelvan al espíritu de sus fundadores. Lo 
cual  es particularmente sorprendente cuando sabemos que ellos eran   
profundamente anti-católicos, protestantes y masones y que hablaban, lo 
que era un pensamiento nuevo,  de la personalidad y las creencias del 
hombre blanco. También habló explícitamente en contra de la pena de 
muerte a los asesinos, por supuesto, pero no  para las víctimas. Según 
lo escrito por Christian Daisug, corresponsal habitual  en los EE.UU. de un periódico de la mañana : “Calentamiento
 global: (Bergoglio) ha señalado con  un dedo acusador a la industria 
americana de los blancos. Excesos del capitalismo: No dijo una palabra 
acerca del dinero vagabundo o de la corrupción en Wall Street. Armas de 
fuego: denunció a los que matan sin mencionar a aquellos que protege.
 Pena de muerte: compasión es para los monstruos del todo irrecuperables “.
Francisco también se recogió ante el 
monumento conmemorativo del 11 de septiembre antes de acudir a  una 
ceremonia ecuménica en el corazón del museo subterráneo, por encima del 
cual se alzaban las torres del World Trade Center. Bergoglio pidió 
respeto a las diferencias en una ceremonia que reunió a representantes 
de las religiones judía, musulmana, sij, ortodoxos, hindúes … “Su 
presencia aquí, les dijo, es una poderosa señal de nuestra común 
 voluntad de compartir y reafirmar el deseo  de reconciliación “.
Pero es en el tema de la inmigración en el 
 que Bergoglio resultó más insistente: “Como hijo de una familia de 
inmigrantes, me siento feliz de ser un invitado de este país, que ha 
sido en gran parte construido por esas familias “, dijo Francisco a su 
llegada a la Casa Blanca durante una ceremonia protocolaria. En sus 
discursos en la ONU y en el Congreso ante  los “obispos” de América, en 
las “homilías” que pronunció, el sucesor de Benedicto XVI ha insistido 
gravemente en la necesidad de acoger obligatoriamente,  sin reservas y 
sin condiciones a los clandestinos que acuden en tropel, lo cual es, 
según él, la única opción moral posible.
Ahora bien no se trata de que los países 
blancos y occidentales den acogida caritativamente a un puñado de 
extranjeros  caritativamente, lo cual puede manejarse fácilmente, sino 
de  abrir los brazos a millones de invasores y ocupantes. Esto quiere 
decir, en última instancia,  como es lógico,  cambiar de arriba a abajo 
la sustancia étnica y religiosa de países enteros. En consecuencia, 
siendo el promotor de esta invasión, como lo está haciendo  en Italia 
(cada vez  más invadida),  en los EE.UU. y por donde quiera que vaya, resulta inaceptable y demuestra que
 es un agente activo del mundialismo, que trabaja mano a mano con la ONU
 para poner fin a la civilización blanca, europea y cristiana, 
toda ver que  la gran mayoría de los inmigrantes que invaden los países 
occidentales son de religión mahometana. […] [Subrayado nuestro]

