SOCCI: HUMO DE SATANÁS EN EL VATICANO
HUMO DE SATANÁS EN EL VATICANO: SOCCI EXPLICA EL ANTI- BERGOGLISMO
(di Antonio Socci su Liberoquotidiano.it)
Ayer el papa Bergoglio ha planteado – nada menos – una reforma del
papado: «No es oportuno que el Papa sustituya a los Episcopados locales
en el discernimiento de todas las problemáticas que se presenten en sus
territorios. En este sentido, siento la necesidad de proceder a una
saludable “descentralización”».
(…)
, Bergoglio en realidad quiere hacer una operación que retoma la vieja
idea anti-romana de los católicos progresistas (…) No por acaso, en
efecto – luego de haberla presentado en la Evangelii gaudium – el papa
argentino relanza esta idea hoy, en pleno Sínodo sobre la familia. El
motivo es claro.
(…)
La idea formulada ayer sirve a Bergoglio para manejar el Sínodo (donde
la mayoría permanece siendo católica) como lo ha hecho ya con el Motu
proprio que introduce el divorcio en la Iglesia. En la práctica, se
delegarían en los episcopados – como el alemán – las cuestiones
controvertidas (divorciados vueltos a casar, uniones de hecho y
homosexualidad).
(…)
Esto significa», agrega Burke, «que no es ya “una” en su enseñanza en
todo el mundo. Tenemos “una” sola fe. Tenemos “un” conjunto de
sacramentos. “Un” gobierno en todo el mundo. Esto significa “católica”».
Una
reforma del papado que transformase a la Iglesia en una federación de
iglesias locales que deciden – cada una por sí misma – con respecto a
los divorciados vueltos a casar y a la homosexualidad, y por tanto
respecto a los mandamientos y sacramentos – socavaría la “divina
constitución” de la Iglesia (es decir la Iglesia tal como ha sido
fundada por Cristo) y una tal reforma no está en poder de ningún papa.
Porque el Papa no es superior a Jesucristo. Como se puede ver, cuanto
más avanza el Sínodo más se descubre que – en el fondo – el verdadero
choque está en los fundamentos de la fe católica y la supervivencia de
la misma Iglesia tal como Cristo la ha instituido y como existe desde
hace dos mil años. Pocos comprenden la dimensión del choque porque el
Sínodo ha sido querido (por Bergoglio) a puertas cerradas (…)
por Antonio Socci