domingo, 8 de noviembre de 2015

EL PODER EN LA SOMBRA

Estimadas Visitas:

A manera de anticipo comunicamos, que rescatada una obra bibliográfica que hacen ya treinta y dos años redactara un soldado de la patria y a consecuencias de una noble tarea, no permitir el saqueo de ella, pasó a formar parte de la "MALDITA POLICIA". Fue uno de los primeros Prisioneros de Guerra en nuestra Nación, ¿curiosamente?. . . por orden emanada del "PADRE DE LA DEMOCRACIA", entregando su vida absorbido por una terrible enfermedad "en una bastilla progresista", guardando consigo, tal vez otros actos tan o más delictivos que los que investigara, quizás en vano,. . . pero no olvidado, así sea al menos por un minúsculo grupo de ARGENTINOS. Relató "EL PODER EN LA SOMBRA", donde quedaba clarificada íntegramente su existencia. Cumplió con mandatos emitidos por un Poder Democrático, y tristemente bajo Mandos Militares fue traicionada tal gestión. Esos superiores han actuado, sea por error u omisión como cómplices de los creadores de la guerra que azoló nuestro suelo en los años 70 ¿o eran aliados a sus causantes o integrantes de alguna maldita logia, desde donde hace tiempo se oprime al mundo?. Es indudable que demostraron con esa traición, no haber sido conocedores en absoluto del significado de LIBERALISMO Y MASONERÍA ni hasta donde alcanza tal poder. El entonces señor Coronel RAMON J. A. CAMPS, como odernan nuestras leyes cumplió con su misión, apresó a los culpables que actuaron como financistas de esa guerra, a  instigadores y publicistas del MARXISMO INTERNACIONAL cayeron ante la ley. Se  conocieron las declaraciones de los reos, sus intrigas y maniobras reconocidas al mismo tiempo por los implicados. ¿QUE SUCEDIO? ¡El poder judicial de la dicta no tan dura!,¿?¿?¿? presumiblemente amenazó con renunciar, al verse obligada a aplicar las penas que por cargos podían corresponder. ¿La "criminal" dictadura, al parecer se asustó?. ¿Asustaron ciertos apellidos de tonos para nada criollos? como GRAIBER, TIMERMAN, GELBARD sionistas los tres. ¿CASUALIDAD? Altos mandos gubernamentales, aparentemente, influyeron en impedir que los comunistas banqueros y publicistas de la "GUERRA REVOLUCIONARIA" recibieran lo merecido. A 32 años de esos hechos jamás se volvió a escuchar del militar que realizó la obra, ni acordarse de la existencia de su libro. Si, se castigó a quién investigó la evidente criminalidad de estos señores. Hubiera sido  justa y merecida la sanción esperada. Nuestro suelo estaría hoy "libre de todo el gansterismo que nos azota". Estos hechos jamás fueron difundido ni recordados. La prensa, no cesa de alabar a los "JOVENES IDEALISTAS" y festejar el demoníaco pasar actual bajo un "DEMOCRATICO GOBIERNO" se olvida de los atacantes y repite a  cada instante los tratos usados por los defensores legales. ¿MAS CASUALIDADES? Trabajamos en revindicar el verdadero sentido de patria y creemos poder lograrlo con ayuda de Dios, republicando el libro, haciendo conocer por escrito y transmido oralmente.
 VICENTE NHARIO Y LUIS MARIA RUDAZ
25 de Abril de 2014



"EL PODER EN LA SOMBRA"

PRESIONE A SU IZQUIERDA "MAS INFORMACION" PARA LEER EL ARTICULO




PRIMERA PARTE


INTRODUCCION

Lo anunciado precedentemente, consideramos puede formar una parte de "EL PODER EN LA SOMBRA", por tanto el gran "HUGO WAST" en el año 1935 en su libro KAHAL-ORO, preanunciaba el accionar sionista en ARGENTINA y el mundo entero. El prólogo del mismo podrá escucharse junto a un bella canción de otro gran nacionalista DON ANGEL SALVAT.

Añadimos además para comenzar, algunas otras aclaraciones propias impresas en él.


QUEDA HECHO EL DEPOSITO QUE PRESCRIBE LA LEY 11.723,

PROHIBIDA LA REPRODUCCION PARCIAL O TOTAL

Copyright 1983 by ROCA PRODUCCIONES

Buenos Aires - República Argentina Impreso en la Argentina

GENERAL RAMON J.A. CAMPS


1ºERA. PARTE

PROLOGO DE LA NUEVA EDICIÓN
Este libro es la crónica de uno de los casos más importantes de subversión ideológica en la Argentina. Al releerlo compruebo que conserva todo su valor como vivisección de un ejemplo típico de agresión ideológica marxista, pero noto también la humildad de la crónica, sin un marco teórico que la ubique claramente en el contexto complicado de la historia moderna.
Los temas fundamentales del hombre deben ser continuamente planteados —aun en libros como éste, que se apoyan en hechos y no en teorías— porque vivimos una crisis fundamental de confianza y una altamente ausencia de auténtico humanismo frente a las excusas de los débiles, las evasivas de los ambiguos, los intereses de los especuladores y, principalmente, frente al asalto de los marxistas.
¿Qué podemos alzar ante las ideas disgregadoras de los Timerman, Graiver y Gelbard? Nuestra concepción de un hombre que responda a fines espirituales y no a estímulos y coyunturas. Para ello no necesitamos una política mesiánica dictada desde afuera, una "política" de derechos humanos enarbolada por las tendencias más antihumanas que ha engendrado el siglo 20. Nuestro humanismo es una ética que nace de nuestra propia historia argentina —que entronca inevitablemente con la de Occidente— y con la doctrina Cristiana, que le da sentido. De allí nace un humanismo integrador y ordenador, que alberga el amor al prójimo dentro de un marco de leyes humanas y naturales; un humanismo que reconoce que los hombres están destinados por sí mismos a lograr el bien social dentro de un orden divino que no podemos ignorar.
Esta idea fue fuente de felicidad durante muchos siglos y por esta razón la palabra cristiana "humanismo" quedó impregnada de un aura prestigiosa que todos los teóricos modernos le envidian. No tardaron pues en surgir expresiones como "humanismo marxista", "humanismo liberal", "humanismo individualista", fórmulas huecas cuya principal función es disfrazar políticas que nada tienen que ver con la filosofía humanista. Porque el humanismo es la propuesta temporal e histórica del Cristianismo, pero el hecho de que el cristianismo tenga una propuesta temporal e histórica, y la verdad irrefutable de que esa propuesta ha sido fuente de felicidad en el pasado, son datos que perturban hasta sus cimientos a todas las teorías anticristianas de nuestro siglo y los planes de sus ideólogos.
De allí el vaciamiento de la palabra "humanismo" intentado por esos mismos ideólogos. La otra gran verdad que ellos tratan de desvirtuar es que la doctrina auténtica del humanismo tiene una actualización —la Doctrina Social y Económica de la Iglesia—, y que esta actualización del humanismo es realizable e implica nada menos que la verdadera revolución social que reclama Occidente. En 1982 la Argentina fue agredida por las potencias más fuertes de Occidente (pero no necesariamente las potencias rectoras). Esta agresión trajo confusión a las mentes y fue aprovechada por los países marxistas para entonar problemas retóricas de adhesión. La batalla de las Malvinas fue una oportunidad de penetrar profundamente en la conciencia de los argentinos. En este delicado momento histórico me parece oportuno restaurar el sentido originario de la palabra "humanismo" y el contenido de esperanza real que hay en la Doctrina Social y Económica de la Iglesia. Las torpezas de las grandes potencias occidentales no deben arrojarnos en brazos de la Unión Soviética.
Es necesario mantenernos fuertes en nuestras convicciones y conservar la cabeza fría y los nervios templados para no dar saltos al vacío que traicionen el sentido de nuestra historia. No nos sirve recuperar las islas a costa del alma de nuestra Patria. Por el contrario, afirmar la esencia de nuestra tradición histórica y perseverar en ella a pesar de los malos momentos, es el camino por el cual la lucha cobrará su sentido total y justiciero.
El salto hacia una  "posición de no alineados" (no confundir con la Tercera Posición) internacional que en realidad no existe, puesto que no es más que un limbo de naciones indecisas y sin una función política e histórica precisa, es un riesgo inútil. Pero el acercamiento al gobierno de Fidel Castro es sencillamente una traición a todos los que murieron bajo las balas de las bandas dirigidas por Santucho y apadrinadas por Timerman y compañía. Quienes proceden de esta manera pueden no ser conscientes de las consecuencias de sus políticas, y se les puede atribuir cierta buena fe impulsada por las circunstancias pero que no percibe con claridad las verdaderas líneas que luchan en la escena argentina. En realidad, un acercamiento a las potencias marxistas es el camino más seguro para frustrar las aspiraciones de civiles y militares que quieren reimplantar una democracia ordenada. El surgimiento de nuevos Timerman será el preanuncio de nuevas bandas marxistas con sus secuelas de sangre y lágrimas. El propósito de este libro es que los argentinos puedan leer en la historia reciente las lecciones que les evitarán nuevas desgracias.
El texto del libro se desarrolla según el orden en que se hizo la investigación. La mayor parte de las citas se basa en la transcripción de documentos y en la desgravación de cintas magnetofónicas. Este método es el más veraz y objetivo pues no influye con adjetivos innecesarios en la mente del lector, dejándola librada al propio criterio para que juzgue imparcialmente los hechos.
De la madeja de declaraciones surge que Timerman, Gelbard y montoneros constituían un triángulo, pero no es claro -quizá nunca lo será— cuál era el perfil exacto de ese triángulo, qué lado era el mayor, cómo se relacionaban entre sí los distintos componentes. Podemos suponer que montoneros, desde la acción armada; Gelbard y Graiver, desde la economía; y Timerman, desde la acción psicológica, formaban una estructura flexible que se adaptaba a las circunstancias, aunque en los instantes decisivos es obvio que predominaban los factores estrictamente políticos.
Esta es la razón por la cual la lucha antisubversiva sigue vigente, aunque ahora haya pasado del terreno estrictamente militar al plano político. En resumidas cuentas, en nuestro país continúa la lucha mundial por el poder, pero su aspecto ha cambiado respecto del tipo de agresión que sufrimos en la década del 70.
Perder de vista en estos momentos que la mayor parte de los progresos de la Unión Soviética en posguerra fueron hechos sobre la base de la acción política puede ser fatal para nosotros. La situación es particularmente grave porque aquellas naciones que teníamos como guías dejaron de serlo y aun se volvieron contra nosotros. Occidente se convirtió en oeste; en el vertiginoso mundo contemporáneo cualquiera corre el riesgo de perder la brújula. Pero es precisamente en ocasiones como ésta que la Iglesia —que ya ha capeado otras tormentas históricas peores— podría ser una fuente de inspiración segura. Su Doctrina Social y Económica, que no contradice ninguno de nuestros sentimientos nacionales, se convertirá entonces en una bandera positiva, que coloca al individuo en un plano superior al de la simple oposición al marxismo y al liberalismo materialista. Las líneas son claras a pesar de que hay muchos que tratan de ensombrecerlas. Nos corresponde a cada uno de nosotros elegir la que nos salvará y perseverar en ella hasta que triunfe.

RAMÓN J. A. CAMPS



 AGRADECIMIENTO

A todos aquellos hombres que participaron no sólo en este episodio, sino en todo lo que significó la lucha contra la subversión. Fueron muchos, a lo mejor no tantos como la gente cree, ni tan pocos como piensan los subversivos.
A los argentinos que me brindaron su apoyo, sin el cual no hubiera sido posible lograr el éxito de derrotar a la subversión y ese éxito no hubiera tenido sentido.
A los órganos de prensa, medios de información que supieron informar, que fueron veraces y consecuentes.
Al señor General Don Ovidio Jesús Antonio Solari, que con particular vocación y afecto me ayudó a corregir este libro. Es la misma vocación que puso para servir a la Patria y el mismo afecto que me brindó en esos años difíciles.
Dejo para el final, y esto no significa una gradación, sino simplemente que razones muy especiales de afecto y amistad así me lo permiten, al señor Máximo Gainza, que ha colaborado con este libro, como colaboró allá en 1976; con quien compartimos largas charlas, dudas, in-quietudes y esperanzas. Pasaron los años y nunca me defraudó. La prueba es que para este trabajo también he contado con su colaboración.

PERSONAL QUE PARTICIPO EN LA INVESTIGACIÓN

1.Subjefe de Policía Coronel D. Reinaldo Tabernero.
2.Estado Mayor de Asesores militares.
2.1.Área Operaciones: Coronel D. Rodolfo Aníbal Campos.
2.2.Área Coordinación y enlace Cnel. Enrique Nicolás Rospide.
3.Secretario militar del Jefe de Policía: Tte. Cnel. D. Filiberto Salcerini.
4.Director Gral. de investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Comisario General D. Miguel Osvaldo Etchecolatz.
5.Jefe del Comando de Operaciones de la Dirección General de Investigaciones Comisario Inspector D. Alberto Rousse.
6.Subjefe del Comando de Operaciones de la Dirección General de Investigaciones Comisario D. Florencio Alcántara.
7. Grupo a cargo de la operación. Of. Ppal. D. Carlos Andrade.Of. Ppal. D. Juan Gabriel Garatea. Of. Ppal. D. Milton V. Preti. Of. Ppal. D. Eros A.           Tárela. Of. Inspt. D. Eduardo P. Maire. Cabo D. Jorge Cotrone. Cabo D. Santiago Frecini.
8.Secretario Policial del Jefe de Policía: Comisario Jorge Leopoldo Menéndez.
9.Jefe de la Unidad Regional La Plata: Comisario Inspt. D. Osear C. loppolo.
10.2do. Jefe de la Unidad Regional La Plata: Comisario Inspector D. Juan Fiorillo.
11.Jefe de la Brigada de Investig.Avellaneda: Comisario Inspector D. Bruno Trevisán.
12.Director Gral.  de Asuntos Judiciales Comisario General D.Eduardo M. Aranguren
13.Oficial Instructor del sumario: Comisario D. Gerardo Leshner.
14.Asesor Jurídico Oficial Inspector Dr. Carlos Ernesto Ocampo.
16.Gabinete técnico de grabaciones: Of. Ppal. D. Leonardo Gar¬cía, Oficial Auxiliar D. Osvaldo Collareda Verdi y Cbo. 1° D. Norberto Cozani.
Quiero hacer una mención especial para el Oficial Principal D. Eros Amflcar Tárela, por su participación entonces y ahora.
A todos ellos mi reconocimiento y, aunque a lo mejor es un exceso mío, el reconocimiento de la Patria.
A toda la Policía de la Provincia de Buenos Aires, que hizo posible esto, y libró un duro combate.
MIEMBROS DEL GOBIERNO DE LA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES QUE COLABORARON
EN LA INVESTIGACIÓN
Ministro de Gobierno: Dr. Jaime L. Smart Subsecretario de Gobierno: Dr. Juan Torino Subsecretario de Justicia: Dr. Héctor Muralla Lacasa Subsecretario dé Asuntos Institucionales: Dr. Edgardo Frola Fiscal de Estado: Dr. Alberto Rodríguez Várela Fiscal de Estado Adjunto: Dr. Roberto Durrieu Presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires:
Dr. Roberto Bullrich
A todos ellos, y a otros que no menciono, a lo mejor porque mi memoria me traiciona, los nombro por su colaboración en este caso.
A MODO DE PROLOGO
El mundo contemporáneo está sometido hoy a un conjunto de tensiones y de agudas crisis de todo tipo. La complejidad de los problemas de la lucha marxista, la subversión de las costumbres y la desacralización que, en términos generales, tienden a invadir la totalidad de la cultura, han conducido en nuestro tiempo a un debilitamiento sostenido y peligroso de sus concepciones profundas, provocando una suerte de descreimiento generalizado y podríamos afirmar, de escepticismo en torno a las raíces primeras de nuestra civilización.
Asimismo, a un verdadero vaciamiento del contenido de la palabras, a una especie de pedagogía no carente de talento que, lejos de clarificar está destinada a la confusión y a la desarticulación de la comprensión de todas las cosas. Como decía el Dante: "siempre la confusión de las palabras era el comienzo del desconcierto del pensamiento". Pareciera que, proféticamente, "La Divina Comedia" diagnosticó el centro de gravedad de los problemas actuales.
Somos testigos de un verdadero fraude semántico, que en forma persistente y cada vez más alarmante, conduce al pensamiento humano hacia la desolación y al abandono. En la Argentina, Jacobo Timerman fue el principal impulsor de semejante fraude. Trató desde "La Opinión" de orquestar una empresa de concientización revolucionaria -que aún no ha cesado- de reformular, o si se quiere, dé vaciar las tradiciones nacionales en provecho del marxismo, del cual se proclamó defensor.
Merced a un uso distorsionado de la información, por la falsificación sistemática de las ideas, simplemente por mala fe o la agresión indiscriminada contra las almas y las personas, tácticas estas que aparecían constantemente en todas las páginas de "La Opinión", Jacobo Timerman creyó posible redefinir los fundamentos de nuestra cultura y hasta de nuestra nacionalidad. Por eso nos atrevemos a sostener que si alguien tuviese que ser sindicado como uno de los principales responsables de la subversión cultural, que armó las conciencias de la guerrilla, ese sería Jacobo Timerman.
Es hora de reconocer, sin ambages de ninguna índole, que en la batalla emprendida junto a unos pocos contra tamaño personaje, hemos perdido. Es cierto que pusimos fin a su acción corrosiva contra el país, e incluso que logramos apresarlo, tomándole declaraciones cuya sola lectura asombra en virtud de la perversidad e escrupulosidad del ex-director de "La Opinión". Sin embargo, por razones que nos excedieron, Jacobo Timerman fue dejado en libertad por el Gobierno a instancias del entonces Presidente, quién avaló el dictamen en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La libertad de Timerman fue una derrota que casi se puede decir que fue una derrota para el país, pues reunidas las evidencias de su connivencia con la guerrilla y demostrada la asociación ilícita con esos prestamistas de plata criminosa que se llamaron José Ber Gelbard —o se llama— David Graiyer, nada ni nadie hubiese podido evitar su procesamiento y condena. Sin embargo se movieron influencias diversas ante la opinión pública y el gobierno: intereses extranjeros, diplomáticos, instituciones, organismos, partidos y personas que rivalizaron en demostrar, unos más que otros, su interés en la liberación de Timerman. El gobierno no logró tener el peso de una imagen externa a pesar de su renuncia. En rigor, cedió y Timerman se convirtió en el fiscal acusador de la Nación Argentina. Eso sí, había sido privado —como castigo— de una nacionalidad que no fue la suya y que no lo será nunca.
Todo esto se relaciona con dos temas capitales: la naturaleza del marxismo y la guerra contrasubversiva, que se trae a colación porque de su ignorancia nacieron errores como los cometidos en los casos Timerman, Graiver y tantos otros.
Muchas personas creen que el marxismo, como teoría, puede separarse de su connotación política. Esto es desconocer el contenido esencial de la ideología marxista, orientada a la destrucción de la sociedad. Sin embargo, ciertos círculos culturales, intelectuales  y políticos de grandes Universidades, en particular de E E. U U. y Europa, insisten en considerar al materialismo histórico como teoría válida para el análisis de los fenómenos de la sociedad, aún cuando digan profesar, de manera activa, un anticomunismo ferviente. Semejante paradoja se ha logrado gracias a una amplia infiltración en la enseñanza, en los partidos políticos, en los medios de comunicación social, en los gremios y en la misma Iglesia.  Todas estas organizaciones han sido penetradas a través de una larga prédica, que no se ha sabido contrarrestar debidamente, pues los marxistas ocultan y disfrazan sus verdaderos fines en doctrinas antiimperialistas, humanistas, democráticas, etc. Timerman fue un exponente claro de tamaña estrategia ya que, mientras convencía a los gobiernos de turno, civiles o militares, de su oficialismo en las páginas dedicadas en "La Opinión" al análisis de la Política Nacional, destruía las bases societarias en los suplementos culturales y la sección destinada a reseñar la política internacional.
Véase que la obra verdaderamente subversiva entre nosotros,  no se debe a las agrupaciones comunistas tradicionales sino que, a través de una política coherente y perfectamente elaborada, se ha buscado influir en el ámbito de las ideas por medio de personas, empresas e instituciones que, en apariencia, nada tenían en común con el marxismo. Resultaba difícil realizar esa acción a través de los partidos comunistas tradicionales, de donde era necesario un "aggiornamiento" en la técnica a emplear. Surgieron así los movimientos intelectuales con figuras claves, armadores de opinión, que comenzaron a atacar las bases de la cultura occidental desde la prensa, la cátedra y la Iglesia. En este orden de ideas hay que preguntarse: ¿ Quién ha sido más peligroso ? ¿Jacobo Timerman o el director de "Nuestra Palabra” ¿El sacerdote Carbone o cualquier ateo impugnador del catolicismo ? Curiosamente, los grandes responsables están libres.
Es que, en esto, no se ha sabido distinguir con prolijidad las causas de los efectos, y así se ha fundido y confundido como si su responsabilidad fuese la misma, al ideólogo y al combatiente. Con la lamentable costumbre, muchas veces, de permitir al ideólogo -no se sabe en virtud de qué encantamiento- libertades que jamás se le hubiesen reconocido- al guerrillero. En resumidas cuentas: hemos combatidos victoriosamente los efectos de un mal dejando intactas las causas.

2DA.PARTE

Es innecesario aclarar que, siendo la guerra un acto violento, quien desee ganarla no lo podrá lograr con la aplicación de paños fríos. Si hubo que emplear pues, medidas enérgicas, no fue por el goce de su aplicación sino por necesidad. Al respecto debemos recordar que: es lícito hacer en la guerra todo lo necesario para la defensa del bien público comprometido. Mucho de las confusiones e infundios relacionados con el tema se deben a traducciones de autores franceses especialmente, que no fueron comprendidos en profundidad. Como aquél que dijera que quien participe en la guerra contra la subversión con voluntad suficiente para ganarla, deberá "chapalear en el barro". Es cierto, pero de la citada enunciación pocos supieron leer entre líneas y concluir que quien chapalea en el barro se ensuciará el calzado y no necesariamente se salpicará el alma, que es en definitiva lo que se busca salvar.
El concepto de "meterse en el barro" significa que la guerra contra la subversión trae aparejado una nueva metodología, con sus normas y pautas correspondientes. Todo lo aprendido en los manuales y reglamentos debió ser revisado y revalorizada su aplicación, ya que el objeto de la guerra subversiva es dominar al hombre para alcanzar el dominio sobre la materia, cuando lo que se consideraba natural era dominar la materia para alcanzar a dominar al hombre. Esto cambió la escala de valores y de tal manera vivimos la tremenda realidad de hijos que delataron a sus padres por considerarlos "contrarrevolucionarios" y "burgueses"; "amigos " que capturaban a sus amigos y los condenaban y custodiaban en las mazmorras subterráneas; "tribunales populares" que empañaron en lo más profundo la majestad de la justicia, que no es otra cosa que asumir la responsabilidad de la condena a cara descubierta y no envalentonados en el anonimato que les daba una capucha ignominiosa.
Desaparecido el sentido de la nacionalidad, de la vecindad, de la amistad, de la hermandad, todo se fue trasformando en turbio y sucio. Terminó en el barro y en ese barro, se luchó por amor a Dios, la Patria y la familia. Es el amor el que prioriza y legitima las acciones de los soldados.
El empleo de la fuerza para doblegar la violencia no implica odio pues no es otra cosa que la búsqueda afanosa de la restauración del amor.
En la guerra que peleamos, el amor al cuerpo social que se quiere resguardar es el que primó en todas las acciones. Porque en última instancia, al ser el marxismo la herejía moderna, lo que estamos viendo es el "acto presente " de esa guerra constante entre el Bien y el Mal.

EPILOGO

Hoy, 24 de marzo de 1982, escribo estas líneas que Significan poner punto final al problema Timerman. ¿Porque sale recién ahora? Muy sencillo: el año pasado salí públicamente a responder a este señor sus mentiras, a mostrar aquellos sectores oscuros de su diario y de su personalidad. De sus asociaciones, de sus relaciones con lo que él mismo denominó la "mafia".
En aquél entonces prometí escribir este libro, que en gran parte lo han escrito los mismos protagonistas. Están sus declaraciones, expresadas en forma individual y en lo que en la jerga policial se denomina "careos".
Este no fue un hecho policial: fue un grave hecho político. Así lo tomé y así debe ser tomado. Sirvió para poner en su lugar la verdad: mostrar cómo a través de una publicación se puede hacer captación, especialmente a través de escritos de fondo. Sirvió para mostrar que a pesar que se buscaba la captación, por sobre todo se buscaba el negocio. Para mostrar asociaciones lícitas e ilícitas.
Sin que esto contradiga lo dicho en el inicio del segundo capítulo, quedan muchos nombres a los que se trató de contaminar. Los tengo, pero no los digo porque no quiero enlodar gratuitamente a gente que puede haber participado de buena fe, por desconocimiento, por snobismo, y porque a lo mejor quedan algunos que no están en nada de eso. Es una forma de proteger a los primeros contra la maledicencia de quienes quieran utilizar equívoca y escandalosamente esa información. A estos últimos como en su momento no los investigué, les dejó a su favor la duda. Los argentinos sabrán si me equivoco.
Sirvió para mostrar incluso, cosas que existían dentro de nosotros mismos: ideas distintas, posiciones distintas, proyecciones de futuro distintas, a lo mejor por compromisos distintos o, como en mi caso, que no debe ser el único, por falta de compromisos.
Los resultados de todo esto está a la vista. Allá por diciembre de 1976 dije en un discurso con un claro sentido de política nacional:   "El proceso de Reorganización Nacional se ha hecho con vocación pedagógica. Los hombres que lo integramos sabemos que el drama argentino consiste en la ambigüedad y que debemos, junto a toda la comunidad, redefinir y restaurar la significación profunda y permanente de las instituciones".
"Porque más allá de las formas, las verdaderas democracias son legítimas cuando sus instituciones son capaces de generar justicia”.
"Ello no podrá realizarse si todos no asumimos con absoluta claridad, que ha llegado la hora de ejercer intensamente la práctica del pensamiento ".
Qué significa eso hoy, en 1982; cuánto fue de idealismo, cuánto de utópico, cuánto de cierto y cuánto de error. La historia lo dirá. Lo que puedo decir es que lo que hice, lo realicé con entrega total, con sinceridad total, con idealismo total. No deben existir los Timerman por Ud., por nosotros ni por nuestros hijos.
Pongo hoy punto final a Timerman. Que Dios y la Patria lo juzgue. Nosotros tenemos la conciencia en paz. Y Ud., Timerman, ¿puede decir lo mismo. . . ?

CAPITULO I

DAVID  GRAIVER:

La mala memoria de Timerman

En la conferencia de prensa realizada el 19 de abril de 1977, que consistió en una exposición sobre la subversión en la Argentina, a cargo de los jefes de Inteligencia y Operaciones del Ejercito Argentino, y que finalizó con la contestación de veintidós preguntas formuladas por periodistas nacionales y extranjeros, el Presidente de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército dijo entre otras cosas:
"...Señores, hemos dicho en repetidas oportunidades que la subversión es un fenómeno global, y consecuentemente si decimos que la subversión nos agrede, debemos interpretar que la agresión es también global, como es global el fenómeno de la subversión. Es justamente a través de esa agresión global que se pretende conculcar la libertad del hombre argentino y cambiar su sistema de vida por otro a través de la intimidación, a través de la privación de la vida de militares, de policías, de periodistas, de sacerdotes, de trabajadores, de empresarios. Se pretende conculcar ese bien de la libertad a través de los lavados de cerebro, de la confusión de nuestra juventud, de desapegarnos de eso de lo que nunca debimos apartarnos; es decir de los valores tradicionales de Familia, de Patria y de Dios. Esa es la Subversión y es el flagelo contra el cual las Fuerzas Armadas luchan y pretenden ser comprendidas".
"Ese es un poco, en sí, el sentido de esta convocatoria a esta conferencia. Comprendo señores, no obstante, que circunstancias vividas recientemente por el país, coincidentes en el tiempo- pueden haber cambiado en alguna medida la proyección de este espacio. Acepto el desafío que el tiempo plantea. No está ajeno a esta especie, si pensamos que la subversión es un fenómeno global, el denominado 

"Caso Graiver" que ha conmovido a la opinión pública".
"Mi responsabilidad en ese caso por un lado, el respeto debido a través de ustedes al pueblo argentino y la concomitancia directa que entre una y otra cosa existe —caso Graiver y subversión— me obligan a no soslayar la responsabilidad de hacer una referencia al mismo aún cuando me aparte del núcleo central de la convocatoria para esta reunión, a condición de que la visión de la rama no nos haga perder la visión del bosque".
"El llamado caso Graiver es algo importante, trascendente, espectacular, pero es una parte de un todo al cual nos hemos de referir luego al particular, que es la subversión, por que el caso Graiver es un caso de subversión", "...las diligencias iniciales están ya comenzadas y. han dado sus frutos. A propuesta del oficial preventor, la Junta Militar en ejercicio del Acta Institucional por medio de la cual se juzgan las conductas de personas que hayan atentado contra la vida de sus semejantes, resolvió incluir en una resolución firmada en Acta en el día de hoy, a las siguientes personas..." "...Esto sin perjuicio de que en la prosecución de las actuaciones pueden ser incluidas  otras personas en esta Acta Institucional..." „ "...señores, tengan ustedes la más absoluta seguridad y ruego por intermedio de ustedes lo transmitan a quienes forman opinión a través de Uds. que es decisión irrevocable de las autoridades militares en este caso y de las políticas también, llevar el mismo hasta las últimas consecuencias..."
"...Hemos prometido a la Nación combatir la subversión hasta su aniquilación y hemos dicho que estamos muy próximos a acariciar con las manos la victoria militar..."
"Le hemos prometido a la Nación ganar la paz, que no es negociarla; es ganarla para ofrecer al pueblo argentino una paz que merezca ser vivida como merece el pueblo argentino y esa paz será, palabra de militar, la que hemos de obtener".
"Señores, les pido perdón por esa emotividad, pero es producto de las circunstancias. .."
La Policía de la Provincia de Buenos Aires, por disposición expresa y exclusiva de su Jefe, investigó el ''Caso Graiver" que tenía dos dimensiones, una puramente económica y la segunda más trascendente por cierto: el grupo Graiver trabajaba en favor de la subversión. Graiver había recibido una suma varias veces millonaria, en dólares, en depósitos, para ser trabajada por ese grupo financiero, tanto en el país como en el exterior, a beneficio de la subversión y con plena conciencia de sus autores.
Aquí se pretenden aclarar las grandes mentiras de Timerman. Para cumplir con ese objetivo se dedica un capítulo a David Graiver, nombre que, sorprendentemente, no es mencionado ni una sola vez en el libro que escribiera Timerman. Tenía motivos de sobra para eliminarlo: David Graiver era una mancha muy grande en su "heroica actuación".
Para comprender la extraña ligazón entre estos dos hombres tenemos que remontarnos a principios de 1977. En esa época la Policía de la Provincia de Buenos Aires, se reitera, condujo por propia iniciativa la investigación de lo que luego se llamaría "el Caso Graiver". David Graiver había "fallecido" en forma sospechosa en agosto de 1976, en un accidente de aviación en México, dos días antes de que se descubriera un desfalco
Una de las primeras entrevistas que se mantuvo al iniciar la investigación fue con Juan Graiver, presidente del Banco Comercial de La Plata, padre de David. Este, además de aportar una serie de datos particulares, confesó abiertamente que David había tenido vinculaciones con la banda subversiva Montoneros, de quien había recibido 17 millones de dólares producto, entre otros, del secuestro de los hermanos Born. Esta declaración inicial y espontánea de Juan Graiver hizo que el "Caso Graiver", adquiriese una dimensión no prevista en sus comienzos. Buscando documentos y testimonios sobre su persona, se encontró un material sorprendente. David Graiver era un financista que había crecido con enorme rapidez: al morir solo tenía 36 años y ya había logrado una inmensa fortuna. Fue Subsecretario del Ministerio de Bienestar Social (designado por el ministro Francisco Manrique durante el gobierno del Teniente General Alejandro Agustín Lanusse. Cuando culmina este gobierno el 25 de mayo de 1973 y asume Héctor J. Cámpora como presidente, Graiver es nombrado asesor del Ministro de Economía, José B. Gelbard, lo que no es común en nuestro país.
Al desaparecer en el accidente aéreo de agosto de 1976, tiene en su haber una cuantiosa fortuna, pero también cuantiosas pérdidas. Fue responsable de las quiebras del Banque de Bruxellas Pour L'Amerique du Sud, y el American Bank and Trust, y el Century Bank and Trust de Nueva York. A pesar de las elevadas sumas de dinero que manejaban las empresas Graiver, no eran un dechado de organización. Por el contrario, la desorganización era el común denominador de todas ellas. Esto no era casual: le permitía realizar operaciones que de otra manera hubieran sido imposibles de ocultar.
Muchos de los negocios que Graiver realizaba le eran suministrados por José B. Gelbard, su socio y amigo. David Graiver, socio de Gelbard, era también su deudor; cuando desapareció en el accidente, le debía a Gelbard seis millones de dólares.
Si bien las empresas de Graiver eran de índole muy variada, había buscado, preferentemente, organizar un sistema que le permitiese manejar determinados medios de comunicación. Se dirigió a dos áreas fundamentales: la televisión y la prensa escrita.
Dentro del área de la televisión poseía una parte importante del paquete accionario del Canal 2 de La Plata, aunque no figuraba su nombre sino el de un testaferro. Llevó, para colaborar en el canal, a hombres que tenían una gran experiencia en la materia. Muchos de ellos, como los de otras empresas, actuaron desconociendo sus reales manejos y fueron sorprendidos en su buena fe.
En la prensa escrita también había realizado una penetración: era socio del diario "La Opinión" de Trenque Lauquen. Junto con José B. Gelbard había sido dueño del periódico "Ultima Hora", y también tenía una publicación de carácter histórico que estaba a cargo de dos especialistas en la materia. Esta publicación, llamada "La Gaceta de la Historia" se distribuía gratuitamente en colegios, unidades militares y diversas instituciones. En las unidades del Ejército se recibían gratuitamente gran cantidad de ejemplares, sin saber entonces quién era su productor. Más tarde con el correr de la investigación se supo que estaba auspiciada y pagada por Graiver.
Indagando mas sobre las actividades de Graiver en los medios de comunicación social, nos encontramos con que él era quien había aportado el capital para fundar el diario "La Opinión" de Buenos Aires, dirigido por Jacobo Timerman.
Aquí es donde los nombres de Graiver y Timerman se unen. Y esto, y sólo esto es el motivo que provoca la detención de Jacobo Timerman.
El caso Graiver nos conduce directamente a Timerman: había que averiguar cuál era la real vinculación de Timerman con Graiver y, por consiguiente, de Timerman con el terrorismo.

La detención de Timerman

No se lo pudo detener inmediatamente —a pesar que declaró que se quedó en el país para aclarar su relación con Graiver— porque apenas comenzada la investigación Timerman desapareció de los lugares en que actuaba habitualmente. Entonces se ordenó realizar una serie de vigilancias esperando el momento oportuno para su detención. Sabíamos que no iba al diario, tampoco a su domicilio, que tenía un hijo internado en una clínica y que pernoctaba en distintos lugares. Por eso, cuando se ordena su detención (aproximadamente 20 días después de iniciada la investigación sobre el caso Graiver) no se sabía a ciencia cierta dónde se encontraba. La orden de detención se imparte a media mañana del 13 de abril de 1977. Salieron varias comisiones pues se ignoraba dónde podía estar. Ninguna de ellas pudo encontrarlo. Entonces se localizó al subdirector del diario, Enrique Jara Pagani, quien informó que Timerman iba a dormir a su casa particular esa noche.
A la una treinta de la madrugada del 14 de abril una comisión integrada por los Oficiales Principales Carlos Andrade, Milton Valentín Preti, Juan Gabriel Garatea y Eros Amilcar Tárela; el Oficial Inspector Pablo Eduardo Maire; los Cabos Santiago Frecini y Jorge Cotroné y el mismo Jara Pagani, llegaron a la casa de Timerman. Jara Pagani fue quien tocó el portero eléctrico y despertó a Timerman.
Allí se produjo la detención sin ningún tipo de violencia y en presencia de su familia. Inmediatamente después Timerman fue trasladado a la Jefatura de la Policía tal como se había ordenado. Una vez allí fue llevado al despacho del Director General de Investigaciones, siempre en compañía de Enrique Jara Pagani, donde se encontraba el Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, quien le dijo lo siguiente: "Timerman, Ud. se encuentra detenido para averiguar su vinculación con David Graiver, quien administraba los fondos de la organización terrorista Montoneros. Está detenido por orden mía. Soy el Coronel Ramón Juan Alberto Camps, Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires que, como Ud. sabe, actúa bajo el control operacional del Comandante del 1er Cuerpo de Ejército". Luego le preguntó si necesitaba algo, y contestó que quería un vaso de agua. Se le dio agua, y a partir de ese momento —eran aproximadamente las 3 de la mañana— Jacobo Timerman quedó a disposición de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.
La misma mañana del 14 de abril de 1977, a las 7,30 horas aproximadamente, llamó un miembro de la Secretaría General del Comando en Jefe de la Armada, quien dijo que por orden expresa del Almirante Massera, deseaba hablar con el Jefe de Policía de inmediato. El encuentro se produjo en el Comando del 1er Cuerpo de Ejército y transmitió el siguiente mensaje: "El Almirante Massera (Comandante en Jefe de la Armada) felicitaba por la acción que se había desarrollado y que, además de su apoyo moral, tenía todo el apoyo de la Armada en el procedimiento que estaba realizando. También agregó que el Almirante quería se supiese que de ninguna manera iba aprobar ni iba a firmar lo referente a Papel Prensa. Se le contestó al Oficial Superior que representaba al Almirante Massera que se agradecían sus palabras y que se tomaba en cuenta el mensaje transmitido. Llamó la atención el conocimiento que el Almirante tenía de este hecho, pues la detención había sido realizada de manera tal que Timerman no pudiera estar alertado y ocultarse, romo ya había sucedido antes del arresto.
Inmediatamente después de haber hablado con el enviado del Almirante Massera, el Jefe de Policía, Coronel Camps, fue al despacho del Comandante del 1er Cuerpo de Ejército, General de División Carlos Guillermo Suarez Masón, para informarlo de la detención de Timerman y de la conversación recién mantenida. El Comandante ordenó que se lo trasladara al Instituto de Detención que el Ejercito tiene en Campo de Mayo. Es una cárcel de encausados para el personal militar. Timerman estuvo allí 24 horas. El sábado por la noche el Comisario General Miguel Osvaldo Etchecolatz, Director General de Investigaciones y quien había tenido bajo su responsabilidad la detención de Timerman, informó de los inconvenientes que por razones de distancia de la base de operaciones -Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires- creaba su lugar de detención. Se trató de comunicar con el Comandante del 1er Cuerpo y pedir su autorización para trasladarlo a otro lugar. Al no poder ubicar al Comandante y al recibir nueva llamada del Comisario General Etchecolatz, se le ordenó a éste llevar a Timerman a la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y allí quedó detenido.
Si bien al principio Timerman negaba toda participación con Graiver, progresivamente fue reconociendo todos los detalles de su asociación con él.
Para la investigación y los interrogatorios se utilizó el mismo equipo que había trabajado en el caso Graiver, pues los dos estaban íntimamente vinculados. Además un equipo de integrantes del gobierno Provincial, ajenos a la Institución Policial, colaboró aportando las bases para la consideración jurídica, de carácter económico-financiero y para establecer cuál era el verdadero trasfondo de la publicación a través del análisis del contenido le todos los números de "La Opinión".
También se informó al General de Brigada (RE) Ibérico Saint Jean, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, sobre la detención de Timerman, pues la policía depende directamente del gobernador.   Debe hacerse una aclaración para que lo relatado no lleve a confusión: la Policía depende del gobierno de la Provincia. Pero el Gobernador no tenía autoridad para actuar en el ámbito subversivo; sólo podía actuar en investigaciones policiales corrientes. Las investigaciones de tipo subversivo debían canalizarse a través de las autoridades militares de quien la Policía dependía operacionalmente. Por lo tanto, en el caso Timerman, había dos superiores a quien rendir cuentas: el gobernador, por ser la autoridad natural de la policía, y   el Comandante del 1er Cuerpo de Ejército, por tratarse de un problema subversivo. Ninguno de ellos interfirió ni generó ningún tipo de inconveniente en la detención de Timerman ni en la investigación del caso. Nunca se hicieron indicaciones o preguntas acerca de la investigación: cuando se informó,  se hizo por propia voluntad y no porque se lo requiriera. Tampoco hubo interferencias de ninguna otra autoridad. Cuando ya la investigación estaba en una etapa avanzada el Comandante del 1er Cuerpo de Ejército ordenó pasar a Timerman a disposición del Oficial Preventor que actuaba en el caso Graiver, el General de Brigada Oscar Bartolomé Gallino (se aclara que el Oficial Preventor cumple funciones similares a las de un Juez de Instrucción). A partir de ese momento, 6 de mayo de 1977, Jacobo Timerman dejó de estar bajo responsabilidad de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la investigación se desarrolló dentro del mismo Cuerpo de Ejército 1.

Celda sin número, preso sin nombre,
 el compañero muerto y la tortura.

El título que Timerman eligió para su libro es Preso sin nombre, celda sin número, pues asegura haber sido encarcelado y torturado en una dependencia no oficial, similar a las "cárceles del pueblo" ideadas por los terroristas. Si bien el título es llamativo, es totalmente falso: el preso tuvo nombre y la celda pudo ser visitada por quien quiso. Permaneció la mayor parte del tiempo que estuvo detenido —aparte del breve lapso en que estuvo en Campo de Mayo- en el departamento Central de la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires, donde el 9 de noviembre de 1976 los terroristas pusieron una bomba en el despacho del Subjefe de Policía. Esto fue anterior a su detención, y de ello Timerman nada dijo.
Su celda fue una pieza-dormitorio de suboficiales que tiene Comodidad para dos personas, ventilación, puerta, luz y a diferencia de lo que escribe Timerman, el baño no estaba dentro sino fuera de la misma.
Mientras Timerman estuvo detenido se le dio el trato común que se da a cualquier preso, aunque se reforzaron medidas de vigilancia para evitar cualquier inconveniente.
En su libro Timerman dice que en 1976 y 1977 hubo en la Argentina prisiones clandestinas. El asegura haber ido detenido en una de ellas. La paradoja es que en 1976 y 1977 -años en que gozó de absoluta libertad- jamás mencionó la existencia de estas prisiones. Pero hay tres testimonios irrefutables que aclaran en dónde y en qué condiciones estuvo detenido.
El primero es el de sus propios compañeros de "celda". En su libro Timerman dice que tuvo un solo compañero de celda y que fue asesinado por la policía. Sus Compañeros fueron dos: el Dr. Raúl Bercovich (que estaba demorado por otro caso paralelo y posiblemente vinculado con Graiver), y más tarde compartió la celda con Juan Palli (uno de los directores de Canal 2 de Televisión de La Plata). Ambos pueden confirmar el trato que Timerman, al igual que ellos, recibió mientras estuvo en prisión. Ambos viven en la Argentina.
Así lo aclara Bercovich a través de la carta que ha enviado y que se agrega en este libro, (ver apéndice 1)
El segundo testimonio es el del sacerdote católico Christian Von Wernick, capellán de la Policía. Durante los días que Timerman estuvo bajo jurisdicción policial recibió frecuentemente la visita del padre Von Wernick. Hace pocos días éste escribió una carta en la que recuerda que Timerman, además, recibía la visita de un rabino y que con ninguno de ellos Timerman expresó jamás que hubiese sido objeto de malos tratos y torturas. Esta carta es reproducida íntegramente en este libro, (ver apéndice 1)
Por último, están los testimonios del médico que lo  atendió permanentemente, el Dr. Osvaldo Hugo Raffo quién, sumándose a los anteriores, da fe del trato que recibió Jacobo Timerman. (ver apéndice 1)
Más tarde, cuando Jacobo Timerman ya no estaba bajo jurisdicción de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, su propio hermano, José Timerman le manifestó a Máximo Gainza director del diario "La Prensa", que su hermano nunca fue torturado. Después José Timerman aseguró que no había dicho eso. Basta recordar la trayectoria, la categoría moral e intelectual y el prestigio de Máximo Gainza para que el desmentido de José Timerman se sume a la larga lista de mentiras de su hermano.
No es necesario aportar más pruebas sobre el trate recibido por Jacobo Timerman mientras estuvo detenido. La presencia de estos numerosos testigos bastan para refutar uno de los slogans más repetidos por Timerman: que sus declaraciones fueron producto de torturas.

La Cárcel del Pueblo y los Campos de Concentración


Timerman comparó la cárcel en la que estuvo detenido con las "cárceles del pueblo" usadas por los terroristas. Ya conocen la ubicación y características que tuvo su celda, pero quizás no conozcan con exactitud qué fueron las "cárceles del pueblo", inhumano sistema usado por los terroristas para ocultar a personas secuestradas o como elemento de tortura para sus adversarios. Esto se puede demostrar a través de un hecho real, que se relata a continuación.
En una de las tantas investigaciones llevadas a cabo por la Policía se llega a una casa de familia, de apariencia totalmente normal, pero en la que se sospechaba que tenía relación con los subversivos. Al revisarla se nota que en el dormitorio principal (habitación de 3x3 m aproximadamente) había una diferencia en el parquet del piso, debajo de la cama. Se quiso mover ese pedazo de piso, pero fue imposible. Acostumbrados a estas trampas se revisó la casa buscando el mecanismo que hiciese mover el piso. Al desarmar la tapa de la luz del living, apareció en su interior un caño con una válvula. Por medio de un inflador se comenzó a enviar aire y el piso comenzó a levantarse: ese pedazo de parquet estaba apoyado sobre neumáticos que al inflarse empujaban eI piso hacia arriba. Al retirar la tapa apareció un pozo de 1,50 metros de profundidad, de pared de tierra totalmente húmeda y del largo de un catre de campaña, es decir 1,85 m. a 1,90 m. Allí, acostado sobre el catre, en total oscuridad y sin poder moverse ni pararse porque la altura no lo permitía, yacía desde hacía varios días un hombre que había sido secuestrado por la banda de Montoneros.
Luego, Timerman tuvo la osadía de comparar su prisión con estas reales cámaras de tortura. Y nunca desde su diario se preocupó, ni describió, ni mencionó las "cárceles del pueblo". Pero este es sólo uno de sus innumerables e intencionales olvidos.
Sí, en cambio, se preocupa en reiteradas ocasiones de hablar de los campos de concentración que dice existen en la Argentina. Fundamenta esta aseveración diciendo que hay fotografías de dichos campos. Sólo es posible decirle a Timerman que si está tan seguro de que existen, y que además tiene fotografías, que las de a conocer. Que muestre esas fotos y señale la ubicación de esos supuestos campos de concentración. Pero por algo todavía no lo ha hecho: esos campos solo existen en su mente maliciosa. Con sus aseveraciones solo busca el fácil halago de tontos y aprovechados (él es uno de ellos) y favorecer a la guerrilla internacional a través del desprestigio de la Argentina.

Botín de guerra

En su libro, Timerman dice que en la guerra contra la subversión se utilizó la técnica del "Botín de guerra", dando a entender que las fuerzas que actuaron lo hicieron a modo de hordas, robando cuanto objeto de valor encontraban en los domicilios que violentaban.
Se debe aclarar cómo actuó la Policía de la Provincia a las órdenes de su jefe cada vez que se concurría a un allanamiento o se debía penetrar en algún domicilio: se dejaba constancia perfectamente legalizada de las existencias de la casa. Se tiene que reconocer que hubo algún integrante de esta Fuerza que actuó por su cuenta y que, incluso, el jefe de la Policía, personalmente, lo pudo constatar en la oportunidad que se localizó la fábrica de armamentos de los Montoneros llamada "Segundo Savino Navarro" en Villa Dominico, Provincia de Buenos Aires. Cuando llegó a uno de los talleres donde se confeccionaba parte del denominado  "palo  de fuego", los montoneros abrieron fuego desde el interior. Cuando aún la lucha era intensiva se vio salir de un costado de la casa a un agente de la Policía con un tapado de piel en la mano. En medio del tiroteo desarmó al policía y se lo detuvo. Luego se lo dio de baja deshonrosamente y fue juzgado por delito. Así se procedió en todas las circunstancias.
Se agregarán algunos detalles más sobre la fábrica "Segundo Savino Navarro": estaba ubicada en una fábrica de amortiguadores de automóviles y se la descubrió el 8 de noviembre de 1976. El día anterior había concurrido al lugar personal de Ejército y no había encontrado nada anormal. Luego, durante la noche, los subversivos terroristas tirotearon el frente de su propia madriguera y pintaron en las paredes del edificio "Las Armas Montoneras no se entregan".  Este era el cebo para una emboscada: sabían que ante ese hecho las Fuerzas Armadas o policiales —en este caso la Policía de Buenos Aires- acudirían nuevamente, y así provocarían una verdadera masacre. No les importaba perder la fábrica pues eran conscientes que ese sitio era irrecuperable para ellos. No se produjo lo que ellos esperaban. Fallaron en ese intento porque al revisar el lugar se notó que el techo era más largo que el piso. Se contó con pasos dobles la extensión del techo y la del piso de la fábrica. Entonces se hizo una abertura en la pared de atrás y allí se encontró parte de la fábrica. La otra parte la hacían a la vista pues usaban los brazos de los amortiguadores, que era la actividad con la que se encubrían.
La abertura de acceso a la parte donde confeccionaban los explosivos estaba bajo el piso de una maquinaria. De haber entrado por ella se habría producido una gran explosión que hubiera costado muchas vidas: habían regado con abundante combustible y habían colocado explosivos de manera tal que en el momento de producirse la abertura este material explotara y se incendiase.


Argentina nazi

Las primeras páginas del libro de Timerman están destinadas a detallar su historia familiar. Relata cómo sus familiares -eran prominentes en la colectividad judía- tuvieron que enfrentar a la Inquisición y que, en 1556 se establecieron en la localidad de Barg. En 1928 Timerman, junto con sus padres, se traslada a la Argentina. En 1941 los nazis prenden fuego a Barg y mueren en ese atentado   familiares  suyos  que  no  habían  podido  huir. No se sabe si estos sufrimientos de los familiares de Timerman fueron ciertos o no, porque no es incumbencia de  este libro. Pero hay un concepto de Timerman que sí es necesario desmentir: compara las vicisitudes de la familia Timerman que quedó en Barg con la que emigró a la Argentina. Habla de una "Argentina nazi". Aquí, en la Argentina, la familia Timerman evolucionó con absoluta normalidad. Se le abrieron las puertas en todos los ámbitos, y es así como Jacobo Timerman pudo relacionarse con distintos estamentos de la sociedad argentina: se relacionó con personas del ámbito político, militar, empresario, artístico, etc. Basta analizar la carrera de Timerman para comprobar que actuó con total libertad y sin ninguna barrera racial ni religiosa. Son los propios judíos que viven en este país los que pueden dar fe de la libertad religiosa que impera en la Argentina. Fueron los mismos miembros de esta numerosa colectividad los que repudiaron estos conceptos de Timerman, aclarando que son producto de un desconocimiento de la real situación que se vivió en Alemania y de la actual en nuestro país.
En esta cruel guerra que tuvimos contra la subversión murieron muchas personas de diferente credo. La subversión se infiltró eficazmente en todas las religiones, en la católica principalmente; también en la judía, en la protestante, en la musulmana... Muchos de estos subversivos murieron.
Pero en el caso especial de los judíos, no murieron por ser judíos, como Timerman afirma, confundiendo hábilmente una guerra contra el terrorismo con una guerra contra una comunidad religiosa. No murió ningún argentino judío por ser judío. Murieron católicos, judíos protestantes y musulmanes porque eran terroristas. Y también eran católicos, judíos, protestantes y musulmanes los soldados y agentes que ofrecieron sus vidas en la lucha contra la subversión.
Pocos países del mundo pueden decir, como la Argentina, que jamás se conocieron en su territorio persecuciones raciales.
En el caso preciso de los judíos, participaron a principios de este siglo en la colonización de zonas definidas de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa, bajo la conducción del Barón Moisés Kirsch. Y siguen hoy en día trabajando la tierra sus descendientes, habiendo sido siempre respetados por los gobiernos de todos los signos que a través de tantos años se sucedieron.
Fueron y son banqueros, industriales, comerciantes, pequeños, grandes y muy grandes. Fueron ministros, embajadores y parlamentarios de todos los partidos políticos conocidos del país. Accedieron a todos los clubes, desde los más populares hasta los más elitistas, lo cual es muy fácil comprobar leyendo sus nóminas de asociados. Crearon instituciones propias de su comunidad, como asilos, centros culturales, asociaciones deportivas, etc. Y por fin, concentrándonos en el período posterior a marzo de 1976 que es el que Timerman cuestiona especialmente por su "racismo", en la Provincia de Buenos Aires había un Subsecretario judío, intendentes municipales judíos, altos funcionarios públicos judíos y policías judíos. Y al día de hoy una de las más importantes embajadas de la República, la de Francia, está a cargo de un Embajador judío.
  

 3era.Parte
 ¿Dónde está la persecución que denuncia Timerman?

Sobre este preciso tema podría escribirse un libro, o muchos libros... ¿O acaso se olvida Timerman de todos los que, huyendo de la guerra y de las persecuciones raciales, vinieron a la Argentina y aquí constituyeron sus hogares e iniciaron sus modestas actividades artesanales, para concluir en la mayoría de los casos en empresarios sujetos a los mismos derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos de la República?
Pero Timerman, que es el arquetipo del traidor, no tiene reparos en pretender complicar a la comunidad judía ante el mundo, haciéndola aparecer como víctima de persecuciones inexistentes, cuando esas supuestas perdiciones en realidad las utilizaba como telón que pudiera disimularle sus actividades delictivas.
Traicionó a su raza y al país que lo cobijó. Quizá sólo profesó lealtad al dinero, por sucio que fuera su origen, como fue el dinero de la subversión.
Pero estas son verdades que no pueden explicarse: hay que vivirlas. Para eso solo basta venir a la Argentina v ver cómo convivimos para que huelgue cualquier otra explicación.
Como dato anecdótico, Timerman afirma que en el despacho del Jefe de policía había colgado un cuadro de Hitler. Para contestar a esta torpe fantasía de Timerman, se opone el testimonio de las miles de personas que concurrieron a distintas entrevistas en sus sucesivos desdichos. Siempre existió un solo cuadro para presidirlo, el del General José de San Martín y siempre estuvo acompañado por un crucifijo.
Grandes silencios y grandes discursos: últimamente Timerman ha empleado gran cantidad de palabras para describir las diferentes etapas que vivió la Argentina y dar así su opinión sobre las mismas. Cuando habla de la revolución militar de 1966 dice que le pusieron el nombre pomposo de "Revolución Argentina". Como contrapartida, está un artículo -en realidad muchos- de la revista "Primera Plana", de la que él era director, en la que por supuesto, no adjetiva de   "pomposa" a dicha revolución. Tampoco manifiesta, ni se hace eco de ningún tipo de resistencia política, económica o social que ahora dice que tuvo ese gobierno. Un gran silencio en su momento y muchos discursos ahora: las grandes contradicciones de un hombre pequeño y mentiroso.
Hay en su libro innumerables contradicciones, como por ejemplo: en muchas de sus páginas critica a las bandas subversivas, ya sea Montoneros o ERP. Pero también llama "bandas" o fuerzas "parapoliciales" a las Fuerzas que actuaron contra la guerrilla. No eran bandas: eran fuerzas militares, fuerzas de seguridad y fuerzas policiales.
Como contrapartida hoy la prensa mundial elogia los procedimientos de las fuerzas policiales españolas e italianas, máxime con el caso del General Dozier, ¿qué dice Timerman a eso?
Cuando habla del vacío de poder que había en 1975 y justifica la revolución militar de 1976 (menciona que tuvo muchas reuniones con miembros de ésta) califica de manera diferente a los elementos militares que estaban en el gobierno y a los que luchaban contra la sub-versión.
Se refiere al General Videla como un hombre que hablaba de paz, de cordura, de solución política, mientras que a los militares que luchaban contra la guerrilla los describe como elementos autónomos, que habían hecho de sus dominios zonas de guerras personales e independientes del gobierno central. Y esto es absolutamente contradictorio. La lucha contra la subversión fue conducida por el presidente Videla en su calidad de Comandante en Jefe del Ejército, y cada miembro de la Junta Militar en su arma específica. Con esto Timerman pretende excluir al presidente Videla de la responsabilidad de la lucha -cuando fue la única autoridad que condujo en forma global y total al Ejército- y demostrar que el Ejército estaba dividido en dos posiciones que actuaban separadas: los extremistas y los moderados. Estas posiciones existen en todos los ejércitos del mundo y no significan enfrentamiento ni división dentro de un arma. En la lucha contra la guerrilla se actuó con total acuerdo y unidad. De otra manera no se hubiese alcanzado la victoria. Victoria además, que hizo posible el pueblo argentino todo, el hombre común, el dirigente, el político con el apoyo que nos dieron en el momento de la lucha.


Por qué salió en libertad Timerman


Timerman fue puesto en libertad y salió del país. Él dice que se salvó porque "me creía poderoso y descartaba que pudiese ser juzgado". Efectivamente, Timerman salió en libertad contra la voluntad de muchos argentinos civiles, militares y miembros de las fuerzas de seguridad y policiales. ¿Por qué? ¡Qué buena pregunta!
A pesar de no estar comprendido dentro de los objetivos de este libro, no se pueden dejar de lado las circunstancias que precedieron a la libertad de Jacobo Timerman.
 Luego del período de detención de 23 días en la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, fue remitido al Oficial Preventor y posteriormente puesto a disposición del Consejo de Guerra Especial, dependiente del Comandante del Primer Cuerpo de Ejército.
En razón de que las leyes que reprimían la actividad subversiva, en la que había incurrido Jacobo Timerman, habían  sido sancionadas con posterioridad a los hechos imputados, el Consejo decidió aplicar el principio de irretroactividad de la Ley Penal.
Ante ello, la Junta de Comandantes por resolución Nº 6/77 del 10 de noviembre de 1977, lo incluyó en el acta de Responsabilidad Institucional bajo internación, teniendo que arbitrar el Poder Ejecutivo el lugar en que se haría efectiva.
Su esposa interpuso recurso de Habeas Corpus, planteando también la inconstitucionalidad de la resolución de la Junta. El Juez de la. Instancia y la Cámara Federal sala 1º. Timerman T.81R 368 del 14 de junio de 1979 rechazaron ambos pedidos. Ante esto la recurrente interpuso un recurso extraordinario ante la Corte Suprema Justicia, que luego de una serie de actuaciones decidió rechazar el pedido de inconstitucionalidad del Acta de Responsabilidad Institucional, pero aceptó el recurso en lo atinente a la libertad personal de Timerman. Esta detención la cumplía en su domicilio.
Así la Corte Suprema de Justicia ordenó a la Junta Militar poner en libertad a Jacobo Timerman.
El Ministro de Justicia Dr. Alberto Rodríguez Várela y el entonces Presidente de la Nación, Teniente General Jorge Rafael Videla, entendieron era imperioso lo dispuesto por la Corte, caso contrario —según trascendió a través de los medios de comunicación masivos— presentarían las renuncias a sus respectivos cargos. La Junta dispuso cumplir lo acordado por la Suprema Corte de Justicia.
De acuerdo a lo antedicho, parece oportuno —aunque más no sea en forma breve— pasar revista, desde una óptica jurídica, a las razones para detener a Timerman y las que luego se invocaron para ponerlo en libertad.



Conductas reprochables

a) Su vinculación económica con David Graiver, en determinado, momento financista de la organización subversiva Montoneros, y b) instigador e ideólogo de la actividad subversiva desde las páginas de "La Opinión".
La conducta señalada en a), fue el cargo que dio origen a su detención en el mes de abril de 1977 y su posterior puesta a disposición de la Justicia Militar. No se encontró mérito para condenar a Timerman por estos hechos, dado que el aporte de capital realizado por Graiver en las sociedades Olta S. A. y Gustavo S. A., según las constancias en los libros respectivos, era de fecha anterior a la recepción por aquél del dinero de Montoneros. En las declaraciones efectuadas por los detenidos en el caso Graiver surgía claramente que los aportes se habían realizado y que estaban omitidos para poder concretar la tercera acción: la del despojo de la hija de Graiver de la sociedad. Esto se refiere, por supuesto, a la maniobra de estafa de Jacobo Timerman y sus socios.
Sin embargo, el asunto ha de ser analizado desde otro punto de vista, distinto necesariamente del específicamente económico. Porque al margen de los aportes de capital y de las fechas en que estos fueron hechos, la relación entre David Graiver y Jacobo Timerman existió en torno a un medio de comunicación social, con todo el peso que tuvo "La Opinión" en la concientización de carácter marxista, que el mismo Timerman reconoció. Dicho en otros términos: Graiver, financista de "Montoneros", no toma el control del diario porque sí, sino en razón del peso político que respecto del aparato cultural de un país tienen los medios de comunicación. El cargo puntualizado en b), intrínsecamente de mayor gravedad, podía significar una severa condena a muchos años de prisión. En primer lugar es necesario aclarar que la prevención sumarial llevada a cabo en la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires incorporó una buena cantidad de artículos, algunos firmados por declarados integrantes de las bandas subversivas, como Andrés Alsina Bea, militante del ERP que intervino y fue condenado por el secuestro de Sallustro; Francisco Urondo integrante de FAR, que entre otros hechos resultó responsable del asesinato del Almirante Berisso;
 Juan Gelman y Miguel Bonasso (de la máxima conducción de montoneros en el exterior); Tomás Eloy Martíney,  (apologista de  los hechos de Trelew) y algunos otros. Estos artículos, que abarcan una variada cantidad de temas, desde la clara acción de apoyo al accionar guerrillero  hasta la prédica sutil y al propio tiempo significativamente más disociadora de la "La Opinión Cultural", constituyeron el apoyo periodístico más importante de las organizaciones extremistas, desde su aparición en el año 1971 hasta bien entrado 1974, año en que Timerman mitiga la prédica de su diario en la sección dedicada a analizar la política nacional, manteniéndola en política internacional y en las ya citadas columnas de "La Opinión Cultural". Las declaraciones brindadas por Timerman no hicieron más que consolidar estos cargos, de los cuales resulta imposible su exoneración, dada su innegable propiedad y responsabilidad en el citado matutino.


Bases para la actuación

El sumario policial contenía todos los cargos. El referido como acápite a) es aceptable que finalizara en una absolución de existir esas diferencias en las fechas.
Distinta resultaría la situación de haberse condenado a Timerman por los hechos de b), ya que resultando el periódico el instrumento esencial del delito, caería bajo la acción legal del decomiso o debiera responder a los ingentes daños causados.
Ese era motivo suficiente para condenar a Timerman. El encuadramiento de su conducta en la figura de "Asociación Ilícita", como delito base y principal, y luego en las individuales por cada artículo incriminatorio -Instigación a cometer delitos, Apología del delito, etc.- aparece como indiscutido.
Como su actividad delictiva superó al 25 de mayo de 1973 y se extendió, por lo menos, durante el segundo semestre de ese año., y parte de 1974, aun considerándolo alcanzado por la amnistía dictada en aquella fecha, debería responder por la conducta subsiguiente, época en que las bandas subversivas actuaron con toda virulencia, durante la cual "La Opinión" de Timerman continuó con la prédica ya señalada.


Timerman y el delito de Asociación Ilícita


La aparición de la guerrilla con la particularidad de su organización singular y las rígidas medidas de seguridad impuestas a sus integrantes, obligó a la Justicia argentina a replantearse el delito de Asociación Ilícita, hasta ese momento reservado para las bandas de malhechores reunidas sin mayor orden ni disciplina interna. Los fallos de la Cámara Federal Penal, disuelta el 25 de mayo de 1973, son una clara muestra de esta evolución, donde sólo el asentimiento de colaborar con una organización subversiva cuyas actividades no podían ser ignoradas por ningún argentino, automáticamente lo colocaban al sujeto en la figura de Asociación Ilícita. Esta colaboración podía ser de cualquier carácter, aunque nunca llegara el sujeto a tomar contacto con alguno de los delitos perpetrados por la organización.
Timerman no podía ignorar que al permitir que militantes subversivos -en el caso de sus periodistas- utilizaran las páginas de su diario para apoyar y facilitar el reclutamiento de nuevos integrantes, se hacía cómplice de los mismos, tanto que cuando en el mes de abril de 1972 fue detenido Andrés Alsina Bea en una casa operativa del ERP, mantuvo a otros redactores en su periódico que continuaron con la prédica subversiva. El artículo 1 de la Ley 20.840 castiga a quien, para lograr la finalidad de sus postulados ideológicos, realice estas acciones: "intente o preconice por cualquier medio, alterar o suprimir el orden institucional y la paz social de la Nación, por vías no establecidas por la Constitución Nacional y las disposiciones legales que organizan la vida política, económica y social de la Nación".
Con referencia al artículo 1, en el punto 2, se pone al que realice actos de divulgación, propaganda o difusión tendientes al adoctrinamiento, proselitismo o instrucción de las conductas previstas en el artículo 1, inciso a.
"Que hiciere públicamente, por cualquier medio, la apología del delito previsto en el artículo 1 o de sus autores y partícipes, -inciso b-". "Al que imprima, edite, reproduzca, distribuya o suministre, por cualquier medio, material impreso o grabado, por el que se informen o propaguen hechos, comunicaciones o imágenes de las conductas previstas en el artículo 1, —inciso c—".
 También con referencia en el artículo 1, en el punto se castiga "a los redactores o editores de publicaciones de cualquier tipo,. . .que informen o propaguen hechos, imágenes o comunicaciones de las conductas previstas en el artículo 1, —inciso b—".
En el tipo del artículo 1 basta la mera tentativa, ya que los verbos "intente" y "preconice" indican que no es necesario para la configuración del delito la efectiva "alteración o supresión del orden instituido.
En cuanto al elemento subjetivo del tipo, estriba en la intención de "lograr sus postulados ideológicos", naturalmente subversivos de acuerdo a la descripción de intentar alterar o suprimir el orden institucional.
En el tipo del artículo 22, que define con relación al art. 1, se caracteriza en el inciso "a" como una serie de conductas -actos de divulgación, propaganda o difusión-tendientes a "adoctrinar, promover o instruir respecto al tipo del artículo 1. La expresión "tendientes a "muestra que no es necesario para la consumación del delito que el adoctrinamiento,  proselitismo o instrucción tengan éxito; es suficiente que el sujeto se oriente hacia tales objetivos. El inciso b es una apología específica de las conductas del artículo 1.
El c reprime cualquier forma de publicidad de tales conductas.
El inciso b del artículo 3 está íntimamente relacionado con el que se acaba de referir.
El elemento subjetivo del tipo se da en Timerman, como resulta con meridiana claridad de las declaraciones las que da cuenta Ramiro Casabellas, como se verá en páginas siguientes.
En cuanto al elemento objetivo, en cada uno de los casos, resulta de la dirección centralizada y absoluta de “La Opinión", del conjunto de activistas e ideólogos que lucran sus redactores y colaboradores mayoritarios y del contenido de esa publicación.
Téngase en cuenta, por otra parte, que el bien jurídico protegido por estas normas es, en definitiva, la propia soberanía de la Nación.
Por último, la derogación de las normas penales en mayo de 1973 dejó vigente el artículo 210 del Código Penal, tal como lo traía el Código original de 1921, cuyas prescripciones no habían transcurrido cuando Timerman resultó detenido.

CUARTA PARTE
Situación de Timerman con posterioridad al fallo del Consejo de Guerra

 Si bien Timerman se encontraba también detenido a disposición del Poder Ejecutivo en el mes de noviembre de 1977, se lo incluye por resolución no 6 en el Acta de Responsabilidad Institucional del mes de junio de 1976. A partir de ese momento queda a disposición del Poder Ejecutivo Nacional por dos razones: a) por disposición del art. 23 de la Constitución Nacional y b) por aplicación de la referida Acta Institucional y en virtud de la resolución de la Junta Militar.
Es de hacer notar que ni en el decreto del Poder Ejecutivo Nacional, ni en la citada resolución Nº 6 se consignan las razones que dan motivo a tan grave decisión. Ha sido común, en los casos del artículo 23 de la Constitución Nacional, que se reservase el Poder Ejecutivo los fundamentos para evacuar el eventual pedido de informes ante la interpelación de un Rabeas Corpus. Por lo demás, la premura con que en general se han dictado esos decretos, necesarios para legitimar una detención al margen del Poder Judicial, ha impedido consignar más fundamentos que los de práctica. Pero en el caso de Timerman, al no darse esta razón de urgencia no tiene justificación alguna no llevar fundamento, máxime si se considera que por tratarse de una Institución nueva en nuestro derecho, con marcado tinte sancionatorio determinado por el cumplimiento, la admisión de la misma por el Poder Judicial podía provocar diversas interpretaciones en los encargados de instrumentarlas.

Trámites de los recursos de Habeas Corpus que significaron la liberación de Timerman
De la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de fecha 17 de setiembre de 1979, resulta: a) existió una decisión anterior del Tribunal aclarando expresamente que por no existir cuestionamiento dentro de la Resolución Nº6, limitada su sentencia al análisis del Decreto no 193/77, por lo cual liberaba a Timerman de la detención en virtud del artículo 23 de la Constitución Nacional.
Todo hace pensar que al contestar el Poder Ejecutivo Nacional el pedido de informe de práctica, omitió fundamentar la detención de Timerman acompañando copia autenticada de cada uno de los artículos o, por lo monos, la nómina que publicó el diario "La Nueva Provincia" de Bahía Blanca, y que parcialmente reprodujo "La Prensa" de la ciudad de Buenos Aires. Esta circunstancia hubiera permitido al Alto Tribunal declarar la racionabilidad de la detención de Timerman, por resultar un peligro potencial al recuperar su libertad y ejercer la misma actividad. Esta presunción se apoya en los innumerables Habeas Corpus que ha rechazado el Poder Judicial y la Corte en última instancia, en situaciones mucho menos comprometidas, que permitían mantener bajo arresto a más de 600 sospechosos que se encontraban con proceso en trámite.
Todo indica, pues, al estar de las contestaciones de la sentencia, que en ningún momento el Poder Ejecutivo fundamento debidamente el arresto de Timerman, con el resultado conocido.
Pero nada parece casual y lo que se advierte desde un primer momento es una pertinaz resistencia a precisar la responsabilidad de Jacobo Timerman en la escalada subversiva que las Fuerzas Armadas, a costa de innumerables vidas, lograron derrotar.
Es conveniente agregar (ver apéndice no 3) lo manifestado por el entonces Presidente de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército, el 19 de abril de 1977, como asimismo la resolución de la Junta Militar Nº 3 del mismo 19 de abril de 1977, relacionada con el caso Graiver por su vinculación con Timerman.

El democrático Timerman
Desde hace poco tiempo Timerman repite hasta el cansancio que es un defensor de los derechos humanos de la democracia, de la subsistencia del sistema constitucional. Pero las palabras no sirven si no se traducen en hechos coherentes. Y la incoherencia de Timerman es total. Basta remitirse a sus propias declaraciones donde confiesa, sin ningún tipo de escrúpulos, que creó la revista "Primera Plana" para realizar una acción sicológica que propiciara la caída del gobierno constitucional del Dr. Arturo Illia, y la toma del poder por parte del Teniente General Juan Carlos Onganía, tal como sucedió en junio de 1966.
Si nos remontamos a esa época podemos ver como en su revista fueron publicados artículos en los cuales se vanagloriaba de haber pronosticado, con total exactitud, como iba a caer el gobierno del presidente Illia, y en qué momento iba a producirse la revolución. Lo que en ese momento parecía una muestra extraordinaria de su capacidad periodística y de su acertado análisis político, solo era producto del conocimiento que Timerman tenía del movimiento que se estaba gestando por estar íntimamente vinculado y comprometido.
Bastan estas declaraciones y el análisis del contenido de la revista para comprobar que en aquella época no consideraba que todos los militares argentinos eran fascistas -como ahora afirma-, y que tampoco valoraba los regímenes constitucionales como ahora dice hacerlo. Especialmente cuando había un interés económico de por medio.
Además, a través de su diario y de los artículos que en él escribían periodistas que actuaron en la subversión armada, hizo la apología del terrorismo y del sistema marxista, intentado poner de manifiesto las falencias del sistema democrático. En el anexo correspondiente se reproducen algunos artículos del diario donde se puede comprobar el interés   que tenía en criticar el sistema democrático imperante y en ensalzar a la subversión. Y si hoy lucha tanto por los derechos humanos —de los que gozó ampliamente mientras estuvo en la Argentina— es de esperar que recuerde cuál fue su actitud para con Oberdam Sallustro. En sus mismas declaraciones relata que, cuando los terroristas secuestraron al Director General de la Fiat Argentina, señor Oberdam Sallustro, Timerman se enteró que un periodista de su diario sabía dónde estaba Sallustro y qué hacía en su cautiverio.
Pero "no consideró importante" dar aviso a la policía. De haberlo hecho, probablemente hoy Oberdam Sallustro estaría con vida. Timerman lo sabía y no hizo nada por impedir su asesinato. Tampoco hizo nada para evitar que subversivos que escribían en su diario hicieran la apología de los hombres que actuaron en la guerrilla. Estos delincuentes que con bombas, ataques armados, secuestros, provocaron la muerte de miles de inocentes y desataron la guerra más dolorosa que haya sufrido nuestro país en este siglo. Pero en esa época Timerman no se Acordaba de los Derechos Humanos.

Fama y dinero

Apenas fue detenido Timerman, varias publicaciones del país y del exterior pretendieron hacer aparecer esta detención como un ataque a la libertad de prensa, cuestión que estaba totalmente alejada del real motivo. Esto ocurría en el país, pero fundamentalmente en el exterior, donde se lo convirtió en un mártir, en un símbolo de la lucha marxista.
Contrariamente a la ola de publicaciones, alegatos y panfletos que su detención motivó en el exterior, mientras estuvo preso nunca se recibió la visita de una persona que se preocupara por Timerman. Nadie se presentó ni pidió una entrevista, ni envió una carta ni llamó por teléfono para interesarse por su situación.
Tampoco ningún miembro de la colectividad judía, en lo que a la Policía Provincial respecta, hizo algún tipo de llamado o solicitud.
Todo fue una excelente campaña publicitaria organizada por la subversión internacional que usó a Timerman para su propio beneficio dejándole a él, también, su redito.
A esta altura, donde ya está puesta en evidencia la hipocresía de Timerman, su mentira constante, su carencia de principios, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿por qué?
¿Por qué hacer declaraciones que son tan fáciles de desmentir?. . ¿Por qué escribir mentiras que a la larga van a ser refutadas?. . ¿Por qué ocultar deliberadamente ciertos hechos. . .?
La respuesta es muy sencilla. Basta hacer un breve repaso de su trayectoria: propició una revolución que terminó con un gobierno constitucional cuando esto le reportó un beneficio económico; aduló a los gobiernos militares cuando esto le reportó un beneficio económico; criticó a los gobiernos militares cuando eso le reportó un beneficio económico; se asoció primero con Gelbard y luego con Graiver -las dos personas que manejaron el capital de la guerrilla- cuando eso le reportó beneficios económicos; hizo de su diario una tribuna marxista y defendió a la subversión cuando eso le reportó beneficios económicos; defendió a los Derechos Humanos y la Democracia cuando eso le reportó un beneficio económico.
El mejor exponente de toda su actitud es su propio libro: un compendio de inexactitudes, mentiras y olvidos muy bien publicitado.
Estas páginas intentan evitar que alguien se engañe con las mentiras de Jacobo Timmerman, o de otros que imiten su actitud.
Es probable que a Timerman no le importe ser puesto en evidencia como un hipócrita, como un falso; su objetivo está logrado: su libro se vendió. El dinero está ganado.
Pero esta es una verdad que se le debía, primero a los argentinos, que fueron los principales afectados; y luego a todos los hombres del mundo que tengan la rectitud de conciencia y el espíritu amplio...

Los Fantasmas de Timerman

Son muchos los fantasmas que preocupan a Timerman. Fantasmas convenientemente creados por su desviada imaginación y su carencia absoluta de principios. Y ha realizado denodados esfuerzos por .convencer a la mayor cantidad de personas de la realidad de sus delirios. No sólo desde su libro, sino también a través de mesas redondas y reiterados artículos periodísticos, continúa brindando al mundo entero una imagen de la Argentina que sólo existe en los retorcidos laberintos de su fantasía: la describe sometida a un régimen fascista  tan perverso que, según él, sería una de las peores dictaduras que ha soportado el continente.
A tanto llegó esta exaltada difusión que el ex-alcalde, de Nueva York lo condecoró con la medalla al heroísmo, por combatir al régimen fascista. Singular paradoja y este singular mártir, cuyo único combate periodismo o consistió en cobrar jugosos dividendos por las acciones u omisiones que realizaba desde el diario de Graiver.
Ahora, ya agotado ese rubro, se dedica a sacar nuevos dividendos con la representación de sus fantasías que, por desgracia, siempre encuentra a alguien que las crea. Por supuesto, su cargo de "adalid de los derechos humanos" es de reciente data. Se olvidó de asumir -o no quiso- la defensa de los derechos humanos durante los años 1971 a 1974, en los cuales fueron asesinados por la subversión cientos de ciudadanos, entre los que había ejecutivos, obreros, sacerdotes, técnicos, profesionales, políticos etc.
 Tampoco su sensibilidad se vio perturbada por la muerte de miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Claro, a estos muertos él denominaba "ajusticiados". Y un empleado de su diario, el guerrillero Francisco Urondo llamaba “ajusticiados” y "héroes combatientes" a sus asesinos. Tampoco le llamó la atención los innumerables atentados perpetrados con explosivos en ciudades, que afectaron hoteles, aeropuertos, estaciones de ferrocarril, fábricas, restaurantes, cines, edificios de departamento, en los que morían indiscriminadamente personas del más variado origen y de cualquier edad.
Esta carencia total de sentido humanitario y de visión la realidad tiene una explicación: en esos momentos estaba abocado a justificar la política llevada a cabo por el Ministro de Economía, José Ber Gelbard, para saquear la economía argentina, y el pretendido avance paralelo le los montoneros en las filas del peronismo.
Tampoco tiene que sorprendernos su falta de sensibilidad frente a los secuestros que se producían, dado que sus empresas participaban en los dividendos de esta muy redituable "empresa" de los terroristas a través de los aportes que realizaba su socio, el financista de los montoneros David Graiver.
Todo este siniestro panorama —que su diario tenía la osadía de calificar como la acción de los combatientes— lo describe así Andrew Tanowski, corresponsal del "Times" de Londres: "Los guerrilleros argentinos eran miles. Tenían sofisticadas fábricas clandestinas que producían armas automáticas, morteros, bombas; imprentas; sórdidas cadenas de "cárceles del pueblo" subterráneas, (un cuadrado de pocos pies en el que los rehenes eran mantenidos durante meses); facilidad para usar los medios de radio y televisión; y casas alquiladas que les costaban miles de dólares por mes. También tenían colaboradores en la prensa, en la universidad, en la justicia, entre los abogados y aún entre los banqueros... Los terroristas de Argentina casi controlaron el corazón de una provincia montañosa, Tucumán. Asaltaban depósitos de armas militares, y una capital provincial por la fuerza, tomando virtualmente distritos de distintas ciudades. . .". Las Fuerzas Armadas iniciaron, en 1975, una ofensiva general contra la guerrilla, con el asentimiento del gobierno constitucional y de la población. En 1976 debieron tomar el poder político, ante el derrumbe general de las instituciones fundamentales de la República.
El resultado fue que, dos años más tarde, el aparato militar y guerrillero subversivo estaba derrotado, muchos de sus integrantes muertos, otros detenidos y unos cuantos huyeron al exterior. Estos últimos comenzaron la campaña tendiente a desprestigiar a la Argentina y a enlodar la justa victoria de las Fuerzas Armadas y de Seguridad. Jacobo Timerman beneficia y sirve con sus mentiras a muchos de ellos, que fueron sus empleados. Quienes viven en este país saben que la realidad es otra; que convivimos en paz y en libertad; que las ciudades están en calma; que el tiempo del miedo quedó atrás.
La única manera de evitar el avance de la subversión es brindar seguridad, bienestar, libertad; en fin, lo que determina el preámbulo de la Constitución Nacional. Y si esto no fue así, fue porque algunos de los que tuvieron la responsabilidad de la dirección del Estado, no tuvieron un cabal conocimiento del verdadero proceso en desarrollo, una verdadera guerra, y en consecuencia actuaron en un contexto totalmente diferente a la realidad.
Porque algunos no comprendieron cuál es el verdadero objeto de esta guerra: el hombre. Es que se le hace actuar a los Timerman actuar, y lo pueden hacer en doble sentido: pervirtiendo, y aprovechando falencias ciertas.
La reconstrucción del Estado de derecho, después de una guerra, no es fácil. Sobre esta coyuntura actuó Jacobo Timerman con inusual desparpajo e "ignorancia" maliciosa de los hechos, falseando la verdad.
También Timerman aprovechó en su beneficio una política de los Derechos Humanos, aplicada unilateral-mente y en forma discriminada en favor de quienes, en una época histórica normal, hubiesen sido colocados, en cualquier país del mundo, fuera de la ley: asaltantes, secuestradores, asesinos, guerrilleros, etc.
Así se asoció a una política que lleva al mundo entero al caos y a la anarquía para terminar, finalmente, sometiéndolo al comunismo internacional.
Otro de los fantasmas que Jacobo Timerman agita, es el terror y el silencio que existía en manifestar ideas y opiniones en la mayoría de la prensa y ámbitos políticos de nuestro país. Pero si alguien tomara los diarios, revistas y todos los medios gráficos que se editan en el país, tendría que sonreír al comprobar que Timerman no lee los diarios. Todos los actos del gobierno son analizados y sometidos a diversos grados de crítica, tanto por los editoriales de los grandes diarios, como por los comentaristas. Todas las asociaciones de empresarios y de trabajadores manifiestan sus opiniones y estas se ven reflejadas en los medios de comunicación. Los partidos políticos se reúnen y emiten declaraciones, tanto de acuerdos entre ellos como de críticas al gobierno, y no se caracterizan por ser complacientes. Es superfluo, además, aclarar que todos los cultos oficialmente reconocidos gozan del libre ejercicio de su fe y su expresión pública.
Si todo esto es comprobable por la simple lectura de los diarios, es lógico deducir que Timerman ignora el acendrado patriotismo de los argentinos. Quizás porque él nunca lo ha sentido.
En cuanto a sus declaraciones sobre el miedo imperante en la prensa, sólo puede ser tomado como un insulto gratuito a los órganos de difusión, que tienen una larga trayectoria en defensa de la libertad. Esta acusación, que Timerman acostumbra repetir cada vez que puede, recibió una respuesta contundente en San Diego, Estados Unidos, en una mesa- redonda organizada por la Sociedad Interamericana de Prensa. Allí, al repetir sus acusaciones, fue públicamente desautorizado por los editores y periodistas argentinos presentes.
Temiendo que su arsenal de diatribas se agote, luego trae a colación el tema del nazismo, mediante el cual pretende influir sobre la opinión pública sensibilizada por los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Enarbolando el fantasma de un tirano derrotado y muerto hace más de 35 años, y cuyas doctrinas racistas no han vuelto a resurgir en el mundo civilizado ensucia gratuitamente la verdadera ideología del pueblo argentino. Nuestro país carece de partidos o agrupamientos que sustenten la teoría nazi, lo que es una muestra evidente de la cultura política alcanzada y de nuestro acendrado espíritu de libertad. Sin embargo, estas expresiones patológicas se manifiestan con impunidad y frecuencia en países que suelen hacer coro a sus calumnias.
Bueno sería que Timerman se interrogue sobre la opinión que tienen del nazismo muchos de sus actuales socios en la aventura difamatoria y terrorista en que se haya embarcado. Que también se pregunte sobre las actitudes y procesos en contra de los judíos que ocurren en la URSS. Y también sobre a quién beneficia con su actitud, coincidiendo con la línea que inaugurara Stalin con su sombrío período de antisemitismo.
¿Qué opina Timerman de este genocidio? ¿Es consciente de que la ideología y las armas de sus compañeros de ruta provienen de Moscú? ¿O acaso cree que condenar a alguien por ser judío, en la URSS, no es una violación de los derechos humanos? ¿No es tampoco una violación a su dignidad que se les prohíba el traslado fuera de la URSS? ¿O que se les impida practicar su culto? ¿O es que realmente ignora que los terroristas europeos que festejan sus declaraciones actúan guiados por la mano de Moscú?
Sinceramente, no podemos concebir que Jacobo Timerman sea tan ignorante.
Como consecuencia de la acusación de la existencia de nazismo en la Argentina, surge otro de sus caballitos de batalla: el antisemitismo. Y no podía ser de otro modo, porque en su campaña psicológica apela a todas las emociones que afectan la sensibilidad del hombre, pero usando premisas falsas.
Argentina posee una de las colectividades judías más numerosas en América: es la segunda en importancia después de los EE.UU. Los judíos practican libremente su culto que, como todos los demás cultos, está garantizado por nuestra Constitución Nacional y nuestro ordenamiento jurídico positivo.
Ante estas manifiestas actividades de Timerman en contra del país, sus abogados defensores en Buenos Aires —el Doctor Moisés Kostantinoski, también conocido bajo el seudónimo de Emilio Ferina, y el Dr. Oklander-- renunciaron a su defensa. Su declaración pública nos exime de comentarios. Estos le comunicaron a Timerman como argumento de su renuncia, lo siguiente: "A la Patria se la sirve en la dignidad de cada acto que se realiza. Nos sentimos completamente incompatibilizados para seguir representándolo. Aquí, en nuestra Patria yacen nuestros abuelos y aquí florecen nuestros nietos. Nuestra condición de argentinos no nos la otorga ni nos la quita nadie, sea cual fuese su poder. Es la condición definitiva con que asumimos la vida y que honraremos más allá de la muerte a través de la generaciones que nos sucedan. Obviamente usted piensa y actúa diferente. También piensa diferente como judío. Acaba Ud. de regalarle a la perfidia antisemita una imagen y un argumento que hacía mucho tiempo las bestias racistas procuraban inútilmente encontrar: el desarraigo resentido e irresponsable".
Recordemos que Jacobo Timerman es natural de Poda!, Rusia. Allí las persecuciones de los cosacos sobre los integrantes de la comunidad judía eran incansables: sus templos eran arrasados, sus bienes confiscados y sus vidas puestas en permanente peligro. Esta comunidad vivía en permanente zozobra y buscaba un lugar donde desarrollar pacíficamente su existencia.
Alberto Gerchunoff, en su libro "Los Gauchos Judíos" y-que ha ingresado como un clásico de la literatura argentina— nos cuenta el ansia que tenían esos judíos por venir a astas tierras. Y pone en boca del Rabino una frase que tiene continuidad en el tiempo: "Ya veréis, ya veréis. Es una tierra donde todos trabajan y donde el cristiano no nos odiará porque allí el cielo es distinto y en su alma habitan la piedad y la justicia".
Aclaremos que este libro fue publicado como agradecimiento al país en el centenario de la Revolución de Mayo, y es un canto al trabajo, al ansia de libertad, a la honestidad y al amor que estos judíos pusieron en nuestra tierra, al punto de equipararse en habilidad, arraigo y sentido nacional con los tradicionales hombre de nuestro campo. De ahí su título.
¡Qué diferente la conducta ética de estos dos hombres judíos! Uno reniega de la tierra, la repudia, la combate. El otro, emigrado igual, hijo de labriegos y uno de nuestros más distinguidos escritores, inmortaliza su agradecimiento a través de su obra literaria.
Martiniano Leguizamón, -destacado hombre de letras argentino de origen entrerriano, como muchos judíos que hoy viven en toda la Argentina- en un juicio crítico dice: "Alberto Gerchunoff compensa con esta obra de arte y de verdad un cariño acendrado por la tierra y donde ha levantado el hogar a que cada día lo irán adhiriendo sus fibras más íntimas, las caricias del primer hijo nacido bajo el pabellón argentino".
No podemos dejar de mencionar la introducción de agradecimiento que Gerchunoff hace en nombre de los emigrados sufrientes a esta tierra abierta, a todos los hombres de buena voluntad.
"He ahí, hermanos de las colonias y de las ciudades, que la República celebra sus grandes fiestas, las fiestas pascuales de su liberación. Claros son los días y dulces las noches en que se elevan los laúdes en memoria de los héroes hacia el cielo -blanco y azul como la bandera- suben las voces de júbilo. Animase de flores las praderas y de verdes siembras las campiñas. ¿Recordáis cuando tendías, allá en Rusia, las mesas rituales para glorificar la Pascua? Pascua magna esta. Abandonad vuestros arados y tended vuestras mesas. Cubridlas de blancos manteles, sacrificad los corderos más albos y poned el vino y la sal en augurio propicio. Es generoso el pabellón que ampara los antiguos dolores de la raza y cura las heridas como venda dispuesta por manos maternales. Judíos errantes, desgarrados por viejas torturas, cautivos redimidos, arrodillémonos y bajo sus pliegues enormes, junto con él, enjoyados de luz, digamos el cántico de los cánticos que empieza así:

"Oid Mortales..."


Estas palabras de su hermano de raza y de religión —que concluyen con la primera estrofa del Himno Nacional Argentino-, y que al igual que él habitó nuestra tierra valen más que cualquier explicación. Espantados están los fantasmas. Nada más cabe agregar.
EL PODER EN LA SOMBRA

CAPITULO II

PARTE 5

Antesde continuar incrustando “EL PODER EN LA SOMBRA” al blog, entendemos provechoso indicar que desde este Segundo Capítulo, se desarrolla en una nutrida investigación efectuada por autoridades de LA POLICIA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, por lo que como toda actividad de un accionar policíaco, hace deducir quién debe hacer las interrogaciones que al caso atañen. Como su Jefe, el General Camps menciona en su libro, nada hace creíble haberse hecho algo fuera de la ley. Pero si a escribir un libro, obligó luego a uno de los más peligrosos gestores de la llamada “GUERRA SETENTISTA” hacerlo. Sugerimos al lector,  observar varios detalles del caso: algunos nombres, que “casualmente” hoy, son repetidos en ambientes políticos, las contradicciones de algunos de los declarantes, o  una permanente búsqueda de amparo en otras citas, tratando de comprometer a terceras personas vinculadas o cercanas a ciertas actividades gubernamentales, o en reiterada oportunidades recurrir a la antigua posición de Pilato, es decir “lavarse las manos”.. demás está citar sus permanentes  “NO RECUERDO” . . . (¿Qué puede esperarse de esta gentuza?). . . Cada  pregunta conduce a una respuesta, nadie parece estar obligado a contestar, ni haber recibido tortura al hacerlo. Todo se ha hecho con fin y derecho a conocer. . ¿PORQUE Y QUIENES. . HAN PROVOCADO ESA GUERRA SUBVERSIVA EN LOS SETENTA?. Lógicamente los “CONSPIRATIVOS” nacionalistas, no estamos obligados a creer que nuestra patria se derrumba, nada más que por hechos CASUALES. Parte del trabajo  transformando el libro en audio, nos obliga a subdividirlo en PARTES ajustando sus espacios a los del PROGRAMA LOKENDO TTS “que oficia de locutor”, no permitiendo un ilimitado uso.     http://elquijotesiglo21.blogspot.com.ar/
    En el presente capítulo las distintas declaraciones que reproducen, corresponden fielmente a las que acontecieron, escribieron y firmaron según las normas procedentes en toda instrucción. Además, están grabadas en cintas magnetofónicas que revelan de manera inconfundible la personalidad de los declarantes, a veces altiva, no sujeta a ningún tipo de coacción.

En algunos casos la lectura puede resultar no exenta de monotonía y en otros de vivísimo interés, pero no he querido sacrificar una sola palabra de lo manifestado por los declarantes en aras de un suceso publicitario que no es mi objetivo.

Cabe además mencionar que a veces puede aparecer como reiterativo, que se repite una y mil veces la misma pregunta hecha de la misma forma o empleando palabras distintas. Es necesario que así sea para poder precisar en forma exacta la verdad.

Puede, en esta parte, parecer que faltan algunas declaraciones. Ellas están: fueron hechas en el caso madre, el de David Gráiver, que en una segunda etapa las pondré en evidencia cuando escriba sobre ese tema.

No lo hago ahora porque están íntimamente relacionadas con aquel otro caso, -el de Graiver- así que el lector tendrá que verlas cuando publique el nuevo libro.

Algunos de los nombres que menciona Timerman o que se mencionan en otras declaraciones, están porque ellos los dijeron.

Busco y anhelo dejar un testimonio que debiera ser juzgado como tal -sin declaraciones seleccionadas—. Lo que conmueve, irrite o provoque tedio ahí está, tal cual fue dicho por sus responsables.

Las personas referidas por los declarantes, y en los hechos o circunstancias que se reproducen, no tienen una sola corrección.

Obrar de otra manera comprometería mi responsabilidad ante este período dramático de nuestra historia.

Al así hacerlo no hago otra cosa que cumplir con mi deber.

Declara Jacobo Timerman el 15 de abril de 1977, en la Jefatura de Policía de la ciudad de La Plata.

El texto siguiente es transcripción de las preguntas que se le formularon, y de sus respuestas.

Jacobo Timerman declaró ser de nacionalidad argentino naturalizado, nacido en Rusia, el 6 de enero del año 1923. De profesión periodista, con estudios de bachiller, y agregó: "En el año 1967 formé con el Comodoro Juan José Güiraldes una oficina de consultoría, y uno de sus principales clientes era el ingeniero Filiberto Bibiloni, de La Plata. Juntos colaboramos en la realización de varios proyectos hidroeléctricos, uno de ellos en el año 1969. Uno de los socios de Bibiloni y miembro del directorio de la Empresa, el Doctor Victorino Grimbaum, nos dijo que un amigo suyo había comprado un banco, sociedad que él también integraba. Entonces nos solicitó asesoramiento para poder ampliarlo, previendo que grandes compañías de la Capital quisieran trabajar con el banco. Así fue como nos presentó, a Güiraldes y a mí, a David Gráiver. Como el Banco no funcionó como esperábamos, abandonamos esa relación. En el año 1970 la empresa que tenía en sociedad con Güiraldes, que se llamaba "Profima", no andaba muy bien debido a que, con la caída del gobierno de Onganía, no se concretó la firma del proyecto Zarate-Brazo Largo: este proyecto fue revisado y se llamó nuevamente a licitación. Ante este cambio, le propuse a Güiraldes fundar un diario, como los que se editaban en Europa, al estilo L'Monde. Esta idea no entusiasmó al Comodoro Güiraldes. Como necesitaba capital y otros avales para la compra del papel y la imprenta, se lo propuse a Bibiloni. Este aceptó poner el capital, no así los avales, aduciendo que el capital podía perderse; pero si daba avales quedaba ligado a la quiebra de la empresa en el supuesto caso de que ésta se produjese. Por esa razón le hice el mismo ofrecimiento a Gráiver. Pero le di a entender que no compraba imprenta; sí alquilaba oficinas, y sí obtenía canjes de máquinas por publicidad. Por eso solo necesitaba avales para la imprenta, ya que sin ellos Roberto Alemann, que era el impresor, no me realizaba el trabajo, y tampoco podía adquirir el papel. Gráiver aceptó avalarme, siempre y cuando obtuviera una participación. Accedí a darle una anticipación minoritaria del 45% y así se fue desarrollando la empresa".

Pregunta: ¿En la actualidad, Gráiver posee la participación estipulada anteriormente?

Timerman: En este momento posee un 4%del diario y un 2%de la imprenta, o tal vez algo menos.

Pregunta: ¿Cuánto dinero tiene Gráiver en la Empresa?

Timerman: La única contribución de Gráiver fue la que puso al iniciarse la empresa, pero no recuerdo la cifra exacta. Puede ser de diez a veinte millones de pesos.

Pregunta: ¿Qué participación tiene Jorge Rótemberg en este momento?

Timerman: Es el 30%más o menos en las dos empresas, ya que yo tengo el 65% o el 66%en el diario y el 68% en la imprenta. Jorge Rótemberg es mi colaborador y lo conozco desde hace mucho tiempo. Fue colaborador en las revistas "Primera Plana" y "Confirmado" —ambas de mi propiedad— y también en la sociedad que tenía con Güiraldes. Prácticamente lo conozco de toda la vida.

Pregunta: Lidia Papaleo de Gráiver dice que el capital que representa Rotemberg es del Grupo Graiver ¿Es cierto?

Timerman: No, y eso es fácilmente comprobable a  través de un arqueo contable. También es demostrable el porcentaje de participación de Gráiver, pues en los libros protocolizados de la empresa está registrada la cantidad de acciones de cada uno.

Pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que vio a David Gráiver?

Timerman: En el mes de junio del año pasado, en Nueva York. Fui a esa ciudad para editar allí un diario de las mismas características de "La Opinión". Cuando David Gráiver se enteró de esa idea me buscó y me presentó a su abogado, Teodoro Keel. Gráiver tenía la costumbre de meterse en todo, todo le gustaba y era un tipo medio delirante. Antes de esa fecha ya me había entrevistado con Gráiver, en el mes de febrero de ese año, también en Nueva York. No recuerdo bien, pero puede ser que también en marzo lo haya visto en esa ciudad. En las oportunidades que me encontré con Gráiver en Nueva York los pasajes fueron pagados con dinero de la empresa. Además de tratar el tema del diario, tocamos tópicos políticos, económicos, etc., relacionados con nuestro país y su futuro. Gráiver me manifestó desconfianza, pero yo le contesté que de todos modos me quedaba. Varias veces me sugirió que me fuera del país, pero no me convenció. Después que lo vi' por última vez me fui a Europa con mi señora, y al regresar del viaje me enteré que Gráiver había muerto. Regresé dos o tres días después de la muerte de Gráiver y no me lo quisieron avisar a Europa. En Europa me encontré con un hecho curioso: Gráiver había dicho en muchos lugares que era él quien controlaba la empresa y que el diario también era de él. No le di importancia porque muchas veces ocurre esto en el periodismo. Por ejemplo cuando hice la revista "Confirmado" para preparar el golpe que derrocó a Arturo Illia, todo el mundo decía que la revista era pagada por Gelbard. Gráiver, no sé por qué, tenía siempre la costumbre —sobre todo cuando estaba en el extranjero— de decir que manejaba la empresa y que el diario era de él. En una oportunidad, al volver de uno de sus viajes, supe que un señor llamado Garzón Maceda, había pedido una entrevista con Rótemberg. En esa entrevista estaba además el ingeniero Astolfi quien tiene varias empresas constructoras, una de las cuales es "Super Cemento". El ingeniero preguntó a Rótemberg si yo estaba dispuesto a vender mi parte del diario, pues estaba dispuesto a pagar tres millones de dólares por la totalidad. Rótemberg le contestó que tenía que hablar conmigo, porque yo poseía la mayoría de las acciones y en consecuencia era quien tenía poder de decisión. El ingeniero le dijo que la versión que él tenía era distinta; dando a entender que tanto Rótemberg como yo teníamos la minoría de las acciones.

Pregunta: ¿Qué conexiones tenía con el gobierno peronista?

Timerman: No tuve ninguna conexión con el gobierno de Perón a quien, por otra parte, critiqué mucho. Por lo tanto no se puede decir que lo haya apoyado. Tampoco apoyé a María Estela Martínez de Perón de quién estaba divorciado totalmente. Cuando uno de sus ministros me pidió junto a otros directores de diarios que no pusiéramos trabas a su gestión, o más exactamente nos expresó que los órganos de difusión estaban saboteando las gestiones de gobierno, yo le aclaré que no era un sabotaje, sino que se estaba ejerciendo un derecho. No recuerdo realmente las palabras exactas que se dijeron en esa oportunidad, pero sí recuerdo que el que ejerció el apoyo más entusiasta fue el General Otero y otro periodista. Al promediar la reunión el ministro Cañero fue llamado desde la quinta de Olivos y la conducción de la reunión quedó a cargo del ingeniero Guido Di Tella. Recuerdo haber rechazado de plano la imputación de que se estaba saboteando al gobierno y que, por el contrario, nosotros también estábamos luchando por el país, y que cuando el gobierno expusiera proyectos o ideas positivas, podía estar seguro que lo iban a apoyar. En el transcurso de la conversación Di Tella nos comunicó que se iba a Estados Unidos a obtener un crédito y nos preguntó a los presentes si lo íbamos a apoyar o no. Le contestamos que si se conseguía el crédito para el país, indudablemente sí, lo íbamos a apoyar.

Pregunta: ¿Qué relación tenía David Gráiver con la banda subversiva Montoneros?

Timerman: No conozco en absoluto la vinculación que pueda tener Gráiver con Montoneros, ni oí tampoco referencias sobre el tema en ninguna oportunidad. Las únicas dos o tres oportunidades en que hablamos sobre estos temas, Gráiver, no refiriéndose específicamente a "montoneros", sino a "la pesada" o a "la guerrilla", me recomendó que no siguiera escribiendo cosas tan duras en el diario porque si no me iban a hacer "la boleta". Es completamente incierto que yo haya apoyado o apoye a la guerrilla. Durante el gobierno peronista tuve muchísimos inconvenientes. No he tenido nada que ver con ningún sector o logia. He corrido muchos riesgos, están en el diario los riesgos que he corrido. Y me ocurrió lo mismo en distintos gobiernos. En una oportunidad, cuando dirigía "Confirmado", sufrí presiones de distintos ámbitos. De eso fue testigo el General Roberto Marcelo Levigston. Recuerdo que Francisco Rabanal me inició querella, y fui condenado. Me retiraron la publicidad oficial y presionaron a empresas para que no me dieran publicidad.

Pregunta: Nuevamente ¿cuánto dinero puso Gráiver en su diario?

Timerman: Entre quince y veinte millones de pesos, y los avales eran más importantes. Estos me los dio para la empresa Alemann y Compañía, que era la que imprimía el diario, que nos dio un crédito por varios meses. También consiguió varios créditos de bancos. Gráiver me dio dinero y avales, con lo cual obtuvo la minoría del diario. En la actualidad tiene una muy mínima minoría ya que las relaciones se deterioraron mucho por haberse restringido los créditos en el banco, al extremo que un giro de ellos al exterior de quinientos mil dólares se lo robaron. Los finlandeses, a quienes iba dirigido el giro por la venta de papel, le hicieron pleito al Banco Comercial que era por intermedio del cual habíamos realizado el giro. Quiero agregar que el General Lanusse siempre ha hecho comentarios favorables a Gráiver.

Pregunta: ¿Le negó Ud. la participación de David Gráiver en las empresas Olta y Gustavo a Lidia Papaleo de Gráiver?

 Timerman: Nunca negué a Lidia Papaleo la participación de Gráiver en mi empresa y considero, por otra parte, que ella deba tener las acciones. No recuerdo que ella me haya preguntado alguna vez sobre esto. A Lidia Papaleo la vi una sola vez luego de haber llegado al país. Recuerdo que ella me llamó y me pidió consejo. Le contesté que tenía que ver a un buen abogado para que manejara sus problemas, Después, nunca más la volví a ver. Sé que ella se enojó mucho a raíz de unos artículos publicados en "La Opinión", en los cuales se decía que Gráiver no debía vender Papel Prensa, o mejor dicho que no debería permitir que ellos hicieran ese negocio.

Pregunta: ¿Qué sabe respecto a Papel Prensa?

Timerman: Con respecto a Papel Prensa, en el ambiente periodístico, de papeleros y de compra y ventas de papel, se sabía que la empresa era de César Civita. Cuando necesitó avales en el Banco Industrial, el ministro Gelbard no se los quiso dar, con lo cual Civita se sintió muy ahogado y se lo tuvo que vender a Gráiver. Gelbard prácticamente lo obligó a vender la empresa a Gráiver. Fue como un chantaje. No sé si Gráiver y Gelbard son socios. Sé lo que puede recoger un periodista: solos chimentos, pero todo el mundo dice que sí. No puedo decir donde hay un papel o una constancia de ello, pero era evidente porque tenían una relación muy estrecha. Por otra parte se comenta en Buenos Aires que Gráiver le debe a Gelbard una suma de dinero que había depositado en el banco y que nunca se la pagaron. Algunos dicen un millón de dólares, otros ocho, y otros diez.

Pregunta: ¿Lo conoce al señor Martínez Segovia y cómo ingresó a Papel Prensa?

Timerman: No conozco a Martínez Segovia. Y no sé si Gelbard fue quien se lo propuso a Gráiver para Papel Prensa. Pero sé que Martínez Segovia se desempeña como presidente o director de esta empresa. En los comunicados oficiales, los artículos que ha escrito, siempre aparece como tal. Por otra parte, pertenecía al estudio de José Alfredo Martínez de Hoz, aunque no sé qué relación tienen actualmente Martínez Segovia y Martínez de Hoz.

Pregunta: ¿Qué conocimiento tiene sobre Gráiver?

Timerman: Era un personaje muy extraño y muy enloquecido, entraba en todas las variantes, le gustaba todo y mantenía siempre contacto' en los medios más diversos y más exóticos. Era realmente un personaje muy misterioso y muy extraño. Tuve más relación con Gráiver durante su primer matrimonio que después, cuando se casó con Lidia Papaleo. Mi relación con Lidia fue bastante mala porque no había afinidad. A mi mujer tampoco le gustaba. Las conversaciones eran muy violentas.

Pregunta: ¿Influía el hecho de que Lidia Papaleo no perteneciera a la colectividad judía?

Timerman: Eso no tiene nada que ver, ya que en la colectividad tenemos a toda clase de personas. Yo soy judío, pero soy un tipo muy abierto. No soy un religioso ortodoxo que me pueda molestar cosas como estas. Nos molestaban otras cosas, por ejemplo que era muy vio-lenta.

Pregunta: ¿Tenía o tiene periodistas marxistas en su diario?

Timerman: No sé qué tenga periodistas marxistas en el diario. Sí los he tenido en otra época, y muchos: marxistas y montoneros, como así también guerrilleros. En determinado momento casi se quedan con el diario. Por supuesto yo no sabía que eran montoneros y guerrilleros. Fue una época que ninguno de los periodistas veteranos quería ir a trabajar a "La Opinión".

Pregunta: ¿Qué periodistas montoneros tuvo?

Timerman: Miguel Bonazo, Victoria Walsh, Juan Gelman, Andrés Alsina y otros que no podría demostrarlo, como por ejemplo Edgardo Suárez.

Pregunta: ¿Cuándo tiempo estuvieron trabajando en el diario?

Timerman: Del 71 al 73 tuve cuatro o cinco huelgas, y los fui echando de a poco. En el año 1973, poco después que asumiera Cámpora, todos los diarios tuvieron huelgas. Todos los diarios fueron tomados por un día o dos, y tuvimos que ceder a las pretensiones y les dimos grandes aumentos.


Pregunta: ¿Conoce Ud. a Cámpora?
Timerman: A Cámpora no lo conozco personalmente y lo primero que él hizo fue retirarme la publicidad oficial. En la época que podríamos llamar de transición, entre Lanusse y el peronismo, antes de las elecciones, mi diario apoyó las elecciones y estábamos en contra de la violencia. No hubo ningún acuerdo o pacto con nadie en esa época, y quiero acotar a título ilustrativo, que hice la revista "Confirmado", que apoyó el golpe contra Illia y propició el ascenso de Onganía. Desde esa revista formé la imagen de Onganía y colaboré con todo el equipo de Onganía, y puedo asegurar que no había ningún pacto. Creo que, hace poco, "La Opinión" dio el golpe más serio a este gobierno contra las negociaciones de los gremialistas peronistas. Ningún otro diario se atrevió a hacerlo y yo lo hice. Rompí las negociaciones. Fue muy peligroso y no había pacto alguno. Y le pregunto: ¿Ud. cree que yo tengo un pacto con el Almirante Massera? ¿Que Massera va a hacer un pacto conmigo para que yo discuta los temas gremiales, la ley de Asociaciones Profesionales? No era un pacto, sino que era realmente mi convicción. Los artículos que firmo los escribo personalmente. Le recuerdo que tengo treinta años de periodista.
Pregunta: ¿Cuándo vio a David Gráiver por última vez?
Timerman: Como ya le dije, la última vez que vi a Gráiver fue a principios de junio de 1976. Volví de Europa en agosto, por lo que calculo que a Lidia Papaleo tengo que haberla visto a fines de ese mes o a principios de setiembre. Cuando fue a Estados Unidos, Gráiver quería entrar en el diario que yo pensaba editar en ese país. Se contactó conmigo y me recomendó que viera a su abogado. Pero sus contactos en realidad eran con las empresas periodísticas de Nueva York, ya que yo no conozco bien el mercado periodístico de ese país en lo que se refiere a la distribución, que es mucho más complicada que acá, los camiones, los canillitas etc. Entonces quería asociarme con una revista de allá, que se llama "The Village Voice", asociarme con el señor Clay Felkeuz que era el director en esos momentos. Son dos revistas, la que nombré antes y la "New York Magazine".
El abogado  de esas revistas era también abogado de Gráiver.
Pregunta: ¿Cuál fue el problema con Edgardo Sajón?
Timerman: Cuando quise implantar el sistema "offset", Sajón era una de las pocas personas capacitadas en esa técnica, ya que en el país este sistema es muy poco usado. Calculo que Sajón entró a colaborar en "La Opinión" a fines de 1973 o a principios de 1974. Antes de que comenzara a trabajar en el diario mantuve contactos con Sajón cuando era Secretario de Prensa de la Presidencia. Estos algunas veces eran buenos y otros malos, como ocurría con todos los diarios. Antes de esto lo conocí en "Clarín", donde ambos trabajábamos, durante los años 1959 y 1960. Recuerdo que mis jefes eran Jacobson y Roberto Caminos y por supuesto el Dr. Roberto Noble, que era el director del diario.
Pregunta: ¿Qué otra cosa considera de interés para aclarar el problema Gráiver?
Timerman: Mis contactos con él no eran íntimos, y conozco de él lo que todo el mundo sabe: que era un tipo muy extraño, que toda su vida era muy rara.
Pregunta: ¿Tuvo trato con Isidoro Gráiver?
Timerman: Muy poco, casi nada. Lo vi un par de veces y no tuve nunca conversaciones serias.
Pregunta: ¿David Gráiver le habló sobre la candidatura para Presidente del General Lanusse?
Timerman: Es uno de los tantos temas de los que hablamos. Yo consideré que el resultado de este "proceso" tenía que ser la continuidad de un candidato o dos aceptado por las Fuerzas Armadas. En las elecciones se tendría que elegir únicamente dos candidatos o uno fijado por las Fuerzas Armadas. Esto es todo lo que tengo que decir.
Declara el ex subdirector del diario "La Opinión", actualmente director editorial Luis Enrique Jara Pagani, el 15 de abril de 1977, en la ciudad de La Plata
Pregunta: ¿Cuándo comenzó su carrera periodística?
 Jara: Me inicié como periodista a los 17 años en el diario "La Mañana" de Uruguay. Comencé a trabajar con Jacobo Timerman en el mes de junio de 1973 en el diario "La Opinión", como Subdirector. En la actualidad, mis funciones son las de supervisar la confección técnico-periodística de este diario. Aclaro que mi tarea es la supervisión de la disposición de los materiales en los espacios, la verificación de la titulación y de la calidad idiomática o del estilo. Releo los artículos escritos por otros periodistas y determino si están en condiciones de formato adecuado. La orientación política, ideológica o editorial del diario la imprime el Director. Mi trabajo consiste, simplemente, en supervisar la factura técnica de un determinado producto cuya característica y posición está fijada por la Dirección del diario.
Pregunta: ¿Quiénes forman parte del Directorio de "La Opinión"?
Jara: Timerman, su esposa, un hijo y yo.
Pregunta: ¿David Gráiver o José B. Gelbard tienen participación en la empresa?
Jara: No tengo conocimiento que David Gráiver tenga participación en la empresa, ni tampoco Gelbard.
Pregunta: ¿Qué relación había entre Timerman y Gráiver?
Jara: Sé que Timerman y Gráiver tenían una relación amistosa, por haberlos visto en "La Opinión" durante el transcurso de 1973 y 1974. También me contaron que se reunían socialmente pero no sé qué tuviesen otro tipo de relación.
Pregunta: ¿Cómo conoció a Gráiver? ¿Conoce a miembros del grupo Gráiver?
Jara: No conozco a los funcionarios del grupo Gráiver porque nunca tuve contacto con ese grupo. Conocí a David Gráiver por haberlo visto en "La Opinión", donde Timerman me lo presentó, y por haberlo visto en el Banco Comercial de La Plata, donde gestioné un crédito para la compra de mi casa. Ahí me presentaron a Isidoro Gráiver que era director, empleado, o desarrollaba funciones en el Banco Hurlingham. Me concedieron un crédito por cinco millones de pesos, que amorticé y tengo en mi poder los recibos.
Pregunta: ¿Cómo llega a formar parte del Directorio de "La Opinión"
Jara: Formo parte del Directorio de "La Opinión", ya que Timerman me explicó que precisaban a los efectos formales, un cuarto director, por lo que no tuve inconveniente en formar parte de dicho Directorio. Timerman fue el accionista mayoritario que me propuso. El es el accionista que tiene el poder absoluto, y yo el relativo, el de ser el cuarto director.
Pregunta: ¿Cuándo y por qué comenzó "La Opinión" a mencionar el "Caso Gráiver"?
Jara: La primera mención que el diario hizo sobre el Grupo Gráiver -estoy tratando de recordar la conversación que tuve con el Jefe de Policía- fue a propósito de un tema que me preocupa mucho, y es la desaparición de Sajón. Me preocupa por una razón de elemental humanidad, ya que trabaja también en "La Opinión". Sajón es Director de Imprenta. Iba a diario a cumplir con su función por lo cual lo veía muy seguido. Pregunta: ¿Qué opina sobre la desaparición de Sajón? Jara: Es un hecho horrible que no tiene fundamento. Lo angustiante, y lo que mas me preocupa, es que no tengo elemento de juicio para atribuirlo a nadie.
Sólo sé que un nombre que mide dos metros y viene en un automóvil desde San Isidro o Barracas a las 10,30 horas de la mañana, se esfuma en el aire. Y no hay testigos, o un incidente, o un testimonio de alguien que haya visto llevárselo. Entonces, a cualquier persona normal que vive en una comunidad que quiere que sea civilizada, le tiene que preocupar que la gente se esfume en el aire y, realmente, hasta que nadie me pruebe lo contrario, pienso que Sajón es la persona respetable que yo conocí. Sajón tiene una familia constituida y no vive clandestinamente. Ha desempeñado cargos públicos de relevancia. Es un profesional a quien respeto como tal, por lo que sabe y lo que hace, y en la convivencia es un hombre de buen trato. Entonces si desaparece un delincuente, o termina de una manera violenta alguien que está empeñado en la violencia, es natural y normal. Pero si una persona a la que uno respeta en el trato cotidiano y no presenta ninguna anormalidad desaparece, esto sí es un motivo de preocupación para cualquier persona sensata.
Pregunta: ¿Cómo se define ideológicamente? .
Jara: Anímicamente me considero un extremista de centro y toda mi vida he sido eso. Creo que, en la práctica, los derechos humanos son abolidos por el terrorismo de cualquier signo que no considera que el ser humano es una entidad sagrada.
Pregunta: ¿Con respecto a los Derechos Humanos, formó parte de alguna comisión o lo hará en el futuro?
Jara: Tuve una proposición del embajador Robert E. White, representante permanente de los Estados Unidos ante la O. E. A., al que conocí en Buenos Aires hace algunos meses. Me invitó a almorzar, como debe de haber invitado a otras personas durante su visita, y me preguntó como veía la situación Argentina. Le dije que la veía difícil, que todavía estaba bajo la presión de la agresión guerrillera. Además le dije que veía la conducta de los Estados Unidos -a partir de la asunción de Cárter- como muy infantil, porque no comprendía la complejidad del problema, que aquí no había un exceso represivo solamente. Quizás había exceso represivo, pero al mismo tiempo había una guerra entablada por el país contra una agresión guerrillera que había provocado un caos brutal. El embajador me propuso la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es un organismo que forma parte del sistema interamericano integrado por siete juristas elegidos por ternas que presentan los Estados. Mi trabajo futuro va a ser dirigir administrativamente la oficina, tomando hechos, evaluarlos, presentarlos, tomar contacto con los Estados que están involucrados por una parte, y por otra parte obtener una codificación, etc.
Pregunta: ¿Qué opina de las actuales comisiones sobre Derechos Humanos?
Jara: Creo que las comisiones de los derechos humanos son manejadas pura y exclusivamente por los marxistas. Por eso considero que la Comisión interamericana de los Derechos Humanos tiene un objetivo extremadamente importante: quitar este tema de los militantes políticos, de los activistas, de los grupos que están infiltrados por la guerrilla y pasar a formar parte del sistema interamericano en el que están representados los Estados. Es  decir, no dejar un vacío político que va a ser llenado por los grupos privados sobre los cuales ningún Estado tiene garantías. Aspiro a ese cargo porque realmente pienso que tiene la sensatez y la ecuanimidad como para contribuir a que este debate que existe en el continente no se convierta en un escarnio, como se convierte actualmente para mi país, el Uruguay, para la Argentina, donde resido y en esa carta le estoy diciendo a White (se refiere a la carta secuestrada, firmada por el exponente en este acto y fechada 12 de este mes), que he meditado acerca de esa proposición. Que no solamente me interesa, sino que ansió aceptar el cargo, lo que se va a confirmar en mayo. También le digo que un hecho me pareció muy significativo: la señora Patricia Derian -que es la Subsecretaría de Estado, coordinadora para este tema en el Departamento de Estado- visitó Buenos Aires, y entre otras visitas pasó por "La Opinión". Allí Patricia Derian nos preguntó a Timerman y a mí nuestros puntos de vista sobre el problema de los derechos humanos. Ambos le contestamos, o mejor dicho yo solo le contesté, en los mismos términos que expresé anteriormente. Esta señora es bastante conocida porque surge en la política norteamericana como una "activista" o una "militante". Cuando regresó a los Estados Unidos cambió totalmente su posición.
Pregunta: ¿Qué información tiene sobre estas comisiones?
Jara: Sé que existe en Washington una oficina que se encarga de tener al tanto a los senadores americanos de la situación de los desaparecidos, presos políticos y además de la subversión en la Argentina. Esto lo sé porque Fernando Rondón, que es funcionario diplomático del Departamento de Estado que se ocupa de los asuntos relacionados en la Argentina, entre otras cosas, me mostró un gran pedazo de biblioteca donde está repleto de informes, de comunicados, de alegatos y propuestas en la que se denigra torpemente a la Argentina. Me quejé de que la Argentina por la vía diplomática y por su propia gestión, no produjera un material de equilibrio, y me mostró cosas como ésta: el ataque guerrillero a Monte Grande es descripto como la muerte de ciudadanos que pasaban por ahí y fueron acribillados, y no como un asalto a una guarnición militar donde (se rectifica, no Monte Grande, sino Monte Chingolo) murieron como era lógico que murieran y donde afortunadamente se produjeron muy pocas víctimas. Esto lo informé inmediatamente al embajador de mi país, Uruguay, el embajador Pérez Caldas. Aclaro que él es embajador del Uruguay en Washington. También lo hice con el embajador argentino Aja Espil, en la misma ciudad, con el embajador Carasale de la Argentina ante la O. E. A. y con el Almirante Mendía, que es el representante o Jefe de la misión militar Argentina en los Estados Unidos.
Pregunta: ¿Desde el punto de vista político, cuáles son las reuniones de importancia en las que participó en las últimas semanas?
Jara: En la  Argentina tengo una vida muy recatada y rutinaria. Porque soy un profesional   y porque no soy argentino, entiendo que una de mis obligaciones con este país donde resido es el de no producir ningún tipo de hecho político que me constituya en un interventor. De manera que actividad política o reuniones importantes no he tenido, no solo en las últimas semanas, sino que diría meses. Algunas veces sí he visto a Balbín, al General Videla, al General Viola, al General Martínez, al Almirante Massera. Los he visto en el trato que ocasionalmente se ha dado en razón de mi posición como periodista profesional.
Pregunta: ¿A qué se debe la aparición reiterada en "La Opinión" de textos que hacían mención a la no aparición de Sajón?
Jara: Se debe a que nosotros queremos que Sajón aparezca. Consideramos que es la única posibilidad de hacer algo para que aparezca. Es decir, poner presión sobre quién lo tenga, quien sea.

Continúa declarando Jacobo Timerman el 16 de abril de 1977, en Campo de Mayo


Pregunta:   ¿Puede hablar sobre sus antecedentes y formación de "La Opinión"?
Timerman: Me inicio como periodista en el año 1946, en la revista "Que". Conozco a Jorge Abraham Rótemberg desde el año 1940 aproximadamente. Trabajó conmigo como contador de las revistas "Primera Plana" y "Confirmado" y en el estudio de Consultoría "Profíma". En el segundo semestre del año 1970 tengo la idea de formar un diario, por eso necesitaba la colaboración de David Gráiver, uno de los clientes del Estudio de Consultoría Profima. Antes que a   él, había pedido la colaboración de otras personas que al estudiar lo que se pensaba organizar llegaron a la conclusión de que no nos prestarían su apoyo. David Gráiver participa en la sociedad del diario con la suma de veinte millones de pesos moneda nacional (20.000.000.oo). Además aporta dinero y avales del Banco Comercial de La Plata, —del cual David era dueño— para la imprenta Alemann y Cía., quienes eran los que tenían la impresión del diario. También aporta Gráiver, es decir el Banco, los avales para la compra del papel. Con esto David pasa a integrar la sociedad del diario "La Opinión" con el cuarenta y cinco por ciento (45%) de las acciones, mientras que yo me quedo con el resto de las acciones, es decir el cincuenta y cinco por ciento (55%). De ese 55%, el 10% era de Rotemberg. La Sociedad del diario "La Opinión" queda constituida de la siguiente forma: yo 45%, David Gráiver 45% y Rótemberg 10%. Pero desde aquel momento aclaré que el diario seria conducido por mi únicamente. El dinero que yo aporto proviene del 50 por ciento de la sociedad que integraba con el Comodoro Güiraldes en el Estudio de Consultoría Profima, y que se lo vendí a éste. No sé de donde sacó David Gráiver el dinero que aportó. "La Opinión" entra en circulación el 4 de mayo de 1971. A mediados del año 1973 Rotemberg y yo estudiamos la posibilidad de formar una imprenta para la impresión del diario, ya que las máquinas de la firma Alemann estaban desgastadas y no imprimía como queríamos. Le pedimos a Gráiver nuevos aportes, pero no le interesó la idea. Entonces Rotemberg y yo nos comprometimos a ir reuniendo el capital a medida que haga falta. Primero compramos un terreno en Avda. Velez Sarfield y Lujan, en Capital Federal. Encargamos a un estudio la confección de los planos. A Edgardo Sajón, en el año 1974, le solicitamos el estudio de la planta gráfica de impresión, es decir maquinarias. Pedimos un crédito el Banco Industrial (Banco de Desarrollo) para la construcción del edificio, el que nos fue otorgado automáticamente, y lentamente se inició la construcción de la planta a fines de 1974, y se terminó su construcción a fines de 1975 o principios de 1976. Por todo esto que conté, y por los aportes de capital que hicimos Rotemberg y yo para ésta última empresa, quedan formadas dos sociedades. Una, la de "La Opinión" y la segunda, la de la imprenta, que se llamó Establecimientos Gráficos Gustavo S. A. a partir de 1976. Las acciones de "La Opinión" se distribuyeron así: 65%Timerman, 30% Rotemberg y 5% David Gráiver. En Establecimientos Gráficos Gustavo S. A.: 68%Timerman, 30%Rótemberg y David Gráiver 2% aproximadamente. Esta situación es la que se mantienen hasta la fecha. Desde la creación de "La Opinión" siempre estuvo en mis manos la conducción. El único motivo que me unió a David Gráiver fueron estas dos sociedades, y nunca tuve con él otra vinculación. Con Rótemberg es diferente, pues me une una amistad desde el año 1940. Y no tuve con ellos otra vinculación comercial que no sean las mencionadas, y no poseo otras empresas.
Pregunta: ¿Conoce alguna vinculación de David Gráiver con José Ber Gelbard?
Timerman: Era notoria la amistad de David con Gelbard. Solía vérselos juntos y si mal no recuerdo, David fue asesor de Gelbard cuando éste era ministro. En el ambiente periodístico había murmuraciones con respecto a Gelbard y David. Decían que ambos eran socios, por ejemplo en un Banco de Bruselas y otro en Nueva York y además en Papel Prensa S. A. de la Argentina. En febrero de 1976 me voy a Nueva York para realizar un estudio de costos, con la idea de abrir allí un diario similar a "La Opinión". Me encuentro con David Gráiver y le cuento la idea. David me dice que cuando tenga finalizado el estudio de costos lo vea, porque le interesaba la idea. Cuando fallece David el estudio aún no había finalizado y luego, por causas ajenas a mi voluntad, no pude concretar lo que había pensado.
Pregunta: ¿Qué periodistas vinculados con la subversión trabajaron en "La Opinión"?
Timerman: Francisco Urondo en la sección cultural; Alsina Bea como cronista general; Alberto Reyna como corresponsal en la Provincia de Córdoba; Juan Gelman, Jefe de la Sección Cultural; Juan Carlos Portantiero como colaborador temporario; Ted Córdoba Claure como Jefe de la Sección Cables; Montesinos Hurtado, empleado en la sección cables y traído por Claure; Eduardo Galeno que en alguna oportunidad pudo haber escrito algún cuento para el diario; Osiris Troiani, como redactor de la Sección cables (actualmente sigue en ese lugar), Juan José Real como colaborador permanente; Jorge Abelardo Ramos como colaborador temporario y bajo el seudónimo de Víctor Almagro. A esta gente en su mayoría la eché del diario cuando me enteré que eran subversivos.
Pregunta: ¿Cuál es la política sobre publicaciones, campañas sobre derechos humanos desarrolladas por Ud.?
Timerman:"La Opinión" contentó a todas las declaraciones de sectores importantes del mundo sobre la situación de los derechos humanos en la Argentina, como por ejemplo, la denuncia que hacen Austria, Suecia, Dinamarca y cuatro países más. En un artículo elaborado por mí y por Ramiro Casasbellas (Sub-director), contestamos sobre la equivocación en que ellos incurren. Escuché que Juan Gelman desde Roma, sería una de las personas que fomenta esa campaña de desprestigio contra el país. También que José Ber Gelbard había intentado lo mismo desde EE. UU. sin poder lograrlo.
Pregunta: ¿Por qué se incorpora el periodista Jara Pagani?
Timerman: Creo que fue en el primer semestre de 1973 que requerí los servicios del periodista Luis Enrique Jara, quien trabajaba entonces en Reuter (una agencia de noticias inglesa cuya sede central está en Argentina y la sede general en Londres), para que ingrese al diario. Una vez realizadas las conversaciones del caso y puestos ambos de acuerdo, Jara ingresa a "La Opinión" como Sub-director. Hace poco Jara fue invitado a Washington por la OEA, a través de la oficina de la OEA en Buenos Aires, para saber si aceptaría ser Jefe de Prensa de la OEA. Una vez en Washington, también le ofrecieron si quería ser Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA. Conversó con los embajadores de Argentina y Uruguay en la OEA y estos le dijeron que aprobaban su designación para este último cargo. Luego conversó con el Presidente de la Comisión en Caracas, y también vio con agrado su designación. Sólo falta hoy la decisión de Jara para aceptar o no estos cargos.
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EL PODER EN LA SOMBRA

CAPITULO 2

PARTE 6

Continua declarando Luis Enrique JaraPagani, el 16 de abril de 1977 en La Plata
Pregunta: ¿A qué edad, en qué año y dónde se inicia en el periodismo?
Jara: A los 17 años; más exactamente en 1957 en la ciudad de Montevideo, en la Sociedad Editora Uruguaya, editora de los diarios "La Mañana" y "El Diario". Trabajo desde el año 1957 hasta 1967. Ocupaba el cargo de Secretario General de Redacción, con responsabilidad en ambos periódicos.
Pregunta: Como periodista, ¿tiene claro lo que se conoce como "Prensa de Opinión"?
Jara: Sí.
Pregunta: ¿Estima que hay algún tipo de prensa que pueda escapar a esa denominación?
Jara: No existe prensa que pueda escapar a esa denominación. En algunos diarios o periódicos se manifiesta y en otros no lo es tanto, pero subyace.
Pregunta: ¿Cómo calificaría los lineamientos políticos de los diarios "La Mañana" y "El Diario", en los cuales trabajó por espacio de 10 años?
Jara: Eran diarios democráticos en la tradición de Partido Colorado de la República Oriental   del Uruguay.
Pregunta.  ¿Dónde trabajó una vez que dejó de hacerlo en esos periódicos?
Jara: Al mismo tiempo que en los periódicos, trabajaba en la agencia, de noticias "Associated Press" y luego en la agencia de publicidad "Antunia Farza Hermanos". Más tarde lo hice en la agencia noticiosa "Reuter Latín", todo ello en el Uruguay. Mi última ocupación me permitió realizar tareas para la misma agencia en Buenos Aires, Santiago de Chile, La Haya, Londres y en las Naciones Unidas, en New York.
Pregunta: ¿Durante cuánto tiempo trabajó en la agencia "Reuter Latín"?
Jara: Trabajé desde 1969 hasta 1973.
Pregunta: ¿A partir de 1973, dónde comienza a trabajar?
Jara: En el diario "La Opinión" de la Argentina. Pregunta: ¿A instancias de quién?
Jara: Fui invitado en reiteradas oportunidades por Jorge Abraham Rótemberg y finalmente por Jacobo Timerman.
Pregunta: ¿Cómo conoce, en qué circunstancias, y en qué orden a las personas mencionadas?
Jara: Durante 1972 tomé contacto con Rótemberg, primero en forma telefónica y solo en calidad de cliente representativo de "La Opinión", y luego en forma personal a fines del mismo año, cuando Rotemberg me invitó a almorzar.
Pregunta: ¿Las reiteradas invitaciones a que integrara el personal de "La Opinión" comienzan en esa oportunidad y son las que alude en su respuesta anterior?
Jara: Sí. Para esa fecha Jorge Abraham Rótemberg comenzó lo que calificó como "sondeo", con la finalidad de lograr mi concurso. Estas gestiones finalizaron luego de varias entrevistas, a las que asistió generalmente Rótemberg y finalmente Timerman. Eso ya era por abril de 1973.
Pregunta: ¿Qué tareas desarrolló en "La Opinión"?
Jara: La de Subdirector de la publicación, cargo que cambió de denominación hace aproximadamente unos 8 meses por la de Director Editorial.
Pregunta: ¿De qué forma lo interesaron, obviando el interés económico, para que se hiciera cargo de tales tareas?
Jara: Jacobo Timerman me dijo un día en que estábamos reunidos en el "London Grill", en Capital Federal, que teníamos un serio problema de control del personal: los jefes de secciones, Sub-directores, etc., se hallaban embanderados ideológicamente en favor de la juventud peronista y pretendían sovietizar el diario.
Pregunta: ¿Qué respondió a tal ofrecimiento?
Jara: Antes de aceptar el cargo le pregunté a Jacobo Timerman cuál había sido el origen del problema. Timerman me contestó que él había reclutado entre otros a los hermanos Julio y Juan Carlos Argañaraz, Juan Gelman, Francisco Urondo, Néstor Abasólo, Tito Cosa, María Victorio Walsh, Lidia Ferreyra, Ceretti, Ricardo Halac, Silvia Rudni, a quienes responsabilizaba de intentar sovietizarle el diario.
Pregunta: ¿Le preguntó a Jacobo Timerman cómo conociendo a esa gente la había tomado?
Jara: Jacobo Timerman me dijo que él no era del todo responsable del reclutamiento y que sí habían participado con gran responsabilidad los hermanos Argañaraz a los que calificó de "camporistas", y Juan Gelman. De este último Timerman dio a entender que conocía su vinculación marxista.
Pregunta: ¿Le preguntó a Jacobo Timerman qué procedimientos pensaba llevar a cabo para desprenderse de esas personas?
Jara: Y más o menos en esos términos me dirigí a Jacobo Timerman. Su respuesta fue que le había avisado de un conflicto de tipo laboral que iba a producirse aproximadamente en unos días o en el curso del mes. Pegunta: ¿Se suscitó el conflicto?
Jara: Sí, en mayo de 1973 intervino un Juez de Trabajo cuyo nombre no recuerdo, y como consecuencia del conflicto comenzaron los despidos del personal ya indicado.
Pregunta: A esa altura de sus funciones ¿podría, y puede calificar a "La Opinión" como "Prensa de Opinión"?
Jara: Sí.
Pregunta: ¿Qué orientación ideológica le adjudica?
Jara: Una orientación coherente y proclive a la llamada "J. P." (Juventud Peronista), a la que consideraba ya como un aparato de superficie de la Organización "Montoneros". Yo me oponía a ellos, y mi función era desalojarlos del diario. Esa era la condición que me imponía a mí mismo, y al mismo tiempo a Jacobo Timerman.
Pregunta: A esta altura, y ya en funciones, ¿qué contactos le conocía a Jacobo Timerman?
Jara: José Ber Gelbard, con quien mantenía no sólo contacto sino amistad; y conocimiento con Juan José Castiñeira de Dios, el Coronel Cesio, Oscar García Rey (Jefe de Prensa del Ministerio de Economía), el Comodoro Palacios y el Comodoro Juan José Güiraldes.
Pregunta: En la actualidad ¿qué contactos o amistades le conoce a Jacobo Timerman?
Jara: Jorge Abraham Rotemberg, de quién luego supe que él y Timerman eran los principales accionistas de "La Opinión". Asimismo fue por intermedio de Rotemberg que logré un préstamo de Isidoro Gráiver, en el Banco de Hurlingham. Previamente Rotemberg me envió ante David Gráiver, y éste me recomendó a Isidoro Gráiver. Igualmente sabía de las conexiones de Rotemberg con el Banco Comercial de La Plata.
Pregunta: ¿Cómo supo de esa vinculación?
Jara: Porque Rótemberg era el representante de "La Opinión" ante ese banco.
Pregunta: ¿Conoce las vinculaciones del diario "La Opinión" con el Banco Comercial de La Plata?
Jara: Sé que el diario canaliza la mayor parte de las operaciones bancarias visibles con ese Banco, desde el pago de sueldos hasta las operaciones de comercio exterior, importación de papel y tinta, por ejemplo, pasando por giros de divisas a través de ese banco para el caso de cronistas en el exterior.
Pregunta: ¿Conocía la vinculación de los hermanos Gráiver con la citada institución bancaria?
Jara: Sí.
Pregunta: ¿Sabe si Jacobo Timerman se manejaba a nivel personal, y económicamente, con la citada institución bancaria?
Jara: Sí. En varias oportunidades observé chequeras de Timerman emitidas por dicho banco y por otro banco extranjero que no recuerdo.
Pregunta: ¿Ud. qué cuentas posee, o depósitos de dinero efectuados en el extranjero?
Jara: Tuve cuenta de depósito en el Banque Pour L'Ameriquedo Sul de Bruselas. Cuando quebró ese banco perdí unos 2.000 U$S. Esta cuenta la obtuve por intermedio de Rotemberg. Mis operaciones de depósitos las realizaba por intermedio de Flora Ravel, actualmente detenida y que conociera por medio del mismo Rotemberg. Sé que en esa oportunidad Edgardo Sajón también había perdido dinero.
Pregunta: ¿Conoce las tareas que realizaba Sajón en el diario?
Jara: Sí, Edgardo Sajón ingresó en "La Opinión" cuando Jacobo Timerman decide la compra de las máquinas, a principios de 1975. Estas eran una rotativa y un equipo de composición "off-set".
Pregunta: ¿En los últimos tiempos era cómoda su estancia en "La Opinión"?
Jara: No. Ya le había dicho a Jacobo Timerman que pensaba alejarme del diario en mayo de este año.
Pregunta: ¿Tenía en vista otro tipo de tareas?
Jara: Sí. Pensaba viajar a los EE. UU. para aceptar la propuesta que me hizo el embajador Robert White, para asumir la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Pregunta: Podría explicar qué causas o motivos le hicieron asumir tal decisión.
Jara: Dificultades con Jacobo Timerman para mantener una orientación democrática en "La Opinión''. Estas dificultades eran discrepancias con el criterio de Timerman sobre la publicación de documentos, como por ejemplo alegatos ante la justicia, Habeas Corpus en favor de detenidos o desaparecidos cuya extracción ideológica era presuntivamente extremista. También hubo discrepancia por la publicación de notas como la publicada sobre Solari Irigoyen, en la que Timerman sostuvo el criterio de destacarlo como caso defendible. Otro ejemplo: la publicación de una presentación jurídica en favor del llamado caso Levitan y que fuera suministrada por un tal Maya que era integrante de la dirección del Partido Comunista. Todo esto se hizo pese a que Timerman había sido advertido por el Ministro del Interior para que no continuase en la postura de publicar Habeas Corpus o notas similares. Estos datos son ejemplificadores de la decisión asumida por mí.
Pregunta: ¿Conoce que, en el ámbito ideológico señalado, Jacobo Timerman tuviera, además de los mencionados, otros contactos?
Jara: Sí, conocí, los llamaba por teléfono o se veía personalmente con dirigentes del Partido Comunista como Rubens Iscaro, Fernando Nadra y Héctor P. Agosti, quienes ocasionalmente suministraban notas para su publicación en "La Opinión".
Pregunta: ¿Existieron otras razones que motivaran su decisión de alejarse del diario?
Jara: Sí, razones de seguridad personal y pare evitar riesgos a mis familiares. Además, el sostenimiento de mis convicciones que eran opuestas a los intereses de Jacobo Timerman.
Pregunta: ¿Cuál es, a su juicio, la orientación ideológica de "La Opinión" en la actualidad?
Jara: Se ha perdido la línea que yo me comprometí a hacerle llevar, y ofrece rasgos de rebeldía al actual proceso. Por ejemplo: la advertencia que le formuló el General de Brigada Albano Harguindeguy a Jacobo Timerman. Esta orientación dada por Timerman al diario lo retrotrae en parte a la situación en que se hallaba cuando yo me hice cargo. A mi juicio entorpece la normalización del país y favorece de alguna manera al accionar de la guerrilla. Otro ejemplo: la recepción y aceptación de cartas anónimas denunciando desaparición de personas, cosa que a mi juicio es una actitud grave e irresponsable de Jacobo Timerman.
Pregunta: ¿Viajó alguna vez al exterior como representante o como integrante del staff de "La Opinión"?
Jara: Sí. En septiembre de 1974 la embajada cubana cursó invitación al diario "La Opinión", entre otros medios de comunicación, para visitar la República de Cuba e interiorizarse de la vida en ese país. Dicha invitación fue igualmente cursada al Canal 9 de televisión y a los diarios "El Cronista Comercial", "Nuestra Palabra" y "Mayoría". Los enviados por estos medios en el viaje fueron Pepe Capdevila, Ricardo Roa, Demarchi y Carlos Campolongo, entre los que recuerdo.
Pregunta: ¿A qué agencias noticiosas compran sus servicos?
Jara: "La Opinión" fue y es cliente de "L'Observateur" (Francia), a la que considero marxista. Fue igualmente cliente de la agencia cubana Prensa Latina cuyos servicios dejó de utilizar varios meses atrás por indicación de Jacobo Timerman, presuntamente por razones de seguridad personal. En la actualidad es cliente de Nasa, France Press, DPA, EFE y Reuter. Agrego, para mayor ilustración, que la tendencia ideológica se evidencia más en la sección Cultural que en otras secciones del diario, y en aquellos actos de política interna a los que ya me referí anteriormente.
Pregunta: ¿Sabe si Jacobo Timerman posee o coparticipa de otro tipo de empresa periodística que no sea "La Opinión", o si tiene planificado hacerlo?
Jara: No sé qué tenga otro interés periodístico que no sea "La Opinión". En cuanto si tiene planificado hacerlo en el futuro, solo sé que a fines de 1975 Timerman anunció públicamente su intención de fundar un diario en New York y que llevaría el nombre de "New York Opinión". Por comentarios de Jacobo Timerman sé que las gestiones para poner en funcionamiento tal publicación se hacían por intermedio de un "notable" abogado de New York vinculado a los medios de prensa, el Dr. Alberto Salem, que se había desempeñado en Ford Buenos Aires y que se hallaba en los Estados Unidos al igual que David Gráiver. Cuando desapareció Gráiver, Timerman nunca más volvió a hablar del proyecto, ni volvió a viajar a los Estados Unidos. Como apreciación personal, creo que Gráiver estaba vinculado a ese proyecto.

Continúa declarando Jacobo Timerman, el 17 de abril de 1977 en la ciudad de La Plata

Pregunta: ¿En su adolescencia tuvo algún tipo de militancia política?
Timerman: Sí. En 1938, a los catorce años, comienzo a militar en la organización sionista "Avuca" (antorcha) cuyas finalidades eran recreativas y educativas en cuanto al sionismo. Milité en la misma hasta 1939. Después pertenecí a "Haschomer Hatzair" (Joven Guardia) hasta 1944, donde se preparaba a los jóvenes judíos para la vida comunitaria en el kibutz. Siempre de tendencia sionista, se hacían campamentos, se usaban uniformes, etc. Paralelamente, en esa época comencé a militar en la llamada Junta Juvenil por la Libertad, adherida a una central o federación de entidades que se oponen al nazismo, denominada Junta de la Victoria.
Pregunta: ¿Cómo califica Ud. a todos esos elementos?
Timerman: La mayoría de los integrantes de la Junta Juvenil por la Libertad integraban igualmente la Federación Juvenil Comunista a la que las autoridades la calificaron también como una entidad colateral del Partido Comunista. Recuerdo que en las reuniones en las que intervine y en las que se vendían bonos para colaborar con los países en guerra contra el nazismo, concurrían integrantes de la Federación Juvenil Comunista y mantenían un estrecho contacto con el grupo. Entre ellos recuerdo a Paula Schlesinger, Abraham Golin, Lila Guerrero y Luis Vector.
Pregunta: ¿Qué otras actividades similares a ésta desplegó?
Timerman: A principios de 1944 viajé a la provincia de Entre Ríos, a Paraná, formando parte del campamento agrícola juvenil colectivo organizado por la Confederación Juvenil Sionista de la Argentina. La finalidad del mismo era aprender las tareas agrícolas para ir a un kibutz en Israel. Ese entrenamiento o práctica se realiza por espacio de casi un año. Mi objetivo final era ir a Israel, pero las autoridades de Gran Bretaña no autorizaban el ingreso de judíos argentinos a territorio palestino bajo su control.
Pregunta: ¿Qué actividades realizó a su regreso de Entre Ríos?
Timerman: Sigo en organizaciones de tipo sionista. Hago la revista "Selecciones del Fondo Nacional Judío-Vida de Israel", luego la revista "Nueva Sion" que era el órgano de expresión de "Haschomer Hatzair", entidad en la que ya había militado. Dicto conferencias en distintos lugares del país referidas a la historia de Israel y a su momento político. Participo en distintos seminarios, en uno de ellos como conferenciante en Mendoza. En 1960 conozco a mi señora, quien integraba también la entidad antes mencionada, y que asistía a esa conferencia proveniente de Córdoba. Como consecuencia de mi casamiento necesité aumentar mis ingresos, por lo que me conecto y paso a actuar como gerente de la entidad "Ayuda a los ciegos de Israel" que en esa época presidía la Dra. Satonosky, hoy fallecida, hermana del Dr. Marcos Satonosky. En 1953 dejo ese trabajo y recomienzo mi actividad periodística.
Pregunta: ¿Puede narrar, cronológicamente, su actividad dentro del periodismo?
Timerman: En 1953 ingresé en la agencia noticiosa "France Press" en Buenos Aires. Paralelamente trabajé en el vespertino "Noticias Gráficas", y también hacía traducciones del francés e inglés al castellano para distintas editoriales, como ser "El Ateneo" y "Kraft". En 1957 ingresé en "La Razón", en la sección Política. Para ese entonces ya me había retirado de "France Press" y de "Noticias Gráficas".
Pregunta: ¿En todas las actividades de tipo sionista reseñadas anteriormente participó o milito cerca de Jorge Abraham Rótemberg?
Timerman: Conozco a Rótemberg desde los 14 años aproximadamente, y con él mantuve permanentemente una estrecha amistad. Con él participe en la mayoría de mis actividades en favor del sionismo. Rótemberg se dedicó igualmente al periodismo judío logrando entre otras cosas adjudicarse un concurso propiciado por el diario "Israelita".
Pregunta: ¿Cuándo conoció al Comodoro Güiraldes?
Timerman: Yo era integrante del equipo político de "La Razón". Al dividirse la U. C. R. fui comisionado por mis superiores para atender la rama que para aquel entonces se conoció como "Unión Cívica Radical Intransigente". Es en esa oportunidad y bajo esas circunstancias que tomé contacto con el Comodoro Güiraldes y también con José Ber Gelbard. A éste último me lo presentó Mariano Montemayor. Después que asumió Frondizi como presidente, conocí a otras autoridades, entre las que puedo nombrar al Teniente Coronel Mariano Jaime de Nevares, al Capitán de Fragata Hermes Quijada y al Coronel Juan Enrique Guglialmelli.
Pregunta: ¿Qué tareas realizó luego de dejar "La Razón"?
Timerman: Trabajé en radio Splendid, luego en el diario "Clarín"; escribí unos pocos artículos para el diario "El Nacional" de Rogelio Frigerio. Más tarde dirigí un programa de televisión en Canal 7 llamado "Sala de Periodistas"; fui columnista político en "La Nación". Por la vinculación con Moisés Jacobi y Oscar García Rey en el programa televisivo mencionado, fui citado junto con ellos por José Ber Gelbard. Gelbard nos manifestó que el grupo empresario "Minera Aluminé" podría lograr el control del diario "El Mundo" si Jacobi, García Rey y yo nos comprometíamos a asumir la dirección colectiva del diario. A fines de 1960 me desentendí de la responsabilidad que me cabía en la dirección de "El Mundo" por discrepancias de tipo personal con Jacobi y pasé a desempeñarme en el departamento Informativo de Canal 9. En 1962 un grupo de coroneles del Ejército Argentino, entre los que se encontraban Guglialmelli, Laprida y de Navares, le proponemos a Mariano Montemayor la creación de un órgano de prensa que expresara el sentir del sector llamado "Azul", en el que se hallaban enrolados. Recibí esa información por medio de Montemayor, quien me propone la creación de la revista "Primera Plana". Así lo hicimos. Del paquete accionario de la revista, un 50 o/o correspondía a Raimundo Richard, 25% a Dale Nogare y el 25%restanté a mí. La parte contable era supervisada por Jorge Abraham Rotemberg. En 1965 fui entrevistado por Félix Garzón Maceda, hermano de Julio Garzón Maceda. Se concreta una reunión de la que surgió la idea de construir la "imagen de Onganía". Para ese fin se creó la revista "Confirmado", que fue financiada por William Reynal y que al igual que la anterior contaba con la supervisión contable de Jorge Abraham Rotemberg. Por problemas de salud de uno de mis hijos abandoné la dirección de "Confirmado" que fue asumida por el Comodoro Juan José Güiraldes. Durante un tiempo me dediqué a tareas de menor responsabilidad, siempre en el centro de ese órgano periodístico. En el segundo semestre del año 1966 (creyendo haber cumplido con el objetivo propuesto, y luego de los sucesos de junio en que asume Onganía) me retiré de la revista casi simultáneamente con el Comodoro Güiraldes.
Pregunta: ¿A qué actividades se dedicó posteriormente?
Timerman: A esa altura Güiraldes me propone integrar una consultoría, y acepté. Así surgió "Profima" (Promociones Financiaciones y Mandatos) sigla que ya Güiraldes tenía registrada. La auditoría y el control contable de la misma estaba a cargo de Jorge Abraham Rotemberg. Cuando estaba al frente de la consultoría me  encontré circunstancialmente almorzando en el Hotel Plaza con Vicente Branca, ex secretario de Energía del Gobierno de Arturo Frondizi. Este nos contactó a Güiraldes y a mí con el ingeniero Filiberto Bibiloni que era presidente de varias empresas, entre ellas "Conevial" y "Ecofisa". Transcurrido un tiempo Bibiloni nos conecta con el Dr. Grimbaun de La Plata, con quien intervinimos en distintas operaciones, como el proyecto para la construcción del Complejo Ferrovial Zarate-Brazo Largo. Esta relación me llevó a conocer a David Gráiver como consecuencia de la propuesta  efectuada por Grinbaum, que para esa altura formaba parte del Banco Comercial de   La Plata, de que aportáramos nuestros conocimientos como "contacmen", tanto yo como Güiraldes, aportando nuevos clientes al citado Banco. Este contacto se diluye cuando Graiver asume como Secretario General del ¡Ministerio de Bienestar Social y es estrecho colaborador de Francisco Manrique. La relación entre Gráiver y yo se reanuda cuando surge la idea de crear un periódico que luego sería "La Opinión".
Pregunta: ¿Cuándo fue creado "La Opinión"?
Timerman: A fines de 1970 en las mismas oficinas de Profima se comenzó a elaborar el proyecto, y aparece el 4 de mayo de 1971.
Pregunta: ¿Cómo se integró el paquete accionario de la empresa?
Timerman: De la siguiente manera: un 45%mío, un 45% de David Gráiver y un 10% de Jorge Abraham Rótemberg. Acordamos de común acuerdo que yo contaría con el poder de decisión, dentro de la empresa, poder que económicamente se representaba en la suma de mis acciones y las de Jorge Abraham Rótemberg. David Gráiver también proporcionó a la empresa los avales bancarios necesarios y los créditos que permitiesen descuentos de pagarés.
Pregunta: ¿Qué otras operaciones de tipo económico realizaba "La Opinión"?
Timerman: La mayoría de las operaciones económicas que realizaba la empresa se concretaban por intermedio del Banco Comercial de La Plata, por ejemplo pagos de sueldos al personal, importación de papel y todo giro de divisas para cronistas en el extranjero u otros corresponsales que trabajaban para "La Opinión" en el exterior.
Pregunta: ¿Qué otras conexiones mantuvo con David Gráiver?
Timerman: David Gráiver se va de la Argentina, creo que a mediados de 1975, luego del secuestro de su hermano Isidoro Gráiver y de dos intentos de secuestro que él mismo sufriera. A partir de esa fecha dejé de tener contacto con él. No obstante eso, al lanzarse el proyecto de un periódico que funcionaría en New York con el nombre de "New York Opinión", tomé contacto nuevamente con David Gráiver, en enero de 1976, en Miami. Como se interesó en el proyecto me ofreció los oficios del Dr. Alberto Salem, a quien yo ya conocía, para que fuera elaborando y preocupándose por organizar las tareas de tipo técnico, costos y suministro de papel, tintas, etc. En febrero de 1976 viajé nuevamente a Nueva York, donde conocí por intermedio de Gráiver al Dr. Theodor Keele, quien me asesoraría en la realización del proyecto. Por intermedio de Keele conocí a Clay Felker, director de las revistas "The Village Voice" y "The New York Magazine", quien también se interesó en el proyecto. En abril o mayo de 1976, luego de la asunción al poder de las FF. AA., publiqué en "La Opinión" una lista de 36 personas que serían sancionadas por las nuevas autoridades. Esto enojó a Gráiver, pues en la lista estaba incluido su apellido. A pesar de eso viajé a Estados Unidos nuevamente en junio de 1976 y encontré a Gráiver predispuesto a seguir con el proyecto, pero enojado por la publicación referida. Me atendió recién al tercer día de mi llegada. Su respuesta fue que continuara la elaboración del proyecto con el Dr. Keele y Salem y que luego le informara de las conclusiones a que habíamos arribado. Mi estancia en EE. UU. se prolongó por espacio de diez a once días y luego regresé a Buenos Aires. Inmediatamente después hice un viaje de placer por Europa junto a mi esposa. Visitamos Francia e Italia. Cuando llegué a Buenos Aires me enteré que 3 ó 4 días antes había sucedido el accidente de David Gráiver y que Rupert Murdoch había adquirido las revistas antes mencionadas y las dirigía Clay Felker.
Pregunta: ¿Considera a David Gráiver como desaparecido intencionalmente o realmente muerto?
Timerman: Conociendo la personalidad de Gráiver y los alcances de la "maffia" o "cosa nostra" norteamericana, todo es posible. Tanto se puede crear un muerto como un vivo.
Pregunta: ¿Qué relación económica personal lo vincula a Ud. con el Banco Comercial de La Plata?
Timerman: Tuve cuenta personal en ese banco. Pregunta: ¿En qué otros bancos tuvo cuenta?
Timerman: En el First National City Bank, Banco Nación y Banco de Buenos Aires. Este último se manejaba con los capitales de Minera Aluminé, empresa vinculada a José Ber Gelbard y que quebró en 1965 junto con el diario "El Mundo" y otras empresas. Actualmente tengo cuentas en el exterior, en el American Bank and Trust. No poseo cuentas voluminosas. Todo mi capital consiste en la empresa, y mis propiedades inmuebles. El manejo a nivel personal con las cuentas corrientes de la empresa y con las inversiones se realiza de la siguiente manera: la empresa adquiere valores nacionales ajustables, bonos externos, etc., sobre los cuales se obtiene interés y así sucesivamente.
Pregunta: Cuando se crea La Opinión ¿cómo hizo el reclutamiento del personal?
Timerman: Contraté en primera instancia a los hermanos Julio Argañaraz y Juan Carlos Argañaraz. Los conocí por intermedio de Horacio Berbinsky y al que a su vez conocía por intermedio de su padre, Bernardo Berbinsky, que fue compañero mío en "Noticias Gráficas". También en esa primera instancia contraté igualmente a Horacio Berbinsky, Marcelo Capurro y Eduardo San Pedro. Más tarde contraté a Silvia Rudni por recomendación de su padre, Alberto Rudni, quien trabajaba en la parte de prensa del Ministerio de Bienestar Social junto al Ministro Francisco Manrique. También a Miguel Bonasso, recomendado por su padre, Ernesto, a quien yo conocí en "France Press", y a Tomás Eloy Martínez a quién conocía de "La Nación" y "Primera Plana", donde trabajamos juntos.
Pregunta: ¿Qué otras personas contrataron personal más o menos jerarquizado, y si éstas contaban con su anuencia?
Timerman: Los hermanos Argañaraz, por ser Julio Subdirector y Juan Carlos Jefe de Redacción, contaban con mi anuencia para contratar personal. Así lo hicieron y recuerdo los siguientes casos: Juan Gelman, (éste a su vez recomendó a Francisco Urondo); Lidia Ferreyra, que a su vez recomendó a María Victoria Walsh a quien los hermanos Argañaraz conocían de "Primera Plana", pues trabajaron allí después que yo me fui de esa revista. Pregunta: ¿Conocía los antecedentes o inclinaciones, o actividades ideológicas de alguno de los nombrados directamente por Ud., o por quien Ud. había autorizado? Timerman: De los contratados directamente por mí, conocía las inclinaciones de Berbinsky, los hermanos Argañaraz, Fanor Díaz, Tomás Eloy Martínez, pero no les conocía actividades ni antecedentes.
Pregunta: ¿Qué entiende por inclinaciones? Timerman: La expresión de ideas generales de carácter político sobre diversos acontecimientos.
Pregunta: ¿Qué inclinaciones le adjudicaba en aquel momento a los hermanos Arganaraz?
Timerman: Socialistas de izquierda, al igual que Berbinsky.
Pregunta: ¿Y Fanor Díaz y Tomás Eloy Martínez? Timerman: Fanor Díaz es un radical no afiliado, pero sí simpatizante; y en cuanto a Tomás Eloy Martínez él se declara peronista.
Pregunta: ¿Peronista ortodoxo o de la tendencia? Timerman: Nunca me lo dijo explícitamente, pero supongo que de la tendencia. Puso en evidencia que era de la tendencia más tarde, a raíz de un conflicto de tipo gremial.
Pregunta: Con relación al personal que contratara el subdirector, con su anuencia, ¿conocía al igual que los antes nombrados sus inclinaciones políticas, sus actividades o sus antecedentes?
Timerman: No, no conocía nada de ello. Pregunta: ¿Nunca se interesó conocerlo?
Timerman: Sí me interesó, pero creía en lo que ellos me informaban.
Pregunta: Si como afirma anteriormente conocía las inclinaciones de los Argañaraz, ¿nunca supuso que el personal que éstos contrataban podía tener similar o igual inclinación?
Timerman: No, les creía lo que ellos me informaban.
Pregunta: ¿Es cierto o no que desde las páginas de "La Opinión" se hiciera apología, se destacara algún hecho favorable a la guerrilla armada o a la subversión?
Timerman: En algunas ocasiones, sí.
Pregunta: ¿Ud. se halla identificado con la guerrilla o con la subversión?
Timerman: No.
Pregunta: ¿Qué explicación razonable ofrece para que su afirmación anterior no se contradiga con que desde las páginas de "La Opinión" se efectuó apología de la guerrilla?
Timerman: Todos los responsables de introducir ese material en el diario fueron expulsados.
Pregunta: ¿Para qué fecha fueron expulsados?
Timerman: No recuerdo las fechas, pero a lo largo de tres años hubo constantes cesantías y conflictos gremiales.
Pregunta: ¿Cuándo fueron dejados cesantes Julio Argañaraz, Juan Carlos Argañaraz, Tomás Eloy Martínez, Andrés Alsina Bea, Lidia Ferreyra, Ricardo Halac, Francisco Urondo y María Victoria Walsh?
Timerman: No recuerdo las fechas.
 Pregunta: ¿Hubo en alguna oportunidad, algún tipo de cesantía masiva?
Timerman: Hubo varias veces cesantías masivas e individuales.
Pregunta: Cuando asume el actual Director Editorial, Luis Enrique Jara Pagani, en el primer semestre del año 1973, ¿se encontraban trabajando en el periódico María Victoria Walsh, Lidia Ferreyra, Juan Gelman, los hermanos Algañaraz, Francisco Urondo, Néstor Abasólo, Tito Cosa, Ricardo Halac y Silvia Rudni?
Timerman: Viajé a Israel en noviembre de 1972 y regresé en marzo de 1973. Recuerdo que al hacerse cargo de la subdirección Jara Pagani, se encontraban trabajando Juan Carlos Argañaraz, Juan Gelman, Ricardo Halac y Silvia Rudni. No recuerdo si los restantes estaban o no trabajando en el periódico.
Pregunta: Desde la creación de "La Opinión" en mayo de 1971, hasta mediados de 1973 ¿qué ejemplos puede ofrecer de artículos, notas o editoriales que hayan destacado las actividades guerrilleras?
Timerman: Recuerdo la publicación de un poema de Vicente Sito Lema, y que fuera publicado por Horacio Berbinsky.
Pregunta: ¿Cuál era el contenido del poema? Timerman: Era sobre la represión o las luchas armadas, no recuerdo muy bien.
Pregunta: ¿Qué medidas se adoptaron para con los responsables?
Timerman: Se cesanteó a Berbinsky sin pagarle la indemnización.
Pregunta: ¿Tal sanción se le impuso inmediatamente?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Qué otro ejemplo similar puede ofrecer?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Conoce, como director responsable de "La Opinión", la publicación de un artículo que hacía la apología de los extremistas abatidos en la base Almirante Zar, en la ciudad de Trelew?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Conoce, como director responsable, que al retirarse las Fuerzas Armadas del poder y entregarlo al Dr. Héctor J. Campora, la publicación de un estribillo que decía: "Se van, no vuelven más"?
Timerman: Recuerdo haberlo leído en varios diarios, y también en "La Opinión".
Pregunta: ¿Considera al estribillo indicado como agravante para las Fuerzas Armadas?
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿Considera que la publicación de tal estribillo era favorable a la intención de la guerrilla?
Timerman: No.
Pregunta: ¿Cómo califica la situación referida al estribillo?
Timerman: En ese momento no le di importancia. Lo consideré una anécdota populachera.
Pregunta: ¿Cómo lo considera en la actualidad? ¿Cómo un hecho anecdótico, o como un hecho que favoreció al accionar guerrillero?
Timerman: Después de la experiencia que el país ha vivido en los últimos años, lo considero favorable a la acción guerrillera.
Pregunta: En un análisis retrospectivo de todo lo publicado por "La Opinión", desde mayo de 1971 al primer semestre del 73, ¿detecta alguna otra publicación que haya favorecido la acción guerrillera?
Timerman: No recuerdo los artículos publicados en tres años y a ésta distancia. Hace dos semanas aproximadamente, como se cumplía un aniversario de los asesinatos del Teniente General Juan Carlos Sánchez y del Dr. Oberdan Salustro, fui a ver que se había publicado en marzo y abril del 72 sobre esos episodios. Encontré un artículo que hacía un análisis del papel de las Fuerzas Armadas en la lucha, y de la inoperancia de los sectores civiles, especialmente los partidos políticos. Este artículo fue reproducido el 10 de abril de 1977, y señalaba algo muy importante: si los partidos políticos no colaboraban con las Fuerzas Armadas en la lucha contra la subversión, la salida electoral que buscaban iba a ser un gran fracaso.
Pregunta: ¿En qué fecha se retiró del periódico Tomás Eloy Martínez?
Timerman Estimo que Tomás Eloy Martínez se retiró de "La Opinión" a principios de 1975. Creo que fue por esa época porque fue unos cuatro o cinco meses antes de la salida del país de López Rega.
Pregunta: ¿En qué techa aproximada se retiró de "La Opinión" Andrés Alsina Bea?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Sabe que Andrés Alsina Bea fue detenido por estar implicado en el asesinato del industrial Oberdan Salustro?
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿Conoce, como responsable de "La Opinión" y por haberlo contratado directamente, que Tomás Eloy Martínez fue testigo en defensa de Andrés Alsina Bea en el caso mencionado en 1973?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿"La Opinión" tenía para esa fecha cronistas destacados en las distintas esferas judiciales?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿En qué modelo se inspiró para la creación de "La Opinión"?
Timerman: Pretendí que, en cuanto a estructura técnica (por ejemplo, tipografía) y contenido, fuera similar al diario "Le Monde" de Francia.
Pregunta: ¿Es cierto que contrató a Luis Enrique Jara  Pagani para que éste le imprimiese al diario otra orientación a partir del segundo semestre de 1973, y que a la vez se deshiciera de algunos elementos extremistas que pretendían copar el diario?
Timerman: Sí.
Pregunta: Los elementos extremistas a que se refiere ¿a qué tendencia o sector respondían?
Timerman: Esos elementos integraban el "Bloque Gremial de Prensa" que respondían a la Juventud Trabajadora Peronista.
Pregunta: ¿A qué empleados del diario puede identificar como enrolados en aquel momento en la JTP?
Timerman: A Andrés Zabala (Delegado Gremial), a Enrique Burgos (ídem), a Lidia Ferreyra (ídem), a Silvia Rudni, a un tal Suárez, y a otros que no recuerdo.
Pregunta: ¿En las páginas de su diario se publicaron notas relacionadas con Habeas Corpus o desaparición de individuos?
Timerman: Sí.
Pregunta:   ¿Se publicaron bajo el actual gobierno?
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿Algunas de las notas publicadas con relación a personas desaparecidas fueron inspiradas en denuncias anónimas?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿En alguna oportunidad fue observado por alguna  autoridad gubernamental por tales publicaciones?
Timerman: Sí, por el señor Ministro del Interior General de Brigada Eduardo Albano Harguindeguy.
Pregunta: ¿Luego de esa advertencia se publicó algo similar?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Hace aproximadamente una semana se escribió en "La Opinión" alguna nota relacionada con una presentación judicial referida al caso Levitan?
Timerman: Sí, lo han publicado.
Pregunta: ¿Esa publicación motivó algún tipo de discusión con el Director Editorial, señor Jara?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Considera que esa publicación favorece a los fines de la guerrilla?
Timerman: Creo que la censura total no favorece a la guerrilla.
Pregunta: ¿Esa publicación fue contradictoria con la observación que le hiciera el Ministro del Interior?
Timerman: No. El Ministro del Interior me dijo que de vez en cuando podía publicar algún Habeas Corpus.
Pregunta: ¿La nota referida al caso Levitan fue objetiva o editorializada?
Timerman: No recuerdo. Tampoco recuerdo la fecha de publicación.
Pregunta: Con relación a temas anteriormente tratados, ¿qué vinculación -aparte de lo ya manifestado- tuvo con José Ber Gelbard?
Timerman: No hubo actividad conjunta con él. Sí vinculación personal.
Pregunta: ¿Qué entiende por vinculación personal y que significación le da a su anterior respuesta?
Timerman: La vinculación personal con José Gelbard la mantengo desde el año 1957, y nunca se trasladó a actividades que excedieran el marco de un trato.
Pregunta: ¿Gelbard posee, poseyó o intentó poseer intereses en la empresa periodística "La Opinión"?
Timerman: Sí. El gobierno peronista vetó la publicidad oficial a "La Opinión" durante casi toda la extensión de su mandato. Gelbard quería acciones, y prometía pagarlas con la obtención de la publicidad en una escala mayor que la normal. Yo me negué.
Pregunta: ¿Siguió manteniendo amistad con José Ber Gerbard?
Timerman: Amistad, no. Sólo contactos de tipo político consistentes en el simple intercambio de opiniones e informaciones.
Pregunta: Cuando "La Opinión" adquiere maquinarias impresoras y de sistema Off-set, ¿quién o quiénes fueron las personas encargadas de la gestión?
Timerman: Sobre la base de una oferta que me hiciera la firma Barilaro, encargué a Jorge Abraham Rotemberg y a Edgardo Sajón que se interioricen de los aspectos técnicos y financieros. Lo hicieron y se concretó la adquisición de tales equipos técnicos a crédito. Aún no están totalmente pagos.
Pregunta: ¿Qué sabe de la desaparición de Edgardo Sajón?
Timerman: Nada.
Pregunta: ¿Alguna vez, o actualmente, "La Opinión" recibe notas proporcionadas por figuras de reconocida militancia marxista?
Timerman: Sí, pero nos ajustamos a publicitar a las organizaciones y personas que mayormente no generan problemas, con excepción de los errores que a veces se cometen.
"Pregunta: ¿Hace aproximadamente dos meses "La Opinión" publicó un material de Jesús Mira?
Timerman: Recuerdo que hubo dos informaciones que reproducían los dictámenes de dos jueces que permitían la tenencia de libros de filosofía marxista para lectura personal. Tales informaciones fueron proporcionadas por Jesús Mira.
Pregunta: ¿Conoce a Jesús Mira, desde cuándo y explique qué nivel ocupa en el Partido Comunista Argentino?
Timerman: Lo he visto dos o tres veces. La primera porque pidió una entrevista conmigo, y yo se la concedí. Después tuvimos otras dos entrevistas, una relacionada con los dictámenes y la otra no recuerdo por qué era. Sé que fue diputado por el Partido Comunista y lo considero dirigente de esa agrupación.
Pregunta: ¿Conoce o mantuvo contactos con Fernando Nadra y con Héctor P. Agosti, ambos dirigentes del Partido Comunista?
Timerman: A Nadra no lo conozco, a Agosti, sí. Pero con ambos mantuve contacto. Con Nadra porque me llamó por teléfono para agradecerme un reportaje que le hiciera a Fanor Díaz; a Agosti recuerdo haberle publicado una colaboración.


 EL PODER EN LA SOMBRA
CAPITULO 2
PARTE 7



Continúa declarando Luis Enrique Jara Pagani. el 18 de abril de 1977 en La Plata

Pregunta: ¿Cómo y por qué se vincula con "La Opinión"?
Jara: Mi vinculación con "La Opinión" comienza a mediados de 1973. El objetivo expresamente pactado era lograr una reorganización completa del diario y quitarle el control, que hasta ese momento habían tenido en él, periodistas vinculados a organizaciones subversivas o de tendencia marxista. Este proyecto me lo propuso Jacobo Timerman, responsable total por el contenido de la publicación, quien se sintió traicionado por las personas que él había reclutado para formar el núcleo inicial de la redacción. Mencionó concretamente a los hermanos Julio y Juan Carlos Argañaraz y a Juan Gelman, y les imputó haber reclutado a su vez a subversivos o marxistas mencionados antes. Timerman me dijo que se proponía llevar el diario a un cauce democrático que no tenía entonces. Para eso declinaría en mí la responsabilidad de determinar la política editorial y me facultaría -en su carácter de propietario absoluto de la empresa- para proceder a la renovación del personal incompatible con este nuevo rumbo. Durante 1974 y 1975, esta línea se desarrolló en términos generales de acuerdo a lo pactado. Hubo algunas excepciones en las que nos opusimos y Timerman decidió finalmente según su voluntad.
Pregunta: ¿En qué cosas discutían Ud. y Timerman respecto de las publicaciones? ¿Puede darnos ejemplos, y qué actitud asumió Ud. frente a esas discrepancias?
Jara: Un ejemplo de las discordancias entre nosotros fue el apoyo incondicional a la gestión de José Ber Gelbard como Ministro de Economía, con quien Timerman mantenía un estrecho contacto telefónico y personal. Timerman iba al ministerio; y había un intermediario que concurría al diario, conocido por el apodo de "Chango" y de apellido Funes. Este Funes, posteriormente, acompañó a otro funcionario en la gestión del señor Duilio Brunello en Córdoba. Funes frecuentemente hacía llegar al diario artículos originados en el Ministerio de Economía y cuya publicación Timerman ordenaba directamente. Otro ejemplo era el manejo del Suplemento Cultural de los domingos cuya supervisión estuvo siempre a cargo de Timerman, en estrecho contacto con Tomás Eloy Martínez quien era responsable de su ejecución. En este caso, mis obligaciones al contenido del suplemento cultural fueron sistemáticamente ignoradas por Timerman hasta que se produce un incidente con motivo de un artículo escrito por Tomás Eloy Martínez. Este artículo se publica fuera del Suplemento Cultural y pasa, por esta circunstancia, bajo mi órbita. Yo le hice enmiendas sustanciales incorporé como casos de violencia injustificada los asesinatos cometidos por la subversión contra agentes policiales y miembros de las Fuerzas Armadas. Martínez solamente incluía en su original aquellos hechos en los que las víctimas eran ciudadanos de una coloratura política izquierdista o simplemente víctimas civiles de la violencia que pudieran ser consideradas atribuibles a la extrema derecha. Tomás Eloy Martínez, frente al hecho consumado de la publicación bajo su firma del artículo, enmendado como he dicho, exigió una rectificación. Yo le dije a Timerman que si la rectificación se producía sin aclarar todas las circunstancias, incluida la denuncia explícita en el diario de la clara intención de Tomás Eloy Martínez de hacer una apología indirecta de la violencia de la subversión, yo renunciaría y haría público ciertos detalles por mi cuenta en otro medio. Timerman, en ese caso, aceptó mi criterio y no se produjo la rectificación. Sin embargo, se expuso en la cartelera del personal una carta en la que Martínez daba su versión de los hechos. Este incidente terminó con el alejamiento de Tomás Eloy Martínez del diario, y me permitió reclamar mi participación en la edición del Suplemento Cultural para evitar que esta sección continuara divulgando materiales que sutilmente contradecían la orientación que el diario había logrado en la sección de política nacional. Hasta ese momento mi tarea se había limitado a la sección política nacional, a la sección de economía y a algunas nuevas secciones como ciencia y técnica, incorporadas con el propósito de exaltar los valores nacionales en ese área. Timerman no me permitió intervenir en el Suplemento Cultural, pretextando que yo tenía demasiadas tareas a mi cargo, y que él conocía muy bien la materia del Suplemento Cultural. En ese suplemento Timerman trabajó en relación directa con un señor de apellido Spunberg de notoria inclinación marxista, ignorando las objeciones que le formulara no solo yo sino otros periodistas que compartían responsabilidades, como Ramiro de Casasbellas, Luis Clur y otros. Finalmente Timerman tuvo que despedir a Spunberg, pero lo mantuvo en el Suplemento Cultural como redactor hasta 1976, cuando transgredió groseramente la línea de seguridad que Timerman entendió como admisible: intentó publicar un artículo en el que se defendía al escritor Rider Conferís, detenido en esos días por su concomitancia con la subversión.
Pregunta: ¿Aparte del Suplemento Cultural, Timerman manejaba discrecionalmente la política del diario?
Jara: Un ejemplo del manejo discrecional de la política editorial del diario fue el manejo de la información relativa a la investigación de los contratos suscriptos entre el Estado y la Empresa Aluar. A este respecto, Timerman asumió directamente la edición de todo el material, manteniendo un contacto personal con Gelbard, quién se encontraba directamente involucrado en esa investigación. Timerman actuaba como virtual asesor de Gelbard, para lo cual entrevistó a legisladores nacionales y dio instrucciones a los cronistas del diario acreditados en el Congreso para que le fijaran citas y lo mantuvieran al tanto del desarrollo de las investigaciones. Toda esa información era transmitida a Gelbard. A fines de 1975, esta sucesión de discrepancias provocaron mi alejamiento de las responsabilidades editoriales, y pasé a ocupar-me del reclutamiento de nuevo personal hasta principios de 1976.
Pregunta: ¿Cuáles fueron sus tareas y responsabilidades a partir de 1976?
Jara: En ese año presenté una renuncia formal y con-vine continuar una nueva relación según la cual yo, que hasta ese momento me desempeñaba como subdirector de "La Opinión", pasaría a ocuparme del estudio técnico para la confección de una revista semanal y de un sello editorial de libros con el cargo de Director Editorial. Durante casi todo 1976 estuve prácticamente ajeno a la confección del diario. Una vez organizada la estructura técnica para la editorial, le propuse una serie de títulos basados en recopilaciones de materiales publicados en el diario, dentro de la línea que consideré adecuada. Pero Timerman la rechazó y dispuso la edición de un libro de conversaciones con el psicoanalista Pichón Riviere escrito por Vicente Zito Lema.. Con esto decidí abandonar el trabajo en esta área para dedicarme exclusivamente a la confección de la revista. No estaba de acuerdo con el enfoque previsible de los libros a editarse, entre los cuales se encontraba a consideración unas memorias de Héctor Agosti. El proyecto para la edición dé la revista concluye poco después. Entonces la empresa me encomienda estudiar la situación del diario "La Tarde" que había aparecido a principios de 1976, bajo la dirección del hijo de Jacobo Timerman, Héctor Timerman. Esa operación había resultado un fracaso dados los resultados económicos y editoriales. En ese momento Héctor Timerman pasa a hacerse cargo de la revista y de la editorial, y yo analizo la situación de "La Tarde".
Pregunta: ¿A qué conclusión llegó?
Jara: Llegué a la conclusión de que tal como ha sido planteada, el proyecto es inviable, o bien requeriría una nueva y muy fuerte inversión para reorganizarlo completamente y darle nuevas características. Entonces la empresa decide su cierre manifestando no estar en ese momento -fines de 1976- en condiciones de realizar la inversión requerida.
Pregunta: ¿Qué hace Ud. a continuación?
Jara: En ese momento, al tener que volver a "La Opinión", les comunico mi intención de retirarme de la empresa en un futuro próximo y solicito el período de vacaciones en enero de ese año. En ese período se publica una nota en el Suplemento Cultural escrita por un sacer-dote en la que se formula un duro juicio sobre la situación actual del país, y la forma en que las Fuerzas Armadas están llevando a cabo la lucha contra la subversión. Yo me entero después que pese a haberse amonestado a la Dirección del diario por esta publicación, ella vuelve a reiterarse en la revista, lo que determina la suspensión de varias ediciones del diario dispuesta por el Poder Ejecutivo Nacional. Cuando regrese de mis vacaciones acepté participar en la edición del diario durante febrero, mes en el cual Timerman estaría ausente. Pero le comuniqué mi decisión de viajar inmediatamente después a los EE. UU., aceptando una invitación de la Organización de Estados Americanos, y retirarme definitivamente de la empresa en el mes de mayo.
Pregunta: ¿Qué sucedió en ausencia de Timerman? Jara: Durante febrero, en que trabajo en el diario en ausencia de Timerman, una de las secretarias de éste me comunica que recibió un material enviado por Jesús Mira, dirigente del Partido Comunista quién -según la secretaria- alega haberlo conversado previamente con Timerman, y se interesa por su publicación. Recibo también un artículo escrito por Ernesto Giudice, también notorio marxista y ex-dirigente del Partido Comunista, y resuelvo que ninguno de los dos sea publicado. Cuando Timerman regresa, el artículo enviado por Mira es publicado en los primeros días de marzo. Hago notar que la base del plantel de redacción con el cuál se funda y desarrolla "La Opinión" durante dos años y medio, estaba integrado por personas de notoria vinculación a organizaciones subversivas, algunas de las cuales continuaban en el diario cuando yo ingresé en él. Varias de ellas eran miembros activos en diferentes organizaciones clandestinas y otros eran simpatizantes notorios cuyas actividades y opiniones no podían ocultarse a Timerman. Después de mi ingreso los fui despidiendo en el término de pocas semanas.
Pregunta: ¿Puede dar los nombres de esa personas?
Jara: Miguel Bonasso, cuasi funcionario del equipo camporista y dirigente de la Juventud Peronista que era un organismo de fachada de los Montoneros; Silvia Rudni, también activa militante de esa organización; María Victoria Walsh, muerta en un enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad tiempo después; Lidia Ferreyra, Néstor Abasólo, Silvia Elchelbaun, Tito Cossa, Osvaldo Soriano, Tomás Eloy Martínez, Ricardo Halac, Enrique Burgos.
Pregunta: ¿Cómo se organizaba el Suplemento Cultural?
Jara: Era supervisado directamente por Timerman. Los materiales incluidos en él son confeccionados por lo menos con una semana de anticipación, son compuestos y hasta impresos no menos de un día antes de su distribución, lo cual asegura la posibilidad de verificar con tiempo suficiente la publicación.
Pregunta: Durante ese tiempo ¿qué más hacía Timerman?
Jara: Fue ese período en el que el señor Gelbard era Ministro de Economía y mantenía un estrecho contacto con Timerman, David Gráiver era asesor de dicho Ministerio, como es notorio.
Pregunta: ¿Qué responsabilidad tenía el hijo de Timerman?
Jara: El control real pasa a manos directas de Jacobo Timerman, vista la inexperiencia de Héctor, su hijo, para poder desarrollar en la práctica las tareas correspondientes al cargo que tenía en el diario "La Tarde".
Pregunta: ¿Cree que Timerman tuvo reales intenciones de reencauzar democráticamente el diario?
Jara: Entre los factores más claros de abandono por parte de Timerman de todo propósito de mantener al diario en un cauce compatible con la organización democrática del país, puedo mencionar un artículo firmado por él y publicado a fines de 1976 sobre la gestión del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, General
 Ibérico Saint Jean. Antes de ser publicado, Timerman me pide mi opinión, pero se niega a aceptar los argumentos que le formulé en el sentido de que el referido artículo constituía un entorpecimiento al proceso que vivía el país. En este mismo orden de cosas, figura la inclusión de una sección fija titulada "Habeas Corpus". En ella se recogía desde enero de 1977, de forma sistemática, todos los recursos de Habeas Corpus presentados ante diferentes tribunales en demanda de personas. Muchas de esas personas eran elementos vinculados a la subversión, y otras personas sobre cuya actitud el diario no tiene ninguna constancia. La sección es interrumpida por una advertencia que el Ministro del Interior le formula a Timerman en el mes de marzo. Reaparece circunstancial-mente en el caso Levitan, introducido ante la Corte Suprema como un probable precedente para la posterior presentación de un escrito en la que un grupo de abogados requiere de ese tribunal un pronunciamiento sobre la vigencia del derecho de Habeas Corpus en el país, adjuntado antecedentes de más de cuatrocientos casos no contestados, que fue publicado en toda su extensión por "La Opinión".
Pregunta: ¿Qué información tenía Ud. del caso Gráiver?
Jara: Cuando toma estado público el llamado "caso Gráiver", le pregunté a Timerman si eran ciertas las versiones de que el diario, o una parte importante de su capital, era de David Gráiver. Le hice esa pregunta porque las versiones circulantes en el ambiente periodístico, y que se publicaron en algunos diarios, vinculaban al "grupo Gráiver" con la subversión. Timerman me reitero que David Gráiver, o el "grupo Gráiver", no tenía ninguna participación en el capital de la empresa. Cuando se produce la detención de Timerman, obrando por mi cuenta y también como portavoz de los secretarios y redactores, exigí a los representantes del directorio, personificados por Héctor Timerman, vicepresidente del mismo, una aclaración sobre la verdadera composición del capital de la empresa para ser publicada en la primera página de "La Opinión". Entonces se me reitera que el "grupo Gráiver" nada tenía que ver en la empresa, y que David Gráiver o sus asociados jamás habían suscripto acciones, pues la absoluta mayoría del capital había estado siempre en manos de los fundadores y titulares de la empresa. Por pedido mío la aclaración fue publicada en el diario, el martes 18 de abril con la firma de Héctor Timerman.
Pregunta: ¿Le consta que el diario recibía o recibe colaboraciones de conocidos dirigentes del Partido Comunista argentino?
Jara: Sí. Son colaboradores del diario Héctor Agosti, Jesús Mira y Ernesto Giudice, este último separado del Partido Comunista hace un tiempo.

Continúa declarando Jacobo Timerman, el 18 de abril de 1977, en La Plata

Pregunta: ¿Podría repetirnos cómo y en qué condiciones fue reclutado el personal de izquierda en "La Opinión", y si Ud. conocía su ideología?
Timerman: Al crearse "La Opinión" contraté un número inicial de cinco periodistas cuya ideología conocía. En especial la ideología izquierdista pro-marxista de los hermanos Julio y Juan Carlos Argañaraz. También conocía la ideología peronista izquierdista de Tomás Eloy Martínez tal como él se proclamaba. Este equipo inicial de cinco personas tomó a su vez la mayor parte del personal de redacción entre ellos Lidia Ferreyra, María Victoria Walsh, Enrique Burgos, Juan Gelman, Paco Urondo, Andrés Alsina Bea, Néstor Abasólo, Adolfo Spunberg. A medida que se desarrollaban y aumentaban las actividades de la Juventud Trabajadora Peronista en el diario, a través del bloque gremial de prensa y de ciertas informaciones que se publicaban sin autorización, descubrí la ideología de esa gente. Hubo una serie de conflictos, después de los cuales toda esa gente fue despedida del diario. Algunos de ellos eran marxistas, y la mayoría eran de la Juventud Peronista.
Pregunta: ¿Qué corriente ideológica imprimió a "La Opinión"?
Timerman: La corriente ideológica que imprimí al  diario desde sus comienzos se desarrolla en dos fuentes, el sionista y el marxista. En el frente del sionismo fue-ron publicados gran cantidad de materiales que defienden la posición de Israel frente a los países árabes y la actividad de las colectividades judías en todo el mundo. En el frente del marxismo he dado cabida a materiales ideológicos de todos los sectores en que se divide el marxismo en el mundo. En el último año he adoptado la posición del eurocomunismo. Adopté esa política informativa, en primera instancia, como un método eficaz de penetrar en los sectores intelectuales y estudiantiles que estaban muy diversificados. De este modo los abarcaba a todos. Cuando apareció el eurocomunismo, me pareció que era la estrategia más apropiada en estos momentos para la difusión de la doctrina marxista.
Pregunta:   ¿Podría definirnos su propia ideología?
Timerman: Mi militancia política ha sido casi total-mente en las organizaciones sionistas; pero mi simpatía ideológica ha estado siempre orientadas hacia el marxismo.
Pregunta: ¿Qué apoyo económico recibió del exterior "La Opinión" y por qué?
Timerman: Por mi apoyo a la política exterior de los EE. UU. desde las páginas de "La Opinión", la "Harris Corporation" me ha informado que el Eximbank ve favorable el otorgamiento de un crédito a "La Opinión" a varios años de plazo con bajo interés, para la compra de una rotativa de aproximadamente dos millones y medio de dólares, sin necesidad de avales bancarios. Uno de los ejecutivos de la "Harris Corporation" me entrevistó en el diario para informarme de eso, y del apoyo de la Embajada de EE. UU. en Buenos Aires. Hace poco más de un año, una consulta que se hizo en el Eximbank de Washington dio resultado negativo, porque no se con-cedían créditos a empresas argentinas privadas debido a la situación política del país. Por otra parte, la empresa Planag de Alemania Oriental también ha ofrecido un crédito sin avales a "La Opinión" para la compra de una rotativa por una suma similar, como apoyo a la política marxista del diario.
Pregunta: ¿La publicación de artículos destacando la acción de la guerrilla también respondían a la ideología del diario?
Timerman: Los artículos que aparecieron en el período 1971/73, ya sea difundiendo o destacando las actividades guerrilleras en la Argentina, formaban parte de la política del diario de buscar temas izquierdistas que le permitieran penetrar en los ámbitos intelectuales y juveniles.
Pregunta: ¿Por qué despide a los izquierdistas que Ud. mismo había tomado para trabajar en el diario?
Timerman: En junio de 1973, decido desprenderme de todos los activistas de la J. P., porque recibí información, a través de los canales periodísticos, de que el General Perón iba a deshacerse de Cámpora y que trataría de neutralizar los sectores extremistas del peronismo. Pensé que era prudente ir logrando paulatinamente un tono más moderado en el diario. Por eso tomé a Enrique Jara para reorganizar el diario.
Pregunta: Explique los motivos que lo llevaron a publicar Habeas Corpus.
Timerman: Recientemente el diario entendió que habría una apertura política, tal como se desprendía de algunos mensajes y discursos del Presidente Videla. Supuse entonces que los sectores políticos juveniles volverían a jugar un importante papel en las luchas y que la publicación de Habeas Corpus los iría ligando al diario. Por eso inicié la publicación antedicha.
Pregunta: ¿Recibió alguna advertencia por parte del gobierno?
Timerman: Tal como lo dije antes, el Ministro del Interior me convocó a su despacho para informarme que la publicación de Habeas Corpus interfería en la actividad pacificadora de las Fuerzas Armadas. Me dijo que de vez en cuando se podría publicar algunos para que no diera la impresión de una censura total.
Pregunta: ¿Ud. siguió esas indicaciones? Timerman: No. A pesar de la  advertencia del Ministro, hice una publicación de Habeas Corpus de la cual soy único responsable, referida al caso Levitan. No tengo el artículo presente pero creo que se trataba de un caso especial de Habeas Corpus presentado directamente ante la Suprema Corte de Justicia por no haber transmitido el correo un telegrama al Papa.
Pregunta: Repítanos cómo fue su relación con José B. Gelbard.
Timerman: Fue de vínculos personales, pero nunca de asociación económica. Cuando Gelbard era Ministro de Economía, en algunas oportunidades me sugirió algunos artículos, o que subrayara algunos párrafos de algún discurso ministerial. Lo hacía a través de dos colaboradores, el "Chango" Funes y un señor Palacios, que actuaban con él en el Ministerio. •
Pregunta: ¿Qué tipo de periodismo realiza Ud. a través de "La Opinión"?
Timerman: El tipo de periodismo que realicé y que realizo se basa en aprovechar los momentos coyuntura-les en el campo de la política, de la economía y de la cultura. Se trata simplemente de aportar los materiales que la gente quiere leer en ese momento, y le doy preferencia al material sionista y al marxista.
Pregunta: ¿De dónde obtiene las informaciones sionistas y marxistas?
Timerman: Para ubicarme en relación al sionismo, viajo todos los años a Israel o periódicamente, donde converso con los líderes políticos. Por ejemplo el señor Harrarri, Jacobo Tzur, Souval del Ministerio de Educación y el señor Israel Gurr Arrie de la Cancillería. En cuanto a los materiales marxistas, sigo atentamente las informaciones internacionales y selecciono aquellas que corresponden al momento político que vive el país.
Pregunta: ¿Qué más puede agregar sobre su vinculación económica con David Gráiver?
Timerman: Esta vinculación comenzó, como dije anteriormente, cuando un asociado de Gráiver, el Doctor Victorino Grimbaum nos propuso a Güiraldes y a mí asesorar al Banco Comercial de La Plata, que la familia Gráiver recién había adquirido para la ampliación de su cartera de clientes. Posteriormente, estuve asociado con Gráiver en el diario "La Opinión" y habíamos pensado estudiar el proyecto de un diario para la ciudad de Nueva York.

 Declara Ramiro M. Casasbellas en La Plata, el 21 de abril de 1977
Pregunta:   ¿Dónde  ha  trabajado como periodista?
Casasbellas: Soy periodista desde hace veinte años y trabajé en órganos tales como "La Razón", "Primera Plana", Agencia Reuter-Latín y también en radio y tele-visión, en programas de índole periodística.
Pregunta:  ¿Cuándo conoció a Enrique Jara Pagani?
Casasbellas: Conocí a Enrique Jara a mediados de 1971, cuando me incorporé a la redacción de la Agencia Reuter Latín donde Jara desempeñaba la jefatura del servicio noticioso.
Pregunta:   ¿Cuándo   conoce  a  Jacobo   Timerman?
Casasbellas: Conocí a Jacobo Timerman cuando trabajé en "La Razón", alrededor del año 1957. Luego trabajé a sus órdenes durante el escaso tiempo en que Timerman ejerció la dirección de la revista "Primera Plana", aproximadamente desde fines de 1962 a mediados de 1964. Yo seguí trabajando en la revista hasta fines de 1970;
Pregunta:   ¿Cuándo se vincula con "La Opinión"?
Casasbellas: Precisamente para esa época, Timerman me convoca para integrar la redacción de un diario que pensaba editar en breve. Me ofrece el cargo de sub-director. En el momento en que decido aceptar ese ofrecimiento, Timerman me comunica que va a haber dos subdirectores, es decir yo y Julio Argañaraz. Entonces resuelvo no aceptar el ofrecimiento.
Pregunta: ¿Qué razones tuvo para rechazar el cargo? Casasbellas:   Fueron  tres razones.  La primera por haberme cambiado la propuesta inicial, en cuyo caso una aceptación significaba aceptar de hecho nuevas modificaciones en el futuro, lo qué no es normal en ninguna actividad. La segunda, porque estimaba que el señor Argañaraz, debido a su poca experiencia periodística, no estaba capacitado para desempeñar tan importante tarea. La tercera, porque además de esa inexperiencia profesional, lo creía un hombre de orientación izquierdista. Por otra parte, cuando rechacé el ofrecimiento, me había enterado de que los principales miembros de la redacción del diario estaban apalabrados para ingresar. Esto es un desacierto porque mal se puede asumir el cargo de subdirector de un diario a salir, sin participar en la selección del personal que tendrá tareas directivas o de conducción. Entre los que me citaron como integrantes del futuro diario estaban Juan Carlos Argañaraz, hermano del anteriormente citado, Horacio Berbinsky y Juan Gelman. Estos también eran políticamente de izquierda. Tiempo después, en los primeros meses de 1972, Timerman volvió a llamarme y renovó su invitación. Me señaló que Julio Argañaraz había fracasado y que yo podía entonces asumir la subdirección. Yo rechacé la oferta nuevamente.
Pregunta: ¿Por qué rechazó este segundo ofrecimiento?
Casasbellas: Porque "La Opinión" había tomado un sesgo peligroso. Era como si hubiese perdido toda noción del límite ético de la profesión. Por obra de muchos o algunos de sus directivos y redactores, formulaba continuas apologías de los grupos violentos y subversivos, así como de los sistemas de los países comunistas. A mediados de 1973, Jara renunció a la agencia Reuter-Latín para pasar a "La Opinión". Una vez que ingresó en el diario, tuvo varias conversaciones conmigo para interesarme en que me incorporara a "La Opinión". Jara me explicó que había sido llamado por Timerman para remodelar totalmente el diario, no solo en cuanto al personal sino también en cuanto a la factura y orientación del mismo. Me dijo que ya estaba erradicando los elementos extremistas que trabajaban en "La Opinión" y agregó que, para la factura y orientación del diario, deseaba encontrar profesionales aptos y de reconocida probidad intelectual y política como yo para hacer el proyecto que le encargó Timerman. Que ese proyecto era el de un diario serio, veraz, honesto, para un país democrático y pluralista, respetuoso de la Constitución, las leyes y las instituciones de la República, defensor del orden y de los grandes intereses nacionales, y defensor de la paz, la seguridad y el tradicional modo de convivencia de los argentinos. Luego de estas conversaciones con Jara y ya casi decidido a ingresar en "La Opinión", tuve una conversación con Timerman. Este reiteró las líneas básicas del nuevo diario, o de la nueva orientación del diario, insistiendo en la necesidad de destacar la democracia pluralista, el repudio a la subversión y la violencia, y el imperio del orden y la Ley. En ese momento le pregunté a Timerman acerca de las versiones circulantes en el medio periodístico, según las cuales "La Opinión", o un parte del diario, no eran de su propiedad. Timerman me sostuvo que el diario era propiedad absoluta suya. Entonces el 1° de diciembre de 1973 ingresé a "La Opinión" como subdirector, acompañando a Jara, que desempeñaba el mismo cargo en la tarea de rehacer el diario.
Pregunta: ¿Tomó a nuevo personal a partir de ese momento?
Casasbellas: Se fueron incorporando periodistas profesionales y limpios en política. Otros se habían incorporado antes, cuando ingresó Jara. Puedo citar entre estos a Luis Clur, Oscar Ruiz, Heriberto Kahn. En la redacción del diario se encontraban ya trabajando varios elementos humanos positivos y de calidad moral e intelectual, quienes sumaron su esfuerzo a la tarea de reconvertir "La Opinión".
Pregunta: ¿Qué dificultades surgieron en la tarea de encauzar el diario?
Casasbellas: No fue una tarea sencilla debido a la mala opinión que se tenía del diario en los ambientes periodísticos, políticos, etc. Pero puse mi mayor esfuerzo en lograrlo, ya que encontraba un clima general de buena disposición. El mismo denuedo había en mis colegas. Pero no obstante las reiteradas promesas de Timerman en cuanto a la libertad para reencauzar el diario, hubo discrepancia en muchos aspectos de la confección del material. Por empezar Timerman, en su calidad de director del diario, a menudo imponía sus decisiones contra la opinión de sus directivos subordinados. Por ejemplo, "La Opinión Cultural" que era un suplemento de los domingos, era manejado por él y por Tomás Eloy Martínez, a despecho de las opiniones adversas de los directivos que veían en ese suplemento una vía abierta para apologizar la subversión. Otro ejemplo era la Sección Economía, donde se formulaba una defensa acérrima de la gestión del entonces ministro José Ber Gelbard. Timerman impedía que el diario diese cuenta de las críticas que se formulaban desde partidos y organizaciones vinculadas a la economía. Cuando el Congreso investigó los contratos de Aluar, por orden de Timerman el tema fue tratado sin ninguna objetividad. Timerman aparecía entonces como una especie de propagandista de Aluar, en momentos en que toda la prensa argentina apoyaba la investigación. Del mismo modo, Timerman tenía a su cargo orientar la información y los análisis vinculados con el conflicto del Oriente Medio. Con ese motivo el diario publicaba esos materiales sin objetividad y con una mira siempre favorable al Estado de Israel. Pero le aclaro que, a pesar de estas interferencias, me sentía haciendo una tarea positiva. Recuerdo que, con el correr del tiempo, otros periodistas de calidad se fueron sumando: Eduardo Paredes, Daniel Muchnik, Ernesto Schoo y José Ignacio López. Ellos le imprimieron al diario, junto con los demás directivos y redactores, un tono sereno, sin estridencias panfletarias ni desbordes de ninguna especie en su tarea de observar y de informar sobre la realidad. No obstante este esfuerzo aún persistían algunos elementos nocivos en el plantel de redactores, entre ellos María Victoria Walsh, abatida hace poco en un enfrentamiento de subversivos con las fuerzas de seguridad. Estos elementos, pretextando reivindicaciones salariales, hicieron un movimiento de fuerza a mediados de 1974, ocuparon las instalaciones del diario durante varios días. En las asambleas previas realizadas por el personal en la sala de redacción, pese a la prohibición existente de celebrarlas —de esto me enteré por terceras personas ya que por mi cargo no podía intervenir en ellas— se manifestó como un líder gremial clasista Enrique Spunberg, que era redactor del Suplemento Cultural. Este llegó, en su crítica a la empresa, a escribir en un baño la frase "Timerman es holandés", aludiendo a la derrota futbolística sufrida por el seleccionado argentino frente al de Holanda. Pese a esta actitud, tiempo después, cuando Tomás Eloy Martínez deja el diario y se va a Caracas, Timerman anunció a sus subdirectores que había designado jefe del Suplemento Cultural a Spunberg. Cuando los subdirectores le indicamos lo peligroso de ese nombramiento, Timerman nos dijo que él no veía tal peligro y llevó adelante su decisión. Spunberg pasó dos meses en ese puesto y luego lo abandonó y volvió a su puesto de redactor. Pasado el tiempo, más o menos a mediados de 1976, Spunberg traicionó la buena fe del Jefe del Suplemento: en un artículo firmado por él introdujo una alusión desvergonzada, favorable al escritor Haroldo Conti, quien había desaparecido y de cuya desaparición el diario nunca dio cuenta luego de consultar a las autoridades del Gobierno. Este contrabando ideológico de Spunberg obligó a destruir toda la edición del suplemento, que ya estaba impresa. Se lo reimprimió sin el fragmento de marras, y sin una ilustración tomada de la revista "Patoruzú" que figuraba en la página y que Spunberg había colocado con evidente intención de ofender a la policía, ya que la ilustración mostraba a un comisario u oficial de la campaña, de esos bonachones y gauchos. Sólo después de ese grave incidente Spunberg fue despedido. .„ Recuerdo también un largo artículo de Tomás Eloy Martínez, traído por Timerman de Caracas a Buenos Aires con el fin de que lo redactara y que se tituló "El miedo de los argentinos". Ese artículo sólo favorecía a los subversivos, sin ocuparse de las víctimas militares y civiles causadas por aquéllos. Sé que Jara introdujo en el artículo las enmiendas necesarias para destacar lo que se omitía. Yo fui el encargado de hacer un breve texto introductorio para ese artículo que salió como una separata de cuatro páginas. En ese texto se ejemplificó cómo la subversión de izquierda había comenzado y desatado la violencia y el asesinato en la Argentina. Sé que Martínez quiso publicar una aclaración desde Caracas, desautorizando los agregados a su artículo y que Jara sostuvo la posición de que si se publicaba esa aclaración en el diario, debía acompañarla de otra nota denunciando y esclareciendo la trampa ideológica de Martínez. Finalmente triunfó el criterio de no publicar la aclaración solicitada por Martínez.
Pregunta: ¿Alguna vez Timerman le indicó algún tipo do lineamiento político que debía sostener el diario?
Casasbellas: A mí me indicó hacer un diario honesto y veraz, serio y moderado, en favor del imperio de la democracia pluralista, la ley y el orden, la paz nacional.
Pregunta: ¿Alguna vez Timerman le dio a conocer su intención de que el diario tuviera un corte proclive al marxismo?
Casasbellas: No.
Pregunta: ¿Notó una contradicción entre lo que Timerman enunciaba como política general del diario y las interferencias aludidas anteriormente?
Casasbellas: Sí, las observaba. Timerman dominaba ciertas áreas del diario, que ya fueron enumeradas, y en ellas desvirtuaba las grandes pautas que él mismo me había señalado, como ocurrió con el suplemento cultural, la sección economía, la sección política internacional y también a veces la sección de política nacional. A fines de 1975 se produjo un incidente entre Timerman por un lado y Jara y yo por el otro. Timerman ordenó a uno de los gerentes que pasara por encima de los subdirectores con motivo del supuesto atraso que Jara y yo teníamos en el inicio de la impresión del diario. Nosotros le dijimos a Timerman que la actitud del gerente la considerábamos una grave injuria. En ese momento Timerman nos dirigió una carta insultante. La carta, firmada de puño y letra por Timerman, decía que nosotros carecíamos de dignidad, cuando en verdad lo que habíamos intentado era obtener respeto por ella. También agregaba que quería tener una conversación con ambos para acordar nuestro retiro del diario, en un evidente gesto por desprenderse de nosotros. Terció entonces Jorge Rótemberg, director ejecutivo de "La Opinión", pidiéndonos que permaneciéramos en el diario ya que, según él, Timerman estaba conforme con la tarea de ambos, y todo se había reducido a un momento de exasperación. Luego de reflexionar sobre varias cosas decidí quedarme.
Pregunta: ¿Por qué decidió quedarse?
Casasbellas: Primero, porque se me había desagraviado. Segundo, porque aún vivía el drama de la muerte de mi esposa y mis dos hijas mujeres en un accidente automovilístico en enero de 1975. Siendo viudo y con un hijo varón de corta edad, no podía añadir la falta de trabajo en momentos nada sencillos para la vida económica nacional. Además porque me encontraba conforme con la línea que llevaba el diario en su análisis del desquicio del gobierno de entonces. Pensé que así contribuía desde mi modesto puesto de lucha al postulado de hacer un diario defensor de la Constitución, el orden y la paz.
Pregunta: ¿Qué actitud tomó, desde el diario, frente al proceso de marzo de 1976?
Casasbellas: Cuando ocurrió el pronunciamiento militar del 24 de marzo de 1976 me mantuve en el diario con la convicción de que el proceso iniciado entonces debía ser apoyado por todos y también, en este caso por "La Opinión". Escribí numerosos artículos de respaldo a dicho proceso, incluyendo varios sobre la necesaria unidad de las Fuerzas Armadas en el combate contra la subversión. Recuerdo entre ellos una nota con mi testimonio personal de lo que sentí durante una misa en sufragio del teniente Berdina, caído en Tucumán. Recalqué la necesidad de cohesionar a todos los argentinos de bien alrededor del proceso, para que no se perdiera la oportunidad abierta de reorganizar el país; y también las manifestaciones de las altas autoridades de la Nación de que el proceso debía desembocar con la instalación de una democracia auténtica pero también moderna y estable.
Pregunta: ¿Cuál era la actitud de Timerman?
Casasbellas: Si bien Timerman anunció que el diario apoyaría el proceso en marcha, tuvo nuevamente actitudes personales que se contradecían con ese anuncio. Por ejemplo, su orden de publicar una sección permanente titulada "Habeas Corpus". Esta orden la revocó más tarde, luego de una entrevista con el Ministro del Interior.
 Pero pasado un tiempo ordenó la publicación del llamado caso Levitan y de una presentación de abogados a la Corte Suprema por la desaparición de 400 personas. Otro ejemplo fue la prohibición que nos hizo de publicar sobre los casos de disidentes en Alemania Oriental y toda noticia sobre los males políticos y el despotismo de dicho régimen, con el pretexto de que estaba negociando la compra de una rotativa en dicho país. Otro ejemplo más: el artículo del sacerdote Pellegrini sobre la Iglesia y los derechos humanos, que Timerman hizo reproducir en el Suplemento Cultural de "La Opinión", tomándolo de una revista de los jesuitas argentinos. Pese a que Timerman sabía que ese artículo había causado irritación en sectores del gobierno y de las Fuerzas Armadas, lo hizo publicar otra vez más en la revista "La Opinión Semanal", que es una selección de los artículos publicados por el diario. Timerman después de haberle confiado la preparación y lanzamiento de la revista a Jara puso al mando de la misma a su hijo, Héctor Timerman, joven absolutamente inexperto que cumplía al pie de la letra las instrucciones del padre. Esa segunda publicación del artículo ocasionó la clausura temporaria de "La Opinión" por dos días, a fines de enero de 1977.
  
  
EL PODER EN LAS SOMBRAS
CAPITULO 2
PARTE 8



Reunión conjunta de Jacobo Timerman, Luis Enrique Jara Pagani, Ramiro Manlio Casasbellas y Lidia Papaleo de Gráiver, el 21 de abril de 1977 en La Plata
Pregunta: Señor Timerman, como hay evidentes contradicciones en algunas de las cosas que usted dijo con lo que dijo Jara y con lo que dijo Casasbellas, vamos a confrontar en esta reunión las opiniones para clarificar el panorama.
Señor Timerman, ¿cuándo crea usted el diario "La Opinión"?
Timerman: El 4 de mayo de 1971.
Pregunta: ¿Usted tenía formada una idea de lo que iba a reflejar en "La Opinión"? ¿Tenía algún modelo?
Timerman: Tenía como modelo a "Le   Monde".
 Pregunta: ¿Qué orientación tiene "Le Monde" de París, a su juicio?
Timerman: "Le Monde" de París es un diario que tiene mucho eclecticismo en su orientación. Por ejemplo, la sección economía es de centro derecha, la sección política y política internacional es de centro izquierda diría yo, y la parte cultural es de izquierda. Entendiendo por izquierda reunir a todas las variantes que da la izquierda. Es un diario que se ha especializado, por ejemplo, en las críticas a Rusia.
Pregunta: Usted, cuando habla de centro-derecha, ¿puntualiza centro derecha dentro de la izquierda o dentro de algún otro tipo de orientación?
Timerman: No, lo que se llama comúnmente derecha.
Pregunta: Al crear "La Opinión", ¿adopta como símil el diario "Le Monde"?
Timerman: Adoptarlo como modelo   más que nada.
Pregunta: ¿Cómo se considera ideológicamente? Ya lo hemos charlado, tengo acá su declaración...
Timerman: Sí, sí. Yo creo que me considero ideológicamente, lo que se llama ideológicamente, que es un término político y no filosófico, me considero un izquierdista.
Pregunta: ¿A qué llamaría usted izquierdista?
Timerman: Anticomunista. Una izquierda anticomunista.
Pregunta: ¿La izquierda la considera originada en el marxismo?
Timerman. No necesariamente.
Pregunta: ¿Qué otros movimientos tiene la izquierda?
Timerman: Hay movimientos de izquierda que están ligados a revoluciones nacionales, a defensa de soberanías. Por ejemplo, hay una izquierda rumana que es to-talmente antisoviética.
Pregunta: ¿Originaria en qué?
Timerman: La izquierda rumana es de origen marxista, pero no todas las izquierdas son de origen marxista. La socialista, por ejemplo, no es de origen marxista.
Pregunta: ¿Cuál socialista?
Timerman: Socialista del partido de Américo Ghioldi, diríamos acá.
Pregunta: No, no Timerman. El socialismo de Américo Ghioldi no está en discusión, primero. Segundo, tiene su origen en algo, en un espectro ideológico.
Timerman: En Marx tiene su origen, aunque con interpretaciones...
Pregunta: Concretamente Timerman, no busquemos tangentes.
Timerman   No, pero...
Pregunta   No, concretamente. Timerman: No busco tangentes.
Pregunta. Concretamente Timerman, la izquierda a la que usted se refiere, ¿dónde tiene su origen concreto?
Timerman: La izquierda a que yo me refiero tiene su origen en el marxismo. Pero también concretamente quiero decirle que en el marxismo tuvieron origen muchos movimientos muy contradictorios entre sí. No existen las cosas tan concretas en ideologías como usted me las quiere plantear.
Pregunta: Todos conocemos las diferentes y distintas interpretaciones del marxismo, desde las más antiguas hasta las más actuales. Lo que yo quiero dejar en claro es su orientación ideológica personal.
Timerman: Muy bien, se lo voy a decir. Pero mucho más ambiguo es marxismo que izquierda.
Pregunta: Es la cuna, ¿sí o no?
Timerman: Es la cuna, sí señor, yo soy sionista...
Pregunta: Que usted opte por una variante después lo podemos tratar, pero el origen es ése, ¿sí o no?
 Timerman: ¿Usted dice si el origen de la izquierda es el marxismo? Sí.
Pregunta: ¿Es correcto? Timerman: Sí, claro.
Pregunta: ¿Usted puede optar por una de las variantes del marxismo?
Timerman: Por supuesto.
Pregunta: Perfecto. Vamos al origen de esto: usted crea "La Opinión" y pone como simil a "Le Monde". Timerman: Sí señor.
Pregunta: Personalmente, ¿usted cómo se considera ideológicamente?
Timerman: Ideológicamente, un hombre sionista de izquierda, cosa que existe taxativamente...
Pregunta: Partimos de la base que la izquierda se genera en el marxismo.
Timerman: Sí señor.
Pregunta: Perfecto Timerman. ¿Usted considera haberle impreso a su diario esa dirección?
Timerman: Por lo menos reconozco que lo he intentado, porque no siempre lo he logrado. Pregunta: ¿Por qué? Timerman: Porque lo he intentado. Pregunta: ¿Qué busca usted?
Timerman: Buscaba un mercado, en el mercado de diarios digamos así, de publicaciones argentinas, que es el único sector que no estaba atendido.
Pregunta: Entonces ¿hacia qué sector se dirigía su periódico?
Timerman: Hacia el sector de la izquierda.
Pregunta: ¿Para atender qué necesidades de ese sector? ¿O qué necesidades pretendía suplir de ese sector?
Timerman: De información, de representación, de documentos ideológicos. Lo que es una publicación en toda su magnitud.
Pregunta: La información, Timerman, ¿es divulgación?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿En la divulgación subyace la captación?
Timerman:     La captación tiene numerosos matices.
Pregunta: Concretamente Timerman, subyace ¿sí o no?
 Timerman: Bueno concretamente... la captación...
Pregunta: ¿Quiere clarificar las fases?
Timerman; No, pero usted no me deja contestar. No existe el sí o el no en los procesos ideológicos; es muy difícil el sí o el no.
Pregunta Repito, en la divulgación, ¿puede subyacer la captación?
Timerman: En la divulgación subyace la captación. Puede ser captación de lectores y puede ser captación de adherentes partidarios. En mi caso era de lectores.
Pregunta: No arribé todavía a esa fase.
Timerman: No, por eso le digo. Hay muchos aspectos de captación.
Pregunta: ¿Entonces usted reconoce haberle impreso a su diario una corriente sionista, izquierdista pro-marxista?
Timerman: Ahí soy yo quien no entiende qué quiere decir "pro-marxista".
Pregunta: ¿No entiende lo que quiere decir favorecer los lineamientos de una corriente, divulgar esa corriente?
Timerman: No lo creo. Le voy a explicar por qué: no es lo mismo ejercer el periodismo que publicar un tratado político o un libro. El periodismo se manifiesta a través de mecanismos mucho más vastos, no es tan concreto.
 Pregunta: Timerman, vamos a llegar a especificar una cosa: si usted publicó un tratado o no; eso sería una pregunta posterior, cuando entremos a considerar la Sección Cultural y a Mandel. ¿Puso en conocimiento de su personal, en las distintas épocas, cuál era la orientación que le imprimía usted al diario?
Timerman: No señor.
Pregunta: Señor Jara, al hacerse usted cargo, a mediados de 1973, ¿el señor Timerman le hace conocer lo que él ahora está aquí aseverando?
Jara: Me dijo exactamente todo lo contrario. Me dijo que lo que quería hacer era un diario democrático, pluralista, en un país que se encaminaba a la posibilidad de fundar una democracia orgánica. Y me afirmaba que era el único propietario del diario y el hombre capaz, por el control patrimonial que tiene, de investirme de faculta-des como para eliminar del diario a un grupo que, contra su voluntad, le daba al diario la ideología que él ahora está confesando le quiso dar. Y me ofreció darme las facultades como para desalojar a ese grupo de personal que ideológicamente estaba ubicado en lo que él ahora manifiesta que quería, y que contrate nuevo personal como para refundar el diario que él siempre quiso hacer, un diario democrático, pluralista, responsable, compatible con lo que yo personalmente desearía para el país donde estoy residiendo.
Pregunta: Señor Casasbellas, ¿cuando usted es invitado a formar parte del staff de "La Opinión" el señor Timerman, su director responsable, le informa de la orientación que le imprimía, o pensaba imprimir al periódico?
Casasbellas: No, lo que se me dice es que se trata de hacer un diario. Estaba en curso un proceso constitucional en la Argentina. Se trataba de escribir para que ese proceso no se perdiera, para hacer un diario manteniendo el sistema democrático, las leyes, la constitución, contra la violencia, contra toda transgresión de las normas constitucionales que nos regían y, fundamentalmente, ver si este proceso se encaminaba realmente a una conciliación nacional como preconizaban las autoridades y apoyar todo lo que eso tenía de positivo, es decir el funcionamiento del Congreso, Tribunales, Presidencia, Ministerios en un esquema constitucional y legal.
Pregunta: Señor Casasbellas, ¿cuántos años tiene usted de periodista?
Casasbellas: Yo empecé en 1956. Son veintiún años.
Pregunta: Señor Jara, ¿cuántos años lleva ejerciendo la profesión de periodista?
Jara: 20 años.
Pregunta: En el ambiente periodístico, cuando se ejercen 20 años de profesión, ¿se conoce a los colegas en todas sus fases, su idoneidad, su ideología?
Casasbellas: Sí, se los conoce, claro. Se los va conociendo.
Pregunta: Señor Jara, ¿está de acuerdo con Casasbellas?
Jara: Sí. En términos generales, sí.
Pregunta: Señor Timerman, ¿cuántos años tiene usted en la profesión?
Timerman: 30 años.
Pregunta: ¿No conocía el elenco que usted tomó, para que le secundase al crear "La Opinión"?
Timerman:  No señor. Ni siquiera conocía al señor Jara
Jara: Pero es que a mí no me contrataste cuando organizaste el diario.
Timerman: No, no. Quiero decir que incluso a Jara lo conocí de casualidad en la Reuter.
Pregunta: La pregunta es concreta, ¿usted conocía a todo el personal o parte del personal que ingresó en el año 1971?
Timerman: A parte del personal, sí.
Pregunta: ¿Usted dispone que alguien se haga cargo de la subdirección del periódico?
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿Quién es?
Timerman: Julio Argañaraz.
Pregunta: ¿Conocía la capacidad de Julio Argañaraz.?
Timerman: No.
Pregunta: ¿Conocía la ideología de Julio Argañaraz?
Timerman: A través de lo que se ha expresado. La capacidad, no. Nunca había trabajado con él.
Pregunta: ¿En sus expresiones nunca se manifestó simpatizante de tal o cual línea política?
Timerman: Ocultó muchísimo su identidad. Eran siempre ideas generales.
Pregunta:  ¿Qué pautas ofrecía el señor Argañaraz?
Timerman: Pautas generales de una persona de izquierda.
Pregunta: ¿De qué izquierda? Timerman: Es muy difícil precisar.
Pregunta: ¿De qué izquierda? Si usted se remonta al origen paterno de los hermanos Argañaraz, va a encontrar las pautas que ellos ofrecían, ¿sí o no?
Timerman: El origen paterno no lo conozco. Pregunta: ¿No sabía Ud. que sus ascendientes eran... Timerman: Ah, vascos, sí, sí.
Pregunta: ¿Qué tomaron parte de la guerra civil española?
Timerman: Sí, sí, eran vascos.
Pregunta: ¿Expresaban su simpatía por determinado frente?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Y por los líderes de ese frente?
Timerman: Por los líderes republicanos españoles.
Pregunta: ¿Por ejemplo Dolores Ibarburi?
Timerman: Dolores Ibarburi. Companis y Aguirre.
Pregunta: ¿Usted sabía quién era Dolores Ibarburi?
Timerman: Sí señor. También quienes eran Companis y Aguirre.
Pregunta: Timerman, es usted evidentemente hábil. Pero continuemos. ¿conocía la extracción ideológica de los hermanos Argañaraz?
Timerman: Si señor.
Pregunta: A Tomas Eloy Martínez, ¿dónde lo conoce?
Timerman: Lo conocí hace muchos años cuando hacía crónicas de cine en "La Nación". Pregunta: ¿Trabajó con él alguna vez?
Timerman: En la revista "Primera Plana".
Pregunta: Señor Jara, ¿usted lo conocía como periodista a Tomás Eloy Martínez?
Jara: Sí señor.
Pregunta: ¿Dónde lo conoció?
Jara: En el diario "La Opinión".
Pregunta:   Señor Casasbellas, ¿lo conocía al señor Tomás Eloy Martínez?
Casasbellas: La primera vez que lo vi fue cuando él trabajaba en "La Nación" y yo en "La Razón". Yo hacía críticas de cine, además de ocuparme de tareas de secretaría en "La Razón".
Pregunta: ¿Tomás Eloy Martínez puede ser considerado como un antiguo periodista, conocido en el ambiente?
Casasbellas: Por lo menos debe tener la misma cantidad de años que yo.
Pregunta: ¿Usted le conoce sus inclinaciones ideológicas? ¿Ha observado cuál es su manera de sentir, su manera de escribir, su manera de difundir sus ideas, desde su punto de vista?
 Casasbellas: Es de fecha reciente, diría yo. En los primeros tiempos no tenía una posición política determinada.
Pregunta: ¿A qué le llama Ud. reciente?
Casasbellas: Yo diría que... a él lo conocí en el año 56 ó 57 y esto sería del año... diez años después, es decir hace 10 años. Sus posiciones políticas eran o parecían, o él hacía parecer como románticas.
Pregunta: Dentro de ese romanticismo ¿a qué tendencia correspondían?
Casasbellas: A una izquierda. Una izquierda si podemos llamarle festiva. Es decir, el dio luego un vuelco muy evidente en tiempos en que yo ya no estaba con él. El se fue de "Primera Plana" a trabajar a "Panorama".
Pregunta: Cuando Eloy Martínez entra a trabajar a "La Opinión", ¿ya había producido ese vuelco?
Casasbellas: Sí, sí.
Pregunta: ¿Es decir que cuando entra en "La Opinión" era un hombre de izquierda?
Casasbellas: Sí, sí.
Pregunta: Señor Timerman, Ud. lo contrató a Tomás Eloy Martínez?
Timerman: Sí, sí.
Pregunta: Señor Jara, ¿conoce al redactor Tomás Eloy Martínez?
Jara: Sí señor.
Pregunta: ¿Lo conoce desde hace tiempo?
Jara: Lo conocí cuando entré en "La Opinión".
Pregunta: ¿Qué podría decir acerca de su ideología?
Jara: Bueno, era un hombre que cuando yo entré en "La Opinión" militaba, participaba, escribía, decía y actuaba como un hombre coincidente con la orientación de las juventudes peronistas que ya en ese momento eran la presentación política o de superficie de la organización Montoneros.
 Pregunta:   Señor Timerman   ¿contrató Ud. a Silvia Rudni?
Timerman: Sí.
Pregunta:    ¿Ud. conocía su orientación ideológica?
Timerman: No, no la conocía. Ni la conocía a ella tampoco.
Pregunta:   ¿No la conoce tampoco actualmente?
Timerman: Sí. Digo que cuando la contraté no la conocía.
Pregunta:-¿La orientación ideológica de Néstor Abasólo?
Timerman: Tampoco.
Pregunta: ¿De María Victoria Walsh?
Timerman: Tampoco. No la conocía ni personalmente, ni su orientación.
Pregunta: Es coincidente o es raro ¿No es cierto?
Timerman: No la contraté yo a María Victoria Walsh...no la contraté yo. A la chica Rudni, sí.
Pregunta: Hay algo de contradictorio Timerman que quiero me lo esclarezca. ¿Ud. declara la orientación que pretendía darle a su diario. ..?
Timerman: Sí señor.
Pregunta:   ¿Usted manifiesta su manera ideológica de pensar?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Ud. manifiesta qué modelo quería hacer del diario desde sus orígenes?
 Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Y el equipo que Usted contrata es coherente con todo eso? Lo que yo no entiendo es por qué niega su responsabilidad.
Timerman: No la niego.
 Pregunta: Dice no conocer, o desconocer el equipo que estaba contratado...
Timerman: Ud. me parece que confunde responsabilidad con ciertos detalles de una empresa. Yo no niego ninguna responsabilidad de mi empresa. Hay cosas que han sido hechas sin mi consentimiento.
Pregunta: Yo me estoy refiriendo a las directamente realizadas por Ud.
Timerman: Por eso le digo: la de Silvia Rudni, sí. La de Tomás Eloy Martínez, sí. Pero quisiera hacer una aclaración, si me permite, a esa pregunta que Ud. acaba de hacer, en fin, para completar mi respuesta por lo menos.
Pregunta: Adelante.
Timerman: Ud. me hace una selección de nombres y dice que yo contrataba gente que entraba dentro de esa línea. Y sabe que yo le tendría que contestar que no, que es mucha más la otra gente. La gente que no pensaba de ese modo y que tenía una posición de centro izquierda general y muchas veces de centro derecha, si tomamos la lista de todo el personal de "La Opinión".
Pregunta: Tomando la lista de todo el personal de "La Opinión"...
Timerman: No los administrativos, sino periodistas, por supuesto.
Pregunta: Pero yo me refiero a los que tienen algún poder de decisión dentro del periódico. A la gente responsable o copartícipe de la responsabilidad del director, tal el caso de un sub-director, tal el caso de quien encabeza o dirige la sección cultural. Entonces hay dos responsabilidades distintas.
Timerman: No, pero no es el caso de Silvia Rudni, ni de la otra chica, que eran cronistas que no hacían absolutamente nada importante. Pero al mismo tiempo reconozca Usted que es muy importante en un diario como "La Opinión" la sección Economía.
Pregunta: ¿Qué me puede decir Usted de la sección Económica? ¿Quién la manejaba?
 Jara: En el momento que yo entro a "La Opinión", la sección Economía la manejaba un señor Crawley, que luego se retira del diario y me lo comenta precisamente por que no estaba dispuesto a seguir apañando con su responsabilidad el apoyo a la política del señor Gelbard.
Pregunta: ¿Quién propiciaba el apoyo a la política del señor Gelbard?
Jara: La apoyaba con instrucciones precisas de que el diario debía apoyar la política de Gelbard. Y la apoyaba a través de un contacto muy estrecho con el Ministerio de Economía y con la publicación de artículos, algunos de los cuales no eran confeccionados en el diario.
Pregunta: ¿Cómo dice usted Timerman ahora, que usted no ha nombrado o mantenía la responsabilidad de la sección Economía, que casualmente se rebela contra usted?
Timerman: Yo diría lo siguiente: que la primer persona que tomo en el diario para la sección Economía —es de la época que estamos hablando con el señor en el origen del diario— es un muy conocido representante del periodismo de centro derecha, del periodismo conservador, discípulo de Roberto Alemann: Jorge Riaboi.
Pregunta: Yo advierto que en sus contestaciones Usted, en vez de contestar a lo que se le pregunta, automáticamente evade la contestación yéndose a otra contestación tratando de...
Timerman: No, si ahora iba precisamente a contestar la suya pero quería complementar que eran dos épocas diferentes. En la primera época del ministerio de Gelbard, efectivamente, lo hemos apoyado en una actitud que, excepto el diario "La Prensa", era uniforme en todos los diarios.
Pregunta: No le estoy preguntando por los diarios. Le estoy preguntando por su diario.
Timerman: Sí señor, lo hemos apoyado.
Pregunta: Señor Casasbellas ¿Ud. ya desempeñaba funciones en el diario cuando sucedían estos acontecimientos de vinculación entre el Ministerio  de Economía y la Dirección de "La Opinión"?
Casasbellas: Sí, fue en diciembre de 1973.
Pregunta: ¿Qué puede decirnos al respecto?
Casasbellas: Bueno, el diario no atacaba la política, la gestión económica del Ministro Gelbard. El diario apoyaba la gestión del Ministro Gelbard, y siempre las instrucciones eran: "cuidado, no meterse con Gelbard".
Pregunta: ¿Ud. diría que el director de "La Opinión" actuaba objetivamente en cuanto a sus publicaciones y sus manejos referidos a los problemas que se suscitaban con el Ministro de Economía?
Casasbellas: Bueno, había críticas muy serias al Ministro de Economía que "La Opinión" nunca recogió.
Pregunta: ¿Cómo accionaba en esa oportunidad el señor Timerman? ¿Cómo se movía?
Casasbellas: Timerman proclamaba siempre su amistad con Gelbard, y las instrucciones que había eran de apoyar la gestión del Ministro Gelbard y no meterse con él.
Pregunta: ¿Ud. diría que era periodismo objetivo o que era una defensa asumida personalmente por el director de "La Opinión"?
Casasbellas: No era un periodismo objetivo, sin duda. Era una defensa de la gestión de este Ministro, que se traslada inclusive al caso Aluar que, mientras se trataba en el Congreso, "La Opinión" lo contempló sin la necesaria objetividad, más bien inclinando la balanza en contra de quienes estaban en contra de Aluar.
Pregunta: Señor Jara, ¿con relación a esta época hay algún otro indicador que ponga en evidencia, para usted., el nexo existente entre el Director de "La Opinión" y el ministro de Economía Gelbard?
Jara: Bueno, acabo de decir que el diario publicó artículos que no se producían en su propia estructura. Algunos de estos artículos los trajo al diario un señor de apellido Funes que era funcionario del Ministerio de Economía. Estos artículos no tenían solamente un contenido estrictamente económico, sino una proyección política más amplia y reflejaban los puntos de vista y controversias que interesaban al Ministro de Economía. Esos artículos le llegaban al director y éste ordenaba su publicación.
Pregunta: ¿Cuál era la política que le interesaba al Ministro de Economía, según su opinión?
Jara: Coyuntural. Es decir, cuando aparecía un contradictor de esa política, o de la gestión de Gelbard, el artículo por ejemplo, lo atacaba al Doctor Frigerio.
Pregunta: Señor Timerman, ¿existen lazos de amistad entre Usted y José B. Gelbard?
Timerman: Si señor.
Pregunta: ¿Existen lazos de otro tipo entre Usted y José B. Gelbard?
Timerman: Creo que él no es religioso y yo lo soy.
Pregunta: ¿Qué quiere decir con que él no es religioso?
Timerman: No va a la sinagoga, no practica lo religioso.
Pregunta: ¿Qué otro tipo de relación lo une a José B. Gelbard?
Timerman: Ninguna.
Pregunta: ¿Ningún otro tipo de relación?
Timerman: Una asociación en algo concreto, una relación más profunda, no.
Pregunta: Señor Timerman, recién le ofrecieron una sintética muestra de artículos que indican una coherencia ideológica y a la vez una gran coherencia en favorecer actitudes de la subversión. ¿A qué obedece esa coherencia? ¿Desconocía Ud. ese tipo de publicaciones?
Timerman: No las desconocía.
Pregunta: ¿Usted es responsable de ellas?
Timerman: Soy responsable. Pero contestando al origen de la pregunta, y no por irme por la tangente, yo podría seleccionar de "La Opinión" diez veces más artículos de esos que defienden las posiciones últimamente opuestas en la misma época. Lo que indica la gran incoherencia que tenía "La Opinión" en esa época Y si Usted me deja a mí la colección y cortar los artículos, le podría presentar por triplicado eso desde otro punto de vista.
Pregunta: ¿A qué obedece esa contradicción'' ,.A problemas de coyuntura, como dijo el señor Jara recién.
Timerman: Yo diría a problemas de la incoherencia en que vivía el diario en esa época, muy difíciles de resolver.
Pregunta: Pero no escapaba a su responsabilidad ese tipo de publicaciones.
Timerman: No, no escapa a mi responsabilidad. Estoy dando una explicación de cómo ocurrieron los hechos.
Pregunta: ¿Usted es consciente que favorecía la acción guerrillera con ese tipo de publicaciones?
Timerman: En ese momento no lo era.
Pregunta: ¿Y en la actualidad?
Timerman: En la actualidad, sí. La guerrilla era otra en ese momento también, por eso le dije en ese momento yo no era consciente.
Pregunta: ¿Cómo dice Ud. que no es consciente; es decir ,,que Ud. es un inconsciente que deja publicar cualquier cosa en su diario?
Timerman: No señor. Quiero decir que en esa época la situación política no era tan clara como lo fue después.
Pregunta: ¿Usted cree que no era clara? Usted mismo hace la apología de los individuos que matan y asesinan a personas de las fuerzas armadas, de las, fuerzas de seguridad y población en general ¿Eso no es claro? ¿No es claro que se defienda a individuos que son delincuentes subversivos como héroes?
Timerman: Si señor, eso es muy claro.
Pregunta: No en claro. ¿Qué os lo que necesita Ud. para ser claro? ¿O quiere mantener su incoherencia hasta en este momento?
Timerman: Yo no quiero mantener mi incoherencia. Concédame el derecho de defender lo que yo creo, en momentos difíciles para mí.
Pregunta: Se le concede el derecho para defenderse, pero también Ud. tiene que aceptar las cosas que se le presentan y no tratar de desvirtuarlas...
Timerman: Pero es que no las desvirtúo.
Pregunta: Señor Timerman, ¿entonces podemos sentar la base de que Usted era consciente y conocía los alcances, los perjuicios que ocasionaba a los intereses de la nación?
Timerman: No los medía en ese momento con la gravedad que tenían.
Pregunta: ¿Los conocía en su totalidad?
Timerman: Los conocía en su totalidad.
Pregunta: ¿Pudo haber escapado algún tipo de artículo a su conocimiento?
Timerman: Si escapó alguno, pude haberlo rectificado posteriormente. No quiero engañarlos, no leo todo, pero eso no quiere decir que escape a mi responsabilidad.
Pregunta: ¿Algún tipo de artículo, alguna vez, fue votado -por decirlo de alguna forma- entre integrantes de "La Opinión", para conocer la opinión de todos y lograr su publicación? ¿O era resuelto por Ud.?
Timerman: Hay un mecanismo de trabajo que son las reuniones diarias.
Pregunta: Concretamente, en el caso de publicaciones de tipo ideológico, ¿se consulta al staff y por votación se obtiene esa publicación? ¿O es Ud. quien da la orden para su publicación?
Timerman: Muchos de esos artículos...
Pregunta: Concretamente Timerman ¿sí o no? ¿Hay votación, hay consulta? ¿Sí o no?
Timerman: Votación pocas veces, consultas sí.
Pregunta: ¿A quién consultó?
Timerman: En el caso de estos artículos, muchos salieron sin que se me consultase a mí. Es al revés.
Pregunta: ¿Usted. es responsable?
Timerman: Soy responsable, reconozco mi responsabilidad.
Pregunta: Si estaba en desacuerdo con esos artículos pudo haberlos rectificado, ¿sí o no?
Timerman:   Posteriormente   muchos   de   ellos,   sí.
Pregunta: ¿Lo hizo?
Timerman: No señor.
Pregunta: Entonces quiere decir que de hecho usted acepta la responsabilidad y coincide con lo publicado, porque de lo contrario lo hubiera rectificado. Esos artículos que dice que no lo consultaron, ¿los rectificó?
Timerman: Posteriormente eché alguna gente, pero no rectifiqué los artículos.
Pregunta: Entonces quiere decir que si no rectifica los artículos, los artículos de hecho pasan a ser sus expresiones. ¿Está de acuerdo señor Casasbellas?
Casasbellas: En este caso, sí. Es una norma.
Jara: Absolutamente.
Pregunta: Continuando con esto, Timerman, ¿en la actualidad, con su equipo, consultó en alguna oportunidad sobre la publicación de algún artículo?
Timerman: En muchas oportunidades.
 Pregunta: ¿Hubo votaciones?
Timerman: Eso no podría precisarlo, muy rara vez. Quizás alguna vez lo hemos hecho.
Pregunta: ¿Alguna vez?
Timerman:  Puede ser que alguna vez lo hayamos hecho.  
Pregunta: Señor Jara. Ud. recuerda algún caso en que haya habido votación entre el staff directivo de "La Opinión" para la publicación de algún artículo?
Jara: Votación, jamás. Nunca hubo una votación en "La Opinión". El estilo de dirección de Timerman no permite la votación. Lo que Timerman algunas veces hizo es preguntar opinión sobre determinado artículo. Muchas veces la opinión fue negativa, y a pesar de ello se publicó.
Pregunta: ¿Qué demuestra eso? ¿Qué es democrática o autocrática la conducción del diario?
Jara: Que la conducción del diario es una conducción centralizada y que el director resuelve y decide qué es lo que va y qué es lo que no va.
Pregunta: Mientras Ud. fue subdirector, cuando fue consultado, ¿se tuvo en cuenta su opinión?
Jara En algún momento se tuvo en cuenta mi opinión. En otros momentos no se tuvo en cuenta.
Pregunta: ¿Cuándo o cómo?
Jara: Bueno, yo creo que no se tuvo en cuenta por ejemplo en el asunto mencionado aquí, en relación al ministerio de Economía. En todas las gestiones en relación al Ministerio de Economía, nunca se tuvo en cuenta. En el caso Aluar, tampoco se tuvo en cuenta.
Pregunta: ¿En política exterior?
Jara: En política exterior alguna vez se tuvo en cuenta. Pero muchas veces no solo no se tuvo en cuenta, sino que directamente no pasaba por mis manos.
Pregunta: ¿Y en la parte cultural?
Jara: La parte cultural nunca pasó por mis manos. El suplemento cultural lo dirigía directamente Timerman con Tomás Eloy Martínez, durante un tiempo. Luego con el señor Spunberg y luego con el señor Gregorich.
Pregunta: Señor Casasbellas, referido al tema de la pregunta que le fuera formulada recién al señor Jara, ¿qué dice Ud.?


EL PODER EN LAS SOMBRAS 
CAPITULO 2

PARTE 9
 

CONTINUACION
Reunión conjunta de Jacobo Timerman, Luis Enrique Jara Pagani, Ramiro Manlio Casasbellas y Lidia Papaleo de Gráiver, el 21 de abril de 1977 en La Plata

Casasbellas: En cuanto a votaciones, nunca ha habido una votación en el diario. Nunca sea votado nada. Triunfaba siempre la tesis del director. Su manejo del diario era en ese sentido un manejo directo, autocrático, como usted decía antes, pero si ha habido consultas en algunos casos.
Pregunta: Hubo discrepancias en algún tipo de artículo en especial?
Casasbellas: Si, hubo discrepancias. Pregunta. ¿Por ejemplo?
Casasbellas. Caso Gelbard, que mencionaba antes Jara; designación de Spunberg al frente del suplemento cultural; toda la tesis del diario o la información del diario respecto a los conflictos del Oriente medio; el caso que contábamos antes sobre la prohibición de publicar noticias desfavorables para el gobierno de Alemania Oriental.
Pregunta: Ud. menciono recién a Spunberg y pienso que tiene su significado. Yo quisiera que lo explique con claridad. ¿Cómo conoce Ud. las manifestaciones del señor Spunberg en cuanto a sus lineamientos o tendencias políticas? ¿Y cuáles son los acontecimientos que se suceden después?
Casasbellas: El era uno de los redactores de la sección cultural del suplemento cultural de los domingos. En el año 74 un grupo todavía enquistado en el diario ocupa las oficinas del diario — creo que durante quince días o una semana- y se producen algunas asambleas. Allí, y si bien yo no participaba de ellas o no participaba de las asambleas del personal, vi a Spunberg ejerciendo una especie de liderazgo o de cosa gremial muy virulenta contra la empresa que no daba aumentos de sueldo.
Pregunta: Tendenciosa, diría Ud. ..
Casasbellas: tendenciosa, claro.
Pregunta: ¿Tenía algún tipo de connotación en especial desde el punto de vista ideológico  o  político?
Casasbellas: Una connotación de izquierda, sin duda.
 Cuando vi aquel partido de fútbol que gana la selección holandesa, (no sé si era la selección o un equipo holandés) escribe "Timerman es un holandés" en la puerta de un baño. Cuando se va Tomás Eloy Martínez del país el suplemento queda acéfalo durante un número o dos, no recuerdo. Un día Timerman anuncia que ha decidido encargarle la dirección o la jefatura interina al señor Spunberg. Estaba muy encandilado por una nota que había publicado Spunberg con respecto a un filósofo, no sé si Hegel o Kant.
Pregunta: Volvamos un poquito hacia atrás en su historia. Así como conoció la tendencia de Spunberg, ¿Ud. considera que otras personas debían haberla conocido, si era público y notorio, como en la asamblea?
Casasbellas: Eso es inocultable. Sí. Es obvio que el personal de dirección no asista a ese tipo de asambleas, pero puede tomar conocimiento.
Timerman: Yo la conocía.
Pregunta: ¿Entonces conocía la orientación del señor Spunberg, su virulencia y actividad?
Timerman: Por eso lo llamé.
Pregunta: Y le otorga la Jefatura...
Timerman: No señor.
Pregunta: Se contradice con el señor Casasbellas.
Timerman: No se contradice: lo llamé y le pedí explicaciones. Hablamos extensamente de que cómo era posible que él, que entendía la filosofía kantiana, que era una filosofía antimarxista, que era el que mejor lo entendía, podía cometer tantas ingenuidades. Me prometió enmendarse. A partir de ahí le ofrecí el cargo. Era el mismo Spunberg, pero por lo menos prometió enmendarse. Eso no resultó. Volvimos a bajarlo a redactor. Trabajó un tiempo y yo personalmente lo eché.
Pregunta: Señor Timerman, Ud. para algunas cosas se maneja con una gran incoherencia, pero hay otras en que se maneja con una gran coherencia.
Timerman: Como todo ser humano soy contradictorio
Pegunta: Ud. se maneja con una gran coherencia en su idea, en su doctrina, en su ideología política, en los nombramientos de gente que hace, en los artículos que se escriben en su diario y se publican. Evidentemente, Usted no hace la designación en una forma casual. Y además porque si yo tengo la certeza de que un individuo piensa de determinada forma, porque me diga que se va a enmendar...
Timerman: Era una persona muy joven.
Pregunta: Por más joven que sea...
Timerman: Cometí ese error. No duro mucho tiempo en el cargo.
Pregunta: ¿Qué opina Ud. Casasbellas?
Casasbellas: Yo creo que sí, que aunque una persona sea joven sabe a qué atenerse. Es decir, que no es una cuestión de adolescencia ni mucho menos.
Jara: Aquí hay además otra cosa. Había una opinión francamente contraria a Casasbellas y a mi propia opinión respecto de esa designación; y la opinión contraria fue claramente explicitada en relación a lo que significaba el riesgo de poner a Spunberg al frente de un área donde permanentemente cuestionamos la orientación que tenía. Este es un caso. Ustedes hoy me pedían que ejemplificara los mecanismos de decisión y los mecanismos de asesoría o de consulta. En este caso, no hubo una consulta. Hubo un hecho consumado. En el ejercicio de nuestras responsabilidades, sobre el hecho consumado, le advertimos al director que esa designación contradecía el sentido con el cual él nos había contratado a mí y a Casasbellas. Porque le imprimía o ponía un resorte fundamental en el diario que nunca había estado bajo nuestro control, y que veníamos de la experiencia de estar en manos del señor Tomás Eloy Martínez, en manos de un hombre que estaba en la misma orientación. Y aun  así  Timerman mantuvo la designación del señor Spunberg.
Casasbellas: Es así. Es así.
Pregunta: Señor Timerman, Ud. Ya expresó la orientación que desde sus comienzos quería imprimirle al diario. Ud. ha reconocido que ha cambiado esa orientación el último año.
Timerman: No, mucho antes.
Pregunta: Ud. reconoció que había dado cabida en su diario a materiales ideológicos de todas las posiciones del marxismo pero que con la aparición de un movimiento en Europa, había optado por ese movimiento. Quisiera que Ud. mismo lo dijese.
Timerman: Yo mismo lo voy a expresar tal como Ud. lo dijo. En una época el modelo de "La Opinión" era el que inicialmente yo mismo expresé. Eso se fue modificando y a mediados de 1973, el señor Jara tiene razón, yo lo convoqué para hacer otro tipo de diario en el que yo realmente creía.
Pregunta: Lo damos por supuesto eso, ya lo conocemos... concretamente Timerman...
Timerman: Cuando aparece el Eurocomunismo se nos ocurre que es un fenómeno político de gran importancia en el destino, del mundo, porque abarca países muy importantes y decidimos darle difusión. Porque al mismo tiempo de ser importante, corroe el poder monolítico que tenía Rusia. Todo lo que haga a destruir el poder monolítico de Rusia en el diario "La Opinión" siempre pareció sumamente importante y se destacó más que en ningún otro diario.
Pregunta: Ud. recién dijo "nos" y posteriormente dijo "decidimos".
Timerman: Bueno, es una forma de hablar.
Pregunta: Yo quiero saber quién es "nos", quiénes resolvieron o elaboraron tal pensamiento o tal lineamiento y quiénes decidieron. ¿Están incluidos" los señores Jara y Casasbellas? ¿Fueron notificados de ello?
Timerman: Yo le puedo contestar con un hecho concreto.
Pregunta: ¿Fueron notificados?
Timerman: No.
Pregunta: ¿Qué dice Ud. Jara?
Jara: No. De esa manera no fuimos consultados.
Timerman: Tampoco se realizó de esa manera. Fueron materiales que fueron apareciendo. La pregunta concreta señor, estoy jugándome cosas muy importantes. Déjeme hacer una pregunta sobre esto, para aclarar este tema.
Jara: No fuimos consultados en esos términos. La aparición de materiales vinculados al Eurocomunismo, desde mi punto de vista, realmente tenía un valor. En una conversación previa el señor Timerman hizo una descripción totalmente contradictoria. Y si el diario publicó esos materiales con la intención con que el señor Timerman lo definió en una previa conversación, me arrepiento de que los materiales se hubieran publicado. El sentido con el que fui solidario con la publicación de esos artículos era muy otro. Yo creo que el fenómeno del Eurocomunismo es muy importante, en los términos en que él acaba de decirlo ahora. No en los que dijo previamente. Es decir, es importante porque en una estrategia global en el mundo, realmente ofrece dos grandes variantes: la primera que le quitan a la Unión Soviética un elemento en la política interna de grandes naciones, y el segundo, que representa una fractura ideológica, aunque fuera de matices, dentro del campo comunista. Estas, son las razones por las que a mí me parece que la publicación de esos materiales  es importante. Pero el señor Timerman en una conversación previa, afirmó que esto cumplía una función de captación, y que "La Opinión", a través de esa publicación tenía esos objetivos. Bueno, debemos haber coincidido por caminos diferentes.
Pregunta: Señor Casasbellas, ¿Ud. fue consultado en una oportunidad?
Casasbellas: No. Sobre esos artículos, no.
Pregunta: ¿En ningún momento?
Casasbellas. No, en ningún momento.
Pregunta: ¿No conocía esta intención?
Casasbellas: No, no. Es decir, lo leí en el diario.
Pregunta: Observó el material, ¿no es cierto?
Casasbellas: Sí.
Pregunta: ¿Le produjo algún tipo de reacción? ¿Conversó con alguien? ¿Discrepo con ellos?
Casasbellas: Sí, la publicación de esos materiales me produjo una reacción adversa. No recuerdo ahora con quién había conversado en ese momento.
Pregunta: Ud. me dice que cuando aparece el Eurocomunismo, este le parece la estrategia más apropiada para la difusión de la doctrina marxista. Me lo dicto Ud. ¿Sí o no?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿No recuerda?
Timerman: No lo niego. Sí, se lo he dictado. Lo debo haber firmado y no lo niego.
Pregunta: Señores ¿se hacía periodismo o se publicaban noticias acerca de personas con conflictos en países de detrás de la cortina de hierro?
Casasbellas: ¿Se refiere a los disidentes?
Pregunta: Exacto.
Casasbellas: Sí, sí. Se publicaron materiales.
Pregunta: ¿Materiales que provenían de dónde? ¿De distinta agencias noticiosas? Quisiera que me de detalles.
Casasbellas: Algunos provenían de agencias noticiosas con las que el diario tiene contratados servicios. Otras procedían de publicaciones cuyos derechos el diario tenía.
Pregunta: Como periodista, al publicar ese tipo de noticias y preocuparse por los disidentes, por ciudadanos que habitan en países detrás de la cortina de hierro, ¿qué sentía Ud.?
Casasbellas: Yo creo que era importante publicar esto... en fin, la lucha de estas personas con los países socialistas o comunistas ¿no es cierto? Se daba a conocer un testimonio muy importante sobre la lucha de estas personas, por encontrar una sociedad democrática y abierta. Por huir del despotismo a que están sometidos.
Pregunta: Señor Jara, la misma pregunta.
Jara: Es la misma respuesta.
Pregunta: ¿No tienen nada más que agregar?
Jara: Bueno, quiero decir que este tipo de lucha revela las condiciones de vida en estos países. Y el diario debía dar un testimonio sobre estas condiciones de vida, porque formaba parte del proyecto y de las convicciones por las que fui contratado para trabajar en "La Opinión".
Pregunta: Objetividad periodística significa para Ustedes publicar siempre noticias referidas a ese rubro, por supuesto.
Casasbellas: En ese caso, sí.
Pregunta: Señor Jara...
Jara: Por cierto. Objetividad es reflejar los hechos.
Pregunta: Señor Timerman, ¿se ordenó alguna vez dejar de publicar algún tipo de noticias de disidentes, de ciudadanos o de personas de detrás de la cortina de hierro?
Timerman: Sí, estoy pensando que... una sola vez, sobre un caso de Alemania Oriental. Habíamos publicado varios artículos sobre un cantor que inauguró el movimiento disidente en Alemania Oriental.
Pregunta: Que inauguró el movimiento...
Timerman: Casi. No podría estar seguro, pero por lo menos es muy importante.
Pregunta: ¿Era muy representativo de ese movimiento?
Timerman: Sí, sí. Era muy representativo. Nosotros fuimos los primeros en publicar artículos sobre él cuando los demás diarios no publicaban nada. Y publicamos varios seguidos. En ese momento estaba por llegar una delegación de Alemania Oriental que nos ofrece maquinarias con una forma muy cómoda de venta. Así como nos ofrece Estados Unidos, y estamos comprando. Entonces yo pedí que en los días en que ellos iban a visitar la planta no se publicara ese tipo de información. Me pareció que no era correcto con nuestro visitante.
Pregunta: ¿Ese tipo de publicación lesionaba de alguna forma los lineamientos políticos e ideológicos que sustenta el gobierno de Alemania Oriental?
Timerman: Sí, pero era nada más que por dos días; por lo tanto no es representativa la suspensión. Era una suspensión por los días que iba a estar esa gente en nuestra planta.
Pregunta: ¿A qué firma representaba esa gente y qué le ofrecía?
Timerman: Maquinarias.
Pregunta: ¿A quiénes representaban?
Timerman: A "Plamar", una firma de Alemania Oriental.
Pregunta: Entonces vuelvo a lo que dije antes, ¿era lesionar al gobierno de Alemania y a esos representantes que de alguna forma eran exponentes de esa línea? ¿Y por eso Ud. ordenó..?
Timerman: Ordené que por unos días, mientras ellos estuvieran en mi casa, no se publicara eso.
Pregunta: ¿Es periodismo objetivo el que Ud. hace?
Timerman: Sí señor, y yo lo invito a hacer un test entre todos los periodistas de Buenos Aires, si eso se hace en todos los diarios o no: suprimir ciertas informaciones.
Pregunta: Ud. no está tan preocupado por los derechos de la gente. No es tan demócrata y deja olvidado así a un representante de un movimiento...
Timerman: Sobre 365 días el diario es el que más publica sobre los disidentes de todo el mundo comunista. A mí se me enrostró la publicación de un artículo sobre el General boliviano Zenteno. Me gustaría saber cómo se publicó ese artículo en el diario. Es ilustrativo por lo que Usted habló de la consulta. Porque muchas de las cosas que se publican en el diario a mí no se me consulta y ahí creo que puede haber una confusión, si bien no eludo la responsabilidad. ¿Cómo se publicó ese artículo?
Pregunta El artículo referido al Almirante Mayorga, ¿qué sanción cree que correspondía a los redactores?
Timerman: Tendría que ver en ese momento qué fue lo que se hizo. Qué sanción hubiera tomado Usted por el artículo del General Zenteno que es más reciente.
Pregunta: Hubiera sancionado con expulsión al periodista.
Timerman: Por qué no pregunta cómo se publicó ése artículo.
Pregunta: Y al mismo tiempo, si eso inviste así otro tipo de transgresión, lo hubiese dado a conocimiento de las autoridades especializadas.
Timerman: Por qué no pregunta cómo se publicó ese artículo.
Pregunta: Porque conozco, señor Timerman, como se publicó. Señor Timerman en la actualidad ¿Usted diría que su diario lesiona de alguna forma los intereses del Poder Ejecutivo y por ende de la Nación?
Timerman: Yo diría que no. Que si tuviera que dar un porcentaje diría que el 95% apoya al gobierno de la Nación y al proceso, y que un 6% son errores que no hemos sabido subsanar.
Pregunta: ¿Ud. diría que el proceso actual es de guerra o de enfrentamiento?
Timerman: Creo que es un proceso más complejo que eso.
Pregunta: ¿Ud. diría que dentro de ese proceso de reconstrucción, del logro de paz, etc. etc. existe el combate?
Timerman: Sí señor, también existe el cómbale.
Pregunta: ¿Usted cree realmente que la  iniciativa de crear una columna de Habeas Corpus favorece a las fuerzas que combaten a la subversión y en última instancia, a los intereses de la Nación?
Timerman: Creo que no. Duró muy poco tiempo y fue rápidamente suprimida.
Pregunta: ¿Fue por su iniciativa señor Timerman?
Timerman: Sí señor, fue mi iniciativa.
Pregunta: ¿Es correcto señor Casasbellas?
Casasbellas: Sí señor.
Pregunta: Es correcto señor Jara?
Jara: Sí señor.
Pregunta: ¿Alguna autoridad del Poder Ejecutivo Nacional, lo advirtió del daño que podía estar haciendo?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Qué resolución tomó Usted?
Timerman: Comuniqué que no se debía publicar más Habeas Corpus.
Pregunta: ¿Desapareció la columna de Habeas Corpus entonces?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Desapareció, señor Casasbellas?
Casasbellas: Desapareció la columna.
Pregunta: ¿Desapareció, señor Jara? Jara: Sí señor.
Pregunta: Bajo otro aspecto, no existiendo ya esa columna, ¿se continuó con el tipo de publicaciones a que hice referencia en la pregunta anterior?
Timerman: No señor.
Pregunta: El caso Levitan, señor Timerman...
Timerman: Uno solo. Eso no significa continuar una información.
Pregunta: Pero sí se publicó.
Timerman: Uno solo.
Pregunta: ¿Ningún otro?
Timerman: Ningún otro.
Pregunta: Con relación a otro tipo de artículos que no sean los Habeas Corpus pero que agravien a actuales funcionarios ¿hubo algún tipo de artículo publicado, señor Timerman?
Timerman: ¿Qué agravien a funcionarios? No creo.
Pregunta: ¿A ejecutivos? ¿A ejecutivos de la Nación o a ejecutivos de una provincia? Hubo ataques directos ¿sí o no?
Timerman: Estoy pensando, pero recientemente no recuerdo.
Pregunta: ¿Los hubo, señor Jara?
Jara: Hubo un artículo publicado en la contratapa bajo la firma del señor Timerman.
Timerman: Ah, pero creí que decía después de los Habeas Corpus. Ahí viene mi confusión.
Pregunta: Estamos hablando del proceso actual. Dijo que los Habeas Corpus quedaban de lado.
Jara: Referido a la gestión del Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Ese artículo apareció bajo la firma del señor Timerman en la contratapa del diario.
Pregunta: ¿A qué se refería?
Jara: Se refería a la gestión del Gobernador Saint Jean, a propósito de un discurso, de unas declaraciones del Gobernador. Ese artículo fue consultado y mi opinión fue negativa.
Pregunta: ¿Fue consultado por el señor Timerman?
Jara: Me consultó por lo menos a mí, no sé si también a Casasbellas.
Casasbellas: No estaba ese día en diario.
 Jara: Fui consultado y mi opinión fue negativa. Pero el artículo se publicó.
Pregunta: ¿Consultó ese artículo, señor Timerman?
Timerman: Honestamente no recuerdo, pero debe ser así. No creo que haya sido agraviante para el Gobernador. Era un artículo de crítica política, lo que está permitido en el país.
Pregunta: Indiscutiblemente que está permitido Timerman, pero ya que Ud. quiere ser sutil, seamos más sutiles...
Timerman: No señor, yo no quiero ser sutil ¿Por qué selecciona cuatro o cinco artículos y yo le puedo mostrar trescientos artículos de apoyo? ¿Por qué selecciona tres o cuatro para señalar la tendencia de un diario? ¿Y si yo le seleccionara 300? ¿Si le seleccionara todo lo de José Ignacio López, lo de Sergio Serun, lo de Eduardo Paredes, lo de Enrique Alonso? ¿Eso no tiene ningún valor?
Pregunta: Tiene valor, pero en un conjunto político determinados indicadores son los que marcan la línea de algo, de contenido. Hay actitudes positivas o de apología a la guerrilla en un muestreo de toda la publicación de "La Opinión". Hay pautas, ¿sí o no?
Timerman: Hasta el año 73, después no.
Pregunta: ¿Posteriormente no? ¿Pero Ud. acepta ese período?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Hay pautas de apología?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿En la actualidad se persiste en una acción, aunque sea más diluida, donde empiezan a evidenciarse este tipo de pautas?
Timerman: En el diario, no.
Pregunta: La columna Habeas Corpus fue iniciativa suya ¿sí o no?
Timerman: Sí señor. Duró dos días.
 Pregunta: ¿La publicación de Habeas Corpus favorece las bandas subversivas?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Es su responsabilidad?
Timerman. Sí señor.
Pregunta: Concretamente Señor Timerman, volvemos al origen de todo esto, ¿Usted. le imprimió a "La Opinión" algún tipo de orientación? Usted me hablo de dos frentes. Recuérdelo.
Timerman: El diario cambió mucho yo creo. ..
Pregunta; Le imprimió ¿sí o no?
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿A qué frente señor Timerman?
Timerman: ¿Cómo a qué frente?
Pregunta: ¿Le leo?
Timerman: Bueno, lo que dice ahí yo lo certifico.
Pregunta: Ud. me lo dictó.
Timerman: Sí, sí, sí, estoy de acuerdo.
Pregunta:  "La corriente ideológica que imprimió al diario desde sus comienzos se desarrolla en dos frentes", . decía Ud. ¿Puede continuar usted el concepto?
Timerman: No, prefiero que Ud. continúe.
Pregunta: ¿En qué dos frentes señor Timerman? ¿En qué dos frentes, ahora le pregunto nuevamente?
Timerman: ¿A qué año se refiere? ¿Al 71?
Pregunta: ¿En qué dos frentes, señor Timerman? Timerman: Es que no, no recuerdo, son muchas.. .
Pregunta: Le reitero señor Timerman, la corriente ideológica que imprimía al diario desde sus comienzos se desarrolla en dos frentes. ¿Cómo se declaró Usted señor Timerman?
Timerman: Izquierda y sionista.
 Pregunta: No, no, Usted dijo textualmente, señor Timerman, "el sionista y el marxista".
Timerman: El sionista y el marxista.
Pregunta: Publicó gran cantidad de materiales ¿es cierto?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Mantiene contactos con el sionismo internacional?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Realiza viajes periódicos a Israel?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Con quién se contacta?
Timerman: Bueno, dije ahí los nombres.
Pregunta: Quisiera que los reitere.
Timerman: Dije Yacob Tzur, Harrarri, Gurr Arrie, Scoval.
Pregunta: Y me dijo posteriormente que en la actualidad, con la aparición del eurocomunismo, seleccionaba material corriente que Usted consideraba apropiado difundir.
Timerman: Sí.
Pregunta: ¿Es cierto todo eso?
Timerman: Sí, creo que dije así exactamente.
Pregunta: Dice también a quiénes va dirigido, y nombra a dos sectores: uno el intelectual y el otro...
Timerman: Uno el intelectual y el otro el cultural. No, el estudiantil.
Pregunta: Exacto. Pero cuando se crea "La Opinión", Usted me dijo que la idea surge en unas oficinas. ¿En qué oficinas, señor Timerman?
Timerman: En una empresa que tenía con Güiraldes.
Pregunta: ¿Cómo se llama esa empresa?
 Timerman: Profima.
Pregunta: ¿Qué quiere decir Profima?
Timerman: "Promociones, Financiaciones y Mandatos". Pero la oficina no tuvo nada que ver con el diario.
Pregunta: No, no. Pregunté dónde surge la idea.
Timerman: Porque yo trabajaba ahí, nada más.
Pregunta: Desde luego, ahí surge la idea.
Timerman: Sí, porque yo me asentaba ahí.
Pregunta: Perfecto. ¿Y con quién hace contactos para la creación del diario?
Timerman: Con Horacio Berbisky, que concurría con frecuencia a la oficina. Él es el que trae a los hermanos Argañaraz.
Pregunta: En cuanto a capitales señor Timerman ¿a quién se dirige Ud.?
Timerman: Me dirigí al ingeniero Bibiloni.
Pregunta: ¿Qué le presenta a su vez a quién?
Timerman: No, no me presenta a nadie.
Pregunta: ¿No lo conecta con nadie?
 Timerman: No.
Pregunta: ¿Cómo se integra el primer paquete accionario de "La Opinión"?
Timerman: El primer paquete accionario el 45% es mío, el 45% de Gráiver y el 10% de Rótemberg.
Casasbellas: ¿Por qué nunca me lo dijiste Jacobo?
Pregunta: Señor Timerman. . .
Timerman: Ahí hubo una cosa muy interesante que dijo Jara: "cuando Timerman me tomó a mí, me dijo que él ejercía el control total de la empresa para hacer cualquier tipo de designaciones". Efectivamente, así era. No el control accionario, pero sí la decisión mía, era todopoderosa.
Jara: Pero a mí me dijistes, a texto expreso y es decoroso que lo diga, amagaste un cajón y me dijistes: "tengo el cien por cien de las acciones" y agregaste "mi mujer tiene un poco más y yo soy el dueño. . ."
Timerman: Porque nunca revelé la relación de Gráiver con la empresa. Sí, sí. Porque era una cuestión de él, y el único que la puede revelar es él. No es una sociedad en comandita, o no sé las otras como se llaman. En una sociedad anónima no se revelan nunca quienes son los dueños de acciones. Pero el ejercicio total de la empresa pregúnteles si no lo ejercí siempre yo.
Pregunta: ¿A qué tipo de contratos se refería recién, cuando dijo que tenía poder de decisión para contratar personal o asumir decisiones?
Timerman: Porque cuando lo tomé a Jara y le dije que yo podía contratar libremente, y que la decisión era mía, Rótemberg y yo teníamos el 55% de las acciones, es decir, la mayoría.
Pregunta: ¿Hay un contrato de sindicación de acciones?
Timerman: Como Gráiver quiso firmar, hacer una sindicación de acciones, hay un contrato, pero no se hizo la sindicación porque yo después me negué. No tiene ningún valor ese contrato.
Casasbellas: En la conversación que tuvimos cuando yo entré al diario te pregunté entre varias cosas si el diario era tuyo. Me dijiste "el diario es mío, todo mío". Te dije: "hay versiones de que el diario no es tuyo". A mí me habían hablado del Banco de Hurlingham o Banco Comercial de La Plata, ya no recuerdo. Me contestaste "este diario es totalmente mío, si querés te muestro los papeles". No los pedí, por supuesto, como no los he pedido nunca. Hasta los últimos días antes de tu detención siempre dijiste que el diario era tuyo. Y realmente Jacobo, en todos estos años que nos conocemos, me parece una barbaridad que nos hayas ocultado eso. No sé antes, no quiero calificar lo de antes. Pero ahora sí. El otro día en el diario, nosotros exigimos a tu hijo, que te está representando como Vicepresidente del directorio y a las otras autoridades de carácter administrativo, que se publicara un comunicado, una aclaración de algún tipo. Todo lo que nos dijeron es que ustedes tenían el poder de decisión.
Timerman: Y bueno, hay que publicar ese comunicado...
Casasbellas: Se publicó. Pero ahora resulta que no era verdad, porque ahí lo que se dice es que controlas la mayoría absoluta de acciones, que Gráiver nunca suscribió ninguna acción.
Timerman: Pero eso está mal dicho. Me hubieran preguntado a mí, si yo lo declaré acá, más que...
Casasbellas: Estoy hablando de lo que yo escuché allí.
Timerman: Bueno, pero yo estoy hablando de lo que vas a escuchar ahora, aquí. El que a una persona que se torna no se le diga quienes son los accionistas...
Jara: Es otra cosa.
Pregunta: Recuerde señor Timerman. cuando el señor Casasbellas entra al diario.. .
Timerman: Yo lo engañé al negarle que hubiera otro accionista. Pero no los engañé en cuanto al total poder de decisión de la empresa. Y ustedes han visto que siempre lo he tenido yo. Pero quiero aclarar que cuando empezó la investigación, Gráiver —y hay otros testigos también— yo dije: "cuando llegue el momento vamos a publicar que la realidad se ha modificado, yo tengo el 65% , Rótemberg tiene el 30% y a Gráiver le quedó un 5%.
Jara: Nunca dijistes "Gráiver".
Casasbellas: Nunca dijistes "Gráiver".
Timerman: Pero si se los dije, todavía le encargué a López. , . y porque era en relación al problema Gráiver entonces. . .
Jara: Un porcentaje minoritario...
Timerman: Porque yo lo decía en relación a la investigación Gráiver, y dije más todavía. Dije: "la investigación me va a llegar a mí también, pero no me voy del país porque es un tema que quiero aclarar definitivamente, qué pasa con este diario". Y todavía tuvimos una última reunión, Jara, y te dije: "Mira Jara, puede ser que a mí me detengan. Todo el mundo dice que me van a arrestar, todas las versiones dicen que me van a arrestar, pero yo no me voy. Si me arrestan quédate al frente del diario" ¿Es así o no?
Jara: Así es, pero en esa conversación vos dijistes y sacaste un papel. . . aquí tengo un papel. . Timerman: Lo tengo en la billetera. . .
Jara: Dijiste: "El 68% es mío, el 30% de Rótemberg y hay hasta un 2% o menos del 2% minoritario".
Pregunta: ¿Escuchó alguna vez, señor Jara, el nombre de David Gráiver como componente de alguna manera?
Jara: No señor.
Pregunta: ¿Señor Casasbellas?
Casasbellas: Nunca lo escuché. Y me remito inclusive al comunicado que hemos publicado el otro día a pedido mío y de los secretarios del diario, para que se aclarara públicamente de acuerdo con los libros de la empresa. Y en ese comunicado se dijo que Gráiver nunca había suscripto ninguna acción, ni participado en nada.
Timerman: Señor, yo lo que quiero decir, es que ninguna empresa seria por acciones revela el nombre de los accionistas. Eso está prohibido, inclusive.
Jara: Pero si vos asocias a personas honestas en un proyecto donde participa la maffia. . .
Timerman: Pero les tengo que pedir autorización para dar el nombre. La maffia no participa en la medida en que no controló jamás nada. Las decisiones fueron todas mías. Las asumo responsablemente. Ustedes no se pueden sentir agraviados por la presencia de Gráiver, que nunca fue presencia porque nunca estuvo presente. Perdónenme que enfatice así, porque esa es la realidad.
Pregunta: Las operaciones económicas del diario ¿por dónde se canalizaban, desde el pago de sueldos hasta los problemas de importación?
Timerman: Se canalizaban por el Banco Comercial, sin que eso refleje ninguna ventaja.
Pregunta: Es una pregunta señor Timerman. . .
Timerman: Pero es que usted la formula como si fuera una ventaja para el diario. Todos los Bancos lo hacen. Ahora lo hacemos con otro banco.
Pregunta: ¿Quién suministró los avales?
Timerman: Sí. Eso es una ventaja.
Casasbellas: El señor Timerman ha dicho antes, no sé si se grabó eso, que nosotros no podíamos. . . primero dijo que nos engañó al tomarnos porque no nos dijo cómo estaba compuesto el capital. Reconoció que nos había engañado, y luego dijo que no podíamos sentirnos agraviados por el hecho de que nos ocultó la participación de Gráiver en esa empresa. Yo quiero decir que me siento agraviado porque evidentemente esta participación no era desde el punto de vista societario muy normal. Por lo que hemos venido leyendo esa participación no era tan normal. Es decir no era normal la persona de Gráiver. Me tengo que sentir agraviado porque he trabajado de buena fe, con buena voluntad. Entonces me considero agraviado, y desde luego defraudado también, por el hecho de no habérseme dicho nunca eso. Si las leyes o lo que fuera dicen que eso no se debe decir, yo creo que se podía decir. Esta es la actitud que quiero señalar, este vacío.
Jara: Sí, por mi parte yo rechazo el argumento puramente formalista de que las sociedades anónimas no revelan el nombre de los accionistas. No lo revelan al público en general, pero si contratan a personas que ponen como condición saber para quién van a trabajar, porque tienen en estima y hacen del autorrespeto una conducta y hacen la pregunta expresa, se le puede decir: "Bueno, esa pregunta no la puedo contestar porque esto es una sociedad anónima". El sujeto sabe así si entra a trabajar o no entra a trabajar con esas dudas. De lo contrario se le dice: "la composición es ésta". Esto constituye la base de la lealtad. A partir de eso, todo lo que ha pasado en el diario en estos cuatro años constituye una materia de fraude porque se me explica que se quiere hacer un proyecto democrático, y aquí lo que acaba de señalar Timerman es que quería hacer un diario marxista. Se me dice que el control del patrimonio es del señor Timerman, quien declara ahora que tenía un 45%, es decir que era minoría. Yo no creo tampoco, por lo que he estado escuchando y leyendo, que la participación de Gráiver era a título gratuito y que lo hacía por que formaba parte de una sociedad filantrópica. No sé de qué forma, no me consta, pero tengo que pensar que algún tipo de dividendo tenía que sacar de ahí. En qué tipo de cosas, no lo sé. Pero tengo la sensación terrible de haberme sentido usado.
A esta altura de la reunión ingresa a la misma la señora Lidia Elba Papaleo de Graiver. A continuación, entra en disertación con los presentes.
Pregunta: Señor Timerman, recién conversamos acerca de la composición del paquete accionario al crearse "La Opinión". Quiero que me vuelva a decir cómo estaba compuesto en aquella ocasión.
Timerman: El 45% de acciones  los tenía Gráiver, el 45% yo, y el 10% de Jorge Abraham Rótemberg.
Pregunta: ¿Esas acciones estaban representadas por "La Opinión" misma, o en otro tipo de sociedad con otra denominación?
Timerman: Editorial Olta, que es la editora de "La Opinión".
Pregunta: Queda comprendido que en la editora el 45% de acciones eran suyas, el 45% de David Gráiver y el 10% de Jorge Abraham Rótemberg. ¿Cuándo se crea Gustavo S. A. aproximadamente?
Timerman: Tiene que haber sido fines del 73 creo, o principios del 74. No recuerdo bien.
Pregunta: Al igual que con Olta le pido me diga Ud. como estaba compuesto el paquete accionario de Gustavo S. A.
 Timerman: Igual que Olta.
Pregunta: ¿Se mantuvo así hasta la muerte de David Gráiver?
Timerman: La emisión de acciones se mantuvo así. Los aportes de capital fueron variando desde mucho antes de la muerte de David Gráiver.
Pregunta: A la muerte de David Gráiver ¿cómo estaba compuesto el paquete accionario de Olta?
Timerman: 45%, 45% y 10%.
Pregunta: ¿Y el de Gustavo S. A.?
Timerman: Igual.
Pregunta: En la actualidad cómo se halla compuesto el paquete accionario de Olta?
Timerman: El de Olta; 65% yo, 5% quedó en manos de la familia Gráiver y el 30% de Rótemberg.
Pregunta: ¿Y en Gustavo S. A.?
Timerman: El 68% yo, el 2% la familia Gráiver y el 30% de Rótemberg.
Pregunta: ¿Qué fue lo que sucedió para que variara la composición del paquete accionario de Olta y de Gustavo S. A.?
Timerman: Durante la construcción del edificio y el pago de algunas cuotas de la imprenta, se fueron haciendo aportes de capital. Estos aportes los hicimos Rótemberg y yo. Luego se convocó a asamblea de las dos sociedades para terminar de limpiar eso. Es decir, para terminar de organizar eso. Se publicaron los edictos correspondientes en el Boletín Oficial y en otros diarios. Debe haber sido "El Cronista Comercial" porque es la característica. Si la familia Gráiver se hubiera presentado hubiera podido suscribir, siempre y cuando hubiera aportado capital, lógicamente. Por el aumento de capital que le correspondía a ese 45%. Pero no se presentó nadie a las asambleas.
Pregunta: En el inicio de Olta ¿hubo algún contrato de sindicatura de acciones por parte suya?
 Timerman: Sí, se firmó un contrato que nunca se hizo efectivo porque no le dimos mayor importancia. Así que no funcionó jamás.
Pregunta: ¿No funcionó porque no se depositó?
Timerman: No señor, no se efectivizó el contrato.
Pregunta: ¿Tendría algún valor ético?
Timerman: Relativamente también. Tiene valor ético cuando se deposita. Sí, el valor que le quieran reconocer los socios.
Pregunta: ¿Qué valor le quieren reconocer?
Timerman: El señor Gráiver...
Pregunta: A usted le pregunto.
Timerman: No, quiero decir ninguno.
Pregunta: ¿Ud. no reconoce ninguno? Es decir ¿Ud. no tiene valor ético?
Timerman: Señor, si usted me corta así... por eso le quiero explicar: Gráiver nunca se interesó en el diario en la forma en que me interesé yo. Por lo tanto éticamente no le correspondía ejercer el control que tenía yo.
Pregunta: Ud. dice que nunca se interesó en el diario, vale decir suscribir el 45% de las acciones. ¿David Gráiver aportó avales?
Timerman: Sí, del Banco Comercial.
Pregunta: ¿En qué medida?
Timerman: Bueno, no recuerdo la cifra... en la medida que el diario la necesitaba.
Pregunta: ¿Fueron los únicos avales conque contó Olta S. A.?
Timerman: En el comienzo, sí. Luego operó con otros bancos.
Pregunta: ¿Facilitó así las tareas o los materiales que desde el exterior debía importar "La Opinión" y el Banco Comercial de Gráiver?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Reconoce Ud. eso como aporte o interés?
 Tlmerman: Sí, sí, pero una vez discutimos eso y señalamos...
Pregunta: La pregunta es concreta, ¿reconoce Ud. sí o no?
Timerman: Sí.


 
EL PODER EN LAS SOMBRAS 
CAPITULO 2
PARTE 10
 

CONTINUACION
Pregunta: Señora Papaleo de Gráiver, ¿qué sabe Ud. de la composición del paquete accionario de Olta desde sus comienzos a la fecha?
Lidia Papaleo de Gráiver: Yo sé que la mitad de esas acciones pertenecían a mi marido, y que hay un contrato que así lo dice. Además, las acciones están aquí.
Pregunta: ¿Y con relación a Gustavo S. A.?
Lidia P. de Gráiver: De la misma manera.
Pregunta ¿Timerman trató de negociar alguna vez con Usted o con algún representante de la familia Gráiver la readquisición de esas acciones?
Lidia P. de Gráiver: No señor. Yo tuve junto a Isidoro Gráiver una conversación con Rótemberg. Le dije, en el mes de febrero, que hablara con Timerman y le transmitiera que nosotros queríamos vender la parte nuestra de la sociedad.
Pregunta: ¿Ustedes pensaban incluirla en la sucesión o no?
Lidia P. de Gráiver: Sí señor. Le dije también a Rótemberg que ese contrato iba a ser presentado a la sucesión.
Pregunta: ¿Y Rótemberg es quien hace, o habría hecho contacto con Timerman?
Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: Señor Timerman, ¿Rótemberg hizo contacto con Ud.?
Timerman: No. Además, a esa altura las sociedades ya estaban constituidas, las asambleas realizadas y no se podía modificar eso. Al no presentarse la familia Gráiver a las asambleas la proporción había variado y era inmodificable.
Pregunta: Señora Gráiver ¿Ud. recibió respuesta del señor Rótemberg sobre ese contacto que debía formalizar?
Lidia P. de Gráiver: Me dijo que él se lo había transmitido al señor Timerman y que íbamos a tener respuesta en marzo. Además esa asamblea de la que habla Timerman, nosotros la desconocemos. Yo lo que puedo decir también es que la constitución de esa planta mi marido había dado una gran cantidad de dinero, que consta en las oficinas.
Pregunta: ¿Tiene documentos probatorios?
Lidia P. de Gráiver: Creo que sí.
Pregunta: Entonces después de que Rótemberg le dice que iban a charlar en marzo ¿Ud. recibe algún otro tipo de noticia?
Lidia P. de Gráiver: No señor. Pero en el mes de febrero cuando hablamos con el señor Rótemberg, él dijo que las acciones estaban, y no se habló de esa asamblea para nada y que las acciones estaban de la misma manera que yo sabía. O sea, que el 50% era de mi marido.
Pregunta: ¿Y el señor Rótemberg tenía alguna participación?
Lidia P. de Gráiver: A mí no me habló de eso.
Pregunta: ¿Qué tiene que decir a esto, señor Timerman?
Timerman: Que me llama la atención porque las asambleas fueron organizadas por Rótemberg. Está su firma en las asambleas, y las asambleas se realizaron y la publicación de los edictos invitando a los accionistas a la asamblea salió en la forma que la ley lo dice. Deben haber salido en octubre o noviembre, por ahí. El señor Rótemberg lo sabía.
Pregunta: ¿Noviembre de que año?
Timerman: Noviembre del 76, y esta conversación es de febrero.
Pregunta: Así que hasta octubre del 76 el diario, según Ud., tenía el 45% de capital de Gráiver.
 Timerman: Sí, porque había un gran capital. Pregunta: ¿Sí o no?
Timerman: Sí.
Pregunta: Hasta octubre del 76...
Timerman: Las acciones estaban así distribuidas. Octubre o setiembre, no recuerdo bien la fecha, pero puede ser un mes de diferencia nada más.
Pregunta: Señora Gráiver, a partir del contacto que Ud. tuvo con Timerman por intermedio de Rótemberg ¿recibió otro tipo de contacto o fue objeto de algún tipo de coacción?
Lidia P. de Gráiver: Cuando yo regresé al país, poco tiempo después, tuve una entrevista con el señor Timerman y él me dijo...
Pregunta: ¿Es correcto? ¿Esa entrevista existió?
Timerman: Sí, sí yo también la conté.
Lidia P. de Gráiver: En octubre debe haber sido cuando Timerman me preguntó dónde estaban las acciones, y me dijo que tuviera mucho cuidado, que podía ser objeto de muerte como había sucedido en el caso del diario "La Razón", donde había un caso famoso que no recuerdo el nombre, que a una persona la habían matado por tener una cantidad de acciones en el diario "La Razón".
Pregunta: ¿Quién le dijo eso?
Lidia P. de Gráiver: Yo le dije a Timerman que las acciones no estaban en el país. En ese momento Timerman no me dijo que las acciones no eran de David Gráiver, ni que habían variado en el número, ni que se pensaba variar en el número, ni que se iba a hacer la asamblea.
Pregunta: ¿Estuvo notificada Ud. o alguien de la familia Gráiver de esas asambleas que menciona Timerman?
Lidia P de Gráiver: No señor.
Pregunta: Es decir que esa asamblea es falsa, de haber existido.
Lidia P de Gráiver: Para nosotros no existió. Entonces ¿cómo Íbamos a estar negociando una cosa que consideramos que no existió?
.Pregunta: ¿Usted considera que debieron haber sido notificados, o que solo basta con la forma legal de publicar los edictos?
Lidia P. de Gráiver: No porque del diario se comunicaban tanto Timerman como Rótemberg con la oficina, normalmente. Ya que era una cosa elemental que nos comunicaran algo así.
Pregunta: Vale decir que Usted entiende que de haberse publicado en los boletines la llamada a asamblea, como dice el señor Timerman, y no haber sido Usted ni la familia Gráiver notificada, existiría así un intento, por calificarlo de alguna forma, de defraudación.
Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: Continúe con la coacción a la que hacía referencia: el señor Timerman le decía que en la conversación que mantienen en el café...
Lidia P. de Gráiver: Me preguntó dónde estaban las acciones y me advirtió que tuviera cuidado, porque podía correr peligro de muerte.
Pregunta: ¿Qué le contestó Ud.?
Lidia P. de Gráiver: Que las acciones no estaban en el país.
Pregunta. ¿Qué las tenía depositadas dónde?
Lidia P. de Gráiver: Que estaban fuera del país.
Pregunta: ¿Le satisface eso al señor Timerman?
Lidia P. de Gráiver: Sí, no me pregunta más.
Pregunta: ¿Nunca más trató de tomar contacto con ustedes?
Lidia P. de Gráiver: No. Nosotros después de varias notas -dos o tres notas que salieron desfavorables para nosotros en el diario- tratamos de comunicarnos.
Isidoro Gráiver trató de comunicarse con Timerman y no obtuvo respuesta.
Pregunta: ¿Qué recibían por respuesta? ¿Para qué fecha fue eso?
Lidia P. de Gráiver: Eso fue para la época que se vendía Papel Prensa.
Pregunta: ¿Qué fecha recuerda Usted,?
Lidia P. de Gráiver: Para fines de noviembre.
Pregunta: Fines de noviembre de...
Lidia P. de Gráiver: de 1976.
Pregunta: ¿Ud. estaba en el país, señor Timerman?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Tiene conocimiento de esas llamadas de Isidoro Gráiver tratando de ponerse en contacto con Ud.?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Se negó Ud.?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Por qué señor Timerman?
Timerman: Mis contactos en materia de negocios fueron siempre pura y exclusivamente con David y con nadie más. Nunca mantuve conversaciones ni contactos con otros. En esa entrevista del Alvear. . .
Pregunta: ¿Existió la entrevista del Hotel Alvear?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: Volviendo un poco para atrás, Ud. manifestó que las proporciones de los capitales en ambas sociedades era del 45% , 45% y 10%.
Timerman: Es lo que recuerdo, sí.
Pregunta: Si esas eran las proporciones en las dos sociedades, evidentemente significa que había tres grupos de personas que tenían el poder de la misma, ¿no es cierto?
Timerman: ¿Tres grupos de personas?
Pregunta: Ud. habla de un 45%, 45% y 10%, o sea que había tres grupos o tres personas que eran las interesadas en la sociedad. ¿Cómo podría explicar que una persona que tenga 45% del capital de una sociedad no esté interesada en la misma? ¿Qué explicación me da al respecto?
Timerman: La explicación está en la misma personalidad de David Gráiver. El, cuando empezamos el diario tuvo un gran entusiasmo en hacer de eso un gran proyecto. Luego, a medida que empezaban los riesgos de hacer el diario y los compromisos y los problemas, él se fue desentendiendo y luego tomó proyectos mucho más grandes que le interesaban más.
Pregunta: Perdón señor Timerman, ¿cómo explica entonces que el señor Gráiver haya seguido avalando las operaciones del diario, e incluso haya puesto dinero para que se pudiera construir la planta impresora?
Timerman: Dinero no puso. Los avales del Banco Comercial se fueron reduciendo cada vez más y eran buen negocio para el Banco Comercial.
Pregunta: ¿Existían o no existían?
Timerman. Pero eran un buen negocio. Además tenemos de otros bancos también.
Pregunta: Señor Timerman, ¿era buen negocio para el Banco Comercial de La Plata, representado de alguna forma por el señor David Gráiver?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: ¿Y era un buen negocio para "La Opinión" representada de alguna forma por David Gráiver?
Timerman: Pero lo hacíamos con otros bancos también.
Pregunta: ¿Sí o no?
Timerman: Sí, pero no era un favor especial si lo hacen otros bancos también con nosotros. Ya se había convertido en una operación comercial pública.
Pregunta: ¿Pero era un favor de David Gráiver a Ud.? ¿Sí o no?
Timerman: Eran operaciones muy pequeñas.
Pregunta: Según recuerdo en una oportunidad, Uds. compraron papel a Finlandia por valor de U$S 500.000 a través del Banco Comercial. ¿Ud. considera que esa es una operación pequeña?
Timerman: Es favorable al banco, y no a nosotros.
Pregunta: ¿Considera que es una operación pequeña?
Timerman: Es una operación grande que nosotros hacemos en favor del banco. Es al revés.
Pregunta: Esa operación de U$S 500.000 ¿la considera pequeña? ¿Eran así todas las operaciones pequeñas que Ud. hacía?
Timerman: No, ésta es la más grande de todas.
Pregunta: Cuando Ud. dice "nosotros" ¿a quién implica?
Timerman: Bueno, es una forma de decir, "el diario".
Pregunta: ¿Esta implicado David Gráiver en el "nosotros"?
Timerman: No, no, no.
Pregunta: Cuando Ud. dice "nosotros", ¿no implica a David Gráiver?
Timerman: No, quiere decir que yo tengo un modo de hablar que es erróneo. Bueno me referiré a "yo".
Pregunta: La sociedad es Timerman, David Gráiver, Rótemberg. ¿"Nosotros" son esas tres personas o no?
Timerman: Sí.
Pregunta: Si mal no recuerdo, Ud. manifestó que después la proporción de los capitales fue variando ¿cierto?
Timerman: La proporción de los aportes fue variando.
Pregunta: No, le pregunto si la proporción de los capitales fue variando. Los aportes es otro problema. Es decir hay un capital inicial de 45%, 45% y 10% y Ud. después dijo que la proporción fue distinta. Ud. dice que la desproporción obedece a nuevos aportes.
Timerman: Sí, eso es lo que quise decir.
Pregunta: ¿Y David Gráiver no hizo nuevos aportes?
Timerman: No hizo. No.
Pregunta: ¿De ninguna naturaleza?
Timerman: No hizo nuevos aportes.
Pregunta: ¿La maquinaria que Ud. mencionaba, tenía algo que ver con esos aportes o no?
Timerman: No, esa maquinaria está casi toda en deuda todavía.
Pregunta: ¿En deuda?
Timerman: Sí, sí.
Pregunta: ¿Avalada por?
Timerman: Tendría que fijarme, pero creo que incluso no tiene avales.
Pregunta: Pero si Ud. la debe, es muy difícil que no tenga aval.
Timerman: Creo que son letras que se han descontado en un banco suizo que no tiene nada que ver con Gráiver. Mire, tendría que fijarme, eso no lo recuerdo así, categóricamente. Lo será, pero no David Gráiver.
Pregunta: ¿Quiénes avalaron en representación de ellos?
Timerman: Por la sociedad, habré firmado yo, o Rótemberg. Supongo que Rótemberg.
Pregunta: ¿No David Gráiver?
Timerman: Creo que no.
Pregunta: ¿No está seguro?
Timerman: No, no, no. Quiero decir no.
Pregunta: Y esos nuevos aportes ¿qué relación tenían con el capital?
Timerman: Además debe figurar en el diario de modo que es muy fácil de comprobar.
Pregunta: Sí, pero nosotros sabemos y Ud. también, que las sociedades aunque jurídicamente guardan legalidad, a veces -y muy especialmente cuando es manejada por muy pocas personas- viene a convertirse en una sociedad familiar. Ello puede significar que haya aportes que posteriormente se materialicen en capital ¿no es cierto? Es muy 'común eso, no sería la primera. Quizá sería la excepción ¿no es cierto?
Timerman: Los aportes se materializan en capital efectivamente.
Pregunta: Claro, pero a veces primero existe el aporte, y después viene la adecuación legal.
Timerman: Lógicamente.
Pregunta: ¿Quiere decir que el señor David Gráiver no intervino nunca en esos aportes?
Timerman: En esos aportes para constitución de capital, no.
Lidia P. de Gráiver: Yo sé que inclusive durante el año 76 se hicieron grandes entregas de dinero para la construcción de esa planta.
Pregunta: ¿Ud. tiene comprobantes de lo que dijo antes? ¿La construcción de esa planta que habla la señora se hizo por aumento de capital, o por propia inversión de la sociedad?
Timerman: Por aumento de capital. Fueron aportes a cuenta de emisión de acciones.
Pregunta: La señora está manifestando que hubo aportes. ¿Ud. puede decir lo contrario?
Timerman: Yo puedo decir lo contrario. Tendrá que mostrar los comprobantes en ese caso.
Pregunta: Ud. tendría que mostrar los comprobantes.
Timerman: Lógicamente.
Pregunta: Ahora, volviendo al tema, Ud. dice que esta sociedad se mantuvo inmóvil hasta el mes de setiembre u octubre del año 1976 con un aporte de. . . o una integración del 45% de David Gráiver, 45% suyo y 10% de Rótemberg. ¿Es correcto lo que estoy diciendo?
Timerman: La constitución del capital sí, no los aportes. Ud. mencionó los aportes.
Pregunta: La sociedad.
Timerman: La sociedad, sí.
Pregunta: Se mantuvo hasta setiembre u octubre del año 76 con un 45% de David Gráiver, un 45% suyo y un 10% de Rótemberg. ¿Es cierto lo que estoy diciendo?
Timerman: Sí señor.
Pregunta: Según Ud., eso después se modificó. Según la señora Lidia Papaleo eso no se modificó señor Timerman, ¿a título de qué, o por qué, Ud. no convocó a los representantes de Gráiver a esa asamblea?
Timerman: La convocatoria se hizo por la forma legal correspondiente, nada más.
Pregunta: Pero no es más fácil para hacer la convocatoria llamar por teléfono o comunicarle a una persona, que sacar un edicto en un diario.
Timerman: En dos diarios.
Lidia P. de Gráiver: Me permite, yo considero que legalmente se hacen ese tipo de publicaciones. Pero había una vía directa, que es elemental, que es de llamarnos a nosotros y decir que se va hacer una asamblea donde se van a emitir más acciones. Esto era elemental con la relación que había. Evidentemente si no nos llamaron era porque querían sacarnos de la sociedad.
Timerman: Yo no tenía esa relación con nadie de la familia Gráiver, excepto con David.
Pregunta: Señora, ¿hubo llamados telefónicos por otras razones? El señor Timerman dice que no tenía ese tipo de relación, que por eso no la llamó.
Lidia P. de Gráiver: Pero habitualmente se llamaba a la oficina.
Pregunta: Eso es lo que le quiero preguntar.
Lidia P. de Gráiver: Sí, sí. Rótemberg llamaba cuando se necesitaba dinero, cuando tenían problemas con los bancos. Había llamados continuos.
Pregunta: Constantes. Vale decir que sólo se omitió ese llamado.
Lidia P. de Gráiver: La gente que está detenida junto conmigo puede informar de esos llamados y la señora Fanjul puede decir de esos aportes.
Pregunta: Por ejemplo ¿por qué llamaba el señor Timerman habitualmente, o el señor Rótemberg? ¿Para pedir qué, solicitar qué?
Lidia P. de Gráiver: El que más concurría a la oficina de Suipacha era el señor Rótemberg.
Pregunta: ¿A qué asistía...?
Lidia P. de Gráiver: Por problemas que tenían.
Pregunta: ¿Por ejemplo?
Lidia P. de Gráiver: Según me han informado, siempre era por pedidos de dinero.
Pregunta: ¿Pedidos de dinero? Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: Que el señor Rótemberg retiraba, y aportaba al diario.
Lidia P. de Gráiver: Así supongo.
Pregunta: Señor Timerman ¿qué tiene que decir Ud. de esto?
Timerman: Desconozco completamente eso.
Pregunta: Señora ¿Ud. tiene en su poder acciones referidas a la gestión de David Gráiver?
Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: Además Ud. tiene el recibo de la entrega de las acciones de Rótemberg que han sido depositadas en el Banco Comercial de La Plata y que están a disposición suya. Según se desprende de esto, las acciones de Rótemberg también son suyas.
Lidia P. de Gráiver: Están ahí, sí señor.
Timerman: ¿Cómo? ¿Las acciones de Rótemberg están ahí? ¿De quién son?
Pregunta: De Gráiver, acá tiene los recibos: Banco Comercial de La Plata.
Timerman: Eso no lo conozco. No, no, no lo dudo pero es la primera vez que oigo hablar de eso ¿Pero cómo las tiene? ¿Cómo pueden estar depositadas si las presentó en la asamblea? No puede haber doble juego de acciones.
Pregunta: Jara, me hace el favor de decirme desde que fecha están depositadas.
Jara: Del 15 de enero del 74.
Timerman: Pero habrán sido retiradas. Porque si no ¿cómo asistió a la asamblea?
Lidia P. de Gráiver: Ahí están las acciones.
Timerman: ¿El original?
Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: Firmadas por Ud.
Timerman: Pero ¿con qué asistió a la asamblea?
Pregunta: ¿Cuál es la verdad Timerman?
Timerman: Pero no sé. Mire estoy muy desconcertado, tengo que fijarme en los libros del diario. Si a la asamblea concurrió, hubo un inspector de justicia, está. ..
Pregunta: ¿Esta es su firma?
Timerman: Sí señor, y la firma del señor Rótemberg. Pero ¿sobre qué es? Ah no, pero esto no es de Rótemberg. No son las acciones de Rótemberg.
Pregunta: ¿Cómo sabe Ud. que no son?
Timerman: No, quiero decir que ahí hay dos tipos de acciones: Gustavo y Olta. Me parece que son dos empresas diferentes de que estamos hablando.
 Pregunta: Y acá tengo las de Gustavo también.
Timerman: Claro, son esas. Por eso digo, no son las de Rótemberg. Por eso me desconcertó. ¿Y entonces qué?, presentó acciones falsas en la asamblea.
Pregunta: Timerman, volvemos al hecho ¿existió esa asamblea?
Timerman: Sí señor, está registrada en los libros y además comunicada a la inspección de justicia. Yo creo que ahí hay de Gustavo y de Olta. Son dos diferentes, pero son las dos de Gráiver. No hay nada de Rótemberg ahí. No puede haber sino ¿cómo se presentó a la asamblea?
Pregunta: Por favor señor Jara, lea esto.
Jara: "Banco Comercial de La Plata Casa Matriz Avenida 7 esquina 49, 100.000 pesos recibe de custodia Nº 0776 Dina de Rótemberg, hemos recibido en calidad de depósito bajo el rubro Dina de Rótemberg los siguientes valores: acciones de establecimiento graneo..."
Timerman: No, no, ya está claro. Es en custodia, yo también los tengo en un banco en custodia, pero son míos: las pongo en custodia como un depósito de dinero en un banco.
Pregunta: Ahora bien, pero me explica Ud. por qué las tiene en depósito el señor David Gráiver el recibo de que...
Timerman: Pero habrá quedado en el banco, pero debe estar también el retiro de Rótemberg.
Pregunta: ¿Por qué las tienen los señores Gráiver y no Rótemberg?
Timerman: Las acciones no las tienen en poder...
Pregunta: Pero ¿quién tiene el recibo de custodia? ¿O quién tiene las acciones?
Timerman: No señor, no sé quién tiene las acciones. El que tiene las acciones es lo que vale: es como sí. . . No, pero hay un error muy manifiesto acá señor, perdóneme.
 Pregunta: El error muy manifiesto es suyo.
Timerman: No señor.
 Pregunta: ¿Existió la asamblea? Timerman: Existió la asamblea, está en los libros del diario, están las acciones.
Pregunta: Vuelvo a la pregunta inicial. Antes que existiera esa asamblea que Ud. dice que existió ¿cuánto era el por ciento?
Timerman: 45%, 45% y 10%.
Pregunta: ¿Desea agregar algo más señora Papaleo?
Lidia P. de Gráiver: No señor.
Pregunta: ¿Realmente?
Lidia P. de Gráiver: No. Lo que yo sé es lo que he dicho: que las acciones estaban a nombre de mi marido y que incluso en esas conversaciones que yo tuve con Timerman y las que tuve con Rótemberg siempre dimos por sentado y se aceptó de que esas acciones eran de David Gráiver.
Pregunta: ¿Para qué fecha fueron las últimas conversaciones?
Lidia P. de Gráiver: En febrero.
Pregunta: ¿De qué año?
Lidia P. de Gráiver: De 1977.
Pregunta: ¿Y Timerman le prometió solucionar el problema, o charlar con Ud.?
Lidia P. de Gráiver: Rótemberg iba a ser el transmisor con Timerman.
Pregunta: ¿Y llegaron a hablar de este problema? ¿En qué fecha?
Lidia P. de Gráiver: En marzo.
Pregunta La última pregunta señora Papaleo: ¿Ud. considera que la conversación que tuvo con Timerman y él le hablo de muerte, le hizo una acusación velada de muerte o una insinuación posible de muerte referida a Ud. o algún miembro de su familia?
Lidia P. de Gráiver: Yo pensé que me estaba diciendo realmente que me podría matar por tener esas acciones. La prueba está que yo le dije que no las teníamos. Y yo sabía que las teníamos.
Continúa declarando Jacobo Timerman, en La Plata el 26 de abril de 1977
Pregunta: ¿Tuvo alguna relación o vinculación con el contrato de Aluar?
Timerman No tuve relación con dicho contrato., Por el contrario, con el Comodoro Güiraldes éramos asesores del grupo Convial, que también participaba en la licitación.
Pregunta: ¿Ningún otro tipo de vinculación con el caso?
Timerman: Pensé que se refería al tema Aluar en su contexto general. Tuve participación en la licitación del siguiente modo: fui contratado por la empresa Aluar para ayudarlos a analizar el problema planteado en el Parlamento. Mis honorarios alcanzaron, durante el trabajo que demandó aproximadamente un año y medio, la suma de cien mil dólares, que fueron depositados en Suiza. El interrogante a despejar eran los motivos que "habían desencadenado una campaña contra Aluar. Esta campaña reunía a los extremos políticos, siendo los más furibundos hombres de la extrema izquierda, como el senador Solari Irigoyen, hasta la extrema derecha como Cornejo Linares. Pero además estaban en contra los legisladores de todos los partidos. Yo también tenía que asesorar sobre los avisos publicitarios y sobre el tema en debate. En esos momentos todo el mundo hablaba del caso Aluar, y todos estaban por la anulación de dicho contrato o, por lo menos, por la intervención del gobierno.
Pregunta: ¿Era común que hiciera este tipo de trabajo?
Timerman: En ese momento me pareció que era correcto, pero lo que más me interesaba eran los honorarios. Se efectuaron varias reuniones en las que siempre estuve presente: con Gelbard y Stecco en la primera; con Gelbard y Tróccoli en la segunda; y con Gelbard y Alfonsín en la tercera. Supongo que la figura de Gelbard fue la causante del rechazo, y que todos los sectores estuvieran en contra del contrato de Aluar. Allí finalizo mi actividad en la materia.
Declara Carlos Ocaña en La Plata, el 26 de abril de 1977. Argentino, 37 años, casado, licenciado en Administración y Contador Público.
Pregunta: ¿Cuándo comienza a trabajar en Olta S. A.?
Ocaña: El 13 de noviembre de 1976 me ofrecen la sindicatura de Editorial Olta S. A. Yo, desde el 1° de marzo de 1976 ya trabajaba en la editorial Javier S. A. que funciona en el edificio de Olta, pero con oficinas aparte.
Pregunta: ¿Cuándo se crea Javier S.A.?
Ocaña: Sé que en diciembre de 1975 se abre el acta constitutiva de Editorial Javier S. A. El presidente de la misma era Héctor Timerman y el vicepresidente era Horacio Aizemberg.
Pregunta: ¿Cuáles eran sus funciones en Javier S.A.?
Ocaña: Mis funciones en Javier eran las de Jefe Administrativo: llevaba la contabilización de movimiento de ingresos y egresos; los cuadros estadísticos, de venta y financieros. Tenía a cargo cuatro personas en total. Con respecto a Olta acepté el cargo que se me ofreció.
Pregunta: Cuando ingresa a Olta S.A. ¿qué trámites realiza respecto al capital de la misma y en qué fecha?
Ocaña: El 3 de diciembre de 1976, por directivas de Rótemberg, debo realizar los trámites correspondientes para capitalizar un monto de alrededor de $20 millones que estaban en la cuenta, y registrados en Suscriptores de acciones a emitir. Constaté los depósitos que se habían efectuado en el Banco Comercial de La Plata y en el Banco de Hurlingham, mediante boletas de depósitos y extractos de cuentas comentes bancarias. Como recién me matriculé el 22 de diciembre, la certificación la hizo el Dr. Porteiro. Hace unos dos meses me encargaron la reorganización- de la sección tesorería de la empresa. La ampliación del capital de Olta S. A. se hizo en la misma forma que el de la empresa Gustavo S. A. y por los mismos medios periodísticos. El escribano que actuó también fue el mismo que con Gustavo S. A. Este trámite aún no se terminó. Según sé las Empresas Gustavo S. A. y Olta S. A. pertenecen a la familia Timerman y a Rótemberg. El faltante del 45% de las acciones, según dijo hoy el mismo Timerman, pertenecía a David Gráiver. Los aportes de capital de la empresa Javier S.A. se hacían en el Banco Comercial de La Plata, según me consta por los extractos y boletas de depósito. En los casos en que no había originales, yo solicité los mismos al Banco Comercial y me los enviaron en noviembre de 1976.
Pregunta: ¿Sabía Ud. que David Gráiver poseía el 45% de las acciones?
Ocaña: Recién hoy me enteré de eso. En ningún momento de mi gestión en esta empresa supe que Gráiver tuviera acciones en la misma.
Pregunta: ¿Cómo cree que estaba constituida la empresa?
Ocaña: Tengo la seguridad de que existe un acta constitutiva y estatutos aprobados por la inspección de personas jurídicas de la integración de "Timerman Editores".
Pregunta: ¿Qué libros publicó "Timerman Editores"?
Ocaña: Recuerdo los siguientes libros: "A dónde va Israel", de Naum Goldman; "Comprensión de la Música" de Pompeyo Camps; "Conversaciones con Pichón Riviere" de Vicente Zito Lema; "Conversaciones con chicos" de Griselda Gámbaro; "Conversaciones con Mauricio Abadi" de Raúl Vera Ocampo; "Conversaciones con José Luis Romero" de Félix Luna; "Mosconi General del Petróleo" de Raúl Larra; "Conversaciones con Albert Memi" de Víctor Marca; "Conversaciones con un judío" de Mario Diament; "Las ideas estéticas" de Freud. Están en preparación "Felices como Dios en Francia", "Conversaciones con Victoria Ocampo" de Ernesto Schoó y "Conversaciones con Fiasquet" de Pablo Urbanlle.
Pregunta: ¿Cuál es su sueldo?
Ocaña: En la empresa Javier S.A. hasta la fecha es de $71.400 y $20.000 de gastos de representación por movilidad y viáticos. Con respecto a mi función de síndico en Olta S. A. se me pagó en calidad de anticipo la suma de $50.000.
Pregunta: ¿Cuáles son las causas del cierre del diario "La Tarde"?
Ocaña: En agosto de 1976, posterior a la muerte de David Gráiver, se decidió terminar con la edición de "La Tarde", que imprimía Gustavo S.A. Este diario andaba mal financieramente, ya que tenía poca "tirada", o sea unos 20.000 ejemplares. Por los gastos de personal de redacción y por la impresión tenía un déficit de $5 millones mensuales. Ignoro si había otras causas.
Declara Osvaldo Guillermo Porteiro, en La Plata, el 26 de abril de 1977. Argentino, 43 años, casado.
Pregunta: ¿Cuándo comienza a trabajar en Gustavo S.A. y qué funciones cumple?
Porteiro: A fines de junio de 1975 comienzo a trabajar como auditor en los Establecimientos Gráficos Gustavo S.A., situado en Lafayette y Lujan de Capital Federal. Luego me piden que me desempeñe también como síndico de la misma empresa.
Pregunta: Detállenos qué recuerda de la convocatoria y la asamblea para la ampliación del capital de la empresa.
Porteiro: El Directorio de la empresa, dentro de los términos de ley, convoca para una asamblea general extraordinaria, en primera y segunda convocatoria simultáneas para el 8 de noviembre de 1976. Las publicaciones correspondientes se hacen en "El Boletín Oficial" y en el diario "El Cronista Comercial" de Capital Federal. El objeto de la convocatoria era la ampliación del capital de la sociedad anónima, y la consiguiente modificación del estatuto social en lo referido al artículo de capital social, porque ya se había aumentado al quíntuplo del capital inicial. Tres días antes de la asamblea se presentan accionistas que representan el 55% del capital social. Eran: Jacobo Timerman, Rische Mindlín de Timerman, Héctor Timerman y Juan Francisco Gil, por sí; Jorge Abraham Rótemberg era representado por Rodolfo Rótemberg, quien presenta carta poder legal-mente extendida y certificada de depósito de acciones en el Banco de la Provincia de Buenos Aires de fecha 16-8-76, a nombre de Jorge Abraham Rótemberg y de Dina de Rótemberg. El día de la asamblea, como no se presentaron más accionistas, se procedió al cierre definitivo del libro de accionistas. Como había el quorum legal que exige la ley de sociedades anónimas, se esperó una hora y media más. Luego se hizo la asamblea en segunda convocatoria con el número de accionistas presentes, de acuerdo con los estatutos y la ley de sociedades anónimas. Los accionistas presentes representaban 2.750 acciones por un capital de $2.750.000 ley, que era el 55%del capital social. La asamblea decide aumentar el capital hasta la suma que corresponde a los •aportes previos efectuados por los socios, que representa aproximadamente entre 115 y 125 millones, y efectuar la modificación del estatuto que corresponde. La asamblea concluyó así, y se firmó el acta correspondiente. Posteriormente se publicó en el "Boletín Oficial" y también en el "Cronista Comercial" el derecho de preferencia por el término legal de tres días. Este acuerda treinta días para que se presenten los accionistas a hacer valer sus derechos. Dentro de esos treinta días se presentaron Jacobo Timerman y Jorge Rótemberg, quienes presentaron contratos de adhesión manifestando su intención de adquirir la totalidad de la ampliación de capital. Vencido el plazo de treinta días se confeccionaron los títulos provisorios de acciones. Tengo entendido que estos títulos fueron canjeados por Timerman y Rótemberg, quienes presentaron recibos que los identificaban como los socios que habían efectuado los aportes previos. Posteriormente se entregó toda la documentación a un escribano de apellido Galdos de Capital Federal, para que continúe la tramitación correspondiente ante la inspección de personas jurídicas. Este trámite todavía no finalizó. Este contador tiene en su poder una certificación mía en la cual certifico el real ingreso de los fondos a la empresa. Este trámite es una obligación para el síndico.
Pregunta: ¿Sabía Ud. que David Gráiver poseía las acciones?
Porteiro: Recién hoy me entero, por lo que dijo Jacobo Timerman, que el total del capital de Olta S. A. y Gustavo es propiedad de David Gráiver. Durante todo este tiempo que estuve en la empresa nunca me enteré por documentación alguna, o por registros contables, o por manifestaciones verbales de tal situación.
Pregunta: ¿Veía con frecuencia a Jacobo Timerman?
Porteiro: Me veía con Jacobo Timerman los días de asamblea solamente. Mis funciones en la empresa las hacía solamente dos días a la semana, o sea los días de asamblea y en las reuniones de directorio.
Pregunta: ¿Cuál es su sueldo?
Porteiro: En la actualidad es de $30.000 como síndico de Establecimientos Gráficos Gustavo y de $30.000 como auditor de la Empresa Olta S. A.
Pregunta: ¿En qué fecha ingresa a las empresas mencionadas?
Porteiro: En agosto de 1975 ingreso a Gustavo S. A. y en marzo de 1976 como auditor en la Empresa Olta S. A.
Pregunta: ¿Quiénes son los directores de estas sociedades?
Porteiro: Son Jacobo Timerman, Rische Mindlín de Timerman, Héctor Timerman y Jorge Abraham Rótemberg. Los cargos son desempeñados alternadamente.
Declara Jacinto Schuger, en La Plata, el 26 de abril de 1977. Argentino, 48 años, Contador Público.
Pregunta: ¿Cuándo y en qué condiciones se crea Gustavo S. A.?
Schuger: En el año 1973 Abraham Rótemberg me ofrece trabajo en una empresa a constituirse y en la que me desempeñaría como síndico. En el mes de noviembre de ese año se constituye la empresa Establecimientos Gráficos Gustavo S. A. con domicilio en la calle Lafayette 1910 de Capital Federal, con un capital de $1.000.000 ley. En el acto constitutivo la suma se distribuye así: Jacobo Timerman con $500.000 ley, la Sra. de Timerman $300.000, Jorge Abraham Rótemberg $100.000 y la Sra. de Rótemberg $100.000, los que completan el 100%del capital citado.
Pregunta: ¿Cómo se efectuaron los posteriores aumentos de capital?
Schuger: El estatuto de la empresa establece que el ejercicio cierre el 31 de marzo de cada año. A mediados de marzo de 1975 se llama a asamblea general ordinaria para elevar el capital a un quíntuplo. A esa asamblea concurre el 100% del capital en la misma forma que se constituyó la sociedad, y aprueban el aumento del capital. Posteriormente se publican los edictos de aumento de capital para ejercer el derecho de preferencia, y en uso de esas facultades suscriben el aumento los señores Timerman y Rótemberg. Con esto el capital queda elevado a $5.000.000 ley.
Pregunta: ¿Cuándo deja su puesto de síndico?
Schuger: Posteriormente se eligen nuevas autoridades en el directorio y se nombra al Dr. Porteiro como síndico, por lo que yo quedo fuera de la misma. El trato posterior se circunscribe solamente a la amistad que me une con Jorge Abraham Rótemberg.
Pregunta: ¿Sabía Ud. que Gráiver poseía acciones?
Schuger: Tiempo después, en una conversación con Rótemberg, éste me dice que en realidad el capital se distribuye de la siguiente manera: 45% es de Timerman, 45% de David Gráiver y el restante 10% de él.
Pregunta: ¿Qué impresión le causó esta declaración?
Schuger: No me despertaron ninguna intranquilidad ni disconformidad, ya que el Grupo Gráiver en esa época POCO conocido por mí y, a pesar de eso, los actos legales de aumento de capital y demás trámites se habían realizado en la más absoluta legalidad de acuerdo a las leyes vigentes. Recién hoy, por lo que dijo Jacobo Timerman me entero que el 100% del capital era propiedad de David Gráiver.

EL PODER EN LAS SOMBRAS
CAPITULO 2

PARTE 11

 CONTINUACION

Reunión conjunta, el 26 de abril de 1977, en La Plata, de Osvaldo Guillermo Porteiro, Roberto Carlos Ocaña, Jacinto Schuger y la presencia de Jacobo Timerman.
(Comparecen Osvaldo Guillermo Porteiro, argentino, 43 años, casado, Doctor en Ciencias Económicas; Jacinto Schuger, argentino, 48 años, divorciado, Contador Público y Roberto Carlos Ocaña, argentino, 37 años, casado, Licenciado en Administración y Contador Público. El primero es síndico de los establecimientos gráficos Gustavo S. A.; el segundo se desempeñó como síndico en el establecimiento antes mencionado; y el tercero cumple funciones de síndico en la Editorial Olta S.A., a vez, está presente el señor Jacobo Timerman en calidad de detenido.
Pregunta: Cuando se decide la creación de "La Opinión" se crea una sociedad anónima: Olta S.A. ¿Cómo integra el paquete accionario de esa entidad?
Timerman: El paquete accionario se distribuyó entre el señor David Gráiver, 45%; Jorge Rótemberg, 10% y yo el 45%.
Pregunta: Señor Timerman ¿de dónde emana  el dinero?
Timerman: David Gráiver y yo hicimos un acuerdo por el cual él ponía todo el capital necesario, yo dirigía el proyecto y el señor Rótemberg la organización administrativa. La adjudicación de acciones era en base a nuestro aporte en tecnología y organización. A partir de ese momento toda la estructuración jurídico contable y todos los contactos financieros se hicieron entre David Gráiver y Rótemberg.
Pregunta: Señor Timerman ¿cómo estaba previsto el aporte societario?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: En ese inicio del que hablamos, evidentemente se conformó un directorio. ¿Recuerda Ud. su constitución?
Timerman: Como presidente accionaba yo. El resto no lo recuerdo.
Pregunta: De las personas presentes ¿quién actuó como síndico de Olta y en qué oportunidad?
Ocaña: En noviembre de 1976 se me designa síndico de editorial Olta.
Pregunta: ¿Qué conocía, señor Ocaña, sobre el acto constitutivo?
Ocaña: Sobre el acto constitutivo no sé, porque entré en la editorial Javier el 1° de marzo del año 1976. Lo que conozco es la asamblea -que fue la única que directamente estuve asignado como síndico- del 3 de diciembre de 1976, en la cual, de acuerdo al registro de accionistas y el depósito de acciones que se efectuó ese año, había 2.000 acciones por un monto total de dos-cientos mil pesos del señor Rótemberg; 2.000 acciones por un total de doscientos mil pesos del señor Héctor Timerman; 2.000 acciones por un total de doscientos mil pesos de la señora Rische de Timerman; y 5.000 acciones del señor Jacobo Timerman por un monto de quinientos mil pesos. La cantidad depositada en esa asamblea extraordinaria, de acuerdo al registro de accionistas, fue de once mil acciones por un monte de un millón cien mil pesos. Y entiendo que el monto de capital accionario de la sociedad era de dos millones de pesos.
Pregunta: De la verificación que el contador debe efectuar, ¿de ninguna manera surgían las acciones de Gráiver?
Ocaña: No señor. El monto depositado era igual al 55% de las acciones del total del capital accionario y no hubo ningún otro accionista que depositara acciones en esa asamblea general extraordinaria. Esto es lo que doy IV, de acuerdo al registro del libro de accionistas que está guardado en caja fuerte en la editorial Olta.
Pregunta: Señor Timerman, de acuerdo al compromiso que ya señalara sobre la participación de David Gráiver, ¿existió algún contrato?
Timerman: No, fue totalmente verbal.
Pregunta: ¿Alguna persona ejercía dentro de la empresa el contralor administrativo de la misma representando los intereses de David Gráiver?
Timerman: No.
'Pregunta: Señor Timerman: ¿David Gráiver no tomó algún tipo de resguardo para ese capital aportado, que era el total?
Timerman: Propuso una sindicatura de acciones de la cual se firmó un solo ejemplar en poder de él, pero luego de la firma le expresé que en ese acto yo perdía mi independencia para dirigir el diario y prefería no efectivizar la sindicatura. El aceptó, por lo cual nunca hubo sindicatura de acciones.
Pregunta: ¿Qué profesional confeccionó el documento que se alude de compromiso de la sindicación de acciones?
 Timerman: No sé si hubo profesional.
Pregunta: ¿En qué lugar se hizo el acuerdo entre Da-vid Gráiver y Ud.?
Timerman: No recuerdo.
Pregunta: ¿Estuvieron presentes otras personas en ese acto que conociesen el significado del mismo?
Timerman: Estábamos los dos solos y él tenía el papel redactado, y creo que fue en la oficina de él.
Pregunta: Evidentemente, en alguna oportunidad se emitieron títulos o acciones. ¿Lo hicieron por su intermedio?
Timerman: La empresa Olta emitió acciones.
Pregunta: ¿Cómo era el mecanismo de distribución de los títulos?
Timerman: Yo recuerdo que Rótemberg se encargaba de hacerme firmar luego de hacer la distribución.
Pregunta: En consecuencia, le consta la posesión de esos títulos por parte de David Gráiver.
Timerman: Me consta del siguiente modo: Rótemberg me dijo que las había entregado, y Gráiver nunca me las reclamó.
Pregunta: Señor Timerman y señor Ocaña ¿a través del deber de la sindicatura ejerció la verificación de los títulos?
Ocaña: Ejercí la verificación del registro de accionistas y los folios anteriores a mi gestión. Allí no consta, en ningún folio, que hubiera acciones en poder de David Gráiver y la verificación efectiva de los títulos que se depositaron en la asamblea en la cual yo ejerzo como síndico actual no había ninguna acción, ni nadie trajo acciones a nombre de Gráiver.
Pregunta: ¿Ud. recuerda el porcentaje de acciones que se presentaron en esa asamblea que verificó?
Ocaña: Once mil acciones por un monto de un millón once mu pesos, o sea el 55% del monto del capital de dos millones de pesos. Luego, como no se presentaron los accionistas restantes, se llamó a segunda convocatoria de acuerdo a la ley 19.550 y tampoco ingresaron otros accionistas.
Pregunta: Señor Ocaña. ¿quién fue, en ambas oportunidades, el veedor del organismo de contralor?
Ocaña: Que yo recuerde, me parece que no vino ningún veedor.
Pregunta: Precise si estuvo o no estuvo. Ocaña: No estuvo.
Pregunta: En toda su sindicatura ¿concurrió algún funcionario de esos organismos?
Ocaña: La única asamblea en la cual soy el actual síndico fue la que relaté anteriormente. Así que desconozco si en asambleas anteriores hubo algún veedor de la Inspección General de las Personas Jurídicas.
Pregunta: Señor Ocaña ¿Ud. como síndico hizo alguna comunicación al organismo de contralor previamente y posteriormente a la asamblea?
Ocaña: Se hizo la notificación pertinente posterior a la asamblea, al organismo de contralor. Esa documentación está en poder del escribano porque la asamblea a la cual me estoy refiriendo es la de actualización del capi-tal y reforma de estatutos para adecuarlos a la ley 19.550.
Pregunta: Señor Ocaña ¿cuándo ingresó Ud. a la empresa?
Ocaña: Yo ingresé el 1 de marzo de 1976 a Editorial Javier (diario "La Tarde") como Jefe Administrativo Contable y hasta ahora trabajo en la Editorial Javier como Jefe Administrativo Contable. En el mes de noviembre de 1976 la dirección de Olta me propone que sea síndico, porque recién entonces me había recibido de Contador Público.
Pregunta: Señor Ocaña ¿entra a la empresa por recomendación?
Ocaña: Yo contesto a un aviso aparecido en un matutino del día domingo, que solicitaba un Jefe Administrativo Contable y había que presentarse en Córdoba al 1800. Se hace una selección de personal en la cual es-taba yo; me toma examen el señor Porteiro. Luego me comunican que había sido aceptado y que tengo que ver al señor Rótemberg que era el Director Administrativo de la empresa. Allí comienzo hacer mis labores como Jefe Administrativo.
Pregunta: Señor Ocaña ¿cuándo se inició Ud. en el Consejo Profesional de Ciencias Económicas?
Ocaña: La matrícula profesional me la otorgan el 21 de abril de 1977. Me inscribí en noviembre de 1976.
Pregunta: ¿Antes o después de las asambleas a la que nos estamos refiriendo?
Ocaña: Yo entiendo... fue posterior a la asamblea.
Pregunta: ¿Ud. considera que estaba en condiciones de actuar en las dos asambleas referidas?
Ocaña: Yo entiendo que sí porque ya me había recibido de Contador. De acuerdo a la Ley 19.550 debe ser Contador Público, pero no habla de matriculado. Sea contador o abogado. Eso se lo consulté al Dr. Porteiro y me dijo que sí.
Pregunta: Señor Ocaña ¿en esas oportunidades firmó Ud. los escritos como síndico?
Ocaña: Sí, firmé el libro de asamblea o el acta de asamblea.
Pregunta: ¿Asistió a las reuniones del directorio? Si es así, denos pormenores referidos a hechos y personas.
Ocaña: Creo que se hicieron dos actas de directorio posteriores a mi designación como síndico. Una fue el acta de directorio que se convoca a asamblea general. En la otra no estaba en Buenos Aires y no firmé el acta del directorio porque no estaba en la reunión. Creo que estaba el Presidente señor Timerman y el Vicepresidente que es Héctor Timerman en esa reunión de directorio y ninguna otra persona.
Pregunta: Señor Timerman ¿recuerda Ud. esa reunión? Timerman: No la recuerdo bien. Yo estaba en Buenos Aires. Sé que hubo una reunión y no recuerdo bien la fecha y detalles.
Pregunta- Señor Ocaña estamos refiriéndonos a dos asambleas. Yo le pido que conteste Ud. ¿qué causas motivaron su convocatoria?
Ocaña- Las causas que motivaron esa convocatoria fueron la actualización de capital y la adecuación de los estatutos a la ley 19.550.
Pregunta: ¿Esa actualización de capital obedecía a la existencia de nuevos aportes?
Ocaña: Obedecía a capitalizar los aportes que se hicieron durante los dos últimos años. Entiendo que la certificación de los depósitos fue en el 75-76. La fecha de los depósitos la hizo el doctor Porteiro porque yo no tenía la matrícula de profesional para hacer la certificación.
Pregunta: Ud. habla de depósitos. ¿Esos depósitos emanaban o estaban respaldados por alguna institución bancaría?
Ocaña: En el Banco Comercial de La Plata. En algún caso en el Banco de Hurlingham y en otros casos del Banco Comercial de La Plata.
Pregunta: Señor Porteiro ¿Esos documentos que Ud. certificó son los mismos a que alude el señor Ocaña?
Porteiro: El señor Ocaña me proporcionó la boleta de depósito. Me indicó los libros y la posición respectiva donde estaban asentados y verifiqué además los ingresos en los respectivos extractos bancarios. En todo ello certifiqué el ingreso efectivo de los fondos a la Empresa Olta.
Pregunta: ¿Recuerda Ud. los montos de esos depósitos?
Porteiro: No puedo recordarlos porque eran muchos. Lo que recuerdo con precisión es que había un último depósito reciente y concretaba la cantidad de aportes de capital que se deseaba capitalizar. El monto total era de veinte millones de pesos.
 Pregunta: Al decir que son muchos ¿se refiere al monto de los depósitos o a la cantidad de los depósitos?
Porteiro: Yo recuerdo que el último cerraba la cantidad de veinte millones.
Pregunta: ¿Existían depósitos que emanaran de otras instituciones bancarias?
Porteiro: Que yo recuerde, no. La mayor parte era del Banco Comercial de La Plata.
Pregunta: Ocaña, la misma pregunta que al señor Porteiro.
Ocaña: Eran alrededor de veinte o veinticinco boletas de depósito que estaban acreditadas en la cuenta de la editorial Olta y que estaban registrados en los libros contables en la cuenta suscriptora de acciones a emitir.
Pregunta: ¿Qué tipo de acciones emitió esta sociedad?
Ocaña: Las que yo conozco eran las acciones que mencioné anteriormente. Además, para esta actualización de capital hay recibo de suscripciones de emisión de acciones de adhesión por parte del señor Jacobo Timerman. Este recibió de editorial Olta un monto de trece millones seiscientos mil pesos y el señor Rótemberg otro recibo de adhesión por seis millones cuatrocientos mil pesos, que hacen el total de los veinte millones del aumento de capital.
Pregunta: ¿Esas acciones eran nominativas o al portador?
Ocaña: El recibo de adhesión se hizo directamente del señor Jacobo Timerman y del señor Rótemberg. El trámite actualmente está en poder del escribano Galdos.
Pregunta: Señor Ocaña. ¿Ud. como síndico, desconocía el tipo de acciones que se iba emitir?
Ocaña: Entiendo que se iban a emitir acciones al portador, como títulos al portador.
Pregunta: ¿Las anteriores eran al portador? Ocaña: Sí.

Pregunta: Señor Porteiro y señor Ocaña, ¿los depósitos a los cuales se hacían referencia anteriormente presentaban alguna característica especial?
Ocaña: Se pidió fotocopias al Banco Comercial de La Plata. Entonces había fotocopias y originales.
Porteiro: Eran boletas de depósitos comunes extendidos casi en su totalidad a mano, con sello del banco y firma del cajero. No presentaban ninguna cosa o característica especial.
Pregunta: Señor Ocaña ¿Ud. está de acuerdo con eso? Ocaña: Sí, sí.
Pregunta: Señor Porteiro y señor Ocaña, Uds. mencionaron a dos instituciones bancarias: Banco Comercial de La Plata y de Hurlingham.
Porteiro: Con referencia al Banco Comercial de La Mata, sí estaban emitidos por alguna sucursal en especial. Coincido con el señor Ocaña, o sea que eran de la sucursal del Banco Comercial de La Plata con sede en la Capital.
Pregunta: Señor Timerman ¿Ud. poseía cuenta personal en el Banco Comercial de La Plata?
Timerman: Yo poseía una cuenta en el Banco Comercial de la Capital Federal, que dejó de operar hace mucho y creo que fue dado de baja.
Porteiro: Señor Timerman ¿Editorial Olta poseía cuenta? ¿En qué sucursal?
Timerman: Olta poseía en el Banco Comercial de La Plata, Sucursal Capital.
Pregunta: Señor Ocaña y señor Porteiro si bien se sobreentiende que Uds. no son peritos calígrafos ¿la Conformación manuscrita de esas boletas denunciadas, al confrontadas, presentan rasgos de similitud en la escritura?
Ocaña: Yo pienso que sí, porque era una letra redonda. Eso es lo que me acuerdo: una letra redondilla que vi en varias boletas.
 Porteiro: Aunque no es mi materia yo recuerdo que había varias boletas con letra similar, clara, aunque no sé cómo definirla. Diría que era infantil avanzado. Recuerdo que había varias, y los ganchos de cajeros eran parecidos.
Pregunta: ¿Las letras que conformaban esas boletas?
Porteiro: En varias boletas sí, aunque a la palabra similar deberá dársele el sentido de una persona inexperta en la materia. No soy calígrafo.
Pregunta: Señor Ocaña ¿requirió alguna vez conocer o se enteró de quién era el autor de esos depósitos o aportes?
Ocaña: Eran boletas a mi gestión de sindico en su totalidad. Creo que hay una en diciembre de 1976 de redondeo y desligada de las anteriores que ya estaban contabilizadas. Yo pregunté en Dirección y me indicaron que eran boletas de depósito de aportes que traía el señor Rótemberg.
Pregunta: Señor Porteiro, la misma pregunta.
Porteiro: Yo sé que se hacía una especie de dirección financiera durante un par de meses y me he enterado que cuando había déficit financiero se requerían aportes de capital.
Pregunta: Concretamente  ¿Ud. conoce quién era el depositario de ese dinero o el aportante?
Porteiro: Por supuesto el hecho físico del depósito nunca me interesó. Lo que sabía es que contra la recepción en la parte administrativa de las boletas de depósitos, no lo puedo asegurar porque yo no presenciaba el depósito pero tengo entendido que esas boletas las traían a la empresa los señores Rótemberg o Timerman, que las canjeaban en la administración por recibos.
Pregunta: Señor Porteiro, hemos hablado recién de una boleta de redondeo ¿conoce Ud. por qué y a quién se solicitó ese redondeo y en qué oportunidad?
Porteiro: En una oportunidad, cuando se estaba tratando de capitalización de los aportes, el señor Rótemberg, me preguntó cuánto dinero hacía falta para ampliar el capital accionario en veinte millones. Fue aproximadamente en setiembre u octubre de 1976. Como no podía evacuar la pregunta porque no lo sabía, él me contestó que lo iba hacer averiguar en la administración. No tuve noticias de eso. Quiero aclarar que esta circunstancia es la que me permitió tomar idea de que había un depósito de redondeo.
Pregunta: Cuando Ud. hizo la certificación de ese redondeo ¿recuerda la cifra, la institución bancaria y la fecha?
Porteiro: No. En este momento no lo puedo precisar. Con precisión creo que fue... no, no puedo precisar.
¡Pegunta: Señor Ocaña, de sus respuestas anteriores surge que Ud. manejó la misma documentación a la que se alude y entonces le pregunto si recuerda esa boleta de redondeo, ¿por qué banco estaba emitida, la cantidad consignada y la fecha?
Ocaña: La fecha creo que es fin de noviembre del 76 o principios de diciembre. El    banco creo que es el Comercial de La Plata y el monto aproximado serían setecientos mil pesos.
Pregunta: Señor Porteiro, como Ud. dijo antes que no recordaba con precisión los montos de los distintos depósitos, ¿entre este último depósito de redondeo y los anteriores existía gran diferencia?
Porteiro: No, no era excesiva. Yo no recuerdo que me llamara la atención. Eran más o menos coherentes.
Pregunta: La misma pregunta señor Ocaña.
Ocaña: Había diferencias en meses. En el último depósito hubo una diferencia de alrededor de un mes, o un mes y medio. En relación a las cifras, aparentemente manejaban de acuerdo a las necesidades financieras que en cada momento se necesitaban. Eso lo supongo porque yo en Olta trabajo en la parte contable desde noviembre. Pero pienso que tiene similitud con lo que se efectuaba en la editorial Javier desde marzo a agosto. No eran discordantes las cifras.
 Pregunta: En cuanto a periodicidad de los depósitos ¿existe y observó Ud. algún tipo de constante?
Ocaña: Como periodicidad creo que eran dos veces por mes, o una vez. Una o dos veces por mes.
Pregunta: En cuanto a periodicidad ¿el último depósito rompe así esa constante?
Ocaña: Si, pienso que sí. No estoy muy seguro. Creo que habría uno en noviembre y el último en diciembre.
Pregunta: Señor Timerman, esos depósitos o aportes a los que estamos aludiendo ¿qué origen tenían? Concretamente señor Timerman ¿quién era el que suministraba el dinero?
Timerman: Tengo entendido que el mecanismo era en la oficina del señor Gráiver. Le enviaba al señor Rótemberg las boletas de depósito, eso si está claro.
Pregunta: ¿Entiende Ud. que ese dinero era aportado por el señor Gráiver? ¿En todas las ocasiones?
Timerman: Creo que sí, en todas las ocasiones.
Pregunta: Siempre refiriéndonos a Olta S. A., señor Porteiro, quiero que narre toda su actividad relacionada con Olta S. A. y que sea de su competencia.
Porteiro: Varios meses después de mi ingreso a Gustavo, como síndico, para poner en marcha la parte administrativa, el señor Rótemberg me expresa —aproximadamente en febrero de 1976— su deseo de que me hiciera cargo de las tareas de auditoría externa de la empresa Olta que funcionaba en el mismo edificio que Editorial Gustavo. Entonces tomo a mi cargo, como auditor externo, las tareas relativas a la correcta confección de los estados contables. Y aunque no estaba expresamente pactado efectué tareas de asesoramiento respecto a todos los mecanismos de asamblea y relaciones con la Inspección de Personas Jurídicas. Me desempeño desde febrero de 1976 hasta la actualidad.
Pregunta: Ocaña: señor Timerman ¿quién conocía de las personas de la empresa, además de Ud. el mecanismo de aporte de capital que Ud. se refirió en relación con la oficina de Gráiver?
Timerman: Exclusivamente el señor Rótemberg y yo conocíamos el nombre de nuestro capitalista desde 1971.
A esta altura de la sesión ingresa la señora Lidia Elba Papaleo de Gráiver, y el señor Isidoro Miguel Gráiver, argentino, 31 años de edad, casado, de profesión empresario los que a continuación entran en disertación con los presentes.
Pegunta: Señor Isidoro Gráiver, de las personas aquí presentes ¿a quién reconoce Ud.?
Gráiver: Al señor Jacobo Timerman, al contador Shuger y a mi cuñada.
Pregunta: Señor Isidoro Gráiver ¿qué relación lo liga al señor Timerman?
Gráiver: A mí, en forma personal, ninguna. Tenía Conocimiento que existía una sociedad del señor Timerman con mi hermano David, como propietarios del diario "La Opinión".
Pregunta: Señor Gráiver ¿conoce Ud. los alcances de la asociación de tipo económico?
Gráiver: Bueno, no en forma exacta, pero sí aproximada. Había un convenio por el cual cada uno retiraría los beneficios que le correspondían por la sociedad.
¡Pegunta: Señora Gráiver, ¿conoce Ud. a alguna de las personas aquí presentes?
Lidia P. de Gráiver: Conozco al contador Schuger, al señor Timerman y a mi cuñado.
Pregunta: ¿De dónde y por qué conoce al señor Jacobo Timerman?
Lidia P. de Gráiver: Lo conocí circunstancialmente en el verano del 74, en Punta del Este, en la playa. Sabía de una sociedad en el diario, con mi esposo.
Pregunta: ¿Conocía Ud. el tipo de sociedad que ligaba a su esposo y al señor Timerman?
Lidia P. de Gráiver: Conocía que existía una sociedad en la cual mi marido tenía el 50% de las acciones.
Pregunta: Señor Gráiver ¿le consta a Ud. que su hermano David haya aportado —luego de constituida la sociedad con el señor Timerman— cantidades de dinero?
Gráiver: Sí, David me comentó haber efectuado aporte de capital a esa sociedad.
Pregunta: La misma pregunta para la señora de Gráiver.
Lidia P. de Gráiver: Después de la muerte de mi marido me enteré de que se había aportado capital a esa sociedad.
Pregunta: Señora de Gráiver, de esa sociedad a que nos estamos refiriendo —Olta S. A.— ¿sus constancias son de tipo verbal, por comentario de su esposo, o también tiene conocimiento de la existencia de otro tipo de documentación demostrativa de dicha asociación?
Lidia P. de Gráiver: Tenía en mi poder un contrato de más acciones que he entregado a las autoridades. Además la señora de Fanjul me comentó de esos aportes. Ella también me entregó ese contrato y las acciones en la oficina de Suipacha.
Pregunta: ¿Ese contrato a que Ud. alude fue suscripto por los señores Timerman y David Gráiver?
Lidia P. de Gráiver: Sí señor.
Pregunta: ¿Cuál era su contenido?
Lidia P. de Gráiver: Yo no leí su contenido porque no soy experta en la materia. Pero sí recuerdo un párrafo en el cual decía que ambas partes tenían que estar de acuerdo para nuevas emisiones o inversiones.
Pregunta: Señor Gráiver ¿Ud. tiene algún conocimiento similar?
Gráiver: Sí, tengo un conocimiento similar en razón de haber echado un ligero vistazo, pero entiendo que el espíritu de ese convenio o contrato era obligar a ambas partes a no realizar ningún acto que modificara la condición societaria sin acuerdo, sin previo acuerdo de partes.
¡Pegunta: Señor Gráiver ¿al observar ese contrato o echarle un vistazo, como Ud. dice, observó si el mismo estaba firmado?
Gráiver: Tenía la firma de mi hermano y la que entiendo debe ser, o debiera ser la de la otra parte. Yo no conozco la firma del señor Timerman.
Pregunta: Señor Gráiver ¿existía algún tipo de rúbrica o certificación de algún profesional?
Isidoro Gráiver: Creo que no. Estoy casi seguro que no.
Pregunta:   ¿Conoce Ud. que ese documento fuera elaborado por algún profesional?
Gráiver: No. Ni siquiera tenía idea de que existiera ese documento hasta que lo vi en la oficina.
Lidia P. de Gráiver: No está firmado o rubricado por ningún profesional pero sí por David. Con respecto a la firma del señor Timerman, no la conozco.
Pregunta: Señor Timerman ¿Ud. firmó sí o no, ese contrato?
Timerman: Recuerdo ahora que el señor Gráiver me presentó ese documento para que lo leyera. Señalamos que era un acuerdo de sindicatura de acciones para que lo estudiara. En ese momento le dije que prefería que no existiera para no sentirme coartado en mi libertad de acción. Me dijo entonces que lo firmáramos entre los dos como recuerdo de un compromiso moral. Ahora creo que recordé como fue el episodio. Le voy a dar un dato más: antes, cuando me interrogaron sobre ese documento yo dije que no lo tenía. Ahora recuerdo por qué no lo tenía: porque Gráiver me ofreció un texto para estudiarlo y luego hacer las diligencias correspondientes. Como le dije que no quería encerrarme en esa condición, me dijo: "Bueno, firmemos acá". Es por eso que hay una sola copia.
Pregunta: ¿Al decir Ud. "acá", a qué lugar específica-mente se refiere?
Timerman: Yo decía "acá" refiriéndome al papel no en qué lugar. Si supiera la fecha del documento quizá podría ubicarme en relación a las oficinas.
Pregunta: Señora de Gráiver ¿en qué fecha aproximada tomó conocimiento Ud. de esa asociación? ¿Le comentó su esposo por qué había invertido en ella y cuál era la finalidad de la misma?
Lidia P. de Gráiver: Yo me enteré de esa asociación en el año 1973. Pero no supe en esa ocasión ni los porcentajes ni la finalidad.
Pregunta: ¿Los conoció más adelante?
Lidia P. de Gráiver: Sí. Como dije anteriormente, después de la muerte de mi marido conocí ese contrato y los porcentajes.
Pregunta: ¿Conoció al respecto la existencia de otro tipo de documentación, por ejemplo acciones que probaran la existencia de la misma?
Lidia P. de Gráiver: Conocí la documentación que presenté a las autoridades, o sea el contrato y las acciones.
Pregunta: Señora Gráiver con referencia a las acciones ¿conoce la existencia de algún documento referido a las mismas a nombre del señor Rótemberg y que estuvieran también en las oficinas del señor Gráiver?
Lidia P. de Gráiver: Como la señora Fanjul me entregó esas acciones las guardé y las entregué.
Pregunta: Señor Gráiver ¿qué conoce Ud. al respecto?
Gráiver: Sé que existía un depósito de acciones en el Banco Comercial de La Plata a favor del señor Rótemberg, y endosado por él. Quiero dejar aclarado que nunca lo vi.
Porteiro: Con relación a las acciones del señor Rótemberg sé, y me consta, que en la caja fuerte de la Editorial Olta está archivado un resguardo a nombre de Jorge Rótemberg y Dina de Rótemberg, extendido por el Banco Provincia de Buenos Aires, aproximadamente en agosto del 76. Aclaro que lo que existe es una copia al carbónico del mencionado documento.
Pregunta: Señor Timerman a esta altura, y según sus manifestaciones, queda en claro entonces que el aporte total del dinero para la creación de Olta S.A. fue de David Gráiver.
Timerman: Sí.
Pregunta: Y que igualmente los aportes para la ampliación de capitales emanaron también de David Gráiver.
Timerman: Sí, quizás con la excepción de un último aporte que redondeaba la cifra.
Pregunta: Señor Timerman ¿cuál era la intención de David Gráiver al aportar sumas económicas para la creación de la empresa y para la ampliación del capital societario?
Timerman: Cuando en el año 70 le expliqué el proyecto le entusiasmó la idea de tener una empresa editorial periodística. En ese momento él atravesaba por cierta euforia empresarial, ya que hacía poco tiempo —creo que un año o cosa así— que su familia había comprado un banco. Yo no vi una intención específica. Le interesaba en el orden económico, en el orden institucional. Creía que si el órgano dé prensa adquiría dimensiones, daría gran prestigio. Suponía, me agregó, que yo pronto me cansaría del asunto y le vendería mi parte como ocurrió con las revistas "Primera Plana" y "Confirmado", que yo había fundado y vendido. En los años posteriores, especialmente a mediados del 75, lo noté más bien desinteresado del asunto. No tenía fe en el proyecto. Afirmó que el diario iba a ser un fracaso y que deberíamos restringirnos por un tiempo. Incluso los aportes que hacían falta para continuar con el proyecto debieron ser insistentemente reclamados. Llego incluso un momento que en vez de hacer aportes prefirió otorgarnos créditos de sus bancos. Esto significó un grave perjuicio financiero para la empresa, debido a los intereses de los créditos.
Pregunta: Señor Timerman, ¿cómo explica Ud. la contradicción que surge de todo esto? Vale decir, de alguien que aporta en su inicio, se desinteresa después; que se perjudique en una asociación de la que forma parte y a la cual le ofrece créditos por intermedio de una entidad bancaria que también dominó.
Timerman: Dentro de lo sugestivo que son estas explicaciones empecemos por decir que David Gráiver era un ser contradictorio, lo que ha quedado más que patentizado en su breve historia. Además, para un empresario o financista, siempre es preferible otorgar un crédito de su banco y ganar los intereses, que meter dinero propio a lo que se llama fondo perdido. Fondo en el cual el obtenía en acciones un 45% del dinero que invertía contante y sonante.
Pregunta: Señora Gráiver, a la desaparición de su esposo ¿Ud. intentó algún tipo de contacto con el señor Rótemberg o con el señor Timerman para dilucidar el destino de los intereses de Gráiver en Olta S.A.?
Lidia P. de Gráiver: Tuve una entrevista con el señor Timerman a fines de setiembre o principios de octubre, en la cual hablamos en general de la situación que se había desencadenado con la muerte de mi marido. Con respecto a las acciones del diario, Timerman me aconsejó .que tuviera cuidado, dado que corría peligro de muerte como ya había sucedido con el diario "La Razón". Luego tuve una entrevista con Rótemberg. No recuerdo si fue una o dos, pero sí que la última entrevista la tuve conjuntamente con mi cuñado. Le dijimos a Rótemberg de nuestra intención de presentar ese contrato a la sucesión o vender nuestra parte. El señor Rótemberg quedó en transmitírselo a Timerman y que íbamos a tener una respuesta en el mes de marzo. Respuesta que no obtuvimos.
Pregunta: Señor Gráiver ¿ratifica Ud. las expresiones de su cuñada?
Gráiver: Totalmente. Incluso agrego que Rótemberg estaba en Punta del Este.
Pregunta: ¿Usted intentó algunos contactos posteriores con Rótemberg o con Timerman?
 Lidia P. de Gráiver: No, porque se había puesto una fecha en el mes de marzo.
Isidoro Gráiver: La única vez que tomé contacto con Timerman, fue en oportunidad de una publicación en "La Opinión", que entendía nos perjudicaba con relación al paquete de venta del Papel Prensa, sin obtener el saltado. No hablé con Timerman.
Timerman: En la reunión que tuvimos en el Alvear Palace Hotel me comentó lo abrumada que estaba y me relató el asedio y las expresiones que Gelbard había hecho en Nueva York sobre su familia. Le aconsejé que tratara de buscar algún equipo de personas que pudieran absorber todos los problemas que tenía. Casi un equipo de gobierno, y le di como ejemplo la gente de Lanusse. Posteriormente el General Lanusse me comentó que la señora Gráiver lo había visitado y que él le había sugerido el estudio del Dr. Entelman. En determinados días, no recuerdo exactamente cuales, recibí de la señora Gráiver una caja con una flor en agradecimiento a que "La Opinión" había señalado que el escándalo informativo que se hacía sobre la familia Gráiver podía esconder una maniobra para comprar sus bienes a bajo precio. Es decir, que sin que nos lo pidieran el diario salió en defensa de la familia. En cuanto a los dos artículos que fueron sobre la empresa Papel Prensa, la posición del diario fue similar a la del diario "La Prensa" de Buenos Aires: que no se debía permitir a los diarios de Buenos Aires tener el monopolio de la producción del papel prensa en el país, porque podían cometer abusos contra diarios que no controlaban la producción de papel. Mas aún, "La Prensa" se retiró de ADEPA en protesta porque ADEPA había brindado su local y su apoyo a la venta del papel prensa. En la entrevista que mantuve con la señora Gráiver en ningún momento se habló de las acciones de Gráiver. En cuanto a la respuesta que esperaban para marzo, el señor Rótemberg se fue a Madrid a fines de febrero, creo que el día 26, y yo llegué a Buenos Aires desde Punta del Este el día 3 de marzo aproximadamente, por lo cual no tuvo ocasión de comentarme esa  entrevista.
Lidia P. de Gráiver: En esa entrevista que tuvimos en el Hotel Alvear, como ya lo manifestara en declaración anterior, el señor Timerman me aconsejó que contratara un abogado y me habló del General Lanusse. Luego me contó la historia del diario "La Razón". Creo que el nombre de la persona es Satanoski, y me dijo que tuviera cuidado, refiriéndose a las acciones de "La Opinión", a lo que yo le respondí que estaban fuera del país. Con respecto al señor Rótemberg, en esa entrevista que tuvimos con mi cuñado, él nos informó de que viajaba a Punta del Este y que le iba a transmitir al señor Timerman nuestro mensaje. Días antes de fin de febrero Rótemberg llamó a la oficina por dos temas: para pedirnos las acciones de la empresa Veccia y para informarnos que Timerman iba a responder sobre el mensaje en marzo. Eso es todo lo eme tengo que decir.
Pregunta: Señor Gráiver ¿quiere hacer algún tipo de acotación al respecto?
Gráiver: No.
Pregunta: Señora Gráiver ¿fue Ud. notificada o tuvo conocimiento de las asambleas a que se hiciera referencia en esta charla?
Lidia P. de Gráiver: No señor, en absoluto.
Pregunta: Señor Timerman, Ud. dijo que el señor Rótemberg se fue a Madrid a fines de febrero.
Timerman: Debía regresar el día 10 de abril, pero la desaparición de Sajón, unos días antes, lo llevó a postergar el viaje preocupado por el hecho.
Pregunta: Volviendo a la pregunta anterior Timerman ¿qué tiene Ud. para agregar?
Timerman: A través del relato que he hecho de la relación con el señor Gráiver quedó patente que era todo bajo palabra. En todas las asambleas que hicimos antes, nunca se le avisó ya que nunca deseaba asistir por las razones mismas de la relación. Todas las asambleas que se realizaron fueron hechas siempre con el 55% del capital accionario. Cuando se emitían los títulos se entregaba a Gráiver la parte correspondiente.
Pregunta: ¿Se emitieron acciones como resultado de la asamblea aludida tantas veces en esta charla?
 Timerman: Los títulos todavía no están emitidos, están en tránsito. Con Rótemberg habíamos pensado que ese tema tenía que ser tratado junto con un desfalco que el Banco Comercial de La Plata había hecho a "La Opinión". Muy recientemente, hará una semana no me acuerdo cuando, me he enterado que el Banco Comercial abonó la suma que correspondía a los finlandeses
Gráiver: El señor Timerman usa la palabra desfalco cometido por el Banco Comercial de La Plata; sería oportuno precisar qué fecha y en que consiste ese desfalco.
Jacinto Schuger: El Banco Comercial giró los fondos para el pago de las letras a favor de la empresa finlandesa por intermedio del Banco de Bruselas, el que había sido designado o elegido por la firma finlandesa como Banco corresponsal. La llegada de los fondos coincide con la toma de posesión de los liquidadores y retienen los fondos y no proceden al pago. Entonces un abogado de la firma finlandesa vino a reclamar la suma a la empresa Olta amenazando con un juicio. Finalmente opta por iniciarle el juicio al Banco Comercial.
Pregunta: Señor Timerman ¿cuándo se emitiesen estas últimas acciones pensaba Ud., como de costumbre, en David Gráiver y en sus sucesores?
Timerman: Si dimos a conocer cifras diferentes sobre el paquete accionario, se debe a que siempre hemos mantenido en reserva el nombre de Gráiver, incluso entre la gente más cercana que trabajaba en la empresa.
Pregunta: ¿Aproximadamente para qué fecha se crea Gustavo S.A.?
Timerman: No recuerdo.
Schuger: El acto constitutivo de Gustavo se suscribe en Noviembre de 1973.
Pregunta: Antes de continuar adelante dejemos bien claro: ¿cuál es el área de competencia de cada una de las sociedades?
Schuger: Olta está referida específicamente al diario “La Opinión” y a la revista semanal del mismo nombre.
Gustavo S A. establecimiento Gráfico, son los talleres gráficos dónde se imprimen las citadas publicaciones. Con relación a esta última, en el acto constitutivo referido, concurrieron como fundadores las siguientes personas con los capitales que se indican: Jacobo Timerman, 500 mu pesos; la señora Timerman 300 mil pesos; Jorge Rótemberg, 100 mil pesos; y Dina de Rótemberg, 100 mil pesos. Esto hace un capital inicial total de un millón de pesos. Esto me consta porque en ese acto soy designado síndico titular de la sociedad.
Pregunta: Las operaciones de tipo financiero económico que realiza Gustavo S. A. ¿por intermedio de qué instituciones se concretaron?
Schuger: Por el Banco Comercial de La Plata y el Banco de Hurlingham. Lo que no recuerdo si en el primer ejercicio se hizo uso del crédito. Hay un crédito del Banco Nacional de Desarrollo por ocho millones de pesos.
Pregunta: Señor Timerman ¿quién gestionó ese crédito?
Timerman: Se hizo la presentación de los documentos, en las oficinas del Banco gestionándolo la empresa.
Pregunta: ¿Hubo algún tipo de intermediación?
Schuger: Que yo sepa, no.
Pregunta: Señor Timerman ¿qué intervención de tipo económica tuvo David Gráiver en Gustavo S. A.?
Timerman: La misma que en Olta. Es decir, aportar el capital y obtener un 45% de las acciones.
Pregunta: ¿Qué porcentaje aporta David Gráiver?
 Timerman: El total del capital.
Pregunta: Señor Porteiro ¿qué actuación tuvo Ud. en Gustavo S. A.?
Porteiro: Ingresé como auditor en junio de 1976 y se me pidió que en razón de ser profesional, y por así exigirlo la ley, desempeñara también las funciones de síndico. Yo acepté y desempeñé ese cargo hasta la actualidad.
Pregunta: Señor Schuger ¿Ud. conocía esta situación?
Schuger: No.
Pegunta: ¿Al igual que para Olta S.A., se realizó para con Gustavo S. A. alguna asamblea para ampliar capital?
Porteiro: Sí, el 8 de noviembre de 1976 se realiza una asamblea extraordinaria para aumentar el capital social la misma fue convocada mediante publicaciones en el “Boletín Oficial” Oficial" y en "El Cronista Comercial" dentro de los plazos y por el tiempo que exige la Ley de Sociedades    Anónimas. Como los estatutos lo permiten, se convocan   simultáneamente   en   primera     y   segunda convocatoria. El orden del día dispone la modificación del artículo referido al capital y el aumento de capital correspondiente en un todo de acuerdo, con aportes
previos según lo había dispuesto previamente el directorio.
Pregunta: Señor Timerman ¿esos aportes a que hace referencia el señor Porteiro eran igualmente originados en David Gráiver?
Timerman: Sí.
Pregunta: Señor Porteiro ¿conocía Ud. esta situación?
Porteiro: No.
Pregunta: ¿Cómo ingresa Ud.?
Schuger: El ingreso me lo ofreció Rótemberg, con quien tenía una relación profesional.
Pregunta: ¿Qué tipo de relación profesional?
Schuger: En el año 66, 67 ó 68 tuve una relación profesional, que   continuó   incrementándose   cuando Rótemberg, por sus múltiples ocupaciones, comienza a abandonar su estudio y me traslada algunos clientes.
Pregunta: Señor Ocaña, ¿cuál era el área específica editorial Javier?
Ocaña: Era la editora del diario "La Tarde" de Buenos Aires.
Pregunta: ¿Conoce Ud. como estaba distribuido el paquete accionario?
Ocaña: De acuerdo al acta constitutiva de la sociedad, el capital era de un millón de pesos. Estaba formado por 800 acciones de mil pesos del señor Héctor Timerman como presidente y 200 acciones de mil pesos del señor Horacio Aizemberg.
Pregunta: Señor Timerman ¿el aporte de capital para editorial Javier S. A., fue igualmente de David Gráiver?
Timerman: Sí.
Pregunta: Señor Ocaña ¿conocía esta situación?
Ocaña: No.
Pregunta: Señor Schuger ¿conocía algo al respecto?
Schuger: No.
Pregunta: Señor Ocaña, ¿quién era el síndico de Javier S. A.?
Ocaña: La contadora, señora de Acosta, en carácter constitutivo desde diciembre de 1975. Creo que posteriormente renunció.
Pregunta: Señor Schuger, Ocaña y Porteiro con respecto a "Timerman Editores" ¿qué conocimientos tienen?
Porteiro: En una oportunidad Rótemberg me pide que confeccione un plan de cuentas y un esquema de costos, a título de colaboración. Lo hice y se lo entregué.
Ocaña: Yo vi el acta constitutiva que se hizo en la escribanía Picaso cuando se entregó el acta constitutiva de editorial Javier. Lo que recuerdo es que Héctor Timerman era el presidente. La empresa se dedicaba a la edición de libros. Se arma la foto-composición del libro y luego se imprime en una editorial. Está constituida por un sólo empleado de apellido Piatigorsi y de una secretaria de nombre Liliana.
Schuger: Lo único que puedo agregar, y que no se dijo, es que el capital es de 200 mil pesos. Está integrado por la familia Timerman, aunque no puedo aseverarlo.
Pregunta: Señor Timerman ¿cómo está constituido el directorio de "Timerman Editores".
Timerman: No lo recuerdo.
Pregunta: Señor Timerman ¿el capital de "Timerman Editores" fue aportado, al igual que en las otras sociedades anónimas mencionadas, por el señor David Gráiver?
Timerman: No me acuerdo. Era una suma tan pequeña que no me acuerdo.


EL PODER EN LA SOMBRA
CAPITULO 2

PARTE FINAL

Continúa declarando Jacobo Timerman, en La Plata el 27 de abril de 1977 LA VERDAD
Pregunta: ¿Cuál fue el origen e integración del capital de “La Opinión”
Timerman: Al crear Olta S. A., .y como ya dije antes, recibí de David Gráiver el primer aporte de capital. Este fue administrado por Jorge Abraham Rótemberg, al igual que el resto de los aportes que el mismo Gráiver hasta su desaparición. Al instrumentarse legalmente la sociedad anónima se recurrió, para la integración de los titulares de la misma, a varias personas que conocíamos. Por ejemplo a Carlos Alberto Lavieri, que era empleado de Profima, y éste a su vez trajo a trabajar ni pariente suyo llamado Juan Carlos Notario. Yo también traje a Eufracio Loza, a quien conocí como colaborador del director de Radio Splendid, Pablo Rodríguez de la Torre. Jorge Abraham Rótemberg incorporó, también para trabajar, a Juan Francisco Gil. No recuerdo como se vinculó Susana Acosta con la editorial.
Pero tengo que ratificar lo que dije anteriormente en cuanto a que el total del capital para la creación de "La Opinión" fue aportado por David Gráiver, y no como manifesté  antes.  A  pesar  de  ello  la distribución del paquete accionario fue acordada con David Gráiver y Jorge Abraham Rótemberg en los siguientes porcentajes: 45% para mí; 45% para David Gráiver y 10% para Rótemberg. Pero esos no fueron los porcentajes denuncia-dos ante el Registro de Personas Jurídicas. En ese registro figura Oscar E.A. Marastoni, como poseedor del 75%.
Eso pudo obedecer a directivas de Rótemberg, que era quien se encargaba de este tipo de diligencias por orden de David Gráiver y supongo que Marastoni era el representante de Gráiver
Continúa declarando Jacobo Timerman en La Plata, el 30 de abril de 1977
Pregunta: ¿De dónde provenía el capital de "La Opinión"?
Timerman: Mi participación en las sociedades anónimas Olta, Gustavo y Javier S. A. sólo lo fue de hecho, y aporté a las mismas mi trabajo periodístico. Los aportes de dinero, desde su origen hasta la actualidad, como asimismo créditos y avales utilizados, fueron suministrados en su totalidad por David Gráiver. Sólo a la muerte de Gráiver, y en la necesidad de ampliar los capitales de las mismas (vale decir de Olta S. A. y de Gustavo S. A. por cuanto Javier S. A. ya había desaparecido) para la actualización de los capitales invertidos, se hizo un depósito de "redondeo", que no provenía de Gráiver porque ya había muerto. Fue aportado por mí y por Jorge Abraham Rótemberg. No recuerdo el monto aportado en esa oportunidad. Reitero que todos los depósitos anteriores, computados para el aumento de capital de las sociedades anónimas señaladas, fue hecho por David Gráiver. Estimo que era su mayoría fueron acreditados por intermedio del Banco Comercial de La Plata. Parte de esa suma fue invertida, junto con un crédito del Banco de Desarrollo, en la construcción del edificio de "La Opinión". El resto fue para el mantenimiento de la empresa y para el pago de las primeras cuotas de la maquinaria impresora adquirida.
Pregunta: ¿Cómo actuaba Profima y en qué invirtió las ganancias que le dejó esta firma?
Timerman: Profima actuaba en diversas consultorías de empresas que tenían problemas económicos; Las ganancias que obtuve fueron invertidas en la compra de una finca que tengo en Punta del Este llamada "Los Aromos", y de un departamento ubicado en la calle Julián Alvarez. No recuerdo la dirección, pero es un 9° piso "B" y está a una cuadra de la Av. Las Heras.
Pregunta: ¿Cuál fue su gestión en el caso Aluar?
Timerman: Consistió en entrevistar a figuras del espectro político nacional y a legisladores que actuaban en ese momento, como ítalo Luder, Raúl Alfonsín, Antonio Tróccoli, Alberto Steco, Luis León y Oscar Allende, entre otros. El objetivo era realizar sondeos de opinión. Los resultados de estos sondeos los informaba a Manuel Madanes, que era quien me había encomendado la tarea. A veces también pedía ese informe José B. Gelbard. De acuerdo con mis convicciones defendí el contrato Aluar desde las páginas de "La Opinión".
Pregunta: ¿Cuánto cobró por su gestión?
Timerman: Recuerdo la que realicé en favor de la empresa Siemens cuando se discutieron los contratos con la I. T. T. Recibí por anticipado, tal como pactara con el Dr. Voss, la suma de doscientos cincuenta mil dólares. Los dólares fueron depositados en una cuenta conjunta que poseía con Jorge Abraham Rótemberg en el Banco suizo "International Developement Bank". Esa gestión sólo se limitó al estudio de la situación política de aquel entonces.
Pregunta: ¿Cuál es su ideología, y qué orientación le imprimió a "La Opinión"?
Timerman: Soy un hombre de izquierda. Sin actividad partidaria, también soy sionista, sin actividad partidaria en ese terreno. El diario "La Opinión" ha mantenido estas dos vertientes informativas. Así ha encontrado un mercado de lectores propios en Buenos Aires. La amplitud de esa temática de izquierda y sionista de "la Opinión" encontró mercado en los medios estudiantes en intelectuales. En ambos temas —izquierda y sionismo— se usó el método de análisis de la realidad que aplica el marxismo en su estudio de las contradicciones, lo que me permitió ampliar en todos sus matices la información que al respecto suministraba el diario.
Pregunta: ¿Qué aspectos del marxismo admite y aplica Ud.?
Timerman: Para entender las contradicciones de la realidad, la filosofía marxista propone un método de análisis: que esas contradicciones son inevitables y han existido y existirán siempre. Si se acepta esta tesis es más fácil entender los opuestos que se desarrollan en el campo de la actividad humana. No se trata de una posición política, sino de una metodología filosófica. En toda mi vida de periodista he utilizado esta metodología para entender los acontecimientos.
Declara Oscar Evangelista Abelardo Marastoni en La Plata, el 3 de mayo de 1977
Pregunta: ¿Qué actividades realizaba?
Marastoni: A pedido de David Gráiver, yo firmé en varias oportunidades como director de algunas de sus empresas. Recuerdo entre ellas a la "Galería Da Vinci", la empresa cinematográfica "Helicón" y "Electro Erosión". Gráiver solicitaba mi firma como amigo, hasta que se formara el directorio estable de cada una de esas empresas. Jamás participé en reuniones de ninguna de ellas, como tampoco recibí ninguna remuneración.
Pregunta: ¿Por qué realizaba estas actividades?
Marastoni: Yo accedí a estos pedidos por mi amistad con Gráiver y por la confianza que me dispensaba. Recuerdo que, más tarde, antes de que Gráiver falleciera firme un documento que me presentó el Dr. Rubinstein,(1) en calle Suipacha, donde constaba que las designaciones como Presidente, Vice-Presidente o Director de dichas empresas cesaban, para pasar a nombre de David Gráiver y familia.
Pregunta: Cuando David Gráiver se hace cargo del Banco Comercial, ¿qué hace Ud.?
Marastoni: Después de hacerse cargo del Banco Comercial de La Plata, David Gráiver me pide la firma de un paquete de acciones. No recuerdo a qué pertenecían.
Eso ocurrió en 1968. No eran más de cien acciones. En 1974 también firmé letras a pedido de Gráiver. Pertenecía a la Galería "Da Vinci", en la sucursal del Banco Comercial en Capital, las cuales las trajo a la ciudad de La Plata y eran refrendadas por el Dr. Rahmann y señor Casaburi, director y gerente del Banco respectivamente.
Pregunta: ¿Tuvo alguna relación con el Banco de Hurlingham?
Marastoni: Cuando Isidoro Gráiver era presidente del Banco de Hurlingham, a pedido también de David Gráiver yo firmé la adquisición y posterior venta de edificios y terrenos en la Capital Federal. Aclaro que no recibí ningún beneficio por esta intermediación.
Pregunta: ¿Cuándo conoce a David Gráiver?
Marastoni: Yo me retiré de las FF. AA. en octubre de 1965. Aproximadamente seis meses después de mi retiro, por intermedio del Dr. Grimbaun -quién atendía el juicio sucesorio de mi padre- conozco a David Gráiver. Gráiver me da empleo en una financiera ubicada en calle 2 y 48 de esa ciudad. Me dice que mi tarea era la de cobrar a clientes que solicitaran préstamos y me aclara que yo era la única persona que prestaba servicios en esa financiera.
Pregunta: ¿Qué otras tareas realiza para Gráiver?
Marastoni: Un año después de mi ingreso paso a realizar tareas en el Banco Comercial de La Plata, situado en 49 y 7, en calidad de hombre de confianza de Gráiver. Tenía que llevar o traer documentación, ya sea en la empresa "Fundar", en La Plata o también en Capital Federal. Además hacía diligencias personales para Gráiver sobre trámites en general.
Pregunta: ¿Qué clase de diligencias?
Marastoni: Adquiría por intermedio mío, libros, cuadros, obras de arte, etc.
Pregunta: Cuando Gráiver estuvo en el Ministerio, ¿cuáles fueron sus funciones?
Marastoni: Cuando David Gráiver fue Subsecretario del Ministerio de Bienestar Social yo me trasladé a la Capital Federal para acompañarle en su gestión con idénticas funciones que desempeñara en La Plata.
Pregunta: ¿Y luego?
Marastoni: Finalizada la gestión en el Ministerio, Gráiver adquiere el edificio que fuera luego la sucursal del Banco Comercial, en calle Sarmiento y Reconquista de Capital Federal. Yo sigo haciendo las mismas tareas que hasta ese momento realizaba. Además de esas tareas habituales, retiraba documentación y dinero de una oficina ubicada en calle Florida, entre Corrientes y Sarmiento. Estaba en el octavo piso de un edificio que en este momento no recuerdo su numeración, y luego llevaba todas estas cosas al banco Comercial de La Plata. Cuando se trasladó a la calle Suipacha y Santa Fe, yo paso a trabajar allí junto a Gráiver. Hacía las mismas funciones que antes. Recuerdo que me encargué del amueblamiento de un departamento que Gráiver compró en la calle Billinghurst, atrás de la Rural de Palermo. También me encargó el alquiler de una suite en el Hotel Presidente, en Cerrito, entre Córdoba y Paraná.
Pregunta: ¿Viajó al exterior, alguna vez, por orden de Gráiver?
Marastoni: En setiembre de 1975, por orden de Gráiver, viajé a Bruselas para llevar una documentación al Dr. Rubinstein, que se alojaba en el Hotel Sheraton de Bélgica. Una vez que cumplí con ese encargo me fui a un banco en Ginebra "-en este momento no recuerdo el nombre— con la misma finalidad. A los cinco días regresé a Buenos Aires y le informé a Gráiver el resultado de mi misión. También he viajado en varias oportunidades al Paraguay para retirar de una casilla de correo, en Asunción, distinta documentación procedente del Banco de Bruselas.
Pregunta: ¿Por qué no se enviaba directamente dicho sobre a Buenos Aires?
Marastoni: No sé por qué. David Gráiver no acostumbraba a informarme ni yo preguntaba sobre las distintas misiones que me encomendara.
 Pregunta: ¿Qué pasa con su trabajo cuando Gráiver desaparece?
Marastoni: A fines de 1975, cuando David Gráiver viaja junto a su familia a los Estados Unidos, yo paso a ejercer idénticas tareas en la calle Suipacha a las órdenes del Dr. Utibistein, hasta que Gráiver muere. A fines de octubre do ese año, solicité un aumento de sueldo a Silvia Fanjul, porque lo consideraba bajo. Esta me contesta que mis servicios ya no eran necesarios para la empresa y que cesaba inmediatamente en mis funciones. No cobré ninguna indemnización luego de mi despido. Después de todo esto, solamente me dediqué, como músico, a componer marchas militares, música popular, etc.
Pregunta: ¿Tuvo relación con el diario "La Opinión"?
Marastoni: Dentro de las tareas que Gráiver me encomendaba, en varias oportunidades llevé sobres confidenciales de David Gráiver a Timerman o a Rótemberg. Los llevaba a la calle Reconquista, entre Lavalle y Tucumán, donde estaban las oficinas del diario, en el tercero y noveno piso.
Pregunta: ¿Realizó, por mandato de Gráiver, otros viajes al exterior?
Marastoni: Sí. Antes de que Gráiver viajase con su familia a Estados Unidos hice un viaje a Nueva York a llevar un sobre. Estaba dirigido a una persona que no conocía y que hablaba con dificultad en castellano. Era en un edificio cercano a la Quinta Avenida. Mi gestión junto a  David Gráiver se limitó a lo que acabo de relatar.
Finalizan las declaraciones de Jacobo Timerman en La Plata, el 6 de mayo de 1977
Pregunta: ¿Estuvo alguna vez detenido?
Timerman: Sí. En 1944, estuve detenido un día por haber asistido a un espectáculo llevado a cabo en cine "Arte", a beneficio de la "Liga Por los Derechos del hombre".
Pregunta: ¿Quién le proporcionó la  información acerca del estado de salud y juegos que practicaba el industrial Oberdan Sallustro durante su cautiverio?
Timerman: Me la trasmitió el periodista Pasquini Durán, que para esa época se desempeñaba en "La Opinión". La información era que Sallustro se hallaba bien y que jugaba a las cartas. En el acto se la transmití al señor Saporiti, de la Fiat, quien se encargaba de las relaciones de esa empresa con la prensa sobre ese tema.
Pregunta: ¿Qué informó a las autoridades policiales o específicas, acerca de la fuente y de la información recibida?
Timerman: Le di la información al señor Saporiti por estimar que él la utilizaría en la mejor forma.
Pregunta: ¿Dónde  vive  ahora Jorge  Abraham Rótemberg?-
Timerman: Antes de mi detención sabía que residía en Madrid, en calle "Doctor Arce", no recuerdo el número, pero lo tengo anotado en mi agenda personal que está en mi escritorio en "La Opinión".
Pregunta: ¿Rótemberg es de nacionalidad soviética?
Timerman: Sí, es ruso pero argentino naturalizado.
(1) cuñado de Julio Broner.
 
UNA RESPONSABILIDAD QUE NO PUEDE NI DEBE OLVIDARSE
La obra disociadora de Timerman: "... es más grave aún la responsabilidad de aquellos que por su acción u omisión han facilitado el incremento de la subversión disociadora, que los involucrados en esa conducta, sin perjuicio de los delitos que conforme con las leyes penales vigentes puedan haber cometido, han demostrado una carencia absoluta de responsabilidad moral y cívica. . ." (Del "Acta de Responsabilidad institucional").
Custodiado por casi cuarenta agentes de policía, rigurosamente armados, es decir, convertido en uno de los hombres al cual se le brinda mayor seguridad en la Argentina, Jacobo Timerman dejó su casa con el objeto de viajar a Israel.
El hecho daba pie, una vez más, a que los argentinos tiráramos todos los libros y nos olvidáramos de la lógica. Es que no podía haber contradicción más brutal y odiosa que ver al ex director del "matutino marxista", flanqueado por ese ejército de custodios, esforzados policías en su totalidad, a los cuales él, con plena conciencia, calificara de asesinos y torturadores después del 25 de mayo de 1973.
Desde sus comienzos "La Opinión" se convirtió en la empresa de disolución cultural más nociva con que cuenta el marxismo en nuestro país. El "matutino independiente" no perdió oportunidad para dar cabida dentro de sus secciones a todos los escritores comunistas, muchos de ellos guerrilleros, que deambulaban en busca de una trinchera desde donde apuntar contra la religión, la Patria, las tradiciones nacionales, la familia, la moral y las Fuerzas Armadas.
Es por ello que, ante la situación planteada, deseo recordar la responsabilidad de Jacobo Timerman, a través de algunos párrafos de los cientos publicados durante cinco años por "La Opinión".
Párrafos que, en honor a la viudez y orfandad dejada tras de sí por tantos civiles y militares argentinos, no pueden olvidarse so pena de traicionar su memoria. El miércoles 12 de enero de 1972, Jacobo Timerman dedica dos páginas (10-11) del diario para destacar "... una conferencia de prensa del “Foro por los Derechos Humanos". Bajo el título "Fueron dados a publicidad testimonios de presos políticos, donde se denuncian casos de torturas", entre otros se transcribe el de Roberto Mario Santucho: ".. detenido en Córdoba el 2 de setiembre. Fue trasladado a la Jefatura de Policía y sometido a torturas consistentes en golpes con algo duro, posiblemente una madera, en la planta de los pies; golpes en el estómago, continuos y desde distintos ángulos; golpes en la cabeza y en los oídos, en los brazos y aplicación de picana eléctrica en todo el cuerpo, especialmente en los órganos genitales... "
Sábado 4 de marzo de 1972 (página 23). Francisco Urondo, guerrillero incluido en el staff del "matutino independiente", que luego cayera abatido por las Fuerzas de Seguridad, se dedica a ensalzar el libro de la marxista chilena Marta Harnecker, "Los conceptos elementales del materialismo histórico", que era utilizado en todas las facultades argentinas como texto de penetración comunista.
Domingo 26 de marzo de 1972. En "La Opinión Cultural" se publican tres páginas completas del diario íntimo del comunista Mikis Theodorakis, y se transcribe en las páginas 6 y 7 las experiencias del poeta y "sacerdote" Ernesto Cardenal, conocido apologista de la revolución cubana de Fidel Castro.
Miércoles 5 de julio de 1972 (página 21). Se publica el programa político dirigido a los artistas latinoamericanos durante el primer encuentro de plásticos en La Habana, el cual no sólo se insta a desarrollar una acabada estrategia cultural con el objeto de desencadenar la revolución comunista en América, sino que anuncia una exposición sobre "La represión y la tortura en Argentina y Uruguay".
Domingo 16 de julio de 1972 (página 3 y 4). "La Opinión Cultural". El marxista David Cooper aboga, abiertamente, por el uso del LSD y por la muerte de la institución familiar. Dice así: "Hasta aquí, he hablado de cómo debe ingerirse el ácido lisérgico. Ahora, es preciso hacer alguna referencia al cuándo, aunque implícitamente la hice ya al subrayar los preparativos y las precauciones que debe tomarse.
De todo eso surge que el LSD puede ingerirse ya sea en forma individual o colectiva (en una comuna, durante una ceremonia ritual conducida por el guía) siempre que el grupo comunitario se halle en el estado propicio, tanto interna como externamente...".
"A falta de dioses, hemos debido inventar abstracciones potentes; ninguna de ellas más poderosamente destructiva que la familia. Esta potencia reside en su función de intermediación social. En cualquier sociedad de explotación, la familia refuerza el poder efectivo de la clase gobernante proporcionando una forma paradigmática fácilmente controlable para todas las instituciones sociales".
En la presentación hecha por el periódico a David Cooper, se dice: "La familia como núcleo que reproduce todas las tensiones conformistas de la sociedad; el matrimonio como esquema que instala la inercia definitivamente en el individuo y aniquila el amor; la comuna como germen de institución que des aliena al hombre y lo ayuda a trabajar sobre sí mismo y, por último, los centros revolucionarios, como grupos que promueven el cambio social: he aquí algunas de las fértiles ideas del libro más reciente de David Cooper". Jueves 3 de agosto de 1972 (página 8). Escribe Jacobo Timerman: "Sobre el retorno de Perón y las definiciones ideológicas". "Para que un movimiento, incluso poli clasista, avance en la historia, debe tomar definiciones clasistas: de otro modo difícilmente pueda manejar un proceso revolucionario o titularse revolucionario".
 Domingo 6 de agosto de 1972(página 17). Bajo el título "Una experiencia escénica de desnudo total",  se lee: "De todas formas, desnudarse interna o externamente, es para Santillán un problema ya que a nosotros nos gusta mostrar solamente lo bonito... Primero tenían que espantar los ancestros, la educación, la familia". Miércoles 23 de agosto de 1972 (página 1). Comentando las muertes ocurridas el día anterior en Trelew, dice "La Opinión":  "La versión de los sucesos de la madrugada de ayer en la Base Naval de Trelew indica que los detenidos pretendieron sublevarse con el propósito de escapar, pero que fueron rápidamente controlados y sobrevino entonces una drástica represión... Los acontecimientos, por sus características, resultan increíbles.  Sus consecuencias apenas entrevistas por los observadores, también atónitos— pueden resultar abrumadoras ". Martes 5 de setiembre de 1972 (página 7). Hablando sobre la revolución comunista vietnamita y la figura de su conductor Ho-Chi-Minh: "Ho no alcanza la victoria. Tanta tensión, tanto esfuerzo, han debilitado este cuerpo de acero.  Pero muere apaciblemente, como los ancianos que han cumplido con su deber, seguro que sus hijos proseguirán la tarea. Muere a las puertas de la victoria, con la visión de la victoria. En un atardecer del 3 de setiembre de 1969. Su  nombre está  inscripto en el panteón de los héroes".
Viernes 6 de octubre de 1972 (página 16). Comentario al libro que apoya la liberación infantil "Diario de un educastrador" del francés Jules Celma: "Critica a la institución —la escuela— critica a sus ejecutores, los maestros; critica a sus guardianes, los directores. Lo que está a flor de piel en el hecho revolucionario que Jules Celma y sus alumnos protagonizaron en un despiadado cuestionamiento y una propuesta de destrucción del Poder, del Sistema, de la Sociedad Capitalista, esclavista, opresora, enajenante. Junto a su maestro, los chicos llevan a cabo una práctica que bordea la situación límite, aquella que el orden rechaza...".
Domingo 8 de octubre de 1972 (página 4). Escribe el comunista Tomás Eloy Martínez un artículo titulado: "La sociedad de consumo intenta limitar la trascendencía de Ernesto Guevara". Dice así: "Desde el mismo día en que el Che fue suprimido, hace cinco años, la sociedad organizada ensayó todas las fórmulas imaginables para aniquilar su memoria revolucionaria". Y termina de esta manera: "Suele olvidarse, sin embargo, que la virulencia de sus lecciones siguen intacta debajo del hielo con que han tapiado su tumba. Algunas reflexiones del Che hubieran podido incluirse a continuación sin el menor riesgo para la buena digestión de los lectores si no hubiese estado precedida por las aclaraciones que acaban de hacerse sobre el trabajo de taxidermia a que fueron sometidas. Pero haga ahora el lector la prueba de asomarse a cualquiera de ellas, insertándola al pie de esta nota. Y verá cómo la página se pone a arder".
Domingo 10 de diciembre de 1972 —La Opinión Cultural— (página 12). Timerman le dedica esa página completa a "Los Poemas de Francisco Urondo", guerrillero santafesino marxista que pertenecía a la organización subversiva Montoneros.
Sábado 27 de enero de 1973 -Suplemento especial de 8 páginas sobre Vietnam— (página 7). Artículo sobre el testamento de Ho-Chi-Minh, del cual "La Opinión" dice que fue "héroe y arquitecto de la liberación nacional de Vietnam ". El suplemento está dedicado íntegramente a exaltar la lucha revolucionaria marxista del Vietcong. Viernes 6 de abril de 1973 (página 1). "La Opinión" califica, conforme a la más rigurosa terminología subversiva, de "supresión" el asesinato a manos de la guerrilla del Coronel Héctor Iribarren. Es responsable de la nota el principal apologista de los guerrilleros muertos en Trelew, Tomás Eloy Martínez.
Sábado 26 de mayo de 1973 (página 1). Tras titular "Una inmensa multitud rodeó la cárcel de Villa Devoto exigiendo el indulto ", Timerman escribe: "Nunca el barrio de Devoto había vivido un júbilo mayor. Los cables anunciaban que en la ciudad de Rawson se vivían escenas similares... Las escenas observadas en el patio central de la cárcel —donde aguardaban familiares de los guerrilleros— eran conmovedoras. El llanto, los abrazos, algunos desmayos, eran corolario de un proceso que ha quedado definitivamente sellado".
 Sábado 26 de mayo de 1973 (página 7). Escribe Mario Diament: "En  realidad, hubiese resultado anacrónico que 17 años de presencia abusiva de lo militar en el poder se sellaran con un desfile de las tropas. Los pueblos se sienten orgullosos de sus Fuerzas Armadas cuando estas emanan de él, cuando lo representan y lo acompañan en su proceso revolucionario. Sobre este 25 de mayo, la  brecha entre las Fuerzas Armadas y el pueblo es demasiado grande, como para que su paso, en el día en que las autoridades elegidas por la voluntad popular asume sus cargos, signifique un acontecimiento jubiloso". "Se van, se van y nunca volverán, gritaba la multitud cuando el helicóptero que transportaba a dos de los tres comandantes de la Junta Militar saliente abandonó la Casa Rosada. Eso de por sí constituía la fiesta. Quienes debían desfilar para marcar la significación del día no eran los militares, era esa juventud madura, consciente, política, que hizo posible que la Argentina recobre su lugar entre los pueblos del mundo que tienen capacidad de dirigir su propio destino".
Sábado 26 de mayo de 1973 (última página). Anota Juan Gelman, actual jefe de prensa de la banda marxista Montoneros: "El 25 de mayo de 1973, los compañeros presidentes, Dorticós y Allende confirmaron el acta que invistió al tercer  'compañero presidente' de América Latina. ¿Un signo de los tiempos? Si, ¿pero, qué signo?
Un signo de adultez. Argentina  está políticamente adulta... No está todo hecho. Es el comienzo de una etapa. Pero ayer, qué hermoso día.
Miércoles 20 de junio de 1973 —Suplemento dedicado al regreso de Perón que, según se lee, "el director de "La Opinión" pidió entonces al escritor Tomás Eloy Martínez. . ."
Entre otros párrafos, rescatamos los siguientes: "El lomo del pueblo estaba lleno de cicatrices y cada vez que se afrontaba a levantar cabeza aparecía otro verdugo que lo escarnecía. Todos los argentinos despojados estrechaban filas detrás de la resistencia, y las hojas clandestinas los fortalecían en su fe al enterarlo de las ominosas torturas, los secuestros y las balas que el régimen disparaba a mansalva contra los combatientes populares". "El cronista pasó sus días de Trelew hablando hasta la afonía con los ciudadanos que habían sido liberados gracias a las movilizaciones populares y con los parientes de los que aún quedaban en Devoto. Recuerda que escribió entonces esta página, en la que narraba la repentina, casi milagrosa transformación del pueblo de Trelew en un solo enorme cuerpo revolucionario. Al principio perdieron el tiempo preguntándose por qué precisamente a ellos les pasaban estas cosas, por qué los honestos ciudadanos habían sido sacados de la cama en medio de la noche y tirados en un camión, bajo la lluvia... Habían conocido la muerte inverosímil de algunos amigos, el 22 de agosto, y todavía clamaban al cielo por la justicia. Pero que de repente ellos también, con las manos atadas a la espalda, esas eran ya señales de un país comido por los gusanos... Los muchachos de la cárcel les habían explicado que el poder estaba en manos de torturadores y camanduleros y que el horror, al volverse cotidiano, había acabado por quedar disimulado entre las otras costumbres de la comunidad... "
"Más de quince años después, el lenguaje del macartismo argentino no había cambiado: seguía agitando el fácil espantajo comunista cada vez que un argentino peleaba por la liberación de la Patria. El discurso de Campara ante las cámaras acabaría por señalar el camino conecto. Se había terminado la hora de las diversiones falsas...".
"El cronista piensa en las noches pasadas a la intemperie, esta noche, en las vecindades de Ezeiza. Piensa en las gargantas que se afrontan para gritar, delante del líder las dos sílabas que vienen callando desde hace 18 años. Yo te daré, te daré, Patria hermosa. Y así comprende. Sabe ahora que 'La vida por Perón' —esa consigna dicha por Mariano Pujadas en el ómnibus que lo llevaba a la muerte— resume de una manera profunda los lazos que unen al jefe con su pueblo. Advierte, también, que decir 'La vida por Perón' era, esa noche aciaga de agosto, decir también 'La vida por la Patria'... ".
Domingo 1 de julio de 1973 —"La Opinión Cultural"— (página 12). Arnaldo Rascovsky dice: 'El camino gubernamental se inició con la profunda liberación que representó la amnistía. Fue un comienzo sólido que anunciaba el renacimiento tras la represión. . . "
Miércoles 15 de agosto de 1973 (página 18). "La historia de los últimos 18 años de historia argentina pasa fundamentalmente por la institución, policial como brazo armado —represor— de un régimen que hizo cuando estuvo en sus manos para impedir el acceso del pueblo al poder. Era lógico, entonces, que la policía se convirtiera en un protagonista principal de la vida —y de la muerte— de los argentinos.
"Así, grises funcionarios fueron cobrando dimensiones de pequeños cesares dentro del régimen, aceptaron su tarea represora y sobre ella montaron escaños de poder; un poder limitado, es cierto, pero lo suficientemente arrogante como para considerarse interprete de la '"verdad". La droga, la homosexualidad, la guerrilla, los atentados contra la propiedad, las huelgas, los levantamientos populares, eran para ellos -y para las centrales de inteligencia que los dirigían— un estado de subversión contra 'el estilo y la tradición de vida de los argentinos'. Blanco o negro, nada tenía matices". Miércoles 22 de agosto de 1973 (página 18). "La Opinión" dedica dos columnas a resaltar la importancia del libro "La Patria fusilada" que compaginara Francisco Urondo sobre entrevistas realizadas a los subversivos sobrevivientes de Trelew, María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo Rene Haidar. Se lee en la nota: "La sangre derramada en Trelew por militantes de diversas corrientes ideológicas fue recordada por el público en contraste con la actual coyuntura donde los actos recordatorios se han diversificados en función de las diferencias políticas". Más arriba, al hecho se lo describía como "la matanza en la Base Naval Almte. Zar". Jueves 23 de agosto de 1973 (Primera página).    Horacio Agustín Finoli, que se desempeñaba entonces como Director General de Prensa del ministro marxista Esteban Righi, relata su testimonio de los hechos acontecidos un año antes: "Y aquí la nota: el oficial disparó cuatro veces, cuando acabábamos de subir al coche y cuando los cinco estábamos de espalda... Afortunadamente, en la Argentina encaminada de hoy pueden rememorarse actos injustos que enmarcaron el 16 de agosto del año pasado... una situación de opresión, oscuridad, injusticia, negociados, prensa dirigida, violencia justificada,
hambre en nuestro país y algunas otras cosas por el estilo".
Jueves 6 de septiembre de 1973 (página 19). Bajo el título "Una pintura mural directa y de gran impacto evoca en Parque Lezama la masacre de Trelew", el Diario de Timerman dice: ' Trelew es símbolo tanto de la movilización y lucha armada de grupos revolucionarios como de la violenta reacción de un aparato represivo".
Domingo 9 de septiembre de 1973 (página 19). Comentando el libro de Eloy Martínez escribe un redactor de "La Opinión": "La pasión según Trelew constituye un mosaico de valiosos testimonios reproducidos textualmente y de la crónica del alzamiento popular con que la ciudad de Trelew respondió a la detención de 16 ciudadanos y al allanamiento de un centenar de casas de la región, frutos del operativo militar y policial de que fue objeto en octubre de 1972. Por boca de sus protagonistas directos y también de los héroes anónimos que siempre impulsan la historia, la obra de Tomás Eloy Martínez registra los pormenores de la fuga del penal de Rawson, la rendición en el aeropuerto de quienes no lograron escapar, su posterior traslado hasta la Base Almirante Zar, los fusilamientos y las vicisitudes de los sobrevivientes de la masacre".
Sábado 15 de septiembre de 1973 (página 15). "La Opinión" titula "Ensayan una experiencia escénica inspirada con rigor textual en la masacre de Trelew". Se lee lo siguiente: "Al estupor inicial y a las reacciones posteriores que levantó la masacre de Trelew, siguió un movimiento lento y subterráneo de maduración. En ese lapso el pueblo convirtió el odio y la impotencia en respuestas orgánicas y también en una comprensión más profunda del sentido último de la represión desencadenada...
"Durante el año transcurrido desde aquel 22 de agosto, la huella del crimen no dejó de trabajar en la mente de escritores y poetas, de hombres de cine y artistas plásticos...
"En el último mes han aparecido tres libros que desde distintos ángulos impiden que el polvo se deposite sobre el recuerdo de la matanza: 'La Patria Fusilada', un testimonio recogido por el poeta Francisco Urondo en la cárcel de Villa Devoto... 'La Pasión Según Trelew', exhaustiva ensayo documental del escritor Tomás Eloy Martínez que además de relatar con precisión el asesinato cometido en la Base Almirante Zar recoge el movimiento de rebeldía desatado entre los pobladores de Trelew; y 'El Libro de Trelew', un vasto poema épico de Humberto Constantini". Casi al terminar, se dice en él artículo: "Y, en efecto, probablemente la planificación de la masacre ya se estaba realizando en algún estado mayor".
Sábado 22 de septiembre de 1973 "La Opinión" dedica un suplemento de cuatro páginas al "pensamiento del poder adolescente". Dice la Dirección del diario: "El trabajo se hizo con el convencimiento de que su resultado no podía dejar de ser una aproximación al problema, un aporte a la compresión de un sector tradicionalmente sometido por una sociedad violenta y represiva". Desde ya, el suplemento es una apología de la juventud universitaria peronista y del marxismo inficionado en las aulas primarias y secundarias y, por supuesto, una crítica de la autoridad paterna y de los maestros.
Martes 9 de octubre de 1973 (página 9). El marxista boliviano Ted Córdova Claure dice sobre el Che Guevara: "Hoy día, Guevara ya no es un mito y, curiosamente, tampoco es tabú. Por Guevara ya es indiscutible la necesidad ineludible de liberarse o de resignarse a ser sometido. Retornan los propósitos de la lucha contra el imperialismo actual a la concepción de los tiempos de " la independencia de España. Patria o colonia. O nos liberamos unidos o nos dominan divididos. Pero el pensamiento guevarista se deglute lentamente, transcurriendo en una historia, que, desgraciadamente, es de ritmo muy lento, de una permanente gestación de experiencias amargas, como la de Allende".
Jueves 18 de octubre de 1973 (página 9). "La Opinión abre sus páginas al escritor marxista cubano Roberto Fernández Retamar: "A menudo es curioso el destino de los grandes hombres. Que el Che Guevara, el legendario médico argentino que después de atravesar el continente se llenó de gloria en la lucha armada de Cuba, teorizó sobre la guerra de guerrilla y emprendió luego su combate a escala continental, fuera asesinado en Bolivia a raíz de una batalla, posee, a pesar de lo dolorosísimo del hecho, una absoluta congruencia".
Domingo 21 de octubre de 1973 "La Opinión". Testimonio. Suplemento especial dedicado al Operativo Dorrego. En cuatro páginas el matutino de Timerman se dedica a exaltar "la disciplina no represiva de la JP frente a la rigidez de los militantes... "El artículo, imposible de transcribir dada su extensión, es un canto de alabanza a las prácticas montoneras durante aquel operativo.
Domingo 5 de noviembre de 1973 "La Opinión Cultural" (página 7) En un alarde pornográfico, Timerman reproduce lo siguiente: "La sentó en la cama y fue hasta la puerta. Desde la cama, ella le tendió los brazos.
No, dijo él. Como dos campesinos borrachos, no.
La súbita dureza de sus palabras no la hirieron, ni sorprendieron. Sencillamente, esperó ver qué haría él acto seguido.
Él le dijo que se desnudara. Ella vaciló, no porque no lo deseara sino porque no sabía cómo podría desnudarse con él observándola.
El comenzó a quitarse sus propias ropas. Ella se limitó a desprenderse los botones de sus puños. El permaneció en el otro extremo del cuarto, desnudo. A menudo, ella había barrido y limpiado ese cuarto. El permanecía desnudo en ese cuarto... Los ojos de los demás buscaron tu sexo —una línea dibujada en tu pancita rosada y húmeda— antes que se detuvieran en tus ojos entreabiertos. . .
El espejo refleja: él reconoce. Te mira desnudo, de pie. Mientras te inclinas hacia adelante para quitarte tu usado corpiño con un agujero bajo cada brazo, ve tus dos pechos caer hacia adelante y no del todo silenciosamente... Tu imagen cubre la entera superficie de su cuerpo como otra piel. Toda su apariencia rodea su pene.
Nunca te has visto así... Nunca te has visto desnuda y ahora lo estás".
Jueves 3 de enero de 1974 (última página)"La revolución cubana marcha inderrotable hacía las altas metas del socialismo y el comunismo, al cumplir sus 15 años. La revolución llegó al poder con la fuerza de las masas humildes, para quedarse y convertir en realidad las ideas de liberación nacional por las que lucharon los próceres de su independencia desde 186o".
Domingo 13 de enero de 1974 "La Opinión Cultural" (página 12). Artículo del marxista Herbert Marcuse titulado 'Para terminar con el capitalismo". Domingo 20 de enero de 1974 "La Opinión Cultural" (página 9) Con un epígrafe que reza, "Nosotros, la izquierda de América Latina y_ del mundo, fuimos derrotados en Chile", se lee lo siguiente: "En el Che, la historia nos dio el héroe mártir del voluntarismo revolucionario que vino a dignificar la imagen desgastada de los liderazgos burocráticos de la vieja izquierda. Con Allende, ella nos da al estadista combatiente que llega hasta la muerte luchando en su esfuerzo por abrir a los hombres una nueva puerta hacia el porvenir que puede ser y que debe ser.
"El será el héroe de los que tengan, en el futuro, que luchar de hecho por el socialismo, bajo oposición parlamentaria y bajo el riesgo de un golpe militar". Del martes 5 al miércoles 13 de febrero de 1974 "La Opinión" publica, en ocho notas, las impresiones recogidas por su redactor, el marxista Enrique Raab, enviado especialmente a Cuba para dar testimonio de los 15 años de revolución comunista. De más está decir que merced a la enorme extensión de las citadas notas —cada una de ellas ocupa una página entera— nos es imposible reproducir todos los párrafos donde se exalta hasta límites .inconcebibles la acción revolucionaria de Fidel Castro y la lucha subversiva que desde La Habana se exporta a Hispanoamérica. Basta decir que el de Raab es el compendio de artículos más elogiosos que se haya escrito sobre el régimen cubano en un diario argentino.
Domingo 10 de marzo de 1974 "La Opinión Cultural" (página 9). Reproduce en casi media página un anuncio sobre los libros de la IV internacional 'Para la difusión del marxismo revolucionario de nuestro tiempo". Figuran, desde ya, los líderes del trotzkismo mundial —entre ellos Ernest Mandel— a los cuales siguieron durante mucho tiempo los guerrilleros del ERP.
Domingo 14 de abril de 1974 "La Opinión Cultural" (página 12) El diario de Timerman dedica una página a entrevistar a uno de los personajes que más daño han causado a la juventud argentina, Mario Luis Rodríguez, más conocido con el nombre de Silo. Dice así: "Tenemos una diferencia esencial con el Cristianismo. No estamos ni con la represión ni con el castigo ni con la culpa. Lógicamente, no creemos en eso. Para nosotros son formas de negación. Nosotros hacemos hincapié en lo positivo, ellos en lo negativo. También hay diferencias teológicas: para ellos, un Dios personal; para nosotros, no. Diferencias teleológicas: para ellos, cielo e infierno; para nosotros, no. Creemos en la inmortalidad del espíritu pero depende de lo que esté en la tierra. El espíritu se va formando con el hombre, no nace con él. . . "
"En realidad nos distinguimos más del leninismo que del marxismo', afirma Silo mostrando su verdadera filiación.
Jueves 9 de mayo de 1974 (página 1) En un recuadro," sobre el costado derecho firmado por Antartes, figura un artículo cuyo título reza: "Los refugiados de América Latina". Dice así: "En las salas de redacción de "La Opinión" es fácil certificar la actualidad política latinoamericana: se define por el núcleo de periodistas uruguayos, chilenos y bolivianos que trabajan en ella. La tradición argentina ha establecido la obligación nacional de conceder refugio a los exiliados de América Latina perseguidos por sus ideas progresistas y democráticas". Los perseguidos a los cuales hace referencia Jacobo Timerman son en su totalidad marxistas subversivos que en nuestro país, ahora se dedican a exaltar la revolución comunista, ahora intervienen directamente en los operativos del ERP y Montoneros. Son ellos:
Augusto Montesinos Hurtado, boliviano, que fuera secretario privado del marxista Hernán Siles Suazo y colaborador de Juan José Torres. En la Argentina mantenía contactos con actividades de la Junta de Coordinación Revolucionaria, que aún nuclea a las principales bandas subversivas de América.
Andrés Ernesto Alsina Bea, uruguayo, quien fuera detenido en su domicilio el 9 de abril de 1972, junto con otros integrantes del ERP, que actuaron en el secuestro y asesinato del Dr. Oberdan Sallustro. Fue procesado por "privación ilegítima de la libertad, homicidio, conspiración para la rebelión, tenencia de armas de guerra, explosivos, municiones y asociaciones ilícitas".
El 19 de abril del mismo año fue incluido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional por decreto 1.995. El 25 de mayo del 73 recuperó la libertad merced a la ley de amnistía.
Ted Córdoba-Claure, boliviano, Secretario de Redacción de "La Opinión" en la especialidad de política internacional, fue secretario privado de prensa del Gral. Juan José Torres y estuvo vinculado en el país a la organización terrorista Montoneros.
Al margen de estos personajes, y de otros llegados de distintas latitudes americanas, cuyo común denominador era la ideología marxista-leninista, Timerman abrió las puertas de su diario a Francisco Urondo, detenido en 1973 en la Provincia de Buenos Aires, hallándose en su poder armas y municiones, como asimismo gran cantidad de material ideológico que lo vinculaba a las F. A. R., y se comprobó su participación en el secuestro del industrial Enrique Barrera, en el asalto al supermercado Minimax de Martínez y a una armería de San Fernando. Implicado en el asesinato del Almirante Emilio Berisso y procesado, entonces, por "doble homicidio calificado", salió en libertad el 25 de mayo de 1973. A Roberto Raúl Reyna, corresponsal en Córdoba, a quien se aprehendió en el allanamiento de una célula subversiva; a Juan Gelman y Miguel Bonasso, actuales secretarios de prensa de la organización Montoneros radicados en Roma. El primeros de éstos dirigió durante años "La Opinión Cultural". A Juan Carlos Portantiero y a la guerrillera María Victoria Walsh, luego abatida por fuerzas de seguridad.
Domingo 5 de enero de 1975 (página 5) Hablando sobre Mao, Ted Córdoba-Claure escribe: "Mao no se irá de este mundo sin haber visto que, poco a poco, los reinos y repúblicas del Asia terminan por reconocer su gigantesca obra revolucionaría, acaban con la farsa de la aceptación de Taiwan como la verdadera China' y prácticamente admiten que en ese Continente no habrá paz ni progreso sin el consentimiento de Pekín".
Domingo 12 de enero de 1975 "La Opinión Cultural" (página 7) "La acción cultural y la revolución cultural implican comunión entre los líderes y el pueblo, como sujetos que están transformando la realidad. En la revolución cultural, sin embargo, la comunión es tan firme que los líderes y el pueblo son un solo cuerpo, verificado por un permanente proceso de auto escrutinio. La acción cultural y la revolución cultural se basan en el conocimiento científico de la realidad, pero en la revolución cultural, la ciencia ya no está al servicio de la dominación".
"Hemos hablado del desafío que tiene por delante América Latina en este período de transición histórica. Creemos que otras áreas del Tercer Mundo pueden ser incluidas en lo que hemos descrito, aunque cada una de ellas presentará sus matices particulares. Si el camino que sigue lleva a la liberación, no podrán dejara un lado la acción cultural para la concientización".
Domingo 16 de febrero de 1975 "La Opinión Cultural" (página 11) Esta vez, es nada menos que uno de los principales ideólogos de la guerrilla latinoamericana, el francés Regís Debray al cual "La Opinión" le transcribe, recuadrado, un artículo que éste publicara en una de las más conocidas revistas marxistas francesa, "Le Nouvel Observateur". La misma, que siempre se caracterizó por su odio a los regímenes militares, decía algún tiempo después refiriéndose al proceso de reorganización nacional: "Mientras Videla gobierna yo mato. El General Luciano Benjamín Méndez es un matador concienzudo. Es, gracias a hombres como él, que el Presidente Videla, llamado "el flaco ", han podido festejar el martes último los 365 días de su dictadura en la Argentina".
Es menester destacar que "Le Nouvel Observateur" fue durante años uno de los principales servicios comprados por Timerman para reproducir en su diario. Sábado 5 de abril de 1975 (página 4) Nuevamente transcríbese un artículo escrito por Regís Debray de "Le Nouvel Observateur" dedicado a exaltar textos de la revolución marxista.
Domingo 4 de mayo de 1975 "La Opinión Cultural" (página 2) El Diario de Timerman se complace en publicar los "cuentos inmortales" del realizador polaco Valerian Borowezyc y de otros cultivadores del "arte" sicalíptico. He aquí algunos párrafos tomados al azar: "La mañana en que comienza el relato (narrado en off) con las palabras del cuento) Andrés lleva a Julie a una rocosa playa rodeada de acantilados, un lugar donde la marea subirá hasta aislarlos peligrosamente de toda salida. Allí, tras hacerla despojar de sus ropas, le explica su propósito: harán el amor haciendo coincidir su orgasmo (el suyo) con el tiempo exacto en que la marea sube hasta su máxima altura.
Visualmente, el proceso alterna el ascenso espumoso y terrible del mar que los rodea y casi los sumerge, con el éxtasis físico de los cuerpos tendidos entre las olas. El momento de la coincidencia se logra matemáticamente gracias a una tabla de horarios de mareas que Andrés lleva previsoramente. La idea, según se desprende de las imágenes y las palabras, es el amor en junción de la marea que asciende, el acto sexual en relación con el cosmos... ".
En el otro relato se dice: "Una inscripción previa relata que una adolescente pura y devota fue violada por un campesino pese a su resistencia y que puede esperarse una posible canonización por su sacrificio. De inmediato, aparece Therese, con su breviario y sus blancas vestiduras y adora al Cristo en la Iglesia del pueblo. Repite el texto sagrado y la escena se carga de un reprimido erotismo... Therese llora y se lamenta en su cámara de castigo y termina confundiendo las palabras de su breviario con una efusión erótica solitaria.
'Es el orgasmo en función de las represiones religiosas —escribe Qaire Qouzot—, el sexo que estalla en razón de las interdicciones que lo rodean'... "Domingo 11 de mayo de 1975 "La Opinión Cultural" Ultima página dedicada completamente al "Diario de prisión" y poemas del líder revolucionario comunista Ho-Chi-Minh.
Domingo 19 de octubre de 1975 "La Opinión Cultural" (Página 6 y 7). Invitada por el gobierno cubano, "La Opinión" envió a la isla dominada por Fidel Castro al Director del suplemento cultural , Luis Gregorich, el cual en dos notas que titula "...sobre una reciente visita a la Cuba socialista ", se dedica a exaltar la obra de Fidel Castro. Domingo 11 de enero de 1976 "La Opinión Cultural" (página 1, 2, 3, 4 y 5). Siguiendo con la empresa de viciar la mente de los argentinos el diario de Timerman no encuentra otro placer que destacar en cinco páginas pro-fundamente ilustradas "los ritos y los escenarios del consumo sexual de los porteños". En síntesis, el artículo no es más que un relato, pormenorizado, de la prostitución, las casas de placer, sus precios y toda la infinita gama de la pornografía de Buenos Aires, vista por un redactor del matutino independiente.
Viernes 11 de junio de 1976 (página 8) Desde hace tres meses, gobiernan el país las Fuerzas Armadas. Jacobo Timerman da un paso atrás y cesa en su prédica marxista. Con todo, en el plano internacional todavía se deslizan las tesis reproducidas de "Le Nouvel Observateur". Allí se lee: "Por cierto que hubiera resultado políticamente lógico y moralmente legítimo que el General Zenteno Anuya, de 43 años, embajador de Bolivia en Francia, abatido en plena calle el 14 de mayo poco antes de las 13 horas, en París, hubiera caído bajo las balas de un revolucionario encargado de vengar, nueve años después, la muerte del  'Che' Guevara. El General Zenteno, en efecto, ¿no comandaba, en octubre de 1967, en Santa Cruz de la Sierra, la VIII Región Militar Boliviana, cuando el 'Che' fue capturado y asesinado?".
Usted acaba de leer algo de lo publicado por Jacobo Timerman en "La Opinión" y ha visto más arriba los antecedentes terroristas de sus colaboradores inmediatos. Pregúntese ahora si puede ser una casualidad, como pretenden sus defensores, que los cargos de su diario estuviesen ocupados por personajes de la calidad de Juan Gelman, Miguel Bonasso, Francisco Urondo, Andrés Alsina Bea, Augusto Montesinos Urtado, Tomás Eloy Martínez, todos cómplices de la criminalidad guerrillera. Timerman se fue del país dejando atrás todo ese daño inmenso que realizó. Así, tuvo un destino mejor que el de quienes perdieron a sus seres queridos por defender a la República del grave daño y las profundas consecuencias que él ocasionó con su prédica.