EL SÍNODO Y LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Por moimunan el
“DISCERNIMIENTO SINODAL» PARA EL TIEMPO DEL FIN DE LAS NACIONES – ¿Orlando Fedeli ignorado?
Publicado por Pro Mariana Roma en 31 de octubre 2015
Arai Daniele
Puede
parecer extraño, pero desde hace algún tiempo está manifestándose en el
ámbito religioso occidental el deseo de acelerar el “Armageddon” de
los últimos tiempos. Esto ocurre en el contexto de los grupos
principales, especialmente los estadounidenses, y ha condicionado las
guerras del Medio Oriente. En este sentido, no es de extrañar el interés
en producir programas virtuales, que son el trasunto de las guerras
reales y masivas emigraciones bíblicas que están transformando los
rasgos del Occidente cristiano. Sin duda se trata de un fenómeno
religioso de raíz distinta a la cristiana, tal como la conocemos.
Acabo
de leer algo sobre ” British-Israelites” poderoso “lobby”
Anglo-Americano protestante interesado en la “gran confrontación final”
en las tierras bíblicas del Medio Oriente, para acelerar los tiempos
del fin y ¡el regreso del Mesías! No fue ajeno a esto el caluroso
aplauso de los republicanos al discurso de guerra del primer ministro
israelí, Netanyahu, en la Cámara del Congreso, al que había sido
invitado.
Traigo
aquí este tema, para relacionarlo con con otro que involucra el último
sínodo y al mundo católico. Sobre el primer punto, cualquiera que quiera
saber más puede consultar en Internet donde, según parece, se aprende
de todo. Sólo añado aquí el hecho curioso que publiqué cuando me enteré
de que también el ministro británico Balfour tenía esta misma idea, de
raíces gnósticas, cuando firmó la declaración que lleva su nombre para
la formación del Estado de Israel en 1917. Sir Arthur Balfour fue
espiritista y teósofo, y fundador de la logia “los cuatro Coronados”
que incluso ahora sigue funcionando como centro y archivo histórico de
la masonería” regular “.
Vuelvo
a decir algo que puede parecer extraño, y es que también alrededor del
gran mundo europeo católic-romano, se manifiestan sentimientos parecidos
de aspecto religios, en realidad de sabor gnóstico, el gusto gnóstico
de la verdad, que albergan el deseo de una confrontación final; una “guerra
decisiva” que ponga fin a esta civilización occidental, lo que para
Roma sería como una repetición de lo que ocurrió con el Imperio Romano,
con el advenimiento de un último papa, al que seguirá la invasión de las
hordas bárbaras que destruirian todos los antiguos tesoros ! La
diferencia entre las reflexiones gnósticas de ambos lados del Atlántico
es la misma preocupación cultural que diferenciaba al visionario
Alberto Pike de Mazzini. Dicho
sea de paso, hay que recordar aquí dos cartas: una de Pike a Mazzini
(08/15/1871), previendo tres grandes guerras seguidas de un desastre
económico sin precedentes; y otra de Mazzini al Papa para que comenzase a gobernar con una política … encuadrada en su nuevo orden mundial.
Ahora,
volviendo a nuestro mundo católico y a los efectos en él del “Sínodo
de 2015 de la familia ‘ en el que se pueden entrever señales en el
sentido de una ruptura con el viejo orden que gobernó el cristianismo,
unido en la certeza de la Palabra de orden divino que era confirmada
en todos los tiempos en la centralidad universal de la Sede
Apostólica. Ésta, en el orden humano, se basaba en la institución
familiar, como instituida por Dios. Podía haber habido
muchas transgresiones a los mandamientos de naturaleza sobrenatural,
pero igualmente siempre quedaba la posibilidad de recurrir a una voz en
la tierra para discernir infaliblemente entre el bien y el mal.
Y
es claro que es de vital importancia preservar el orden debido y la
consistencia de la unidad familiar para conseguir el bien social. Al estar guiados los
hombres por pensamientos dominantes materializados en leyes justas-
apoyadas por los principios religiosos acerca de la propia naturaleza
humana – que no cambia con los tiempos – hay que tener en cuenta la Ley
por excelencia, que se imprime en el milenario Decálogo, que fue
confirmado y perfeccionado en el Evangelio de Jesucristo. Fundándose en
él se derivan los términos de la
ley codificada por el magisterio confiado a la Sede Apostólica desde la
cual imparte su enseñanza el vicario infalible de Jesucristo.
He
aquí el bastión a superar con el fin de construir un nuevo orden
mundial de factura humana. Por eso volvemos a hablar del alcance de lo
que sucedió en la sede que es tenida en el mundo como católica y
apostólica, para comprender el sentido profundo de lo que sucedió en el
sínodo de esa entidad que se puede definir como “la iglesia sinodal ‘,
un término promovido por su mismo jefe, al tiempo que recordaba su
voluntad de seguir al más que ambiguo Vaticano 2, que pasa ante el mundo
como ‘concilio ecuménico’, pero que demostró ser el factor modernista
para demoler y dar un vuelco a la Iglesia, en su doctrina, liturgia y
en su estructura: un “fin de los tiempos” para la religión católica,
apostólica y romana.
Para
entender la última transformación hay que observar las recientes
manifestaciones muy jesuiíicas de Jorge Bergoglio, hechas en su papel de
Sumo Pontífice de la Iglesia, pero que claramente esboza un programa
extraño, muy diferente del que la Iglesia siguió hasta 1958, a pesar de
errores humanos, en su posición espiritual durante dos mil años en favor
del hombre. Aquí resumimos lo que se ha publicado en el artículo del
diario italiano ‘Corriere‘, acerca de su homilía en la misa de
la mañana en la Casa Santa Marta y acerca del discurso de clausura del
Sínodo para la Famlia.
Fue
dirigido sinuosamente a la aceptación de la “novedad” de la admisión
de la comunión sacramental a los divorciados vueltos a casar. Hubo
resistencia a aceptarla al final del Sínodo, pero pasó ambiguamente como
“discernimiento”, según casos especiales, que pueden muy bien
contravenir el mandamiento.
Lo que Bergoglio quiere y proclama jesuíticamente en la homilía de la misa del “Sínodo”: “I Tempi Cambiano y noi Cristiani dobbiamo cambiare continuamente“,
refiriéndose al “discernimiento”, que se pide a la Iglesia para actuar
en vista de los “signos de los tiempos sin caer en la comodidad de la
conformidad, sino dejándose inspirar por la oración. Los tiempos hacen
lo que deben: cambiar. Los cristianos deben hacer lo [él dice que ]
Cristo quiere: evaluar los tiempos y cambiar con ellos, permaneciendo
“firmes en la verdad del Evangelio” [invariable]. Lo que no es admisible
es un conformismo tranquila que en realidad no hace quedar inmóviles”.
Así
pues, lo que debería hacer la Iglesia, es seguir los cambios de la
sociedad que cambia con revoluciones y más revoluciones, en una
sociedad en constante mutación. ¿Habría que discernir los cambios
realizados independientemente de cualquier referencia al Evangelio que
no cambia? ¿ Como el Vaticano 2 amplió ese “discernimiento”, con el
derecho a la libertad de cambiar, incluso de religión y ahora, por medio
de ese “sínodo”, que este año refuerza el plan de conciliar apertura
al mundo?
El mismo día apareció en la primera página del “Corriere” (el más grande periódico italiano en competencia con ‘La Repubblica’ el
de las entrevistas de Scalfari) la carta firmada por Francisco
exaltando el legado del famoso cardenal Carlo Maria Martini, el clérigo
que “promovió y propagó dentro de la comunidad eclesial el estilo de “sinodalidad” colegial que tanto deseó el Concilio Vaticano II, que exige por un lado, una actitud de escucha y discernimiento de lo que el Espíritu suscita en la conciencia del pueblo de Dios, en toda la gama de sus componentes; y por otro lado el cuidado para que sus diferencias no degeneren en conflicto destructivo … “
En
otras palabras, suscitar en un “nuevo Pentecostés” para el cambio en
continuación con los sínodos anteriores, revoluciones dentro de
revoluciones en vista de una evolución conciliar, en la que el
Espíritu Santo, suscite en las conciencias, mas que la fe, la
adaptación a los cambios en los componentes variables, neutralizando las
diferencias [doctrinales de orientación ecumenista] … “, sin miedo a las tensiones, incluso a la contestación que todo impulso profético trae necesariamente consigo (pro veritate diligere adversa fue el lema episcopal de Martini) … Pero
¿qué puede decirse de este “maestro”para quien el peligro no está en
lo que va contra la fe – sino en la ausencia de libre diálogo,
incluso con quien, como él quiere cambiarla sirviéndose de la crítica y
el desprecio por la historia de la Iglesia?
Martini fue aquel arzobispo jesuita de Milán para quien: “la
duda no ha sido nunca un obstáculo, sino que reforzó su ministeriode
obispo llamado a cuidar del rebaño que le fue confiado” … llamado a difundir “un nuevo magisterio de la duda sistemática” que admite hasta la eutanasia! “…
En particular, señaló rutas para conectar la Palabra a la vida,
mostrando su pertinencia y relevancia en su propia experiencia personal.
Porque ella [la duda] puede convertirse en agente de conversión,
ayudando a una vida más fraterna y justa, impidiendo refugiarse a la
sombra de las seguridades confeccionadas de antemano. “(!)
Para evitar la conversión pura y simple a la Fe perenne de la Iglesia, lo que equivale a decir “tomar refugio a la sombra de las cómodas seguridades confecionadas de antemano“, el sacerdote invita a la apertura al “espíritu que remueve las conciencias”, para “evitar contraposiciones entre diferentes sensibilidades según los contextos culturales,” llegando a ” mirar
más allá de los límites consolidados, que favorecen una Iglesia
misionera “in uscita” (salida) y no encerrarse en sí misma … creó la Cátedra de los no creyentes, en busca de la verdad. En consecuencia invitó al filósofo Massimo Cacciari, conocido gnóstico que fue alcalde de Venecia, para darle brillo y con quien participar en las dudas como las del “sínodo” actual.
Ahora
bien, en esa misma comunión de ideas en Martini, Bergoglio y
Cacciari, para extender los límites establecidos por Dios a la Iglesia
de la Fe, en pro de una iglesia más indefinida “Chiesa in uscita» –
salida hacia la duda – oigamos a Cacciari, utilizando para ello una
entrevista suya en Aleteia, Voz del Vaticano, que publicó el 25 de
octubre, a fin de saber comprobar cómo el jugo del pensamiento
gnóstico de este “maestro” de la cátedra de los incrédulos, es
paralelo con las conclusiones del sínodo, promovido por Bergoglio. El
asunto parece ser contracorriente, pero es la exaltación de la
“capacidad política” de la marca jesuita de Jorge Bergoglio: sin duda,
el clérigo más representativo en la serie de «Papas conciliares» para
hacer comprender a todos que el “katechon», es decir, el
obstáculo al anticristo de la carta de Pablo a los Tesalonicenses “fue
quitado de enmedio” (cf. II Tesalonicenses 2)!
Nadie
mejor que este filósofo no católico, Massimo Cacciari, puede dar fe de
ello al demostrar su satisfacción por lo “hecho”, después de haber
escrito acerca de su oportunidad de y después de esperar ansiosamente
durante años que por fin fuese quitado de en medio el “freno” del
papado.
Lo curioso es que él asocia esto a una gran maniobra jesuítica de la que Bergoglio demostró ser capaz, por lo que habría sido “San Ignacio el que ganó en el Sínodo ” –
el 25 de octubre de 2015- Es una fecha histórica. Francisco resolvió
una disputa milenaria “. Esto concuerda con el dominico cardenal
Christoph Schönborn ¡sobre la la victoria ignaciana!
“La
re-admisión a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar, se
confía al” juicio “de los confesores, caso por caso. ¿Es un
compromiso? Respuesta: “Sí, pero en el mejor sentido del
término: el de la Compañía de Jesús. El Sínodo siguió a Francisco ,
en los pasos de San Ignacio. No significa estar de acuerdo fingiendo
ignorar las diferencias. Es el reconocimiento, practicado siempre por
los jesuitas, de la complejidad civil y ética en un contexto mundano,
con la necesidad de acompañarlo en sus evaluaciones. Esto significa no
ceder a los principios y comportamientos mundanos, sino reconocer la
realidad y moverse dentro de ella para cambiarla. “
De
hecho esto equivale a cambiar la misma noción de pecado de la anterior
sociedad tal como lo enseñó la Iglesia, según el Evangelio; lo que
constituye una solución gnóstica y modernista.
“¿Es una estrategia ” política “? Respuesta: Sí. La
Iglesia de Francisco no debe confundirse con la ética del mundo, pero
está situado en el interior de él para influenciarla desde dentro. La
línea de Bergoglio es claramente la misma que se ha aplicado siempre y
en todas partes por los jesuitas. En América del Sur, China, la India. A
través de los siglos, esta estrategia fue combatida políticamente no
sólo por los reaccionarios, sino también por los radicales como Jansenio
y Pascal, para quien el Evangelio y el discurso cristiano debe ser
una espada en el mundo: sí o no. El Sínodo revivió una brecha histórica
en la Iglesia que debe abordarse. Francisco es un jesuita coherente en
su sentido más noble … No se trata de tácticas políticas, como objetan
los enemigos internos de Bergoglio, sino que proviene del gran humanista
místico. San Ignacio se refería a la lección de Erasmo de Rotterdam y
veneraba a San Francisxo. Bergoglio no eligió el nombre del santo de
Asís para halagar al moderno ambientalismo. “
¿Cuál es el método seguido por el jesuita Bergoglio? Respuesta: “Disolver
lentamente todos los nudos lentamente en una perspectiva de
milenios. La reforma de la Iglesia terminará sólo con el fin de los
tiempos, al final de la historia … La paciencia es una virtud
recomendado por los Padres de la Iglesia, junto con la obediencia pasiva
y servil, pero conscientes de que la Iglesia tiene todo el tiempo para
formar fieles que escuchen. Sólo se puede juzgar este pontificado desde
esta perspectiva. El enfrentamiento surgido en el Sínodo es real,
profundo; No terminará aquí y puede predecirse cómo va a terminar. “
“¿Qué podría amenazar al papado?” El
heterogénesis de los fines es un peligro siempre presente en la
historia de la Iglesia. Bergoglio debe enfrentarse a dos tipos de
resistencia a su acción. La oposición reaccionaria por parte de una
fronda minoritaria destinada a ser de una irrelevancia creciente. Son
personas que se oponen a Bergoglio por un espíritu de preservación y que
están defendidas por trincheras devastadas. También hay una respuesta
más inteligente que tiene diálogos francos con algunos obispos. Me dicen
que el hecho de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar ya se
hace y es una práctica común, … temen colocar esta cuestión, blanco
sobre negro … “
He
aquí resumida por un conocido opositor gnóstico el quid de la cuestión,
cuya redacción hemos puesto parcialmente aquí y que sin duda
Baergoglio y sus seguidores han leído y aprobado, si no ¿cómo podría
haber sido publicada por Aleteia esta exposición tan sincera? Ahora
bien, nosotros, los defensores hasta el final de las “trincheras
devastados,” léase de una catolicidad demolida, no tenemos ninguna duda
de que el jesuitismo aquí exaltado es ajeno a San Ignacio, a la Iglesia
y a los papas católicos. Si todo esto puede ser dicho, y hoy en día la
comunión se distribuye sacrílegamente por ahí con la aprobación
episcopal, entonces el autor mencionado, el agnóstico Cacciari, está
en lo cierto: – el “katechon» que detenía al Anticristo ha sido quitado de enmedio. Esto es lo que desencadenó el “Armagedon espiritual” que es la batalla gnóstica
final que comenzó con el Vaticano 2, que pocos acertaron a describir
y una multitud decidió ignorar; se trataba de una sucesión de gnosis,
el “pecado filosófico” que llegaron al “discernimiento sinodal
jesuítico ” en el final del tiempo de las naciones, que ha llegado
hasta Roma.
Bergoglio
es el sexto actor de este desenlace final, sólo en apariencia diferente
de los predecesores. Ese es el hecho que Orlando Fedelli desconoció:
hay una gnosis intrínseca al modernismo y al Vaticano 2 y
consecuentemente a todos los altos promotores conciliares; gnosis que
no puede apoyar a ninguna autoridad, pero que es la razón para condenar
a todos los falsos Cristos y a cualquiera de ellos, disfrazado con una
vestidura apostólica.
Laudetur Jesus Christus!