jueves, 5 de noviembre de 2015

Podemos caer en el infierno eterno


Podemos caer en el infierno eterno



Ante todo pongo estos pensamientos que nos ayudarán a aceptar el infierno eterno. Sin duda es, y ha sido siempre, el dogma católico más difícil de aceptar. Es un dogma estrictamente sobrenatural. La razón y la humana naturaleza se resisten a aceptarlo.
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  • Elementos de respuestas a las objeciones
    -El infierno es un misterio, uno nunca lo podría entender.
    El riesgo de ir al infierno es una prueba de humillación a que el hombre es sometido por Dios.
    Muchos padres de la iglesia han creído que Satanás fue puesto a prueba obligado a aceptar la encarnación de la 2da persona de la Trinidad, 
  • así como San José fue sometido a prueba ante el embarazo visible de la Virgen María, 
y como Abraham fue puesto a prueba al exigírsele el sacrificio de su único hijo Isaac, que era la descendencia prometida por Dios,
los hombres deben adorar a un Dios perfecto, omnipotente, infinitamente amoroso pero que permite la condena de miles de millones de hombres y mujeres. [Desde la aparición de la especie humana, 80 mil millones habrían vivido en la tierra].
Muchos ateos se niegan a servir a un Dios al que consideran cruel y culpable por la existencia del infierno.
Muchos cristianos que niegan la realidad de lo que está claramente explicado y enseñado por el Evangelio y la Biblia, inventan subterfugios para vaciar de realidad un dogma que no saben cómo eliminar pura y simplemente de las Escrituras Santas.
Esto explicaría  la moda actual de aceptar la existencia infierno pero un infierno vacío o casi vacío,  que excepcionalmente sería el resultado de pecados de gran  malicia, con una determinación y una perseverancia en el mal,  que no tenemos la mayoría de nosotros: esto es muy reconfortante porque se piensa que no serīamos capaces de cometer tan gran ma, hasta los últimos momentos de nuestra vida cuando nos encontremos al  borde de la eternidad.
El pecado de Adán, el pecado original, [que fue pecado de orgullo y no de sexualidad], exige como reparación la humildad: Señor,  yo quiero servirte y aunque no entiendo lo que me has revelado, te amo Señor y confío en ti. Tengo la certeza absoluta de que tú eres un Dios de infinito amor.
-Todo el mundo obtiene lo que deseó y quiso, y cosechamos lo que sembramos. Cosechamos lo que sembramos en nuestros pecados sin habernos esforzado en remediarlos, la cosecha es el sufrimiento eterno. Dios creó una criatura capaz de comprometerse con el bien o con el mal. Para ello fue elevado a la dignidad sobrenatural. (San Ireneo en contra herejías, libro 4
-Quién deseara vivir para siempre en la tierra, para siempre vivir en pecado, crea su propio infierno, crea las condiciones que lo excluyen de Dios y sufrirá el efecto perpetuo de este perpetuo deseo de rechazar a Dios y su ley.
¿-Nosotros no somos nada delante de Dios, Dios tiene todos los derechos sobre nosotros, nosotros ante Él no tenemos nada que decir, le debemos todo, como dice San Pablo”la arcilla con que el alfarero hace sus vasijas le va a pedir explicaciones sobre qué clase de vaso hará, de ignominia o de gloria ? Carta a los romanos, 9:2
[testos vistos en Jesusmarie.com]
Hemos de tener en cuenta algo que muchos quizás olvidan:
El infierno es el dogma básico del cristianismo.
El dogma del infierno está estrechamente relacionado con el dogma del pecado original.El pecado original trajo como consecuencia la pérdida de la gracia, y un estado en el que tienen una gran fuerza los tres enemigos del alma: Mundo, demonio y la carne con su concupiscencia. Estos tres enemigos llevan a muchísimas almas al infierno.
Para librarnos del infierno se encarnó el hijo de Dios. Su Pasión y muerte de Cruz tuvo por objeto el poder ofrecernos, merecida con toda justicia, la gracia que nos libra, si somos fieles a ella, del pecado y de la condenacion eterna.
Los sacramentos nos confieren gracia para que en último término podamos salvarnos.
La rxistencia de la Iglesia tiene esta finalidad : la salvación de las almas.
El contrapunto del Cielo es el infierno. Un don tan grande es proporcional a una prueba grande durante nuestra vida. Si la superamos Dios nos da el cielo. Pero si fallamos por nuestra culpa iremos al infierno.
Las pruebas de nuestra vida pueden ser muy grandes, a veces enormes. Pecar es fracasar en estas pruebas. Hay situaciones que apenas se conciben por la mera razón: martirio, enfermedades largas, cónyuges abandonados, los “golpes de la vida”. Nos rebelamos frente a ja injusticias, las condiciones naturales (enfermedades congénitas, condiciones sexuales, horfandad, fealdad extrema etc.,) Pero  detrás de todo ello está Dios para ayudarnos, darnos su gracia y premiarnos con el cielo. 
Si no existiera el infierno, todo lo anterior no tendrīa sentido: Pecado original, Redención por la Padión y muerte en Cruz, gracia, pecado, virtud, cielo, Iglesia, sacramentos, moral, virtudes heroicas, santidad, apóstoles heroicos, misioneros…Tampoco el sacerdocio en la Iglesia, los obispos, el Papa a quien debemos sumisión y obediencia, 
Las virtudes teologales como la Fe sobrenatural, tan difícil a veces, la caridad heroica, la esperanza a veces heroica, todas ellas se ven reforzadas por el pensamiento del infierno.
En suma, quítese la fe en el infierno y la vida cristiana no tiene sentido, y se le quita el principal motivo de su realización. 
Por eso los santos han temido muchísimo el infierno. Pero esto no les ha impedido amar a Dios heroicamente y al prójimo, al mismo tiempo que han tenido una inmensa confianza en Dios y en su misericordia.
La Virgen habló en Fátima de “el dogma de la Fe”. Muchos han pensado que Lucīase expresó mal y quiso decir “los dogmas de la Fe”. Pero esto no es así. Hay un dogma de la Fe fundamental, y este domingo está en consonancia con lo dicho en el segundo secreto, es el dogma del infierno, en mi opinión.
Según la Virgen la fe en este dogma desaparecerá de la tierra. Sólo en Portugal se conservará.  Pero si desaparece la fe en este dogma todo se viene abajo. Hasta lo que fue la verdadera Iglesia, por su empeño en agradar al mundo, caerá en la apostasía y en una gran corrupción. Esto es lo que vemos en nuestros días: La desaparición casi total de la Iglesia, en todo el mundo. Muchas almas se condenarán y caerán en el infierno. También lo dijo la Virgen. A la bade de todo está la falta de fe en el infierno.
También puede suceder que haya una fe teórica en el infierno pero no práctica. Ya no se medirá en él, no se habla de él, no se predica sobre el.. Es un dogma exclusivamente do de nuestras iglesias, de la predicación, de las publicaciones…en la práctica NO SE CREE EN ĖL.

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