Revista Roma N° 75 - Septiembre de 1982
CONNOTACIONES SATÁNICAS
DE LA MÚSICA "ROCK"
¿Están muchos compositores de música "rock"
predicando consciente o inconscientemente una religión satánica?
Parece que la Historia humana hubiera vuelto sus páginas atrás, a las
brujas de Salem, para buscar y encontrar seres entregados a malévolos
cultos diabólicos.
Quien se podría llamar el "buscador del
diablo" en la música "rock" es un joven llamado Paul Crouch, hijo de
un famoso televangelista creador de la cadena religiosa Trinity
Broadcasting Network.
El joven Crouch se ha especializado en
descifrar la letra de las canciones "rock", sus mensajes sublímales,
los simbolismos de las fundas de las grabaciones y, sobre todo, unos
extraños juegos de palabras que se forman invirtiendo el giro de los
discos.
Lo que ha descubierto es escalofriante
para mucha gente, y las cadenas comerciales, enemigas acérrimas de las
religiosas, invitan ya a este investigador del diablo a exponer sus
descubrimientos.
Esta semana, por ejemplo, Paul Crouch fue la estrella del superfamoso Mery Griffin Show.
Porque es evidente que sus experimentos
no tienen truco: buen número de grupos de música "rock" conocidos en
todo el mundo están introduciendo a propósito, o sin saberlo, mensajes
que para las personas religiosas son llamamientos a cultos satánicos.
Conviene recordar, como ejemplo
inicial, un caso que apasionó al mundo en los años 60, cuando los
Beatles estaban en su apogeo. Hubo un momento en que se corrió la voz
de que Paul McCartney había muerto. Nadie sabía si alguien que aparecía
como un fantasma con el resto del grupo era él o un doble.
John Lennon compuso entonces una
canción titulada "Revolución number 9" (Revolución N9 9). Cualquiera
que disponga del disco puede hacer el ensayo. No hay más que, con un
buen magnetofón, grabar la canción y escucharla al revés. Y claramente
se oirá una voz angustiada que grita: "Let me out; turn me on, dead
man!" (¡Sacadme de aquí; levántame, hombre muerto!).
Lo asombroso del caso es que estas
frases sólo aparecen cuando se oye al revés la canción. Los sonidos,
así, son verdaderamente escalofriantes y el conjunto lo es más cuando
se oyen esos gritos angustiados, perfectamente audibles. ¿Fue aquello
un inteligente juego de los Beatles para aumentar la expectación sobre
los rumores que daban a McCartney por muerto? La respuesta es probable
que nunca se conozca: el compositor, John Lennon murió asesinado.
Pero el lector puede fijarse en las portadas o interiores de grupos
Más recientes. Fíjese bien en gente famosa,
como Queen, Styx, AC/DC, Electric Light Orchestra, Led Zeppelin e
incluso los dulces Eeagles, entre muchos otros.
Las carátulas están plagadas de
misteriosos símbolos, que mezclan cruces cristianas con los
tradicionales emblemas satánicos, con machos cabríos, con figuras
infernales... Las carátulas en sí sólo llaman la atención por ser a
cual más artística, mejor realizada- Pero lo importante está dentro y
no precisamente en lo que se oye con el magnetofón o tocadiscos girando
en su sentido normal, sino en el inverso.
Paul Crouch está haciendo
demostraciones públicas de lo que así se oye. De lo que se oye
claramente, perfectamente, cuando la música y la voz invertidas no
deberían tener significados.
En la canción "Congratulations", del magnífico grupo Pink Floyd, se escucha, en inglés, "justo has descubierto el mensaje secreto del diablo; comunícate con el viejo...".
Electric Light Orchestra (sus siglas
son ELO, antigua forma de evocar a Satán) es otro grupo famoso. Su
canción "Fire on high", oída a la inversa, dice cosas como "la música es reversible, pero el tiempo no...: vuelve a Satán vuelve, vuelve".
En "Snow blind", del grupo Styx, y también al revés, se oye: "Muéstrate, Satán, manifiéstate en nuestras voces".
En la canción: "When the eiectricity came to Arkansas", de la banda Black Oak Arkansas, se escucha: "Satán, Satán, Satán, él es dios, él es dios, dios, dios", y luego una carcajada tremenda.
En "Stairway to heaven", de Led Zeppelin, de una melodía dulcísima, se escucha al revés: "Quiero
ir al reino, quiero ir al infierno, al oeste de la tierra plana, canto
porque vivo con Satán. Dios me ha abandonado. No hay escapatoria,
canto para mi dulce Satán, todo el poder es de mi Satán, él nos dará el
666, tenéis que vivir para Satán." (El número mencionado se considera diabólico en el Apocalipsis.).
¿Cómo se puede conseguir que una canción sea
coherente en su giro normal y tenga tan tremendo mensaje también a la
inversa? Para Paul Crouch y los que con él creen en la acción del
diablo la respuesta no es fácil. Para ellos el diablo tiene el poder de
lograr estos casi milagros de invertir incluso largas frases y darles
significado- Para otros puede ser una broma de los autores.
Pero, ¿para qué, si normalmente nadie se da cuenta, y el mensaje se limita al idioma inglés?
Quienes creen que Satán utiliza las
bandas de "rock" para penetrar en las mentes y dicen que el
subconsciente es un ordenador de capacidades aún desconocidas, quizá
durante el sueño la gente descifra o asimila el mensaje.
El hecho es que quien conozca bien el
inglés y disponga de los discos puede hacer sus pruebas: en la
existencia de esos mensajes no hay truco. Las explicaciones serán de
acuerdo a las creencias.
(ABC, Madrid, 8-XII-1981)
Fuente: Revista "Roma" N° 75, Pg. 39