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- Categoría: INVESTIGACIONES
- Publicado: 15 Octubre 2016
Los servicios secretos del Vaticano
marcan el nexo entre el Papa Francisco y el ex Obispo Rubén Di Monte,
fundador de la Orden de la Familia Misionera de Nuestra Señora de Fátima
de General Rodríguez. Los vínculos del jefe laico del SIV, el Servicio
de Inteligencia del Vaticano y la dictadura en argentina. El
espía "fantasma" del que casi no hay datos que trabaja con el Papa
Francisco. La Entidad, el mejor servicio de inteligencia del mundo. El
rol de Gustavo Vera, titular de la Alameda.
Por los pasillos del Vaticano corre un
lema “todo lo que no es sagrado, es secreto” y esto parece confirmarse
en torno a la figura de quién sería el Jefe laico del Servicio de
Inteligencia del Vaticano. Sólo dos notas se publicaron en nuestro país
al ser nombrado a cargo de lo que se conoce históricamente como La
Entidad, el argentino José Luis Uboldi. Las publicaciones italianas lo
confirman en ese cargo, a pesar de que todo lo que tiene que ver con el
espionaje y el accionar de La Entidad, nunca se confirma oficialmente. Y
esas publicaciones lo mencionan como el hombre de extrema confianza de
la Seguridad de Di Monte y a la guerra de Malvinas como veterano.
Uboldi habría llegado al Papa Francisco
por recomendación del propio Monseñor Rubén Di Monte, con quién entabló
una relación de extrema confianza ya en épocas de la dictadura. Es por
todos conocida la actitud acomodaticia del fallecido Obispo Emérito de
Lujan, con cuánto gobierno pasó por la Casa Rosada, aunque luego del
episodio de los bolsos de José Francisco López, la Iglesia haya tratado
de despegarse de él. Mucho se ha hablado de su mala relación con Jorge
Bergoglio, aunque el nexo Uboldi, denotaría una gran confianza en cuanto
a recomendar, nada menos que para la inteligencia Vaticana, a un hombre
suyo.
Una fuente calificada que se comunicó
con este portal, al ser consultada por los orígenes de José Luis Uboldi
en la Iglesia, responde “es hombre de Di Monte”.
ARCHIVO. Obispo Rubén Di Monte, fundador de la Orden de la Familia Misionera de Nuestra Señora de Fátima de General Rodríguez.
Claro que cuando se publicaron las dos
notas en Argentina y varias en Italia sobre su nombramiento, nada se
sabía del Convento de General Rodríguez y sus actividades vinculadas a
la corrupción, por lo que en Italia en 2013 y 2014 se lo menciona como
la “eminencia gris” o “eminencia oscura” de extrema confianza de
Francisco y ex encargado de la seguridad de Di Monte, además de veterano
de la Guerra de Malvinas. Por entonces nada se sabía del convento, las
monjas y los bolsos.
Al poco tiempo de su elección, el Papa
Francisco encargó a Uboldi que se centrase en dos objetivos prioritarios
para América Latina: reconciliar a Estados Unidos con Cuba y terminar
el conflicto armado de más de medio siglo de duración en Colombia, según
lo publicado en Italia.
La relación entre el ex obispo de Mercedes - Lujan y Uboldi, habría comenzado en 1982. Entonces Uboldi tenía 27 años y aunque hay quienes lo señalan como soldado ex combatiente, esto no se corresponde con su edad. Tampoco aparece en ningún listado oficial de veteranos de guerra, por lo que su papel debió ser como parte del Servicio de Inteligencia del Estado de la Dictadura, donde ya se lo ubica en 1978.
Di Monte fue designado obispo auxiliar
de Avellaneda en 1980 durante el gobierno militar, y se quedó a cargo de
la diócesis cuando Antonio Quarracino, entonces obispo, fue enviado al
Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en Colombia.
Desde ese lugar, Di Monte forjó una
relación cercana con la Junta Militar. En 1982, para quedar bien con
Leopoldo Galtieri, a quién presentó como su amigo en una misa en Lujan,
encabezó una polémica campaña para regalar rosarios a los soldados que
iban a Malvinas. Eso generó muchas críticas de otros obispos, y en
algunos soldados, que eran enviados a una guerra descabellada desde su
origen. Di Monte fue un ferviente admirador de la locura de Galtieri,
apoyó la guerra y organizó esa campaña de los rosarios, en la que estuvo
involucrado Uboldi.
De este último, se dice que pudo ser un
agente activo, y una eminencia en los servicios secretos argentinos
desde la dictadura, de los que no quedan huellas, aunque hay quienes
exhiben fotografías de él en las islas, en las nóminas de veteranos no
existe, y si hubiera sido un encubierto, nunca debió trascender su
participación. Lo poco se que sabe de él es su número de documento - 12.083.239 -, su
actividad como imprentero en Paso del Rey y que es oriundo de Moreno,
provincia de Buenos Aires, dónde quienes lo conocen señalan que su
actividad de imprenta era una pantalla, ya que tercerizaba con otras sus
trabajos, porque nunca tuvo una imprenta. Estuvo en el homenaje a
Rubén Di Monte con un grupo de veteranos, luego de su muerte, en
agradecimiento por el apoyo brindado durante la guerra. Y algunos de los
vecinos de su barrio dicen que “se presenta como ex combatiente”.
FOTO. José Luis Uboldi, Jefe laico del Servicio de Inteligencia del Vaticano.
Como su DNI y su nombre no se
corresponden con ningún listado de veteranos, y aparece este hecho
destacado en publicaciones italianas, consultamos a una alta fuente de
un organismo que nuclea ex combatientes y nos respondió: “en
Malvinas hubo gente de inteligencia de las Fuerzas Armadas que fueron
reconocidos como veteranos, y respecto de hombres de inteligencia del
gobierno militar, civiles, fueron aquellos que a la vuelta nos hicieron
firmar algún documento por el que se nos prohibía hablar de lo que
vivimos en Malvinas”. Podemos confirmar con certeza que José Luis Uboldi no es veterano reconocido.
El servicio secreto de la Iglesia
Católica fue fundado en el año 1500 bajo el lema “por la cruz y la
espada” por el Papa Pio V y ha sido artífice en su medio milenio de
existencia de importantes hechos históricos. Su red es global y mantiene
delegaciones fijas allí donde hay nunciaturas del Vaticano
(embajadores).
A esta red de espías a las órdenes de
Papa que se remontan a 1566. Simón Wiesenthal, el famoso cazador de
nazis, la calificó como "el mejor y más eficaz servicio de inteligencia en el mundo".
Se creó con Pio V, y su primera misión fue luchar contra los
protestantes británicos, y crear una red de espías, que se denominó la
Santa Alianza y que perdura hasta hoy, con el nombre de la Entidad, o
SIV, Servicio de Inteligencia Vaticana, que no es la Gendarmería
Vaticana que cumple otras funciones de seguridad bajo la jefatura de
Doménico Giorgi, ni la guardia Suiza que cuida la seguridad personal de
los Papas en el Vaticano. La Entidad es un organismo misterioso y
secreto del que participan activamente laicos y religiosos, cuya
existencia nunca ha sido reconocida oficialmente. Tiene la red de espías
más capacitados del mundo, incluso se comparan con el Mossad y el
servicio secreto chino, entre sus cualidades y capacidades está la de
adulterar y borrar contenidos de internet que perjudiquen la imagen de
la Santa Sede.
De José Luis Uboldi se sabe que
participó tanto de las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba, como
de la previa del acuerdo por la paz de Colombia entre las FARC y el
Gobierno del Presidente Santos, por orden del Papa Francisco, que
definió un perfil de la Entidad dedicado a la problemática de
Iberoamérica. Su intervención en Colombia se debe a su llegada a
sacerdotes del movimiento para la liberación, lo que lo aleja de su
pasado con la dictadura.
Los agentes de Uboldi, algunos de ellos activistas en los “movimientos de liberación” de Latinoamérica, se han movido discretamente entre las capitales concernidas -La Habana, Washington, Roma y Bogotá- para avalar las negociaciones de paz con las FARC, emprendidas en Colombia desde finales de los ´80. No es la primera vez que La Entidad interviene en este tipo de procesos, ya lo había hecho con Juan Pablo II en el proceso de la caída del muro de Berlín, que comenzó con su participación en Polonia.
Los agentes de Uboldi, algunos de ellos activistas en los “movimientos de liberación” de Latinoamérica, se han movido discretamente entre las capitales concernidas -La Habana, Washington, Roma y Bogotá- para avalar las negociaciones de paz con las FARC, emprendidas en Colombia desde finales de los ´80. No es la primera vez que La Entidad interviene en este tipo de procesos, ya lo había hecho con Juan Pablo II en el proceso de la caída del muro de Berlín, que comenzó con su participación en Polonia.
En la agenda diaria de José Luis Uboldi
se encuentran los temas relativos a blanqueo de dinero, la pederastia,
operaciones encubiertas y contactos y alianzas con todo tipo de fuerzas
ocultas.
Por ahora es todo un misterio, entender
como un hombre de las características de Uboldi, que participó
activamente de la dictadura como agente de inteligencia del estado, está
al lado de un Papa que se ha opuesto a los hechos de este periodo. ¿Por
qué dice Uboldi que es veterano cuando no lo fue?. Otro interrogante.
¿Por qué la Iglesia se empeña en ocultar los vínculos entre Francisco y
Di Monte, cuando saltan a la vista?.
Consultamos a la ONG La Alameda, para
intentar obtener alguna información que confirme la actuación de Uboldi
en Malvinas y no obtuvimos ninguna respuesta. Si pudimos saber que el
titular de esta ONG, Gustavo Vera, reportaría directamente a José Luis
Uboldi y que formaría parte de la red de la Entidad en la Nunciatura
Argentina.
Los caminos de los espías de Dios son infinitos.
Alicia Panero