martes, 18 de octubre de 2016

La Otra Cara de Karl Marx (3) (Nacionalismo Católico NGNP)

 

La Otra Cara de Karl Marx (3) (Nacionalismo Católico NGNP)

¿Fue Karl Marx un Satanista?
Escrito por Richard Wurmbrand

(Tercera parte)




Extraños Rituales en la Familia de Marx


Cuando escribió estas cosas, Marx, genio pre­maturo, contaba dieciocho años. El programa de su vida ya estaba establecido. Ni una palabra sobre servicio a la humanidad, el proletariado o el socialismo. Deseaba traer el mundo a la ruina. Deseaba construirse un trono cuyo baluarte fuera el temblor humano.

En esta etapa, encontramos algunos pasajes enigmáticos en la correspondencia entre Karl Marx y su padre. Escribe el hijo: "Ha caído el velo. Mi Lugar Santísimo se ha dividido en pedazos, y nuevos dioses han tenido que ser ins­talados".Estas palabras fueron escritas en noviembre 10, 1837, por un joven que hasta entonces había profesado ser cristiano. Antes, había declarado que Cristo estaba en su corazón. Ahora ya no era así. ¿Quiénes son los nuevos dioses instalados en Su lugar?


El padre replica: "Me cohibí de insistir en una explicación sobre un asunto muy misterioso, aunque parecía algo bastante dudoso':" ¿Qué era este asunto misterioso? Hasta ahora ningún biógrafo de Marx ha explicado estas extrañas frases.
En marzo 2, 1837, el padre de Marx escribió a su hijo: "Tu progreso, la amada esperanza de ver un día gran reputación en tu hombre, y tu bienes­tar terrenal, no son los únicos deseos de mi corazón. Estas son ilusiones que mantuve por mucho tiempo, pero te aseguro que su realización no me hubiera hecho feliz. Solamente si tu corazón permanece puro y late humanamente, si ningún demonio es capaz de enajenar tu corazón de los buenos sentimientos, sólo entonces seré feliz". 
Qué hizo a este padre expresar de repente el temor de una influencia demoníaca en su joven hijo, quien hasta entonces había confesado ser cristiano? ¿Serían las poesías que recibió como regalo de su hijo cuando cumplió sus 55 años?
La que sigue es una cita tomada del poema de Marx, Sobre Hegel:

Palabras enseño, enredadas en endiablada confusión.
Así pues, cada cual piense lo que quiera pensar.

En su poesía La Doncella Pálida, escribe:

Por tanto, el cielo he perdido,
Esto yo bien lo sé.
Mi alma, otrora fiel a Dios,
Seleccionada está para el infierno.

No se necesita comentario alguno.
Marx comenzó con ambiciones artísticas. Sus dramas y poesías son importantes por cuanto
revelan el estado de su corazón, pero careciendo de valor literario, no han recibido reconoci­miento.
Falta de éxito en pintura y arquitectura nos dio a un Hítler, en drama a un Goebbels, en filosofía a un Rosemberg. Marx abandonó la poesía por una carrera de revolución llevada a cabo en nombre de Satanás en contra de una sociedad que no apreció su poesía. Es concebible que éste sea uno de los motivos de su rebelión total. Ser menospreciado como judío fue otro.
Dos años después que su padre expresara su preocupación, en 1839, el joven Marx escribió Diferencia entre la Filosofía de la Naturaleza de Demócrito y Epicuro, en el prefacio de la cual se adhiere a la declaración de Esquilo, "Abrigo odio contra todos los dioses" . Esto corrobora decla­rando que está en contra de todos los dioses en la tierra y en el cielo que no reconozcan la auto­consciencia humana como deidad suprema.
Marx fue un enemigo declarado de todos los dioses, un hombre que vendió su espada al príncipe de las tinieblas al precio de su alma. Manifestó como su objetivo el arrastrar a toda la humanidad en el abismo y seguirla riendo a carca­jadas.
¿Había Marx realmente comprado su espada a Satanás?
Su hija Eleanor cuenta que Marx les hizo muchos cuentos, a ella y sus hermanas, cuando eran niñas. Su favorito era uno sobre un tal Hans Rockle. "Contar este cuento tomaba meses y meses, porque era un cuento muy largo, que no tenía fin. Hans Rockle era un brujo ... que tenía una tienda de juguetes y muchas deudas ... a pesar de ser brujo siempre estaba en dificultades económicas. Por lo tanto, tenía que vender, contra su voluntad, todas sus cosas hermosas, una a una, al Diablo ... algunas de sus aventuras eran tan horripilantes que nos paraban los pelos de "
punta. 
¿Es normal que un padre les cuente a sus hijitos historias horripilantes sobre la venta de los tesoros más queridos que uno posee al Diablo? Robert Payne, en su libro Marx también recuenta este incidente detalladamente, según fuera contado por Eleanor: de cómo el infeliz Rockle, el mago, vendió los juguetes con renuencia, conserván­dolos hasta el último momento. Pero como había hecho un pacto con el Diablo, no tenía forma de evitarlo.
El biógrafo de Marx continúa, casi no hay dudas de que aquellas historias interminables eran autobiográficas. . . . El tenía una visión dia­bólica del mundo, una malevolencia diabólica. A veces parecía estar consciente de estar realizando las obras del Diablo.


Cuando Marx terminó Oulanern y sus otros poemas primeros en los cuales escribía sobre tener un pacto con el Diablo, no había pensado en el socialismo. Aun hasta luchó en su contra. El era editor de un periódico alemán, Rheinische Zei­tung, el cual no le concede ni siquiera validez teórica a las ideas comunistas en su forma presente, mucho menos desea su realización prác­tica, la cual de todos modos considera imposible. ... Los esfuerzos de las masas para llevar a cabo sus ideas comunistas, se pueden responder con un cañón  tan pronto como se vuelvan peligro­sos . . ."