sábado, 12 de octubre de 2019
ANTE UN NUEVO ANIVERSARIO DE LA HISPANIDAD
Ante la proximidad del 12 de octubre, contemplado durante muchos años en nuestro país como Día de la Raza, o de la Hispanidad,
por el trascendental hecho histórico realizado por nuestra Madre Patria
España, como lo fuera el Descubrimiento de América; los Círculos Nacionalistas de Salta, Santiago del Estero, Tucumán y Jujuy adheridos al Foro Nacionalista del NOA,
quiere recordar y advertir a los argentinos desprevenidos, ante el
avance de modas ideológicas foráneas que persiguen el aniquilamiento de
nuestra identidad nacional histórico-cultural y que han logrado robarnos
la celebración del Día de la Hispanidad, subvirtiéndolo por el del “Día
del Respeto a la Diversidad Cultural”, quitando o rebajando así, la
unidad lingüística- cultural-histórica que nos caracteriza a los
argentinos e hispanoamericanos.
Está visto que con esta maniobra
siniestra, haciendo uso de un eufemismo seductor, lo que buscan a través
de la diversidad es la fragmentación de nuestra unidad y bien sabemos
cuáles son las potencias enemigas históricas, las que permanentemente
usan a los cipayos locales, a sus servicios y trabajan con ese
propósito.
Ahora esos mismos cipayos, tanto de izquierda como de derecha, se suben a
las modas ideológicas del indigenismo, promocionadas y financiadas con
sus sospechosas ONG por la agenda globalista de entidades
supranacionales muy conocidas mundialmente.
Respecto a los improperios que suele repetir el indigenismo de cuño
liberal-marxista, para denostar la proeza de España y la Catolicidad,
nos preguntamos: ¿Pudo un grupo reducido de españoles imponerse en todo
un continente desconocido sin la alianza de los mismos pueblos
originarios? Y ¿Por qué muchos de esos pueblos prefirieron a los
españoles que a sus propios hermanos originarios? ¿No será que el
totalitarismo antropofágico de una parte de los “originarios” era tan
cruel, tan funesto que los prefirieron a los recién llegados quienes
traían la Fe misericordiosa del Cristo y su Santa Madre?
¿Cuántos fueron los españoles y cuanto los “pueblos originarios” que acompañaron a Hernán Cortez en su conquista de México?
Cuando llegaron al Cuzco los españoles ¿no se encontraban los incas en
una guerra verdaderamente fratricida, en donde dos hermanos se
disputaban el trono?
Pretende la hispanofobia ¿Qué somos miopes o tontos? ¿Qué sientamos
vergüenza de nuestros antepasados? ¿Qué decretemos el final de la
portación de nuestros apellidos
hispánicos? ¿Qué decretemos la abolición del castellano? ¿Qué
renunciemos a la Fe del Crucificado? ¿Qué en aras de un indigenismo
paganizante restauremos los rituales sangrientos y las prácticas de
esclavismo y canibalismo?
¿Qué indígenas, criollos, mestizos e inmigrantes, que desde los tiempos
de nuestra independencia hemos decidido vivir en paz y unidos en este
continente, ya no nos veamos como hermanos del gran espacio
“Latinoamericano”, o Iberoindoamericano o mejor Hispanoamericano? ¿De
la Patria Grande que soñaron hombres como San Martín y tantos arquetipos
de nuestra nacionalidad? Porque nuestra verdadera unidad nacional
reside en nuestra unidad lingüística y cultural si nos remontamos a los
orígenes de nuestra tradición hispánica, porque no nacimos de un
repollo, venimos de un común origen, con un sello identitario, por
nuestra lengua, sangre, religión y cultura. Si nos atenemos a aquello de
que la Patria es la tierra del padre y en ese caso entendemos a nuestro
espacio americano, como el lugar del encuentro de nuestros padres, del
linaje hispano con los pueblos del linaje de la América indígena; en
muchos casos ese encuentro sirvió como fusión de una América irrita,
indómita y fecunda. El gaucho, el cholo, el guaso, el llanero y así, de
acuerdo a las diferentes denominaciones que recibió en la diversidad
geográfica americana, el hombre mestizo del campo, es la representación
más simbólica del ser americano, porque es la fusión del español con el
indígena y al mismo tiempo es la unión, el compromiso y la resolución de
caminar hermanados en el espacio americano, este hombre heredero de las
Tradiciones del Viejo y el Nuevo Mundo, es el nuevo hijo que ha parido
la América Indo-Hispánica y cuyo derecho y pertenencia a esta tierra no
podrá ya ser sanamente cuestionado.
Estemos advertidos y alertas ante esta nueva onda hispanofóbica porque
se sospecha que hay potencias históricamente enemigas que pretende un
enfrentamiento étnico para fragmentar los actuales Estado
“Hispanoamericanos”, así como hoy lo hacen en Medio Oriente y lo
hicieron en tantos otros lugares.
Nuestra misión como nacionalistas y católicos es ser guardianes de
nuestra tradición histórica, de nuestra Identidad Nacional; con la
unidad lingüística, cultural e histórica que hasta ahora hemos
preservado; pero para ello es imprescindible en un largo proceso
reconstruir nuestro Estado-Nación hoy desecho por la corrupción política
y precisamente por los cipayos de turno, y para ello se hace
indispensable conservar nuestra Identidad si queremos preservarnos como
Nación y por todo ello es fundamental recuperar el día de la Hispanidad,
condición fundamental de nuestra Identidad, para saber de dónde venimos
y hacia dónde nos dirigimos como Nación que porta un destino en lo
Universal.