DEFIENDA EL MATRIMONIO CRISTIANO
"...El matrimonio está dotado de grandes y divinos bienes, de tal suerte que está incluido verdadera y propiamente entre los demás sacramentos de la Iglesia Católica, y el Señor honró con su pre-sencia la solemnidad de las bodas.
Ya que ostentan muchas veces los vicios apariencia de virtud, es conveniente evitar que los fieles engañados por un concepto erróneo del matrimonio, manchen sus almas con torpeza y perver-sas liviandades.
Llámase matrimonio, porque la mujer debe casarse principal-mente para ser madre, o por ser propio de la madre concebir, dar a luz y criar a los hijos. Se llama también unión conyugal, del verbo latino conjugare, porque la mujer legítima se enlaza con su marido como con un yugo. Asimismo se llama nupcias, porque como dice San Ambrosio, las doncellas por causa del pudor se cubrían con un velo, con lo que parece significarse también que deben obedecer y estar sujetas a sus maridos."
Catecismo Romano del Concilio de Trento, II, VIH, 1-2.
REPUDIE LAS UNIONES CIVILES HOMOSEXUALES OPÓNGASE AL AVANCE DE LA DEPRAVACIÓN