Hirviendo
la Leche
“La felicidad consiste en
saber unir el final con el principio” Pitágoras
A la
luz de los hechos generados por el Gobierno –que se ha quedado tan solo- en los
últimos tiempos, hay una pregunta para la cual no encuentro respuesta: ¿puede
todo esto ser mera torpeza o responde a un plan maestro para que doña Cristina
pueda huir del poder envuelta en el halo de una inventada conspiración
mediática?
¿A qué
atribuir la afirmación de que se puede comer por seis pesos diarios unos días
antes de la manifestación del 13-S? ¿Qué quiso decir la Presidente al afirmar que, si
la inflación fuera del 25%, el país estallaría? ¿Por qué dijo Patotín Moreno que la carne tiene los
mismos precios que en 2010? ¿Qué motivó el
desgraciado discurso que incluyó el “Podrán quedarse con la fragata …”?
¿Cuál fue la razón del giro en la relación con Irán que, además de agraviar la
memoria de 85 muertos argentinos, la enemistó con la colectividad judía mundial?
¿El Gobierno no percibe cuánto le está costando su inmunda presión sobre la
Justicia en una pelea que a nadie interesa? ¿Por qué conservan sus cargos Twitterman y Guita-rrita? ¿Cómo se atreve la
verborrágica doña Cristina a ignorar la inflación, la inseguridad, el crimen de
Once, el affaire Ciccone?
Tal
como planteara –esbozando mis sospechas- en ocasión del pago del Boden 2012 –si
estamos en default con el Club de Paris, con los holdouts, con las sentencias del CIADI y
hasta con los dueños de las empresas “estatizadas”, ¿por qué la compulsión para
efectuar ese pago, sacrificando tanto caudal político y tantas otras
prioridades?- ha quedado demostrado que ese esfuerzo fue inútil, ya que la
Argentina ha vuelto a encabezar la trágica lista de países en los cuales resulta
riesgoso invertir, y la Justicia norteamericana le ha dado la razón a los holdouts. La noticia de que Bolivia –sí,
¡la Bolivia de Evo Morales!- recibiera ofertas de US$ 5.000 millones cuando sólo
necesitaba US$ 500 millones, y todo ello al 5% anual, debiera llamar a la
reflexión a los tan enconados defensores del “modelo”, que ya no encuentra latas
en los que “rascar” fondos, para desesperación del pobre
Gallucchio.
La
viuda de Kirchner ha aumentado la llama sobre la cual hierve la leche del humor
ciudadano, de la mano de hechos entre los cuales, obviamente, sobresale la
negativa a depositar –a embargo, no en pago- la fianza requerida por la Justicia
de Ghana para reemplazar el que pesa sobre la fragata “Libertad” y la mantiene
inmovilizada en el puerto de Tema. El humillante regreso de la tripulación a
bordo de un avión “charteado” a Air France permitió la más gruesa comparación:
la suma que, con soberbia, la señora Presidente ha rechazado dar en garantía
equivale a ¡siete días! del monumental subsidio a Aerolíneas Argentinas que, en
derecho, aún es española. La escasa tripulación dejada en África impediría la
navegación de la nave de regreso a la Argentina, por lo cual debe suponerse que,
como mínimo, doña Cristina sabe que seguirá allí mucho tiempo o, en última
instancia, que será rematada para servir como yate privado a algún
millonario.
El
agravio que, con tanto desparpajo, se ha propinado al pabellón nacional no hace
más que confirmar cuál es la posición oficial respecto a las fuerzas armadas de
la Nación. La reciente y masiva detención de los oficiales y suboficiales que
participaron del Operativo Independencia, en la Provincia de Tucumán y en plena
democracia, en nombre de una falaz política de derechos humanos, es una
tergiversación más de la historia, de las muchas que ha practicado el
kirchnerismo; ahora, olvida que un gobierno constitucional envió a las tropas al
monte para desbaratar a una organización guerrillera que, declarando la
independencia de la zona que ocupaba, pretendía el reconocimiento internacional
como parte beligerante en una guerra que ella misma había
desatado.
Pero no
le ha bastado a la viuda de Kirchner con perder la fragata. Muy por el
contrario, sigue agraviando a la ciudadanía, aún sabiendo que ese calor se
expandirá por calles y plazas de todo el país y del extranjero el 8 de
noviembre.
La
sanción de la ley que impide el reclamo en la Justicia laboral de quienes
sufrieran accidentes de trabajo y se vieran obligados a aceptar, por urgencia,
la indemnización que las ART´s les ofrezcan, ha enfurecido a la CGT (Moyano) y a
la CTA (Micheli) que, antes del ominoso 7-D, pretenden realizar un paro nacional
conjunto, y ha dejado colgadas de un pincel a la CGT (Caló) y a la CTA (Yasky)
que, tascando un complicado freno, siguen apostando a su relación con la Casa
Rosada. Si el Gobierno tenía tanto interés en esa ley, ¿por qué no esperó un mes
y la incluyó en la agenda de eventuales sesiones extraordinarias del Congreso?
¿Para qué dar una nueva bandera a quienes protestarán el 8-N en todo el
país?
Los
empujones de todo tipo, y los agravios proferidos por los legisladores cómplices
de este gobierno desmadrado, realizado todo ello a la luz pública y en contra de
otro poder del Estado, con el único propósito de intentar evitar una irremisible
derrota –en términos temporales- en Tribunales por la mera aplicación del Código
Procesal, pondrá al Ejecutivo frente a una única opción para cumplir sus
objetivos mediáticos: las vías de hecho, de imposible pronóstico. La indignación
generalizada ha alcanzado tal magnitud que, me temo, recorrer ese camino lleve a
una confrontación que los argentinos no queremos, pero que deberemos aceptar
como inevitable si el Gobierno no reacciona, deja de pensar en su jefa como una
emperatriz y pretende recortar, aún más, nuestros más elementales derechos
constitucionales.
Bs.As.,
28 Oct 12
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. +54 (11) 4807 4401/02
Fax +54 (11) 4801 6819
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