"Es lícito al individuo matar al injusto invasor en defensa de su propia vida, porque esta muerte no es homicidio en el sentido propio o de delito, sino defensa, pues nadie pierde el derecho a conservar la propia vida por la malicia ajena. Luego también lo es a la sociedad, porque el criminal no es ciudadano pacífico, cuya vida deba conservarse, sino opre-sor injusto, cuya audacia debe reprimirse.
Bien conocido es aquel principio de moral, el cual afirma que lo que cada cual puede hacer por sí mismo, también por medio de otro, si no hay nada que lo impida. Luego si cada uno por deber de pura caridad podría dar la muerte al agresor injusto de otro cuando fuera necesaria, según las circunstancias requeridas por la justicia, cuánto más podrá hacerlo la justicia o Autoridad pública, que por deber de jus-ticia está obligada a defender la vida de los ciudadanos ino-centes contra la ferocidad de los criminales".
Padre David NUÑEZ, La pena de muerte, Buenos Aires,1969
NO HABRÁ JUSTICIA MIENTRAS GOBIERNEN LAS BANDAS MARXISTAS