LA SITUACIÓN REVOLUCIONARIA, SEGÚN LENIN
En un viejo texto soviético se lee:
“Según enseña Lenin, la situación revolucionaria se caracteriza por los siguientes rasgos distintivos:
1) Imposibilidad para las clases dominantes de mantener sin cambios las formas de su dominación …que produce una brecha por la que se abren paso el descontento y la indignación de las clases oprimidas. Para
que la revolución avance, no suele bastar con que “los de abajo lo
quieran” sino que hace falta, además, que “los de arriba no puedan” seguir viviendo como hasta aquí.
2) Agudización por encima de lo corriente de la pobreza y miseria de las clases oprimidas.
3) Considerable elevación, a consecuencia de las causas indicadas, de la actividad de las masas, que en los períodos ”pacificos” se dejan despojar calladamente, pero que en los períodos turbulentos se ven empujadas… a una actuación histórica independiente”
(F.J.Konstantinov, El materialismo histórico, Grijalbo, México, 1957, p.212)
A estas consideraciones de Vladimir Ilich, habrá que agregar los aportes del gramscismo y del guevarismo, para intentar armar un cuadro de situación sobre lo que puede suceder en nuestro país, donde el Estado agoniza y no tiene respuestas ni capacidad para resolver los más mínimos problemas.
Sugiero que el lector trate de meterse en la cabeza de un
revolucionario -conocer la mente del enemigo es un aspecto central de la
estrategia- y comience a pensar en que la liebre salta donde menos se
piensa.
Para mí, como el campo se le está haciendo orégano a la zurda pesada, en cualquier momento nos encontraremos con un hecho de gravedad inusitada.
Mi maestro Alberto Falcionelli decía que “la historia se repite hasta el vómito” y yo lo sigo a machamartillo.