domingo, 4 de noviembre de 2012

DERECHOS HUMANOS ELEMENTALES



LA DISCRIMINACIÓN DE LOS DISCAPACITADOS
ELEMENTALES DERECHOS HUMANOS

Permítaseme que en mi condición de autor de la comisión permanente de familia, menores y discapacitados, despierte a los que ahora la integran, la iniciativa de elaborar un proyecto de ley, para que las leyes provinciales y nacionales dictadas a favor de los que menos tienes, sean expeditas y no trabadas en un sinnúmero de mecanismos burocráticos. No se asusten, no voy a formular una larga perorata, sentimental y lacrimosa, buscando despertar la conmiseración de todos hacia un sector desprotegido, desfalleciente, endeble, desconsolado. Sector que al exponer sus cuitas lo haría a la espera de prebendas, dádivas y ventajas. No. Únicamente solicito que todos los beneficios que el Estado les ha concedido, tengan un trámite sumarísimo. No olvidemos que  los discapacitados en cuanto son en la sociedad un sector que, si bien necesita ser tratado con ciertas diferencias por el evidente hecho de ser diferente, también está dispuesto a ser socialmente útil y a dar de sí cuanto su condición humana - imagen y semejanza de Dios - le permita brindar a los demás.
No puede ser posible que estas personas con problema, que desde desconocidos rincones y superando mil inconvenientes se esfuerzan en superar sus males, en ser útiles a los suyos y en dar a la sociedad lo máximo que sus medios les permiten, tengan que hacer largas colas para realizar sus trámites, sin ninguna complacencia o deben esperar que sus beneficios sean firmados cuando el burócrata de turno así lo disponga
Los que luchamos sosteniendo los derechos de los discapacitados no pensamos que deban ignorarse sus diferencias ni sus condiciones. No. Algunas condiciones son limitantes e impiden ciertos desempeños. Un ciego no debe aspirar a un diploma de cirujano por más méritos evidenciados en el estudio,  ni un rengo a que se lo ponga de centrofóward de la selección. Pero sí a que se los considere de acuerdo a las aptitudes demostradas.
¡Sí sería una feliz circunstancia! Que instituciones, nacionales y de la provincia, se aprestan a aunar esfuerzos en la labor que las une, en la que lo que puedan tener de diferente lo tienen de complementario: la familia, los menores, los discapacitados.
Un gran sector de nuestro pueblo representa una franja formada por desposeídos y entre ellos los minusválidos o discapacitados.
Un gran porcentaje de la población según las estadísticas el 10% tiene carencias físicas o psíquicas. Pocas familias se salvan de tener un miembro que necesite de apoyo especial y en la mayoría de los casos no sabe donde encontrar esa protección.
Entre los derechos humanos más elementales está el de llevar una vida digna sostenida por el trabajo personal.
Para muchos ese derecho es ficticio al no tener acceso a una educación especial que los empareje con los otros. La sociedad debe  proveer los medios de suprimir esas diferencias de manera que el derecho de trabajar sea una posibilidad efectiva y no un enunciado utópico.
Educación especial, operaciones correctoras, adiestramientos modernos, prótesis o implantes son términos que indican necesidades muchas veces cubiertas por la caridad. La caridad es una virtud con la que no se puede contar para eximir de un deber por la sencilla razón de que algo que me pertenece por derecho no puede concedérseme como una limosna.
No es compasión sino justicia lo que necesitan los disminuidos física o psíquicamente. Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde. Muchos requieren elevarse sobre si mismo para competir; un chico, una mujer, un hombre con problemas son ante todo y sobre todos “hombres, seres humanos con problemas”. No debemos perder de vista esa dignidad, esa corona, ese soplo de ser hecho a imagen y semejanza de Dios. No le quitemos honor con nuestra piedad al hermano que tiene dificultades. Rescatemos siempre su dignidad. El orgullo o la dignidad de ser personas hace que antes que aceptar una expresión de lástima sean capaces de morderse y no pedir ayuda. La mano del piadoso nos quita siempre honor dice el poeta y tiene razón.
Los discapacitados tienen derecho a varios o muchos pasos adelante para correr en igualdad de condiciones, reconozcamos en ellos un derecho elemental, de los más elementales de los derechos humanos.

DR. JORGE B. LOBO ARAGÓN
Autor de la Comisión de
Familia Menor y Discapacitados
De la Honorable Legislatura de Tucumán