Religiosas
El Cardenal Castillo Lara
Un ejemplo de lo que la Jerarquía Eclesiástica
Argentina debería decirle a los Kirchner
Chávez "no trata de demostrar que un señalamiento es falso o erróneo; lo que él hace es intentar descalificar a la persona que hace el señalamiento". Con estas palabras ha reaccionado el Cardenal Rosalio José Castillo Lara a las injurias que le lanzó el presidente de Venezuela el pasado domingo 17 de julio, día en que se publicó una entrevista al purpurado.
Presidente emérito de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, el Cardenal Castillo Lara, de 82 años, ya retirado en su pueblo natal de Güiripa (en Venezuela), no ha dejado de llamar la atención a la sociedad venezolana en torno a los peligros de la actual orientación ideológica del régimen político revolucionario liderado por el presidente Hugo Chávez.
En
una entrevista concedida al periódico venezolano «El Universal» (cuya
página web es: http:// www.eluniversal.com), publicada recientemente, el
purpurado se mostró convencido de que en el país hay una "dictadura",
definiéndola "como ejercicio despótico y arbitrario del poder
concentrado en una sola persona". "Esa dictadura que gobierna a
Venezuela está orientada directamente a establecer aquí una
cúbanización".
Alertó además de que Chávez "ante todo apunta hacia su objetivo, que no es favorecer a los pobres, sino la concentración de poder", y que desde que llegó al poder "comenzó a tratar de dividir a la Iglesia en la Jerarquía, entre los Obispos v sacerdotes".
El purpurado restó importancia a las acusaciones que el jefe de Estado le lanzó por haber dicho que en Venezuela "estamos viviendo una dictadura": "A las afirmaciones de ese señor yo no le doy ninguna importancia"; "para mí es como si hubiera entrado en un manicomio y un loco me hubiera dicho cualquier cosa", afirmó el Cardenal venezolano.
Finalmente, aseguró que los ataques presidenciales no lo inhibirán, y afirmó que continuará expresando sus ideas, porque "Chávez no me da miedo". • Caracas, martes 19 de julio de 2005 (ZENIT.org).
Alertó además de que Chávez "ante todo apunta hacia su objetivo, que no es favorecer a los pobres, sino la concentración de poder", y que desde que llegó al poder "comenzó a tratar de dividir a la Iglesia en la Jerarquía, entre los Obispos v sacerdotes".
El purpurado restó importancia a las acusaciones que el jefe de Estado le lanzó por haber dicho que en Venezuela "estamos viviendo una dictadura": "A las afirmaciones de ese señor yo no le doy ninguna importancia"; "para mí es como si hubiera entrado en un manicomio y un loco me hubiera dicho cualquier cosa", afirmó el Cardenal venezolano.
Finalmente, aseguró que los ataques presidenciales no lo inhibirán, y afirmó que continuará expresando sus ideas, porque "Chávez no me da miedo". • Caracas, martes 19 de julio de 2005 (ZENIT.org).
