Corría el año 1904, cuando se producía
un cambio fundamental en la historia del País, en lo que a extender
territorios se refiere. Fueron otros los “Pioneros” que
dejaron huellas marcadas, en esa zona helada que recién comenzaba
a vislumbrar, aquello que más adelante vendría. Enfocados
en los futuros quehaceres antárticos, se produce casi sin querer
un hecho, donde hombres de trayectoria, con experiencias de los grandes
mares y conocedores de todo lo involucrado a viajes de conquistas y
comercio; persuadidos además en la búsqueda de conocimientos
científicos, como por ejemplo lo hacía el Dr. escocés
William Speirs Bruce.
Por Luís Antonio Salas Paredes *
Precisamente es él quien ofrece, al gobierno
de Buenos Aires, la venta del Observatorio que había instalado
y usado en la isla Laurie, del grupo de las Orcadas del Sur a los 60°44’
de latitud Sur y 44°37’ de longitud Oeste. El archipiélago
de Las Orcadas del Sur, se compone de una isla principal (isla Coronación)
y aproximadamente de unos 40 pequeños islotes, totalizando una
superficie de casi 1.000 kilómetros cuadrados. Dista a unos 1.100
kilómetros al sudeste de la isla de los Estados.
La venta se produce, cuando el “Scotia”,
buque insignia de Bruce, atrapado por los hielos en la isla Laurie,
y quedando parte de la tripulación en la misma construyeron una
precaria vivienda de piedra y parte de la embarcación, denominándola
“Casa Omond” (Omond House)”, en homenaje a uno de
los contribuyentes que financió la expedición; embarcando
la otra parte del grupo rumbo a Buenos Aires para reaprovisionarse e
intentar la transferencia al Estado Argentino de esa construcción,
junto con el observatorio magnético, con el objeto de conseguir
recursos para proseguir con la campaña iniciada. En los artículos
2° y 3° del decreto del Presidente, General Julio Argentino
Roca, fechado el día 2 de enero de 1904, mediante el cual la
República Argentina establecía, el Observatorio Meteorológico
y Magnético en las Islas Orcadas del Sur, tomando posesión
de ellas el 22 de febrero de 1904 y desde ese día hasta hoy ha
sido permanente la presencia de argentinos en dicha Base. De
esta forma, la República Argentina constituye el país
con mayor permanencia continua en el Continente Antártico.
La centenaria e ininterrumpida ocupación de
las Orcadas, con el Observatorio Meteorológico donde se vienen
realizando múltiples registros e investigaciones científicas
y el funcionamiento de la oficina de Correos, ambas las más antiguas
en la región antártica, son dos de los varios fundamentos,
sobre los cuales Argentina basa su reclamo de soberanía territorial.
Aunque dicho reclamo está suspendido por el Tratado Antártico
vigente, las continúa considerando como propias, y administrativamente
las integra a la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas
del Atlántico Sur.
Es desde ese preciso momento, donde queda impregnado
en el hombre de aquella época, la férrea decisión
de encaminarse a la búsqueda de las posibilidades de encontrar
el camino propicio para que la Argentina sume el sector helado pretendido,
entre los 74° longitud oeste, 25° longitud oeste, el de 60°
de latitud sur y el grado 90, como punto más austral del Sexto
Continente.
Mucho vendría después con el correr de
los años, cuando las expediciones se hicieron más notorias
y el apoyo del sector privado, en conjunto con decisiones de los gobiernos,
se pudieron realizar; pero con el inestimable valor, la destreza, pericia
y deseos fervientes de abnegados hombres y mujeres para hacer patria,
sin importar el aislamiento, el frio, la difícil convivencia
que la Antártida nos tiene acostumbrados y nos prueba en la capacidad.
El entonar las estrofas del Himno Nacional
e izar la Enseña Patria en esas gélidas latitudes, -les
puedo asegurar, no tiene precio!.
Hoy nuestra querida Antártida, como
las Islas Malvinas y Georgias del Sur, desde hace varios años
sigue amenazada por el invasor inglés, desangrando las laceradas
y profundas heridas, desoyendo arbitrariamente e impugnando todo acto
contenido en documentos explícitos de gran valor histórico,
geográfico y de innato estado jurídico perteneciente a
la Nación Argentina.
1904, fue el inicio de la actividad distinta en nuestra
querida patria. Hagamos todos los argentinos, en el lugar que nos toca
vivir y con la responsabilidad del caso, que esa Bandera Azul y Blanca,
pueda flamear todos los días de nuestra existencia y que podamos
dejar vigorosamente el mismo deseo a nuestros hijos y nietos, con la
misma fuerza y sentimiento patriótico.
*Luís Antonio Salas Paredes. Suboficial Mayor E.A. (
R ) y VGM – EDBLas imágenes ilustran las diferentes épocas y sucesos desde 1904, 109 años de presencia argentina ininterrumpida en la Antártida.
Canción "Continente Blanco", click en "play" para escuchar: