Este es el gobierno democrático, nacional ?
...(O nazional) ?
Para eso fue feriado ?
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Desagravio-popular-la-gente-espero-para-honrar-a-sus-gauchos.note.aspx
SALTA
SALTA
DESAGRAVIO POPULAR: LA GENTE ESPERÓ PARA HONRAR A SUS GAUCHOS
Las 16 agrupaciones que no pudieron homenajear a Belgrano y Güemes
fueron ovacionadas por la gente cuando se fue la comparsa.
Salta es la reserva cultural de raíces vivas más grandes de la República
Argentina. No solo porque en ningún lugar se pueden encontrar nueve
etnias distintas en un mismo territorio, sino también porque no existe
suelo que cobije con tanto orgullo la tradición de una tierra.
Pero el 20 de febrero, gauchos y aborígenes fueron agraviados, justo
cuando se cumplían 200 años de la gesta que por primera vez los envolvía
a todos bajo una misma bandera celeste y blanca. Los pueblos
originarios no fueron invitados y, aunque nunca se lo había hecho, a
nadie le pareció buena excusa para hacerlo. Pero hay algo que sí se vio
por primera vez.
Más de 300 gauchos de 16 fortines no pudieron pasar por el palco oficial
a rendir sus homenajes a los padres de la patria, porque las
autoridades se retiraron antes de que terminara el desfile.
Hasta el sonidista del acto se había ido dejando sin micrófono al
locutor oficial de la agrupación tradicionalista, pero el pueblo de
Salta esperó a que las herraduras volvieran a sacar chispas en el
pavimento para ovacionar a su gauchos, con un grito que sonaba a
reparación histórica: “Que vivan Salta y sus gauchos”. Para Carlos Diez,
presidente de la Agrupación Tradicionalista de Salta Gauchos de Guemes,
“fue una falta de respeto hacia la gente que se vino desde lugares tan
lejanos y mucho más al cumplirse 200 años de una de las fechas más
importantes para la Patria”. Saludar a las autoridades tiene un
simbolismo, una tradición. “Es un acto de respeto. Los gauchos de Guemes
son una institución, que como cualquier otra merece respeto, más en un
gobierno democrático.
Pero además tiene una particularidad, ya que por decreto fue nombrada
como custodia de la figura del gobernador. Por eso cuando pasamos frente
al palco saludamos a nuestro mandatario con el mayor de los orgullos,
como corresponde. Lo que se vio en este bicentenario constituye un hecho
inaudito, que no tiene antecedentes en la historia. No se conoce algo
parecido. Desde que tengo conocimiento, nunca en Salta una autoridad se
bajó del palco antes de que termine el desfile, mucho menos alguien de
la envergadura del vicepresidente de la Nación, que es la segunda
autoridad de la República”, dijo Diez. “Al margen de las desprolijidades
que pudieron existir en la organización del desfile, donde nos vimos
sobrepasados y algunos gauchos quedaron molestos, lo que más indignó fue
el desaire al que fueron sometidos los que no pudieron desfilar frente
al palco. Se han sentido ofendidos en su honor. Ha sido una situación
muy fuera de lugar. Nunca nadie se
bajó del palco.
Los gauchos son el emblema de nuestra provincia, son los custodios de
nuestra historia y de nuestro héroe que es Guemes. Además, me pareció
una aberración que se haya politizado un acto histórico tan importante”,
agregó Diez. Carlos López Vélez es el locutor oficial de los gauchos y
conductor del programa Raíces Salteñas, que lleva 28 años al aire. Fue
un testigo clave de lo ocurrido en el desfile del Bicentenario de la
Batalla de Salta.
“Todo transcurría con normalidad. Pero en un momento dado,
sorpresivamente, los muchachos de La Cámpora empezaron a pechar como
para llegar hasta el palco, pero no la dejaron pasar y se instalaron
junto a la banda de música.
En eso, el vicepresidente Amado Boudou se percató de la presencia de los
militantes y cruzó por medio del desfile a saludarlos. Los periodistas
se le fueron como moscas a la miel y el tumulto terminó cortando media
calzada. Tuve que pedir precaución por el micrófono porque algún caballo
podía llegar a ocasionar una desgracia y entonces Boudou terminó con
los saludos y subió otra vez al palco”, contó.
“Parecía que volvía todo a la normalidad, hasta que se descontroló
cuando la policía paró a los gauchos para que entre una comparsa de más
de 100 personas. Increíblemente, algunos parecían patoteros y desafiaban
a los jinetes para que se bajaran a pelear.
Justo entonces las autoridades dejaron el palco y el otro locutor, el
del Gobierno, dio por terminado el acto. Aunque aclaró que los gauchos
podían seguir pasando, la banda oficial también se retiró y después lo
siguió el sonidista, por lo que nos quedamos sin micrófono”, aseguró.
“Cuando se fue la comparsa, 40 minutos después, los gauchos que
esperaron pacientemente retomaron el desfile. Lo que pasó después fue
inolvidable. Nunca viví algo tan emocionante en todos los desfiles que
vi”, contó el relator.
Como ese día en el que entró victorioso Belgrano, por la Calle Real,
rebautizada Victoria después de la batalla y finalmente nombrada España,
la gente de Salta recibió a sus gauchos como si fueran la reencarnación
misma de aquellos valientes soldados.
“El público aplaudía sin parar. Gritaban viva la patria; vivan los
gauchos de Guemes; viva Salta. Gente grande y chica lloraba. Era una
ovación que ponía la piel de gallina”, atestiguó.