Sólo
al cristinismo se le puede ocurrir que podría funcionar un acuerdo
entre un Canciller judío y una Presidente mujer por un lado, y un
régimen teocrático, antisemita, negacionista y misógino por la otra
parte. Pero lo hicieron. Y lo hicieron con la misma cara de nada con la
que Randazzo asegura que la revolución ferroviaria está en marcha”
BRILLANTE.