martes, 26 de febrero de 2013

HOMENAJE AL GENERAL SAN MARTIN

SE LLEVÓ A CABO EL MERECIDO HOMENAJE AL Brig. Gral. JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN ANTE SU MAUSOLEO, CUSTODIO TERRENAL DE SUS RELIQUIAS.
CRUZADA CONSERVADORA del Partido Demócrata de CABA, sus integrantes y amigos, no nos consideraríamos con derecho de levantar nuestra voz si nuestras palabras tuvieran que ser tan solo halagos de circunstancia ó simple ropaje y vestimenta para una conveniencia ocasional.
Decía el gran UNAMUNO:”…meditar y considerar la historia patria y sus hombres, es hacer historia y es hacer patria; es hacer hombres de ella, históricos y patrióticos.”
San Martín no es una gloria nuestra solamente. Reivindicarla como propia cuatro Repúblicas americanas, si bien sus restos mortales pertenecen al país que lo vio nacer, no obstante que su acción y la influencia de su alma se extendiesen sobre la mitad de este Continente, como la fama de sus gloriosos hechos trascendió luego por toda la redondez del mundo, y su nombre llena una de las más bellas páginas de la historia moderna, cual es la aparición de los pueblos civilizados que poblaron el nuevo mundo descubierto por Colón. San Martín es, por cierto, digno heraldo para anunciar a la tierra, que en un teatro cuyo escenario se extiende de polo a polo, se presentaría en adelante como actor que no sospechó la antigüedad y cuyos progresos, los modernos, empiezan a mirar con asombro, aun en aquellas adquisiciones comunes a nuestra época.
Después de un largo ostracismo volvimos  hoy a estar presentes frente a sus gloriosos despojos que reposan en nuestro seno, y están depositados en el altar de la patria, santificado por la presencia del más ilustre de sus Mártires, el perseguido, el rehabilitado, el que hoy, reconoce la historia humana Gran Capitán, y la América del Sur su Libertador, como su patria la más brillante joya de su corona.
Otra es la verdad que nos quieren imponer. Es necesario ocultar a los ojos de la sociedad, la inmensididad de su obra, la vastedad de su honor, la imponencia infinita  de su decencia y dignidad. Esta es la obra del régimen que avanza rápidamente sobre todos los ciudadanos sin tener éstos el poder de reacción.
No podemos olvidar la vastedad inmensa de este nuevo continente, inconmensurables superficies, ríos anchísimos, cordilleras con hielos eternos. Solo el ESPÍRITU GIGANTESCO del GRAN CAPITÁN pudo llevar adelante el progreso de la LIBERTAD A LA MITAD de nuestro continente, no para sojuzgarlos sino para DARLES PATRIA Y HONOR. Así como surgen esas grandes convulsiones que generan continentes, era la convicción en su DEBER del SANTO DE LA ESPADA. EL PADRE DE LA PATRIA.
San Martín convirtió su  Escuadrón de Granaderos a Caballo en un verdadero Regimiento, integrado con los mejores hombres de armas de la época en lo físico, su moral estructurada en el rígido Código de Honor impuesto, que luce en el presente grabado en una de las galerías del Colegio Militar de la Nación, su disciplina y la destreza en el arte militar táctico, enseñado personalmente por su jefe, asimilado por cientos de hombres que pasaron con orgullo y dieron su vida por nuestra REPÚBLICA y la LIBERTAD.
Como exclamaba  Augusto: ¡Varrus! ¡Varrus! ¡Devuélveme mis legiones! …
Vosotros y nosotros, pues, hicimos  un acto de REPARACIÓN HISTÓRICA de aquellas pasadas y presentes  injusticias, devolviendo al General don José de San Martín el lugar prominente que le corresponde en nuestros monumentos conmemorativos junto a los dignos REPRESENTANTES DEL GLORIOSO PUEBLO DE NUESTRA HERMANA REPÚBLICA DEL PERÚ.
Podemos respirar libremente, como quien se descarga de un gran peso, cuando depositado en el sarcófago, que es  altar de la Patria, la gloria que sólo faltaba: esta rehabilitación de su propia patria y esta hospitalidad calorosa que recibe de sus compatriotas y sus HERMANOS PERUANOS.
Es imperioso pactar entre nosotros para poder asociarnos a un proyecto de NACION y de REPUBLICA. Nacimos en Argentina, sentimos como argentinos, pertenecemos a Argentina, somos argentinos, pero nos están robando el país y en esta transformación de las conciencias cívicas perdimos el poder de reacción y el compromiso como CIUDADANO se volvió sólo un deseo ó en el mejor de los casos una expectativa de difícil aplicación.
Volvamos la vista al Gran PADRE DE LA PATRIA y bebamos de esta fuente inagotable los néctares deliciosos de la VIRTUD, la PROBIDAD, la HONRADEZ y retomemos nuestra DIGNIDAD para nosotros y para los que aún no han llegado.
Fernando A. Castro Pintos
Secretario.