La abuela Estela de Carlotto, pese a haber sufrido tiempo atrás una
vergonzante derrota en su criminal intento de inculpar sin fundamento alguno
por apropiación de hijos de desaparecidos, y saboreando aún el amargo gusto en
la boca que le provocara su nuevo y reciente traspié al pretender difamar a
nuestro Papa, basándose
exclusivamente en las calumnias de Verbitsky
difundidas por el ordenanza Juan Pablo
Cafiero, no escarmienta y ha vuelto al ruedo con otro disparate.
Esta vez su eterno odio lo
utiliza para justificar la violencia de los militantes terroristas de los '70
asegurando “Nosotros reivindicamos el
valor de una lucha que sí la hubo armada, aunque no estamos con la violencia,
pero que esa violencia es la misma que tuvo San Martín o los héroes
para defender la patria. Lo hicieron a su manera, con errores, virtudes y
defectos. Nosotros no idealizamos, ponemos la conducta fiel y total de cada
uno”.
Y semejante dislate ofende el
honor de la historia patria. Comparar esa banda de asesinos financiados y entrenados
en los "paraísos comunistas"
con nuestros padres es una afrenta a la Nación. Ellos no sólo que no
defendieron la Patria sino que se alzaron en armas contra ella, pretendiendo
trocar la gloriosa celeste y blanca por el rojo pendón, quedando incursos en el
delito de infames traidores.
Mal que le pese a esta señora,
quienes nos defendieron y defendieron a la Patria, cumpliendo órdenes del Presidente de la Nación, fueron
justamente las Fuerzas Armadas.
Cuanto más pretendan imponer el
relato, más evidentes serán sus mentiras y sus odios irracionales.
Juan Manuel Otero