A LAS TRAMPAS CON EL SISTEMA INFORMÁTICO, EL KIRCHNERISMO TOMA NUEVAS
MEDIDAS PARA ASEGURARSE LA VICTORIA.
PARTE DEL NUEVO FRAUDE PARA GANAR LAS ELECCIONES
El voto doble del que nadie habla
El voto doble del que nadie habla
LISTAS SÁBANAS, CUBRECAMAS, FRAZADAS Y MANTAS TÉRMICAS
En los comicios parlamentarios de este año se reemplazará el tradicional
sello que se asentaba en el DNI del elector por una constancia de
emisión de voto que contendrá la fecha, tipo de elección, el nombre y
apellidos completos del elector, su número de identificación y la
nomenclatura de la mesa. Dicha certificación estará firmada por el
presidente de mesa.
Las constancias de voto estarán sujetas a las hojas del padrón mediante
un troquelado fácil de desprender. Luego de sufragar, cada elector
recibirá del presidente de mesa la constancia de emisión de voto, que
deberá conservar para poder probar que cumplió con su obligación legal.
Hasta aquí, todo correcto. Pero, tratándose del kirchnerismo —una fuerza
que incumplió todas y cada una de las promesas de transparencia
institucional— varios se preguntarán: ¿Dónde está el curro? ¿Cuál es el
engaño?
Para algunos, el abandono de la práctica de sellar el DNI podría ser un
incentivo para el ausentismo electoral, ya que el documento no quedará
sellado. Sin embargo, hay otra poderosísima razón para esta maniobra
planteada por el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
La trampa será la siguiente:
En la provincia de Buenos Aires se esperan múltiples colectoras para
apoyar la candidatura a diputada nacional de Alicia Kirchner.
Podría haber cuatro, cinco o seis listas con distintos candidatos
distritales de Unidos y Organizados, Kolina, el partido de Martín
Sabatella, La Cámpora, u otros grupos piqueteros como los de Luis D’Elía
y Emilio Pérsico.
Cada "sello" kirchnerista tendrá su fiscal el día de las elecciones. Es
más, hasta pueden tener dos (uno por la mañana y otro por la tarde).
Hasta el último comicio, era casi imposible el doble voto, ya que había
que presentar ante el jefe de mesa el último documento de identidad. Por
ejemplo, no se podía sufragar con DNI duplicado, si ya se hubiera
emitido un triplicado.
De esta forma, si un fiscal ponía su voto en el lugar donde hacía las
veces de control (algo que es era muy corriente), ya no podía hacerlo en
su propio barrio y en su propia mesa, ya que el presidente de la misma
vería el sello con la fecha y le prohibiría al “avivado” una segunda
participación electoral.
Ahora, todo cambió, ya que se presentará una cédula plastificada donde
no habrá sellos. Las mesas aceptarán los votos extras de los fiscales y
autoridades (quienes debieron desplazarse durante la jornada cívica de
su propia geografía).
Ergo, los fiscales podrán votar en la mesa que les corresponde y también
en la urna que deberían haber controlado.
Si se tiene en cuenta que en el principal distrito del país existirán
casi 32.000 mesas distintas, puede inferirse que colocando unos cinco
fiscales en cada una, el kirchnerismo se asegurará 160.000 dobles votos,
lo que les permitirá sacar una enorme diferencia sobre sus
desprevenidos rivales quienes, en muchas ocasiones, ni siquiera tienen
controladores propios.
Las autoridades electorales sólo informarán sobre quienes no se
presentaron a sufragar, para un supuesto castigo post electoral que,
finalmente, nunca se materializa.
Resumiendo: queda claro por qué querían terminar con 100 años de
votación con libretas de papel. En lugar de acabar con las listas
sábanas, la mafia K agregó cubrecamas, frazadas y mantas térmicas a la
cama para "dormirnos" una vez más.
Marcelo López Masia