El
sitio electrónico estadounidense Antiwar.com, publicó
un articulo del escritor John Glaser, titulado “El apoyo de EE.UU.
a los crímenes de guerra que perpetran los armados en Siria”,
en el cual el autor pone de manifiesto la horrenda realidad de los crímenes
que cometen los grupos terroristas armados en Siria, asegurando que
son crímenes de guerra y violaciones peligrosas de los derechos
humanos.
(Prensa Islámica).- El autor del artículo
afirma que “todo el mundo está ya al tanto de estos crímenes
que son amplia y constantemente difundidos, de manera tal que cualquier
persona que desee conocer la realidad puede hacerlo, y a pesar de ello
los Estados Unidos les prestan apoyo a estos grupos”, censuró.
El artículo alude a una investigación
de la ONU en el pasado mes de mayo, que confirma que las milicias armadas
en Siria perpetran atrocidades. Y en agosto, esa instancia internacional
vuelve a atizar el tema, al igual que Amnistía Internacional
que ya había mencionado las prácticas sistemáticas
de estos grupos terroristas que incluyen homicidios, torturas y salvajes
masacres.
Glaser menciona que Human Rights Watch ha vuelto a
revelar las prácticas de torturas y ejecuciones que llevan a
cabo los armados en Siria y que exigió realizar investigaciones
y poner fin a ellos.
Un informe de HRW, tras la visita de su delegación
a la ciudad de Alepo, menciona que los grupos armados han sometido a
a maltratos y torturas a detenidos y secuestrados, y han cometido ejecuciones
extrajudiciales en Alepo, Latakia y Edleb, que constituyen crímenes
de guerra y podrían ser delitos de lesa humanidad si tienen un
carácter generalizado y sistemático.
La organización ha expresado su profunda preocupación
ante las declaraciones de algunos líderes de estos grupos armados
que manifestaron tolerar o incluso consentir las ejecuciones extrajudiciales
y sumarias, y que consideran que sus victimas merecían ser ultimados.
El escritor apunta que a pesar de todas las pruebas,
EE.UU. sigue una política de respaldo e instigación a
estos grupos armados.
Un funcionario de HRW aseveró que “quienes
colaboran con estos grupos tienen una responsabilidad especial de repudiar
los abusos”.
“En realidad, eso ya ha ocurrido, afirma Glaser,
a principios de agosto, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se
vio obligado a condenar tales actos cuando se le preguntó acerca
de ellos, sin mostrar ninguna intención por parte de su administración
de tratar de poner fin a dichas acciones o retirar su apoyo a estos
grupos despojados de conciencia y principios, adoptando a cambio, las
condenas manifiestas como estrategia fácil para sus relaciones
públicas con el fin de desentenderse de la responsabilidad de
los crímenes que ella misma apoya”, censuró.
Para reiterar, continua el escritor, “los EE.UU.
están trabajando con aliados en los Estados árabes del
Golfo, como Arabia Saudita y Qatar para enviar las armas, informaciones
de inteligencia, y otros equipos a los grupos armados en Siria”,
añadiendo que “nuestro aliado de la OTAN, Turquía,
está albergando e incluso entrenando a los miembros del Ejército
Sirio Libre, así como nuestros militares y funcionarios de inteligencia
están estacionados en la frontera turco-siria para ayudar a los
rebeldes”.
“Es ampliamente conocido y reconocido oficialmente
que los grupos armados tienen un numeroso contingente de combatientes
de al-Qaeda, que es considerada terrorista por EE.UU., en sus filas”,
denota Glase, quien no escondió su asombro de que esta realidad
no haya impedido a la administración de Barak Obama abandonar
su financiación a dichos grupos, y alegar, de manera increíble,
que está siguiendo la operación de cerca para asegurarse
de que sus fondos y armas no lleguen a manos de al-Qaeda. “Más
fuentes de terceros, dice el articulo, y otras de inteligencia, aseguraron
a los diarios norteamericanos Washington Post y Los Angeles Times recientemente,
que en la realidad EE.UU. no está muy interesado en quien está
recibiendo el dinero y las armas”.
De todos modos, finaliza Glase, los continuos informes
y éste ultimo de Human Rights Watch, señalan que incluso
todos los elementos de los grupos armados en Siria y no solo los vinculados
con al-Qaeda, están cometiendo graves delitos, censurando abiertamente
la política de EE.UU. al respecto, la cual tachó de inmoral
y totalmente en ´bancarrota´.