LIBRO NECESARIO, ACTUAL E IMPACTANTE
La Teología de la liberación, explicada a fondo
Sábado 19 de diciembre de 2015
Tradición y Acción acaba de
publicar en Perú la primera edición en lengua española de un impactante
libro llamado a tener gran resonancia: Teología de la Liberación – Un salvavidas de plomo para los pobres, del estudioso peruano Julio Loredo de Izcue.
Presentación del libro "Teología de la Liberación, un salvavidas de plomo para los pobres", de Julio Loredo, en el hotel Foresta de San Isidro, Lima.
Publicado
originalmente en Italia por la prestigiosa editora Cantagalli, en
noviembre de 2014, el libro ha recibido muy favorable acogida por parte
de autoridades eclesiásticas, el mundo académico y la crítica
especializada. Monseñor.Luigi Negri, arzobispo de Ferrara y ex
Vicerrector de la Universidad Católica de Milán lo considera “el más completo análisis del fenómeno liberacionista que he leído”.
Exitosas presentaciones en Lima y Arequipa
A
comienzos de diciembre se realizaron concurridas presentaciones de la
edición peruana, tres en Lima y una en Arequipa, con la presencia del
autor, quien además autografió ejemplares en la Feria del Libro Ricardo
Palma, en Miraflores. Para el año próximo están previstas presentaciones
similares en otros lugares del país.
- La acogida del público peruano ha sido notable.
La
acogida del público peruano ha sido notable: cientos de ejemplares
adquiridos en pocas semanas, aun antes de comenzar su venta en librerías
y por Internet, lo que augura una segunda edición.
Esto
se debe, sin duda, a que el libro llena un vacío: los católicos
peruanos sentían la falta de una explicación de fondo, cabal y objetiva,
de lo que fue y es la Teología de la liberación (TdL), que tanto
convulsionó a la Iglesia y al país en décadas pasadas.
Otra
razón de su buena acogida es su oportunidad: el libro sale a luz
precisamente cuando surgen preocupantes síntomas de que se busca revivir
esa nefasta corriente ideológica, considerada hasta no hace mucho cosa
del pasado, pero que ahora vuelve a mostrarse como amenaza del presente.
Esa
reaparición de la TdL bajo nuevos ropajes —como las llamadas teologías
negra, indigenista, ambientalista, de “género”, etc.— confiere al libro
un notable “valor agregado” en términos de actualidad.
Obra orientadora, de excepcional valor intelectual
El
contenido y el estilo sorprenden gratamente al lector. De manera ágil,
sencilla y didáctica, accesible a cualquier católico no familiarizado
con estos temas, Julio Loredo expone las raíces históricas y doctrinales
de la TdL, la secuencia de errores y herejías de los que se nutre, las
estrategias utilizadas para posicionarse en la Iglesia, los altibajos de
su trayectoria como “compañera de ruta” del comunismo, y sus nefastos
efectos empeorando la situación de aquellos a quienes presume “liberar”,
los pobres de América Latina.
Es de especial interés es el
capítulo sobre la eclesiología de la TdL en el cual se muestra que, si
fueren aplicados todos los postulados de esta corriente, de la Santa
Iglesia no restaría piedra sobre piedra.
Respondiendo a preguntas cruciales del católico común
Teología de la Liberación – Un salvavidas de plomo para los pobres
responde a preguntas acuciantes; ¿cómo explicar que sacerdotes y
religiosos católicos defiendan y hasta colaboren activamente con el
comunismo, definido por el Magisterio papal como “intrínsecamente perverso”?
¿Cómo fue posible que varios de ellos optasen por la violencia para
implantar tal régimen, que el Papa Benedicto XVI calificó de “vergüenza de nuestro tiempo”?
¿Cómo surgieron y se difundieron estas doctrinas y estas tendencias en
los medios católicos? ¿Por qué hoy se busca revivir una seudo teología
que sólo ha traído conflicto social y miseria? ¿Qué dicen las
autoridades religiosas al respecto? Y por fin, ¿qué nos cabe a los
fieles católicos hacer?
Como se ve, el tema
no podía ser más actual e impactante. En la presentación del libro en el
Hotel Foresta de Lima, el 3 de diciembre, ante cerca de cien personas
que colmaron el auditorio, don Julio Loredo comparó la situación actual
de la TdL a la de “un viejo fantasma que parece renacer de sus cenizas”.
Es que, condenada en 1984 por el papa Juan Pablo II, desacreditada y
casi olvidada por el público en general, esta corriente revolucionaria
reaparece de la mano de altos prelados en Roma, e incluso insinuándose
en el Osservatore Romano, que le dedicó hace poco dos páginas.
Incluso el principal exponente mundial de la TdL, el P. Gustavo
Gutiérrez, ha sido recibido personalmente por el Papa Francisco al igual
que otros teólogos de la liberación como el italiano P. Arturo Paoli.
Lejos
de ser una escuela teológica en sentido estricto, explicó el autor del
libro, la TdL es, en las palabras del P. Gutiérrez, “inserción en el proceso político revolucionario”. Y la doctrina liberacionista no deja dudas al respecto: “Comunismo y reino de Dios son la misma cosa”, afirmaba el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal. “El evangelio de Jesús exige una sociedad comunista”, proclamaba el dominico brasileño Fray Betto. “El comunismo soviético muestra los valores del reino de Dios”, escribía otro religioso brasileño, el servita Clodovis Boff. “Hay que ensuciarse las manos con alianzas sucias”, instigaba el sacerdote belga Joseph Comblin.
De
hecho, no hay movimiento o corriente revolucionaria en nuestro
continente —incluso armados— que no haya contado, a veces como
colaboradores y a veces como protagonistas, con elementos de la Tdl. Son
ejemplos recientes en Perú el “baguazo” de 2009, como también las
agitaciones antimineras de los últimos años en Cajamarca, Arequipa, y
más recientemente Apurimac (Las Bambas).
Por su excepcional valor didáctico, apologético y documental Teología de la liberación – Un salvavidas de plomo para los pobres es
de lectura obligada para quien quiera ver claro en el confuso panorama
religioso actual. Y sirve así de eficaz antídoto contra el veneno de la
Tdl, al contribuir a precaver a los católicos contra las tentativas de
hacer resurgir, metamorfoseada y camuflada, una corriente revolucionaria
que tanto daño ha causado a la Santa Iglesia, al Perú y a nuestras
naciones hermanas de América Latina.