OSKO: Otra de Bergoglio
FUNDAMENTALISMO CATOLICO
Fundamentalismo Católico…
¿Qué cosa será éso?
Separemos ambos términos.
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FUNDAMENTALISMO:
A mí me parece interesante esta definición que proporciona wikipedia (los destacados son míos):
Fundamentalismo,
es la corriente religiosa o ideológica que promueve la interpretación
literal de sus textos sagrados o fundacionales (por encima de una
interpretación contextual), o bien la aplicación intransigente y estricta de una doctrina o práctica establecida. Por
lo que considera un determinado libro como autoridad máxima, ante la
cual ninguna otra autoridad puede invocarse y la cual incluso debería
imponerse sobre las leyes de las sociedades democráticas.
Por
ejemplo, en principio, la palabra fundamentalismo se refiere a un
movimiento islámico que propugna una estricta aplicación de la ley
coránica a la vida social. También se puede referir a un movimiento
cristiano que se basa en una interpretación literal de la Biblia
—literalismo bíblico—, que surge en Estados Unidos a inicios de la
Primera Guerra Mundial.
También,
en otros casos, se puede relacionar al fundamentalismo político, que no
es menos común. Algunos ejemplos de libros comunes entre
fundamentalistas políticos son Mi lucha, de Adolf Hitler, y el Libro
Rojo de Mao. El fundamentalismo político no necesariamente se relaciona
de manera directa o indirecta con las religiones tradicionales, sino que
promueven una cosmovisión radical e incluso antiteísta.
El
término además se lo identifica con las corrientes antimodernistas de
distintas religiones. A veces se lo confunde con el milenarismo y con el
mesianismo o se lo asocia con fanatismo o extremismo, aunque este último término se suele reservar para actitudes específicamente políticas. El
término integrismo, que es el tradicional en español para referirse a
este fenómeno, está semánticamente muy próximo, aunque en una
interpretación estricta el fundamentalismo designa un fenómeno moderno
(una forma de rechazo a las consecuencias secularizadoras de la
modernidad, pero surgido desde la modernidad tecnológica), mientras que
el integrismo promueve una respuesta tradicionalista.
Claro que existen otros tipos de fundamentalismos.
El
fundamentalismo hindú; el islámico; el mormón, el fundamentalismo
cristiano (no católico) etc. etc. y hasta se reconoce la existencia del
fundamentalismo judío.
Este último es interesante ya que profesa que
El sionismo religioso, cuyo padre espiritual fue Abraham Isaak Kook (1865-1935), ve en el Estado de Israel el inicio del tiempo mesiánico e
interpreta acontecimientos como la Guerra de los Seis Días como señales
que lo confirman. De importancia política es la reivindicación judía
con el apoyo divino de la Tierra Santa, Eretz Israel. Esta postura fue
defendida por fundamentalistas como los del grupo ya desaparecido Gush
Emunim («Bloque de los creyentes», fundado en 1974), para los cuales las
renuncias territoriales israelíes equivalían al sacrilegio, lo que
llevó a uno de ellos al asesinato de Isaac Rabin en 1995. Dicha visión
se oponía al sionismo secular, según el cual los judíos debían ser una
nación como las demás.
Y… ¿qué sería el Fundamentalismo Católico?
Sería algo como ésto según Catholic.net:
Es
el tradicionalismo católico del arzobispo cismático Lefebvre. Él adoptó
de hecho una postura fundamentalista, pero no en relación a la Biblia
(como hicieron los protestantes), sino en relación a antiguas
manifestaciones doctrinales de la Iglesia que parecen difícilmente
compatibles con las declaraciones del Concilio Vaticano II, sobre todo
las referidas a la libertad religiosa. Sin duda, el Concilio ha
declarado que «la doctrina, que nos ha sido transmitida de la obligación
moral del hombre y las sociedades respecto de la verdadera religión y
la única Iglesia de Jesucristo, permanece inalterada», pero no ha hecho
intento alguno por garantizar la continuidad de la tradición y con ello
la propia legitimidad haciendo que las nuevas manifestaciones
mantuvieran una relación de re-interpretación con las antiguas. De este
modo, era previsible el recurso fundamentalista a la validez «literal»
de anteriores manifestaciones doctrinales eclesiásticas, aparentemente
necesitadas de interpretación. Naturalmente, el fundamentalismo católico
está en una situación tan trágico-paradójica como la ortodoxia
protestante. Si el primero presupone de hecho un magisterio auténtico,
esta última presupone el libre examen de los textos canónicos, es decir,
un principio protestante.
Como puede verse, toda oposición al Concilio Vaticano II ES POR DEFINICIÓN (de vaya uno a saber quiénes) FUNDAMENTALISMO.
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CATÓLICO:
Sabemos bien lo que significa católico: Universal.
Ergo…
Fundamentalismo Católico no es otra cosa, o no sería otra cosa, que una
manía de unos cuantos locos que se empeñan en que todo el mundo tiene
que abrazar el catolicismo y que los estados le deben culto a Dios, a la
manera que los católicos entienden que eso debe ser hecho.
O sea, son
católicos que no aceptan el secularismo, el laicismo, el cientificismo,
el mito del progreso indefinido, la modernidad con todas sus conquistas y
las diversas religiones. Solo hay una religión, dicen los católicos
fundamentalistas o integristas, y las demás son todas falsas religiones.
Y si el mundo no se alinea con la Fe Católica, caerá fuego del cielo y
sanseacabó.
Pero, por suerte llegó el Concilio Vaticano II y todo eso quedó guardado en el arcón de los (malos) recuerdos.
Y ahora que está Bergoglio, ni hablar.
Esto es lo que se puede leer en ese enlace:
“El
fundamentalismo es una enfermedad que se encuentra en todas las
religiones”, dijo Francisco, según ha sido informado por el corresponsal
del National Catholic Reporter’s
Vatican, Josué McElwee, y de manera similar por otros periodistas en el
avión. “Nosotros, los católicos tenemos algunos —no algunos, muchos— que
creen en la verdad absoluta y van adelante con ensuciar al otro con la
calumnia, con la desinformación, y hacen el mal”
“Ellos hacen el mal”, dijo el Papa. “Digo esto porque es mi iglesia.”
¡Velay!
Según Bergoglio, N.S. Jesucristo es un fundamentalista de tiempo completo, además de un mentiroso que “hace el mal”.
Él proclamó
de Sí mismo: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida”… y esto, señores,
es típico fundamentalismo y, además, sería UNA MENTIRA, porque según se
sigue de lo que dice Bergoglio, la Verdad Absoluta no debe ser
proclamada ni reivindicada y los que tal hacen, “hacen mal”.
O sea que estamos ante la siguiente disyuntiva; en modalidad multiple choise:
a) Iglesia Católica o iglesia conciliar (usted elige).
b) Que también puede ser dicho de la siguiente manera: CRISTO o Bergoglio… (táchese lo que no corresponda).
De lo que se
sigue que todo católico, que sea católico en el estricto sentido en que
se debe ser católico, ES UN FUNDAMENTALISTA para los estándares
actuales conciliares y bergoglianos.
O integrista, que viene a ser lo mismo.
Resulta
evidente que la palabra FUNDAMENTALISMO, proviene de FUNDAMENTOS.
Hablando de CATOLICIDAD, los fundamentos no son otros que Cristo, o sea
La Verdad misma.
Véase hasta
dónde lleva el plano inclinado de la apostasía, porque reitero,
siguiendo los estándares actuales, que lo son del pensamiento único
difundido en todo el Orbe, la posición doctrinal de toda la iglesia
conciliar con sus falsos papas a la cabeza expresa del modo más
categórico posible su rechazo a La Verdad.
Entonces,
¿puede o no decirse que la iglesia conciliar disuelve a Cristo? Claro
que sí. Y ya sabemos quién y qué es todo aquel o aquello que lo hace.
Además, la
noticia es que no existe ningún atisbo de reacción ni demanda ni reclamo
que provenga desde ninguna parte. Casi que ya no quedan sectores que
alcen su voz para decir algo en defensa de lo que el mundo entero llama
“fundamentalismo católico”, y que es sencillamente Catolicismo a secas,
sin aditamentos ni adjetivaciones.
Claro…, si cada vez son menos los que saben de qué estamos hablando.
Según
Bergoglio, aquellos que creen en la Verdad Absoluta hacen el mal. Estas
son las absolutamente fidedignas y textuales palabras de quien se dice
que es “EL PAPA”. El supremo mandante, Bergoglio, afirma y enseña que
todo aquel que cree en la Verdad Absoluta hace el mal; por lo tanto,
Bergoglio está predicando que LA VERDAD ABSOLUTA NO EXISTE.
Si estas
palabras de Bergoglio además de ser una brutal herejía y manifestación
pública de heterodoxia, no son una pública prueba de su COMPLETA
APOSTASÍA, las palabras han perdido completamente su sentido y valor, y
yo no sabría decir entonces cuál es el significado de estas palabras.
Es que no hay otra conclusión posible; para Bergoglio, la Verdad Absoluta NO EXISTE.
Verdaderamente son afirmaciones que sólo escucharlas hacen doler los oídos y el sólo leerlas lagrimear los ojos.
Pues bien.
No eran necesarias más cosas, pero no obstante, esta sola declaración
pública de Bergoglio es suficiente para defenestrarlo en tanto que
pretendidamente católico. Simplemente él no lo es.
Si yo me
pusiera a trabajar (ufff, ahora que pensaba retirarme, ni loco) en la
construcción del Nuevo Orden Mundial, lo primero que haría sería una
Nueva Religión Mundial.
Algo piola y
llevadero que satisfaga la exacerbada mentalidad sentimentaloide
hodierna, que es la de las inmensas mayorías, y que no tenga demasiadas
cargas para la gente; más bien que sean pocas… poquísimas.
Lo más
importante de todo en aras de crear una nueva religión, una nueva
iglesia con nuevos paradigmas, es exacerbar el sentimiento; promover una
fe que “se siente”, y ahogar el intelecto.
Una vez más,
estamos en una batalla por las inteligencias; por lograr que sobrevivan
mientras que el enemigo hace todo para destruirlas.
Lo segundo
que haría es condenar con firmeza al fundamentalismo católico; igualarlo
con el de las falsas religiones y anularlo de ese modo. Sobre todo si,
además, tengo la capacidad de inventar y financiar instrumentos como el
ISIS, o Estado Islámico; organizar ataques de “falsa bandera” como el de
las Torres Gemelas, o el de Madrid, o el más reciente de París. Y así
mostrarle al mundo que ningún fundamentalismo puede ser bueno.
Y ahí se acaba el asunto, porque nadie se pondrá a darle vueltas a todo ésto.
Bergoglio es parte de lo descrito, como podemos ver.
Ante las circunstancias actuales existen diversos posibles posicionamientos:
Bergoglio ES Papa, y DEBO seguirlo, respetarlo y mantenerme en comunión con él.
Bergoglio NO ES Papa, y DEBE ser EVITADO.
Bergoglio…, no tengo ni idea de si ES o si NO ES Papa, así que lo sigo por las dudas que sea.
Bergoglio…, no tengo ni idea si ES o si NO ES Papa, así que por las dudas no lo sigo.
No importa si Bergoglio ES o si NO ES Papa; que haga lo que quiera; yo hago la mía.
Pero… los
católicos, y en especial los integristas, saben que NO PUEDEN separarse
del Papa. Y también saben que DEBEN SEPARARSE DE LOS HEREJES Y
APÓSTATAS.
Como ya
hemos dicho numerosas veces, la tesis anti-sedevacantista pone a los
fieles en una posición que acarrea un problema insoluble para todo aquel
que quiera mantenerse firme en la Fe y lejos de los anticristos.
La posición pseudo-dogmática llamada antisedevacantismo induce y conduce a la apostasía.
Porque
obliga (ya que no quedaría otro recurso, de imponerse la tesis que
sostiene la IMPOSIBILIDAD de la vacancia de TODOS los cargos
eclesiásticos en razón de herejía, pública, sostenida y manifiesta),
obliga, decía, a seguir y permanecer unidos communio in sacris con los
actuales apóstatas e idólatras que conducen la iglesia conciliar; esto
es, toda la jerarquía eclesiástica de la iglesia conciliar.
Nos ha sido
dada la inteligencia para aplicarla a las diversas cuestiones que
enfrentamos; mucho más en materia tan importante como es el estar
adheridos a la Verdad y huir de las herejías.
De manera
que no veo posibles más que dos posiciones de las descritas, que
obligatoriamente los fieles deben abocarse a discernir, ya que lo que
está en juego es permanecer en la Verdad o separarse de Ella.
De ese
discernimiento depende la Fe que, además de un don gratuitamente dado
por Dios mismo, es un hábito intelectual al que nadie puede reclamar el
derecho de renunciar.
Entonces:
observación objetiva de los hechos que presenciamos, enseguida
discernimiento conforme los mecanismos que la Iglesia siempre
proporciona; Sagradas Escrituras; Tradición de la Iglesia; oración;
meditación… CONCLUSIÓN.
Lo que vemos
con nuestros ojos; lo que ha sido profetizado; lo que se constata de
modo universal; todo eso tiene una respuesta que está al alcance de
nuestras inteligencias.
Si usted,
amigo lector, asume que Bergoglio es Papa (o mantiene dudas al respecto)
y que es realmente Francisco, Pontífice de la Iglesia Católica, pues,
ENTONCES SÍGALO SIN REMILGOS NI REPAROS… NO SEA CISMÁTICO (será usted
sospechoso de herejía por estar en comunión con herejes y apóstatas,
pero al menos dejará de contradecirse).
En cambio,
si usted, amigo lector, asume la realidad que sus ojos le muestran y
entiende que Bergoglio es un HEREJE y un APÓSTATA, ENTONCES NO LO SIGA,
no le dé vueltas al asunto y diga con todas las letras que NO ES Papa.
Eso lo
convertirá en FUNDAMENTALISTA, no lo olvide; y sepa que para Bergoglio
eso es un gravísimo pecado…, tal vez el único que merece el infierno,
que está vacío de todo, menos de fundamentalistas (y de mafiosos, que
viene a ser casi lo mismo según parece).
Por último,
hará bien en recordar también el amigo lector que en estos tiempos de
pensamiento único, respeto a la diversidad y pluralismo, si no lo acusan
de fundamentalista y en cambio dicen: “es un buen muchacho; católico,
sí; pero con él se puede hablar porque no es un fundamentalista”,
significará muy probablemente que usted ya NO ES católico..