( Artículo publicado en el periódico “Azul y
Blanco”, el 17 de marzo de l959)
MASONERÍA Y TRAICIÓN
Patricio
Maguire
LA IMAGEN NO FUE ESTAMPADA POR LA PUBLICACION ORIGINAL
E
|
Esta traición, que no otra
cosa significa “deslealtad hacia la
Patria, es la directiva permanente de la Masonería, lo que
procuraremos demostrar en una serie de
artículos que “AZUL Y BLANCO” comienza a publicar , con el objeto de que, como ya lo hizo la Iglesia, otras
instituciones fundamentales de la nacionalidad como las Fuerzas Armadas, los
partidos políticos democráticos que no responden a directivas internacionales,
las asociaciones profesionales y gremiales, etc., tengan conocimiento del
origen, organización y acción de la Masonería y para que finalmente las autoridades
adopten las medidas legales convenientes para poner término a las actividades
de esta banda de traidores y espías, concientes o inconcientes, al servicio de
una potencia extranjera.
Desde el nefasto 13 de
noviembre de 1955 comienza a invadir el rumor, sordo e inconciente primero, más
claro y concreto luego, pero siempre persistente, de que la Masonería moviendo hilos
invisibles dominaba la situación política de la Nación y sostenía la dictadura
de Aramburu-Rojas. Si tal rumos hubiera carecido de una base seria habría
desaparecido como tantos otros. Ningún rumor falso se mantiene vivido durante
cuatro largos años.
Recuérdese que hacia fines
de 1955 circuló profusamente un panfleto que se decía reproducción de un acta
masónica secreta, según la cual, un príncipe extranjero disponía el ascenso de
jerarquía masónica de varios de sus miembros, quienes eran a la vez componentes
de una de nuestras Fuerzas Armadas. El entonces ministro de Marina, indignado
–consideraría también a la
Masonería como un antro de traición- desmintió en forma
rotunda la imputación. Pocos días después la Masonería, más indignada
aún, pero por las declaraciones del ministro, le replicaba con energía, y como
de costumbre, sostenía que todos los prohombres del país habían pertenecido a
la institución, sin desmentir para nada el contenido del panfleto y por el
contrario lo ratificaba en parte, al sostener que en esa Fuerza Armada había
masones que seguían las huellas de antecesores ilustres que citaba. La réplica
de la Masonería
fue publicada íntegra únicamente por el diario “Argentinisches Tageblatt” del
18 de diciembre de 1955.
En el mes de marzo de 1956 Perón
escribió una serie de artículos en una revista italiana, que posteriormente
fueron compilados en forma de libro bajo el título de “Del Poder al Exilio”, y
en el cual se refiere a la participación de la Masonería en su
derrocamiento. El Dr. Albrieu, ex ministro del Interior de Perón y actual jefe
del Partido Justicialista, en un reportaje publicado en la revista “Mayoría”,
también se refirió a la participación de la Masonería en los
agitados episodios de 1955. Ahora es al Iglesia por boca de todos
sus Obispos la que condena a la
Masonería y acusa su acción de traición a la Patria. La Masonería en su
réplica a la declaración Episcopal, al igual que la anterior al ministro de
Marina usa el mismo argumento de los grandes prohombres de la Patria que supuestamente
habían pertenecido a la
Masonería, cosa que ningún historiador responsable ha
documentado como corresponde, y también, como en el caso de la Marina, termina sosteniendo
que algunos sacerdotes están afiliados a la Masonería, cosa que no
dudamos en ambos casos. Santa Teresa en una de sus visiones vio en el infierno
a Obispos y sacerdotes que habían faltado a su Dios.
Pero antes de entrar en
tema y para la mejor comprensión del problema, conviene referirnos a la personalidad
del actual Jefe o Gran Maestre de la Masonería, ya que este conocimiento ayudará a
esclarecer el extraordinario poder de la Masonería que no es otro que el del gran
capitalismo anglosajón, del cual la Masonería es uno de sus tantos instrumentos de dominio. Elegimos a este Gran Maestre porque él
constituye un típico engendro masónico, lo que no significa que no hayamos
podido referirnos a algún otro ejemplar.
Mister Yan Drysdale, el
Gran Maestro a quien nos referimos, es el vástago de una familia oriunda de
Gran Bretaña que se estableció en el país hace aproximadamente cien años. En
los altos círculos financieros se consideró siempre a los miembros de esta
familia como agentes confidenciales natos de la Banca Inglesa de Baring
Brothers, banca que desde Rivadavia a la fecha han financiado cuanto negociado
deshonesto y turbio han realizado los “estadistas” argentinos. Como se sabe, la Banca Baring, reconstituida
hacia fines del siglo pasado después de serias dificultades económicas, pasó a
ser propiedad de la familia real inglesa. Con este poderoso respaldo los
Drysdale siempre prosperaron en negocios de importación y como representantes
de decenas de las más importantes firmas comerciales y fabriles de Inglaterra y
otros países. Establecidos desde 1870
aproximadamente con negocio y oficinas
en calle Moreno al 400, aun hoy se encuentran en su antiguo edificio –muy de
acuerdo a la tradición inglesa- un negocio que gira bajo el nombre de Thomas
Drysdale y Co., y ¡Oh! Sorpresa según la guía inglesa “South American
Handbook”, edición 1957/58 de Londres, los viajantes ingleses que deseen
cualquier información con respecto a la Masonería, deben
dirigirse, no a la sede de la
Gran Logia de la calle Cangallo 1242, ni a la sede del ex Gran Oriente Federal Argentino, en la
calle Sarmiento 1876, sino a la calle Moreno 456, sede del Southern District of
American of the United Grand Lodge of England. Da la casualidad que tal
dirección corresponde a los altos del comercio Drysdale. Ninguna placa indica
la existencia de la corporación masónica. Subiendo la escalera se observarán unas pobres y semiderruídas
oficinas de diverso carácter. Intrigado por el aspecto misterioso del lugar
pregunté por la Logia,
en inglés y mostrando la guía inglesa, a un sujeto que se encontraba en el
patio, quien después de escudriñarme de hito en hito dijo estas tres palabras:
“Abajo, en Drysdale”. Esto demostraría un pequeño error en información en una
guía inglesa, siempre tan exacta, ya que el negocio corresponde a otra
numeración. Pero se nos ocurre revisar el hall de entrada, y efectivamente
allí, semioculta por la escalera, se encuentra una puertita que conduce al
negocio de Drysdale.
No hay duda que estos
masones ingleses, de tanto leer la
Biblia, se han vuelto extraordinariamente modestos: practican
las virtudes filosóficas, la filantropía y la beneficencia masónicas con tal humildad y tan ocultos entre
montones de ferretería importada, lejos del mundanal ruido, que se puede estar
seguro que ni la policía ni ninguno de
los numerosos servicios de informaciones
–que cuestan tanto dinero al Estado y conocen hasta en sus más mínimos detalles
las actividades de cualquier argentino- sabe que allí un grupo de filósofos y
filántropos ingleses, laboran y gastan sus fortunas –como dice Yan Drysdale en
su réplica a los Obispos- para salvar a la humanidad de los gobiernos retrógrados.
Correspondería que las autoridades, como acto de agradecimiento hacia la Masonería, a la que debemos, según ellos, nuestra independencia y todo el progreso
logrado en el país –ya que lo retrogrado se debe a la Iglesia y a los
reaccionarios- develaran tanto secreto y humildad, para que todos los argentinos
conozcamos la benéfica obra de estos pioneros ingleses y, además, para que
ellos puedan filosofar con mayor comodidad y tiempo, evitando así todo contacto
con las máquinas, ferretería, ratas y demás alimañas y basuras del viejo
caserón de Moreno 456, se podría ofrecer en su lugar uno de los pabellones de la
cárcel de Villa Devoto, que pronto quedaría libre de delincuentes comunes,
gracias a que después de una centuria de acción masónica y enseñanza laica, los
argentinos estamos asimilando las “moral
laws” (leyes morales) que constituyen la base de la Masonería.
Hace tan sólo unos meses,
el suscripto tuvo conocimiento de la existencia de este secreto tugurio
masónico, y recordó entonces un episodio ocurrido en la lúgubre noche del 16 de
junio de 1955. Vagando bajo la persistente lluvia, iluminado por el rojo
resplandor de los templos en llamas y azorado por los acontecimientos que
vivía, fui repentinamente atropellado
por varios individuos que apresuradamente salían con bultos o latas de
un edificio y se introducían en un par de coches, desapareciendo rápidamente.
Con toda honestidad no puedo asegurar con certeza absoluta que fuese el 456 de
la calle Moreno. Recuérdese también que jamás se esclareció el episodio del
incendio de los templos ni se capturó a
ninguno de sus autores, a pesar de que muchos fueron fotografiados y podrían
haber sido identificados y localizados.
¿Quién los protegió después del golpe masónico del 13 de noviembre?
Recuérdese igualmente que en cuestión de quemar iglesias, la Masonería cuenta con el
antecedente del Salvador en 1874. Recuérdese que Perón acusó a la Masonería de planear su
derrocamiento. Recuérdese que Perón fue cercado por masones quienes lo
empujaron a luchar contra la
Iglesia como última tentativa para liquidar su régimen.
Sépase que en 1950 fue
fundada la logia Jorge Canning para coordinar la acción de lss 26 logias
inglesas en la Argentina,
dependientes de la United Grand
Lodge of England, con las logias criollas, para luchar contra los
reaccionarios, y que el Venerable Maestro de esa logia es precisamente mister
Yan Drysdale.
Conviene recordar que tan
solo a la caída de Perón, Baring Brothers volvió a operar en el país,
consiguiendo brillantes negocios tales
como la construcción de la Usina
de Dock Sud (5 mil millones) y que la carne que los ingleses pagaban a Perón
530 dólares, Aramburu- Rojas se la rebajó a 280 dólares, etcétera.
Volviendo a mister Yan
Drysdale diremos que, a pesar del ya secular establecimiento de sus antepasados
en el país, su nombre es tan extranjero como su apellido; su pronunciación es
la de cualquier gringo con tres años de residencia en el país. Este es el
“patriota” que preside a todos los argentinos “patriotas” que forman la
masonería criolla.
Si bien mister Drysdale
preside oficialmente a la
Masonería argentina, tan sólo desde mediados del año pasado,
su influencia era omnímoda desde hace muchos años. Precisamente el ex Gran
Maestre Agustín Álvarez afirmó poco
antes de su muerte que su desaparición no acarrearía ningún perjuicio a la
institución “desde que otro era quien
empuñaba el mallete”. (El mallete es el
símbolo del poder que usa el jefe o Venerable de la logia).
Esta omnipotencia de mister
Drysdale proviene por una parte de su vinculación personal con los más encumbrados jerarcas de la Masonería de su verdadera patria: Inglaterra. Y
de otra part6e por su carácter de veedor, confidente y administrador de los
enormes intereses de la corona británica y demás miembros de la oligarquía
inglesa, lo que le permite controlar gran cantidad de empresas, con capitales
siderales, que operan en el país. Según la Guía de Sociedades Anónimas del año 1954, mister
Drysdale formaba parte de los directorios de 37 sociedades anónimas. Aparte se
publica la nómina de esas sociedades
cuya magnitud no necesita ponderarse.
Debe tenerse presente que el capital suscripto
se refiere al reconocido en la fecha de autorización legal de la
sociedad. No es pecar de exagerado calcular el capital real de esas sociedades en la actualidad en diez
veces superior a la consignada. Como
dato curioso debe consignarse la existencia de una sociedad anónima de tan sólo $20.000, denominada “Al Gran
Conde S.A.”. Su finalidad, según la
Guía citada es la del arte culinario. Como se ve estos “filósofos” masones desean
beneficiar a la humanidad con los platos más exquisitos. Quizás Risieri
Frondizi obtuvo sus conocimientos filosóficos en “Gran Conde Sociedad Anónima”
y de ahí su gaffe plagiaria.
Este enorme poder económico
explica el auge de la
Masonería, que de otra forma no podría concebirse, ya que no
es dable suponer que hombres grandes, con un barniz de cultura general, puedan
creer en las fábulas referentes a Hiram, al Templo de Salomón, al Supremo
Arquitecto del Universo, etc., ni que se sometan a las ridículas ceremonias que
se desarrollan en los templos masónicos de acuerdo a las prescripciones rituales. Existe algo más concreto que la simple
“filosofía” que dicen practicar, para atraer a tanto ganapán y avivado. Ese
algo más concreto y tangible lo forman los magníficos cargos de directores de
las sociedades anónimas, las gangas comerciales que ofrecen esas sociedades, créditos, cargos y honores
públicos, cátedras, honores académicos, premios, fama creada y magnificada por
los diarios y, en fin, todo lo que los masones comprenden bajo la simbólica
denominación de “filantropía” y “beneficencia”.
El célebre masón Andrés
Cassard define la “beneficencia “ masónica
(“Manual del Tejador Masónico”, N. York, 1968, p.179) en la siguiente forma: “Magnánima y atrevida,
la beneficencia abraza el mundo entero, el cual no respira sino por ella; y
atraviesa los mares borrascosos, las ardientes playas y los desiertos
estériles, para llevar a la humanidad doliente sus dádivas siempre útiles y sus
cuidados oportunos y consoladores.
Descúbrese en todas partes su huella bienhechora”. Por otra parte
Augusto García Trelles, que escribió una historia en 6 tomos para demostrar que
el general San Martín era masón, sin aportar documentación probatoria alguna
dice en el tomo III, pág.180 de su monumental macaneo, que la masonería es
“instrumento creador de valores morales y organización de mutuo apoyo y
recíproca asistencia entre los afiliados a la Orden” Es lo único serio que dice Barcia en 2500
páginas de “historia”.
Esta “organización de mutuo
apoyo y recíproca asistencia entre afiliados a la Orden” es la clave del éxito
de la Masonería
y explica el “inexplicable” encumbramiento de toda clase de sujetos en
quienes nadie reconoce méritos o
capacidad alguna.
No se debe olvidar este
carácter “filosófico”, “filantrópico” y “benéfico”, o si se quiere en lenguaje
más claro y despojado del
simbolismo masónico, el carácter
de corrupción, de soborno y de coacción, si se destaca la comprensión cabal de la Masonería.+