MAS SOBRE PUTIN
Posted: 13 Dec 2015 07:45 AM PST
Ya
en otras entradas de éste blog hemos enunciado nuestra opinión en
relación al gobernnte Ruso y a su real inclinación política diciendo
que la misma tiene elementos positivos y otros francamente
contradictorios. Dada la polémica que se ha instalado, preferimos
guiarnos al respecto por aquellos que conocen el tema, despegandonos
tanto de un excesivo e inocente optimismo , que ve en Putin un
restaurador de la Cristiandad, como de aquellos que con razonamiento
anacrónico siguen pensando que se trata de un comunista encubierto
basándose en general en el pasado del personaje y en conjeturas y
deducciones propias. Dejamos bien en claro, que creemos que esta
polémica solamente pretende dejar al pensamiento político nacionalista
anclado en el mero anticomunismo, funcional a la derecha que
estratégicamente sigue una linea pro EEUU. Subimos este articulo por que
está escrito por alguien que vive actualmente y desde hace décadas en
Rusia y tiene un conocimiento de primera mano sobre el tema. Dado que en
anteriores entradas sobre el tópico que nos ocupa, se han posteado
opiniones carentes de argumentos y en ciertos casos ofensivas e
insultantes ponemos en conocimiento de los lectores que en tanto las que
se viertan en el futuro no tengan argumentaciones concreta y solo se
basen en descalificaciones y obsesiones de los opinantes, no serán
publicadas.
ECLIPSE DE LA RAZÓN "K"
Respuesta a Nicolás Kasanzew
He recibido de mis compatriotas de Argentina el artículo de Nicolás Kasanzew “Un eclipse de razón”,
donde el autor trata de descalificar la opinión del padre Alfredo
Sáenz, apelando a métodos que lindan con la ofensa personal. Lo he
comentado en el blog de Que no te lo cuenten. Más tarde vi el video de la conferencia donde Kasanzew vuelve al ataque contra el padre Sáenz utilizando slogans
panfletarios en lugar de argumentos e incluso esgrimiendo datos
totalmente falsos como los que describiré más abajo. Por esto he
decidido darle forma de artículo a mis comentarios. Este tema comienza a
preocuparme porque veo que mucha gente de la comunidad rusa en
Argentina no responde a semejante atropello a la historia y a los buenos
modales. Y más aún, me deja totalmente perplejo el
hecho de que el señor Nicolás Kasanzew sea aceptado como profesor de
historia rusa en el colegio Ruso Scout de Olivos, al que yo he
concurrido en mi niñez en Buenos Aires. ¿Acaso los padres de los alumnos
están de acuerdo con que una persona que no conoce la realidad rusa
contamine las mentes de sus hijos con fantasías e ideas completamente
subjetivas, simplistas y superficiales?
Soy argentino, al igual que Kasanzew, y descendiente de rusos blancos. A diferencia de él, sin embargo, vivo en Rusia ya hace 25 años y sé lo que ocurre en este país.
Vaya aquí, entones, la lista de algunas “inexactitudes” -quiero creer involuntarias- que hallo en su relato:
1) DIOS
Afirma Kasanzew que en Rusia está prohibido escribir la palabra Dios con mayúscula; lo cual no es cierto. Todo lo contrario; bastaría con “googlear” la traducción de esta cita para darse cuenta de ello: (cfr. http://www.gramota.ru/forum/klass/109512/).
2) SÍMBOLOS SOVIÉTICOS
Personalmente
no me gustan la hoz y el martillo, ni la estrella roja, pero es
forzoso reconocer que bajo estos símbolos el pueblo ruso venció en la
guerra más grande que conoció la historia de la humanidad. No había
otros símbolos. La estrella roja estaba en los uniformes, en las
banderas y estandartes, en los documentos y las condecoraciones.
¿Debemos ahora tirar todo a la basura? En este aspecto de los símbolos,
Kasanzew omite decir que en la nueva Rusia de Putin ha sido confirmada
por ley federal como bandera nacional la tricolor (blanca, azul y
roja) y el escudo oficial es el águila bicéfala, que habían sido
propuestos por un decreto de Yeltsin en 1991. También ha sido cambiado
el himno instrumental de la época de Yeltsin por la melodía tradicional
de la época soviética, pero agregada la letra de Sergey Mijalkov,
en cuyo texto se habla de Dios, de la Rusia Santa, de la unión de los
pueblos y la tradición. A su vez, el texto no hace referencia a ninguno
de los clásicos principios soviéticos, comunistas y marxistas. Cabe
destacar que la melodía del himno fue compuesta, durante la etapa
soviética, por un profeso cristiano, Alexander Alexandrov, quien fuera
director del coro de la Catedral de Cristo Salvador en Moscú.
Con
Putin se restauraron algunos vínculos con la Rusia Histórica mediante
la popularización de la cinta de San Jorge, con la cual, por siglos,
eran condecorados los héroes de guerra tanto en la época de los zares
como soviética. Es una cinta con franjas color naranja y negras. Esto
se hizo para que la estrella roja pasara a segundo plano. (ver aquí: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/d/d9/Ledpokhod.jpg/180px-Ledpokhod.jpg )
Con escarapelas de estas cintas los rusos festejan el día de la Victoria todos los 9 de mayo.
La
hoz y el martillo en el logotipo comercial de Aeroflot prácticamente
no se ven por su escaso tamaño. Además, a partir del 2010, la bandera
tricolor rusa es la principal imagen del emblema nuevo de la empresa. Decir que Putin está rehabilitando la hoz y el martillo es afirmar una falsedad.
3) IGLESIA ORTODOXA
Después
de la caída del régimen soviético muchas organizaciones no tenían cómo
mantenerse, pues durante décadas habían sido solventadas por el
Estado. En razón de esto, el gobierno de Yeltsin comenzó a conceder
licencias comerciales para que muchas de ellas pudieran encontrar una
manera de autofinanciarse. La Sociedad de combatientes en Afganistán,
el Gremio de Deportistas y la Iglesia Ortodoxa recibieron licencias
para la importación de alcohol y tabaco. Con Putin en el poder estas
licencias fueron anuladas. Afirmar que el obispo Cirilo recibió
preferencias por haber sido agente de la KGB, es falso, porque no hay
ninguna prueba de esto[1].
4) ECONOMÍA
A
partir del gobierno de Putin, en lugar de importar granos Rusia se ha
convertido en gran exportadora de los mismos. En ella se radicaron
todas las automotrices más importantes: Renault en Moscú y Samara,
Volvo y Volkswagen en Kaluga, Kía y BMW en Kaliningrado, Toyota y Ford
en San Petersburgo, etc. Se creó un marco legal para la hipoteca y los
créditos. Se establecieron bancos extranjeros. La construcción de
viviendas crece. Decir que el pueblo sigue viviendo en la pobreza soviética es faltar a la verdad. La economía rusa está inserta en la economía mundial.
5) SAN VLADIMIRO
Es
verdad que San Vladimiro vivió y murió (1015) antes del cisma entre
Roma y Bizancio. Sin embargo, olvida Nicolás Kasanzew que comenzó a ser
venerado y fue canonizado mucho más tarde, primero en Oriente (1263) y
luego en Occidente. Basilio -con este nombre fue bautizado Vladimiro-
no fue beatificado en vida, ni al momento de su muerte. Por tanto, tiene razón el Padre Sáenz. Es incomprensible la irritación de Kasanzew (puede confrontarse esto aquí: http://www.preguntasantoral.es/2012/07/san-vladimir-de-kiev/).
6) PUTIN, ¿SOLO PALABRAS?
La
alocución más importante de Vladimir Putin es la de 2008 en Munich,
cuando denunció en la cara a los jerarcas de Occidente la injusticia de un mundo unipolar (ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=ZlY5aZfOgPA).
Puso sobre aviso a todos y después vinieron los hechos concretos: la
defensa de Osetia del Sur y Abjazia ante la invasión Georgiana, el
plebiscito y reunificación en Crimea, la creación de un proceso de paz
en la guerra civil de Ucrania y la intervención de la aviación rusa en
el conflicto en Siria bombardeando al ejército del ISIS. Respecto de
esto último, los aviones rusos tienen base y centro de comando en la
ciudad de Latakia, Siria, y no están comandados desde Israel, como dice
Kasanzew. Basta con ver el informe de más de cien periodistas que han
visitado esta base hace pocos días atrás (aquí https://www.youtube.com/watch?v=s_KWsdRzk2c).
Ahora, con los atentados de París, el resto de los líderes mundiales
se acoplarán con hechos a lo que Putin ya estaba haciendo desde hace
tiempo. Hechos contra el ISIS, no palabras como Obama.
7) PUTIN SOVIETIZA A RUSIA
Totalmente
falso. Si hay un pueblo que conoce en carne propia lo que es un
régimen comunista, ese es el pueblo ruso. El proyecto soviético de
exportación ideológica ha terminado hace ya más de un cuarto de siglo,
pero esto no quiere decir que Rusia no pueda tener su propia política
exterior. Putin habla claro dentro y fuera de Rusia.
Putin dio la orden de revisar si lo de 1917 fue una revolución o un
golpe de estado, encomendando a jóvenes historiadores una evaluación
profunda, profesional y objetiva. Putin reconoció la existencia de
páginas sangrientas en la historia que todos los rusos deben conocer.
(ver aquí: http://www.mk.ru/politics/2014/11/05/putin-revolyucii-1917-goda-nuzhno-dat-glubokuyu-obektivnuyu-professionalnuyu-ocenku.html). Putin ha abolido los festejos y el feriado del aniversario de la Revolución de Octubre. Las obras de Solyenitsyn son parte del programa obligatorio en las escuelas.
Cada alumno debe saber lo que fue el Archipiélago de Gulag. Rusia
vuelve a medir su grandeza a partir de sus diez siglos de historia
cristiana y no sólo a partir de 1917, como era antes. Justamente por
esto Putin es tan popular en Rusia y es visto por los pueblos de otros
países como un pilar de los valores morales tradicionales. Putin hace
mucho más de lo que habla. No necesita hacer demagogia. Sus
opositores dentro y fuera de Rusia no tienen argumentos para oponerle y
no les queda más que enrostrarle su pasado en la KGB y acusar al
patriarca Cirilo de ser su agente. No hacen más que hacer
ruido. Mientras tanto se siguen construyendo iglesias en Rusia, a pesar
de que a algunos rusos autoexiliados en el exterior esto no les guste.
Rusia es un país abierto y ya no necesitamos de sovietólogos para conocerlo.
Ciudadanos de países como Chile, Brasil, Argentina, Venezuela o
Turquía no necesitan visado para visitar Rusia e igualmente los rusos
pueden viajar libremente a estos países. Kasanzew sigue repitiendo slogans de antaño,
que ya no valen, pues Rusia ha cambiado. No es un país ideal, ya que
hay mucho que hacer todavía para sacarse de encima el legado de la
oligarquía soviética.
8) POR SUS FRUTOS LOS RECONOCERÉIS
Es
justamente de lo que habla el padre Alfredo Sáenz, de los frutos de la
nueva sociedad rusa. Hasta qué punto Putin es 100% cristiano o no, lo
sabe su conciencia y Dios. Sólo podemos ver lo que ha hecho
y lo que está haciendo para conciliar las diferencias en el mundo y en
la sociedad rusa. Putin recibió como legado un país derrotado en la
Guerra Fría, un pueblo con aversión a las promesas políticas, con odio a la ideología bolchevique,
una sociedad prácticamente sin memoria histórica, un ejército no
vencido pero en retirada desde Afganistán, una nación con millones de
rusos viviendo fuera de las fronteras de la Federación Rusa. Con mucha
delicadeza e inteligencia, paso a paso, a través de los años Putin ha
rescatado desde la historia milenaria de Rusia los hechos más
trascendentes para fomentar el orgullo nacional en las generaciones
jóvenes. La reconstrucción de la Iglesia Ortodoxa es parte de este
proceso. Al mismo tiempo, Putin reconoce los logros sociales de la época
soviética. Y lo hace con el símbolo de la orden de San Jorge, como he
dicho más arriba en este artículo[2].
Lo hace con la Olimpíada invernal en Sochi. Lo hace abriendo Rusia al
mundo, radicando empresas extranjeras, ofreciendo mercados, trabajo,
etc.
Con Putin como viceintendente
en Leningrado, a principios de los noventa, la capital de la Rusia
Cristiana retomó su nombre histórico: San Petersburgo, a pesar de la
resistencia de algunos ideólogos demócratas.
Putin
habla de un mundo ruso, tal como existe un mundo de habla hispana, un
mundo de habla inglesa. Existen rusos y descendientes de rusos en todas
partes del mundo que debieron abandonar Rusia o la Unión Soviética a
causa de las revoluciones, los disturbios y las guerras. La Rusia de
Putin nos da la oportunidad a todos, cualquiera sea el bando del que
venimos, de hacer las paces y disfrutar de su cultura y ciencias sin
barreras políticas. Claro que cuando esto ocurra en mayor medida,
periodistas como Kasanzew se quedarán sin letra y sin público.
9) ¿POR QUÉ PUTIN ES POPULAR EN OCCIDENTE?
Putin no es ni quiere ser un restaurador cristiano.
Putin simplemente es sólo un feligrés más de la Iglesia Católica
Apostólica del culto Ortodoxo oriental, como millones de rusos. Supongo
que no debe tener grandes diferencias de credo con sus hermanos
cristianos de la Iglesia Católica Apostólica Romana (la palabra rusa ‘sobornaia’ se traduce como ‘católica’).
Sólo
un ejemplo. No sé si está bien o está mal, pero en Rusia no está
legalizado el matrimonio gay, no se realizan las marchas del “orgullo
gay”, y hay una ley que prohíbe la propaganda homosexual en zonas donde
concurren menores de edad. La homosexualidad en la Unión Soviética era un delito, en la Rusia actual ya no lo es.
La pedofilia es un delito. Si estas normas sociales son apreciadas por
feligreses de otros países, no quiere decir que Putin sea un nuevo
líder, sólo significa que estamos descubriendo que ser ortodoxo en los
principios puede ser una ventaja también en cuestiones políticas.
10) PUTIN Y LA FAMILIA IMPERIAL ROMANOV
Bajo
la iniciativa de Putin, próximamente se dará sepultura con honores al
resto de los integrantes de la familia del Zar Nicolás II. Se trata de
su hijo Alexey y de su hija María, cuyos restos fueron descubiertos en
2007. Se están haciendo las pericias correspondientes cotejando con el
ADN de los restos del Zar Alejandro III, precisamente para que la
Iglesia Ortodoxa reconozca que todos los restos descubiertos pertenecen
a la familia real (cfr. aquí: http://www.gazeta.ru/science/2015/10/26_a_7845851.shtml).
Cabe
destacar que el zar Nicolás II y su familia fueron canonizados como
santos de la Iglesia Ortodoxa recién en el año 2000, a pesar de que el
informe del Santo Sínodo fue aprobado mucho antes, en 1996. ¿Por qué?
Sólo después del retiro de Yeltsin en 1999 y con Putin como presidente electo, la Familia Real fue canonizada.
Fue en el mes de agosto del año 2000, cuando Putin había ejercido tan
sólo tres meses de gobierno. Es evidente que Putin estaba a favor y
pudo torcer la voluntad de los que estaban en contra de la
canonización.
Por otra parte, en
estos días se está llevando a cabo un plebiscito popular vía internet,
en Moscú, para eliminar el nombre de uno de los asesinos materiales de
la Familia Real, un tal Voikov, de la estación de metro Voikovskaya. Hay una tendencia de retirar nombres de héroes comunistas de plazas y calles. ¿Es esto, acaso, la bolchevización de la Rusia actual?
El
4 de junio era una fecha patriótica que se celebraba en la Rusia
Imperial de los Romanov en conmemoración a la reconquista de Moscú
ocupada por los polacos en el siglo XVII. Justamente, después de esta
reconquista, llegó al poder en Rusia la dinastía Romanov (1612). La
fecha era coincidente con la conmemoración religiosa del ícono De la
Madre de Dios de la ciudad de Vladimir (3 de junio). Por supuesto,
ambas festividades fueron anuladas y prohibidas por los bolcheviques ipso facto
en 1917. Cuando Putin y su equipo de diputados leales, dejaron sin
efecto el feriado y las festividades de la revolución bolchevique de
octubre de 1917, que se festejaba todos los 7 de noviembre, casi
automáticamente crearon un nuevo feriado para el día 4 de noviembre,
Día de la Paz y el Acuerdo Nacional, en conmemoración a la reconquista
de Moscú de 1612. Putin anuló un feriado socialista y puso un feriado de raíces nacionales. Y tuvo, por supuesto, el apoyo de la Iglesia. ¿Kasanzew no lo registró? Solzhenitsyn seguro que sí.
11) EL ABORTO EN RUSIA
Putin,
en 2013, promulgó una ley que prohíbe la publicidad del aborto y
obliga a una semana de silencio, para que la mujer tenga la oportunidad
de arrepentirse. (ver aquí: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13221055). Ni Gorbachov ni Yeltsin hicieron algo al respecto.
Recordemos que el aborto fue legalizado por Lenin, pero prohibido por Stalin después de la guerra, por varios años.
12) PUTIN Y STALIN
Se
ha abierto un museo de guerra en una aldea cercana a la ciudad de
Rzhev y en él se puso un busto de Stalin, como comandante supremo que
era. Simplemente porque Stalin había pasado una noche allí. Después de
esto, comenzó a circular la falsa información por todo el mundo de que
Putin está impulsando la construcción de monumentos a Stalin. El
partido comunista KPRF hizo intentos de poner bustos por su cuenta en
memoria de los 70 años de la Victoria en algunas ciudades del interior,
pero esos actos fueron impedidos por el gobierno. Solo han podido
poner 4 bustos en las sedes del partido, y una estatua en una granja
colectiva, pero de ninguna manera en plazas públicas.
Hay
que tener en cuenta que la mayoría de los rusos entienden que la
guerra fue ganada por la gesta del pueblo en los campos de batalla y no
por el partido comunista y Stalin.
Cuando
el periodista Alexey Benediktov le preguntó a Putin en 2013 si es
correcto gobernar el país en el siglo XXI con el sistema del buen manager
de Joseph Stalin, Putin contestó literalmente lo siguiente: “No creo
que tengamos elementos de stalinismo. El stalinismo es el culto a la
personalidad, es una masiva transgresión de las leyes, represiones y
campos de concentración. Nada de eso tenemos en Rusia y espero nunca
más tendremos. Simplemente, ahora tenemos una sociedad diferente y la
misma nunca lo permitirá. Pero esto no quiere decir que debemos
abstenernos del orden y de la disciplina. Significa que todos los
ciudadanos de la Federación Rusa, independientemente de su rango, deben
ser iguales ante la ley…” (cfr. http://www.mk.ru/politics/2013/04/25/847541-effektivnyiy-li-menedzher-stalin-i-kak-otlichit-zhen-ot-lyubovnits-stenogramma-pryamoy-linii-s-putinyim-chast-4.html).
12) PUTIN Y SOLZHENITSYN
Alexander
Solzhenitsyn, laureado con el premio Nobel de Literatura en 1970 y
expulsado de la URSS en la época de Brezhnev por sus obras contrarias
al régimen soviético, nunca quiso recibir de manos de Gorbachov ni de
Yeltsin premios o condecoración estatal alguna. No los consideraba
patriotas leales a la Rusia Histórica. Con Putin fue diferente. En 2007
recibió de sus manos la Orden gubernamental de San Andrés y meses
antes de morir, en 2008, declaró: “Con Putin, Rusia ha comenzado un
lento y paulatino renacimiento”. Putin, en sus alocuciones, cita
bastante a Solzhenitsyn y lo considera una autoridad moral para la
sociedad rusa. (ver aquí: http://inosmi.ru/russia/20150211/226201491.html).
Solzhenitsyn conservó su lucidez mental hasta los últimos días de su
vida y estaba informado de todo lo que pasaba en Rusia. Solzhenitsyn fue
prisionero de los campos de concentración de Stalin, fue reprimido y
perseguido por la KGB, pero esto no le impidió reconocer en un ex agente
de los servicios de espionaje, o sea, en la persona de Putin, a un
patriota y creyente como él mismo. Si alguien piensa que Alexander
Isaievich Solzhenitsyn era ingenuo, simplemente no conoce su obra.
13) ORGULLO NACIONAL RUSO
Con
la caída de la Unión Soviética, el orgullo histórico de la gran
Revolución de Octubre de 1917, prácticamente, se desvaneció. Apelar al
legado histórico zarista imperial sería algo totalmente fuera de lugar,
porque no hay Zar ni nobleza. No hay un pasado ideológico pacifista
sobre el cual sentar los principios de una nueva Unión Nacional. Por
esto es que Putin se aferra a la gran gesta popular de la Gran Guerra
Patriótica de 1941-1945 para hacer entender a la sociedad y a las
generaciones futuras que sí hay un pasado común, que es indiscutible y
nacional. Bien es sabido que el régimen nazi había comenzado una guerra
de aniquilación del pueblo ruso para conquistar el espacio vital que
necesitaba el pueblo alemán en el oeste de Europa de acuerdo a la
teoría de Adolf Hitler. Se habla de 28.000.000 de rusos muertos durante
la guerra. Era un tema tabú en la URSS, pues desenmascaraba la
inoperancia de los altos mandos comunistas. Y después de la
paradas-desfiles militares de 1945 y 1947 no se conmemoró nunca más el
Día de la Victoria por vergüenza y miedo al odio popular. Basta
imaginar la cantidad de heridos, lisiados y huérfanos volcados a las
calles, todos juntos, en un día que debía ser festivo. Los veteranos de
guerra celebraban ese día en sus casas, así de triste. El gobierno
soviético ocultaba a la población el rol preponderante que había tenido
la Iglesia Ortodoxa Rusa en los años de la guerra. Recién con la caída
de Khruschev, el desfile militar vuelvió en el vigésimo aniversario en
1965 y fue día feriado nuevamente. Tras la caída del comunismo en
1991, se realizó nuevamente un desfile militar en 1995 y a partir de
2008 la parada-desfile se realiza con armamentos. El gobierno ruso
actual no lleva la carga de la responsabilidad y la vergüenza de los 28
millones de muertos y entiende la fiesta de la Gran Victoria como
elemento de consolidación y unidad de la Nación Rusa. Anteriormente,
fue una tibia festividad soviética. Ahora, es la Fiesta Patria de todos
los rusos, con respeto y admiración a los caídos y a los veteranos y
con alegría popular y familiar en las calles. Y lo que es muy
importante, con los colores de la orden de San Jorge, que son los
mismos colores de 1812 cuando la victoria sobre Napoleón. Ahora está
oficialmente reconocido el rol que ha tenido la Iglesia en la gesta
popular para sobrevivir al exterminio nazi. Como ilustración,
recomiendo ver la película rusa ‘El cura’ (Поп) con la actuación
magistral de Sergey Makovetsky, basada en hechos reales.
14) LOS RUSOS BLANCOS EN EL EXILIO
Este
es un tema delicado, pero hay que abordarlo para tener un panorama
completo y entender la raíz fundamental de la discordia que hoy vemos
entre los rusos exiliados. Justamente es esta discordia la que comienza
a afectar a personas que abordan el tema Rusia, como por ejemplo el
padre Alfredo Sáenz, que es atacado por Kasanzew. Haré un relato breve.
Con
la salida del Ejército Blanco de Rusia -una vez perdida la guerra
civil en 1920 y 1921-, conjuntamente se exilió un grupo de sacerdotes
ortodoxos que con la bendición del jefe de la Iglesia Ortodoxa, quien
se encontraba entonces preso en Moscú en manos de los bolcheviques,
crearon la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio (IORE). Su orden era
conservar la pureza del cristianismo ruso hasta tanto Rusia no fuera
liberada del comunismo. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial y con
la invasión nazi a Rusia, los rusos blancos exiliados, sobre todo los
militares, tuvieron la opción de guerrear contra el ejército soviético
para tratar de liberar a Rusia del comunismo. Muchos así lo hicieron y
tomaron posiciones de parte del bando alemán y fueron bendecidos por la
IORE para la Guerra Santa contra el bolchevismo ateo. Una minoría de
los oficiales blancos hizo todo lo contrario. Por ejemplo, uno de los
comandantes del ejército blanco, el general Denikin, quien abiertamente
desde Francia alentaba al bando contrario, o sea al soviético, hizo
donaciones monetarias al ejército rojo por considerar que este ejército
era la parte rusa del conflicto, y él no podía romper su juramento de
oficial de servir a Rusia.
Algunos
pocos rusos y rusas formaron parte de la resistencia francesa. Una
parte de la juventud trató de “simpatizar” con el lado alemán para
aprovecharse de él y entrar al territorio ruso con una prédica
anticomunista y provocar, de esta manera, una insurrección. Los
servicios alemanes usaron a muchos de estos rusos, más los que
desertaban del frente soviético, para crear organizaciones armadas
rusas en Alemania prometiéndoles que juntos liberarían a Rusia del
comunismo. Esto al final de cuentas fue un engaño de parte de los
nazis. Desgraciadamente, algunos rusos perecieron heroicamente peleando
del lado alemán, convencidos de que lo hacían por la Santa Rusia. La
gran tragedia, es que sacerdotes ortodoxos estaban en ambos bandos. Por
un lado, los de la IORE y por el otro, sus colegas del Patriarcado de
Moscú (PM) reprimidos por Stalin y liberados por el mismo Stalin de sus
campos de concentración con la misión de dar aliento espiritual a la
población y abrir las iglesias que los mismos bolcheviques habían
clausurado pocos años antes. El final y resultado de la guerra en 1945
lo conocemos todos y hace ya 70 años que es historia. De la vencida
Alemania y sus alrededores, los emigrantes rusos blancos siguieron su
marcha. Algunos, como mis abuelos, recalaron en Argentina. Donde la
mayoría de la población es cristiana. Un país que nos dio la
oportunidad de erigir nuestras iglesias ortodoxas con total libertad y
sin condicionamientos. Las mismas son jurisdicción del IORE. ¿Qué pasó
después? Esto es lo más interesante. Lo que sucedió es que el tiempo
pasó inexorablemente y el mismo tiempo -quizás con la ayuda de nuestras
oraciones- se ocupó de destruir por dentro el régimen comunista en
Rusia. En 1991 la Unión Soviética se desmoronó. Pasó muy de golpe y
ningún ruso blanco estaba preparado para tal acontecimiento. ¿Qué
ocurrió luego? Ante la desaparición del gobierno ateo y comunista en
Rusia, la IORE y el Patriarcado de Moscú comenzaron a intercambiar
delegaciones y a fraternizar como corresponde a dos iglesias cristianas.
Y llegó el momento en que decidieron reconocerse mutuamente como
organizaciones independientes pero hermanas. Esto ocurrió en Moscú en el
año 2006. Se encontraron los dos Patriarcas y firmaron el documento de
reconocimiento mutuo, quedando el Patriarca de Moscú, con mayor
jerarquía que su colega del IORE y como jefe espiritual de ambas
iglesias. En este acto, se encontraba el presidente Vladimir Putin.
Veníamos bien. Pero a partir de ese momento, aunque ya se venía
perfilando un par de años antes, se produjo un cisma dentro de la IORE:
una parte de los sacerdotes y de la feligresía no reconocieron la
hermandad con el PM y abandonaron las filas del IORE, creando varias
organizaciones disidentes. Estos disidentes acusaron a la IORE de
venderse al PM, a Putin de ser KGB, al PM de ser KGB también, de no
haber limpiado sus filas y de no haber hecho mea culpa por haber servido
en el pasado al régimen comunista. Cabe aclarar que el IORE, por lo
que yo sé, tampoco hizo mea culpa de sus simpatías con el régimen nazi.
Estos disidentes pronosticaban, temerosos, que la PM se iba a quedar
con los edificios y el patrimonio de las iglesias del IORE, lo cual no
ocurrió. El IORE y el PM siguen coexistiendo pero con patrimonio y
autoridades separadas. Por ejemplo, en Buenos Aires tenemos dos obispos
ortodoxos: uno del IORE y otro del PM, quienes tienen entre sí buenas
relaciones. Los que quedaron en malas relaciones con ambas iglesias
fueron los disidentes. Yo no los justifico ni los acuso porque es la
conciencia de cada persona la que manda. Pero, hay que decirlo para no
faltar a la verdad: justamente estos disidentes no quieren que nunca
nadie diga cosas buenas de Putin ni del Patriarcado de Moscú (PM).
Además he advertido, que estos disidentes aprovechan cualquier cita u
oportunidad, venga de donde venga, para criticar a Putin y al Patriarca
Cirilo. Sospecho que Kasanzew debe ser uno de ellos.
BALANCE FINAL
¿Qué
nos queda después de esta breve excursión en la historia? Primero:
Rusia sobrevivió como país a pesar del experimento bolchevique y la
invasión nazi. Segundo: el festejo de la Victoria el 9 de mayo es
verdadero y auténticamente ruso porque tiene 28 millones de mártires
gracias a los cuales sobrevivió el país que hoy sigue llamándose Rusia.
Tercero: sobrevivió la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa también
gracias a sus mártires en ambos lados del frente de guerra. Cuarto: hoy
en día la Iglesia Rusa, por primera vez en su historia desde el
cesaropapismo de Pedro Romanov, el Grande, y Ekaterina II que la
subordinaba al poder del Emperador de turno (principios del siglo
XVIII), puede y tiene ahora la oportunidad única de despegarse del
poder político y ser lo que debe ser: el poder moral de la Nación Rusa.
Con total independencia y autonomía. Nunca más ministros del Zar o
comisarios políticos deben gobernarla. Esta es la enseñanza que nos
deja esta historia.
Para terminar:
entiendo que se pueda estar en contra de Putin y del Patriarca Cirilo,
pero esto no da derecho a tergiversar datos y omitir o contar a medias
las razones de todo un pueblo y estar en contra de su Iglesia, a menos
que se sufra un eclipse de razón.
Sergio Mamontoff
Moscú, 17 de noviembre de 2015
En calidad de post scriptum para los rusos blancos: Soy
uno de ustedes y puedo decirlo. ¿Seguiremos ignorando a los millones
mártires que dieron sus vidas, soldados y curas salidos de los campos de
concentración, simplemente porque llevaban puesta en su ropa una
estrella roja o una hoz y un martillo? ¿Seguiremos ignorando la
oportunidad de aferrarnos a los colores de San Jorge para ser parte del
orgullo de nuestra etnia y festejar el 9 de mayo el día de la
Victoria? ¿Tenemos una posición definida y fundamentada o lo nuestro
es solo una pose malhumorada? Vivir permanentemente en oposición es muy
cómodo pero ya no nos honra. Rusia cambió. ¿Nosotros no nos
adaptaremos a los cambios?
[1]
Un detalle más que demuestra el no conocimiento de la realidad rusa por
parte de Kazansew. El KVAS (que Kasansew menciona) es una bebida
popular rusa que se elabora en forma casera en base a fermentaciones de
pan tostado. Esta bebida tiene alcohol. Puede llegar a 3 o 4 grados. Es
decir, como una cerveza liviana.
[2]
La cinta de San Jorge, de franjas color negro y naranja o amarillo, es
la escarapela que usan los rusos en festividades patrióticas sobre todo
en el Día de la Victoriahttp://quenotelacuenten.com/2015/12/12/putin-saenz-y-kasansew-la-opinion-de-otro-ruso-blanco/