domingo, 27 de marzo de 2016

REVISTA CABIL Nº37- JUNIO JULIO 2004- MIRANDO PASAR LOS HECHOS-EDITORIAL- KlRCHNER TIENE MIEDO

 Publicado por Revista Cabildo Nº37
Meses Junio/Julio 2004-3era.Época
 REVISTA CABIL Nº37-
JUNIO JULIO 2004-
MIRANDO PASAR LOS HECHOS
por Víctor Eduardo ORDÓÑ
KlRCHNER TIENE MIEDO
 
EL LOCRO GOLFISTA
ALARMADO por lo que sus espías -comandados por el "perro" Verbitsky y el "cogote" Bonasso- le transmitieron, dio órdenes urgentes a sus subordinados, el ministro Pampuro y los generales Bendini y Chretien, que se hicieran presente en un pérfido locro que se estaballevando a cabo en la Semana de Mayo en el Regimiento Patricios. Seguro que allí, además de la suculenta comida criolla, se estaba cocinando una conjura contra él yla democracia. Llegados los susodichos al lugar de los hechos comprobaron que se trataba, nomás, de una comida inocente sin repercusiones institucionales. No obstante, al día siguiente, "el perro" fiel publicó en Página 12 la lista de los comensales. El episodio, por trivial que parezca, tiene algún significado. Por lo pronto, que el gobierno se ha dejado ganar por la teoría conspirativa que, a su vez, denuncia el miedo atávico de estos setentistas que en su momento se consideraron con derecho a la revolución a sangre y fuego. Además se deja ver que el aparato manejado por los que fueron jefes de inteligencia de Mntoneros funciona bien aunque sea torpe. Entre risible y sugestivo el caso refleja, en el fondo, una debilidad honda de una estructura que hace ruidos por todos lados.

EL GRANADERO FELÓN
Sin embargo el punto fuerte de Kirchner reside en la despreciable fragilidad de sus jefes militares. Bendini, por ejemplo, acompaña -al parecer con gusto- la decadencia general como se comprobó el 25 de Mayo en el que mandó los músicos de Granaderos a tocar entre Charly García (que, prestamente drogado, terminó rompiendo su guitarra en medio los rugidos del público) y delmás especímenes del rock nacional (Si es que puede haberlo) canciones extraídas del repertorio bailantero. El que conducía la banda (al fin y al cabo un militar queremos crer) se empezó a mover con conrtorciones impropias de un guerrero. No improvisó ni desobedeció: quien le dio la orden de proceder de esa manera no solo ridículo no indecorosa e indigna de uniforme que nació con la patria. Quizá otro episodio menor pero revelador del proceso de descomposición que aqueja al país bajo los
azotes de la democracia de quierda que se nos ha trepado, es casual que estas cosas suceda puesto que la izquierda busca y necesita lo peor, lo plebeyo, lo más bajo, lo feo y desagradable. No soporta la solemnidad ni los buenos modales. Es su forma de mostrarse transgresora y de igua-lar sin perjuicio de cuidar esmera¬damente las desigualdades que benefician a sus cabezas.

UNA BROMITA PARA STORNELLI
El fiscal Stornelli, ganándose las iras del presidente, dio el paso siguiente necesario después que el propio Kirchner y varios de sus ministros informaron de un complot contra la estabilidad institucional. El funcionario -por lo menos uno en la caterva de miembros del ministerio público que están lejos de cumplir con sus deberes- hizo lo que correspondía: pedir la intervención judicial ante la comisión de un delito denunciado, nada menos, que por el primer magistrado. Por supuesto, como todo el mundo dio por sentado desde el comienzo, se trató de una farsa; una farsa torpe, un manto de humo levantado para atraer a algún distraído y tapar los problemas reales del país. La simple presentación del fiscal dejó al desnudo la patraña, fue como si el Jefe de Estado quedara preso de sus palabras. Fue tal su indignación que sólo le faltó agregar ¿cómo se pudo tomar en serio? ¡Si se trataba de una broma propia de la picaresca criolla! Un poco gastada pero se la creyó viable. Ni qué decir que todo terminará en las diligentes manos de Bonadío que para abrir y cerrar sus cajones es mandado a hacer.

PIQUETEROS CON SALVOCONDUCTO
En su afán por construir su poder -o al menos, su apariencia-Kirchner ha decidido financiar a unos piqueteros, los D'Elía, para formar un nuevo partido político. Hay aquí una primera contradicción porque los piqueteros nacieron para el reclamo por la acción directa, por fuera del sistema de partidos y sin función representativa a cumplir. Porque, aunque ellos se atribuyeran la representación del segmento social preferido (los desocupados, los villeros, los barrios, los jubilados y un etcétera sólo acotado por la imaginación) en la realidad no eran más que ellos mismos. Hacían y hacen mucho ruido, ocupan muchos espacios y atosigan al ciudadano común con esa prepotencia que traen del ideologismo del que provienen. Ahora un grupo se ordena como oficialista, concretamente como su previsible equipo de choque. Dos dificultades les surgirán de inmediato; una sus relaciones con los otros energúmenos contestatarios que han hecho de la agresión su modus operandís, otro cómo compatibilizarán su espíritu de reclamo y de transgresión -basado en un programa radicalizado aunque ilusorio- con la ubicación al lado del gobierno, lo que algunas concesiones les costará. Sombras de las mitológicas milicias populares con las que se embriagaron los ideólogos de la juventud de Kirchner, esta fracción desprendida de la izquierda más bullanguera tendrán a su cargo la tarea de encarnar multitudinariamente -por pequeña que sea esta muchedumbre a sueldo- la presencia oficialista en las calles. Cubrirán ese lado entre místico y revoltoso, entre mediático y clamoroso que la izquierda -aun cuando haya llegado al poder-gusta y necesita. Es la forma encontrada por Kirchner y sus limitados estrategas para mantener la calle.

AL SERVICIO DEL FMI
Otro propósito del presidente -como una secuela consuelo de sus juveniles ímpetus revolucionarios-es destruir el Estado de derecho.

 https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM4vrDR-2u4NfTAVLPRrlQ5c3YI8YD69niHL2xSgI3Hu83PYhRhgTIuO2qM-OgRrku-VVJs84eJK1mkNSIEjETLA25wWMpR2RCrf82FhbdkiBLivPpyK9pSPKq4X3uCkHQ3NQ5ntx8BFY/s400/Kirchner-Duhalde-Palito+Ortega-Busti-Ruckauf-en-campa%25C3%25B1a.jpg
 Por el momento lo ha deteriorado lo suficiente como para llevar al país al borde de la anarquía. Si le impone una sanción a un general porque tiene la osadía de pedir que los militares presos por su orden puedan pasar las fiestas de fin de año en sus casas, no se comprende por qué permite que las huestes del hampa de Castells arrojen bombas contra el edificio de Repsol, ocupen sus instalaciones y secuestren a sus empleados como modo de negociar la entrega de garrafas (de zarpazos como éste es de lo que viven el líder trotskista y sus allegados) Con este criterio de justicia el estado argentino -que sanciona lo pequeño y lo inocente y resguarda las tropelías- se vuelve más y más desconfiable. A pesar de que el gobierno montonero que se nos encaramó en el poder, ceda una a una a todas las exigencias del FMI. Ha enviado al congreso el proyecto de la llamada ley de responsabilidad fiscal que junto con la de coparticipación federal son los dos próximos objetivos que nuestro "amigo" en el organismo Rodrigo Rato se ha propuesto.

LA FARSA MISMA
Kirchner, como lo sospechamos desde el principio, es un gran farsante. Ahora, después de haber bramado ante micrófono que se le pusiera delante lo contrario, ha empezado a considerar la posibilidad de mejorar la oferta a los acreedores en default. En realidad siempre estuvo dispuesto a acatar las consignas del FMI, como el aumento de tarifas, el superávit del 3% (que va a ser superado lo que nos permite sospechar que era lo pactado en letra chica y clandestina), el ajuste que jamás será reconocido a costa de los ingresos fijos de los argentinos, el pago a los bancos obligados a la devolución de los depósitos, nuevas contrataciones con las empresas de servicios públicos y todos los demás requisitos exigidos por las centrales del dinero. No por nada el presidente del Banco Mundial elogió la gestión de este Kirchner que sólo tiene izquierda para los derechos humanos. Para dolor y desconcierto de las iz-quierdas, como la de Le Monde, que deberá exprimir su imaginación para seguir explicando y justificando a este gobierno nacido de su útero y del que tendrán que hacerse responsables alguna vez.

INEPTITUD
Con trágica y cómica inoportunidad el ministro Beliz anunció -más estúpido que triunfante- que había bajado el nivel del delito, el mismo día en que asaltaron al presidente del Banco Central. Luego la ola de crímenes, especialmente secuestros, se multiplicó hasta el descontrol como nunca antes. Está claro a esta altura que los dos responsables máximos de la seguridad en la Argentina -el nombrado Beliz y su socio Quantinno están a la altura de las exigencias. No sólo permiten con expresa solicitud que los maricones atrepellen con sus procacidades la Catedral -que, según dicen ellos, es la de su religión-, embadurnen las paredes del Cabildo, tomen por asalto el edificio de Repsol, los piqueteros clausuren las calles y destruyan automóviles; esto, con ser gravísimo, responde a un cálculo (miserable) que los lleva a aplicar una ley tuerta (prescindamos que en su caso hay un evidente incumplimiento de los deberes del funcionario público); pero de hecho lo que ocurre es que la ordalía surgida del hampa se expande sin límites y ellos son incapaces de detenerla. No hablemos de Eduardo Luis Duhalde, que está para permitir todo (y ni lo hagamos de cuando llegue Righi a la Procuraduría: los delincuentes de ayer no dejan de serlo hoy y es comprensible que se apañen) La sociedad está indefensa mientras los responsables del orden se pierden en metrículas, estadísticas, mapas del delito y escapismos semejantes. En tanto el gobierno mira estupefacto lo que ocurre, imposibilado de negarlo ni de ocultarlo, todos nos sabemos, como nunca cantes víctimas potenciales de un hampa que se sabe impune por tolerencia, complacencia o por ineptitud.

EL LIBERALISMO ES PECADO
Hay algo que nadie puede negar, excepto como veremos, los liberales que más bien prefieren simularlo. Es la situación de en que se encuentra el país debido principalmente a la economía que ellos aplicaron con saña durante más de una década y que volverían a hacer si tuvieran oportunidad con el mismo fiero dogmatismo de  entonces, que aunque conviene aclararlo, el sistema continúa bajo otro discurso, un solo dato basta para acreditar su perversidad: en la década ( 70 y en medio de los peores vaivenes de la política, la desocupación no llegaba a los dos dígitos hoy después de haber atravezado el infierno liberal (cuyos doctrinarios persisten en presentar el paraíso) las cifras se pierden a punto que nadie sabe a cierta cierta cuánta es la gente que está en la pobreza, cuanta en la indigencia ni cuánta tiene en realidad trabajo. Ante este panorama atroz evidencian los ideólogos como Fridman optaron por contratacar repitiendo sus manuales y reiterando sus lugares comunes si todo hubiere salido según ellod lo previeron con científica certeza. Juan Alemán escribe sueltamente y cerrrando los ojos que "el estado es intrínsecamente ineficiciente olvidando convenientemente la experiencia histórica es o ferrocarril del Estado, YPI del estado, Vialidad Nacional o varias más fueron y son ejemplo de lo que un Estado en manos dignas y decentes puede llegar a hacer. Se vanagloria con indiferencia del hecho horrible que cuando las empresas se privatizaron "quedaron fuera mas de 150.000 agentes a pesar que luego se expandieron". Sólo se puede razonar así desde el egoismo capitalista del siglo XIX y renunciando a las obligaciones que la política coloca en cabeza de sus titulares. Las consecuencias -ciudades fantasmas, negociados en la exportación, oligopolios en manos privadas que marcan el ritmo de la producción, desintegración de las economías regionales- no le importan ni las menciona. Por su parte, Alberto Benegas Lynch no se atreve a defender el menemismo -éxtasis, concreción y culminación del liberalismo añorado y lo acusa de que "había corrupción e impunidad, se desvirtuaban lo institucional y la ética...", lo cual, como a todos les consta, es certísimo. Pero este infatigable liberal se conforma con esto y omite que ese gobierno corrupto e impune fue profundamente liberal y llevó a la práctica sus recetas de la única forma que le fue posible, que era la peor, y con funcionarios convictamente liberales. Ante lo que hemos sufrido, estamos sufriendo y nos falta por sufrir, los argentinos deberíamos empezar a sospechar que lo intrínsecamente malo y perjudicial es el liberalismo económico, político y filosófico. Ahora, como dirigiéndose a un hato de imbéciles o de desmemoriados, los comunicadores liberales nos vuelven a pintar con rosadas pinceladas el programa que automáticamente nos enviaría al envidiable primer mundo como si lo acaecido no hubiera acaecido o que hubiera sido un traspié debido a un gnomo cruel y burlón llamado Menem.

ZOOLOGÍA Y POLÍTICA
La política se relaciona con todo; en el caso especial de la Argentina actual con la zoología no sólo por la cantidad de animales (treparadores, alimañas, ofídicos, algunos carnívoros si llega el caso, todos bípedos) que la recorren sino porque su aspecto y envergadura los identifica y hasta define con alguno. Por ejemplo "el perro" Verbitsky es, quizá, el que mejor hace honor a su apodo: es descendiente de lobo pero domesticado y castrado. Por su parte Kirchner se enorgullece del que le pusieron algunos guasos porteños, el de "pingüino". Pero aquí se equivocan porque hemos tomado noticia que el pingüino es un ave que todavía puede volar pero que pertenece al hemisferio norte; en cambio el que habita en el sur se llama, con indudable más propiedad, "pájaro bobo", que no vuela sino que se mueve rastreramente por el suelo, con ese tranco ridículo -el del que está camino a su regresión- que todos le conocemos. •