Intro
Hará menos de un mes, el ex presidente Carlos Menem, aseguraba ante la justicia federal y los medios, tener pruebas ciertas de que su hijo, Carlitos, había sido asesinado y saber la identidad de sus autores y el móvil del magnicidio. Pedía al actual presidente de la República, Mauricio Macri, se levantará el secreto de Estado que le impedía hablar, ya que sus dichos iban a implicar a una potencia extranjera, con todo lo que esto supone, incluso, la ruptura de relaciones diplomáticas. El juez de la causa, Villafuerte Russo, en tal sentido, le solicitaba al Presidente Macri el desbloqueo del protocolo de confidencialidad, pedido que a la fecha no ha sido respondido. Llama la atención la demora en tal sentido, cuando con temas menores, como puede ser la presencia del actual Presidente en una empresa off shore, su respuesta no sólo ha sido inmediata sino también mediática. Volvemos a reiterar el tema de fondo, el asesinato de un hijo de un Presidente constitucional en ejercicio de sus funciones. Por agentes de una potencia foránea. El silencio de los medios, desde entonces, era idéntico. Importaban mucho más los dichos de un viajante dedicado al lavado de los dineros mal habidos, que los de un ex Presidente de la República que declaraba saber de la identidad de los asesinos de su hijo.
Casualidades,
raras coincidencias, la fútil excusa de que las coyunturas perviven
para evadirnos de la historia sustantiva. No podemos ser categóricos en
esto. Lo concreto, es que una investigación surgida de un supuesto
arrepentido, "John Doe", esto es, un agente de inteligencia infiltrado,
desataba una conmoción mediática mundial, los Panamá Papers, dirigida
deliberadamente a socavar la figura de el único líder que ha enfrentado
al Nuevo Orden Mundial, mal que nos pese, Vladimir Putin, investigación
fogoneada por el clan Rothschild y operada por un consorcio
internacional de periodistas de investigación (sic), clan mega brooker
de los neo paraíso fiscales de Nebraska y Dakota, en USA, en detrimento
de la cálida plaza panameña, ya nunca más segura, confiable, con la
curiosidad de la puesta en foco de un estudio jurídico de un socio
alemán, hijo de un SS, nada menos, y un socio local, novelista y amigo
de Kadafi y Sadam Hussein, válgame Dios.
Esa batifondo mediático, en donde todos son acusados sin ton ni son, no es delito tener cuentas bancarias ni abrir empresas off shore en paraísos fiscales, digamos, viene a ser la quinta esencia del capitalismo, y, seamos sinceros, acá se está discutiendo cualquier cosa menos la matriz espúrea de la plusvalía, se levantaba una colosal cortina de humo, que, por esas casualidades de la letra chica, sacaba del foco a un ex Presidente que pedía autorización al actual Presidente, para poder hablar, decir la verdad sobre los asesinos de su hijo. Nada menos. Con la paradoja sustancial de que el Presidente al cual se le había pedido autorización para hablar, era mencionado más de una vez en esos papeles panameños. Caramba.
La pregunta que uno se hace es la siguiente. Si existe un candado tan brutal como para amordazar a un ex Presidente, qué nos queda entonces a los ciudadanos de a pié, los que en su inmensa mayoría, no hemos tenido un micrófono o una cámara enfrente en toda nuestra vida. Mudos de nacimiento, podría decirse. Y cómo se rompe tal cerrojo, es esto posible, cuando está en la naturaleza humana la condición política, y, la política no puede ser otra cosa, en su expresión racional, genuina, que la conversación colectiva de temas importantes. Hago una síntesis de los maestros Platón y Aristóteles en esta definición dialéctica. 2500 años de filosofía occidental la avalan.
Eso es la política, no los panelistas de Intratables o los supuestos sabihondos de Alejandro Fantino, o los exabruptos dibujados o calcados en las redes sociales. La política es algo que hoy día no existe. Menos, mucho menos, un staff de gerentes de multinacionales coordinados por un mánager en comunicación ecuatoriano; o una asociación ilícita dedicada a montar un relato surrealista en donde el narco viene a reemplazar a las guerrillas tropicales y el saqueo del erario público es una suerte de salvoconducto para solventar una revolución de pacotilla. Con compañeros de ruta tan sorprendentes como el Partido Comunista, autor del único asesinato del 17 de octubre de 1945, Darwin Passponti cae ante las balas que salen del diario Crítica en Av. de Mayo, desde los pisos bajos, copados por militantes del PC armados con ametralladoras ante la amenaza de la horda fascista; cómplices del golpe gorila de 1955, y del golpe de 1976 y la dictadura sangrienta, conforme los protocolos de la URSS a la cual entonces se reportaban, principal comprador de los granos del campo argentino de entonces. PC hoy devenido en Nuevo Encuentro, promotor de un delirante Frente Nacional desde su "radio rebelde". La capacidad de asombro de un argentino más menos informado pareciera no tener límites, ante tales arrebatos de amnesia colectiva; de descaro. De fascismo.
Esa batifondo mediático, en donde todos son acusados sin ton ni son, no es delito tener cuentas bancarias ni abrir empresas off shore en paraísos fiscales, digamos, viene a ser la quinta esencia del capitalismo, y, seamos sinceros, acá se está discutiendo cualquier cosa menos la matriz espúrea de la plusvalía, se levantaba una colosal cortina de humo, que, por esas casualidades de la letra chica, sacaba del foco a un ex Presidente que pedía autorización al actual Presidente, para poder hablar, decir la verdad sobre los asesinos de su hijo. Nada menos. Con la paradoja sustancial de que el Presidente al cual se le había pedido autorización para hablar, era mencionado más de una vez en esos papeles panameños. Caramba.
La pregunta que uno se hace es la siguiente. Si existe un candado tan brutal como para amordazar a un ex Presidente, qué nos queda entonces a los ciudadanos de a pié, los que en su inmensa mayoría, no hemos tenido un micrófono o una cámara enfrente en toda nuestra vida. Mudos de nacimiento, podría decirse. Y cómo se rompe tal cerrojo, es esto posible, cuando está en la naturaleza humana la condición política, y, la política no puede ser otra cosa, en su expresión racional, genuina, que la conversación colectiva de temas importantes. Hago una síntesis de los maestros Platón y Aristóteles en esta definición dialéctica. 2500 años de filosofía occidental la avalan.
Eso es la política, no los panelistas de Intratables o los supuestos sabihondos de Alejandro Fantino, o los exabruptos dibujados o calcados en las redes sociales. La política es algo que hoy día no existe. Menos, mucho menos, un staff de gerentes de multinacionales coordinados por un mánager en comunicación ecuatoriano; o una asociación ilícita dedicada a montar un relato surrealista en donde el narco viene a reemplazar a las guerrillas tropicales y el saqueo del erario público es una suerte de salvoconducto para solventar una revolución de pacotilla. Con compañeros de ruta tan sorprendentes como el Partido Comunista, autor del único asesinato del 17 de octubre de 1945, Darwin Passponti cae ante las balas que salen del diario Crítica en Av. de Mayo, desde los pisos bajos, copados por militantes del PC armados con ametralladoras ante la amenaza de la horda fascista; cómplices del golpe gorila de 1955, y del golpe de 1976 y la dictadura sangrienta, conforme los protocolos de la URSS a la cual entonces se reportaban, principal comprador de los granos del campo argentino de entonces. PC hoy devenido en Nuevo Encuentro, promotor de un delirante Frente Nacional desde su "radio rebelde". La capacidad de asombro de un argentino más menos informado pareciera no tener límites, ante tales arrebatos de amnesia colectiva; de descaro. De fascismo.
Uno
Continuamos
con esta sorprendente cronología. 24 de marzo, 40º aniversario del
golpe que destituyera a un Presidente constitucional que aún no tiene su
estatua, modesto busto de yeso, en la Casa de Gobierno. No existió
nunca el gobierno de Isabel Perón, otro ex Presidente confinado en el
silencio, la mudez, el mutismo absoluto. ¿Por decisión propia?, no lo
sabemos. En el matutino La Nación de ese día, en un extenso e
interesante reportaje, habla quien fuera su secretario privado y
secretario legal y técnico de su presidencia, el Dr. Julio González.
Entre tantas otras cosas, Julio González revela una charla, mejor dicho,
un conversación a viva voz, a los gritos, que sostiene con el jefe de
la SIDE, servicio de Inteligencia del Estado, con el general Otto
Paladino. La copio textualmente, porque no tiene desperdicio y es una
revelación histórica.
"Ese día a las diez de la noche vino a mi despacho el general Otto Paladino, jefe de la SIDE puesto por Videla. Me dice: esto no va más doctor, el gobierno no hace nada contra la subversión. Entonces le digo que no era así, que se había dictado leyes para enfrentar los problemas de la subversión siempre en el marco constitucional. Y me dijo que eso no servía. Entonces perdí los estribos y lo increpé: ¿me puede decir dónde está el coronel Jorge Montiel? Se lo pregunté porque Montiel era el secretario de la SIDE y hacía varios meses que había desaparecido. A mediados del 75, Montiel me había confesado que tenía información de que oficiales de las Fuerzas Armadas tenían contacto con las cúpulas guerrilleras para desestabilizar al gobierno. Y me dijo que al día siguiente iba a dar a la prensa los nombres y los rangos para desbaratar la maniobra. La última noticia que hubo de Montiel fue de ese día siguiente. A las 8 de la mañana, junto al teniente coronel Martín Rico, salieron del comando general del Ejército y tomaron un taxi. Nunca más de supo de ellos hasta el día de hoy. Por eso le pregunté a Otto Paladino qué sabía de Montiel. Calló porque sabía". Al final de la nota transcribo el reportaje completo, imperdible. (1)
Por primera vez, en cuarenta años, alguien con semejante autoridad y responsabilidad en su cargo, nos habla de los contactos entre oficiales de la FFAA y la guerrilla, urdiendo un golpe que se había dictado desde una potencia extrajera, puntualmente, Gran Bretaña. Vamos a tomar un vaso de agua, porque sino esta nota se torna agobiante, síndrome que predispone al síntoma del silencio, de la mudez, del mutismo que nos amordaza desde hace demasiado tiempo.
Podemos decir entonces, que el Coronel Jorge Montiel es el primer desaparecido de la dictadura, hecho ocurrido a mediados de 1975, nueve meses antes del golpe militar, supuestamente, junto con el Tte. Cnel. Martín Rico. Será posible que tuvieran que pasar cuatro décadas, para que un hombre con la investidura del Dr. Julio González, allá entonces, pudiera sacar a luz semejante revelación. No, el nombre del Coronel Jorge Montiel no figuró nunca en los listados de la Conadep, ni mucho menos está su nombre grabado en los muros del Parque de la Memoria, en la Costanera Norte. Y será posible que este testimonio no haya levantado ni la más mínima resonancia. Lo único que recuerdo, de esa noche, en ese boudeville, reality político que viene a ser Intratables, hasta ahí llega nuestra cultura política mediática hoy día, es escuchar a un escritor bastante vedette, coleccionista de motos caras, referirse a un dicho de Estela Carlotto, otra voz sagrada del parnaso de los Derechos Humanos, la cual declaraba que la única guerra entre 1976 y 1983 había sido la guerra de Malvinas, más allá, acotaba atrevido Andahazi, que un supuesto "ejército montonero", le hubiera declarado la guerra a un gobierno constitucional entonces. Y sí, sin querer queriendo, el escritor planteaba una contradicción nada menor antes tres cámaras, en vivo.
Ese fugaz dislate, a ver, desubicada apostilla de un hombre de letras, un ficcionador, disparó de su silla a un hombre del staff permanente de lo políticamente correcto, el periodista Horacio Embón, -hombre al servicio del sionismo de toda la vida-, que fuera de sí, sacado por la cólera, arremetió contra el literato en muy malos términos, lo desafío como si éste no supiera de qué hablaba y le "estaba tomando el pelo", al tiempo que se trenzaba sin respuesta con una periodista ultra K, esos son los juegos que propone el montaje del reality, pseudo enfrentamientos de opuestos, a la cual la hostigaba con el apellido del ideólogo del populistmo posmoderno, "dale, Lacló", para levantarse sin más explicaciones, arrancarse el micrófono e irse con el programa emitiendo en vivo.
Embón sabía que no podía quedarse en ese auditorio en silencio, cuando un ignaro de los pactos del silencio como Andahazi, había osado nombrar a un autodenominado "ejército montonero" que le había declarado a la guerra a un gobierno constitucional, nada más cierto, con el agravante de que esa guerra había sido operada por oficiales de inteligencia del Ejército Argentino y la Marina de Guerra. O, en el caso puntual y revelado del Perro Verbitsky, como un enlace entre la inteligencia de montoneros y su rol de doble agente, británico y de la inteligencia de la Fuerza Aérea.
Los que nos hemos tomado el trabajo de investigar estas cosas durante años, sabemos que una semana antes del golpe, en un fallido atentado contra Videla, en el Comando en Jefé del Ejército, atentado dirigido por ese oficial de inteligencia de montoneros, Horacio Verbitsky, deliberadamente fallido, en el ataque muere el camionero Blas García, sin ningún hito recordatorio a la fecha, con su camión pasa e impide que la onda expansiva de la bomba vietnamita impacte en un transporte escolar que pasaba frente a la sede del EA en ese trágico momento, digo, atentado que marca la cuenta regresiva del golpe, nunca montoneros se había atrevido a tanto, fracasando, fiel a su estilo de guerrilla urbana básicamente errática, dando pié a un golpe esperado por todos, recordemos que quince días antes del golpe, en la portada del periódico del Partido Comunista, Nuestra Palabra, se proponía un gabinete cívico-militar sin miramientos.
Faltaban meses y un año para que terminara el mandato constitucional de Isabel Perón y se llamaría a elecciones. El fallido atentado del hombre gris de la inteligencia de montoneros, luego de que fuera entregado por la conducción de la organización armada a una brigada de la marina, su antecesor, Rodolfo Walsh, levantando un pullover rojo mucho antes de tiempo, no era otra cosa que el signo que esperaba la cúpula militar para ejecutar las órdenes emitidas desde Londres. Derrocar a una mujer, que muy bien asesorada por el Dr. Julio González, había tenido la osadía de ordenar que un buque espía británico fuera cañoneado por un destructor de la Armada, en proximidades de Malvinas, y , que con un profundo sentido nacional, había nacionalizado todas las estaciones de servicio de país, nada más parecido al primigenio Plan Mosconi. El interés de los británicos por una de las principales reservas petroleras del planeta ya iba in crescendo para ese entonces. Nunca iba a imaginar Gran Bretaña que esos militares golpistas, años más tarde, luego de fracasar todas las rondas de negociación que se sucedían desde hacía década y media, al límite de cumplirse 150 años de la usurpación del territorio nacional, esto avalaría una ocupación de hecho, decidieran recuperar las islas militarmente y enfrentarlos en una batalla queperdieron por la entrega de un General Menéndez tan cobarde como traidor. Así las cosas, calladas, silenciadas, negadas, tergiversadas hasta el paroxismo.
De esto hace largos nueve años. Se cumplían 25 años de Malvinas, y, este blog, ¿será posible?, ya molestaba. Linares molestaba. Linares hablaba y decía, más menos bien, lo que casi nadie se atrevía ni a balbucear. Comunicaba de lo lindo. Me llama por teléfono un día antes la producción radial de un programa de un notorio mediático de estos días, hombre a sueldo del Grupo, dedicado justamente a denunciar al oficial de inteligencia, agente doble (triple agente en mi afinada puntería), Horacio Verbitsky, me llaman de la producción de Gabriel Levinas, para coordinar una nota que se me haría al día siguiente. Levinas, un mercenario con supuesto pensamiento propio, me desafiaba, a él le parecía interesante debatir con alguien que pensaba distinto sobre el conflicto militar con el invasor colonial británico. Le atajo y le aviso que ni se le ocurra vincularme como un simpatizante de la dictadura militar, nada más lejos de mí. Se asusta un poco ante mi tono y me dice que todo bien, lo vamos a hacer al reportaje, salimos al aire en vivo. Esto un día antes. Esa mañana, la del 2 de abril de 2007, por esas cosas raras de la vida, un ex combatiente tucumano, el soldado Silvano Décima, declara haber sido violado luego de rendirse, por parte de oficiales y suboficiales británicos, así como otros compañeros de su compañía, declara a su vez, que hubo compañeros de él que no sólo habían sido violados, sino también fusilados de un disparo en la nuca, de rodillas, desnudos. Esto se emitió por canal 9 ese mediodía. Por supuesto que Levinas, un mercenario a sueldo, hombre del rebaño, políticamente correcto salvo que se le pague, nunca me hizo la nota de marras. Ni falta que hacía darle encima un micrófono a Linares, cruz Diablo. Así las cosa, en el país de los silencios.
Eso sí, valga la paradoja, los mercaderes de los DDHH liderados por los Kirchner, editados por Horacio Verbitsky, el doble agente, no tenían empachos en seguir con el armado de causas contra oficiales del Ejército Argentino, oficiales y suboficiales, acusados de estaquear a unos pobres e indefensos soldaditos que habían dejado sus puestos de combate, para ir a robar ovejas inglesas y manducarlas, pobres, siendo como es que en esos casos, la pena es la máxima, el fusilamiento, dado que en la línea de combate, el encendido de un fuego para hacer un asadito, bate la posición al enemigo, acarreando fuerte lluvia de fuego de artillería enemiga.
Nunca los mercaderes de los DDHH tomaron en cuenta los testimonios desgarradores del soldado tucumano Silvano Décima, quien, sollozando, se había quebrado, para confesar que le habían costado esos 25 años poder romper la mordaza inaudita que lo dejaba mudo; inaudito era el relato de un hombre con sus años, más de cuarenta, contando cómo había sido violado en una trinchera helada. Para nada le había servido confesarse ante una cámara. Sus asesinos nunca fueron demandados ante un Tribunal de Guerra Internacional por crímenes de guerra imprescriptibles. Tal la pena de quienes osan hablar y romper los duros pactos de silencio, de este país, de este colonia enmudecida. Un silencio aún más desolador e insoportable. El destierro cívico dentro de la propia tierra. Silencio poblado de alaridos. El país de los silencios. En país de los muertos vivos. Por algo te habrán violado, faltaba decirle.
"Ese día a las diez de la noche vino a mi despacho el general Otto Paladino, jefe de la SIDE puesto por Videla. Me dice: esto no va más doctor, el gobierno no hace nada contra la subversión. Entonces le digo que no era así, que se había dictado leyes para enfrentar los problemas de la subversión siempre en el marco constitucional. Y me dijo que eso no servía. Entonces perdí los estribos y lo increpé: ¿me puede decir dónde está el coronel Jorge Montiel? Se lo pregunté porque Montiel era el secretario de la SIDE y hacía varios meses que había desaparecido. A mediados del 75, Montiel me había confesado que tenía información de que oficiales de las Fuerzas Armadas tenían contacto con las cúpulas guerrilleras para desestabilizar al gobierno. Y me dijo que al día siguiente iba a dar a la prensa los nombres y los rangos para desbaratar la maniobra. La última noticia que hubo de Montiel fue de ese día siguiente. A las 8 de la mañana, junto al teniente coronel Martín Rico, salieron del comando general del Ejército y tomaron un taxi. Nunca más de supo de ellos hasta el día de hoy. Por eso le pregunté a Otto Paladino qué sabía de Montiel. Calló porque sabía". Al final de la nota transcribo el reportaje completo, imperdible. (1)
Por primera vez, en cuarenta años, alguien con semejante autoridad y responsabilidad en su cargo, nos habla de los contactos entre oficiales de la FFAA y la guerrilla, urdiendo un golpe que se había dictado desde una potencia extrajera, puntualmente, Gran Bretaña. Vamos a tomar un vaso de agua, porque sino esta nota se torna agobiante, síndrome que predispone al síntoma del silencio, de la mudez, del mutismo que nos amordaza desde hace demasiado tiempo.
Podemos decir entonces, que el Coronel Jorge Montiel es el primer desaparecido de la dictadura, hecho ocurrido a mediados de 1975, nueve meses antes del golpe militar, supuestamente, junto con el Tte. Cnel. Martín Rico. Será posible que tuvieran que pasar cuatro décadas, para que un hombre con la investidura del Dr. Julio González, allá entonces, pudiera sacar a luz semejante revelación. No, el nombre del Coronel Jorge Montiel no figuró nunca en los listados de la Conadep, ni mucho menos está su nombre grabado en los muros del Parque de la Memoria, en la Costanera Norte. Y será posible que este testimonio no haya levantado ni la más mínima resonancia. Lo único que recuerdo, de esa noche, en ese boudeville, reality político que viene a ser Intratables, hasta ahí llega nuestra cultura política mediática hoy día, es escuchar a un escritor bastante vedette, coleccionista de motos caras, referirse a un dicho de Estela Carlotto, otra voz sagrada del parnaso de los Derechos Humanos, la cual declaraba que la única guerra entre 1976 y 1983 había sido la guerra de Malvinas, más allá, acotaba atrevido Andahazi, que un supuesto "ejército montonero", le hubiera declarado la guerra a un gobierno constitucional entonces. Y sí, sin querer queriendo, el escritor planteaba una contradicción nada menor antes tres cámaras, en vivo.
Ese fugaz dislate, a ver, desubicada apostilla de un hombre de letras, un ficcionador, disparó de su silla a un hombre del staff permanente de lo políticamente correcto, el periodista Horacio Embón, -hombre al servicio del sionismo de toda la vida-, que fuera de sí, sacado por la cólera, arremetió contra el literato en muy malos términos, lo desafío como si éste no supiera de qué hablaba y le "estaba tomando el pelo", al tiempo que se trenzaba sin respuesta con una periodista ultra K, esos son los juegos que propone el montaje del reality, pseudo enfrentamientos de opuestos, a la cual la hostigaba con el apellido del ideólogo del populistmo posmoderno, "dale, Lacló", para levantarse sin más explicaciones, arrancarse el micrófono e irse con el programa emitiendo en vivo.
Embón sabía que no podía quedarse en ese auditorio en silencio, cuando un ignaro de los pactos del silencio como Andahazi, había osado nombrar a un autodenominado "ejército montonero" que le había declarado a la guerra a un gobierno constitucional, nada más cierto, con el agravante de que esa guerra había sido operada por oficiales de inteligencia del Ejército Argentino y la Marina de Guerra. O, en el caso puntual y revelado del Perro Verbitsky, como un enlace entre la inteligencia de montoneros y su rol de doble agente, británico y de la inteligencia de la Fuerza Aérea.
Los que nos hemos tomado el trabajo de investigar estas cosas durante años, sabemos que una semana antes del golpe, en un fallido atentado contra Videla, en el Comando en Jefé del Ejército, atentado dirigido por ese oficial de inteligencia de montoneros, Horacio Verbitsky, deliberadamente fallido, en el ataque muere el camionero Blas García, sin ningún hito recordatorio a la fecha, con su camión pasa e impide que la onda expansiva de la bomba vietnamita impacte en un transporte escolar que pasaba frente a la sede del EA en ese trágico momento, digo, atentado que marca la cuenta regresiva del golpe, nunca montoneros se había atrevido a tanto, fracasando, fiel a su estilo de guerrilla urbana básicamente errática, dando pié a un golpe esperado por todos, recordemos que quince días antes del golpe, en la portada del periódico del Partido Comunista, Nuestra Palabra, se proponía un gabinete cívico-militar sin miramientos.
Faltaban meses y un año para que terminara el mandato constitucional de Isabel Perón y se llamaría a elecciones. El fallido atentado del hombre gris de la inteligencia de montoneros, luego de que fuera entregado por la conducción de la organización armada a una brigada de la marina, su antecesor, Rodolfo Walsh, levantando un pullover rojo mucho antes de tiempo, no era otra cosa que el signo que esperaba la cúpula militar para ejecutar las órdenes emitidas desde Londres. Derrocar a una mujer, que muy bien asesorada por el Dr. Julio González, había tenido la osadía de ordenar que un buque espía británico fuera cañoneado por un destructor de la Armada, en proximidades de Malvinas, y , que con un profundo sentido nacional, había nacionalizado todas las estaciones de servicio de país, nada más parecido al primigenio Plan Mosconi. El interés de los británicos por una de las principales reservas petroleras del planeta ya iba in crescendo para ese entonces. Nunca iba a imaginar Gran Bretaña que esos militares golpistas, años más tarde, luego de fracasar todas las rondas de negociación que se sucedían desde hacía década y media, al límite de cumplirse 150 años de la usurpación del territorio nacional, esto avalaría una ocupación de hecho, decidieran recuperar las islas militarmente y enfrentarlos en una batalla queperdieron por la entrega de un General Menéndez tan cobarde como traidor. Así las cosas, calladas, silenciadas, negadas, tergiversadas hasta el paroxismo.
De esto hace largos nueve años. Se cumplían 25 años de Malvinas, y, este blog, ¿será posible?, ya molestaba. Linares molestaba. Linares hablaba y decía, más menos bien, lo que casi nadie se atrevía ni a balbucear. Comunicaba de lo lindo. Me llama por teléfono un día antes la producción radial de un programa de un notorio mediático de estos días, hombre a sueldo del Grupo, dedicado justamente a denunciar al oficial de inteligencia, agente doble (triple agente en mi afinada puntería), Horacio Verbitsky, me llaman de la producción de Gabriel Levinas, para coordinar una nota que se me haría al día siguiente. Levinas, un mercenario con supuesto pensamiento propio, me desafiaba, a él le parecía interesante debatir con alguien que pensaba distinto sobre el conflicto militar con el invasor colonial británico. Le atajo y le aviso que ni se le ocurra vincularme como un simpatizante de la dictadura militar, nada más lejos de mí. Se asusta un poco ante mi tono y me dice que todo bien, lo vamos a hacer al reportaje, salimos al aire en vivo. Esto un día antes. Esa mañana, la del 2 de abril de 2007, por esas cosas raras de la vida, un ex combatiente tucumano, el soldado Silvano Décima, declara haber sido violado luego de rendirse, por parte de oficiales y suboficiales británicos, así como otros compañeros de su compañía, declara a su vez, que hubo compañeros de él que no sólo habían sido violados, sino también fusilados de un disparo en la nuca, de rodillas, desnudos. Esto se emitió por canal 9 ese mediodía. Por supuesto que Levinas, un mercenario a sueldo, hombre del rebaño, políticamente correcto salvo que se le pague, nunca me hizo la nota de marras. Ni falta que hacía darle encima un micrófono a Linares, cruz Diablo. Así las cosa, en el país de los silencios.
Eso sí, valga la paradoja, los mercaderes de los DDHH liderados por los Kirchner, editados por Horacio Verbitsky, el doble agente, no tenían empachos en seguir con el armado de causas contra oficiales del Ejército Argentino, oficiales y suboficiales, acusados de estaquear a unos pobres e indefensos soldaditos que habían dejado sus puestos de combate, para ir a robar ovejas inglesas y manducarlas, pobres, siendo como es que en esos casos, la pena es la máxima, el fusilamiento, dado que en la línea de combate, el encendido de un fuego para hacer un asadito, bate la posición al enemigo, acarreando fuerte lluvia de fuego de artillería enemiga.
Nunca los mercaderes de los DDHH tomaron en cuenta los testimonios desgarradores del soldado tucumano Silvano Décima, quien, sollozando, se había quebrado, para confesar que le habían costado esos 25 años poder romper la mordaza inaudita que lo dejaba mudo; inaudito era el relato de un hombre con sus años, más de cuarenta, contando cómo había sido violado en una trinchera helada. Para nada le había servido confesarse ante una cámara. Sus asesinos nunca fueron demandados ante un Tribunal de Guerra Internacional por crímenes de guerra imprescriptibles. Tal la pena de quienes osan hablar y romper los duros pactos de silencio, de este país, de este colonia enmudecida. Un silencio aún más desolador e insoportable. El destierro cívico dentro de la propia tierra. Silencio poblado de alaridos. El país de los silencios. En país de los muertos vivos. Por algo te habrán violado, faltaba decirle.
Dos
En
el año 2000, en el país de los silencios, en una causa judicial sobre
el origen fraudulento de la deuda externa, un juez federal, Jorge
Ballestero, fallaba luego de 18 años de investigaciones, promovidas por
el periodista Alejandro Olmos, declarando el carácter "ilegal,
ilegítimo, fraudulento e inmoral" de la deuda externa argentina,
ordenaba que el Congreso de la Nación, el poder del Estado con
jurisdicción conforme la Constitución Nacional para tratar asuntos de
deuda externa, decidiera qué hacer con la misma. Presidía la comisión de
asuntos constitucionales del Senado, entonces, una abogada exitosa
platense, era senadora nacional por la provincia de Santa Cruz. El fallo
del Juez Ballestero, difundido por los medios e informado en la
comisión por ella presidida, no tuvo tratamiento de ninguna índole en el
parlamento argentino hasta hoy día, abril de 2016; la salvedad, es que a
propósito del acuerdo con los fondos buitres, por primera vez en casi
dos décadas, es el congreso nacional quien delibera las formas de pago a
esa sabandija que se nos coló en las alpargatas; se pone fin a la
aberrante práctica impulsada desde el menemato a la fecha, esto es, el
estado permanente de emergencia económica y la delegación de
atribuciones parlamentarias en el Poder Ejecutivo; de más está decir que
el fallo de juez Ballestero no será tema para la gestión macrista.
En
diciembre de 2001, al asumir la presidencia el gobernador de San Luis,
Adolfo Rodríguez Saa, declaraba que la Argentina suspendía los pagos de
una deuda ilegítima, pedía se creara la comisión investigadora
legislativa solicitada por el Juez Ballestero un año antes, hasta que se
dictaminará qué parte de la deuda era legítima y qué parte no lo era,
nunca Rodríguez Saa dijo que la deuda no se iba a pagar. Un golpe
palaciego impulsado por el peronismo bonaerense de Eduardo Duhalde,
derrocaba a Rodríguez Saa en menos de una semana, en medio de una crisis
política, social, institucional, sin precedentes en la historia
argentina. Por supuesto que el gobierno de Duhalde continúa con el
compromiso colonial del sometimiento sin protesta para con el poder
financiero mundial, asumiendo el pago de la deuda fraudulenta, como
garantía de gobernabilidad, ante el chantaje internacional.
El
sucesor de Duhalde, Néstor Kichner, electo con menos del 22% de los
votos en una elección en donde la abstención había vuelto a batir
récords, o sea, gobierno sin sustento alguno de representatividad, asume
por sí mismo la negociación con los acreedores de la deuda externa,
ignorando de forma supina la Constitución Nacional y los expresos
poderes que esta sólo le otorga al Poder Legislativo, esto hace a sus
acuerdos nulos de nulidad absoluta, ratificando sin hesitar el megacanje
fraudulento del gobierno radical de Fernando Dela Rua, esto es, una
estafa en prejuicio del Estado nacional de 50 mil millones de dólares.
Para avalar este proceder espúreo, paga cash al FMI una deuda de 10 mil
millones de dólares.
A
partir de ese año, a la fecha, la Argentina sólo de servicios de deuda
externa, -fraudulenta, inmoral, ilegítima, ilegal-, cancela en 13 años
más de 250 mil millones de dólares, sin por eso morigerar la deuda de
capital en un céntimo, la cual supera los 300 mil millones de dólares.
En el país de los argentinos, en el país de los silencios, no es tema,
no se puede hablar de la deuda externa. En el ínterin, el gobierno de
aquélla presidente de la comisión de asuntos constitucionales del senado
del año 2000, asume como leit motiv y caballito de batalla de su relato
de épica de hojalata, la negativa al pago de los llamados fondos
buitres, conforme un fallo judicial de los tribunales de New York, que
el propio Néstor Kichner al renegociar la deuda en el año 2005 había
elegido. Patria sí, buitres no, corean militontos tan manipulados como
desinformados, con un lavado de cerebro que incluye tres horas diarias
de sonsonete uruguayo con voz engolada, esto es, comunismo champagne,
más tres horas vespertinas de propaganda política stanilista televisiva.
Esto no quita que el ministro de economía de la abogada exitoso, un neo
marxista montado en el pony de la soberbia y la caradurez más
desfachatada, hubiera negociado con el club de París el pago de una
deuda que se arrastraba desde tiempos de la dictadura militar, canceló
sin hesitar 9 mil millones de dólares, el trámite "existoso" le demandó
48 horas.
Nunca
nadie, a lo largo de la historia trágica de la deuda externa argentina,
pagó tanto como el gobierno "revolucionario" de los patagónicos. Nunca
nadie mintió tanto. Nunca nadie robó tanto. En ese silencio, en ese no
tema, en ese pánico oprobioso, tanto los gobernantes como los
opositores, hacen un frente común. Ese no tema, junto con los acuerdos
de paz de Madrid, firmados por Menem, Cavallo y Margaret Thatcher,
acuerdos tan espúreos como la deuda externa, ya que sólo el Congreso de
la Nación tiene potestad para rubricar acuerdos de paz, abroquelan a una
clase política tan corrupta como inepta, junto con comunicadores
sociales, intelectuales, artistas de variedades y botineras o
mediáticos. Nosotros, como acostumbramos, agregamos el no tema de las
implosiones de la embajada de Israel y la AMIA, los atentados
terroristas más brutales ocurridos en territorio nacional, a manos de
una potencia foránea, con sede en Tel Aviv; con el no tema colateral del
homicidio del Fiscal Nisman a manos de un equipo local de agentes del
servicio de inteligencia exterior de Israel, el Mossad.
No vamos a pecar de ingenuos, todo el mundo habla hoy día de la corrupción del gobierno populista, escandalosa corrupción, pero la justicia federal pone el foco en donde puede, o en donde la dejan, o en definitiva, en donde quiere. En donde le conviene. La causa que tramite el juez Bonadio no es un tema menor. Es una defraudación colosal y hay pruebas suficientes como para procesar a la ex presidente; no por asociación ilícita, eso sería un fallido jurídico, por defraudación al Estado; defraudación por 15 mil millones de dólares; al reverso, 10% más de pobres y una inflación galopante producto de la emisión monetaria desbocada de los populistas, con su cantinela de "activar" el consumo en el mercado interno. Pero es sólo la punta del ovillo. Otro tanto la operatoria de lavado de dinero de obra pública por parte de Lázaro Baéz, o Cristóbal López. La punta del ovillo es Telenoche investiga, o sea, el Grupo cuenta lo que quiere, apenitas, por voz de Lanata o de Carrió, los dos soberbios e iluminados gordos, da lo mismo.
De lo que nadie habla, no es tema, se silencia, cuando es un saqueo tan grosero y evidente que provoca náuseas. Estoy hablando del oro de los Kirchner, producto de las regalías de los yacimientos tan sólo en el territorio de su feudo, Santa Cruz, doce yacimientos mineros. La mitad de los que hay en todo el territorio nacional. De esos lingotes de oro no se habla. Insinuar ese saqueo es rozar los intereses de las multinacionales sajonas, la Barrick Gold es una más. Las retenciones que Macri les quita a las mineras al asumir su pálida gestión, eran entre el 5% y el 7%, nunca fiscalizados ni declarados, que, en la mayoría de los casos no iban a las arcas de los estados provinciales, aterrizaban por vía aéreo o por mar, en las bóvedas andinas de los Kichner. Copio mi aporte sobre el punto (Mapa del saqueo del oro argentino, investigación del año 2010 que debe de ser actualizada en las cifras), porque convengamos, algún día en el país de los silencios deberemos plantearnos los de a pié, los comunes, los pares, si no nos da la gana hacer política y refundar la patria, esto es, hacernos dueños de las riquezas que dejamos birlarnos impávidos, gracias al entente tácito de oligarquías gorilas y peronistas, que se lleven delante de nuestras narices, a costa de la indignidad y degradación de nuestros nietos y sus amigos de los barrios. Porque la contracara del país de los silencios, es el país de los justos, el país de los hermanos. El país de los amores en serio. (2)
No vamos a pecar de ingenuos, todo el mundo habla hoy día de la corrupción del gobierno populista, escandalosa corrupción, pero la justicia federal pone el foco en donde puede, o en donde la dejan, o en definitiva, en donde quiere. En donde le conviene. La causa que tramite el juez Bonadio no es un tema menor. Es una defraudación colosal y hay pruebas suficientes como para procesar a la ex presidente; no por asociación ilícita, eso sería un fallido jurídico, por defraudación al Estado; defraudación por 15 mil millones de dólares; al reverso, 10% más de pobres y una inflación galopante producto de la emisión monetaria desbocada de los populistas, con su cantinela de "activar" el consumo en el mercado interno. Pero es sólo la punta del ovillo. Otro tanto la operatoria de lavado de dinero de obra pública por parte de Lázaro Baéz, o Cristóbal López. La punta del ovillo es Telenoche investiga, o sea, el Grupo cuenta lo que quiere, apenitas, por voz de Lanata o de Carrió, los dos soberbios e iluminados gordos, da lo mismo.
De lo que nadie habla, no es tema, se silencia, cuando es un saqueo tan grosero y evidente que provoca náuseas. Estoy hablando del oro de los Kirchner, producto de las regalías de los yacimientos tan sólo en el territorio de su feudo, Santa Cruz, doce yacimientos mineros. La mitad de los que hay en todo el territorio nacional. De esos lingotes de oro no se habla. Insinuar ese saqueo es rozar los intereses de las multinacionales sajonas, la Barrick Gold es una más. Las retenciones que Macri les quita a las mineras al asumir su pálida gestión, eran entre el 5% y el 7%, nunca fiscalizados ni declarados, que, en la mayoría de los casos no iban a las arcas de los estados provinciales, aterrizaban por vía aéreo o por mar, en las bóvedas andinas de los Kichner. Copio mi aporte sobre el punto (Mapa del saqueo del oro argentino, investigación del año 2010 que debe de ser actualizada en las cifras), porque convengamos, algún día en el país de los silencios deberemos plantearnos los de a pié, los comunes, los pares, si no nos da la gana hacer política y refundar la patria, esto es, hacernos dueños de las riquezas que dejamos birlarnos impávidos, gracias al entente tácito de oligarquías gorilas y peronistas, que se lleven delante de nuestras narices, a costa de la indignidad y degradación de nuestros nietos y sus amigos de los barrios. Porque la contracara del país de los silencios, es el país de los justos, el país de los hermanos. El país de los amores en serio. (2)
Tres
Durante
la visita de Barak Obama para fines de marzo, se vivió una situación
patética que se ocultó, se intentó hacer pasar desapercibida. Al
ingresar en el espacio aéreo argentino, por razones de protocolo, el
avión presidencial norteamericano, debía de ser escoltado por una
escuadrilla de cazas argentinos; esto se hace en todos los países del
mundo. La práctica, tanto de protocolo como de seguridad, no podía
cumplimentarse por una razón de fuerza mayor, sí, suena ridículo, sería,
de fuerza menor. La Argentina no posee cazas de combate, ni siquiera
para una representación escenográfica, como esa. El único avión operable
era un Pucará, con una velocidad de crucero inferior a la del avión
presidencial norteamericano.
El
bochorno es lo que sigue. Se la pidió cobertura a la fuerza aérea
chilena, sí, es lo que estamos escribiendo, quien envió una escuadrilla
de F-16 para cumplir con la habitual custodia. A consuno de los Acuerdos
de Paz de Madrid firmados en 1991, a la fecha, secretos, eso sí que es
el país de los silencios, 22 años de gobiernos peronistas y 2 años de un
gobierno radical, dejaron a la Argentina inerme, sin Fuerzas Armadas,
sin fronteras que vigilar, de hecho, se ha vuelto hábito que la
Gendarmería Nacional, fuerza fundada para vigilar las fronteras, haya
sido afectada a tareas de seguridad interior, liberando el paso del NOA
para el desaforado narcotráfico propiciado por Evo Morales y sus
acólitos, esto incluye a Milagros Sala.
No
me distraigo. Hace poco más de un mes, se festejó como un acto de
afirmación de la soberanía, que un buque patrullero de la Prefectura
hubiera hundido a un pesquero chino. Nada más falso. Ese buque de
prefectura fue reciclado durante la gestión del populismo al frente del
Ministerio de Indefensa, el cañón de 140 mm que portaba, fue retirado.
El pesquero chino detonó una carga explosiva en su sentina y se hundió
por decisión propia, luego de intentar chocar y hundir al patrullero de
Prefectura dos veces.
Lo
concreto, es que luego de un fallo favorable de las Naciones Unidas,
conforme el cual la Argentina extiende su plataforma marítima a 350
millas, esto es un logro colosal producto de una política de Estado que
se sucedió sin reparos a lo largo de casi 20 años, la colonia de los
silencios no posee ni aviones ni buques aptos para ejercer la soberanía
plena de esos territorios. En un gesto demogógico, durante la campaña
electoral del PRO, se hablaba en los corrillos de que al frente del
Ministerio de Defensa iba a estar un héroe de Malvinas, el Mayor Juan
José Gómez Centurión, funcionario de la cartera macrista en estos años
de gobierno de la Ciudad. Nada más lejano. El hombre hoy día está al
frente de la Aduana, cargo burocrático para el cual no fue formado,
digamos, se lo usó en la campaña y luego se le pagaron los servicios con
un buen sueldo. Ante la eventualidad de su nombramiento, ya se lo
vinculaba al levantamiento carapintada, siempre el progresismo y la
izquierda son funcionales al Imperio, especialistas en el sarcasmo y la
ironía, forzar las palabras los pone en el umbral de la hombría, cosa
que les repugna. Al tiempo que la Vº flota norteamericana, oh
casualidad, desviaba su recorrido y anclaba cerca del estrecho de
Magallanes. Los británicos no podían hacer ese movimiento disuasivo, no
poseen portaaviones en su flota de guerra como para hacerlo. En el país
de los silencios, el que osa insinuar estos temas, es un lunático con
arrebatos místicos, como Nicolás Kasanzew, o un francotirador peligroso,
como Linares.
Cuatro
Hago
una pausa e intento especular, aprovecha el día moderadamente soleado.
Cuando el mandato colonial impone el país de los silencios, las verdades
a medias, la impostura descarada de los relatores, el silogismo de los
sofistas, las falacias de los publicistas, el barullo de los escraches y
las barras bravas, las cadenas nacionales, las arengas militantes de
barricadas, la anestesia cultural del consumismo, la cumbiancha villera,
la narcolespsia, el fútbol como escapismo colectivo, los griteríos, la
captura de pantalla, el sexo virtual por las redes sociales, toman de
rehén a la palabra poética y al pensamiento político, ocupan ese espacio
vacío, saturan con ruidos. La cultura del dialogo es reemplazada por
sucedáneos de bajas calorías, impidiendo el acceso a la gimnasia
dialéctica y a la formación de un corpus humano, armónico, bello. Es el
reino de mutantes, engendros y horribles.
Que
un gordito sin gracia ni seducción, como Fabíán Doman, venga a ser un
sex symbol, el "Brad Pitt" argento, un metro sexual con el que todas
quieren acostarse (sic), habla a las claras del síndrome decadente,
terminal, que padecemos; o que Santiago del Moro o Alejandro Infantino
sean los comunicadores del debate de lo obvio que proponen las señales
televisivas de aire. La avalancha de la degradación del país de los
silencios impone como el contrapunto a ese imaginario de lo berreta, el
discurso populista que ahora se propaga por radios AM, con estudios de
grabación en peaches con malvones en el patio. En ese contracampo, Amado
Boudou reemplaza a Camilo Cienfuegos y Luis D'Elia se prueba sin éxito
las botas embarradas de Guevara de la Serna. La radio rebelde del ex
partido comunista, hoy Octubres by Nuevo Encuentro, "nacionales", ni
siquiera populares, están a dos pasos del fascimo, cosa que pueden
descubrir en cualquier momento para su sorpresa, fueron fundados como
movimientos obreros los fascismos europeos, se aprestan para pasar a la
clandestinidad en caso de ser procesada por defraudación Ella, la reina
del sur, la peor de todas. Destaco de todas maneras el programa de
Federico Bernal, autor de Malvinas y Petróleo, periodismo de
investigación, que lleva curiosamente el mismo título que una obra
señera del Profesor Adolfo Silenzi de Stagni; coincidiencias.
El escenario ahí se torno turbio, sucio, sepia virando a violeta, surrealista, en donde las hordas iracundas del movimiento revolucionario de los encubridores militantes del desfalco pueden llegar a trenzarse en las calles con los taxistas sublevados; Uber y Macri pueden llegar a ser sujetos de odios intransferibles. La política, más ausente que nunca, ante el arrebato de los violentos, dueños de unas calles tan vacías como apáticas. Pletóricas de absurdo, de sin sentido.
El mensaje del futuro presidente del Partido Justicialista, el sanjuanino José Luis Gioja, socio de hecho y derecho de la Barrick Gold, sponsorean hasta las camisetas de San Martín de San Juan los canadienses, para Macri no puede ser más contundente, "que se dediquen a gobernar y se dejen de joder"; esto se traduce, que empiecen a robar a cuatro manos, como lo hacemos nosotros desde hace décadas, que le hacemos la segunda pacífica en estos cuatro complicados años. El drama de Macri es su aventurerismo, su desaforada improvisación. Porque la corrupción salpica tanto y es tan colosal que negarla u ocultarla a esta altura, suena a suicidio político. Macri sufre el síndrome del Dr. Guillotín, quien propuso el uso de la guillotina, que no había sido inventada por él, a pesar de estar en contra de la pena de muerte, sólo para que las ejecuciones fueran humanitarias. Porque la corruptela de la obra pública del populismo, ha nutrido también las arcas de sus primos hermanos, Nico Caputo y Angelo Incalcaterra.
El escenario ahí se torno turbio, sucio, sepia virando a violeta, surrealista, en donde las hordas iracundas del movimiento revolucionario de los encubridores militantes del desfalco pueden llegar a trenzarse en las calles con los taxistas sublevados; Uber y Macri pueden llegar a ser sujetos de odios intransferibles. La política, más ausente que nunca, ante el arrebato de los violentos, dueños de unas calles tan vacías como apáticas. Pletóricas de absurdo, de sin sentido.
El mensaje del futuro presidente del Partido Justicialista, el sanjuanino José Luis Gioja, socio de hecho y derecho de la Barrick Gold, sponsorean hasta las camisetas de San Martín de San Juan los canadienses, para Macri no puede ser más contundente, "que se dediquen a gobernar y se dejen de joder"; esto se traduce, que empiecen a robar a cuatro manos, como lo hacemos nosotros desde hace décadas, que le hacemos la segunda pacífica en estos cuatro complicados años. El drama de Macri es su aventurerismo, su desaforada improvisación. Porque la corrupción salpica tanto y es tan colosal que negarla u ocultarla a esta altura, suena a suicidio político. Macri sufre el síndrome del Dr. Guillotín, quien propuso el uso de la guillotina, que no había sido inventada por él, a pesar de estar en contra de la pena de muerte, sólo para que las ejecuciones fueran humanitarias. Porque la corruptela de la obra pública del populismo, ha nutrido también las arcas de sus primos hermanos, Nico Caputo y Angelo Incalcaterra.
Cinco
En
el país de los silencios, es de imperiosa necesidad, lo amerita la
estabilidad del sistema representativo, que haya una voz cantante, una
primera voz, sea tenor o barítono, o soprano, que diga lo mejor posible
lo que nadie se anima a decir, por temor al ridículo o a la vendetta, o
el ostracismo. De no existir esa válvula de escape, el sistema
estallaría. No es periodista, es una candidata presidencial que en el
2007 sufrió un fraude alevoso que la llevó a perder la presidencia, cosa
que de manera inexplicable, ¿no?, justo ella, tardó casi cinco años en
confesar; la disculpa de su mudez repentina, entonces, era que había
sufrido una afasia y había quedado muda, así, literalmente. Lo curioso
es que no había en su fuerza política, suponemos que para entonces ya no
era el ARI, sino la CC, una figura de reemplazo para expresar semejante
episodio, que de anécdota no tiene un ápice, se habían robado los votos
de los ciudadanos que habían depositado en ella su confianza, no eran
suyos, no eran de Carrió esos votos, eran de los ciudadanos, de sus
electores, ella era una simple depositaria de los mismos, los defraudó,
fue tan inepta y corrupta con su silencio como todos los por ella
denunciados; me corrijo, mucho peor que ellos; fracasaba, fiel a su
vocación de denunciante perpetua, inhábil para lo caso pública que tanto
dice amar y defender. Ella, la voz cantante, justo cuando tenía que
hablar en serio, se había quedado muda. Tal la fragilidad de esta
democracia en pañales, desnutrida, chueca, con la cara llena de mocos,
maloliente. Condenada a la inmadurez, el raquitismo, la carencia.
Insana, oligofrénica. Propensa al sexo oral por un heladito de dos
pesos. En el país de los silencios, en la república de los lúmpenes.
Seis
Nos
hemos tomado varios años de nuestra vida para investigar el fenómeno
del peronismo, para la gran mayoría, tanto local como extranjera,
incomprensible; el peronismo es un sentimiento, dicen los que dicen que
la tienen clara. La foto que ilustra la nota es una suerte de pista. No
es la foto más conocida del 17 de junio de 1955. El día después de los
bombardeos a Plaza de Mayo. Fecha en donde se empieza a consolidar el
mito del peronismo, como movimiento revolucionario fallido pero perenne,
en función de su calidad de cuerpo político doliente, martirizado,
mutilado. Movimiento político de valientes, liderados por un cobarde.
Las paradojas del peronismo pueden completar un anuario de récords
Guiness.
Nosotros insistimos con que el peronismo es una impostura colosal, tanto como un engendro criollo fascista al uso nostro. O, como bien definía un reportero gráfico amigo, personaje entrañable, "un peronista es un pillo"; él se declara a sí mismo peronista. En las últimas décadas, esto se ha hecho más patente que nunca, son una banda desatada de ladrones, en donde no se le hace asco a nada y se sube la apuesta a costa de sembrar el narcotráfico, como un anexo cartelizado suramericano de Medellín o Sinaloa.
El peronismo ha sobrevivido a 70 años de historia política argentina, con capacidad de ejercer el poder en ese tiempo durante 37 años, más de la mitad de esa siete décadas. En los 33 años restantes, han gobernado fuerzas antiperonistas, los militares, por medio de distintos golpes, los más sangrientos, contra gobiernos peronistas, han gobernado 17 años, los radicales, de forma interrumpida, ninguno terminó su mandato, fueron derrocados por golpes militares o golpes de mercado, el resto, 16 años. En el retorno a la llamada Democracia, a partir de 1983, esto es, 33 años, el peronismo ha sido gobierno en casi el 75% de ese lapso, 23 años. En el siglo XIX, la historia argentina registra otro caso de un gobierno de tan fuerte presencia política, con la figura de Juan Manuel de Rosas al frente de la Confederación Argentina. De 1835 a 1852, 17 años en el poder.
Una de las tentaciones de la mitología peronista, ha sido comparar a la figura de su caudillo, con la estatura mítica del Libertador de América, José Francisco de San Martín y Matorras, o con la del Restaurador de las Leyes, Juan Manuel de Rosas. Estas dos figuras militares y políticas de la Argentina, mueren en el exilio. Perón, a toda costa, evitó esa azarosa experiencia. Hablar del peronismo es hablar de más de un tercio de la historia argentina, nación supuestamente independiente, fundada hace dos siglos, en julio de 1816. Ayer nomás, diría un baladista.
Los peronistas nacen, crecen y mueren convencidos de que los únicos capaces de gobernar este país tan intrincado son ellos. Así estamos. Sobre todo porque el resto, bastante cómodo y facilista, simplificador, tiende a darles la razón y dejarlos asumir el poder una y otra vez, conforme el vestuario y el maquillaje de ocasión que fuere, según la moda o estación, desde el neoliberalismo más crudo, al populismo más mendaz. En la esencia, siempre vienen a ser los mismos, cambiando de ropaje.
Así hemos visto en los 90 a la pareja santacruceña abogar en primera fila por la privatización de YPF, para "nacionalizarla" quince años más tarde, sin que por ello se les ruboricen las mejillas. Porque como tan bien dice el amigo reportero gráfico, un peronista es un pillo. En las antípodas, esta es la madre del borrego, no podemos encontrar otra cosa que antiperonistas. De 70 años a esta parte, nadie fue capaz de balbucear una sílaba original conforme a la sintaxis de un pensamiento político superador, revolucionario.
La impostura mitificadora del peronismo, como movimiento portador de una épica, esto es, la resistencia a partir de los bombardeos a Plaza de Mayo, entre ambos movimientos, oculto por volutas de humo, de bombas, incendios y basurales quemados, está la figura del caudillo huyendo en una cañonera paraguaya sin presentar batalla, como un cobarde. Una de las paradojas de este movimiento fascista en donde el líder muerte de neumonía, en una cama, anciano y decadente, no colgado de un árbol, o por una pastilla de cianuro, en un bunker, es la de denominar a este caudillo en fuga, "El hombre", o aún más bizarro, "El Macho". Los peronistas arguyen que "El hombre" parte raudo en setiembre del 55, tan rápido lo hace que olvida a su compañera, Evita, su cuerpo embalsamado, como una santa, en una capilla ardiente, en la CGT, sin dejar siquiera instrucciones para su resguardo, no tenía plan B para ese punto, justamente un hombre tan planificador como lo era él, digo, huye sin contemplar siquiera una rendición con condiciones, cosa que hace infructuosamente Juan Manuel de Rosas en Roma, en donde el Santo Padre media con la masonería británica para que las huestes de la Confederación no sean masacradas, cosa que indudablemente ocurre, digo, huye según dicen los apologistas del Caudillo, para evitar un baño de sangre, a pesar, digo yo, de triplicar en capacidad de fuego a las fuerzas terrestres sublevadas. Huye para evitar un baño de sangre, que, invariablemente sucede; esta vez, claro, contra civiles desarmados, o militares rebeldes que habían sido infiltrados, vaya a saber por quiénes, fusilados luego de deponer las armas.
El sonsonete de la Marina de Guerra dispuesta a bombardear la destilería de La Plata, ¿cuándo no?, es de frágil réplica, en la base aérea de El Palomar, la fuerza aérea, leal a Perón, cuenta con un centenar de Gloster Meteor Mark II, aviones británicos a reacción, -con ellos Gran Bretaña había pagado su deuda externa al finalizar la Segunda Guerra, sí, los ingleses eran acreedores nuestros-, con una velocidad de crucero tal que baten el blanco de la marina golpista en menos media hora de vuelo. Perón huye porque es un cobarde. Lo fue toda su vida. En el albur de su carrera política contó con el apoyo de sus compañeros de armas, juramentados en el GOU, y, sobre todo, ya era un hombre maduro de 50 años cuando lo sorprende el destino el 17 de octubre, con la erótica fenomenal de Evita, una bella actriz de tan sólo 25 años, quien lo azuza y provoca como para que asuma los riesgos de ese liderazgo al cual se resistía. Perón quería huir ya para ese entonces.
La construcción de un mito hace tanto a la figura de un hombre, como a la de un movimiento político e incluso de una Nación. El mito del peronismo subyace entre la postal de los bombardeos a Plaza de Mayo y la legislación peronista de 1974, declarando al 20 de noviembre el Día de la Soberanía, se elige deliberadamente una derrota militar, la vuelta de Obligado, para esto. Así tienden la línea que une a Perón con Rosas y San Martín, Evita, vuela como una gaviota entre ellos. El cadáver de Evita, secuestrado por los militares gorilas en noviembre de 1955, retornaba a la Argentina entonces casi a los 19 años exactos, el 17 de noviembre de 1974. Mito diseñado a sangre y fuego entre un acto criminal consentido - Perón estaba al tanto de la conspiración gorila de junio del 55 y podía haberla abortado, es más, espera los bombardeos en un bunker del Comando en Jefe del Ejército, nunca está en la Casa de Gobierno cuando es bombardeada -, y la advocación de una derrota militar, siendo, como lo fue, que la invasión anglosajona de 1845, es derrotada por las fuerzas de la Confederación al mando del General Mansilla el 4 de junio de 1846 en la batalla de Punta de Quebracho. El peronismo, con un notable morbo masoquista, prefiere la exaltación de una derrota, Montoneros se beberá hasta hacer fondo blanco esta copa de engañosa épica, antes que dejar pasar la oportunidad de reescribir la historia a su propio beneficio, perpetuando la sacralidad de lo profano, con la deshonestidad intelectual que lo caracteriza.
El pensamiento mágico, entonces, suplantará al dialogo político, y el culto de los muertos, necrofilia política militante, silenciará cualquier debate en donde se intente plantear a la política en términos racionales, esto es, científicos y pacíficos, democráticos. El dónde estabas y el vos qué hiciste, una suerte de rémora inquisitorial de una memoria lábil, siempre ejercida desde una postura tan soberbia como sospechosa, la traición y la delación en el peronismo es una de las prácticas habituales de su cultura política, obturará cualquier tentativa de construcción política consensuada, ajena a los vicios de los caudillos de poca monta, o los punteros políticos, los barrabravas bajo salvoconductos del narco, a los burócratas sindicales, o la necesidad de financiar compañas políticas, escandalosamente onerosas, con dineros de dudoso origen, sean del narco o de los fondos buitres..
Una y otra vez, la salmodia de los muertos, mártires u héroes, de los bombardeos tolerados de Plaza de Mayo, a los combatientes de la Resistencia, la guerrilla peronista y los desaparecidos de la Dictadura, bloquearán de forma expresa cualquier intentona de conversación colectiva de temas importantes; la agenda, entonces, antes y ahora, la imponen ellos, porque se han puesto la Patria al hombro hace siete décadas, así lo dicen. Si roban a cuatro manos; y sí, robar es humano. Roban para hacer política, claro, porque vaya si solventar una revolución tan fallida como perenne exige toneladas de oro, montañas de billetes de moneda extranjera. Cientos de barriles de efedrina y miles y miles de panes de cocaína de la mejor.
Nosotros insistimos con que el peronismo es una impostura colosal, tanto como un engendro criollo fascista al uso nostro. O, como bien definía un reportero gráfico amigo, personaje entrañable, "un peronista es un pillo"; él se declara a sí mismo peronista. En las últimas décadas, esto se ha hecho más patente que nunca, son una banda desatada de ladrones, en donde no se le hace asco a nada y se sube la apuesta a costa de sembrar el narcotráfico, como un anexo cartelizado suramericano de Medellín o Sinaloa.
El peronismo ha sobrevivido a 70 años de historia política argentina, con capacidad de ejercer el poder en ese tiempo durante 37 años, más de la mitad de esa siete décadas. En los 33 años restantes, han gobernado fuerzas antiperonistas, los militares, por medio de distintos golpes, los más sangrientos, contra gobiernos peronistas, han gobernado 17 años, los radicales, de forma interrumpida, ninguno terminó su mandato, fueron derrocados por golpes militares o golpes de mercado, el resto, 16 años. En el retorno a la llamada Democracia, a partir de 1983, esto es, 33 años, el peronismo ha sido gobierno en casi el 75% de ese lapso, 23 años. En el siglo XIX, la historia argentina registra otro caso de un gobierno de tan fuerte presencia política, con la figura de Juan Manuel de Rosas al frente de la Confederación Argentina. De 1835 a 1852, 17 años en el poder.
Una de las tentaciones de la mitología peronista, ha sido comparar a la figura de su caudillo, con la estatura mítica del Libertador de América, José Francisco de San Martín y Matorras, o con la del Restaurador de las Leyes, Juan Manuel de Rosas. Estas dos figuras militares y políticas de la Argentina, mueren en el exilio. Perón, a toda costa, evitó esa azarosa experiencia. Hablar del peronismo es hablar de más de un tercio de la historia argentina, nación supuestamente independiente, fundada hace dos siglos, en julio de 1816. Ayer nomás, diría un baladista.
Los peronistas nacen, crecen y mueren convencidos de que los únicos capaces de gobernar este país tan intrincado son ellos. Así estamos. Sobre todo porque el resto, bastante cómodo y facilista, simplificador, tiende a darles la razón y dejarlos asumir el poder una y otra vez, conforme el vestuario y el maquillaje de ocasión que fuere, según la moda o estación, desde el neoliberalismo más crudo, al populismo más mendaz. En la esencia, siempre vienen a ser los mismos, cambiando de ropaje.
Así hemos visto en los 90 a la pareja santacruceña abogar en primera fila por la privatización de YPF, para "nacionalizarla" quince años más tarde, sin que por ello se les ruboricen las mejillas. Porque como tan bien dice el amigo reportero gráfico, un peronista es un pillo. En las antípodas, esta es la madre del borrego, no podemos encontrar otra cosa que antiperonistas. De 70 años a esta parte, nadie fue capaz de balbucear una sílaba original conforme a la sintaxis de un pensamiento político superador, revolucionario.
La impostura mitificadora del peronismo, como movimiento portador de una épica, esto es, la resistencia a partir de los bombardeos a Plaza de Mayo, entre ambos movimientos, oculto por volutas de humo, de bombas, incendios y basurales quemados, está la figura del caudillo huyendo en una cañonera paraguaya sin presentar batalla, como un cobarde. Una de las paradojas de este movimiento fascista en donde el líder muerte de neumonía, en una cama, anciano y decadente, no colgado de un árbol, o por una pastilla de cianuro, en un bunker, es la de denominar a este caudillo en fuga, "El hombre", o aún más bizarro, "El Macho". Los peronistas arguyen que "El hombre" parte raudo en setiembre del 55, tan rápido lo hace que olvida a su compañera, Evita, su cuerpo embalsamado, como una santa, en una capilla ardiente, en la CGT, sin dejar siquiera instrucciones para su resguardo, no tenía plan B para ese punto, justamente un hombre tan planificador como lo era él, digo, huye sin contemplar siquiera una rendición con condiciones, cosa que hace infructuosamente Juan Manuel de Rosas en Roma, en donde el Santo Padre media con la masonería británica para que las huestes de la Confederación no sean masacradas, cosa que indudablemente ocurre, digo, huye según dicen los apologistas del Caudillo, para evitar un baño de sangre, a pesar, digo yo, de triplicar en capacidad de fuego a las fuerzas terrestres sublevadas. Huye para evitar un baño de sangre, que, invariablemente sucede; esta vez, claro, contra civiles desarmados, o militares rebeldes que habían sido infiltrados, vaya a saber por quiénes, fusilados luego de deponer las armas.
El sonsonete de la Marina de Guerra dispuesta a bombardear la destilería de La Plata, ¿cuándo no?, es de frágil réplica, en la base aérea de El Palomar, la fuerza aérea, leal a Perón, cuenta con un centenar de Gloster Meteor Mark II, aviones británicos a reacción, -con ellos Gran Bretaña había pagado su deuda externa al finalizar la Segunda Guerra, sí, los ingleses eran acreedores nuestros-, con una velocidad de crucero tal que baten el blanco de la marina golpista en menos media hora de vuelo. Perón huye porque es un cobarde. Lo fue toda su vida. En el albur de su carrera política contó con el apoyo de sus compañeros de armas, juramentados en el GOU, y, sobre todo, ya era un hombre maduro de 50 años cuando lo sorprende el destino el 17 de octubre, con la erótica fenomenal de Evita, una bella actriz de tan sólo 25 años, quien lo azuza y provoca como para que asuma los riesgos de ese liderazgo al cual se resistía. Perón quería huir ya para ese entonces.
La construcción de un mito hace tanto a la figura de un hombre, como a la de un movimiento político e incluso de una Nación. El mito del peronismo subyace entre la postal de los bombardeos a Plaza de Mayo y la legislación peronista de 1974, declarando al 20 de noviembre el Día de la Soberanía, se elige deliberadamente una derrota militar, la vuelta de Obligado, para esto. Así tienden la línea que une a Perón con Rosas y San Martín, Evita, vuela como una gaviota entre ellos. El cadáver de Evita, secuestrado por los militares gorilas en noviembre de 1955, retornaba a la Argentina entonces casi a los 19 años exactos, el 17 de noviembre de 1974. Mito diseñado a sangre y fuego entre un acto criminal consentido - Perón estaba al tanto de la conspiración gorila de junio del 55 y podía haberla abortado, es más, espera los bombardeos en un bunker del Comando en Jefe del Ejército, nunca está en la Casa de Gobierno cuando es bombardeada -, y la advocación de una derrota militar, siendo, como lo fue, que la invasión anglosajona de 1845, es derrotada por las fuerzas de la Confederación al mando del General Mansilla el 4 de junio de 1846 en la batalla de Punta de Quebracho. El peronismo, con un notable morbo masoquista, prefiere la exaltación de una derrota, Montoneros se beberá hasta hacer fondo blanco esta copa de engañosa épica, antes que dejar pasar la oportunidad de reescribir la historia a su propio beneficio, perpetuando la sacralidad de lo profano, con la deshonestidad intelectual que lo caracteriza.
El pensamiento mágico, entonces, suplantará al dialogo político, y el culto de los muertos, necrofilia política militante, silenciará cualquier debate en donde se intente plantear a la política en términos racionales, esto es, científicos y pacíficos, democráticos. El dónde estabas y el vos qué hiciste, una suerte de rémora inquisitorial de una memoria lábil, siempre ejercida desde una postura tan soberbia como sospechosa, la traición y la delación en el peronismo es una de las prácticas habituales de su cultura política, obturará cualquier tentativa de construcción política consensuada, ajena a los vicios de los caudillos de poca monta, o los punteros políticos, los barrabravas bajo salvoconductos del narco, a los burócratas sindicales, o la necesidad de financiar compañas políticas, escandalosamente onerosas, con dineros de dudoso origen, sean del narco o de los fondos buitres..
Una y otra vez, la salmodia de los muertos, mártires u héroes, de los bombardeos tolerados de Plaza de Mayo, a los combatientes de la Resistencia, la guerrilla peronista y los desaparecidos de la Dictadura, bloquearán de forma expresa cualquier intentona de conversación colectiva de temas importantes; la agenda, entonces, antes y ahora, la imponen ellos, porque se han puesto la Patria al hombro hace siete décadas, así lo dicen. Si roban a cuatro manos; y sí, robar es humano. Roban para hacer política, claro, porque vaya si solventar una revolución tan fallida como perenne exige toneladas de oro, montañas de billetes de moneda extranjera. Cientos de barriles de efedrina y miles y miles de panes de cocaína de la mejor.
Colofón
La
crítica que se le puede hacer a esta nota es bastante obvia. ¿Cuál es
tu propuesta, Linares, vos que la tenes tan clara?. Vamos a responder lo
mejor que podamos. Voy a recurrir a una breve conversación que he
mantenido con Gonzalo en el día de ayer y con un amigo en el día de hoy.
El escenario político en el corto plazo, a partir de la presión
preventiva de la ex presidente, esto es, el sorprendente protagonismo
que puede asumir el Partido Federal (el partido político de los jueces
federales), es sobrecogedor. Sobre todo cuando hay jueces federales y
fiscales federales que tienen causas con suficiente prueba como para
mandar entre rejas a una docena de personajes de primera línea del staf
populista. Y cuando la ineptitud de un gobernante aventurero, sin las
más mínima cintura ni prudencia política, sin calle, sin calles ni
militancia, le ha dado una suerte de vía libre al Partido Federal para
que más menos, haga un circo romano con los revolucionarios de
Octubre.
Que, dicho sea de paso, cuentan con miles de millones de dólares, mientras no les sean requisados los tienen, una estructura política callejera intacta, fuerza de choque ídem. En estos días, la militancia populista, azuzada por los tambores de guerra de la radio rebelde, expresa el mismo odio que tuviera el movimiento cacerolero antikirchnerista de hace unos años, piden sangre y desean la muerte. La amenaza de D'Elia, a propósito de que si va presa Cristina, pasan a la clandestinidad y termina la Democracia, yo no me la tomaría tan a a ligera como lo hace Lanata, a quien le han prometido un fusilamiento "como lo hubieran hecho Belgrano y San Martín (sic), en Plaza de Mayo".
Gonzalo me decía, si el peronismo hace caer a Macri, a meses de estar en el poder, porque va presa Cristina, estamos ante un escenario dantesco, porque esto quiere decir que esto no es una Democracia, si sólo pude ser gobierno el peronismo. Yo le respondí a Gonzalo, algo parecido a mi amigo, más o menos esto. A propósito también de los dichos del futuro presidente del PJ en el día de ayer, destemplado Gioja: "que se dejen de joder y se dediquen a gobernar". Esto es, si le dan vía libre al Partido Federal, vamos todos presos; alarma el Fiscal Marijuán yendo a USA a sustanciar pruebas en la denuncia de coimas contra Pan American Energy, esto es, el clan Bulgheroni, la fortuna más importante de este país, junto con la familia Rocca, porque como bien dice Gioja, dentro de la lógica de su discurso de corrupto, si se ponen a meter gente presa, se entusiasman y terminamos todos presos.
Colijo, si el peronismo colapsa con las leyes liberales y burguesas del Código Penal Argentino, ante la ausencia de política de una fuerza gobernante inepta, que nunca estuvo preparado para hacerlo, "vamos a trabajar en equipo y resolver los problemas a medida que se presenten", decía como si fuera una genialidad esto, Macri, siguiendo el menú en tres pasos de un chef ecuatoriano, que en la menor de cambio hace sus valijas, repletas de millones de dólares y parte raudo a recorrer Rusia en un tour de cinco años, el ataque de pánico de Macri va a superar al de Dela Rua, porque quienes imponen la agenda son los mismos personajes abusivos, cobardes y corruptos del Partido Judicial Federal, ausente sin aviso durante una docena y muchos más años, sigo, a los peronistas no les va a quedar otra que llevarse puestos a todos y hacer colapsar el sistema representativo. A las puteadas con Cristina, desde ya, por haber frenado el fraude de octubre del año pasado, cuando era notable que habían perdido por el treinta por ciento, no por menos de dos puntos, estamos nuevamente ante el escenario fundacional de diciembre de 2001. Tal vez con algunas escaramuzas callejeras y un simulacro de guerra civil, sí, de baja intensidad, a la italiana, no a la española, como hacemos las cosas los argentinos.
En medio de ese escenario de caos y anarquía, nosotros vamos a estar proponiendo una nueva forma de hacer política. Por adentro y por afuera del sistema. El resto lo contaremos cuando sea el momento oportuno. Desde ya que somos partidarios de que para empezar, sólo para empezar, vayan presos todos. El alarido del 2001, QueSeVayanTodos, les entró por un oído y les salió por el otro. Eso sí, esta vez, esto lo decimos como de cortesía, es un aviso, a quienes pretendan poner palos en la rueda y erigirse en la dirección política de un movimiento revolucionario que ellos no han propiciado, digo, a quienes osen, deliren, fantaseen con apropiarse de esta nueva gesta pacífica y más que democrática, les vamos a cortar las manos.
Entiendo que la única razón suficiente que pude provocar la unidad de los argentinos es la política. La política en serio, esto es, la conversación colectiva de los temas nacionales importantes. Ya han fracasado todos. Radicales, peronistas, liberales. La izquierda no existe ni para broma. No hay figuras genuinas, todos son candidatos diseñados desde el marketing, como lo está siendo el proyecto de Urtubey, ya con esposa top model, o como lo es el fallido de Massa. No me estoy sentando a festejar el fracaso del aventurerismo de Macri, desde el momento que festejan como lo hacen el pago de la deuda externa, "ilegal, ilegítima, inmoral y fraudulenta", no hacen otra cosa que ratificar el estatuto del coloniaje, esto es, el mandato de la pobreza extrema y la humillación nacional. Con recetas liberales que ya han fracasado. Con el voluntarismo propio de su ignorancia política, creyendo que ahora lloverán inversiones y nadaremos en la abundancia. Nada más falso. Va en camino de no poder erradicar la galopante inflación y con guarismos negativos para los próximos dos años. Cuando en uno ya va a tener imagen negativo, con un gobierno al que le cuesta horrores expresar autoridad y tolera el accionar de los jueces federales mientras le sirvan de pantalla. Con el contracampo del populismo en fuga proponiendo pasar a la clandestinidad. Esto es, en un año o más, un escenario de caos. Hoy día los taxistas protestando por uber provocan el caos en Buenos Aires. Mejor no hacer proyecciones sobre el punto.
(1) http://www.lanacion.com.ar/1882362-julio-gonzalez-hubo-traiciones-en-el-peronismo
Que, dicho sea de paso, cuentan con miles de millones de dólares, mientras no les sean requisados los tienen, una estructura política callejera intacta, fuerza de choque ídem. En estos días, la militancia populista, azuzada por los tambores de guerra de la radio rebelde, expresa el mismo odio que tuviera el movimiento cacerolero antikirchnerista de hace unos años, piden sangre y desean la muerte. La amenaza de D'Elia, a propósito de que si va presa Cristina, pasan a la clandestinidad y termina la Democracia, yo no me la tomaría tan a a ligera como lo hace Lanata, a quien le han prometido un fusilamiento "como lo hubieran hecho Belgrano y San Martín (sic), en Plaza de Mayo".
Gonzalo me decía, si el peronismo hace caer a Macri, a meses de estar en el poder, porque va presa Cristina, estamos ante un escenario dantesco, porque esto quiere decir que esto no es una Democracia, si sólo pude ser gobierno el peronismo. Yo le respondí a Gonzalo, algo parecido a mi amigo, más o menos esto. A propósito también de los dichos del futuro presidente del PJ en el día de ayer, destemplado Gioja: "que se dejen de joder y se dediquen a gobernar". Esto es, si le dan vía libre al Partido Federal, vamos todos presos; alarma el Fiscal Marijuán yendo a USA a sustanciar pruebas en la denuncia de coimas contra Pan American Energy, esto es, el clan Bulgheroni, la fortuna más importante de este país, junto con la familia Rocca, porque como bien dice Gioja, dentro de la lógica de su discurso de corrupto, si se ponen a meter gente presa, se entusiasman y terminamos todos presos.
Colijo, si el peronismo colapsa con las leyes liberales y burguesas del Código Penal Argentino, ante la ausencia de política de una fuerza gobernante inepta, que nunca estuvo preparado para hacerlo, "vamos a trabajar en equipo y resolver los problemas a medida que se presenten", decía como si fuera una genialidad esto, Macri, siguiendo el menú en tres pasos de un chef ecuatoriano, que en la menor de cambio hace sus valijas, repletas de millones de dólares y parte raudo a recorrer Rusia en un tour de cinco años, el ataque de pánico de Macri va a superar al de Dela Rua, porque quienes imponen la agenda son los mismos personajes abusivos, cobardes y corruptos del Partido Judicial Federal, ausente sin aviso durante una docena y muchos más años, sigo, a los peronistas no les va a quedar otra que llevarse puestos a todos y hacer colapsar el sistema representativo. A las puteadas con Cristina, desde ya, por haber frenado el fraude de octubre del año pasado, cuando era notable que habían perdido por el treinta por ciento, no por menos de dos puntos, estamos nuevamente ante el escenario fundacional de diciembre de 2001. Tal vez con algunas escaramuzas callejeras y un simulacro de guerra civil, sí, de baja intensidad, a la italiana, no a la española, como hacemos las cosas los argentinos.
En medio de ese escenario de caos y anarquía, nosotros vamos a estar proponiendo una nueva forma de hacer política. Por adentro y por afuera del sistema. El resto lo contaremos cuando sea el momento oportuno. Desde ya que somos partidarios de que para empezar, sólo para empezar, vayan presos todos. El alarido del 2001, QueSeVayanTodos, les entró por un oído y les salió por el otro. Eso sí, esta vez, esto lo decimos como de cortesía, es un aviso, a quienes pretendan poner palos en la rueda y erigirse en la dirección política de un movimiento revolucionario que ellos no han propiciado, digo, a quienes osen, deliren, fantaseen con apropiarse de esta nueva gesta pacífica y más que democrática, les vamos a cortar las manos.
Entiendo que la única razón suficiente que pude provocar la unidad de los argentinos es la política. La política en serio, esto es, la conversación colectiva de los temas nacionales importantes. Ya han fracasado todos. Radicales, peronistas, liberales. La izquierda no existe ni para broma. No hay figuras genuinas, todos son candidatos diseñados desde el marketing, como lo está siendo el proyecto de Urtubey, ya con esposa top model, o como lo es el fallido de Massa. No me estoy sentando a festejar el fracaso del aventurerismo de Macri, desde el momento que festejan como lo hacen el pago de la deuda externa, "ilegal, ilegítima, inmoral y fraudulenta", no hacen otra cosa que ratificar el estatuto del coloniaje, esto es, el mandato de la pobreza extrema y la humillación nacional. Con recetas liberales que ya han fracasado. Con el voluntarismo propio de su ignorancia política, creyendo que ahora lloverán inversiones y nadaremos en la abundancia. Nada más falso. Va en camino de no poder erradicar la galopante inflación y con guarismos negativos para los próximos dos años. Cuando en uno ya va a tener imagen negativo, con un gobierno al que le cuesta horrores expresar autoridad y tolera el accionar de los jueces federales mientras le sirvan de pantalla. Con el contracampo del populismo en fuga proponiendo pasar a la clandestinidad. Esto es, en un año o más, un escenario de caos. Hoy día los taxistas protestando por uber provocan el caos en Buenos Aires. Mejor no hacer proyecciones sobre el punto.
Envío
Hace
cien años, un minúsculo movimiento revolucionario ruso, inspirados en
un economista alemán, conmovió al mundo con una propuesta superadora a
las democracias burguesas liberales, en colisión con la rémora del
imperio austro húngaro, los germanos bismarkianos y Rusia zarista, que
se destrozaban en la Primera Guerra Mundial, democracias liberales que
ya habían fracasado entonces. Invocaron la dictadura del proletariado.
Movimiento tan ateo y materialista como lo era el capitalismo burgués.
La reacción al stalinismo soviético se dio de la mano con los
movimientos nacionales europeos, todos movimientos obreros en su
creación, los fascismos. El fracaso estrepitoso de unos y otros ha dado
lugar a una suerte de gobierno mundial, que ni siquiera se ufana de ser
democrático, el fraude, es de uso corriente en todos estos regímenes,
empezando por los EEUU, con el caso del Estado de Florida, gobernado por
Don Bush, en el 2000, avalado por la Suprema Corte de los EEUU; así
como lo es la manipulación mediática de prensa y propagandas, con
candidatos de marketing y ciudadanos reducidos al rango de consumidores,
sólo útiles el día del sufragio, luego ausentes, ignaros, condenados a
limosnas y mal tratos, a la impotencia cívica.
En la última década, el fraude en la Argentina ha sido sistemático y escandaloso, un secreto a ojos vista. Mecanismo aceitado en concordancia con la Dirección Nacional Electoral, la oficina de informática del Ministerio del Interior, el Correo Central y el Grupo Indra. De esto tampoco se ha hablado en el país de los silencios; ni siquiera lo hizo Carrió, en el 2007, cuando le birlaban la presidencia, nada menos. Lo contrario sería hacer caer el sistema por sí mismo. Un sin sentido, a pesar de que su correlato sea una sucesión de mandatos ilegítimos, fraudulentos, corruptos. Hace meses nomas, en la segunda vuelta de octubre, un nuevo gobierno fraudulento estuvo a punto de instarse, el miedo a un baño de sangre, ante lo alevoso del escándalo, primó a un punto y medio del bochorno. La foto del ex director nacional electoral, Alejandro Tulio, su última foto, yéndose al llano, a su guarida, llevándose una urna debajo del brazo, mofándose ante la cámara, habla por sí misma. Hasta ese sarcasmo descarado es tolerado en este país impune de los silencios ominosos.
En la última década, el fraude en la Argentina ha sido sistemático y escandaloso, un secreto a ojos vista. Mecanismo aceitado en concordancia con la Dirección Nacional Electoral, la oficina de informática del Ministerio del Interior, el Correo Central y el Grupo Indra. De esto tampoco se ha hablado en el país de los silencios; ni siquiera lo hizo Carrió, en el 2007, cuando le birlaban la presidencia, nada menos. Lo contrario sería hacer caer el sistema por sí mismo. Un sin sentido, a pesar de que su correlato sea una sucesión de mandatos ilegítimos, fraudulentos, corruptos. Hace meses nomas, en la segunda vuelta de octubre, un nuevo gobierno fraudulento estuvo a punto de instarse, el miedo a un baño de sangre, ante lo alevoso del escándalo, primó a un punto y medio del bochorno. La foto del ex director nacional electoral, Alejandro Tulio, su última foto, yéndose al llano, a su guarida, llevándose una urna debajo del brazo, mofándose ante la cámara, habla por sí misma. Hasta ese sarcasmo descarado es tolerado en este país impune de los silencios ominosos.
Aquél
economista y polemista alemán llegó a profetizar que el socialismo se
impondría antes que en ningún otro lado en las riberas del Río de la
Plata. Erró feo, porque lo sí se impuso fue un movimiento fascista de
baja intensidad, que ya ha fracasado en todas sus expresiones y
metamorfosis, si bien como una suerte de zombie de la política, se
resiste a ser sepultado. Nosotros entendemos que es hora de cuestionar
estos paradigmas. Entendemos también que los sucesos de 2001-2002,
falazmente atribuidos al peronismo, no han finiquitado ni han sido
superados. La crisis del sistema representativo argentino se expresa con
más virulencia que nunca, con el gobierno de un staff empresarial,
gerenciador, apolítico, marcado por una debilidad institucional extrema,
ante el vacío provocado por un radicalismo de postal y un peronismo
delincuencial, impresentable, cómplice por acción u omisión de una
asociación ilícita. Ante este espectáculo, obsceno, imposible de
ocultar, el ciudadano de a pié no atina a grandes cuestiones, lo único
que sabe es que la política le es ajena, la repugna, no cree en sus
representantes, luego, se vive la ilusión de una democracia de ficción,
pero que no deja de ser otra cosa que la sucesión de oligarquías de uno u
otro pelaje. El denominador común de ambas oligarquías, sean populistas
o liberales, es la aceptación al sometimiento colonial de las
metrópolis, en estos días, Londres, Washington, Tel Aviv.
Entendemos
como la actitud más racional de un hombre adulto y responsable,
rebelarse ante tales imposturas, planteando la discusión de fondo que
está en sordina. Esto es, el cambio de sistema de gobierno, con la
propuesta de una República Participativa, en el marco de una Asamblea
Constituyente Soberana. En donde el IV poder, el de los Ciudadanos,
reemplace a la dictadura ominosa de los medios de comunicación
concentrados, al servicio de intereses foráneos. Ese IV poder, el
Participativo, se construye de abajo hacia arriba, a partir de los
barrios, con la expresión genuina y dinámica de asambleas de ciudadanos.
Está más que claro que para no repetir los errores, el acoso y la
frustración del 2002, propios de la ingenuidad política y la
improvisación, amerita la creación de un muy bien organizado partido de
cuadros, por adentro del sistema. Partido de la Revolución
Participativa. De eso se trata.
Hace cien años, también, se imponía el voto universal y obligatorio, que siguió siendo falseado durante años, tanto por el fraude "patriótico", como por los golpes militares, vulnerando la soberanía popular, como por el fraude populista reciente, stalinismo patagónico, fascismo pedestre, como por la impostura de las PASO, en donde se obliga a participar al ciudadano, violentando su conciencia, en elecciones internas falaces, con candidatos elegidos a dedo, en partidos políticos inexistentes, con idénticos padrones desde hace 40 años, sin afiliaciones válidas. Es hora que esta democracia fraudulenta y corrupta sea depuesta, abriendo el juego de la participación política a una ciudadanía ansiosa de protagonismo. Es hora de que los fracasados crónicos dejen de darle cátedra al pueblo de cómo se gobierna cuando está claro que no saben hacerlo; la soberbia y la codicia les nublan las vista, no pueden amar ni ser responsables, viven improvisando, apostando a recetas que han fallado una y otra vez, sólo burlarse faltando el respeto, en un artificio en donde está claro que ni siquiera a esta altura saben mentir.
No está demás agregar, que en ese proceso revolucionario, es indispensable la participación de un movimiento obrero acorde, tan revolucionario como participativo. La alternativa está clausurada mientras las centrales obreras y los gremios estén en manos de burócratas y traidores, que se han enriquecido durante décadas a costa de una representación ficticia, rémora del fascismo impuesto por Perón al disolver el movimiento revolucionario obrero que lo llevara al poder, esto es, el Partido Laborista. Menos, los partidos troskistas, con supuestos programas revolucionarios y sin obreros. Refundar el Partido Laborista, es clausurar el karma histórico de la traición y la impostura; será tarea de los trabajadores organizados, de abajo hacia arriba, el deponer a sus falsos líderes, millonarios todos, entregados tanto a los cónclaves con las gerencias multinacionales como con el capital financiero y el poder de turno, incluso con las dictaduras militares, a fin de que la generación de la riqueza fluya en una tierra tan soberana como productiva, en donde los recursos naturales vuelvan a ser de la Nación y los trabajadores participen en las ganancias y en la dirección de las empresas.
Hace cien años, también, se imponía el voto universal y obligatorio, que siguió siendo falseado durante años, tanto por el fraude "patriótico", como por los golpes militares, vulnerando la soberanía popular, como por el fraude populista reciente, stalinismo patagónico, fascismo pedestre, como por la impostura de las PASO, en donde se obliga a participar al ciudadano, violentando su conciencia, en elecciones internas falaces, con candidatos elegidos a dedo, en partidos políticos inexistentes, con idénticos padrones desde hace 40 años, sin afiliaciones válidas. Es hora que esta democracia fraudulenta y corrupta sea depuesta, abriendo el juego de la participación política a una ciudadanía ansiosa de protagonismo. Es hora de que los fracasados crónicos dejen de darle cátedra al pueblo de cómo se gobierna cuando está claro que no saben hacerlo; la soberbia y la codicia les nublan las vista, no pueden amar ni ser responsables, viven improvisando, apostando a recetas que han fallado una y otra vez, sólo burlarse faltando el respeto, en un artificio en donde está claro que ni siquiera a esta altura saben mentir.
No está demás agregar, que en ese proceso revolucionario, es indispensable la participación de un movimiento obrero acorde, tan revolucionario como participativo. La alternativa está clausurada mientras las centrales obreras y los gremios estén en manos de burócratas y traidores, que se han enriquecido durante décadas a costa de una representación ficticia, rémora del fascismo impuesto por Perón al disolver el movimiento revolucionario obrero que lo llevara al poder, esto es, el Partido Laborista. Menos, los partidos troskistas, con supuestos programas revolucionarios y sin obreros. Refundar el Partido Laborista, es clausurar el karma histórico de la traición y la impostura; será tarea de los trabajadores organizados, de abajo hacia arriba, el deponer a sus falsos líderes, millonarios todos, entregados tanto a los cónclaves con las gerencias multinacionales como con el capital financiero y el poder de turno, incluso con las dictaduras militares, a fin de que la generación de la riqueza fluya en una tierra tan soberana como productiva, en donde los recursos naturales vuelvan a ser de la Nación y los trabajadores participen en las ganancias y en la dirección de las empresas.
(1) http://www.lanacion.com.ar/1882362-julio-gonzalez-hubo-traiciones-en-el-peronismo
(2) http://mapadelsaqueodeloroargentino.blogspot.com.ar/
