domingo, 1 de mayo de 2016

U24--De Cali a Rio Gallegos


U24--De Cali a Rio Gallegos

En memoria de Daniel Gatti

Hasta ahora poco y nada fue encontrado pero sí se ha alentado la fantasía popular y ya hay aventureros cazafortunas dispuestos a incursionar espontáneamente por donde pasó Marijuan....
. Lázaro Báez y Daniel Peralta son los 2 ex bancarios más famosos de Santa Cruz. Peralta ya era sindicalista cuando trabajaba en el Banco Nación sucursal Río Gallegos, y luego se reconvirtió en político hasta gobernador. Lázaro comenzó en el Nación, luego pasó al Santa Cruz y eligió un destino de brazo ejecutor de la voracidad insaciable de Néstor Carlos Kirchner. Pero en el caso de Lázaro Báez, sus hijos, contadores, asesores y el resto del séquito es muy llamativo, comenzando por el principio: Báez trabajó en un banco, y se supondría más sofisticación más allá de la idea de cumplir el sueño de la caja fuerte propia.


Recuerdo que en 2003 Lázaro Báez no aparecía en el Who's Who que se armaba en Ciudad de Buenos Aires en relación a Santa Cruz. Daniel Gatti, autor de 'Kirchner el Amo del Feudo', fue quien lo mencionó en el marco de una disputa por el control de la constructora Gotti. Todavía Austral Construcciones no tenía protagonismo.
A Gatti llegué vía Ignacio Fidanza, quien en el ex semanario El Guardián había recibido un ejemplar de aquel texto de culto, editado durante la campaña electoral -a propósito del 27/04/2003 que acaba de festejar el Frente para la Victoria-, con información despareja y redactada en forma deficiente pero de profundidad que impresionaba.
Invité a Gatti a Ciudad de Buenos Aires, alojándolo en un hotel del barrio de Congreso, y lo llevé a la tele, donde hacía Edición i en el ex canal Plus Satelital. Gatti me introdujo a Rubén Lasagno, que remaba en OPI Santa Cruz, y éste a 'Pancho' Muñoz, fotógrafo y camarógrafo amigo suyo que por aquellos días recorría como camionero el ida y vuelta a Río Grande (Tierra del Fuego).
Rubén Lasagno y el 'ser nacional'
Lasagno pasó los datos de una sociedad Invernes S.A., cuyo trasfondo e integrantes desentrañó una agencia global de investigaciones que trabajaba para un ex banquero que libraba una batalla de negocios con Grupo Clarín.
La paradoja fue que en aquel 2003, el ex banquero era antiK y Grupo Clarín era K. Luego el ex banquero (que nació con 96 horas de diferencia con Héctor Magnetto, en 1944) fue K y Grupo Clarín fue opositor.
Lasagno había edificado su vivienda en lo que era las afueras de Río Gallegos, y apenas a unos cientos de metros, en el descampado, Lázaro Báez había levantado un bunker que incluía cámaras de seguridad y vehículos para el traslado de custodios: si Báez no vivía en el predio ¿qué era todo eso?
Lasagno un día reflexionó: "Y... ahí deben tener la plata que juntan".
En aquel tiempo no había ni Mariana Zuvic ni Elisa Carrió (a quien Kirchner había intentado seducir antes que Eduardo Duhalde lo eligiera delfín, y de quien fue aliado para reelegir a Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño, derrotando a Mauricio Macri.
En aquellos días, Máximo Kirchner no salía de Río Gallegos, donde lo contenía Rudy Fernando Ulloa Igor, a pedido de Néstor. Y Miguel Bonasso todavía era kirchnerista apasionado pese a aquella famosa represión que él presenció en la Feria del Libro local y a la pasión por el dinero en efectivo que había en el Frente para la Victoria Santacruceña.
Ya existía la denuncia por los fondos de Santa Cruz transferidos al exterior desde el banco que controlaban los Eskenazi. Un expediente por supuesta malversación de fondos que Kirchner le exigió que clausurara al entonces juez federal Juan Galeano, inició una tragedia para el hoy abogado procesado y en juicio oral.
Galeano creyó que podría mantener abierto el expediente y decidió desoir el reclamo de Néstor, quien aprovechó la ocasión para exhibir su poder y domesticar a Comodoro Py: le arrojó a Galeano el mal desempeño en el 'caso AMIA', lo forzó a una negociación por su renuncia que lideró el senador nacional Miguel Pichetto, y cuando Galeano aceptó renunciar se la rechazó y lo llevó al juicio político.
La sociedad argentina no puede declararse desconocedora o ignorante de las historias sobre el dinero de Kirchner, que es más interesante que el dinero de Báez. Pero la tonelada de soja iba con precio ascendente, la economía 'rebotaba' tras el parate 2000-2001, y nadie se escandalizaba.
Ese recuerdo provoca una gran incredulidad sobre el presente y el registro de la gran hipocresía de la sociedad argentina. El debate en la Redacción de Urgente24 se refiere a cómo es que lo que no escandalizaba en 2003 sí es motivo de rasgueo de vestiduras en 2016. ¿Tiene sentido subirse a esta ola de flamantes cruzados por la honestidad y la ética o hay que desconfiar el 'circo mediático' que transmite en vivo desde Santa Cruz, quizá para que el ajuste económico en marcha sea más ameno?
Las historias de las estancias de acceso casi imposible por vía terrestre son datos de aquel tiempo. Tomás Vidal trabajaba en la Redacción y sus fallecidos padres tenían campos en Santa Cruz, y él conoció las historias de la compra de propiedades que hacía Báez pero que no explotaba comercialmente. Más de una década atrás, nada nuevo.
Apenas si sorprende la verificación de lo primitivo de los personajes que a su vez ayuda a una relectura de Néstor: la liberta de almacenero con los registros aritméticos no era demostración de avispado sino de precario. Esa realidad es un golpe durísimo a la autoestima argentina: ¿12 años controlados por esta gente? El 'ser argentino' a menudo tiene imagen de gil.