Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
MALVINAS. SOBERANÍA Y PESCA
La
pesca marítima en el atlántico sur ha estado siempre presente en las
negociaciones de Malvinas. Pareciera un tema menor que los gobiernos de
turno ofrecen como moneda de cambio; ya sea, para buscar su reinserción
en Europa (Cavallo, 1989) o para dar muestras de voluntad de diálogo con
el Reino Unido (Malcorra, 2016). Ambos, anteponen supuestas urgencias
económicas y diplomáticas -aunque los escenarios sean distintos- a los
sólidos fundamentos históricos, jurídicos, territoriales, económicos y
sociales, qué con el apoyo mayoritario de las naciones, respaldan los
derechos argentinos sobre Malvinas.
Refieren muchos expertos que
un potencial acuerdo relativo al Petróleo sería consolidar
definitivamente la posición inglesa en Malvinas. Y ello es absolutamente
así; pero la explotación de los recursos pesqueros en el mar argentino
es lo que les ha permitido a los ocupantes de Malvinas sobrevivir
durante estos últimos 35 años.
El martes 13 tomamos
conocimiento de la Declaración conjunta de la Cancillería Argentina y
británica, que respecto a esta materia indica: “…adoptar las medidas
apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo
comercio, pesca, navegación e hidrocarburos“, manteniendo la “fórmula
del paraguas” de los llamados Acuerdos de Madrid. Quedamos
verdaderamente azorados: ni las “relaciones carnales” de Di Tella, se
habían atrevido a remover todos los obstáculos para asegurar el
desarrollo sustentable de Malvinas y los británicos ocupantes de las
Islas.
Supondrán los firmantes de esta Declaración que la
Argentina modificará la Constitución Nacional para eliminar "la legítima
e imprescriptible soberanía argentina sobre Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares
correspondientes…”; también la Constitución de la Provincia de Tierra
del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la Ley 24.922/98 que
refiere a que “…son de dominio y jurisdicción exclusivos de la Nación,
los recursos vivos marinos existentes en las aguas de la Z.E.E.
Argentina..”; las Leyes 26.386/8, 26.659/11 y 26.915/13 que establecen
prohibiciones y sanciones a las empresas que radicadas en el continente
nacional realicen actividades en el atlántico sur sin autorización del
gobierno nacional; y otras normas. Supondrán, finalmente, que el pueblo
argentino y su representación en el Congreso1, admitirá semejante
enajenación, ignorando un sentimiento incorporado al ser nacional, por
el que combatieron y murieron nuestros compatriotas.
El
Presidente Macri respecto a este comunicado manifestó2 "es una
declaración, donde cada uno plantea lo que quiere discutir. Nosotros
planteamos el tema de soberanía y de pesca, y ellos la exploración de
petróleo y la conexión aérea con la isla". Y notablemente, el gobierno
en forma espontánea (¿?) pone nuevamente a la pesca en el centro del
debate.
Ya en 1821 se dictó una ley de pesca para controlar los
buques extranjeros que amenazaban los recursos del mar austral. Ello dio
lugar en 1829 a que se apresaran tres buques pesqueros norteamericanos y
en 1833 los ingleses se apropiaron en forma violenta de las Islas.
El
16 y 17 de agosto de 1989 en Nueva York se reunieron los embajadores
Crispín Tickell por Reino Unido y Lucio García del Solar por la
Argentina. Le dijo el Embajador inglés al argentino3: “…No le pedimos al
gobierno argentino que diga nada en público respecto a la Zona de
Exclusión Pesquera (FICZ) existente. Simplemente, que deje que sigan las
cosas”. A lo que éste respondió3: “…El levantamiento de la zona de
militar es esencial. La Argentina no está pidiendo el levantamiento
1
Los Senadores y Diputados de la Nación por unanimidad aprobaron una
declaración que ratifica la legítima e imprescriptible soberanía
argentina sobre Malvinas y rechazan la explotación de nuestros recursos
(21.9.16).
2 Urgente24.com, 20/9/16.-
3 Cardozo Oscar R (Clarín), pág. 10, 29.3.92.
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
de
la FICZ”. A consecuencia de esta graciosa (¿?) cesión se fortalecieron
económicamente las Islas; y el Reino Unido, se cobró en 30 años por la
derrota en Malvinas, a través de la captura de moluscos y peces, la suma
de 20.880 millones de dólares; lo que supone un valor comercial final,
del orden de los 147.830 millones de dólares. Miles de empleos, cientos
de industrias, el fortalecimiento de los pueblos del litoral marítimo y
la soberanía nacional se dejaron de lado.
El Director Británico
de Recursos Pesqueros en Malvinas John Barton manifestaría el 14 de
marzo de 2012 “Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en
Malvinas”.
La posibilidad de vuelos a terceros países desde y
hacia Islas, y la carga de insumos y recambio de tripulaciones para los
más de 500 buques extranjeros que operan en el Atlántico Sur,
transformaría a Malvinas en el centro logístico pesquero más importante
del cono sur, lo que junto a los anuncios de la construcción de una zona
franca en Uruguay por parte de China, no solo llevaría a la quiebra de
la actividad pesquera argentina, sino acrecentaría aún más la ocupación
extranjera del Atlántico sudoccidental; y por cierto, consolidaría la
posición británica en Malvinas.
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)
A pesar de que “los Acuerdos de
Madrid” fueron diseñados a la medida del Reino Unido, éste lo ha
violentado en forma sostenida, ampliando su ocupación marítima y
explotando los recursos naturales argentinos, desacatando todas las
normas y recomendaciones internacionales. Desatendiendo la conocida
resolución de las Naciones Unidas 2065/65; pero en materia de
apropiación de los recursos naturales la Nº 31/49 que “Insta a las
partes a abstenerse de ejecutar medidas unilaterales en el área en
disputa” y las Nros. 3171/73; 3175/73 Y 3336/74 que “Afirman el derecho
de los Estados cuyos territorios están bajo ocupación extranjera a la
soberanía permanente sobre sus recursos naturales; declarando que la
explotación de los recursos naturales en esos territorios son ilegales e
instando a poner fin inmediato; a restituir los recursos naturales y a
la plena indemnización por la explotación y daños causados…”. Si el
gobierno argentino no resguarda su soberanía con lo dispuesto en estas
Resoluciones de las Naciones Unidas y cede sus recursos pesqueros es
poco -nada- lo que podemos esperar respecto a la restitución de nuestro
territorio.
Pero el Reino Unido no solo se apropia de nuestros
recursos, también lo depreda y contamina, violando la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar4. Respecto a esta
Convención
El Reino Unido en Malvinas otorga licencias de pesca con el “sistema
olímpico”, no investiga, no preserva ni industrializa; es decir, no
realiza una explotación equitativa, eficiente y sin contaminar. Los
británicos depredan en Malvinas y contaminan el medio marino en forma
4 Convención de las Naciones Unidas. Los Considerandos, los Art. 1/62 al 73/88/101/3/5-142/5-142/5-192 a 199 y ss
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA
incompatible
con la explotación pesquera cuando efectúan una captura ilegal y sin
control y la exploración unilateral de hidrocarburos. Del mismo modo,
los ingleses no tienen las necesidades de los países en desarrollo a las
que refiere la Convención ya que los habitantes implantados en Malvinas
son británicos que no consumen ni hacen un aprovechamiento acabado del
recurso limitándose a otorgar licencias pesqueras a países desarrollados
(España, Rusia, etc.). Finalmente -a través de las licencias- capturan
recursos pesqueros migratorios originados en la Zona Económica Argentina
o los asociados que forman parte de la cadena alimentaria, es decir que
no actúan en forma pacífica cuando se apropian de recursos argentinos.
La Argentina ha dicho al sancionar5 la Ley 24.543 “…teniendo
presente el interés prioritario de conservar sus recursos de la Z.E.E. y
el área adyacente…el gobierno está facultado para adoptar todas las
medidas necesarias…el gobierno argentino manifiesta que no reconoce ni
reconocerá la titularidad ni el ejercicio por cualquier otro Estado…el
gobierno considera de mayor importancia…”. Debiera entonces obrar en
consecuencia y no acordar la explotación de sus recursos.
El
desaparecido dibujante Caloi, comprometido con Malvinas en ocasión del
Acuerdo de Madrid (1989/90) nos ilustró claramente la política que llevó
adelante el gobierno de Menem y que se profundiza con las recientes
declaraciones de la Canciller Malcorra.
El camino no es
facilitar el crecimiento y desarrollo actual de las Islas, es denunciar
los Acuerdos de Madrid y comenzar a formular una Política de Estado con
el concurso de embajadores especializados, ministros, legisladores y
expertos en materia de defensa, recursos, navegación, etc. y la
aprobación pertinente del Congreso de la Nación.
Desde la Pesca
hay disponible un conjunto de herramientas que pueden ayudar a revertir
el statu quo de Malvinas; muchas de las cuales no podemos ventilar por
razones obvias; pero, sí podemos mencionar el proyecto S-2548/16 de Ley
Nacional de Pesca Marítima presentado por los Senadores Nacionales
Solanas (PS); Abal Medina (FPV); Durango (FPV); Linares (FAP); Martinez A
(UCR); Odarda (AFP); Pereyra (FPV); Pichetto (FPV); Rodriguez Saa
(ACF), que demuestra la voluntad de distintos partidos políticos, no
solo de avanzar sobre cuestiones de administración y desarrollo
pesquero, sino de proveer las herramientas necesarias para ocupar el
Atlántico Sur y tener bajo control los territorios marítimos e insulares
nacionales.
Malvinas no son solo una parte de nuestro territorio son un símbolo nacional que nos une y nos obliga como nación soberana.
Dr. César Augusto Lerena, 27.09.16
5 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Ley 24.543/95 ART. 2º a), c) y d)