Monte Tumbledown, Islas Malvinas, Atlántico Sur, Argentina
"por eso nunca más hablaré de la Patria..."
Heptamerón (Leopoldo Marechal)
Uno
Por una de esas vueltas raras de la vida, vivo en una casa en Parque
Chacabuco, en el barrio Caferatta, que fuera en su momento propiedad de Pedro A. Dellepiane,
juez de Instrucción Penal y letrista de algún que otro tango,
uno de los hijos del Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, hermano de Luis, el
más
famoso, de Pablo, no tanto, pero también muy comprometido con la
política
nacional; Luis, el más conocido, militante forjista, escribe junto con
Scalabrini Ortiz uno de los folletos de Forja, "Imperialismo y
petróleo"; hoy un pasaje de la ciudad lleva su nombre. Pablo, activista
universitario, conspira contra Perón y debe refugiarse en el altillo de
la casa
en donde vivo, quedan muebles, un ropero que no atinamos aún a imaginar
cómo puedo llegar hasta ahi, un catre, cuadernos de práctica de
apendizaje de inglés, junto con documentación que avalan
ese exilio incómodo, hasta que es aprendido por la policía política de
Perón,
torturado en los sótanos del departamento de Policía. Hay también una
copia mecanografiada de la renuncia del dueño de casa, a la Justicia
Penal, año 1956, al ministro del rubro de la Libertadora. Ninguno de
ellos fue
peronista, fueron radicales, en el caso de Luis, el más conocido,
radicales
forjistas, nacionalistas; otro tanto fue Pablo. Sí, aunque suena raro,
el
radicalismo que se desprendía el alvearismo, que tampoco reivindicaba a
la
figura de don Hipólito Irigoyen, no eran personalistas, se definían a si
mismos
como "nacionalistas". El padre, con una autopista dedicada a su
memoria, es quien pone fin al desmadre de la Semana Trágica de 1918,
cuando
Perón, a cargo del Arsenal Esteban De Luca, muy cerca de donde vivo, hoy
taller
de los subterráneos de Buenos Aires, en calle Emilio Mitre, se dedica a
reprimir a los obreros
anarquistas. Así inicia su carrera política el entonces Tte. Juan Perón.
Doce
años más tarde, con el grado de Capitán, ya era edecán del Tte. Gral.
Uriburu, responsable del golpe de
la oligarquía salteña contra el Plan Mosconi de Hipólito Irigoyen, que
iba a
nacionalizar el petróleo una semana más tarde de aquél día aciago.
Perón
despreciaba a los nacionalistas, los llamaba
"piantavotos", decía de ellos cosas bastante más despectivas, cosa que
no deja de sorprender, más allá de que el GOU, grupo de oficiales del
Ejército que habían sido actores del golpe de 1943, eran declaradamente
nacionalistas. Él
vendría a ser la justa medida entre estos extremistas nacionalistas y
los gorilas "vendepatrias"; eso
era el peronismo, el equilibrio y la mesura, la justa medida, casi la
esencia
de la Patria, conforme el axioma de los frontis griegos. Los forjistas,
que
habían nutrido el pensamiento político y social del laborismo que
llevara a
Perón al poder en 1946, años más tarde, en el caso patente de Pablo
Dellepiane,
terminaban conspirando, cuando el líder fascista argentino se dedicaba a
encarcelar a todo el que no compartiera su manía de poder, se sintiera
amenazado por todo aquél que osara pensar por sí mismo.
Así y todo, en 1949, en el Congreso Nacional de Filosofía, presenta su libelo "La Comunidad Organizada", un menjunje filosófico escrito a tres manos, a saber, Nimio de Anquin, Carlos Astrada, Coriolano Alberini. La presentación ya da vergüenza ajena, cuando cita a Alejandro Magno, el "más grande de los Generales", educado por Aristóteles, haciendo una vergonzosa correlación consigo mismo. De los tres nombrados, los dos primeros son nacionalistas, el tercero, es italiano -¿como se supone lo fuera Perón?-; es más, de Anquín es un fascista y nacionalista católico eminente. Digamos, cuando lo fueron de utilidad, los usó, se dejaron usar. Nimio de Anquin, nacionalista católico cordobés, abona las teorías nacionalsindicalistas de la falange española. Por supuesto, no tuvieron nada que ver con la burocracia sindical que fundamentó Perón al derogar y proscribir al Partido Laborista que lo llevara al poder.
Nueve años exactos de la disolución por Perón del Partido Laborista que lo llevara al poder, el 26 de mayo de 1955, el Dr. Adolfo Silenzi de Stagi, titular en la carrera de Derecho de Derecho Agrario y Minero de la Universidad de Buenos Aires, dicta una clase magistral en el aula magna de la Facultad de Derecho, repleta de estudiantes nacionalistas, denunciando los contratos petroleros de Perón con la California, una empresa subsidiaria de la Standard Oil del clan Rockefeller, abogado de la empresa petrolera que iba a ocupar nada menos que 40 mil kilómetros cuadrados en Tierra del Fuego, era un tal Spruille Braden. En plena campaña para llegar al poder en 1946, gracias al sindicalismo laborista, el lema era "Braden o Perón". Una década más tarde, el "nacionalismo" del general populista, era "Braden & Perón", sin que se le moviera un pelo.
A esta altura, no somos pocos los que vinculamos a Perón con la CIA y el Departamento de Estado, como lo hace el investigador cubano Servando González, en la nota anterior, con la figura de Fidel Castro. A ver si nos entendemos, los acuerdos de la Conferencia de Yalta, dividiéndose el mundo, en febrero de 1945, no daban lugar a segundas lecturas o interpretaciones. Ni a los caprichos de un coronel fascistoide sardo argentino, o un barbudo terrateniente cubano formado por los jesuitas. En esa línea, Fidel, financiado por Perón, dispara el bogotazo en 1948, siendo parte de la conspiración y asesinato del líder Eliécer Gaitán; acusados del homicidio del candidato liberal, antinorteamericano, fueron los comunistas, disparando una guerra civil que dura diez años, nada menos, causando 30 mil muertos; de ahí nacerían las FARC, guerrilla marxista que tiene en su escudo El Capital. La paz del Estado colombiano con las FARC, declarando impunes todos sus crímenes, fue la última hazaña de Fidel, antes de morir.
En los días del asesinato de Gaitán, se realizaba en Bogotá la IX Conferencia Panamericana, con representación de todos los gobiernos del continente; la propuesta de USA, declarar fuera de la ley al comunismo. En paralelo, se realizaba el Congreso de Estudiantes Latinoamericanos, financiado por Perón y organizado por Fidel Castro, de marcado tono antinorteamericano. Gaitan es asesinado a las 13 horas, yendo hacia un punto de encuentro con Fidel y su comitiva, en el hotel Continental, a las 14 horas. Nunca se realizó. El gobierno conservador, acusó sin miramientos al comunismo del magnicidio; las sospechas sobre la operación de la CIA, perduraron. Es bueno destacar, es una de los agujeros negros de la historia moderna de los argentinos, que luego de proscribir al Partido Laborista, persigue a los dirigentes gremiales que no se someten; los acusa reiteradamente de "proyankis", por haberse juntado con una delegación gremial norteamericana, visita oficial, los acusa de conspirar para derrocarlo; cuando los líderes sindicales le exigen pruebas de tal complot, estalla con una bravata, como si su palabra fuera suficiente.
La denuncia de Silenzi de Stagni en 1955, le acarrea la cárcel. Veinte años más tarde, en 1975, la Triple A lo amenaza de muerte y debe exiliarse en el Brasil, Silenzi, hombre del nacionalismo revolucionario, es quien nos nutre con sus profundas investigaciones sobre la cuestión del petróleo, que hoy día, entente de por medio entre las oligarquías populista y conservadora, corre el serio riesgo de ser entregado a Gran Bretaña, en su reserva de la cuenca de Malvinas, con la alta probabilidad de ser la segunda del planeta. No está de más decir que el principal enemigo del nacionalismo, como ideario político serio, formado, profundo, no ha sido otro que el peronismo; nos consta que a las clases magistrales de Silenzi de Stagni acudía no poca gente de la izquierda, eran enviados por sus partidos a formarse en la materia.
Luego de la muerte de Evita, del Cnel. Mercante hacia abajo, esto incluye, por ejemplo, nada menos que al Dr. Arturo Sampay, promotor de la Constitución de 1949, fueron apartados de la estructura del poder, amenazados, perseguidos, exiliados en Montevideo en su gran mayoría. Así eran presos o se exiliaban, figuras como el nombrado Mercante - Evita decía de él que era "el corazón de Perón"; Mercante le había presentado a la joven actriz a Perón en 1944; hijo de un dirigente ferroviario, le había servido de puente a Perón con el mundo gremial, el cual le era ajeno, para construir sus falanges nacional sindicalistas a partir del 17 de octubre, para luego proscribirlos y perseguirlos a partir de su acceso al poder-. Al Cnel. Mercante se lo mencionaba como el sucesor natural de Perón, nada más errado. No, Perón no quería que nadie más que él pudiera destacarse, aunque esto impusiera la barbarie y la persecución gorila. Jamás pretendió un partido de cuadros; el movimiento obrero, en ese esquema político, nunca pudo trascender de ser una fuerza de choque, en el peor de los casos, clase trabajadora despreciada y estigmatizada, a cargo tan sólo de los peores trabajos políticos. O una burocracia traidora, servil y corrupta. Con fotos de Perón y Evita en sus despachos, odiándolos también de la misma forma solapada y rastrera.
Así y todo, en 1949, en el Congreso Nacional de Filosofía, presenta su libelo "La Comunidad Organizada", un menjunje filosófico escrito a tres manos, a saber, Nimio de Anquin, Carlos Astrada, Coriolano Alberini. La presentación ya da vergüenza ajena, cuando cita a Alejandro Magno, el "más grande de los Generales", educado por Aristóteles, haciendo una vergonzosa correlación consigo mismo. De los tres nombrados, los dos primeros son nacionalistas, el tercero, es italiano -¿como se supone lo fuera Perón?-; es más, de Anquín es un fascista y nacionalista católico eminente. Digamos, cuando lo fueron de utilidad, los usó, se dejaron usar. Nimio de Anquin, nacionalista católico cordobés, abona las teorías nacionalsindicalistas de la falange española. Por supuesto, no tuvieron nada que ver con la burocracia sindical que fundamentó Perón al derogar y proscribir al Partido Laborista que lo llevara al poder.
Nueve años exactos de la disolución por Perón del Partido Laborista que lo llevara al poder, el 26 de mayo de 1955, el Dr. Adolfo Silenzi de Stagi, titular en la carrera de Derecho de Derecho Agrario y Minero de la Universidad de Buenos Aires, dicta una clase magistral en el aula magna de la Facultad de Derecho, repleta de estudiantes nacionalistas, denunciando los contratos petroleros de Perón con la California, una empresa subsidiaria de la Standard Oil del clan Rockefeller, abogado de la empresa petrolera que iba a ocupar nada menos que 40 mil kilómetros cuadrados en Tierra del Fuego, era un tal Spruille Braden. En plena campaña para llegar al poder en 1946, gracias al sindicalismo laborista, el lema era "Braden o Perón". Una década más tarde, el "nacionalismo" del general populista, era "Braden & Perón", sin que se le moviera un pelo.
A esta altura, no somos pocos los que vinculamos a Perón con la CIA y el Departamento de Estado, como lo hace el investigador cubano Servando González, en la nota anterior, con la figura de Fidel Castro. A ver si nos entendemos, los acuerdos de la Conferencia de Yalta, dividiéndose el mundo, en febrero de 1945, no daban lugar a segundas lecturas o interpretaciones. Ni a los caprichos de un coronel fascistoide sardo argentino, o un barbudo terrateniente cubano formado por los jesuitas. En esa línea, Fidel, financiado por Perón, dispara el bogotazo en 1948, siendo parte de la conspiración y asesinato del líder Eliécer Gaitán; acusados del homicidio del candidato liberal, antinorteamericano, fueron los comunistas, disparando una guerra civil que dura diez años, nada menos, causando 30 mil muertos; de ahí nacerían las FARC, guerrilla marxista que tiene en su escudo El Capital. La paz del Estado colombiano con las FARC, declarando impunes todos sus crímenes, fue la última hazaña de Fidel, antes de morir.
En los días del asesinato de Gaitán, se realizaba en Bogotá la IX Conferencia Panamericana, con representación de todos los gobiernos del continente; la propuesta de USA, declarar fuera de la ley al comunismo. En paralelo, se realizaba el Congreso de Estudiantes Latinoamericanos, financiado por Perón y organizado por Fidel Castro, de marcado tono antinorteamericano. Gaitan es asesinado a las 13 horas, yendo hacia un punto de encuentro con Fidel y su comitiva, en el hotel Continental, a las 14 horas. Nunca se realizó. El gobierno conservador, acusó sin miramientos al comunismo del magnicidio; las sospechas sobre la operación de la CIA, perduraron. Es bueno destacar, es una de los agujeros negros de la historia moderna de los argentinos, que luego de proscribir al Partido Laborista, persigue a los dirigentes gremiales que no se someten; los acusa reiteradamente de "proyankis", por haberse juntado con una delegación gremial norteamericana, visita oficial, los acusa de conspirar para derrocarlo; cuando los líderes sindicales le exigen pruebas de tal complot, estalla con una bravata, como si su palabra fuera suficiente.
La denuncia de Silenzi de Stagni en 1955, le acarrea la cárcel. Veinte años más tarde, en 1975, la Triple A lo amenaza de muerte y debe exiliarse en el Brasil, Silenzi, hombre del nacionalismo revolucionario, es quien nos nutre con sus profundas investigaciones sobre la cuestión del petróleo, que hoy día, entente de por medio entre las oligarquías populista y conservadora, corre el serio riesgo de ser entregado a Gran Bretaña, en su reserva de la cuenca de Malvinas, con la alta probabilidad de ser la segunda del planeta. No está de más decir que el principal enemigo del nacionalismo, como ideario político serio, formado, profundo, no ha sido otro que el peronismo; nos consta que a las clases magistrales de Silenzi de Stagni acudía no poca gente de la izquierda, eran enviados por sus partidos a formarse en la materia.
Luego de la muerte de Evita, del Cnel. Mercante hacia abajo, esto incluye, por ejemplo, nada menos que al Dr. Arturo Sampay, promotor de la Constitución de 1949, fueron apartados de la estructura del poder, amenazados, perseguidos, exiliados en Montevideo en su gran mayoría. Así eran presos o se exiliaban, figuras como el nombrado Mercante - Evita decía de él que era "el corazón de Perón"; Mercante le había presentado a la joven actriz a Perón en 1944; hijo de un dirigente ferroviario, le había servido de puente a Perón con el mundo gremial, el cual le era ajeno, para construir sus falanges nacional sindicalistas a partir del 17 de octubre, para luego proscribirlos y perseguirlos a partir de su acceso al poder-. Al Cnel. Mercante se lo mencionaba como el sucesor natural de Perón, nada más errado. No, Perón no quería que nadie más que él pudiera destacarse, aunque esto impusiera la barbarie y la persecución gorila. Jamás pretendió un partido de cuadros; el movimiento obrero, en ese esquema político, nunca pudo trascender de ser una fuerza de choque, en el peor de los casos, clase trabajadora despreciada y estigmatizada, a cargo tan sólo de los peores trabajos políticos. O una burocracia traidora, servil y corrupta. Con fotos de Perón y Evita en sus despachos, odiándolos también de la misma forma solapada y rastrera.
Ser nacionalista, nombrarse como tal, identificarse con esa raigambre,
era mal visto, mala palabra, antes y después, ahora ya pasa a ser una suerte de
antigualla ideológica, una suerte de perversión de la política, portación
de un pensamiento político rudimentario, al lado de las elucubraciones de Marx,
Lenin, Trotzky, Marcuse, Fanon, Jorge Bergoglio; fácil de asociar
con el "nazionalismo", con Mussolini o Franco, con Hitler; nunca, eso
se evade de forma deliberada, con la figura romántica de José Antonio, poeta y
político, compañero de pláticas y noches madrileñas, de tertulia y arte, nada
menos que con el genial Federico García Lorca.
Ahí a progresistas, liberales y izquierdas en general, se le complican las diatribas. José Antonio no da lugar a dudas, se distancia de los fascismos imperantes, "la Falange no es fascista", por la razón eminente de basar la unidad de España en su misión espiritual, universal, proponer una revolución social que incluye la reforma agraria; nada más ajeno a un movimiento fascista que la creación de un campesinado propietario de sus parcelas, ajeno tanto al totalitarismo como al comunismo colectivista. Uno de los poemas más bellos de las letras españolas, Elegía, de Miguel Hernández, miliciano republicano, está dedicado a Ramón Sije, su compañero del alma. Sijé era el jefe de la Falange en Orihuela, -"su pueblo y el mío"; Hernández, tal la tragedia de ciertas paradojas, murió de tuberculosis, preso en la prisión de Alicante, ante la inclemencia de Franco, que hizo oídos sordos a los pedidos de la Falange para liberarlo; años antes, en la misma presión, había sido fusilado José Antonio.
Ahí a progresistas, liberales y izquierdas en general, se le complican las diatribas. José Antonio no da lugar a dudas, se distancia de los fascismos imperantes, "la Falange no es fascista", por la razón eminente de basar la unidad de España en su misión espiritual, universal, proponer una revolución social que incluye la reforma agraria; nada más ajeno a un movimiento fascista que la creación de un campesinado propietario de sus parcelas, ajeno tanto al totalitarismo como al comunismo colectivista. Uno de los poemas más bellos de las letras españolas, Elegía, de Miguel Hernández, miliciano republicano, está dedicado a Ramón Sije, su compañero del alma. Sijé era el jefe de la Falange en Orihuela, -"su pueblo y el mío"; Hernández, tal la tragedia de ciertas paradojas, murió de tuberculosis, preso en la prisión de Alicante, ante la inclemencia de Franco, que hizo oídos sordos a los pedidos de la Falange para liberarlo; años antes, en la misma presión, había sido fusilado José Antonio.
Hoy día identificarse con
el nacionalismo es casi una entelequia insustancial, o un lapsus de mala pata,
digo, remite a Biondini con cuatro outsiders, saludando con el brazo en alto
mientras cantan el himno, o con la revista Cabildo, idéntica a si misma, en su
esterilidad y autocomplacencia, desde hace casi 40 años. Huele mal el
nacionalismo, a rancio, a humedad en el cieloraso, a moho y a hongos del
pensamiento político. O, en el mejor de los casos, se identifica con Malvinas,
con Seineldin, rebota en Aldo Rico, en los carapintadas, para terminar en un
mal coletazo en la ubicua y dudosa figura de Gomez Centurión, el ex ministro de
Defensa del PRO, quien aparentemente pasa de las trincheras de Pradera del Ganso,
a ser edecán del General Mario Benjamín Menéndez en la casa de gobierno de
Puerto Argentino, sí, rutilante.
¿Hubo emisarios británicos en la rendición, alta traición, de Menéndez en Malvinas?. Algún día lo sabremos. Lo concreto, Menéndez, participa como comando de infantería en el Operativo Independencia en Tucumán, bajo las órdenes del General Bussi, aniquilando a la guerrilla del ERP, jamás el CELS lo rozó con un informe o causa por violaciones a los DDHH. Tal vez se sepa algún día qué hay de cierto en la versión que circula, según al cual, una conspiración urdida entre Videla, Alfonsín, Haig, impide a Galtieri a hacerse cargo en persona de la conducción de la guerra, ante la evidencia de que el Gral. Menéndez estaba decidido a rendirse. A Raúl Alfonsín, miembro activo de la masonería, el Gral. Haig ya le había avisado que era el elegido para ser el presidente del próximo gobierno democrático. Videla, dos años mayor, Galtieri y Alfonsín, en el mismo curso, habían sido compañeros en el Liceo Militar. A contrapelo de los líderes de los partidos populares y sindicales democráticos, PJ, UCR, PI, FIP, CGT, que habían apoyado la recuperación de Malvinas, incluso la izquierda nacional, Alfonsín había denigrado el acto de soberanía como una pretensión de los militares de perpetuarse en el poder; idéntico es el discurso de Gran Bretaña, como el de la mayoría de la actual dirigencia política, la prensa y los intelectuales, artistas, funcionales al sistema colonial, hasta estos días. Tal la repugnante y contumaz traición que caracteriza a esta sociedad desalmada, envilecida, impune, autista, desvergonzada.
¿Hubo emisarios británicos en la rendición, alta traición, de Menéndez en Malvinas?. Algún día lo sabremos. Lo concreto, Menéndez, participa como comando de infantería en el Operativo Independencia en Tucumán, bajo las órdenes del General Bussi, aniquilando a la guerrilla del ERP, jamás el CELS lo rozó con un informe o causa por violaciones a los DDHH. Tal vez se sepa algún día qué hay de cierto en la versión que circula, según al cual, una conspiración urdida entre Videla, Alfonsín, Haig, impide a Galtieri a hacerse cargo en persona de la conducción de la guerra, ante la evidencia de que el Gral. Menéndez estaba decidido a rendirse. A Raúl Alfonsín, miembro activo de la masonería, el Gral. Haig ya le había avisado que era el elegido para ser el presidente del próximo gobierno democrático. Videla, dos años mayor, Galtieri y Alfonsín, en el mismo curso, habían sido compañeros en el Liceo Militar. A contrapelo de los líderes de los partidos populares y sindicales democráticos, PJ, UCR, PI, FIP, CGT, que habían apoyado la recuperación de Malvinas, incluso la izquierda nacional, Alfonsín había denigrado el acto de soberanía como una pretensión de los militares de perpetuarse en el poder; idéntico es el discurso de Gran Bretaña, como el de la mayoría de la actual dirigencia política, la prensa y los intelectuales, artistas, funcionales al sistema colonial, hasta estos días. Tal la repugnante y contumaz traición que caracteriza a esta sociedad desalmada, envilecida, impune, autista, desvergonzada.
El peronismo durante largísimos 70 años, les evitó a los argentinos el
pensamiento político. Todo había sido dicho, enunciado, proclamado y
profetizado por Perón, incluso que en el 2000 seríamos dominados. El anatema de
Evita, "la Patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus
ruinas", pensamiento esencialmente sanmartiniano, nunca peronista, se
contradecía con las filípicas del viejo General, el león herbívoro, que había
mandado a dormir a la inteligencia de los argentinos, en penitencia, sin
postre, durante nada menos que siete décadas. Pero el nacionalismo es propio de
la condición humana, tan pero tan acendrado, que un personaje emblemático como
el propio Guevara de la Serna, el Che, se interna en los laberintos de su
muerte en la selva boliviana, sin ton ni son, mandado a tal destino, condenado
a muerte, por el propio Fidel Castro, con el plan superior de entrar por esa
frontera en territorio patrio, para liberar a la Argentina. El mismísimo Ho Chi
Min, líder del Vietnam victorioso, marxista y leninista, proclamaba:
"primero Hanoi, segundo Hanoi, tercero Hanoi", haciendo trizas al
internacionalismo. No le tiembla el pulso al tío Ho, cuando imparte órdenes
para que el genial General Giap invada el régimen títere de Camboya, dominado
por la tiranía demencial de los Kmer Rouge, arrasando con esa pantalla de la
CIA, destinada exclusivamente al dominio del triángulo del oro del opio,
negocio que había descubierto la inteligencia norteamericana para financiar sus
operaciones ilegales. Nadie más nacionalista que el Vietnam victorioso para
aquél entonces. En una semana arrasan con el régimen sangriento de Pol Poth.
La
cuestión, es que la idea de la Patria comienza a ponerse de moda,
promocionada tanto por la épica de un estadista genial como el ruso
Vladimir
Putin, o por una figura emergente que vocifera en contra de la
globalización, las conspiraciones de Wall Street y la prensa
corporativa, impulsando a la
industria nacional, en contra de las manufacturas chinas, o la
repatriación de las plantas de Ford
produciendo en Malasia o Tailandia. La prensa internacional, tiene tanta
mala
leche que lo tilda a Trump de "populista", los locales, con esa
prosapia de la incontinencia verbal que los hace menesterosos de las
ideas, de
"peronista". Nadie osa decir que tanto Putin como Trump, o como la
candidata que va a triunfar en Francia en mayo, Marianne LePen, en el
nuevo
mayo francés, son nacionalistas. Así de simple. Le Pen propone salir de
la
eurozona, de la OTAN, del FMI. Y que en los astilleros militares
franceses, sin
ir más lejos, trabajen obreros metalúrgicos franceses. ¿Tan mal está
eso?, ¿es
xenofobia, fascismo, populismo?, o puro sentido común y sana y prudente
política, nacionalismo económico; esto es, antes que nada, velar por los
intereses de los trabajadores locales, sus industrias, su pueblo, su
Nación.
Filosofar sobre la Patria, a esta altura, se hace tan innecesario en
esta Argentina del fin del mundo, apadrinada desde Roma por "el padre
Jorge", como una meditación sobre el Espíritu Santo. Los argentinos, más
que nadie, estamos largamente en el horno. No, no es Alepo el epicentro del
infierno en la tierra. Ahí la gente, el pueblo, tiene más que claro por qué
vivir, por qué morir, por qué matar. Las argentinos no tienen la menor idea de
para qué han venido al mundo. No existen. Se justifican por representaciones
deportivas, la Davis, el Mundial de Rusia (¿llegaremos?); tales son sus
angustias existenciales, después, la superchería de la lucha por la
supervivencia, la ya endémica mala calidad de vida, el morirse de un balazo en
el pecho en medio de una asalto al voleo, ya sea por un par de zapatillas o una
moto. Los argentinos no saben porque viven y mucho menos porqué se mueren, de
tan malas muertes. Los más ilustrados, se alimentan de baratijas culturales,
museos, teatros líricos, bijou del Moma, cine noruego, policiales suecos.
Y
para peor que peor, el mal karma de que en Roma este
"reinando" nada menos que "el padre Jorge", un sociólogo
del cristianismo convencido de que los movimiento sociales son el
corazón del
Evangelio, forzando un inmanentismo que ya ha fracasado de forma colosal
desde Medellín, década del 60, en adelante, nos aproxima a una
depresión
endógena casi sin retorno, incurable. ¿Porqué de qué Patria podemos
hablar,
seriamente, si Dios tampoco existe?; un pontífice jesuita argentino,
apóstata,
se encarga día y noche de remitirnos a la limitud de los mandamientos
sociales,
como si la pobreza fuera su marca registrada, su exclusividad, su leit
motiv,
no su morondanga intelectual, ni siquiera filosófica o teológica, nunca
tanto,
el terreno político en disputa con los agentes del caos, las feminazis,
los
troskos de PO, o las vanguardias del narco, los evangélicos de Brasilia,
los
iluminatis de Paul Singer y George Soros, pobre y argentinos, pobres en
un país
exageradamente rico, tal la paradoja; inconvenientemente pobres,
fatalmente
pobres; ¿argentinos?.
"La Patria es el otro", vociferaba una colosal impostora
delictiva de la historia contemporánea argentina; le ponía un moñito ribonet al
pensamiento neomarxista de Laclau, mientras enfrentaba a argentinos contra
argentinos, con la dialéctica del amigo-enemigo, con el mandato histórico que
tanto esto era cierto, como que ellos iban adelante, "con la Patria al
hombro", esto es, una cruz o una bolsa llena de otros, mezclados, de forma
aluvional, con miles de millones de dólares o toneladas de cocaína del Cartel
de Sinaloa. Y sí, el peronismo es portador de un amor universal que todo lo
puede, todo lo soporta y tolera. A propósito de la apostilla y la bolsa de
merca, de frula, de falopa, de cocaine; viajaba en otro día en subte, mi línea,
la E, una de las feas, de Bolívar hasta José María Moreno. Sube en una
intermedia, un típico porteño, era un aguafuerte; zapatillas blancas de cuero,
línea moderna, entalladas, finitas, sin medias, pantalones cortos de jean,
gastados, cargo a media pierna, musculosa oscura, gris oscura, con el frente
estampado "Megafon, abajo, Terciarios, más abajo, Peronismo
Militante". Larga cabellera blanca, hombre de unos cincuenta años,
fusilado de alcohol y cocaína, doblado. Eso viene a ser un elemento de calle,
barra brava todo terreno los fines de semana, un cuadro nacional y popular, con
el inevitable tinte religioso de estos días, un Terciario; joder, estamos
hablando en serio. Megafón, novela emblemática del enorme Leopoldo Marechal,
abusada in extremis por esa gigantesca fábrica de mitos que continúa siendo el
peronismo, lleno de Patrias, una sola no les alcanza. Ellos son la Patria, y la
Patria, obvio, es de ellos, su exclusivo coto de caza, escenario mítico en donde
desatan sus andanzas, tan pintorescas como criminales. Se roban hasta el agua
de los floreros, cuando el poder le es propicio, cuando hay ligue.
La Argentina debe de ser el único país sobre la faz de la tierra que ha
sido capaz de engendrar un alien como el peronismo, que se queda afónico,
gritando "la Patria peronista", tomándose los atributos de lo sagrado
como propios; sólo he visto al energúmeno de Chávez, un año antes de morir, eso
podría ser un atenuante, sabía ya que pasaba a la inmortalidad, se moría de
miedo con tal destino, como el común de los mortales, todo el planeta lo vio en
un acto político religioso, había una misa, clamar "Señor, todavía no me
lleves, tengo cosas que hacer aún, la Revolución..." (cuac, si, no me da
para poner sic), sigo, lo hemos visto aferrando con sus manos sudorosas el
sable del libertador Simón Bolívar, mientras la robaba las presidenciales a un
cobarde como Capriles, ocupando el centro de Caracas con tanques de guerra.
Y hoy día, en la supuesta vereda de enfrente, el PRO, un aminoácido en
estado larvario, que propone las "inversiones extranjeras" como
subterfugio a ningún lado, imprime billetes con fauna autóctona, tiene serios
problemas para festejar el Bicentenerio del nacimiento de la Patria al punto
tal que habla de la "angustia" de los Padres fundadores al
independizarse, llega al poder y se abroquela conforme las directrices de un DT
ecuatoriano, vive tirando la pelota a las tribunas, revolea, porque no puede
parar un fútbol, esto es, no tiene la menor idea de la política; y sí, de la
Patria mejor ni hablar, la palabra les incomoda ni tanto, se remiten a Londres
o a Tel Aviv, llegado el caso, el colonialismo les sienta demasiado bien, como
un traje a medida. Por supuesto, si la Patria es la sobredosis del populismo y
del peronismo militante, no, mejor vamos a otra parte. Porque la Patria es un
verdadero asco. No vamos a entrar en grandes disquisiciones si de esto se
trata, de pensar, de repensar esta palabra de pocas letras, una más que Dios,
puesta en dudas, como inexistente, irreal, fenecida, como la trascendencia. No
por la firma de un Nietszche, ni de un Carlitos Marx. Sí, por los mandatos del
Nuevo Orden Mundial, malthusiano, consumista, globalizante, feminazi,
progresista, modernista, protogay, ecologista, abortista, internauta, narcotizador,
antipatria, ateo y sionista.
Dos
El Imperio Romano en el Occidente antiguo y las monarquías cristianas en
la Edad Media prescinden del concepto de Patria, si, bien, la palabra rara no
le es ajena. En ese limbo metafísico en donde se enhebran lo sagrado y lo
profano, el domus, los ancestros, la gens y las casas tutelares, los Dioses, la
sangre como arquetipo del ethos, se tejen leyendas y mitos que emparentan a los
arquetipos fundadores, emblemáticos, con las divinidades. En el antiguo Egipto,
es esto aún más patente, el Faraón es un Dios, sin tantas vueltas. La tierra de
los padres es una geografía, un hummus que ha sido abrevado con sangre
fecundante. Se ha conquistado y se la ha
defendido a costa de la vida fluyente que la ha empapado, consagrándola. Eso la
ha sacralizado, puesto en un tiempo que no es lineal ni histórico, es
primordial. Otra tiempo. Así nacen las fiestas, en el misterio de que con esos
rituales se reviven los momentos fastos de esos clanes, esos linajes, esas
dinastías. Tal o cual Imperio. Los romanos lo supieron preservar casi durante 8
siglos, hasta bautizarse y fundar Europa, nada menos.
Hay
casos a lo largo de la historia más menos conocida, en la Edad
Media, la Cristiandad, en donde esta delicada simbiosis de lo profano y
lo
sagrado se alimenta y sintetiza en símbolos universales, son los reyes
santos,
Francia, en el centro espiritual de Europa, fundadora de la Universidad y
de
catedrales tan eternas como Reims, tiene en la figura de Juana de Arco
una
parábola ejemplar. Una pastora analfabeta, adolescente, es inspirada
para
liberar a sus tierra del invasor inglés. La historia es por todos
conocida, la
Iglesia, cuando no, tardó siglos en reconocerla. Hoy su figura ocupa un
lugar
central en el museo del Louvre y en el corazón de los franceses; la cruz
de
Lorena, fue a su vez el símbolo de la resistencia francesa para
liberarse de
los nazis. Los reyes santos no son pocos en la antigua Europa, que fuera
otrora
cristiana y hoy es un engendro manipulado por intereses oscuros. Las
usinas del
pensamiento malthusiano del NOM, llega a presentar hoy día la maternidad
como
violencia de género simbólica, desde los libelos feminazis. Ese
paupérrimo y
fundamentalista pensamiento apolítico, agita y azuza a hordas de jóvenes
mujeres, en un sinsentido en donde la esencia de la condición humana,
la
vida misma, está puesta en duda; esa decadencia es Europa. O, vamos a
decirlo
con más certeza; esa decadencia era Europa. Juana de Arco regresa, al
frente de
huestes del pensamiento que abrevamos. Intacta. Magnífica.
No he viajado nada en mi vida, me lo debo, pero he vivido dos años en
Chile, al lado. Y sé que los chilenos son patriotas, festejan su nacionalidad
durante una semana, ricos y pobres, entreverados a veces, como el día de San
Juan; repito, una semana de festejos, bailes, comilonas, grandes ingestas de
vino y de chicha. Alegrías populares. Jamás a un chilena se le cruzaría por la
cabeza obviar la letra de su canción patria, del himno, con un tarareo
futbolero o rugbistico. Ni mamados. Los chilenos, a su vez, sienten una envidia
insoportable por la Gesta de Malvinas, en donde los soldados, marinos y
aviadores argentinos, en unas islas del mar austral, le dieron a los ingleses
una paliza memorable, dada como victoria inglesa por la traición de un General
vendepatria. Cosa también impensable para un militar chileno, o peruano, o
paraguayo. Sólo en un país tan raro, tan apátida como la Argentina, se puede
dar el caso de que un General, de puro cobarde, entregue una guerra victoriosa
como la de Malvinas, a 48 horas de la rendición del invasor anglosajón.
Acá es donde empiezo a barruntar que Patria y geografía, digo, y montañas, y mares, y ríos y selvas, o estepas
heladas, desiertos insoportables, forjan el carácter y la descendencia de los
pueblos patriotas. Y la geografía de la sangre, eso es, Patria y raza. Sí, ya
me estoy yendo de boca con el afán políticamente incorrecto, pero lo cierto es
que los chilenos no sufrieron nunca el aluvión inmigratorio que puebla estas
tierras a fines del siglo XIX. Son sólo cuatro elementos étnicos los que forman
su carácter: el nativo, arauco, el español, sobre todo, andaluz, más luego,
ingleses y alemanes. Esos cuatro tipos étnicos, mayoritarios, le dan identidad
al ser chileno, al homo chilensis. En la
Argentina se sigue batiendo la coctelera, si ton ni son, sin sentido, en las
últimas décadas, se abrieron las fronteras de par en par, al sólo fin de dejar
entrar cocaina y votantes, populismo rampante.
Sólo en un país tan apátrida como este, en donde sobreviven patrias
"peronistas o socialistas", se tolera que héroes de Malvinas estén
presos, pudriéndose en cárceles comunes, sin atención médica, maldecidos por la
sociedad toda, encerrados por juicios expres montados por el CELS (MI 6
británico), con pruebas y testigos falsos. Cantidad de héroes de la única Gesta
Patria del siglo XX, a ver, la batalla aeronaval más colosal del siglo pasado,
luego de la batalla de Midway en el Pacífico, esto es, más de cuarenta buques
ingleses fuera de combate, incluye a dos portaaviones, sigo, sólo en un país
tan apátrida como este, esos guerreros son tergiversados, acusados de asesinar
guerrilleros, fuera de las reglas estrictas de la guerra revolucionaria, esto
es, en combate franco, como si fueran cobardes, nada más falso, cuando lo cierto
es que el ataque artero, a traición, por bomba o emboscada, siempre fue la
táctica preferida por la delirante guerrilla urbana. Guerrilla, que dicho sea
de paso, escribía con sangre en sus panfletos y en las calles, "Libres o
muertos, jamás esclavos", tal la épica de su militancia de suicidas.
Guerrilla homicida que pasados cuarenta años de sus crímenes, casi tres mil
muertes, entre militares y civiles, esto incluye mujeres y niños, no han pisado
un estrado judicial en su vida. Es más, tienen el tupé de presentarse con
uniforme de combate, esto sucedió hace meses, tres comandantes del ERP, para
amenazar con que las armas están bien guardadas y pueden pasar a operaciones si
la circunstancia lo amerita. Ningún fiscal federal pidió la captura de estos
personajes, que salieron en una señal televisiva comunitaria, a cara
descubierta, amenazantes, repito. ¿Eran entonces un ejército, habían
confrontado en una guerra?. ¿No fueron víctimas inocentes de las
circunstancias?. Así parece. El video se reprodujo en el diario Clarín, lo vio
medio país.
Repito, sólo en un país tan perdidamente colonial como este, se tolera
esto, al tiempo que se organizan campañas de liberación de una energúmena,
supuesta líder social, responsable de al menos tres homicidios y de malversar cientos
de millones de dólares del erario nacional, a fin de construir un estado
paralelo en el Jujuy, con milicias armadas con móviles propios, sí, una suerte
de Isis Kolla. Aclaremos que las denuncias que pesan sobre Sala por homicidio,
que a la fecha no ha dada curso judicial ningún fiscal federal, han sido
difundidas por el dirigente sindical municipal, de la Corriente Clasista y
Combativa, el Perro Santillán; fuero federal porque el ataque a Lucas Arias
ocurre en un despacho de un funcionario público, secretario de vivienda, para
más datos. Sala, acusada sólo por el delito de acampar en una plaza y por
corrupción, nunca por homicidio, ya que la jefa de los fiscales, Gils Carbó,
impide que un fiscal federal radique la denuncia, lo echaría al día siguiente;
los cobardes pueblan el poder judicial como plaga, es su territorio. Cobardes,
trepadores, acomodaticios, corruptos. El cursus honoris de la Argentina,
apátida y protogay. Progre.
Así
las cosas, cuando tanto la geografía como la raza y un no lugar
metahistórico, como el peronismo, conspiran para la actualización de la
Patria,
que ni siquiera puede nombrarse, como confiesa atribulado el propio
Marechal, uno debe de trepanarse el cráneo para descifrar el signo, el
pulso del mito, el
misterio de lo sagrado. Porque lo vamos a decir cortito y en lenguaje
llano. No
tener Patria es como no tener padres, esto es, un mal trance, una
desgracia
existencial. Sólo remite a dificultades y pobrezas, a penurias
materiales y
morales, a misera humana, llegado el caso, a esclavitud. Mucho peor,
cuando la
historia viene muy mal entrazada y te dicen que tus padres son otros,
como que
te vendieron, te dieron a cambio de algo, peor aún, te regalaron. No voy
a caer
en el lugar común de que te robaron a "apropiaron", porque es una
falsedad manifiesta. Si bien hay "vendepatrias", no existe la
inversa, no hay "robapatrias"; sí, claro, ya los hemos mencionado,
los que venían por todo, con la Patria al hombro, se pusieron en el
umbral de
esa locura. Como pasa siempre, confundieron los fines con los medios y
se
tropezaron con bolsas de cocaína y millones de dólares, quedando con la
cara
blanca, contra el piso, como en un dibujo animado para adultos, culo
para
arriba, obscenos, decadentes, prostibularios.
Tres
A las colonias decadentes como a la Argentina, las convencen que la
Patria es futbolera, rugbistica, tenística, "la Patria deportiva", el
subterfugio más lúmpen para soliviantar la carencia ya ontológica; no es
casualidad que los messi o los maradona, alimenten el nacionalismo más berreta y
lamentable de los "mejores del mundo", siempre como excusa individual
por no ser capaces de armar un equipo que funcione como tal, con un estilo
propio, hasta ahí llegamos, ah, Adolfito Cambiasso, La Ellestrina. Todo
colabora para que la amnesia colectiva sea perene. Tanto la pobreza ya
proverbial de los sistemas educativos, en donde maestros semianalfabetos
deforman a púberes y adolescentes, incapaces no sólo de leer y escribir de
corrido, leen adivinando, no saben formar oraciones, adivinan los textos, sino
que ignoran lo básico del pensamiento exacto, matemático, tan sólo una élite que
accede al Nacional Buenos Aires o al Carlos Pellegrini, o a los privados caros,
no a cualquier privado, se salvan de la hecatombe del analfabetismo crónico.
Como la bozofia de la televisión, definida por el genial Gerard
Depardieu como "la peor del mundo", putero de 32 pulgadas, en donde
la competencia es por quién hace el mejor sexo oral, en cadena nacional, mucho
mejor, hablan a las claras de una sociedad en estado terminal, condenada a la
disolución, si es que esto ya ha ocurrido y nadie se ha tomado el trabajo de
firmarlo. Hablo del acta de defunción. Porque todo huele demasiado a podrido,
tal vez lo que se respire no sea otra cosa que un cuerpo social putrefacto,
propicio para el fuego purificador, higiene módica, paupérrima, tan necesaria.
Digo esto como si al cosa, al tiempo que miro las fotos de mis hijas, mis
nietos, no me resigno, de puro necio, de puro terco. Ni lúcido ni valiente.
Y
el analfabetismo político que es proverbial. A la gente "no le
gusta la política"; obvio, la política, así como está planteada,
repugna,
está pensada, diseñada, para poner al ciudadano a un año luz de la clase
política, sólo se entiende en el toma y daca, la transa de los
profesionales de turno, los bendecidos por Magnetto, los apadrinados por
el sionismo, los
avalados por los hermanos Castro, los alcahuetes de los servicios de
inteligencia foráneos, las fundaciones de dudoso origen y
financiamiento, las
editoriales subvencionadas por al Fundación Ford o Kanrad Adenauder, los
Emiratos Árabes, la Internacional Socialista o Socialcristiana, el padre
Jorge,
la masonería. Los argentinos no están en condiciones de debatir cinco
minutos
sobre ningún tópico de política nacional o internacional sin caer en
lugares
comunes o en furcios horribles. Y toparse con alguien formado e
informado los
pone invariablemente de pésimo humor. Dudan que el voto sirva en
realidad para
cambiar nada, pero eso los conforma y libera, se lavan las manos. No
pueden levantar la mirada poco más alto
que a la altura de las rodillas. Cambiar el celular o la marca de sus
zapatillas, de auto, viajar, puede llegar a ser la cosa importante de
sus
vidas. Pensar sobre los destinos de la República, un aburrimiento atroz,
un
dolor de estómago, en el mejor de los casos. No quieren pensar, ni mucho
menos
especular con tomar decisiones. A esa masa crítica debe de dirigirse
uno, a fin
de sacudirle las telas de araña del cerebro, y, sí, claro, sin
despreciarlos ni
ofenderlos. Menuda tarea.
Creo que el asunto de la geografía, la raza, la metahistoria y la
maldición de los sucios, feos y malos, los peronistas, junto con sus primos
hermanos los gorilas, y la prole patasucia de progres y troskos, anque los
stalinistas azulinos del Nuevo Encuentro de Sabatella y demás protozoarios, o
los novísimos laudatios del padre Jorge, se baten y licúan de la mejor forma
ante el paradigma metafísico de última ratio: pobres y colonizados, o ricos y
liberados. Esa es la cuestión. Y la nacionalización de los minerales del
subsuelo, la geografía profunda, se da de bruces con la esencia guerrera
criolla, rebautizada a sangre y fuego en 1982. Conforme los hitos de 1806,
1807, 1846. Nosotros le hemos ganado a los ingleses cuatro a cero, y no
aprenden. ¿Será el dilema de la Patria argentina, el talón de Aquiles del
imperio británico? De eso se trata todo este fenomenal entuerto que ya tiene
más de dos siglos de tensión histórica, un buen rato, digamos. Lo voy a decir
más claro. La misión histórica, Patria, de los argentinos, será poner en
ridículo de manera definitiva a la rémora del Imperio Británico, que ya no es
más Europa, que carga una colosal deuda externa, que ha renunciado incluso a la
explotación petrolera de los yacimientos del Mar del Norte, sólo aspira,
conforme los mandatos de la Monarquía y la Casa de Rothschild, a convertirse en
la principal plaza de especulación financiera del planeta, esto es, fabricar la
nada misma. Para eso no precisan de ninguna poderosa flota de guerra, para
ejercer el control de los mares. Sus colonias. Gibraltar y Malvinas.
Repito la idea. La Patria como misión y milicia, como la última
pelea de la noche, implica derrotar de cabo a rabo al invasor inglés, mandarlo
de regreso a su casa, con las manos más que vacías, sin haber siquiera mojado
sus barbas en la segunda reserva petrolera del planeta, esto, de más está
decir, por la fuerza, luego de una seria paliza, nunca comparable a la del
siglo pasado, desde ya, entonces enfrentamos y pusimos con la cara contra el piso
nada menos que al equivalente en toneladas de maquinaria de guerra naval de la
6ta. flota de USA. Nunca comparable, porque el decadente Imperio británico
carece hoy día de semejante flota, se caen a pedazos sus patachos, adolece de
portaaviones, y, luego de la paliza del siglo pasado, donde quedaron fuera de
combate los dos que enviara, jamás la sabia doctrina del Almirantazgo pondría
en juego más paquebotes para semejante escarnio. No, nos amenazarían con armas
nucleares, Rusia se los impediría. Tal vez los mismos norteamericanos.
Tal el paradigma de los argentinos, el ser o no ser nacional, libres y
ricos, pobres o coloniales, como ahora mesmo. Y claro que para que este dilema
se dilucide, debe de correr sangre. De unos y de los otros. Ni con retórica ni
negociando lo innegociable. Nadie que se pretenda digno y viril, negocia con
los usurpadores de su territorio, su casa, su pasado, en tanto y en cuanto esas
islas y el mar circundante han sido bañadas por sangre de los hermanos. Primero
los invita a retirarse de buenas maneras, luego, de otra forma. Y no estoy
hablando de los kelpers, ilegales en suelo argentino, a los kelpers se les da
el DNI argentino y se los invita a votar su gobernador, en elecciones libres y
democráticas, cosa que no han experimentado nunca, con derecho a elegir y ser
elegidos. Gobierno de la Provincia de Malvinas y el Atlántico Sur. La provincia
del petróleo argentino.
Cuatro
Dentro
de las variantes de "Patria" a las que nos han
acostumbrado, tenemos dos subgéneros más, la "Sindical" y la
"Financiera". Me referiré escuetamente a esos engendros. La
burocracia sindical es el eructo más hediondo del peronismo y la
síntesis
perfecta de las traición de las traiciones, eso es, la rémora del poder
político sindical criollo, ni marxista ni internacionalista, sí,
solidario con los movimientos obreros del mundo, que irrumple en la
historia a fines de la segunda guerra mundial, construcción obrera
nacional, el Partido Laborista, que lleva a Perón
al poder en 1946, luego de sacarlo de la cárcel el 17 de octubre de
1945.
Disuelto en mayo de 1946, a las cinco meses de haber puesto a Perón en
la
presidencia, los sindicalistas rebeldes a ese abuso fascista del
verdadero
Perón, son perseguidos, encarcelados, deportados. Los que se someten y
desde la
obsecuencia y el servilismo sobreviven, pasan a ser la "columna
vertebral
" del movimiento, nunca, de más está decir, su cabeza, como lo eran
originalmente. Perón no era autoridad partidaria del Laborismo, sólo su
afiliado número uno. Perón funda así un movimiento autoritario,
vertical, en
donde entre él y la masa, no sea tolera nada, ni siquiera toleró a la
figura de
Evita. Ese gremialismo adocenado, burgués, acomodado y gozando del
supuesto
estado de bienestar peronista, hasta que se caen dos cosechas
consecutivas,
genera una cáfila de corruptos y traidores que a la fecha han
consolidado una
marca registrada, la CGT.
Llámense
los gordos o la burocracia sindical. Dirigentes ricos y
perenes, con trabajadores pobres y domesticados. En el medio,
disciplinando, la
patota, la barra brava, la falopa, la transa. Este modelo es tan
decadente y
poco viril, que ninguno de ellos ha tenido el más mínimo delirio de
grandeza de
aspirar a la presidencia de la República, teniendo como han tenido y
tienen, al
aparato como para lograrlo. Uno que otra cargo legislativo, como si el
mandato
paterno del General, disolviendo al Partido Laborista en mayo de 1946,
siguiera estigmatizándolos. No están para más, no son aptos, son
emergentes del mundo
laboral, no aplican. No codician un poder político que está destinado a
la
clase política, o a empresarios, o a militares golpistas; nunca a los
trabajadores. El Brasil, sin ir más lejos, fue capaz de la construcción
política
de un PT, de un Lula Da Silva; en la Argentina eso sonaría casi
impensado; no,
por favor, al frente de los "partidos de los trabajadores" de la
izquierda local jamás hubo un obrero genuino, los troskos no han tocado
un pico
y una pala en su vida. Tengo la desgracia de ser simpatizante de
Independiente
y sé demasiado bien de qué estoy hablando; la runfla de los Moyano,
lleva a un
club glorioso de fracaso en fracaso, tomando como propia una institución
con
más de 100 mil socios, que tan sólo los ha votado en un 7% del padrón;
eso sí,
cuando inaugura una tribuna, lo hace llenándola con gente de su gremio,
la
patota camionera, nano fascismo; una bozofia que ni tolera que un DT
honesto,
que se siente responsable de un nuevo fracaso, como corresponde a un
hombre,
renuncie; no, la culpa era de los jugadores (¿se puede ser tan pero tan
cretinos?) .
Cuento una anécdota pertinente, la he vivido hace no tanto, en realidad,
muy poco. Como algunos saben, no soy cineasta, soy un político que hace cine.
He filmado un largometraje de ficción, esto es, con actores, sobre la crisis
del 2001 y las asambleas barriales, QSVT. Aspiro a filmar mi segundo
largometraje, filme ambicioso si lo hay, sobre la Gesta de Malvinas, cine de
género, épico, de alto presupuesto, el más alto de la historia del cine
argentino. Empiezo una ronda de conversaciones con probables financistas del
proyecto, repito, presupuesto colosal. Jamás alcanza ningún crédito de los que
otorga el INCAA para su rodaje, exige inversión privada nacional e
internacional. Así las cosas, me presentan a un importante dirigente sindical,
no revelaremos el nombre, no vale la pena, además, no corresponde. Son charlas
de negocios, por la tanto, confidenciales. Una charla que empezó muy mal, no
daba para más de media hora, primero ninguneó mi opera prima, QSVT, para él,
tema superado, ya fue, no se puede "estrenar", a nadie le interesa lo
que pasó, para luego hacer otro tanto con el filme sobre Malvinas, que, tampoco
le interesa a nadie, la gente "está en otra cosa", "éstos",
refiriéndose al actual gobierno, menos. Tuve que usar munición gruesa, esto
es, ponerle casi una pistola en la cabeza, como para que le hombre bajara el
tono, citando a George Orwell, 1984, el Ministerio de la Memoria, esto es, el de la
amnesia, para mantener en blanco la mente de las sociedades, a fin de llevarlas
de la nariz a donde el poder corporativo y financiero, o el Nuevo Orden, lo
prefiera, manipulándolas, o inventándoles relatos, épicas, historias y patrias
inexistentes. Cuando tuvo a un pensante cara a cara, el gremialista bajó el
copete, no tanto por eso, sino porque el presupuesto de la producción era de
dos cifras millonarias en dólares, y se podía inflar a otro dígito, sin que
nadie se asustara demasiado, llegado el caso. La charla que iba a durar media
hora duró casi dos, la suspendí de hecho yo, que tenía otra reunión no mucho
más tarde.
Pero voy al punto, en el transcurso de las dos horas, este alto dirigente
sindical, dice dos cosas, propias de la "Patria Sindical"; primero,
el tema del petróleo de Malvinas está ya resuelto, se lo vamos a dar a los
ingleses -hablaba de ellos, los gremios, juntos con este gobierno, tal su
vocación de entrega, así de livianita-, y otra perlita: "claro que nosotros, los gremios,
podemos financiar un proyecto como ese, el filme sobre Malvinas, pero no vamos
a hacerlo"; sí, ellos son re vivos, "ellos" apoyan el proyecto
"moralmente", pero que la plata la ponga "la Shell", tal
cual, así de geniales son los negocios de estos degenerados. Traidores,
entregadores, garcas, corruptos, hijos de mil putas, perversos, todo junto, sin
que se les mueva un pelo. La perlita para el cotillón; refiriéndose a la
coyuntura del populismo en fuga, con riesgo de ir presos, atizando el fuego
para un estallido social a fin de año. "Y sí, nos vinieron a buscar para
parar el país, motivos no faltan, yo, para mí, les pedí un millón de dólares
para sentarme a ver si hacemos algo, no, militancias de onda no, muchachos, si
estamos viendo volar los bolsos con millones de dólares por arriba de las
medianeras... ". Los K, que no son zonzos, la plata no la van a soltar
nunca, porque conocen la avidez de esas aves de rapiña, que empiezan pidiendo
un millón de dólares sólo para sentarse. De onda, como buenos militantes, o
nada. Y no, así no es la política, la real política, sino vean cómo se termina
sin siquiera poder montar un acto en la Federación de Box, no te digo en Ferro.
Hasta se tomó la libertad de hablar bien de Prat Gay, según él, un tipo
"excelente", "desarrollista", eso son para los muchachos de
los gremios los chicos del PRO.
Y ya que lo hemos nombrado, vamos al punto que lo incluye, a Prat Gay y
la "Patria Financiera". Otrora Chicago Boys, o JP Morgan Boys, o la
Reserva Federal, la Fed, Wall Street, o una mesa de dinero, una cueva, como prefieran.
En la Argentina, una casta delictiva que se ha especializado en endeudarnos,
triste destino, producto tanto de su impericia y falta de cultura política y
económica, como de su desfachatez y deshonestidad a toda prueba, a prueba de
cárceles, por esas cosas de este territorio apátrida, en donde la moneda de
cambio más común es la impunidad, en donde nadie irá nunca preso, aunque lo
filme una cámara de seguridad vaciando las arcas del Estado. Esa es otra
tradición peronista, impuesta por Antonio Cafiero, el ministro de economía más
joven de Perón, echado por recibir cheques de Hirsch y Bunge & Born, para
facilitarles beneficios en las exportaciones de sus granos. Perón echó a
Cafiero meses antes del golpe del 55, su servicio policial de inteligencia había
fotografiado los cheques de los exportadores de granos en la caja fuerte del
ministerio de Economía, obvio que nunca fue preso, no sólo eso, se hizo
millonario y se convirtió en símbolo y emblema del peronsimo, dio cátedra hasta
poco antes de morir de qué era ser peronista. Ni qué hablar de un Martínez de
Hoz, o de un Cavallo, o de Kicillof, con la causa del dólar futuro, o los
subsidos a las petroleras privadas por 5000 millones de dólares del año
pasado, ya dejando el poder, para el aplauso y regocijo de Bulgheroni,
ratificados por Aranguren, dentro de sus primeras medidas.
Lo real, lo concreto, es que el hombre de la JP Morgan de Londres, el
más que británico Alfonso Prat Gay Hope, ha generado en un año de gobierno la
misma deuda externa que la última dictadura militar en seis años, 48 mil
millones de dólares. Y, para no esquivar el bulto, lo ha hecho todo mal, de
forma "fraudulenta, inmoral, ilegal e ilegítima", esto es, deuda
espúrea, impagable. ¿Y cómo es esto? La gafe es descomunal,
como varias más a que nos han acostumbrado en este primer año de "error y
aciertos" (Aranguren dixit), este gobierno de palanganas ineptos. El PRO
no votó en el Congreso, como lo hacía el peronismo año tras año, desde el
mememato en adelante, la ley de Emergencia Económica, esto es, la que delega en
el Ejecutivo, facultades del Legislativo, en el punto, taxtativo, sin
interpretaciones ni dudas, la facultad de generar "empréstitos", esto
es, Deuda Externa. Ahora bien, uno se interroga. ¿Cómo un funcionario con la
formación y experiencia de Prat Gay, el "desarrolista" y "gran
tipo", conforme los códigos del sindicalista de mi anécdota, comete un
error semejante, nadie lo corrige, lo asesora, le avisa?. O está todo tan pero
tan mal, que se recurre a estos parches brutales, con la salvedad de que tarde
o temprano todo se destapa y explota.
Y
da lo mismo, primero, porque él no va a ir preso, nadie va preso en
Argentina, no lo ha sufrido Dela Rua, firmando un megacanje que endeuda
de
forma fraudulenta a la Argentina en 50 mil millones de dólares (Dujovne
fue uno de los operadores de esa estafa), porqué ha de ir
preso él, tan british. Segundo, porque ese es el plan siniestro, como
para in
extremis, canjear deuda por petróleo, bases inglesas encubiertas, o no
tanto,
en territorio argentino, indispensables para explotar la segunda reserva
de
crudo del planeta, detrás de las de Venezuela. Tal sería el plan, así
parece.
Esto es patente a tal punto, que la denuncia realizada por el Dr.
Herrera Paz,
accionista minoritario de YPF, tiene un botón en la columna de la
derecha del
blog, fundamentada, documentada, gravísima, habla de una suma similar,
la
defraudación a YPF por parte del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner,
por 49
mil millones de dólares, tampoco se investiga. Esto, escandaloso y
colosal, ya
no puede ser tapado sin entender que es parte de un acuerdo de
oligarquías,
populistas o conservadoras, todas sometidas al mandato colonial, a fin
de
alternarse en el poder como fachada de diferencias insalvables, cuando
en el
fondo del tarro, abrevan de la misma corrupción e idéntica entrega. Será
cuestión de preguntarle a Paul Singer y Asociados, llegado el caso, si
aceptará
la cabezas de Macri y de Prat Gay como parte de pago por esos miles de
millones
de dólares acreditados de forma fraudulenta, sin respetar el
ordenamiento legal
de la Argentina. A sabiendas de esto. A la hazaña delictiva del depuesto
Prat Gay Hope, se suma el pronóstico del nuevo team, Dujone-Caputo, que
para el año próximo deben acrecentar la deuda en 30 mil millones, para
enfrentar a qué no sabe qué: servicios de la deuda externa. Deuda
inmoral, ilegal, fraudulenta, ilegítima. Deuda eterna.
Cinco
A partir de la década de los 90, tiempos del menemato, esto es,
relaciones "carnales" con USA, nunca un Canciller argentino fue tan
francamente obsceno, otro protogay, Guido Di Tella, terminó sus días demente,
deambulando por la librería El Ateneo, como un fantasma, entre cientos de
indiferentes consumidores de papel impreso que no lo registraban, de traje y
corbata pero ya descuidado, enajenado. Conforme el Consenso de Washington, la
Argentino firmó los Acuerdos de Paz de Madrid, con Gran Bretaña, refrendados
año a año hasta el fin de ese gobierno, menos de diez años son observados, pero
siguen "vigentes" de forma tácita, hasta eso llega la servidumbre
colonial de esta tierra apátrida; asesores del Senado, con tono conspirativo,
te siguen hablando de las "cláusulas secretas" de los Acuerdos, que
no son tales, hoy se lo puede chequear letra por letra, máquina de escribir
antigua, ni siquiera eléctrica, en el portal web de la Cancillería, para entender
que ni siquiera eran tanto; tomó los bonos basura Brady, se endeudó de gran
forma; privatizó la empresa petrolera de bandera más grande de América, YPF,
para dársela a una empresa española, recién creada, tapadera de la British
Petroleum. La bandera de remate que ese peronismo había izado en la casa de
gobierno se avisoraba desde los cinco continentes. Sufrió, para entonces, dos
atentados terroristas, en 1992 y 1994, que la marcan a fuego. Fue, de alguna
manera, el laboratorio de ensayo de cantidad de atentados de falsa bandera que
sacudirían el planeta desde entonces, para culminar con el mega atentado de las
Torres Gemelas, en setiembre de 2001. En todos, partícipe activo fue el
servicio de inteligencia exterior israelí.
Para ese entonces, principios de la década de los 90, un líder político
y militar israelí, uno de los pocos nacidos en esas tierras, no era un askenazi
europeo, Yitzak Rabin, líder del partido laborista, procuraba la paz definitiva
con el pueblo palestino, la creación de ese Estado, la delimitación de las
fronteras de Israel, todo refrendado por los Acuerdos de Paz de Oslo, que
significaron su muerte, la del líder palestino firmante, Yasser Arafat, la del
promotor, el socialdemocrata sueco Olof Palme, y el fin de la carrera política
de Bill Clinton, maestro de ceremonia de los acuerdos, el gran mediador de la
pax americana, escrachado por una agente del Mossad, Mónica Lewinsky,
practicando sexo oral en la propia Casa
Blanca. El plan de Rabin, era resistido de forma brutal por la oposición del Likud,
este es, la ultraderecha sionista, liderada desde entonces por Netanyahu. Miles
de sionistas xenófobos desfilaban por las calles de Tel Aviv pidiendo la cabeza
del líder laborista. El hombre, enfermo de soberbia, tan mesiánico como lo son
todos, se negó de forma terminante a usar el chaleco antibalas que le proponía
el jefe del Sin Beth. El Likud consideraba a
Rabin un traidor a la Patria que debería ser muerto, sin tanto
eufemismo. El actual ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, militaba
entonces en una organización paramilitar que había sido tachada de terrorista
por Rabin, prohibida en Israel, catalogada como tal incluso por el Departamento
de Estado de USA. Lieberman también pedía la cabeza de Rabin. En las sombras,
operaba Shimon Peres, el peor terrorista del sionismo, según sus pares, junto
con Yitzak Shamir, el hombre que en definitiva da la orden de su muerte.
Buenos Aires, ciudad que se ufana de ser el hogar de la cuarta
colectividad judía del planeta, considerada sin tanto preámbulo como un barrio
periférico (pobre) de Tel Aviv, sí, los judíos ricos habían migrado a New
York, es así escenario de dos avisos de la ultraderecha a Rabin, para que cese
con su plan de paz, que incluía el desmantelamiento de la industria bélica
israelí, esto es, el gran negocio de su burocracia terrorista, desde 1948 en
adelante. No iban a fabricar más tanques Meeriva, sólo electrodomésticos,
computadoras, agroindustria, fertilizantes. Bienes de consumo e industria de la
paz. El pecado de soberbia de Rabin, lo repetimos, era obrar en consecuencia,
sin contemplar que no iba a ser tolerado; él especulaba que su prestigio
militar, sobre todo, lo eximía de ser ejecutado. Nada más errado.
El plan conspirativo del buró ultraderechista, con la complicidad de sectores del
Sin Beth, servicio de inteligencia interior, que custodiaba tanto la Embajada
de Israel como la AMIA, el Mossad xenófobo, díscolo a la dirección política de
Rabín, urde el plan de ambos atentados y los ejecuta. Un gobierno corrupto,
unas fuerzas de seguridad permeables, servicios de Inteligencia inexistentes,
coptados, un poder judicial inoperante, medios de prensa presionables, una
clase política y dirigencial tan ubicua como manipulable, la Iglesia
Católica en manos del padre Jorge, otro aliado descarado del sionismo, le hacen
el campo orégano a ambos atentados terroristas. La sujeción colonial de la
Argentina a Tel Aviv comenzaba de una forma brutal, sangrienta, consustanciada
con la mentira, como método de coherción psicológica, las encubiertas amenazas
de muerte, en caso de no prestar atención a la intimidación del lobby, capaz
de dejar sin trabajo y viviendo debajo de un puente a cualquiera, la proverbial
cobardía, haría el resto. La persecución, para los disidentes, se padecería de
forma sistemática con denuncias por "antisemitismo" (sic), impartidas
por el tribunal de la santa inquisición del INAADI; las hemos sufrido en carne
propia. Hay un conocido historiador y economista, docente, que tiene para
publicar una obra exhaustiva de investigación: "Amia, de la pista siria a
la pista israelí"; ahí, está, sin poder publicar, amenazado tanto él como
su familia. ¿Pregunto seriamente, en qué juzgado se podría reportar semejante
denuncia?.
En tres años, vuela la Embajada de Israel (1992), la AMIA (1994), es
asesinado Carlos Menen Jr. (julio de 1995), vuela la fábrica militar de
Córdoba, Río Cuarto, es asesinado Yitak Rabin, un 5 de noviembre de 1995, un
día después del atentado criminal de Córdoba. Tanto el asesinato del hijo de
Menem, brutal magnicidio, como la voladura de Río Cuarto, son atentados
intimidatorios, para frenar el doble juego del riojano, que, fiel a su prosapia
peronista, les decía que sí en todo a norteamericanos e israelíes, pero a su vez
toleraba investigaciones en paralelo de la Corte Suprema, presidida entonces
por el Dr. Ricardo Levenne, un ilustre jurista, el cual había dispuesto sendas pericias
del Colegio de Ingenieros de la Nación, las cuales habían determinado que tanto
la Embajada como la AMIA, se habían demolido por implosiones internas, nunca
por inexistentes atentados con coches bombas.
Un manto de silencio cómplice cubrió a la sociedad intimidada -apátrida-
en su conjunto. Periodistas, artistas, hombres de la política en todas sus
expresiones, empresarios, gremialistas, liberales, populistas, trotskistas,
marxistas, conservadores, radicales, peronistas, se fueron plegando a ese manto
complaciente y cobarde. Y, cómo no, el padre Jorge, Arzobispo de la Ciudad de
Buenos Aires, Cardenal Primado de la Argentina. El libreto bajado desde Tel
Aviv y ratificado por Washington, se difundía sin cortapizas, un comando de
Hezbollá, financiado por los iranios, en el primer caso, en el segundo, más o
menos lo mismo. Durante años, el Dr. Gabriel Labaké peticionó ante el Fiscal
Especial de la Causa Amia, Alberto Nisman, para que se cavara frente a la sede
de la mutual israelita, AMIA, Labake es el defensor de Kenore Edul, imputado
hasta la fecha en la causa, no procesado, a fin de desenterrar los restos de la
Trafic fantasma, de existir tales. Nisman se negó a esto de forma sistemática. Nisman sabía que
la Trafic no había existido nunca.
Durante largos 12 años, viví denostando y denunciando al latrocinio de
los Kirchner en todas sus expresiones. Fenomenal movimiento dedicada al saqueo
sistemático del erario público, de la moral de los argentinos, de su historia y
tradiciones, de su alma. De su confianza. Tal cual, venían por todo. Para
acceder al poder, si tenían que venderle el alma al diablo, llámese Héctor
Magnetto o Ariel Sharon, lo hicieron. En ese entonces, primer gobierno de
Cristina, por mediación de los Kirchner, Israel era nombrado miembro de número
del Mercosur, el Tango 01, operaba con sistemas de radares y misiles de
seguridad provistos por Israel. En el 2008, Cristina se había fotografiado con
el genocida Ariel Sharon, previo a ser electa presidente, en la sede de
gobierno de Israel. Nisman gozaba de todo tipo de prerrogativas, administrando
desde el descontrol un presupuesto que nadie monitoreaba. Años más tarde, CFK
da un giro copernicano. Ella, de más está decir, quería destacarse mucho más
que El , y,
por esas cosas de la vida y de la muerte, el líder del movimiento bolivariano,
luego de la mala práxis u homicidio intencional en hospitales cubanos, moría,
quedaba un cetro vacante, alguien debía de asumir ese liderazgo, que, en su
delirium tremens, CFK entendió le iba a ser propicio, nada más errado, Maduro
ni le dio un palco preferencial en los funerales de Hugo Chávez Frías, otros
eran los planes que se dibujaban en La Habana, pero, esa había sido una de las
banderas internacionales del chavismo, sobre todo por la cuestión petrolera, la
alianza con Irán, CFK muta de su sionismo casi militante, promueve el acta de
entendimiento con Teherán, para destrabar una causa que no iba a ninguna parte.
Ahí le declara la guerra el sionismo y se habla incluso de un tercer atentado,
al día siguiente de que se vota el acuerdo en el Congreso. La propia CFK los
cruza y se interroga si debe temer por la integridad de su familia. La tragedia
se va incubando. En ese entonces apoyé a CFK con un énfasis que ni siquiera lo
hacía la banda sicobolche de Carta Abierta.
El plano internacional repercute en la localía. El acuerdo que firma
Washington con Teherán, en Ginebra, en donde Irán se aviene a ser monitoreado
con su plan pacífico de desarrollo nuclear, hace estallar la ira de Netanyahu y
sus secuaces. Ocurre el ataque de falsa bandera de Charlie Hebdo; a la semana,
viaja el fiscal Nisman desde Europa para tirar del mantel en un arrebato de
David Coppefield; todo le sale demasiado mal. La denuncia fraudulenta contra
CFK, se topa con un Parlamento que va a interpelarlo. Ya su denuncia, en plena
feria judicial, había sido desestimada tanto por la Dra. Servini de Cubria como
por el propio Canicoba Corral. Era grosera. Hecha en base a escuchas ilegales,
sin el más mínimo fundamento de nada. El día lunes se iba a enfrentar al bloque
oficialista, que, dicho sea de paso, contaba con algunos asesores demasiado
bien informados. Lo iban a bombardear a preguntas que no iba a saber responder.
Su suerte estaba echada.
Para la seguridad de Israel, ese fin de semana, Alberto Nisman era un
riesgo serio. El eje de su denuncia para incriminar a Irán, era la falsa
información de la suspensión por parte del gobierno de Menem del intercambio
nuclear con Irán. Nada más falso. Ese acuerdo, firmado por Raúl Alfonsín y
Dante Caputo en 1988, cesó de ejecutarse, tal como lo dictaba su protocolo, a
los diez años, en 1998. Habían pasado cuatro años de la voladura de la AMIA. A
Nisman, cuando menos, le iban a tirar esa data por la cabeza. Un comando local
de Mossad, operando en complicidad con Jaime Stiuso, lo ejecuta. Lo demás, es
historia más o menos conocida. La primer medida de gobierno a Macri, en la
semana de su asunción, es derogar la apelación que había hecho el gobierno de
CFK al dictamen de inconstitucionalidad del acuerdo firmado con Irán. Algún
día, le pido a un buen abogado me explique cómo puede se puede hacer eso. Qué
sistema procesal lo avala. A mi, me supera. ¿Cómo se revoca una apelación?. ¿No
correspondía que ese Acuerdo fuera declarado inconstitucional por un acuerdo
similar del Congreso? ¿Puede un tribunal de segunda instancia dejar sin efecto
un Acuerdo internacional firmado por una mayoría parlamentaria?. A mi me faltan
varias materias para ser abogado, nunca me interesó terminar la carrera, me
aburría malamente el Derecho, pero lo cierto, veo tanto mamarracho que apenas
sacudió el polvo de los resúmenes de Torres-Neuquén, que me abruma la
desprolijidad manifiesta, habitual.
Hasta aquí, el hilo, más menos lineal, más menos coherente. Ahora bien,
que pasados 32 años, en el sótano del Departamento de Policía, se encuentre un
freezer, funcionando, con restos humanos y "esquirlas" del coche
bomba, la Trafic fantasma, usada para demoler la mutual israelita de calle
Pasteur, supera la fantaciencia más exacerbada. Para ese entonces, el comisario
Palacios, el "Fino", al frente de la brigada antiterrorista de la
Policía Federal, había sido condecorado por la Embajada de Israel, por su
destacado proceder y rigor profesional. Palacios es el encargado de plantar la
Trafic trucha, cortada en partes por una amoladora, que se ventila en el juicio
oral en el TOF 3, incidentes que estuvieron durante años colgados en la web,
hasta que Nisman ordenó retirarlos. Para ese entonces, Palacios había sido
condecorado por su profesionalismo. Ahora resulta que se olvidó un freezer con
restos humanos, esquirlas del coche bomba, restos humanos que incluso podrían
ser el propio atacante de "Hezbollah", como hoy aventuraba un vocero
de la DAIA, en un brote sicótico digno de tener en cuenta.
Todo es un fenomenal disparate, producto de la improvisación y la falta
de seriedad, convencidos que el control total sobre las medios les va a dar
garantía de la nada, siendo, como es, que la gente cree justamente en lo
contrario a lo que los medios publican; con tanta vergüenza ajena lo hizo La
Nación, que en vez de poner 32 años después, puso tan sólo 22. En fin, un
bochorno inapelable. Comentado este mamarracho en Facebook hoy día me
interrogaba. ¿32 años prendido el frezeer, nadie lo abrió nunca, o sea, reventó
de hielo, se quemó el motor hace años. 32 años funcionando sin parar. Se puede
saber de qué marca era? La nota habla de la desprolijidad del accionar
policial, cuando no, y, pregunto, se olvidan de la condecoración, por todo lo
contrario, al Fino Palacios. Agrego, durante el gobierno de Duhalde, estuvo al
frente de la SIDE Miguel Angel Toma, un hombre adscrito a la CIA, esto es casi
público y notorio. ¿Nadie le contó a Toma lo que habían guardado en un freezer,
prueba evidente de un ataque con coche bomba que no había forma de
documentarlo? Stiuso, que operaba tanto para la CIA como para el Mossad, desde
mucho antes, con qué finalidad habría de ocultar tal probanza? Para negociar
por qué, llegado el caso?¿ Porqué no encontró Nisman estas pruebas, siendo como
que él estaba al servicio de abonar esa teoría falaz, fue incompetente?. ¿No
trabajó durante casi una década codo a codo con Jaime Stiuso, cómo se les pudo
escapar a estos dos notables sabuesos, un freezer federal, de una marca a
prueba de coches bombas, capaz de funcionar sin parar durante 32 años, sin
fundir el motor, ni precisar ser descongelado? La metáfora de la venta de
pescado podrido, nunca mejor aplicada. Tan burda es la operación, que ni
siquiera Clarín atinó a publicarla, no ya en tapa, como titular, como lo hizo
temprano La Nación, boletín oficial del sionismo local, sino como un mínimo
recuadro a pié de página. Tan sólo el pasquín rastrero de Chiche Gelbulung, el
Diario Veloz, se hace eco de la falsa denuncia, no en una, sino en dos notas de
su tapa. Una por morboso y otra por sionista.
Hay argentinos de buena fe, con el reloj de la historia un poco atrasado, preocupados por la presencia de soldados israelíes en la Patagonia; en el partido de San Fernando, provincia de Buenos Aires, en estos momentos, el movimiento "Soldados sin fronteras" (triple sic), fundado por el Mayor Gili Cohen, realizan tareas de asistencia solidaria en las villas de la zona, todo, financiado por un viejo conocido, Eduardo Elsztain, tesorero del Congreso Judío Mundial, el mayor latifundista de la Argentina, más de un millón de hectáreas de soja, dueño de todos los shopinng del país, el banco hipotecario, larga lista. La información se puede corroborar el el blog ultrasionista Bajurtov -"Patria Judía"-. Digo, no es necesario ir a buscarlos a la Patagonia, están a medio hora de tren de Retiro. A la pasada, hacen negocio y nos venden lanchas, ahora aviones de combate fuera de uso, todo por el mismo precio de sometimiento y entrega. Poner a un ministro de economía de esa laya, por creer que un primo de su mujer, supuesto "socio" de Trump, va a traer inversiones, habla de las serias limitaciones de este gobierno, que va derecho al icberg, mientras el Rabino Bergam toca el arpa sobre los techos de las sinagogas de Buenos Aires, clamando que los incendios de La Pampa son profecías apocalípticas.
Hay argentinos de buena fe, con el reloj de la historia un poco atrasado, preocupados por la presencia de soldados israelíes en la Patagonia; en el partido de San Fernando, provincia de Buenos Aires, en estos momentos, el movimiento "Soldados sin fronteras" (triple sic), fundado por el Mayor Gili Cohen, realizan tareas de asistencia solidaria en las villas de la zona, todo, financiado por un viejo conocido, Eduardo Elsztain, tesorero del Congreso Judío Mundial, el mayor latifundista de la Argentina, más de un millón de hectáreas de soja, dueño de todos los shopinng del país, el banco hipotecario, larga lista. La información se puede corroborar el el blog ultrasionista Bajurtov -"Patria Judía"-. Digo, no es necesario ir a buscarlos a la Patagonia, están a medio hora de tren de Retiro. A la pasada, hacen negocio y nos venden lanchas, ahora aviones de combate fuera de uso, todo por el mismo precio de sometimiento y entrega. Poner a un ministro de economía de esa laya, por creer que un primo de su mujer, supuesto "socio" de Trump, va a traer inversiones, habla de las serias limitaciones de este gobierno, que va derecho al icberg, mientras el Rabino Bergam toca el arpa sobre los techos de las sinagogas de Buenos Aires, clamando que los incendios de La Pampa son profecías apocalípticas.
No está de más agregar, que la causa nacional de la Patria de los
argentinos, esto es, recuperar Malvinas a como sea, perimir el Imperio, con
fecha cierta de vencimiento, va de la mano de clavar un par de clavos en las
garras del sionismo apátrida y homicida, a fin de paralizarlo. Gruesos y duros
clavos romanos, del madero del Nazareno. De eso se trata esta épica, esta
cabalgata, del nacionalismo revolucionario argentino. La estaca de madera en
las entrañas, se las terminará de clavar el propio pueblo judío, en un abrazo
fraterno con el pueblo palestino, abortando el delirio imperial de una secta
de fanáticos mesiánicos, secta de asesinos fascistas, que pagará en vida por
cada uno de los crímenes cometidos. La horca que hará justicia.
Seis
A
diferencia del marxismo, con todo un bagaje teórico, complejo de
abordar, inaccesible, de hecho, sólo se estudia grupalmente, son pocos
lo que
se aventuran en las tesis del economista germano sin ir de la mano de un
guía,
un maestro, un formador, o un grupo de estudios, habida cuenta de que se
nutre
de la dialéctica hegeliana, definida, sin tantos preámbulos, como
"oscura"; en el plano del logaritmo de la plusvalía, el nacionalismo
económico se inspira en otro alemán, contemporáneo a Karl Marx, creador
del proteccionismo económico, Friederich Liszt, creador del
concepto de las economías nacionales. El ideario del nacionalismo
económico del Siglo XXI, aplica la participación política a la
económica, dándole a los trabajadores participación tanto en la
dirección como
en las ganancias de las empresas, convenio por convenio, industria por
industria, fábrica por fábrica, sin representaciones gremiales que
resuelven a
espaldas de los trabajadores en acuerdos siempre espureos y
perjudiciales,
traicionándolos. El nacionalismo económico no distribuye pobreza, genera
riquezas y expansión. Derrota tanto a la burocracia sindical como a la
especulación financiera, porque el bien común, esto es, hacer que todos
sean
más ricos y libres, se impone sobre la dialéctica de paritarias, huelgas
y despidos,
vocablos adocenados, de filosofías del fracaso, en donde los ricos son
siempre los mismos, los pobres, la gran mayoría.
Por lo contrario, el pensamiento del nacionalismo revolucionario, el
Nacionalismo del Siglo XXI, es prístino, transparente, sus raíces, son las de
la filosofía griega clásica, como lo es la Democracia de Occidente. El realismo
filosófico del Estagirita. Para el Griego, la política es connatural a la
condición humana, como lo es la búsqueda de la Verdad, el Bien, la Belleza, los
trascendentales del Ser. El hombre viene a la vida en el seno de una familia, se
integra a un barrio, una polis, una comunidad, en donde desarrollará sus
talentos, conforme haya sido dotada, para ser libre y digno, feliz. Para ellos
se educará en cuerpo y alma, en ciencias y artes, de nutrirá para la filosofía,
la más alta expresión del conocimiento, así como para la guerra, formándose su
carácter, modelando su cuerpo.
Dominará también la ejecución de algún instrumento musical, para que las
armonías, su arte y técnica, plasmen el orden del
Cosmos en sus tardes y sus noches, propiciando los placeres del amor, o el
convivio entre los amigos. Tal la Cosmogonía del Griego, su Paideia, la
pedagogía de su expresión plena. Para que todo esto ocurra en armonía, el
Hombre participará de la Polis, en el foro, las plazas, las asambleas, en
persona, cara a cara, no delegando ese alto honor y responsabilidad tutelar,
tanto de la paz como de la guerra. Denunciará a demagogos y sofistas, no se
dejará enredar por la oratoria de los vanidosos, conforme la ascética de las
virtudes. Practicará la Justicia, la Prudencia y la Templanza. No deberá recurrir
a ningún augur ni a libros de acertijos o abalorios para descifrar la realidad,
en sus capacidades, su inteligencia e intuición, tendrá las herramientas para
seguir el mejor camino, día a día. No robar, no mentir, no matar. Simplifica el
decálogo judeo cristiano a tres simples y esenciales preceptos, tan fáciles de
recordar como de practicar. Con esas bases, en esta Argentina perdularia de
2017, se genera un movimiento revolucionario. En cumplimiento de esos tres
simples y básicos preceptos, al buen Dios sólo se recurre para cantarle
alabanzas, cantos gregorianos, adorarlo, propiciando el lugar de los Sagrado.
En un Estado así, en una Polis semejante, el Ministerio de la Felicidad, es el
que se nutre de los mejores y más creativos funcionarios, propiciando fiestas
semanales y actividades para el ocio, que abunda. De la paz, que es la
tranquilidad que nos da el Orden. Así vive un pueblo rico y libre. Un pueblo
feliz.
El nacimiento del
MAR
¿Qué, cómo, quiénes, cuándo, cómo? Las preguntas esenciales de la
política. Del movimiento de asambleas revolucionarias. Del MAR.
Vamos a hacer un distingo primordial, a diferencia de los nacionalismo
del siglo XX, de tan ingrata memoria, todos ellos estrepitosos fracasos, vamos
a incluir en esto al experimento del fascismo criollo del General Perón, el
Nacionalismo del Siglo XXI prescinde de forma taxativa de figuras carismáticas
o líderes. Siempre falibles, siempre falaces, simples mortales, traicionables,
corruptibles, trágicos, megalómanos. Frágiles, débiles, asesinables, en el caso de pretender
instaurar un cambio radical del sistema, como lo es este, un movimiento
revolucionario exitoso, que no dependa del talento ni de la capacidad de
supervivencia de nadie, o de sus dotes, su retórica, su zagacidad o sapiencia.
El Nacionalismo del Siglo XXI, aboga por un sistema político horizontal,
democracia directa, desde la plataforma barrial de las Asambleas
Revolucionarias, pletóricas de heterogeneidad y matices, de creación y palabras
mágicas, de diálogos e intuición, de misterios actualizados, de sentido común,
sabiduría popular, sapiencia criolla, porteña, provinciana, puntana, cuyana,
patagónica, norteña, mesopotámica, cordobesa, santafesina, pampeana, chaqueña,
cordillerana, costera, fueguina, malvinera. De compromiso político indelegable.
Es, por ende, un movimiento sarnmartiniano, en donde prima la organización, el
trabajo en equipo, los programas y proyectos, la cordura política y el sentido
común, por sobre el arrebato heroico o las vanguardias iluminadas, el foquismo
o la osadía temeraria. Es un movimiento político de gente seria y responsable,
adulta. Honesta. El MAR es esencialmente un movimiento político Sanmartiniano,
porque es un movimiento político libertador. Aspira al ideal de la Unión
Americana de las naciones hermanas del sur americano y del Caribe. Esto
comprende a los hermanos nacionalistas revolucionarios cubanos.
No
creo que este Movimiento de Asambleas Revolucionarias se dispare en
el corto plazo. No amigos, sería pecar de ingenuos. Tienen que darse una
serie
de factores objetivos y subjetivos, condiciones pre revolucionarias, por
lo
pronto, difusión masiva, debate, publicaciones, congresos, alianzas,
coyunturales y formales, financiamiento, que hay día ni
siquiera están balbuceadas. Es un proceso de años, que sí, es cierto,
arrancó
en enero de 2002, hace nada menos que 15 años, pero la verdad, ha
madurado poco
y nada. Somos muy pocos, ni siquiera operamos coordinados, en conjunto,
los que
creemos en esta nueva forma de hacer política. Faltan años para que esta
idea
se encarne en un colectivo político con capacidad de poseer una masa
crítica,
una militancia, activa, organizada, eficaz, con serias convicciones
revolucionarias, mucha agua correrá debajo de los puentes. Hoy día, lo
único
que podemos hacer, es enunciar un ABC, dibujar los primeros palotes, sí,
con
trazo firme. Veremos cómo se difunde el filme QSVT, el cual debe
intentar una gira internacional por festivales de cine, a fin de madurar
como un proyecto de cine en sí mismo.
El
año próximo no es un año más. Se cumplen 100 años de la revolución de
Octubre, oh casualidad, fecha de las legislativas que van a poner a los
argentinos en un serio dilema: seguir malversando su voto, o darle la
espalda a una clase política tránsfuga, pletórica de fracasos y
corrupción, con la abstención militante.
El año que viene, también, en el mes de mayo, ganará las elecciones una
nacionalista francesa, ocupando por primera vez un movimiento política de esa
raigambre el Palacio Eliseo. Poco y nada faltará para que se disuelva la OTAN,
la gendarmeria de Wall Street. Si Donald Trump no es asesinado, grandes cambios
en la política exterior de los Estados Unidos, crearán las condiciones
macroeconómicas desfavorables para que este gobierno de gerentes de empresa,
tenga a ciencia cierta la convicción de que nunca va a llegar las inversiones
por ellos proclamadas y esperadas para reactivar la economía, irán preparando
las valijas. Estarán endeudados, inmundos, en el mundo, con una inflación
incontrolable, fruto de la falta de confianza que son incapaces de generar, con
aumentos colosales en los servicios, castigando mes a mes a una clase
trabajadora, a la clase media, que buscará señales que no le llegarán de ningún lado. Los
populistas en fuga, que nunca irán presos, van a volver a levantar cabeza,
convencidos de que su hora está próxima, tal el plan de su genial conductora.
La sociedad, que en definitiva no come vidrio, sabrá que no son ni los unos ni
los otros los capaces de gobernar, generar condiciones de crecimiento.
Para
ese entonces, uno se estará planteando la forma de crear medios de
comunicación más ágiles y efectivos que este modesto pasquín de
barricada. Y la
sensación del vacío de poder, comenzará a inquietar a una clase media
que no va
a salir a la calle hasta que la historia la expulse de sus casas a
patadas en
el traste. Ahí los estaremos esperando. Para octubre del año próximo, si
el MAR
está en condiciones de presentar una propuesta, habida cuenta de que
será casi
imposible organizar y elevar las candidaturas y propuestas legislativas
del PAR -Partido de las Asambleas Revolucionarias-, el partido
instrumental del Movimiento,
el programa está en el margen derecho del blog, la plataforma,
propiciaremos la
abstención militante y revolucionaria, nunca más votar el mal menor, con
la
convicción de que nos empuja a una nueva frustración, una nueva estafa.
Abstención revolucionaria y militante, denunciando el fraude y la
manipulación sobre los guarismos de la
participación, la abstención roza el 50% del padrón, cosa que hacen
desde hace
unas dos décadas.
No hay mejor manera de definir al Nacionalismo del Siglo XXI como el nacionalismo económico, petrolero, esto es, subterráneo, profundo, en donde la bandera inalienable sea la nacionalización y estatización del petróleo y sus derivados, monopólico, el plan Mosconi-Baldrich, que abortara al golpe de 1930. Y esto incluye, es obvio, la posesión plena del petróleo argentino de la cuenca de Malvinas. Tal la causa que nos motiva. Este movimiento profundo, revolucionario, sólo se construye como poder político perdurable, perpetuo, de abajo hacia arriba, desde el MAR, de adentro hacia afuera, en procura de la Unión Americana, el sueño de San Martín y Bolívar. Poniendo de rodillas a los Imperios.
Para terminar, voy a subrayar la impronta universal del MAR, porque la crisis del sistema representativo liberal es de larga data, no sólo se hace patente y terminal en la Argentina; las élites occidentales, tienen como denominador común su ineptitud y se carácter fraudulento, falaz, oligárquico, corporativo y bárbaro. Así como en el siglo XVIII, la Revolución Francesa planteó el fin de las monarquías absolutas, como la salvaguarda de la República, con su división de poderes y la incidencia de la prensa escrita, hoy día convertida en una colosal maquinaria multimedia de desinformación y manipulación de las masas; esta vanguardia argentina que se hizo explícita en el 2002, propone hoy día la finitud de ese sistema, con el IV poder de las Asambleas Revolucionarias, con los ciudadanos responsables, participando en política semana a semana, no tan sólo para el evento fraudulento de los comicios manipulados y amañados. En ese punto, esta propuesta, impone una paradoja. Nacionalismo del siglo XXI, antisistema, antiglobalizante, revolucionario, libertador, universal, portador de valores eternos, trascendentes, espirituales.
No hay mejor manera de definir al Nacionalismo del Siglo XXI como el nacionalismo económico, petrolero, esto es, subterráneo, profundo, en donde la bandera inalienable sea la nacionalización y estatización del petróleo y sus derivados, monopólico, el plan Mosconi-Baldrich, que abortara al golpe de 1930. Y esto incluye, es obvio, la posesión plena del petróleo argentino de la cuenca de Malvinas. Tal la causa que nos motiva. Este movimiento profundo, revolucionario, sólo se construye como poder político perdurable, perpetuo, de abajo hacia arriba, desde el MAR, de adentro hacia afuera, en procura de la Unión Americana, el sueño de San Martín y Bolívar. Poniendo de rodillas a los Imperios.
Para terminar, voy a subrayar la impronta universal del MAR, porque la crisis del sistema representativo liberal es de larga data, no sólo se hace patente y terminal en la Argentina; las élites occidentales, tienen como denominador común su ineptitud y se carácter fraudulento, falaz, oligárquico, corporativo y bárbaro. Así como en el siglo XVIII, la Revolución Francesa planteó el fin de las monarquías absolutas, como la salvaguarda de la República, con su división de poderes y la incidencia de la prensa escrita, hoy día convertida en una colosal maquinaria multimedia de desinformación y manipulación de las masas; esta vanguardia argentina que se hizo explícita en el 2002, propone hoy día la finitud de ese sistema, con el IV poder de las Asambleas Revolucionarias, con los ciudadanos responsables, participando en política semana a semana, no tan sólo para el evento fraudulento de los comicios manipulados y amañados. En ese punto, esta propuesta, impone una paradoja. Nacionalismo del siglo XXI, antisistema, antiglobalizante, revolucionario, libertador, universal, portador de valores eternos, trascendentes, espirituales.
Decreto del General José de San Martín, Protector del Perú, 27 de diciembre de 1821
"...los empleados
en el ramo de la hacienda a quienes se justificare algún fraude,
cohecho o la más leve infracción a sus deberes, comprobada que sea su
mala fe, sufrirán irremisiblemente la pena de muerte..."
Imagen del General San Martín con uniforme de Protector del Perú.