El doble discurso de las feministas radicales de género
Si
es grave que cualquier persona tenga en forma hemipléjica dos discursos
sobre un mismo tema, desnudando su falta de principios firmes, más
grave es que ello acontezca con las feministas radicales de género que
suelen alardear de sus convicciones. Ahora si esas mismas feministas
radicales de género son gobernantes de un país, como es el caso de
Suecia, la cosa se complica aún mas.
Es lo que ha
sucedido recientemente con la visita que una delegación del gobierno de
ese país, compuesta por cuatro ministras, ha realizado a Irán.
Porque para reunirse con el presidente de ese país se presentaron en
forma muy obediente y dócil con su cabeza cubierta, como exige dicho
país en donde el Estado y la religión islámica son una unidad. Se dirá
que es una cuestión diplomática, pero es evidente que el país receptor
de la visita no puede exigir la cabeza cubierta más que a las mujeres
iraníes, y las visitantes no solamente no lo eran, sino que eran
gobernantes de otro Estado. De manera que no estaban obligadas
jurídicamente a concurrir al encuentro a la usanza de las mujeres de ese
país árabe.
Conviene tener presente que la web del Gobierno de Suecia afirma: “Suecia
tiene el primer gobierno feminista del mundo. Esto significa que la
igualdad de género es fundamental para las prioridades del Gobierno –
en la toma de decisiones y la asignación de recursos. Un gobierno
feminista asegura que la perspectiva de igualdad de género se inserte en
la formulación de políticas en un amplio frente, tanto a nivel nacional
como internacional. Las mujeres y los hombres deben tener el mismo
poder para moldear la sociedad y sus propias vidas. Este es un derecho
humano y una cuestión de democracia y justicia. La igualdad de género es
también parte de la solución a los retos de la sociedad y, por
supuesto, de un estado de bienestar moderno, para la justicia y el
desarrollo económico.”
Y agrega: “La igualdad entre mujeres y hombres es un objetivo fundamental de la política exterior sueca. Garantizar
que las mujeres y las niñas puedan disfrutar sus derechos humanos
fundamentales es una obligación en el marco de nuestros compromisos
internacionales y el requisito previo para alcanzar los objetivos más
amplios de la política exterior de Suecia en materia de paz y seguridad y
desarrollo sostenible.”
Esto choca totalmente con el hecho de que, como dijimos y muestra la foto del evento, todas
las mujeres que formaban parte de la comitiva del gobierno de Suecia,
entre ellas cuatro ministras, se cubrieron voluntariamente sus cabezas
con velos en su reunión con el presidente iraní Hassan Rouhani,
siguiendo así los dictados islámicos que obligan a la mujer a llevar el
cabello cubierto.
Esta noticia nos da pie para
denunciar nuevamente la doble moral y la hipocresía del feminismo
radical de género, que afirma una cosa, pretende que ello sea una
ideología obligatoria, violando la laicidad estatal y concomitantemente
actúa de manera no diversa sino directamente opuesta a lo que pregona
oficialmente.
Creemos que estas
actitudes les hacen perder a estas señoras, toda autoridad moral entre
sus fieles seguidores, cuando debieran de imaginar que la foto de la
visita circularía por todo occidente además de por el propio mundo
islámico.
Y naturalmente, deberían
reflexionar, dejar de sostener la ideología del feminismo radical de
género en forma oficial y permitir la libertad de pensamiento en una
Suecia pretendidamente avanzada en lo social pero con estas rémoras
aberrantes.
Carlos Alvarez Cozzi