Las FARC, el Foro de San Paulo y compañía van por toda Latinoamérica
(Nacionalismo Católico NGNP)
ARGENTINA TIENE LA OBLIGACIÓN DE DEFENDERSE
FARC, MAPUCHES, FORO DE SAN PABLO, PARTIDOS DE IZQUIERDA E ISLAM RADICAL
Se
reorganizan para exportar a toda América Latina su ideología de muerte y
miseria, como ya lo han hecho efectivamente en Cuba y Venezuela.
(Foto superior: Gendarmería Nacional en los últimos incidentes con mapuches )
El grupo
terrorista FARC de Colombia y otros grupos peligrosos de la región
latinoamericana, luego de la reunión del Foro de Sao Paulo en Europa, parecen
haber modificado su estrategia para tomar el poder en toda la región
por medio de la violencia, y esta vez lo harán fortalecidos con dinero
del Islam radical.
De
acuerdo a recientes informaciones recibidas, sabemos que las FARC
colombianas estarían operando en la cordillera patagónica, a través del
puente de acuerdo tendido con la comunidad Mapuche, buscando sembrar el
terror al tiempo que dicen “atacar al capitalismo”, con el supuesto
objetivo de recuperar su territorio en la Patagonia mediante la
expulsión de los actuales propietarios de esas tierras y de las empresas
transnacionales allí instaladas.
Desde
hace varios años se sabe que en la zona de La Araucanía en Chile, donde
reside un grupo de la etnia mapuche, que también se encuentran
diseminados en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut en
Argentina, estaría siendo entrenado por miembros de las FARC. Es más, la
Cámara de Diputados chilena creó una comisión especial para investigar
la inseguridad en la región de La Araucanía, donde se estaban dando
focos delictivos de carácter terrorista (incendios forestales,
destrucción de inmuebles, etc.) y la vinculación de ciudadanos chilenos
en actividades paramilitares y su entrenamiento por parte de las fuerzas
terroristas colombianas.
La cordillera patagónica es un ambiente ideal para el entrenamiento militar de alto impacto, ya que cuenta con bosques y montañas similares a las de la geografía colombiana, y en materia fronteriza, se sabe que Argentina tiene un nulo control en los cruces de frontera, lo que lo hace altamente propicio para sus propósitos.
¿Cuál es el propósito de esta nueva alianza?
Las
FARC buscan extender sus territorios para desarrollar actividades
terroristas, donde el tráfico de drogas ilegales constituye la mejor
forma de financiarse. De manera similar a la que operan sus aliados del
narcoestado de Bolivia que financian sus “revolución” masista con la
cocaína e impulsan el enfermizo ideal de un “Evo eterno”.
La
droga de las FARC se distribuye a través de las rutas ecuatorianas y va
con destino a España, Nicaragua, Estados Unidos, Japón y Singapur. Con
bases en México y Venezuela. Algunas de estas rutas son de las FARC y
otras son de otros carteles de narcotraficantes y se paga un “impuesto”
para usarlas. Siendo Tumaco (en Colombia) la sede central más grande de
la droga.
Los
guerrilleros son entrenados para manejar el negocio del narcotráfico, la
venta de armas, y para encargarse de administrar de manera efectiva
“los cristalizaderos”, donde se trabaja la pasta base de cocaína para
convertirla en cocaína pura de máxima calidad, y luego poder
distribuirla por distintas partes del mundo, siguiendo distintas rutas
de Latinoamérica, por eso necesitan asentarse en puntos claves del
territorio, para instalar depósitos fraccionadores para su posterior
exportación. [3]
Por
eso es tan importante para ellos lograr el control territorial, y el
acuerdo de “paz” decretado por el Presidente Juan Manuel Santos,
evidencia un propósito aún más oculto para el público en general, que es
el de perpetuarse en el poder en Colombia.
Desde
los años 60 hay una búsqueda constante de las FARC de establecer “zonas
de reservas campesinas”, para controlar el cultivo de la hoja de coca
utilizando el discurso socialista como una estrategia de convencimiento
popular para obtener más poder. Ahora, buscan utilizar a los mapuches
con ese objetivo, y Argentina y Chile se convertirán así en su centro de
operaciones.
Actualmente,
las bandas criminales (Bacrim) que operan en el territorio colombiano
con aliados estratégicos como el ELN y las FARC, son los que están
manejando el negocio. Pero se sabe que también hay otros grupos
guerrilleros disidentes de las FARC apoyándolos. También están Los
Rastrojos, el Clan Úsuga y los grupos disidentes del ERPAC y
desprendimientos de los cárteles de México que se asociaron para
transportar drogas ilegales hacia los Estados Unidos.
El
narcotráfico hoy esta ligado al mundo empresarial con sus propias ramas
de operadores, especialistas y asesores que manejan esta multinacional
del delito que mueve miles de millones de dólares por día, gracias a sus
sucursales en toda Latinoamérica, y la complicidad de sus
representantes políticos dentro de los gobiernos del socialismo del
Siglo XXI. En Argentina fue el gobierno de los Kirchner, asociado con
Cuba y Venezuela, los que dieron las llaves para que la droga colombiana
ingrese al país para consumo interno y exportación. Las zonas calientes
son la Provincia de Buenos Aires, Rosario y el norte del país, donde
cuentan con centro de aterrizaje, campos de fraccionamiento,
concentración y depósito desde donde se exporta la droga.
Por
otro lado “los jefes disidentes de las FARC que fueron expulsados de esa
guerrilla por no asumir sus directrices, formaron una alianza con la
banda criminal de origen paramilitar llamada Clan del Golfo para
proteger sus rutas de narcotráfico”, se sabe que “cuentan con al menos
300 guerrilleros de las FARC en sus filas” y mantiene relación con el
Cartel de los Soles, de Venezuela, operando en las fronteras de este
país y de Ecuador, y su modo cruel de operación es reclutar jóvenes y
mujeres, bajo amenaza y extorsión.[1] Fuentes especializadas estiman que
las guerrillas activas, cuentan con más de 13.000 integrantes
diseminados en toda Latinoamérica.
Una
de las evidencias más fuerte, es la que hace el abogado Felipe Silva
entrevistado por la Revista “Que Pasa”[2] donde expone “un informe sobre
un “documento de más de 400 páginas que le entregó el edecán del
entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos -hoy presidente de
Colombia- y que acusa un vínculo de las FARC y grupos mapuches, y de los
lazos que el grupo guerrillero mantuvo con el Partido Comunista (PC)”.
Pero Santos decidió no hacer nada al respecto, y hoy decidió
unilateralmente rendir a su país ante las actividades extorsivas de los
grupos terroristas.
“La
cantidad de ataques, el orden con que actúan, la logística, la capacidad
para hacer daño y replegarse evidentemente corresponden a personas que
recibieron instrucción armada. Y aquí no se hizo nada”, dice el abogado.
“Un conjunto de correos electrónicos encontrados en el computador de
Raúl Reyes, el segundo hombre más importante de las FARC, y el encargado
de la propaganda internacional del grupo terrorista, abatido en marzo
de 2008– y cuyo contenido íntegro siempre se mantuvo bajo total
confidencialidad” ¿Por qué?
“Si
bien nunca se hizo público el contenido completo de la carpeta, el
conflicto político fue evidente: varios de los ministros de entonces
acusaron a Piñera y Espina de “ser parte de una operación política y
personas que pusieron temas de política exterior y seguridad nacional
como temas de política interna”. Muchos, incluso, pusieron en duda la
veracidad del informe y lo tildaron de “montaje”. Asimismo “la justicia
consideró que los correos electrónicos no eran una prueba legal, al
haber sido incautados en territorio ecuatoriano, sin las autoridades de
ese país. Arias afirma que efectuaron una investigación “profunda y
exhaustiva”. Y que si bien, pudieron probar la vinculación del PC con
las FARC, las conductas no eran constitutivas de delito en Chile. Lo que
sí comprobó es que una decena de mapuches viajaron a campamentos
colombianos, y que luego estuvieron vinculados a actos criminales en
Chile. “Hubo presos, pero la mayor parte de ellos salió en libertad”.
“Creo
-piensa el abogado- que hay un desaprovechamiento de esta información
para calificar estos delitos como corresponde: asociación ilícita o que
se haya aplicado la Ley de Seguridad Interior del Estado para
tipificarlos de alguna forma. El tema es que no lograron judicialmente
solucionar el problema. Los cabecillas después de seis años siguen
intocables, los daños se están multiplicando, las zonas de conflicto se
han ampliado y la capacidad que tiene el Estado de reaccionar es nula”.
Seguramente no se hizo nada porque Santos y las FARC mantienen un
acuerdo oculto.
Porque
Juan Manuel Santos, a quien han apodado “el sastre de las FARC”,
esconde obscuros negocios con ellos, que a la larga convertirán a
Colombia en un país expuesto al narcotráfico peor de lo que es hoy
Venezuela. Santos ha traicionado a los colombianos y a la Constitución y
detrás de su imagen de Premio Nobel de la Paz, hay un guerrillero
discípulo del finado Fidel Castro.
Mientras
tanto, la Ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich aún no
ha entendido la magnitud del problema, y no creemos que está en
condiciones ejecutables de solucionarlo, porque no tiene ni la capacidad
ni los hombres con el entrenamiento, el conocimiento y la estrategia
para hacer frente a la problemática del narcotráfico y la fortaleza
delictiva de la guerrilla colombiana.
Como
dijo el ex Presidente Uribe: “Las FARC han tenido dos triunfos que nunca
habían esperado y que los concedió Santos: uno es el reconocimiento por
parte de Estados Unidos y de Europa a pesar de que es el cartel
narcoterrorista más grande del mundo. Ahora quieren imponer, a través de
los acuerdos, un camino marxista leninista […] Nosotros tenemos que
defender nuestra democracia contra eso” Y Álvaro Uribe sabe como
defender Colombia. Quizás él es el camino.
El mal es el Foro de Sao Paulo
A
mediados de diciembre pasado se reunieron en Berlin, Alemania, el
Partido de la Izquierda Europea, el Foro de Sao Paulo y los cabecillas
del islam radical con sus petrodólares. Allí supuestamente analizaron el
proceso de desarrollo del socialismo en Cuba, qué pasará después de la
muerte de Fidel Castro, y cómo reorganizarse. La realidad es que se
reorganizaron para exportar a toda América Latina su ideología de muerte
y miseria, como ya lo han hecho efectivamente en Cuba y Venezuela.
La reorganización y el crecimiento de estos frentes violentos nos debe
preocupar a todos, ya que buscan infiltrarse con crudeza en todos los
espacios de poder y en la toma de decisiones de las agendas políticas y
económicas con el propósito de vitaminizar las políticas populistas,
debilitar y quebrar las ideas liberales y republicanas de occidente,
donde la familia es el núcleo principal de la sociedad. Operando a
través de movimientos “sociales”, sindicatos, partidos políticos,
centros de estudios y ONGs, impulsan sus peligrosas ideas, atacando el
libre comercio, la propiedad privada y la libertad individual,
reemplazándolos con narcotráfico, corrupción, ignorancia, resentimiento y
pobreza para toda Latinoamérica.