viernes, 14 de diciembre de 2018
CHALECOS AMARILLOS
REPORTAJE A ALAIN DE BENOIST
Boulevard Voltaire: Desde
hace más de 10 días ya, Francia ha estado viviendo en la Era de los
Chalecos Amarillos y las opiniones sobre el fenómeno se nos acumulan.
¿Flor de un día o una tendencia que va a ir a más? ¿Es otra Grand
Jacquerie? ¿Otra Fronda?
CONTRA EL PODER MUNDIAL |
Alain de Benoist: Hace
ya cinco años, por estas fechas, el 23 de noviembre de 2013 para ser
exactos, me preguntaron por el movimiento de los Gorros Rojos. En aquel
momento les señalé a ustedes el hecho de que “todas las protestas y
rebeliones de alguna magnitud como las que estamos viendo hoy, nacen en
los márgenes, fuera de lo aceptado y aceptable, lejos de los partidos y
sindicatos que ya no son capaces de representar o defender las
aspiraciones de la gente”. Mi conclusión fue ésta “sólo un lema; gorros
rojos en todas partes”. Bien, aquí estamos, los chalecos amarillos son
esos gorros rojos en todas partes. Tras muchos años de humillación,
empobrecimiento y exclusión social y cultural, el pueblo francés
simplemente ha vuelto a hablar
Aunque las clases bajas y medias bajas sean los que llevan la voz
cantante, lo cual le da a este movimiento una dimensión de clase
extraordinaria, los chalecos amarillos vienen de muchos sectores
diferentes. Juntan a jóvenes y viejos, a campesinos y a hombres de
negocios, a oficinistas y trabajadores manuales y a directivos. También
mujeres y hombres…Pienso en esos pensionistas septuagenarios que no han
dudado, a pesar del frío, en dormir en sus coches para que las
barricadas se pudieran aguantar día y noche. Gente a la que no le
importa la Derecha o la Izquierda y que en su mayoría no han participado
en política pero que pelean en base a lo que tienen en común; la
sensación de ser tratados como ciudadanos de segunda clase por la casta
mediática, considerados explotables y a la merced de la oligarquía
depredadora de los ricos y poderosos, nunca se cuenta con ellos pero
siempre se les engaña. Por supuesto son los chivos expiatorios, los
desperdicios de Francia, esta Francia de las periferias que hoy es sin
duda lo más francés de Francia pero que aún así siempre se abandona para
ser víctimas del desempleo, los sueldos menguantes, la inseguridad, el
tener que cambiar de ciudad, la inmigración, etc. Después de años de
paciencia infinita han terminado por decir “¡BASTA!”. Eso es el
movimiento de los chalecos amarillos. Les respeto a todos ellos
Boulevard Voltaire: ¿Qué es lo que más le llama la atención de este movimiento?
Alain de Benoist: Dos
cosas. La primera y la más importante, es la naturaleza espontánea del
movimiento porque eso es lo que más asusta a las autoridades, que no
saben con quién tienen que hablar y también a los partidos y sindicatos
que descubren con asombro que un millón de hombres y mujeres pueden
mobilizar y desatar un movimiento solidario como pocas veces se ha
visto, el 78% de los franceses les apoyan, sin haber tenido que pensar
como apelar a la gente. Los chalecos amarillos son el ejemplo perfecto
de una autoorganización popular. Sin líderes, ni pequeños ni grandes, ni
césares ni tribunos, sólo el pueblo. Es Populismo en estado puro. No el
populismo de los partidos o movimientos que se dicen populistas sino lo
que Vincent Coussedière llama “el populismo del pueblo”. Frondeurs, sans-culottes, communards…no
importa que etiqueta quieras colocarles. La gente de los chalecos
amarillos no han designado a alguien para que hable por ellos. Se han
ubicado a sí mismos como sujeto histórico, y por tanto, han de ser
aprobados y apoyados.
SOLO CON LA TRICOLOR |
Otra cosa que me ha llamado mucho la atención es el discurso de odio que
se ha hecho contra los chalecos amarillos por parte de los partidarios
de la ideología dominante, esa triste alianza de tecnócratas afectados y
los mercados financieros. Basura blanca, estúpidos, empollones…Todas
esas palabras se oyen mucho, por no mencionar “camisas pardas”, que
también se ha oído. Lean las cartas de los lectores de Le Monde y
escuchen a la izquierda moralista y a la derecha educada. Hasta ahora
se han controlado pero ya no lo van a hacer. Se han dejado llevar,
expresando su arrogancia y su snobismo clasista de la manera más
obscena, al tiempo que se asustaban por que los mendigos les
ninguneaban. Después de la enorme manifestación en París ya no tienen
coraje de decirle a esos que se quejan por el precio de la gasolina que
lo único que han de hacer es comprarse un coche eléctrico, la versión
moderna de “pues que coman pasteles”. Cuando la gente llena las calles
de la capital, se destapan como lo que son. Si expresan su odio
descarnado hacia esta Francia popular, la Francia de Johnny que sólo
fuma cigarrillos y conduce diesel, de la Francia que no es lo
suficientemente diversa, excesivamente francesa, esos que Macron
describe como analfabetos y vagos que quieren irse de putas. Por
resumir, la gente que sabe que tiene sus días contados.
Boulevard Voltaire: Podemos
ver como empezó el movimiento pero no está muy claro como va a
terminar, suponiendo que termine. ¿Hay elementos para que esta revuelta
se traduzca a términos políticos?
Alain de Benoist: El
problema no surge en estos términos. Estamos en medio de una nueva
tendencia que no va a desaparecer porque es el resultado de una
situación histórica destinada a durar. La cuestión de la gasolina ha
sido simplemente la gota que colma el vaso o más bien la gota de
gasolina que hace explotar la lata. Ahora mismo las exigencias reales
son “¡Macrón, dimisión!”. En el futuro inmediato el gobierno maniobrará
como siempre; represión difamación, desacreditar, dividir y esperar a
que se resuelva solo. Puede que lo haga pero las causas permanecerán
ahí. Con los chalecos amarillos Francia ha llegado a un estado
prerrevolucionario. Si se radicalizan aún más, mejor. Si no, esto será
una señal de alerta de las más grandes. Será algo que merezca repetirse.
En Italia el Movimiento Cinco Estrellas, que también nació de “un día
de furia”, está ahora en el poder. En Francia la explosión final tendrá
lugar en menos de diez años.
http://disidencia.info/populismo-en-estado-puro-alain-de-benoist-sobre-los-chalecos-amarillos/