miércoles, 16 de enero de 2019
Feministas vs. Sociedad argentina
La sociedad argentina por lo general vive aferrada a sus creencias religiosas, cultura y tradiciones.
Anhela tener trabajo, una mínima capacidad de ahorro para poder vacacionar y progresar paulatinamente, además de poder brindar a sus hijos un estudio para alcanzar un futuro mejor.
Y vivir en paz y con seguridad.
Las feministas desprecian la religión y las tradiciones. Se aferran a culturas foráneas y sienten total desprecio por la vida ajena.
Anhela tener trabajo, una mínima capacidad de ahorro para poder vacacionar y progresar paulatinamente, además de poder brindar a sus hijos un estudio para alcanzar un futuro mejor.
Y vivir en paz y con seguridad.
Las feministas desprecian la religión y las tradiciones. Se aferran a culturas foráneas y sienten total desprecio por la vida ajena.
Consideran valiosos el aborto y las relaciones homosexuales.
Muchas se dicen peronistas y no reconocen que Juan D. Perón estaba contra el aborto. La mayoría se dice castrista y guevarista, y no reconocen que el gobierno castro comunista persigue a los homosexuales.
Las feministas se reconocen como una minoría y practican el entrismo.
Buscan embanderarse con los justos reclamos de la sociedad a la que desprecian, para aparentar ser mayoría.
Muchas se dicen peronistas y no reconocen que Juan D. Perón estaba contra el aborto. La mayoría se dice castrista y guevarista, y no reconocen que el gobierno castro comunista persigue a los homosexuales.
Las feministas se reconocen como una minoría y practican el entrismo.
Buscan embanderarse con los justos reclamos de la sociedad a la que desprecian, para aparentar ser mayoría.
La
sociedad esperancina no sospechaba que iba a ser “usada” por las
feministas.
Cuando se inicia la concentración, ya era tarde. Las feministas se
habían adueñado de la marcha, y como dueñas del acto, ni siquiera
permitieron el uso de la palabra a un sacerdote.
La familia de la victima profesa la religión católica. Las feministas la desprecian.
Sin
respetar el dolor de la familia ni las convicciones religiosas de la
sociedad esperancina, las feministas gritaban “Iglesia – Estado – asunto
separado”, además de consignas a favor del aborto y de la Educación
Sexual Inclusiva.
Varias
personas increparon a las feministas por la politización de un sincero
dolor. Pero el respeto por el duelo hizo que no se produjeran
incidentes.A ellas no les importan las victimas, solo defienden sus intereses partidarios. Ellas están enfrentadas con una sociedad a la que desprecian.
Orlando Agustín Gauna Bracamonte


