domingo, 27 de enero de 2013

LO QUE CRISTINA NO APRENDIO EN VIETNAM

Por: VICTOR LAPEGNA
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Cristina Fernández de Kirchner comparó a Ho Chi Minh -líder de la mayoría del pueblo vietnamita en su lucha por la independencia nacional primero contra Francia y después contra Estados Unidos- con José de San Martín al decir de él que “es el Padre de la Patria, el San Martín de Vietnam”.
Tal afirmación amerita ciertas precisiones. La primera es que Ho, en su país y en el mundo entero, nunca fue designado como “Padre” sino que se le llamaba “Tío” y pese a que los Montoneros también llamaron así a Héctor Cámpora, no hubo semejanza alguna entre el líder vietnamita y el dentista de Giles que llegó a ser fugaz presidente de Argentina.
La segunda precisión que parece habérsele escapado a la Presidente es que, así como el general San Martín fue el más insigne de los jefes militares de nuestra guerra por la independencia y su genio de estratega tuvo dimensión mundial, el jefe militar de la lucha antiimperialista en Vietnam no fue el “Tío Ho” sino el general Vo Nguyen Giap, quien condujo las acciones que llevaron a la derrota de los franceses en la célebre batalla de Dien Bien Phu y también la guerra contra los Estados Unidos y sus aliados de Vietnam del Sur hasta la toma de Saigon (llamada hoy ciudad Ho Chi Minh) y cuyo genio, como el de San Martín, alcanzó dimensión universal. Claro que Giap tuvo siempre el respaldo de Ho y la dirección política que él conducía, lo que no sucedió con San Martín y el gobierno de Buenos Aires.
Para terminar, un destacado combatiente vietnamita que hoy revista en el cuerpo diplomático de su país, mencionaba que una de las tareas más importantes y difíciles que el gobierno de Vietnam debió llevar a cabo después de haber vencido a Estados Unidos y sus aliados, fue asumir que los vietnamitas del Sur con lo que habían guerreado por años eran sus compatriotas, que ellos también habían luchado por la Patria y que debían ser parte protagónica de la reconstrucción de un Vietnam unido. Según contaba ese diplomático, después de la victoria militar contra el imperialismo y sus aliados, la batalla política principal en la que vencieron los herederos del patriotismo de Ho Chi Minh fue convencer a la propia tropa de que la unidad nacional era un principio insoslayable en la tarea de reconstrucción.
Mejor que exponer comparaciones equívocas, bien haría CFK en aprender de esa enseñanza de unidad patriótica de los vietnamitas.