por el Lic Gustavo Adolfo Bunse
Gutta cavat lapidem, non vi sed saepe cadendo
(La gota horada la piedra… no por fuerza, sino por constancia)
(Ovidio)
La apuesta es… hasta consumir toda la munición. Si para demostrarnos su autoridad hace falta desangrar la Comarca hasta dejarla exánime… la reina no ha de tener dudas en proceder a dar las órdenes para seguir… hasta que la agonía ya ni siquiera tenga la fuerza para comunicar un estertor… desde su asfixia. Campea pues… como un dogma vesánico y maligno, un propósito que incluye las dos componentes básicas de la criminalidad : Dolo abierto… y deseo deliberado de daño. Son criminales encaramados en el poder. No se tengan dudas. A quien se oponga… lo despanzurran vivo. Han encallado el país… y al que se atreva a señalárselo le aplicarán a mansalva la fuerza del Estado… al cual consideran propio. Ella “es” el Estado… y por tal razón usa la totalidad de su fuerza coercitiva… sólo para la venganza y para el silenciamiento. La oposición mide, de un modo irresponsable, todos sus pasos de impugnación hacia el Palacio… temerosos no sólo de la reina… sino de la pérdida de votos por ser vistos como demasiado agresivos. Y las arcas de ese Estado…desangradas por el latrocinio… sufragan además, una devastación por impericias de un tenor tan inaudito … que ya no pueden configurar otra cosa que no sea daño deliberado. Quien esto escribe… ha dicho varias veces… antes de hoy, que ella se va a despedir a los tiros. Eso, sin duda, pertenece a la esencia de su catálogo de criminalidad. El poder político es un gran burdel… de esos que no disimulan su existencia. De esos que tienen un cartel luminoso que lo dice en su frontispicio. Por si algún distraído todavía no pudo advertirlo. Parece pues… escandalosamente fácil verlo ahora : La distribución discrecional de los fondos del Estado, desde las entrañas mismas de las arcas de la Nación, tiene prioritario destino sobre ciertos individuos selectos, sobre ciertos “grupos especiales” y sobre ciertos cajeros de saco y corbata, todos ellos organizados desde el pináculo del poder, para perpetrar orondamente la rapiña progresiva y sistemática de los dineros públicos. Individuos, grupos y sectores… designados, cada uno de ellos, con una especialidad perfectamente pre verificada y demostrada en las artes del latrocinio y del saqueo profesional. En ese fotograma lastimoso… es natural ver que, estas bandas del desaforado despojo nacional… aunque parezca un contrasentido, se autodestruyen como clase política dirigencial… precisamente por su terrible antropofagia desfalcadora y carterista. En efecto : Se empiezan a robar entre ellos… y a disputarse - como lo hacen las hienas frente a la carroña - los restos finales de cualquier descarrilamiento financiero ocurrido en medio de su escamoteo. Tal como una fauna congénitamente caníbal,… no pueden resistir la tentación de traicionarse mutuamente… y de hacer descuidismo salvaje entre sus propios miembros. Son antropófagos del robo en poblado y en banda. Y esa banda fraudulenta… se hace conducir por una descerebrada apologista… en Viet Nam… de una guerra de la que no tuvo ni tiene la más mínima noción… tan terriblemente hipócrita que entre sus conceptos elogia abiertamente a la guerra total… la regular y la irregular… como único vehículo para lograr la paz. Si señores…de vomitar sobre los uniformes como antimilitarista dogmática, pasa hoy a reivindicar los conflictos armados ajenos… vestida de verde oliva…mientras pierde su propia flota de guerra, entre buques secuestrados… submarinos paralíticos.. o navíos hundidos por su propia infame decisión de ahogo logístico. Si tuviera su propia guerra… amanecería pues ridículamente perdida antes de iniciarla… porque … en varias de sus cabriolas de enorme imbecilidad… se habría ocupado de fulminar en forma personal, todos los preceptos constitucionales de la Defensa Nacional. Un gobierno que ya configura hoy la asociación ilícita calificada más “distinguida”… moviéndose al socaire de los derechos humanos y de una telaraña de subsidios a la vagancia en cuya desarticulación eventual se esconde hoy silenciosamente la explosión social más violenta y numerosa que se haya conocido. Sus colaboradores… usan uniforme de carteristas. Vulgares ladrones a cielo abierto… iniciados como guardaespaldas o choferes del difunto, ya varias veces sorprendidos en medio del acto de latrocinio, la hacen enmudecer a ella misma de una manera tan cómplice y evidente… que queda incursa en la trama del mismo acto de pillaje, con todas sus huellas digitales puestas en las manijas del botín. Tibias letanías se oyen… de una oposición que no está dispuesta a promover ni siquiera el más elemental principio correctivo para este drama… ni el menor estrépito que correspondería desatar. Estamos atrapados. Nadie puede ser tachado de escéptico ni de prejuicioso si camina, en esta rara comarca con miles de prevenciones, luego de haber transitado una vida seudo democrática repleta de traiciones y mentiras perpetradas por la misma dirigencia política. No es en absoluto una paranoia suponer, cada mañana, que lo normal ha de ser que ella intente engañar a todos, una y otra vez… Que les mienta a todos en forma burlona y que, simultáneamente, de postule a un ejército de corruptos para que, obligada a votar, la ciudadanía convalide la única oferta electoral disponible en la que cuelgan… como murciélagos… solamente ellos. La sensación de un engaño burdo, ya es certeza. Y no sólo ya por ver al gobierno… enmascarado en el humo de la hipocresía, sino por constatar… en modo palmario… que hay un Poder Legislativo corrompido hasta los tuétanos… e impune de toda impunidad, como si estuviese “pintado al óleo”. Sometido también con la misma “caja”, a cambio de dejar que todo se haga por disposición de superpoderes napoleónicos que se han prorrogado cien veces… sine die Por bastante menos que este rampante “road show” del latrocinio oficial, en el país menos normal, cualquier mandatario involucrado debe asistir a la fulminación inmediata de su estabilidad política. Y debe huir, antes bien, por carecer del sustento moral elemental. Debe escapar por el “pronto”… tratando de esquivar el conflicto sobre la hora próxima, … aún cuando pueda exhibir claro… un origen democrático de representatividad legítima. En la comarca no. Allí… aunque parezca difícil tapar las defraudaciones prohijadas desde el Monte de los Olivos… aún con el silencio de los sátrapas… pues como la oposición es una caterva de algas humanas… nadie hace ni hará un reverendo bledo… acerca de esta depredación. Seguirá el silencio,… pese a que la mancha de aceite corrompido caiga por las escalinatas del castillo real. Seguirá viéndose un desdén sarcástico, como práctica habitual… frente a lo que ella hoy considera, sin ninguna duda, un pueblo de ovejas. Y en este contexto de impotencia, ninguno de los poderes se salva de integrar una comparsa prostituida. Ser incrédulo y sospechar… es pues, un imperativo para la gente. Un deber cívico… La certeza plena de que… para esta banda de asaltantes … … el crimen “paga”. Lic Gustavo Adolfo Bunse gabunse@yahoo.com.ar