Para sostener la afirmación del profesor Mauricio
Ortín, nos limitamos a transcribir lo expresado al respecto, por el ex
dirigente máximo de Montoneros: “Coincido con Videla.
Fue una guerra. Habrá habido alguno que otro desaparecido que no tenía nada que
ver pero la inmensa mayoría eran militantes y, de ellos, la mayoría eran montoneros.
A mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte la utilizaran para decir que
fui un pobrecito dirigente asesinado. (Mario Firmenich).
También y a modo ilustrativo de la forma de pensar de los
llamados -por el relato oficial- jóvenes idealistas transcribimos los dichos de Mario
Roberto Santucho, Comandante del ERP: “Creo que para lograr la patria socialista vamos a tener que
matar a no menos de un millón de personas”.
Somos de opinión que las expresiones del señor Teniente General (R) Don Jorge Rafael Videla, entonces Presidente de la Nación y Comandante en Jefe del Ejército Argentino,
la de los dos máximos dirigentes terroristas argentinos Mario Fimenich y Mario Roberto Santucho, sumadas al reconocimiento de los
integrantes del Tribunal que juzgó a las Juntas Militares refuerzan
fehacientemente que el conflicto violento de los años 70(s) fue una guerra.
Afirmación sostenida por muchos testigos de la época y que fuera desconocida
por los tribunales sujetos a obediencia debida del poder de turno, razón por la
cual sostenemos que todo lo actuado en los juicios llamados de lesa humanidad
es nulos de nulidad absoluta.
Sinceramente,
Pacificación Nacional Definitiva
por una Nueva Década en Paz y para Siempre
Fue una guerra
00:16
En la sección Carta de Lectores de El Tribuno del 26/01/2013, Oscar
Torres, Néstor González y demás firmantes me
acusan de mentiroso y falaz por haber afirmado en este mismo diario (art.
“Con Cuba: las cosas por su nombre”) que, durante la década del '70, en la
Argentina, hubo una guerra. También, me invitan a debatir públicamente el tema.
Al respecto, digo que acepto con todo gusto y que elijo esta columna y este
prestigioso diario para contestar. Sostengo que “fue una guerra” por
donde se la mire y que la negación que se hizo de ella es la mentira más grande
jamás contada en la historia argentina.
La incorrección argumentativa de los firmantes se revela en
que pretenden corroborar la supuesta veracidad de que “no fue una
guerra” sirviéndose de la “falacia de la autoridad” y
no recurriendo a los hechos mismos. En consecuencia, afirman que, “No
fue una guerra”, porque así lo sentenciaron los jueces fulano y mengano que
son los que saben. Pero, también en lo que se conoce como “El juicio a
las Juntas” durante la presidencia de Raúl Alfonsín, los
jueces sentenciaron de que “fue una guerra revolucionaria”. ¿Por
qué se debe tomar como palabra santa los fallos de “los Oyarbide y
compañía” y no la de los ex jueces Torlasco, Gil
Lavedra, Arslanian, Valega Aráoz, Ledesma y D'Alessio.
Si mañana un juez repite mil veces que “Evo Morales es
rubio”; luego, Evo ¿es rubio? Yo diría que no porque la
realidad, tozuda como ella sola, termina por imponerse. Y como lo mejor es que
hablen los hechos y no las interpretaciones, pasemos a éstos.
a) A principios de la década del '70, el Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT), por su lado, y la Organización
peronista “Montoneros” crearon, con el objeto de tomar el poder a
través del asalto por las armas e instaurar la dictadura del proletariado, el Ejército
Revolucionario del Pueblo y el Ejército Montonero,
respectivamente. Las declaraciones de guerra al gobierno constitucional, como
así también el detalle de sus acciones bélicas, eran publicadas en sus revistas
y en entrevistas que concedían a distintos medios. Con el encabezado de “Parte
de Guerra”, se reivindicaban secuestros extorsivos, homicidios, ataque a
cuarteles, toma de localidades, combates en el monte tucumano, “juicio” y
ejecución de traidores, robos, cárceles del pueblo, etc. Poseían fábrica de
armas, de explosivos y recibían apoyo de organizaciones armadas de izquierda de
otros países (Tupamaros, el MIR chileno y la OLP de Yasser
Arafat). El gobierno cubano de Fidel Castro les
proveyó de apoyo logístico y entrenamiento militar. Ambas organizaciones, en
forma expresa, anunciaron a los cuatro vientos que estaban en guerra y que
dentro de ese contexto habría que explicar las decenas de miles de atentados a
la vida y la propiedad que cometieron.
Hasta ahí, los hechos. Ahora bien, si estos son tan
contundentes cabe preguntarse: ¿Por qué se pretende negarlos con una
interpretación “tirada de los pelos”? Si “no fue una
guerra”, ¿qué fue, entonces? Los soldados que matan en la guerra no son
juzgados como asesinos; luego, si “no fue una guerra” todos
los que participaron (incluidos, las autoridades democráticas que dieron la
orden de defender el gobierno constitucional), eran asesinos. Las FFAA afirman
que “fue una guerra”. Otros, allegados Firmenich, Arafat y Vaca Narvaja
a ERP y Montoneros,
sostienen lo contrario. Ahora bien, si no estaban en guerra, entonces, ¿por qué
mataban? Siguiendo esta interpretación, es necesario concluir que lo hacían
porque eran delincuentes comunes. Es decir, miserables y degenerados asesinos
seriales que se organizaron para matar, robar, secuestrar y aterrorizar por
pura perversión. Conocí a algunos del ERP que murieron en
manos del Ejército y puedo atestiguar que eran buenas personas
aunque totalmente turbadas por el fundamentalismo marxista. Estoy absolutamente
persuadido que no les hubiese gustado (porque, es injusto) que se los recuerde
como a abyectos criminales. Los sobrevivientes del ERP y Montoneros se
consideran ¿criminales comunes o combatientes de una guerra? ¿Por qué no le
preguntan a ellos por qué mataban soldados, sindicalistas, empresarios,
políticos, diplomáticos y ciudadanos de a pie?
Bomba en el comedor de seguridad federal
Por último, dicen (los que firman la carta) que “no
fue una guerra” y que los que afirman lo contrario (en este caso, yo)
cometen “apología del delito”. Si no se piensa como nosotros,
entonces, marche preso! Linda y valiente forma de debatir! (aunque... un
poquitín totalitaria).
“Reclamo de vosotros y en nombre de vuestros principios, la
libertad que os niego en nombre de los que me son propios”. Esta
frase, atribuida a Luis Veuilliot, expresa a la perfección lo que
la izquierda autoritaria ha ve nido realizando con los derechos
humanos.
FUENTE: http://www.eltribuno.info/salta/246831-Fue-una-guerra.note.aspx
NOTA: Las
imágenes y negritas no corresponden a la nota original.