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( En la fotografía...con un sorprendente "festejante" de la Cámpora...)
Está pagando cara la protección mafiosa que recibe, para no ir preso.
No tiene más remedio que aceptar...
Su soledad política, sólo se acompaña de un manejo de información, que sólo Él conoce...
y es su reaseguro para sobrevivir...
Cristina le ordenó a Boudou que calificara de cobarde a Scioli
By Guillermo Cherashny
( En la fotografía...con un sorprendente "festejante" de la Cámpora...)
Está pagando cara la protección mafiosa que recibe, para no ir preso.
No tiene más remedio que aceptar...
Su soledad política, sólo se acompaña de un manejo de información, que sólo Él conoce...
y es su reaseguro para sobrevivir...
Cristina le ordenó a Boudou que calificara de cobarde a Scioli
By Guillermo Cherashny
El jueves de la semana pasada, en Santa Teresita, el presidente de la
Cámara de Diputados, Julián Domínguez, se reunió con 60 intendentes
bonaerenses del PJ. Faltó a la cita el principal organizador, que no era
otro que el ministro de planificación, Julio de Vido, que es el
encargado de aplicar el nuevo mecanismo legal para girarles fondos en
forma directa a los alcaldes, pasando por encima de los gobernadores. El
que sí se hizo presente fue el vicepresidente Amado Boudou, quien soltó
la acusación de cobardía política contra el reclamo del sciolismo para
que se rediscuta la coparticipación federal. La realidad es que la
provincia no tiene fondos suficientes para pagar los aumentos salariales
de los 500.000 empleados públicos. De inmediato, Domínguez aclaró que
no estaba de acuerdo con lo afirmado por Boudou y algo parecido sostuvo
Fernando “Chino” Navarro, líder del Movimiento Evita. Otros dirigentes
importantes también tomaron distancia del vice durante los días
posteriores. El miércoles pasado, el jefe de gabinete de Scioli, Alberto
Pérez, blanco del ataque de Boudou, afirmó que éste debe estar
arrepentido de lo que dijo. Sin embargo, el ataque del vice a Scioli es
un recurso usual en la presidente. Basta recordar que en la carta a
Ricardo Darín ella descalificó a Scioli por sus ahorros en dólares.
Según nuestras fuentes, fue la jefa de Estado quien le ordenó a Boudou
que tratara de cobarde al gobernador delante de los 60 intendentes
presentes.
El Estado soy yo
El mensaje subliminal de CFK habría sido el siguiente: a la hora de armar las listas de candidatos para las legislativas de octubre no tendrá en cuenta al gobernador, a los intendentes y tampoco al PJ provincial. Las listas saldrán de Unidos y Organizados.
Domínguez, Navarro y otros habrían captado que Boudou no habría actuado como un desquiciado que, mientras la presidente estaba de gira por Medio Oriente y Asia tuvo un perfil muy bajo hasta que lo levantó para atacar al gobernador. De Vido, informado de lo que iba a ocurrir, optó por no dejarse ver en la reunión.
Es evidente que el reclamo sciolista molestó mucho a una presidente, que no quiere resignar un solo peso de lo que le toca al gobierno federal y que, cuando se ve obligada a hacerlo, pone cara de hacer un favor. Ella considera que se arremanga todos los días para recaudar impuestos y que el destino de los fondos es una decisión personal. Por su parte, Scioli no se quedó atrás y le dijo a la revista Gente: “la gente sabe que yo no miento”, toda una indirecta a la presidente y su entorno. A esta altura de los acontecimientos, la jefa de Estado se inclinaría por amenazar a Scioli y Sergio Massa para que adhieran al Frente para la Victoria pero sin pretender candidaturas para los suyos. Según ella, las listas no son el resultado de acuerdos políticos ni tienen que ver con el PJ, sino que son una atribución personal suya. Si alguno no se conforma, mandará a Boudou u otro para descalificarlo. Pero se estaría preparando un nivel de castigo más importante. Estarían en la etapa de elaboración carpetazos sobre supuestos actos de corrupción contra Scioli, Massa y sus aliados. Una maniobra bastante similar a las amenazas de hacer revelaciones que Hebe Bonafini les está haciendo a los ministros de la Corte Suprema
El Estado soy yo
El mensaje subliminal de CFK habría sido el siguiente: a la hora de armar las listas de candidatos para las legislativas de octubre no tendrá en cuenta al gobernador, a los intendentes y tampoco al PJ provincial. Las listas saldrán de Unidos y Organizados.
Domínguez, Navarro y otros habrían captado que Boudou no habría actuado como un desquiciado que, mientras la presidente estaba de gira por Medio Oriente y Asia tuvo un perfil muy bajo hasta que lo levantó para atacar al gobernador. De Vido, informado de lo que iba a ocurrir, optó por no dejarse ver en la reunión.
Es evidente que el reclamo sciolista molestó mucho a una presidente, que no quiere resignar un solo peso de lo que le toca al gobierno federal y que, cuando se ve obligada a hacerlo, pone cara de hacer un favor. Ella considera que se arremanga todos los días para recaudar impuestos y que el destino de los fondos es una decisión personal. Por su parte, Scioli no se quedó atrás y le dijo a la revista Gente: “la gente sabe que yo no miento”, toda una indirecta a la presidente y su entorno. A esta altura de los acontecimientos, la jefa de Estado se inclinaría por amenazar a Scioli y Sergio Massa para que adhieran al Frente para la Victoria pero sin pretender candidaturas para los suyos. Según ella, las listas no son el resultado de acuerdos políticos ni tienen que ver con el PJ, sino que son una atribución personal suya. Si alguno no se conforma, mandará a Boudou u otro para descalificarlo. Pero se estaría preparando un nivel de castigo más importante. Estarían en la etapa de elaboración carpetazos sobre supuestos actos de corrupción contra Scioli, Massa y sus aliados. Una maniobra bastante similar a las amenazas de hacer revelaciones que Hebe Bonafini les está haciendo a los ministros de la Corte Suprema
