Mendoza,
22
de
Febrero
de
2013
Leyendo
el
trabajo
de
Héctor
GIULIANO
“DEUDA
PÚBLICA
Y
DÉFICIT
FISCAL”.
(18.2.2013),
entre
otras
cosas
nos
dice
que
la
deuda
pública
es
el
principal
factor
determinante
del
déficit
fiscal
argentino.
Y
que
hay
una
trampa
metodológica
en
la
confección
del
Presupuesto
Nacional,
porque
los
importes
por
vencimientos
de
capital
no
se
computan
como
gasto
del
ejercicio
fiscal:
sólo
se
toman
en
cuenta
para
ello
los
intereses
a
pagar,
que
están
dentro
del
Gasto
Corriente,
pero
no
el
principal
o
capital
de
la
deuda.
Dicho
procedimiento
se
debe
a
la
metodología
presupuestaria
argentina
introducida
a
partir
de
1980
(Ministro
de
Economía
Dr.
José
Martínez
de
Hoy
y
Secretario
de
Hacienda
Dr.
Juan
Alemann),
que
modificó
sustancialmente
la
forma
de
presentación
de
los
datos
inherentes
al
endeudamiento
público,
cambios
que
fueron
luego
formalizados
con
la
Ley
24.156
de
Administración
Financiera
del
Estado
(1992)
y
las
modificaciones
consiguientes
a
la
Ley
11.672
de
Presupuesto,
así
como
sus
normas
complementarias
y
reglamentarias. Por
eso
ese
procedimiento
genera
una
poco
clara
y
muy
discutible
forma
de
presentación
de
la
deuda
pública
en
la
Ley
de
Presupuesto
anual
que
vota
el
Congreso.
Además
como
regla
general
el
gobierno
está
pagando
a
su
vencimiento
toda
la
deuda
que
cae
correspondiente
a
acreedores
privados
y
organismos
multilaterales
de
crédito
(Banco
Mundial,
BID
y
CAF);
y
lo
hace
fundamentalmente
con
fondos
del
Estado
tomados
del
propio
Sector
Público
y
con
refinanciamiento
continuo
de
préstamos
de
organismos
internacionales.
Es
decir,
que
se
privilegia
el
pago
de
la
deuda
de
terceros
aumentando
la
Deuda
intra-Estado.
Que
en
el
año
2011
se
preveia
por
presupuesto
que
la
deuda
aumentaría
unos
9.500
MD
(millones
de
dólares),
y
fue
al
final
bastante
mayor,
14.600
MD. Para
el
año
2012
el
presupuesto
contemplaba
un
aumento
de
11.700
MD,
pero
aún
no
se
conocen
los
resultados
fiscales
. Y
para
el
corriente
año
2013,
la
deuda
aumentaría
otros
12.100
MD. En
consecuencia, no es cierto que la Argentina se esté des-endeudando:
por el contrario, el ritmo de aumento de la deuda es superior a los
10.000 MD por año.
Sobre
todo
se
confunde
a
la
opinión
pública
diciendo
solamente
que
tenemos
Superávit
Fiscal
Primario,
soslayando
el
Resultado
Financiero
negativo,
llegando
en
el
total
a
un
Déficit
Fiscal. El
superávit primario es el resultado de las cuentas públicas producto
de restar Ingresos menos Gastos pero sin contar dentro de éstos
últimos los gastos corrientes por el pago de los intereses de la
deuda. Esto
es, que el resultado primario es un subtotal o total incompleto de
las cuentas fiscales del ejercicio. Luego los
propios
datos
presupuestarios
oficiales
muestran
cómo
el
ritmo
de
aumento
de
los
servicios
de
la
deuda
es
superior
al
ritmo
de
aumento
del
gasto
público
general.
También
debemos
tener
en
cuenta
que
los
medios
de
prensa
del
establishment
insisten
en
destacar
el
incremento
del
Gasto
Público
y
su
incidencia
como
factor
causal
de
Inflación
y
Déficit
Fiscal
pero
omiten
decir
que
la
deuda
es
el
principal
motivo
de
aumento
de
ese
gasto.
El
déficit
presupuestario
se
cubre
con
deuda
pública,
de
modo
que
al
ocultar
o
presentar
de
forma
engañosa
el
verdadero
resultado
fiscal
se
está
enmascarando,
en
realidad,
el
nivel
real
de
aumento
del
endeudamiento
del
Estado.
Es verdad que
se
está
batiendo
récords
de
pago
de
servicios
de
la
deuda
aunque,
cabe
reiterarlo,
el
stock
de
la
deuda
sigue
creciendo
y
el
objetivo
de
las
autoridades
sigue
siendo
volver
al
mercado
internacional
de
capitales
para
tomar
más
deuda.
Hay
que
recordar
que
el
gobierno
está
utilizando
como
fuente
de
financiamiento
la
Deuda
intra-Estado,
esto
es,
la
toma
de
fondos
que
están
a
cargo
del
Estado
para
poder
pagar
servicios
de
la
deuda
con
terceros,
entregando
a
cambio
títulos
públicos
a
los
principales
entes
oficiales,
que
devienen
así
sus
prestamistas
y
que
reciben,
en
la
práctica,
títulos
oficiales
como
“vales
de
caja”
por
el
retiro
de
ese
dinero,
aunque
los
mismos
no
tienen
capacidad
demostrada
de
devolución
o
repago.
Y
así
de
ese
modo,
la
Tesorería
está
“empapelando”
a
ANSES,
que
es
plata
de
los
jubilados
y
aportantes,
el
BCRA,
que
son
las
divisas
necesarias
para
afrontar
las
necesidades
de
la
Balanza
de
Pagos
y
a
además
a
AFIP,
Lotería,
FFRE,
FFRH,
SRT,
INDER,
AGP,
IAF,
PAMI.
El
uso
en
gran
escala
de
estos
fondos
está
provocando
una
grave
distorsión
en
las
Finanzas
Públicas
como
resultado
de
haber
convertido
agencias
oficiales
en
prestamistas
del
Estado.
Faltaría
agregar
que
se
debe
normalizar
la
deuda
todavía
en
default
con
los
bonistas
que
no
entraron
en
el
Megacanje
Kirchner-Lavagna
de
2005-2010
(holdouts)
y
arreglar
la
deuda
con
los
países
del
Club
de
París.,
y
por
negarnos
a
hacer
una
Auditoría
de
la
deuda
todo
quedó
en
las
manos
de
la
resolución
de
la
Justicia
de
Estados
Unido.