Integrante de la LIGA FEDERAL NACIONAL
La
obsecuencia debida.
Argentina desde hace 10
años está acostumbrada al imperativo de la “obsecuencia
debida”, y como consecuencia de este proceder la división de poderes es una
falacia, la libertad de prensa no existe, la oposición está desmembrada, la
dirigencia de todo tipo está cooptada y si no lo está es asfixiada, y el poder
omnímodo del Ejecutivo central cada vez más se asemeja a una tiranía, pues
ejerce las tres funciones de la república:
“ejecuta, legisla e imparte justicia, además de comunicar sesgadamente la
realidad que ésta inventa”.
En un país normal, De Vido estaría
procesado y condenado por corrupción, Abal Medina hubiere sido echado por las
denuncias que pesan sobre su gestión, Tímerman ya no sería canciller, Puricelli
hubiere renunciado por la vergüenza del embargo de la Fragata Libertad,
Garré habría sido “despedida” por
reconocer la ola rampante de inseguridad ciudadana, Alak ya hubiere sido
enjuiciado políticamente por atacar a la justicia y a la Corte Suprema,
Lorenzino tampoco ocuparía el cargo por los crasos errores cometidos en el
accionar económico y en las negociaciones con la Corte del juez Thomas Griesa,
Marcó del Pont hubiere sido obligada a renunciar por no llevar adelante una
política monetaria acorde a las necesidades del país, Echegaray y Moreno no
podrían haber mantenido los cargos por la atroz incompetencia esgrimida en sus
funciones, donde uno es cuestionado por corrupción inimaginable, y el otro por
patoterismo barato, y Boudou hubiere sido obligado a renunciar en aras de la
transparencia que cualquier gobierno debe mostrar ante la ciudadanía.
Planteado el panorama existente en el
Gobierno Cristina Fernández, que no es otra cosa que mostrar ante el pueblo de
la Patria y el mundo todo lo contrario de lo que debiera ser el trabajo de los
Ministros, Secretarios o Presidentes del BCRA, la AFIP y la vice Presidencia
de la Nación, empezamos a entender el porqué de que Presidentes y ministros de
países extranjeros que visitan América del Sur siempre que pueden esquivan
hacer escala en nuestro país y realizar visitas protocolares. Asimismo y tal
cual se ve en los organismos internacionales, cada vez son menos los que
levantan la mano para apoyar las posturas argentinas, como también es cada vez
más notorio como Argentina se encuentra aislada, ya no en la toma de
decisiones, sino ni siquiera para consultas respecto de los problemas
regionales; pero no hace falta decir que todo esto como todo lo planteado
inicialmente es un libreto lineal que les viene escrito de arriba del poder,
por lo cual el Gobierno CFK se ha terminado de convertir en una absoluta y
total tiranía.
Aquellos personajes descriptos son
apenas “simples instrumentos”, aunque
no debemos subestimar sus aportes al verdadero zafarrancho, ellos son parte
importantísima del carnaval cristikirchnerista, teatralización antiimperialista
al mas puro estilo del chavismo –justo hoy que fue aceptado y comunicado
oficialmente su deceso-, teatralización que choca frontalmente contra la
realidad cotidiana vivida por el pueblo argentino que ve como mientras Cristina
despotrica contra el gobierno británico y los habitantes okupas de las Islas
Malvinas, ella viaja en los aviones de la empresa británica que realiza el
abastecimiento de nuestras islas australes, o más perverso aún, cuando luego de
ningunear el dolor de las víctimas de la tragedia de Once ella anuncia
rimbombantemente la compra llave en mano de 450 vagones a China sin
transferencia siquiera de tecnología, ya no hablemos de fabricación nacional
para generar trabajo genuino argentino. La misma perversidad del tratado con
Irán que escudado en una supuesta “búsqueda
de la verdad” más temprano que tarde demostrará los oscuros motivos
internacionales que existen para avanzar por ese camino, transformando en jirones
deshilachados la “soberanía nacional de
nuestra justicia”, atada al carro de los intereses espurios del Imperio de
turno.
Todo acaba, como no puede ser de otra
forma que como un gigantesco papelón, al igual que esta cada vez más frecuente
práctica de patotear o escarchar a simples ciudadanos o intendentes, políticos,
gremialistas o gobernadores que osan criticarla, al más puro y chabacano estilo
morenista o del ex piquetero Luis D’Elía, es más, está tan desubicada que hoy
defiende a un funcionario acusado de corrupción y mañana lo acusa de lo mismo
por lo que ayer lo defendía –el ex vice canciller García Moritán es un muy buen
ejemplo-, se volvió además absolutamente ingrata hasta para con sus más fieles
adeptos o sus seguidores, llegando al paroxismo de la ingratitud de decirles a
través del travestido Timerman en la cara a la colectividad judía que “no les debe nada”, haciendo que el
Canciller olvide la ayuda del Estado Israelí para con su padre y para con el
mismo en los años de plomo, que demás está decirlo lo encontraba a él
dirigiendo un diario que apoyaba abiertamente el golpe militar genocida llevado
a cabo contra el Gobierno Constitucional de María Estela Martínez de Perón,
apoyo que no sólo fuera del actual canciller sino que además lo era por parte
del matrimonio Kirchner, que se enriqueció durante esa oscura noche argentina.
Timerman y Cristina Fernández tienen la
mirada propia del “prestamista”
shaekspiriano, donde sólo cuentan los valores dinerarios y no la ética, la
moral, la gratitud y la memoria que incluye la justicia, pero los sellos los
ponen los funcionaros, pero la “visión la
impone la Presidente”, ella cree realmente que el mundo capitalista colapsó
y que por lo tanto debe arrimarse a los nuevos actores que reemplazarán a los
EEUU, Europa y los bloques que según su visión están en franco repliegue, para
abrazarse y alinearse con el grupo que ideológicamente está más cercano, no de
sus íntimas convicciones –que son versallescas y monárquicas- sino de las que
usa para “parecer progresista”, que
incluyen a Irán, Venezuela (por lo menos la de Hugo Chávez que nadie sabe
en que terminará luego del reconocimiento de su muerte), Ecuador, Bolivia y
Nicaragua, o sea el ¿ex ALBA?, todo
excesivamente parecido a un revivals infantilizado de los aciagos 70 del siglo
pasado, cuando un sector –hoy reconocido desde él mismo, como muy
minoritario- de aquella generación aprendió
a ser sectaria y a confundir mística con intolerancia, mientras estúpidamente
pretendían cogobernar con el viejo y sabio General que regresaba a pacificar la
Patria.
El Gobierno Cristina Fernández parece
no haberse enterado de que aquello, y por lo tanto éste, es y fue un craso
error, error gravísimo que además de casi 10 mil muertos y desaparecidos de
ambas facciones en lucha -seudo derechas e izquierdas, civiles y militares-
regaron de sangre nuestra muy amada Patria; la aprobación de “ella, La Gran Jefa”, es lo
único que aparenta importar en la cohorte de amanuenses y obsecuentes que hoy
detentan el gobierno, y cada vez menos el poder, poder que se va traspasando
mal que les pese minuto a minuto de ellos hacia el Pueblo argentino. De allí
los 13S, 8N, 20N, 20D, 22F
y ¿aparentemente el 26M? Ellos están cada vez más acostumbrados a vivir en
cuclillas, a hacer y decir lo que sea con tal de agradarle a “la Reina”, mientras el pueblo comienza
de a poco a desperezarse y a tomar conciencia de que el “reinado” de ella no es otra cosa que una nueva y carnavalesca
tiranía disfrazada cual mascarita de aquello que no es. Lo más asombroso aún,
es que ese ejercicio de genuflexión y obsecuencia debida implica la
autodemolición de sus propias figuras, las de ellos los funcionarios,
gobernadores, legisladores e intendentes, como la de la misma tirana. Que lo
entiendan y lo reconozcan es quizás demasiado pedirles, pues es pedirles que
sean distinto de lo que en su fuero más íntimo realmente son: “una muy triste comparsa carnavalesca
devaluada”, similares a aquellas desteñidas y deshilachadas comparsas
empobrecidas de los carnavales barriales de las barriadas humildes que no
contaban con los dineros necesarios para conformarse como verdaderas comparsas;
y desde la mediocridad y la humildad digna intentaban, y muchas veces realmente
lo lograban, llevarles alegrías a los
vecinos que las vivían como si fueran lo que no eran, simplemente porque les
eran propias.
Todo es antiguo y deshilachado, las
proezas de las que se jactan no son otra cosa que burdas y ridículas
imitaciones, además degradadas como toda copia de segunda o tercera mano: el
cepo cambiario, el korralito a las importaciones, el control de precios, el
techo de las paritarias obreras, un mercado cambiario desdoblado a la fuerza y
sin control alguno, los impuestos desmedidos como única variable de
recaudación, que como siempre pagan los más desprotegidos –clases medias y
bajas-, los escarches que cuando ellos o ella lo realizaba eran permitidos,
aplaudidos y apoyados pero que cuando se les vinieron en contra son
demonizados, todas medidas y ejemplos de una triste realidad que ya no pueden
tapar ni con la mentira y el engaño, ni con la impresión descontrolada de
billetes, los subsidios indiscriminados que tapaban una verdadera orgía de
corrupción y beneficiaban a ricos tanto o más que a pobres o a clases medias
degradadas por la inflación que el gobierno negaba, tanto como la inseguridad
que campea no sólo en barrios de clases acomodadas sino que ya se ha instalado
groseramente en las barriadas más pobres y humildes de la mano de un
narcotráfico amparado, cuando no incentivado desde el mismo poder
gubernamental.
La seudo maquinaria creativa del
régimen tiránico impuesto tras el 23-0 del 2011, no da abasto para modificar la
realidad que todo el pueblo vive, y entonces las encuestas serias comienzan a
marcar un franco e irremediable final de ciclo, pues la imagen positiva de la
tirana pasó de aquel 62% al actual 28% en apenas 16 meses. Goebels nos enseñó
que el “miente, miente, miente… que algo
quedará” se contrapone con la realidad que indica que “se puede mentir muchas veces a algunas personas durante un pequeño
tiempo, se puede mentir mucho a una persona durante mucho tiempo, pero nunca se
puede mentir a muchos durante mucho tiempo”, y eso es lo que ellos no
tuvieron en cuenta y diez años es mucho, pero mucho tiempo para sostener la
mentira y el engaño de pretender que se acepte que en 10 años de crecimiento
sostenido a tasas casi chinas solo se halla logrado bajar la mortalidad
infantil de aquel perverso 16,4%o al actual (según nos explicara exultante CFK
durante su extensísimo discurso de 4 horas del pasado 1º de Marzo) 11,4%o. ¡Una
verdadera y total mamarrachada digna de una tirana carnavalesca en tiempo de
descuento! Tanto miedo le tienen al pueblo y al peronismo que ahora por orden
expresa y secreta de “ella” que
pretende que no existan posibles rivalidades internas que demuestren que una
porción muy importante de ese pueblo peronista no la acompaña, es más la
aborrece, pateó para después de octubre, más precisamente el 15 de diciembre
las internas partidarias del partido nacional, provincial (buenos Aires) y de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
¡La reina está en franca decadencia, y
como tal trasfigura el reinado en una simple y verdadera tiranía, sepa el
pueblo entenderlo!
Buenos
Aires, 6 de Marzo de 2013.
Arq. José M.
García Rozado
MPJIRucci –
LIGA FEDERAL –
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