Uno se propuso ahondar en la influencia
de la banca en el siglo XX y aún en el siglo XIX pero conforme uno va
indagando en el origen personalizado de quién está detrás de nuestras
penurias cuando estas no deberían existir por simple naturaleza, uno
descubre que esta situación se remonta a los albores de lo que llamamos
“nuestra civilización”, civilización que, como tal, se basa en la
adquisición y manipulación de la información por parte de unos pocos y
en detrimento de unos muchos.
Lamentablemente, uno comprueba que la
manipulación del desconocimiento, ignorancia y el necesario trabajo de
extraer energía de la tierra, siempre ha estado dominado y controlado
por los que no la trabajan, por individuos listos y astutos que optaron
por no perder su tiempo en ello y sí por administrar a su conveniencia
los recursos de las masas que producen.
Ante ello han introducido, estos entes,
un nuevo factor dentro de la única fuerza que existe en la tierra: la
fuerza del que la trabaja y optimiza su extracción. De esta forma
tenemos dos entes reales y únicamente dos que conforman la verdadera
fuerza en este planeta y que conforman una única pirámide real:
1.- Los que extraen y gestionan directamente la riqueza del mundo y …
2.- El establecimiento de un muro de ignorancia por parte de listos y astutos para que la única fuerza real no pueda, no sepa y no perciba qué es lo que pasa con su productividad.
2.- El establecimiento de un muro de ignorancia por parte de listos y astutos para que la única fuerza real no pueda, no sepa y no perciba qué es lo que pasa con su productividad.
Uno cree que aproximarse a este devenir
es necesario sin que esto proporcione una solución práctica a nuestros
problemas de hoy respecto a estos listos (castas y parafernalias
impuestas) para confundir o esconder del pueblo cual era y es la
realidad de la situación.
Es dificil encontrar referencias que
aludan a la implicación de estas castas “banqueras” en nuestra historia
pero no es imposible.
Venga pues; iniciemos esta saga.