Eduardo Semtei
Semtei: Caramba, diputado, ha estado usted frenéticamente ocupado
inventando maldades, fabricando entuertos y jurungando muertos.
Carreño: Esa es mi tarea histórica como delegado del pueblo contra la corrupción de la cuarta república.
Semtei: ¿Pero de verdad tiene usted las credenciales suficientes en
términos de decencia administrativa y pulcritud personal como para
asumir el papel de verdugo y perseguidor?
Semtei: ¿Y usted se lo leyó?
Carreño: No es necesario.
Semtei: ¿Qué tipo de literatura le atrae?
Carreño: Los escritos de Mozart y del venezolano Rómulo el Gallego.
Semtei: ¿Logra usted compadecer su sueldo de diputado y su pensión
militar (por cierto, usted cobra ambos sueldos, lo que parece
ligeramente ilegal) con sus refinados gustos?
Carreño: No entiendo su pregunta.
Semtei: ¿Traje Armani de 15.000 bolívares, corbata Louis Vuitton de 2.000, zapatos A-Testoni de 7.000, reloj Panerai de 25.000?
Carreño: No sé de qué me habla.
Semtei: ¿Tiene o tuvo usted una casa en La Lagunita o una amiga con una casa en La Lagunita donde solía asolearse?
Carreño: No recuerdo.
Semtei: ¿Asiste usted con frecuencia a las carreras de la Fórmula 1
en espacios preferenciales, donde la entrada es superior a los 10.000
euros?
Carreño: Son invitaciones.
Semtei: ¿Vive usted en una casa convertida en mansión en la urbanización Fuerte Tiuna?
Carreño: Allí vivo humildemente.
Semtei: Usted sabe, señor Carreño, que mucha gente dudaba de mis
pláticas telepáticas hasta que oyeron a Nicolás Maduro afirmar que él se
comunicaba con el Presidente por vía escrita y otras formas.
Carreño: Sí señor, eso es verdad.
Semtei: ¿Y cuáles serán esas formas?
Carreño: Ya usted sabe la respuesta, señor Semtei: señas, telepatía y ouija.
Semtei: ¿Usted participó en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992?
Carreño: No directamente, señor.
Semtei: ¿Y dónde conoció al presidente Chávez?
Semtei: Si el Presidente se retira del ejercicio de la primera magistratura ¿a quién apoyaría?
Carreño: Claramente a Arias Cárdenas. No puede ser que los militares
arriesgamos nuestras vidas para que unos civiles lacios y desordenados
se apropien de nuestro esfuerzo.
Henri Falcón
Semtei: ¿Por qué sus ataques a Henri Falcón?
Carreño: Porque se pasó para la oposición y, aunque yo mantuve
durante casi 13 años que Falcón era uno de nuestros principales líderes,
al cambiarse, automáticamente se convirtió en bicho.
Semtei: ¿Y por qué sus ataques, casi histéricos, contra Primero Justicia?
Carreño: Varias razones. Primero, porque son la burguesía
imperialista, neoliberal, corrupta y conspiradora. Segundo y principal,
porque son puros blanquitos, peinaditos y el pueblo venezolano es zambo,
indio, blanco de orilla, mulato y negro. Aquí quien no tira flecha toca
tambor y ellos lo que saben es de piano y violín.
Semtei: ¿Y usted no tiene miedo de que su papel de verdugo,
inclemente y despiadado, pueda ocasionar que un futuro gobierno opositor
trate de cobrarle esas deudas que va regando por doquier?
Carreño: No me importa. Me voy a Cuba. O a Rusia. O a China. O a
Irán. A mí no me agarran fácilmente. Soy militar. Tengo conocimiento de
la táctica, de la estrategia y de la guerra asimétrica.
Semtei: ¿Estudió usted en Miami? ¿En el imperio?
Carreño: Sí señor.
Semtei: ¿Estaba becado?
Carreño: No puedo responder esa pregunta.
Forero, Simonovis, Afiuni, Baduel, Vivas
Semtei: ¿Usted no cree que el mismo trato que recibieron Chávez y sus
insurrectos, es decir, perdón presidencial y libertad política plena,
debiera servir de ejemplo para el tratamiento a Simonovis, Afiuni y el
resto de perseguidos?
Carreño: No señor. Nosotros éramos miembros de una revolución militar
y ellos son imperialistas, burgueses, vendepatria y neoliberales.
Semtei: ¿En qué se parecen Carmona y Chávez?
Carreño: En nada.
Semtei: En algo, señor Carreño, en que ambos fallaron estrepitosamente su intento de golpe de Estado. ¿Quiere decir algo más?
Carreño: Viviremos. Venceremos. Apresaremos. Perseguiremos. Ofenderemos. Mentiremos. Enriqueceremos.