Antes nos jodían y solo sabíamos
que estábamos jodidos. Ahora nos joden y sabemos que nos estan
jodiendo. Mañana estaremos jodidos debajo de un puente jodidamente
jodidos. Lo que se comenta y publica en este blog está bajo protección
del articulo 19 de la declaración de los derechos del hombre adoptados
por la Asamblea General de la ONU en Paris el 10 de diciembre de 1948,
que estipula que cada persona tiene EL derecho de la libertad de la
opinion y de la expresion, que implica el derecho de no ser acosado por
sus opiniones ni por buscar, recibir y publicar, sin límites de
fronteras, información e ideas por cualesquiera medios de expresion.
LAS GUERRAS DE ROTHSCHILD (XVI): La ONU o historia de una corrupción global: ROCKEFELLER.
Simple les és, a través de ese siglo
oscuro, de engaño, de falsa democracia que nunca existió y de exterminio
ante el cual la sociedad está acojonada, de control de los medios,
ferrocarriles antaño y electrón y máquinas engaño. De salvadores al uso
mediante la condonación de deudas impuestas por la FED, Banco de
Inglaterra, del Japón, y de la Unión Europea (BCE) (truco ya antiguuo)
producto de la propiedad impuesta de imprimir “dinero” o sea la fuerza
impuesta de distribución de la propiedad de esa energía que ellos, y
solo ellos extraen (y que lo demuestre el mas pintao que no es así).
Los defensores de esos ismos: Marxs,
Lenin, Troksky, Mao, Hitler, Sión, Stalin… bien debieran hacerse repasar
esas creencias. Todos tienen sus razones y todas arrasan bajo el
sentido común de lo que, ellas, propugnan y les fueron dadas.
Sé que esto es hacerle un flaco favor
hacia el despertar y la consciencia del común pero a la vez es una
salida hacia el saber de lo que supuso ese siglo XX que en nada nos sacó
del Medioevo y que nos propulsa otra vez hacia él.
Un exponente, y ni siquiera el mínimo
imprescindible, es la ONU, Onu que está sujeta al CFR, Trilateral,
Corporaciones, bancas y casas de sangre azul al uso, como no puede ser
otra.
Y ante lo cual estamos sujetos todos,
dentro de sus parafernalias, y si no que se lo digan al enemigo común al
uso, Irán, Siria legítima, Bashar, y tantos otros, Sudán, Repúplica
Centroafricana, Malí…. que en estos momentos están siendo invadidas por
minas e hidrocarburos, siendo éstas exterminadas ante nuestra
complacencia como observadores geoestratégicos que somos.
O somos puta paranoia o somos putos siervos acomodaticios o no nos enteramos.
Quiero apostar por lo último.
Un saludo y aquí el artículo:
ONU: Historia de la Corrupción
Se acaba de re-editar el libro ONU,
historia de la corrupción, del periodista y escritor Eric Frattini,
donde expone los resultados de sus investigaciones sobre el oscuro
entramado de intereses que se esconden detrás de la organización llamada
a garantizar la paz, la seguridad y el desarrollo en el mundo pero que,
según los datos del Institute for Global Ethics citados por el autor,
es uno de los mayores centros de corrupción del mundo occidental.
El principal problema surge en la misma configuración de inicio de la organización.
Desde su fundación, en 1945, la ONU
cuenta con un Consejo de Seguridad en el que cinco miembros permanentes
tienen derecho de veto:
Estados Unidos
Rusia
Reino Unido
Francia
China
De manera que cualquier propuesta
lanzada por cualquiera de los 193 países que actualmente la integran
puede ser rechazada por uno solo de los cinco países mencionados.
Es fácil suponer, por tanto, que sólo
tienen salidas aquellas resoluciones que no atentan contra los intereses
nacionales de los susodichos.
El Secretariado de la ONU está formado
por altos funcionarios cuyos accesos al cargo se basan en una elección
por parte de los miembros integrantes, es decir, no se someten a examen
objetivo sus condiciones profesionales o siquiera personales.
Esto permite, además del enchufismo claro de tal sistema, que la corrupción pueda ser premiada.
Así, es posible captar a los delegados
nacionales y hacerles votar en contra de lo que su propio país pueda
determinar, ya que, una vez desobedecen las órdenes del gobierno en
cuestión, a los delegados que se han prestado al juego les espera la
expulsión del cuerpo diplomático de la nación afectada, pero está
actitud será premiada por parte del Secretariado con un puesto de altos
funcionarios y su adscripción a alguna de las agencias que dependen de
las Naciones Unidas.
A este respecto, cabe recordar el artículo dedicado a los sicarios económicos, donde se explicaba la compra de votos nacionales dentro de la ONU mediante otras estratagemas más “sutiles”.
El caso es que hasta la propia construcción de la sede de las Naciones Unidas en Nueva York tiene su aquel.
Para empezar, el principal apoyo
económico provino de un alma caritativa donde las haya, John D.
Rockefeller Junior, quien donó 8,5 millones de dólares de la época
(1952) para la adquisición de los terrenos y el diseño del edificio, sin
duda interesado en la creación de un mundo libre y próspero ajeno a
todo interés personal… o familiar.
La zona en cuestión era un solar de los suburbios despreciado en aquella época, Turtle Bay, pero en cuestión de años se convertiría en una de las áreas más caras del mundo.
Esta revalorización hizo millonarios a
muchos que, poco antes de la decisión final sobre donde fijar la sede,
adquirieron acciones de la compañía propietaria de los terrenos.
Ni que decir tiene que gran cantidad de estos agraciados videntes eran funcionarios de la Organización.
Los casos personales de corrupción
forman una lista interminable a lo largo de los sesenta y cinco años de
existencia de la misma, de los cuales Frattini aporta abundantes
ejemplos.
Pero una de los hechos más llamativos y
que realmente hacen cuestionar el papel de la ONU es su interminable
empeño por garantizar su neutralidad e imparcialidad.
Tal obsesión, en principio loable, ha
hecho que su defensa de la paz y los derechos humanos también esté
condicionada a dicho lema, de manera que, entre la paz y la guerra,
también se mantiene neutral para “no equivocarse”.
Esto ha permitido que sean posibles genocidios como el de Ruanda en 1994 o el de Sbrenicka
en 1995. 800.000 muertos en el primero y 8.000 en el segundo, con
cascos azules como testigos pero sin posibilidad de actuación, puesto
que lo más importante, al parecer, era preservar la “integridad” de las Naciones Unidas como “arbitro imparcial” de conflictos.
Sin embargo, la cosa cambia cuando se trata de diplomáticos adscritos a la Organización.
Entonces, se pone en marcha toda una
máquina burocrática dispuesta a resolver el conflicto en el menor tiempo
posible. Tal es el caso de la lucha que mantuvieron en los años 90 el
secretario general Butros Ghali y el alcalde la ciudad Rudolph Giuliani a
cuenta de las infracciones de tráfico.
En estos casos, la “imparcialidad” y la “neutralidad” pierden peso.
Tal y como cuenta Frattini:
En septiembre de 1996, una larga fila
de lujosos automóviles con matrículas diplomáticas pertenecientes a
altos funcionarios de la ONU aparecían estacionados cerca de un famoso y
céntrico restaurante de la ciudad.
Varios de los diplomáticos habían
aparcado sus vehículos tapando los portones de salida de un cuartel de
bomberos. Sobre las once de la noche, las sirenas de emergencia
comenzaron a sonar, pero la sorpresa fue mayúscula cuando al abrirse las
grandes puertas los camiones-cisterna no pudieron salir al estar
taponadas las salidas por los vehículos diplomáticos.
El comandante del cuartel decidió
entonces tomarse la justicia por su mano y, tras subirse a uno de los
vehículos, ordenó embestir repetidamente a cada uno de los coches que
tapaban las entradas.
En pocos minutos, los camiones de
bomberos pudieron salir de los hangares, dejando tras de sí un amasijo
de hierros retorcidos coronados por símbolos de la ONU en sus negros y
lustrosos salpicaderos.
La sorpresa fue mayúscula cuando
terminó la cena y los funcionarios onusianos encontraron sus vehículos
destrozados en mitad de la calzada. Al entender lo que había ocurrido,
muchos de ellos llamaron a la policía para presentar denuncia contra los
responsables del cuartel de bomberos.
Lo que en un principio podía ser un
simple incidente se convirtió en pocas horas en un conflicto
internacional que afectó a la Alcaldía de Nueva York, al Secretariado
General de las Naciones Unidas, al Departamento de Estado y a la Casa
Blanca.
Está claro que no es lo mismo la muerte
de casi un millón de personas que el destrozo de unos cuantos coches de
lujo. Y eso es algo que saben valorar en la ONU…
Básicamente, se pide perdón, se asume
cierta culpa por “desconocimiento” de lo que estaba pasando y poco más. A
los implicados se les aparta del cargo pero, siempre hay un pero, ya
sea por incompetencia o actitud ilícita seguirán cobrando sus
jubilaciones o bien se les nombrará “asesores especiales” de alguna
agencia o del propio secretariado, de manera que seguirán en nómina y
accederán al cobro de las suculentas dietas de rigor.
Hay casos de derroches tales que, al no
saber qué hacer con el personal adscrito, siguen existiendo comités
“temporales” como el denominado “Comité de descolonización”, creado en
1961 para supervisar los procesos de nacionalización de las antiguas
colonias…
A ello se suma la inoperancia de las
agencias. En el ACNUR (Alto Comisionado para los Refugiados), por
ejemplo, son continuas las denuncias por el desvío de ayudas y la
existencia de mercados negros de alimentos y productos de primera
necesidad dentro de los campamentos de refugiados.
De la misma manera, se han destapado
acciones habituales de cobrar por facilitar el exilio a refugiados
políticos (hasta 4.000 euros por persona).
En cuanto a la honorable UNICEF, en su
día se desveló que, de 100 ONG´s colaboradoras con la agencia encargada
de la protección de los niños por todo el mundo, sólo existían 23.
Las donaciones dirigidas a las 77 restantes caían en manos de funcionarios…
Por no olvidarnos, claro está, de la
famosa UNSCOM, la agencia destinada a la inspección de instalaciones en
busca de armas nucleares, químicas y biológicas, la cual dio su visto
bueno a la invasión de Irak al afirmar que existían tales peligros en
aquel país.
Posteriormente, cuando hubo de
reconocerse que no había tales instalaciones, la cosa quedó en un “nos
hemos equivocado, qué pena”.
En cuanto a las acusaciones que pesan
sobre la UNSCOM de haber sido utilizada como títere manipulado por la
CIA y el Mossad, cosas de conspiranoicos, por supuesto…
por Wanderer
Diciembre 14, 2011
del Sitio Web Erraticario
Fuente: http://www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/esp_sociopol_un31.htm