RABINOS REVELAN MAS DETALLES DEL HISTÓRICO ALMUERZO CON BERG-OGLIO
Francisco/Líderes judíos. Polakoff:
“El almuerzo es el reflejo del diálogo interreligioso que Masortí viene desarrollando”
Itongadol.- El histórico almuerzo que,
el jueves, compartieron el papa Francisco y una delegación de líderes
comunitarios judeoargentinos “es un reflejo de la tarea de diálogo
interreligioso que el Movimiento Masortí ha venido desarrollando desde
el primer día en el subcontinente”, aseguró ayer, lunes, el presidente
de la Asamblea Rabínica Latinoamericana y rabino de Córdoba, Marcelo
Polakoff, a la Agencia Judía de Noticias (AJN) desde esa ciudad.
“No puede concebirse un rabino que
solamente se ocupe del núcleo judío porque convivimos en una sociedad
mayoritariamente cristiana, y también con otros credos, y más ahora que
todo está tan globalizado”, justificó.
Por ello, “este tierno encuentro
sirve para darse cuenta que el diálogo interreligioso debe ser sencillo
y una construcción cotidiana y no con grandes epopeyas”, de modo que
“cuando deje de resultar extraño, significará que estamos por el buen
camino”, auguró el religioso.
Polakoff estuvo acompañado por sus
colegas Ariel Stofenmacher y Abraham Skorka, respectivamente
vicepresidente ejecutivo y rector del Seminario Rabínico Latinoamericano
“Marshall T. Meyer”, e Isaac Sacca, gran rabino de la ortodoxa
Asociación Comunidad Israelita Sefardí de Buenos Aires, a quien vio
“cómodo”.
“El mundo ortodoxo no es monolítico y
hay desde rabinos que cruzan la calle si hay una iglesia hasta otros
que, por suerte, hacen todo lo contrario, y Sacca está entre estos
últimos”, describió.
“Los que tenemos mucho diálogo
interreligioso tendríamos que poner un poquito más de énfasis en el
intrarreligioso, al que mucha gente se niega, ya sea por miedo o por
cuestiones más políticas que religiosas”, recomendó el presidente de la
Asamblea Rabínica Latinoamericana en diálogo con AJN.
“Hace dos o tres años, Sacca vino a
Córdoba y me pidió conocer nuestra escuela y dar un shiur, una clase, en
el secundario, y por supuesto que vino y habló sobre Tishá Beav; yo
también estuve y salió todo bien, como debería ser”, añadió.
Por otra parte, Polakoff calificó al encuentro con el papa Francisco de “divino, en el doble sentido de la palabra, el de ‘precioso’ y el teológico”.
“El día anterior había ido al Museo Hebraico de Roma, que está debajo de la sinagoga central, y allí vi una bula de 1555, del papa Paulo IV, que me causó gran impresión, máxime porque se llamaba ‘Cum nimis absurdum’, que quiere decir ‘cuán extremadamente absurdo’: confinaba a un gueto a los judíos de todas las provincias de la Iglesia -duró más de trescientos años- y, entre otras cosas ridículas, les prohibía comer, jugar o relacionarse con cristianos”, recordó.“¡Y el jueves estábamos con otro Papa, la máxima autoridad cristiana, familiarizándonos en un hermoso vínculo de amistad y encima comiendo casher en el Vaticano!”, destacó la paradoja el rabino.
“El miércoles también había ido a
escucharlo a la plaza San Pedro, en una especie de catequesis para
150.000 personas sobre la transmisión de la tradición, algo esencial
para el pueblo judío”, agregó.
“Hace dos años estuve con (Benedicto
XVI o Joseph) Ratzinger, en la primera invitación de un Papa a una
delegación de judíos de Latinoamérica, y fue un encuentro muy ‘papal’,
que estuvo muy bien, pero la diferencia con éste radica en la ‘cuestión
argentina’ del conocimiento previo y las tareas compartidas en el
diálogo interreligioso, lo cual no hace más que fomentarlo y
amplificarlo a nivel planetario, gracias a ese vínculo cercano”, comparó
Polakoff.
En el encuentro con Jorge Bergoglio
“primero hubo una reunión de diez minutos, más protocolar, de saludos
con el Papa, palabras de Julio Schlosser (presidente de la DAIA) y el
rabino Skorka y una foto oficial, y después nos fuimos al comedor de la
Residencia de Santa Marta, con mesitas redondas, para seis o siete
personas”, contó.
“Nos distribuimos en tres mesas y nadie
sabía cuánto duraría; nos sirvieron un alcaucil frito -plato típico de
la cocina judeorromana-, pastas, entrecot o bacalao con guarnición y mus
de pistacho”, precisó el rabino.
“Fue una cosa espectacular y terminamos explotando; parecía ‘el último almuerzo’, en lugar de ‘la última cena’”, bromeó.
“Yo estaba en la mesa del Papa: hubo
pensamientos bastante profundos acerca de temas como el mesianismo, el
diálogo interreligiosos y cómo sumar más a los musulmanes, nos dijo que
esa mañana había hablado sobre Moisés y su guerra contra los
amalequitas, y contamos chistes religiosos; el del Papa fue un clásico,
que es buenísimo y contado por él tiene otro peso, sobre un cura que
durante semanas da prédicas antisemitas hasta que Jesús, en la cruz,
mira a la Virgen, que estaba a un lado, y le dice: ‘Mami, vámonos que no
nos quieren…’”, relató el presidente de la Asamblea Rabínica
Latinoamericana.
“En ese marco se amplió la mesa y todos
quedamos alrededor del Papa, como se ve – ver Galería – en la foto, y
ya teníamos que irnos, pero seguimos contando anécdotas y chistes y yo
dije que lo ideal sería poner lo que estaba sucediendo en palabras de
los Salmos: ‘¡Qué bello y agradable es que los hermanos estén sentados
juntos!’, con tanta calidez y armonía”, continuó.
“Skorka dijo que el Papa la conocía,
así que le pregunté si se acordaba que en hebreo es ‘Hine ma tov umá
naím…’ y propuse que lo cantáramos, a lo cual dijo ‘por supuesto’”,
añadió Polakoff.
Francisco “estaba muy emocionado, como
todos, y diría que nos miraba con los ojos un poco vidriosos; fue un
momento hermoso e impresionante”, finalizó.
En el encuentro, organizado por el
Congreso Judío Latinoamericano (CJL) y Skorka, también participaron
Javier Mutal y Claudio Epelman, tesorero y director ejecutivo de esa
entidad; Waldo Wolff y Marcos Grabivker, vicepresidentes 1° de la DAIA y
de la Asociación Internacional de Juristas Judíos, respectivamente;
Javier Veinberg, Claudio Avruj y Raúl Bergman, sendos titulares de
FACCMA, el Museo de la Shoá y Benei Tikvá; Raúl Feler, de Tucumán; Boris
Kalnicki, de la B’Nai B’Rith; y Ariel Isaak y Ariel Seidler, jóvenes
funcionarios del CJL.
Por el Vaticano también estuvieron el
cardenal Kurt Koch, presidente de la Comisión de Diálogo con los Judíos,
y los padres Norbert Hofmann, anterior secretario de la misma, y
Renczes, de la Universidad Gregoriana.