ALEJANDRO SOSA LAPRIDA: FRANCISCO Y LA RAÍZ DE LOS MALES SOCIALES
Francisco y la raíz de los males sociales.
Veamos una de las últimas enseñanzas con la que nos ha aleccionado Francisco: « La desigualdad es la raíz de los males sociales. » (http://www.news.va/es), «tuiteó» el 28 de abril, muy suelto de cuerpo.
El « magisterio tuitero » toma pues el relevo del «magisterio telefónico» (http://pagina-catolica.blogspot.fr/2014/04/esto-es-todo-padre-lombardi.html). Así
que la raíz de los males sociales ya no es el pecado, sino la
«desigualdad»… Mmh, no sé porqué, pero tengo la ligera sensación de que
nos hallamos ante un importantísimo descubrimiento teológico… Más
seriamente, e ironías al margen, me planteo una pregunta (retórica, por
cierto): ¿Acaso ya no quedará nadie en el Vaticano quien sea capaz de
explicarle a nuestro confundidísimo compatriota que la desigualdad forma
parte de la creación, de la naturaleza y de la sociedad? Y que no es
ella la que provoca los males sociales, sino el igualitarismo
revolucionario, como lo demuestra palmariamente la historia de las
revoluciones jacobina y bolchevique, con su proyecto utópico y criminal
de construcción del «Hombre Nuevo» abstracto, «emancipado» de sus raíces
históricas, familiares, sociales, religiosas y ahora también
biológicas?
Individuo
deshumanizado e « igualado » artificialmente a sus coetáneos, ya que
transformado en un simple número anónimo, el que corresponde a su número
de elector al servicio del mágico ritual del sufragio universal y de
los mitos de la soberanía popular y de la voluntad general… Es la
ideología igualitarista, esgrimida por los partidarios del feminismo y
del homosexualismo, la que crea en nuestra sociedad todo tipo de males
sociales de consecuencias inconmensurables, es esa misma ideología
subversiva, promovida por la Francmasonería, por las Naciones Unidas (http://www.accionfamilia.org/revolucion-cultural/el-sexo-salvaje-y-el-genero-quieren-destruir-la-familia-y-crear-un-nuevo-orden-mundial/) y, en nuestro suelo, tanto por el perverso régimen kretinista como por la depravada oposición macrista (http://www.lanacion.com.ar/1657069-chau-tabu-polemico-sitio-de-orientacion-sexual-de-la-ciudad – https://chautabu.buenosaires.gob.ar/)
la que corrompe desvergonzadamente la juventud, destruye el matrimonio,
desintegra la familia, socava la autoridad y disuelve el vínculo
social.
No, decididamente, la desigualdad no es la raíz de los males sociales. El pecado lo es.
Es la desobediencia a la ley de Dios la que origina todos los males que
padece la humanidad, ya sean éstos personales, domésticos, sociales o
políticos. En lugar de « tuitear » falsedades políticamente correctas,
que le valen la adulación instantánea y unánime del mundo secularizado y
apóstata, bien haría Francisco en pedir enérgicamente, por ejemplo, que
se implementara la prohibición inmediata de la pornografía, del aborto y
del sodomonio, comportamientos abominables que claman al Cielo y que,
ellos sí, acarrean incontables males a la sociedad.
«Buscad el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura.» (Mt. 6, 33)
Pero
el hombre moderno rechaza a Dios y la búsqueda de su reinado le importa
muy poco. Lo único que lo desvela es la obtención de la « añadidura »,
la consecución de los bienes temporales, y de preferencia puramente
materiales, que le permitan disfrutar de una existencia rastrera y
mediocre, chapuceando en el lodazal del hedonismo vuelto valor supremo. Y
que le hagan posible seguir llevando una existencia pecaminosa vivida
en un contexto sereno y tranquilo, propicio al pleno disfrute de sus
multiformes deseos y caprichos (http://pagina-catolica.blogspot.fr/2014/04/francisco-el-papa-de-la-inclusion.html#more).
Vivir
como cerdos, pero eso sí, de manera confortable. Y con la conciencia
bien tranquila…Para lo cual, naturalmente, hay que evitar a toda costa
« tuitear » cosas que le desagraden o que lo contraríen…¿Se entiende ?
«Amados,
no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de
Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. » (1 Jn. 4, 1) A.S.L. – 30/04/14