martes, 27 de mayo de 2014

OSVALDO, SI ES BAYER, NO ES BUENO.

OSVALDO, SI ES BAYER, NO ES BUENO.



Osvaldo Bayer, contribuyente a las mentiras del relato kirchnerista.

En la contratapa de Página/Bolche, el diario fundado con los dineros mal habidos del ERP y en la misma línea devenido pasquín del régimen kirchnerista, el 24 de Mayo de 2014 se publica la nota de Osvaldo Bayer que incluyendo comillas titula: "Los demócratas". Amerita unas consideraciones.


Bayer, quien huyó del país en 1975, es otro insufrible de los que creen que su exilio es algún título nobiliario o un escalón de elevación moral, y que nunca dejará de hacer alharaca para recordarnos a los argentinos que se tuvo que ir, porque desde esa pose de perseguido pregona su retorcida interpretación de la verdad histórica. Y así, con todo descaro, sostiene Bayer que: "Puede pasar mucho tiempo, pero finalmente la verdad siempre termina triunfando sobre la mentira y sobre las posiciones que humillan al ser humano".


La frase no está mal, pero si Osvaldo Bayer fuera tan afecto a la verdad no seguiría repitiendo la mentira de los 30.000 desaparecidos, cosa que hace. Como excusa para repetir la mentira esencial del régimen nos dice que durante su exilio en Alemania denunciaba la complicidad del Estado Alemán con la dictadura de Videla, y que ahora la revista alemana Der Spiegel, a la que considera "la mejor publicación política de ese país", ha publicado información sobre la cooperación entre ambos países. ¡Vaya descubrimiento! Chocolate por la noticia, Bayer. Todos los países occidentales apoyaron al gobierno argentino surgido del golpe militar del 24 de Marzo de 1976, no podía ser de otra manera porque el mundo entero estaba en guerra y así se impedía la posibilidad de una nueva Cuba en Sudamérica.


Bayer parece olvidar que la guerra fría tenía a la propia Alemania dividida en dos, aunque por alguna razón tuvo el tino de residir en Berlín occidental, es decir no eligió experimentar el paraíso socialista sino quedarse del lado capitalista del muro. El mismo muro que los alemanes saltaban de este a oeste, y nunca para el otro lado. Y mientras alemanes audaces y saltarines buscaban escapar del comunismo, hacia la dignidad, la libertad y el confort del capitalismo, en otros puntos remotos del planeta la guerra fría no era tan fría. 


Argentina, Diciembre de 1976,
atentado con bomba en una confitería de Belgrano.


En la Argentina que refieren los datos publicados por el Der Spiegel, el país que abandonó Bayer, los esbirros de la dictadura cubana (satélite de la URSS) intentaban establecer un foco de guerrilla rural en los montes tucumanos, copaban ciudades, secuestraban aviones, atacaban cuarteles, ponían bombas hasta debajo de las camas de compañeros de colegio y aterrorizaban a la población queriendo demostrar que eran los más malos de la cuadra; para cuando se enteraron que no, estaban sus madres dando vueltas a la Pirámide de Mayo.  


Fingiéndose señorito de blancos zapatitos, posa Bayer de indignación ante el lodazal de la hipocresía y la mentira, pero hipócrita y mentiroso no vacila en escribir: "Informa el Spiegel que la dictadura asesinó a treinta mil personas, entre ellos a 74 alemanes o descendientes de alemanes". Si la mejor revista política de Alemania se compra ese buzón, es de imaginar lo que dirá la peor o más sensacionalista. 


La mentira de los 30.000 no eriza la sensible piel de Bayer, y la repite diciendo que es "información" sin hacer la debida aclaración sobre el número de muertos, cuya cifra real se ubica por debajo de los 9.000 según todos los registros fiables. 


En su concepción ideologizada de la historia, la falta de ética le permite a Bayer llamar información a la más vulgar propaganda. No es algo nuevo en él; porque Osvaldo, si es Bayer, no es bueno.


Osvaldo Bayer, con Luis Eduardo Duhalde, Lila Ferreyra y Carlos Kunkel, homenajeando al terrorista Rodolfo Walsh.



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha


Estado Libre Asociado de Vicente López