Contra Monsanto
Por Mae-Wan Ho, 27 de mayo de 2014
Me alegro de compartir esto con
ustedes. Ya son cerca de 20 años luchando contra Monsanto, desde que se
comercializaron los primeros cultivos transgénicos y comenzamos a
advertir de los peligros de los transgénicos y de herbicidas como
Roundup.
Por desgracia, todas mis predicciones se
han hecho realidad. Con el paso de los años, los agricultores y sus
familias, en todas las partes del mundo, han estado observando un
aumento de los defectos de nacimiento, de cáncer, de alergias, de
enfermedades renales, y otras serie de afecciones. Su ganado muere,
sufre de diarrea, se hacen estériles, o cuando paren muchas de sus crías
nacen muertas o deformes.
Los científicos han tenido que superar
enormes obstáculos para realizar sus investigaciones, no sólo los
interpuestos por Monsanto, sino también por los Gobiernos corruptos o
que actúan de forma desacertada, entre los que se encuentra el del Reino
Unido. Durante años prácticamente las únicas investigaciones sobre la
seguridad de los transgénicos fueron realizas por las propias empresas, y
los datos en bruto de estas investigaciones se mantienen en secreto, al
considerarse información comercial sensible.
Pero cuando estas investigaciones han
sido llevadas a cabo por científicos independientes, han encontrado lo
mismo que han visto los agricultores, sea con las especies transgénicas
cultivadas, con o sin el herbicida Roundup a base de glifosato, o
solamente con Roundup. Y los datos que se han conocido de las
investigaciones realizadas por Monsanto a través de los tribunales
presentan el mismo panorama: problemas de hígado y riñón, inflamación
intestinal, problemas inmunes, muertes prematuras, esterilidad, defectos
de nacimiento, y un exceso en la presencia de tumores.
Monsanto y otras empresas de
Biotecnología nos han estado envenenando con los transgénicos y con los
herbicidas, durante los últimos 20 años. Y lo que han hecho muy bien es
ocultar la información, vilipendiar a los científicos y a los
agricultores que se han atrevido a luchar contra ellos. ¡Pero no hay que
seguir tolerando esto!
Arpad Puztai y sus colegas Susan Bardocz
y Stanley Ewen, aquí en Gran Bretaña, fueron los primeros a los que se
les negó una beca de investigación y perdieron sus puestos de trabajo en
la Universidad de Aberdeen, porque descubrieron que las ratas alimentas
con patatas transgénicas presentaban inflamación intestinal y daños en
otros órganos.
Andrés Carrasco, investigador argentino,
murió hace un par de semanas. Era un biólogo y asesor del Gobierno, y
se vio obligado a renunciar a su trabajo al demostrar que el glifosato
produce defectos de nacimiento en las ramas y en las recién nacidos de
las familias de los trabajadores agrícolas.
Y el biólogo molecular y toxicólogo
Giles-Eric Séralini y su equipo de la Universidad de Caen, Francia,
demostraron que las ratas alimentadas con maíz transgénico tolerante a
Roundup tenían problemas de salud en comparación con el grupo de
control: enormes tumores, de modo que los animales tenían que ser
sacrificados.
Solo es un ejemplo de un larga lista de
distinguidos y honrados científicos que han sido censurados al denunciar
los daños producidos por los transgénicos y el herbicida Roundup.
¡Ambos cosas deben ser desterradas!
Los días de los transgénicos están
contados. Si no fijamos en lo que hay detrás de la publicidad y de sus
mentiras, veremos que los cultivos transgénicos es algo minoritario
dentro de la producción de alimentos, y que hay un creciente rechazo de
los consumidores y de los agricultores de todo el mundo.
Los agricultores estadounidenses están
abandonando los cultivos transgénicos, volviendo a una agricultura no
transgénica y ecológica, sobre todo porque es más rentable debido al
aumento de la demanda de productos no modificados genéticamente en todas
las partes del mundo, incluyendo Estados Unidos, principal productor
mundial de transgénicos.
Después de 20 años, los cultivos
transgénicos siguen confinados en 27 países, de un total de 196 en todo
el mundo. Ya están prohibidos explícitamente en al menos 29 países, y
existen regiones libres de transgénicos y prohibiciones parciales en
muchos países, incluyendo los Estados Unidos. Se pueden prohibir los
alimentos modificados genéticamente en su casa, en las escuelas, en las
comunidades locales, no hay que esperar a que lo el Gobierno por usted.
Los cultivos transgénicos ocupan ahora
175,2 millones de hectáreas, el 11% de las tierras cultivadas de todo el
mundo, es decir, el 89% de todas las tierras de cultivo están ocupadas
por cultivos no modificados genéticamente.
Los cultivos transgénicos se basan en
dos rasgos principales: tolerancia a los herbicidas y resistencia a los
insectos. Son tres lo principales cultivos transgénicos: el maíz, la
soja y el algodón. Los cultivos no transgénicos están formados por miles
de especies desarrolladas por los campesinos, con millones de
variedades locales.
Los cultivos transgénicos están
cultivados por menos del 1% de los 2.600.000.000 millones de
agricultores de todo el mundo. El 99% cultiva no transgénicos, y son
pequeños campesinos con pequeñas granjas, que producen el 70% de todos
los alimentos del mundo.
Las tres cuartas partes de los
campesinos tienen explotaciones ecológicas, sin utilizar productos
químicos, es decir, unos 600 millones de hectáreas, que producen más de
la mitad de los alimentos que se consumen en todo el mundo. Es con
diferencia el sector de los alimentos más grande de todo el mundo.
Estas pequeñas explotaciones son de 2 a
10 veces más productivas que las explotaciones industriales de
monocultivos, respetando el ambiente y el clima, desarrollando una
agricultura sostenible y soportando mejor las condiciones climáticas
extremas. Ese es el camino a seguir por todas las personas del planeta, y
no debemos permitir que Monsanto se interponga en nuestro camino.
Dígaselo a Monsanto y a los Gobiernos.
Gracias a todos.
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