LA PASIÓN Y LA “MUERTE” DE LA IGLESIA
Tomado del folleto del Cardenal Henry Edward Manning (1808-1892) “La Crisis actual de la Iglesia probada por la Profecía”.
[Es un extracto del post El Papa y el Anticristo]
La Pasión y la muerte” de la Iglesia
Ahora,
sucede que contra esa persona [el Papa] eminentemente , como se dijo
antes, el espíritu del mal y de la falsedad dirigen su asalto; porque
si está herida la cabeza del cuerpo, el cuerpo mismo debe morir. “Hiere
al pastor, y las ovejas serán dispersadas”, era el viejo engaño del
maligno, el que hirió al Hijo de Dios para poder dispersar el
rebaño. Pero esa añagaza ha sido frustrada para siempre; en la muerte
del pastor, el rebaño fue redimido; y por el pastor que fue constituído
en el lugar del Hijo herido, el rebaño ya no puede dispersarse más.
Durante Trescientos años el mundo se esforzó en cortar la línea de los
Soberanos Pontífices; pero las ovejas no se dispersaron, y así será
hasta el final. Es, sin embargo, en contra de la Iglesia de Dios, y
sobre todo en contra de su jefe, que todos los espíritus del mal en
todas las edades, y, sobre todo, en el presente, dirigen su enemistad
….
Ahora
bien, la Iglesia ha tenido que someterse ya a dos clases de
persecuciones, una por mano de los judios y otra por mano de los
paganos; por lo que los escritores de los primeros siglos, los Padres,
tanto de Oriente como de Occidente, predijeron que, en la última edad
del mundo, la Iglesia tendría que someterse a una tercera persecución,
más amarga más sangrienta, más ardiente que cualquiera de las que ha
sufrido hasta ahora, y por mano de un mundo infiel rebelado contra el
Verbo Encarnado ….
Como
los malvados no prevalecieron contra Él [nuestro Señor Jesucristo],
incluso cuando lo ataron con cuerdas, lo arrastraron hasta el juicio,
con los ojos vendados, se burlaban de él como un falso rey, le golpeaban
en la cabeza como a un falso profeta.., lo crucificaron, y con su
poder parecían tener dominio absoluto sobre Él, que yacía en el suelo y
casi aniquilado a sus pies; y como, en ese preciso momento en que Él
estaba muerto y enterrado fuera de su vista, resultó vencedor sobre
todo, y resucitó al tercer día, y ascendió al cielo, y fue coronado,
glorificado, y ha sido revestido de su realeza, y reina como Rey de
reyes y Señor de señores, – así será con Su Iglesia: aunque por un
tiempo perseguida, y, a los ojos del hombre, derrocada y pisoteada,
destronada, despojada, escarnecida, y machacada, llegará el momento de
su triunfo y las puertas del infierno no prevalecerán. Será para la
Iglesia de Dios una resurrección y ascensión, una regalía y un dominio,
una recompensa de gloria por todo lo que ha sufrido. Como Jesús, tiene
que sufrir en el camino para su corona; sin embargo, será coronada con
Él eternamente. Que nadie, pues, se escandalice si se habla de
profecías de los sufrimientos por venir. Nos gusta imaginar triunfos y
glorias de la Iglesia en la tierra, – oír que el Evangelio debe ser
predicado a todas las naciones, y el mundo se convierta, y todos los
enemigos estén sometidos, y no sabemos qué más, – hasta algunos oídos
se impacientan al escuchar que habrá para la Iglesia un tiempo de
terrible prueba, y así hacemos como los Judíos de la antigüedad, que
querían un conquistador, un rey, y la prosperidad; y cuando su Messias
llegó en la humildad y en la pasión, no lo reconocieron. Así que, me
temo, muchos entre nosotros intoxican sus mentes con las visiones de
éxito y de victoria, y no puede soportar la idea de que hay un tiempo de
persecución por venir para la Iglesia de Dios ….
El
primer signo o marca de esta persecución que viene es una indiferencia
hacia la verdad. Así como hay calma chicha antes de una tempestad, y
como las aguas antes de la tempestad están como el cristal, como antes
de un estallido hay un momento de tranquilidad. El primer signo es la
indiferencia. La señal que presagia más seguramrnte que cualquier otro
signo una futura persecución es una especie de indiferencia desdeñosa a
la verdad o falsedad. La antigua Roma en toda su fuerza y su poder
adoptaba toda religión falsa de todas las naciones conquistadas, y le
dio a cada una de ellas un templo dentro de sus muros. Fue soberanamente
y despectivamente indiferente a todas las supersticiones de la
tierra. Se animó; a cada nación a tener su propia superstición
adecuada, porque la superstición apropiada era un modo de
tranquilizarse, de gobernar, y de mantener en sujeción, a las personas
que se entregaban a la construcción de un templo dentro de sus
murallas. De la misma manera vemos a las naciones del mundo cristiano
en este momento adoptando progresivamente todas las formas de de
contradicciones religiosas,.. y, como se dice, con una tolerancia
perfecta; no reconociendo distinciones entre la verdad o la falsedad
entre una u otra religión, sino dejando que todas las formas de religión
funcionen a su manera ….
Con
un intenso odio hacia lo que se llama el dogmatismo, es decir, la
verdad positiva, lo definitivo, lo final, todo lo que tiene límites
precisos, cualquier forma de creencia que se expresa con definiciones
particulares -todo esto es completamente de mal gusto a los hombres que
en principio fomentan todas las formas de opinión religiosa ….
El
siguiente paso es, entonces, la persecución de la verdad …. [En la
antigua Roma] hubo todo tipo de cofradías y órdenes sagradas, y
sociedades, y como uds. saben había una sociedad a la que no se le
permitió existir, y fue la Iglesia del Dios vivo. En medio de esta
tolerancia universal, hubo una excepción hecha con la exactitud más
perentoria, para excluir la verdad y la Iglesia de Dios del mundo. Ahora
bien, esto es lo que tiene inevitablemente que pasar, porque la
Iglesia de Dios es inflexible en la misión comprometida con él. La
Iglesia Católica nunca se comprometerá en la doctrina; nunca va a
permitir que se enseñen dos doctrinas dentro de ella; nunca va a
obedecer al gobernador civil que pronuncie sentencia en los asunto
espirituales. La Iglesia Católica está obligada por la ley divina a
sufrir el martirio antes que comprometer una doctrina, u obedecer la ley
del gobernador civil, que viola la conciencia; y además de esto, no
sólo no puede ofrecer una desobediencia pasiva, lo cual puede hacerse
en una esquina, y por lo tanto no se detecta, y porque no se detecta no
es castigada; la Iglesia Católica, sin embargo, no puede permanecer en
silencio; no puede mantener su paz; no puede dejar de predicar las
doctrinas de la revelación, no sólo de la Trinidad y de la Encarnación,
sino también de los siete sacramentos, y de la infalibilidad de la
Iglesia de Dios, y de la necesidad de la unidad y de la soberanía de
ambos, espiritual y temporal, de la Santa Sede; y porque no va a estar
en silencio, y no se puede poner en peligro, y no obedecer en asuntos
que son de su propia prerrogativa divina, es por lo que se encuentra
sola en el mundo; pues no hay otra Iglesia, ni ninguna comunidad que
profese ser una Iglesia, que no se someta, obedezca, o mantenga en su
paz, ante los gobernadores civiles del mundo ….
Los
santos Padres han escrito sobre el tema del Anticristo, y de [la]
profecías de Daniel, sin una sola excepción, por lo que yo sé, y ellos
son los padres, tanto de Oriente como de Occidente, tanto los griegos
como los de la Iglesia latina- todos ellos por unanimidad, – dicen que
en el fin del mundo, durante el reinado del Anticristo, el santo
sacrificio del altar cesará. En el trabajo sobre el fin del mundo,
atribuido a San Hipólito, después de una larga descripción de las
aflicciones de los últimos días, leemos lo siguiente: “Las Iglesias
llorarán con un gran llanto, porque no se ofrece ya la oblación ni el
incienso, ni el culto agradable a Dios. Los edificios sagrados de las
iglesias serán tugurios; y el precioso cuerpo y sangre de Cristo no
podrá ser expuesto en aquellos días; la Liturgia será extinguida; el
canto de los salmos cesará; la lectura de la Sagrada Escritura no se
oirá más. Habrá sobre los hombres oscuridad, y duelo sobre duelo y
aflicción sobre aflicción. “Entonces, la Iglesia se dispersará, será
impulsada a ir al desierto, y será por un tiempo, como era en el
principio, invisible, oculta en las catacumbas, las cuevas, las
montañas, los escondrijos; Durante un tiempo será barrida, por así
decirlo, de la faz de la tierra. Tal es el testimonio universal de los
Padres de los primeros siglos ….
Las
sociedades secretas hace mucho tiempo han socavado la sociedad
cristiana de Europa, y se encuentran en este momento luchando contra
Roma, el centro de todo orden cristiano en el mundo. El cumplimiento de
las profecías está por venir; y lo que hemos visto en las alas, también
lo veremos en el centro; y ese gran ejército de la Iglesia de Dios, por
un tiempo, se dispersará. Parecerá, por un tiempo, estar derrotada, y el
poder de los enemigos de la fe durante un tiempo prevalecerá. El
sacrificio peremne será quitado, y el santuario será echado abajo …. Si
quieres entender esta profecía de la desolación, entra en una iglesia:
la que antes fue católica, donde había señales de vida; ahora está
vacía, deshabitada, sin altar, sin tabernáculo, sin la presencia de
Jesús ….
Y
así llegamos a la tercera marca, el abatimiento de “El principio de la
fuerza”; es decir, de la autoridad divina de la Iglesia, y
especialmente de aquél cuya persona la encarna, el Vicario de Jesucristo
…. El destronamiento del Vicario de Cristo es el destronamiento de la
jerarquía de la Iglesia universal, y el rechazo público de la Presencia y
Reinado de Jesús ….
La
tendencia directa de todos los acontecimientos que vemos en este
momento es ésta claramente, destruir el culto católico en todo el
mundo. Ya vemos que todos los gobiernos de Europa están excluyendo la
religión de sus actos públicos. Los poderes públicos se están haciendo
laicos: el gobierno no tiene religión; y si el gobierno es sin religión,
la educación debe ser sin religión. Lo vemos ya en Alemania y en
Francia. Se ha intentado una y otra vez en Inglaterra. El resultado de
esto no puede ser otra cosa que el restablecimiento de la mera sociedad
natural; es decir, los gobiernos y los poderes del mundo, que durante un
tiempo estuvieron sometidos a la Iglesia de Dios con la fe en el
cristianismo, con la obediencia a las leyes de Dios, y con la unidad de
la Iglesia, después de haberse rebelado se han profanado a sí mismos,
han recaído a su estado natural ….
[Muchos]
fallarán en su fidelidad a Dios. ¿Y cómo sucederá esto? En primer
lugar por el miedo, en parte por el engaño, en parte, por la cobardía,
en parte porque no pueden defender la verdad impopular cara a la
mentira popular; en parte porque el hacer caso omiso de la opinión
pública, en un país como éste, y en Francia… asusta a los católicos,
que no se atreven a confesar su principios, y, al fin, no se atreven a
mantenerse en ellos ….
La
Palabra de Dios nos dice que hacia el final de los tiempos el poder de
este mundo se hará tan irresistible y tan triunfante que la Iglesia de
Dios se hundirá – que la Iglesia de Dios no recibirá ya ayuda de los
emperadores o reyes o príncipes, o legislaturas, o naciones o pueblos,
para hacer resistencia contra el poder y la fuerza de su
antagonista. Será privada de protección. Se debilitará, se
desconcertará, y quedará postrada, y se inclinará sangrando a los pies
de los poderes de este mundo. ¿Parece increíble? ¿Cuál es, entonces, lo
que vemos en este momento? Mira la Iglesia católica y romana en todo el
mundo. ¿Cuándo fue alguna vez más parecida a su Cabeza divina en la
hora en que fue atado de pies y manos por los que le traicionaron? Mira
la Iglesia Católica, aún independiente, fiel a su confianza divina, y
sin embargo, desechada por las naciones del mundo; mira al Santo Padre,
el Vicario de nuestro Divino Señor, en este momento escarnecido,
despreciado, traicionado, abandonado, despojado, e incluso por aquellos
que antes lo defendían atacado. ¿Cuando, pregunto yo, estuvo la Iglesia
de Dios alguna vez en una situación más débil, en un estado más
precario a los ojos de los hombres, y en este orden natural, de lo que
es ahora? Y a partir de ahí, me pregunto, ¿es la libertad lo que está
por venir? ¿Hay en la tierra algún poder que quiera intervenir? ¿Hay
algún rey, príncipe o potentado, que quiera interponer sea su voluntad o
su espada para la protección de la Iglesia? Ni uno; y está predecido
que deba ser así. No queremos ni lo deseamos, pero por la voluntad de
Dios parece que no será de otra manera.
Pero
hay un poder que va a destruir todos los enemigos. Hay una persona que
va a descomponer y aventar el polvo del verano y que trillará a todos
los enemigos de la Iglesia, porque él es el que ha de derrocar a sus
enemigos “con el aliento de su boca,” y destruirlos “con el resplandor
de su venida “. Parece como si el Hijo de Dios estuviera celoso de que
nadie reivindique su autoridad. Ha querido dirigir la batalla ´El
mismo; Él ha tomado el arma que ha sido lanzado contra Él; y la profecía
es clara y explícita de que habrá una última derrota del mal; que
será lograda no por ningún hombre, sino por el Hijo de Dios; que todas
las naciones del mundo sepan que Él, y sólo Él, es el rey, y que Él, y
sólo Él, es Dios ….
Los
escritores de la Iglesia nos dicen que en los últimos días, la ciudad
de Roma, probablemente llegará a ser apóstata de la Iglesia y del
Vicario de Jesucristo; y que Roma otra vez será castigada, porque él se
apartará de ella; y el juicio de Dios caerá sobre el lugar desde el que
una vez reinó sobre las naciones del mundo …. Roma apostatará de la fe
y ahuyentará al Vicario de Cristo, y volverá a su antiguo paganismo ….
[Resumen],
el Anticristo, y el movimiento anticristiano, tiene estas notas:
primero, el cisma de la Iglesia de Dios; en segundo lugar, la negación
de su voz divina e infalible; y en tercer lugar, la negación de la
Encarnación. Es, por tanto, el enemigo directo y mortal de la Una,
Santa, Católica y Romana Iglesia- de la unidad contra la que se hace
todo el cisma; del único órgano de la voz divina del Espíritu de Dios;
del santuario y de la Encarnación y del sacrificio peremne….
[FIN DEL EXTRACTO]
Comentario finales
Sin
duda, usted estará de acuerdo en que las explicaciones del cardenal
Manning acerca de las profecías bíblicas tal como entonces se
desarrollaban y desde entonces se han desplegado, son impresionantes y
fascinantes, sobre todo porque podemos reconocer en ellas lo que ha
venido sucediendo en los últimos tiempos, y está de hecho sucediendo
hoy . Lo que estamos presenciando es una preparación cada vez más
próxima para el advenimiento del Anticristo.
Observe
cómo en todo momento, el cardenal Manning habla del Papa, como del
Vicario de Cristo y cabeza visible de la Iglesia, como el directo antagonista del
Anticristo – nunca Su Eminencia hace alusión a la idea absurda,
celebrada po los mismos que se llaman “católicos tradicionalistas” de
hoy, acerca de que el mismo Papa fuera parte del problema, una especie
de “aliado” dal Anticristo, como Francisco claramente lo es. Vemos,
entonces, una vez más, que la posición popular, pero imperfecta y
herética de la “Resistencia”, que reconoce a Francisco como el verdadero
Papa, pero luego lo niega y rechaza la sumisión a sus enseñanzas y
leyes, es totalmente ajena al pensamiento católico, a la doctrina
católica, y a la profecía católica. Esta es otra evidencia más de que
los “Papas” del Vaticano II son charlatanes, no son auténtico Vicarios
de Cristo en absoluto, sino más bien son los propios instrumentos de
Satanás para destronar al verdadero Vicario de Cristo y prevenir u
obstruir su gobierno.
Cuando
el cardenal Manning escribió su monografía en 1861, el movimiento de
apostasía estaba todavía en sus primeras etapas, relativamente
hablando. Desde entonces, la Gran Apostasía no ha tenido mayor fuerza
propulsora que la del Concilio Vaticano II (1962-1965) de la Iglesia
Modernista. Nada ha extendido con más eficacia y rapidez el
naturalismo- la herejía que está en el centro de toda la doctrina
masónica- que la exigencia del Concilio sobre la libertad religiosa,
la cual puso fin a las naciones católicas (como España y Colombia) con
la separación de la Iglesia y el Estado y el destrozo de las
constituciones católicas de estos países, algo que el antipapa Pablo VI
fue el más dispuesto a hacer cumplir. Cristo Rey, legítimo Soberano de
las personas, las sociedades y las naciones, fue destronado por el
Concilio Vaticano II – un acto que demuestra que Pablo VI no era Pedro,
sino Judas, y la iglesia que dirigía no era la Iglesia católica de
nuestro Señor Jesucristo, sino, por así decirlo, la Sinagoga de Anás y
Caifás.
La
persecución de la verdadera fe y la verdadera Iglesia por los
modernistas del Vaticano II ha sido un gran éxito, ya que se ha
acelerado no sólo por los engañadores maliciosos sino también por mucha
gente de buena de voluntad en sus filas, que es, ella misma, víctima
del engaño. Como dijimos al principio, sin embargo, citando al P. Faber,
esto sólo hace que sea una tragedia mayor y no cambia la naturaleza o
disminuye la gravedad del problema.
En su introducción a El Papa y el Anticristo, hay
una carta que escribió el Dr. John Henry Newman, al cardenal Manning
diciendo : “Que Dios nos guarde de compartir, incluso por el silencio,
la persecución de su Iglesia!” (pág. 6) . ¡Ay- incluso si sus
intenciones son buenas- de todos aquellos que reconocen a la Secta del
Novus Ordo como la Iglesia Católica y sus falsos clérigos como
autoridades católicas legítimas! y ¡Ay de quienes conociendo la verdad,
guardan silencio y participan en la persecución de la verdadera
Iglesia! Puede usted, querido lector, ser uno de ellos.
Vamos a cerrar este largo post con una nota positiva.
Lo
que hemos leído, a pesar de que es terrible, en verdad, sin embargo,
debe darnos un gran consuelo y esperanza, y fortalecer nuestra fe. Las
explicaciones del cardenal Manning sobre la Gran Apostasía, la
persecución, la Pasión y la aparente “muerte” de la Iglesia – todas
estas cosas confirman lo que estamos presenciando hoy. Lo que esto
significa es que lo pasado desde la muerte del Papa Pío XII, y lo que
estamos viviendo ahora, no es una contradicción del Plan Divino, no más
que la crucifixión de nuestro Señor haya sido una derrota de su
misión. Por el contrario: Todo forma parte de la Voluntad Divina, y es
un preludio necesario para su cumplimiento final y completo. Lo que
estamos sufriendo ahora en este tiempo sin precedentes de agitación
eclesiástica y confusión no es una señal de que las promesas de Dios
han fracasado, sino más bien de que las promesas de Dios se está
llevando a cabo. Las profecías divinas se están cumpliendo en este
mismo momento.
Así
que no se desanime: Todo va de acuerdo al plan – pero ese plan es el
Camino de la Cruz, como lo fue para nuestro Señor, literalmente, tal
como ahora lo es para su Iglesia místicamente. No es hermoso a la
vista, y es de gran tristeza y humillación, pero es el camino – el único camino – que nos conducirá a la gloria eterna.